Rehabilitacion Al Deportista

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Principios generales de la rehabilitación

en traumatología del deporte


MAGDA LORENA JAIMES PINZÓN
ESTUDIANTE DE FISIOTERAPIA DIANA CAROLINA CASTLLA
DOCENTE
El National Athletic Injury/ Illness Reporting System (NAIR) clasifica
el estado de gravedad de manera retrospectiva en función del
intervalo necesario hasta la reanudación de la práctica deportiva:

menor = inferior a 7 días

medio = entre 7-30 días

Autor: M. Dauty 
2011  mayor = más de 30 días.

Su aplicación depende del concepto de Wood, establecido


en 1980, que consiste en tres etapas

La primera el diagnóstico de las deficiencias

la segunda al de las capacidades

la tercera al de la discapacidad deportiva.

A estas etapas se añaden los elementos «parásitos»: dolor,


edema, derrame articular e incluso repercusión emocional

EMC - Tratado de medicina - Journal - Elsevier


Principio de rehabilitación
Wood, la rehabilitación basada en la tríada:
Deficiencia
Incapacidad
Desventaja
Con el fin de dar respuestas terapéuticas adecuadas en función del diagnóstico médico, tendrá que ser preciso en lo que respecta a
la estructura anatómica afectada (músculo, tendón, ligamento, hueso, etc.) y a la gravedad de la lesión: del estiramiento al desgarro
o la fractura.

Después de un traumatismo, el deportista


debe aceptar el haberse convertido en un
paciente que puede recibir un tratamiento
de rehabilitación cuyo propósito es
devolverle lo antes posible el nivel
deportivo previo a la lesión, teniendo en
cuenta las cicatrizaciones tisulares. Lo que
va a marcar la diferencia con una persona
no deportista es la readaptación de los
movimientos propios del deporte y de las
capacidades para el esfuerzo.
Aplicación de la rehabilitación
Síntomas limitantes y fisioterapia
Dolor y fisioterapia: dolor impide avanzar la rehabilitación, barrera de
contención o la alarma de la rehabilitación, es decir, el umbral que no
debe superarse. Los rehabilitadores han establecido una regla: la del
«no dolor»: todos los tratamientos de rehabilitación deben efectuarse
con un dolor controlado que no ha de aumentar entre una sesión y otra

Dos agentes físicos principales: frio y calor


Frio: se usa en el período postraumático inmediato y los días siguientes al traumatismo o
después de cada sesión de fisioterapia, depende de la zona el tiempo, (manos, pies) y la
cara deben enfriarse durante menos tiempo (<10 minutos) debido a un riesgo nada
desdeñable de quemaduras cutáneas e incluso de necrosis

El calor en sus múltiples formas principales productores de calor como los rayos
infrarrojos, las ondas cortas y las vibraciones termógenas como los ultrasonidos.
pueden aplicarse ambos principios alternados para conocer el efecto en el paciente y
obtener la mayor eficacia posible (baño escoses)
La electroterapia analgésica resulta útil con base en dos
principios y en función de la frecuencia de la corriente aplicada
«frecuencias bajas» (5 Hz), que inducen una contracción
muscular, facilitan la secreción de endorfinas como factor
analgésico. La aplicación de «frecuencias altas» o de
electroestimulación nerviosa transcutánea (TENS,
transcutaneous electrical nerve stimulation) (70 Hz) produce
parestesias a nivel de la zona dolorosa y actúa por efecto del
control de la puerta de entrada del dolor, inhibiendo las vías del
dolor a nivel medular por estimulación de las vías del tacto
Edema y fisioterapia

Elevación del miembro traumatizado y la compresión, la cual


puede efectuarse de diversas formas:
vendas elásticas o de contención, a modo de calcetines, medias
o leotardos.
También pueden usarse complejos sistemas mecánicos de
presoterapia, además de los drenajes manuales, las
contracciones musculares voluntarias del paciente contribuyen
al drenaje. En cuanto al derrame articular, se trata ante todo
con antiinflamatorios (respetando las contraindicaciones) y
reposo relativo de la articulación afectada.
Análisis de las deficiencias y tratamiento de rehabilitación
Amplitudes articulares: La práctica deportiva, necesita la recuperación de las
amplitudes articulares máximas y de forma simétrica, El dolor contribuye a esta
limitación. Evaluar las amplitudes articulares en modo activo asistido, la
participación del paciente para tratar de no agravar la lesión.
Las amplitudes deben medirse con regularidad a fin de evaluar la eficacia del
tratamiento de rehabilitación.
Una limitación de amplitud con parada suave habla más bien a favor de la lesión de
una estructura tisular conjuntiva, ligamentosa, tendinosa, capsular o muscular,
mientras que una parada brusca indica por lo general una lesión ósea o
cartilaginosa

En la práctica, pueden presentarse tres situaciones:


1. La articulación está inmovilizada con el fin de obtener la cicatrización
La inmovilización de los dedos superior a 10 días puede conducir a una rigidez definitiva, el codo tras 21 días y
con la rodilla tras 45 días, aplicarse los movimientos imaginados.
El principio es indicarle al paciente que imagine un movimiento determinado a baja velocidad y que reproduzca
ese trabajo mental varias veces al día. Así, al finalizar la inmovilización se facilitará la recuperación de las
amplitudes.
Efectuar estimulaciones mediante vibraciones tendinosas, con el fin de proporcionar al paciente la percepción
de un movimiento articular, el cual, tras finalizar la inmovilización, permitirá recuperar más rápido las
amplitudes articulares
2. Hay movilidad articular, pero en un sector voluntariamente
limitado por cuestiones de cicatrización progresiva ligamentosa,
tendinosa o muscular, por ejemplo.
Hay que efectuar un mantenimiento articular. El fin es ayudar al
paciente a movilizar la articulación (modo activo asistido) según
el sector limitado, sin tratar de obtener un aumento de éste, el
objeto de no perder amplitud articular.

3. La articulación está libre y el objetivo es recuperar las


amplitudes articulares de forma gradual según la tolerancia del
paciente. En este caso, es posible aplicar todas las técnicas de
ganancia de amplitud articular y el masaje puede escoger la
que considere más apta. El objetivo es efectuar un trabajo
eficaz y progresivo, sin poner en peligro la cicatrización tisular
ni desencadenar una reacción inflamatoria articular.
La recuperación se obtiene con dos tipos de técnicas
en función de la participación del paciente las
técnicas pasivas: artromotor que, según el eje de la
articulación, la moviliza en los límites de las
amplitudes indoloras. Existen máquinas para la
rodilla, el codo, el hombro, etc. El interés reside sobre
todo en movilizar la articulación a baja velocidad
durante un período determinado con el fin de «rodar»
la articulación o hacer un «precalentamiento» antes
de usar, por ejemplo, una técnica activa.
Las posturas articulares que son aplicadas por las manos del
fisioterapeuta, con un instrumento provisto de un peso, con
ayuda de un montaje con poleas o incluso con una férula
bloqueada que puede usarse por la noche o en posición de
flexión-extensión que se alterna cada hora.

El objetivo es mantener la articulación en una posición


extrema, con el fin de obtener una relajación muscular y un
estiramiento de las estructuras conjuntivas para así aumentar la
amplitud.
Las técnicas activas necesitan que el paciente pueda mover
voluntariamente la articulación, ya sea con ayuda del
fisioterapeuta (activo asistido) o por sí solo (activo).
El paciente debe usar toda la amplitud articular disponible y
repetir el movimiento varias veces con el fin de recuperar la
amplitud total.
Si esto no es suficiente, se pasa a una fase de postura, es decir,
la posición articular se mantiene algunos segundos en amplitud
máxima y luego se cambia el sentido del movimiento. La
técnica de sostener-relajar se basa en que después de una
contracción muscular se produce una relajación del músculo
que permite su estiramiento y, por tanto, una ganancia en
amplitud.
Fuerza muscular

Para la práctica deportiva es necesario recuperar una fuerza muscular simétrica y el equilibrio entre los músculos
agonistas y antagonistas a efectos de controlar perfectamente las articulaciones, Cuanto más complejo es el
movimiento que permite, la fuerza puede disminuir por efecto de una inhibición vinculada al dolor y/o a un
derrame.

 Algunos grupos musculares están completamente excluidos en un trauma.


 Músculo glúteo medio en caso de traumatismo de la cadera
 El cuádriceps en el traumatismo de la rodilla
 Los peroneos laterales en el traumatismo del tobillo
 Los músculos rotadores externos en los trastornos del hombro

La inhibición se acompaña de procesos estructurales con pérdida del volumen muscular, lo que se conoce como
amiotrofia
La fuerza se mide a menudo con ayuda de un dinamómetro
isocinético y se compara con el lado contralateral sano para las
articulaciones de los miembros o según valores normativos
para la columna vertebral

Recuperación de la fuerza muscular:


Para resolver una exclusión muscular es necesario tratar la causa (dolor, derrame) con técnicas
por irradiación o «desbordamiento de energía» a partir de posturas determinadas.
La electroterapia estriomotora es muy apropiada en este caso, hasta alcanzar una contracción de
grado 3.
Más allá, es necesario asociar este principio a las técnicas que inducen una contracción muscular
voluntaria
Un retrocontrol visual desde una pantalla informática permite estimular al paciente, a menudo
de forma lúdica.
Si la articulación está
libre son preferibles
Las técnicas de las contracciones
mantenimiento de la musculares dirigidas los miembros
fuerza muscular a controlar las inferiores se trabajan
consisten en articulaciones en sus con contracciones
contracciones características musculares
isométricas funcionales excéntricas

El fortalecimiento del Los miembros Los músculos


miembro opuesto superiores se posturales de la
sano también trabajan con columna vertebral,
permite preservar la contracciones así como los que
fuerza del miembro musculares estabilizan las
afectado concéntricas articulaciones
proximales (hombro,
cadera), se trabajan
con preferencia según
un modo isométrico
 Las resistencias iniciales serán manuales para controlar las fuerzas, las que han de adaptarse a la cicatrización de
los tejidos traumatizados
 El fortalecimiento muscular puede efectuarse con cargas libres o cargas integradas en un aparato de musculación.
Se las limita entre el 60-85% de las posibilidades del paciente. Se efectúan entre 6-10 contracciones en 3-5 series
con objeto de estimular las adaptaciones musculares necesarias para el control dinámico de las articulaciones
 Cuando los tejidos están cicatrizados, debe prestarse atención a la velocidad de desplazamiento de las
resistencias y no a la carga aplicada.
 La serie se interrumpe cuando disminuye la velocidad de los movimientos.
 Tres sesiones por semana durante algunas semanas son suficientes para optimizar la ganancia de la fuerza
muscular.
 Algunos músculos deben trabajarse de forma específica, como los isquiotibiales o los rotadores externos del
hombro, pues la reanudación de las actividades deportivas no basta para recuperar el nivel de fuerza anterior
 También es posible aplicar técnicas más globales, como las descritas por Kabat
 los ejercicios concéntricos en descarga del cuádriceps de la rodilla contra
resistencia deben evitarse, debido a las considerables fuerzas que se ejercen
sobre el aparato extensor, que pueden provocar dolores.
 El fortalecimiento muscular siempre debe ser indoloro respecto a la zona que
debe cicatrizar y, durante la práctica, debe prestarse atención al equilibrio entre
los músculos agonistas y antagonistas.
 En la piscina, la resistencia del agua contribuye al fortalecimiento muscular

Respecto a los músculos no afectados por el traumatismo, una sesión semanal


con una resistencia cercana a la máxima basta para conservar las adquisiciones,
pues las pérdidas de fuerza no superan el 1% por semana en caso de
inactividad
Control motor, propiocepción y equilibrio

o El control de las articulaciones del miembro inferior deben adaptar una


respuesta motora al desequilibrio permanente del cuerpo, para impedir
que se caiga en el transcurso de las actividades en bipedestación,
estimulando el sistema neurológico propioceptivo, así como todos los
sistemas neurológicos que intervienen en el equilibrio.
o Los ejercicios de propiocepción se efectúan en carga, paciente no sentir
dolor y haber cicatrizado.
o Se indican accesorios que modifican el apoyo sobre el suelo y lo hacen
inestable en una o más direcciones
o Solicitan sobre todo el control del pie y del tobillo, pero también de la
cadera, mientras que la rodilla permanece en la misma posición.
o Los ejercicios se efectúan con dificultades crecientes:
o primero con apoyo bipodal y después monopodal, añadiendo más
tarde las desestabilizaciones desde la parte superior del cuerpo o
suprimiendo las aferencias visuales
Prescripción de ortesis y contenciones

 Si se desea una inmovilización total, deben preferirse las ortesis rígidas


 En la persona deportista, será mejor prescribir una ortesis amovible para poder iniciar pronto los
tratamientos físicos.
 Columna vertebral (collar, corsé)
 Los miembros (férulas con varillas o termoformadas a medida con cierre de velcro).
 Para estabilizar una articulación, se prescriben las ortesis elásticas, sobre todo en los codos o los
tobillos, para permitir un juego articular fisiológico y evitar los movimientos anómalos.
 Los vendajes de sujeción también se usan muy a menudo con este fin en caso de reanudación de la
actividad deportiva.
• Las plantillas ortopédicas forman parte del material que permite modificar y corregir los
apoyos. Después de un traumatismo, sobre todo en el pie y el tobillo.
• Las taloneras viscoelásticas permiten disminuir los impactos sobre el suelo en cada apoyo y
con el fin de aliviar los talones, pero también reducir el trabajo de los tendones del
retropié.
• Las ortesis plantares de estabilización previenen los movimientos anómalos del pie y el
tobillo, que por ejemplo pueden ser fuente de recidiva de los esguinces. La simetría de los
apoyos se busca a efectos de prevenir las lesiones de los miembros inferiores y de la
columna vertebral.
Readaptación deportiva
Tratamiento dirigido a recuperar las capacidades deportivas.
De la prensión al movimiento deportivo:
Tras un traumatismo del miembro superior, las capacidades de prensión están anuladas o disminuidas.
Se distinguen las prensiones finas, referidas al tacto cutáneo y a la destreza, y las prensiones de fuerza, que necesitan de
ésta para estabilizar las articulaciones del miembro superior.
La sensibilidad cutánea se trabaja acostumbrando al paciente a identificar distintas superficies y reconocer diversas
formas mediante el tacto, sin ayuda de la vista.
La destreza se estimula con movimientos repetidos de movilización de los dedos mediante la manipulación de objetos de
tamaño decreciente. La apertura y cierre de la primera comisura de la mano se vuelve indispensable para que se
verifique la oposición del pulgar con los otros dedos.
La prensión de fuerza necesita la movilización de distintos objetos de masas cada vez mayores; deben mantenerse las
condiciones de seguridad cuando se trata de manipular los objetos más pesados. Esta prensión necesita que la
cicatrización de los tejidos traumatizados sea suficiente, así como una excelente estabilidad de la muñeca y el codo, pero
preservando la articulación del hombro.
Se trata de volver a aprender los movimientos deportivos mediante
muchas repeticiones a fin de reinstaurar los programas motores
previos. Por ejemplo, la estabilización rítmica del hombro en el
armado del brazo se emplea en caso de luxación glenohumeral. La
programación motora de los lanzamientos requiere un
fortalecimiento considerable de los músculos rotadores externos
en modo excéntrico a fin de controlar el movimiento del hombro
De la marcha a los desplazamientos deportivos

 Ayudas técnicas
 Los ejercicios en la piscina también son útiles para la readaptación de los hombros
dolorosos por la disminución de las fuerzas al hacer movimientos de flexión o abducción.
 Una vez que la marcha puede hacerse fuera del agua, debe privilegiarse el trabajo del
equilibrio mediante ejercicios de propiocepción.
 Según una progresión creciente, que depende de la ausencia de dolor, se pasa al trabajo de
subir y bajar escaleras.
 A continuación, se indican las carreras a velocidad creciente, seguidas de los
desplazamientos con cambios de dirección, aceleraciones y saltos, hasta que se reanuda la
práctica deportiva, primero de forma individual y después en grupo según el deporte que
se practique.
Control del tronco

Te permitir movilidades en rotación, anatómica de sus zonas de


transición: occipitocervical, cervicodorsal y dorsolumbar.
La flexión-extensión y las inclinaciones laterales dependen más bien de
las articulaciones intervertebrales, que en posición erguida constituyen
un verdadero bloque o «viga compuesta», en asociación con las
contracciones musculares paravertebrales.
Durante la fase dolorosa o en caso de inmovilización terapéutica, las
contracciones musculares se privilegian en función de los movimientos
isométricos de aumento longitudinal que estimulan los músculos
paravertebrales, pero también los abdominales o el «cajón abdominal».
 La balneoterapia ayuda a recuperar movilidades indoloras.
 Las articulaciones inferiores de la pelvis, es decir, las caderas, se flexibilizan con la intención de
desarrollar las movilidades articulares en flexión-extensión, permitiendo las compensaciones que
evitan la persistencia del dolor raquídeo.
 Una vez que se han vuelto a programar los movimientos deportivos, se reanuda el trabajo de
bloqueo del tronco para evitar recaídas dolorosas

Las dorsalgias y lumbalgias


pueden indicarse después de
verificar la ley de
Las manipulaciones concordancia según la
vertebrales se indican sobre estrella de Maigne-Lesage, es
todo en caso de desarreglo decir, después de confirmar la
intervertebral menor y de presencia de un movimiento
síndrome celulotenomiálgico libre que permita aplicar una
tensión simple seguida de la
manipulación, que debe ser
indolora
Readaptación aeróbica

 La pérdida de las capacidades aeróbicas se inicia desde la


primera semana de interrupción deportiva y a razón de más del
10% por semana
 En caso de traumatismo con fractura o de cirugía con
hemorragia, se afectan aún más debido a la anemia que limita el
transporte de oxígeno. Por eso, es necesario preguntarse acerca
de la necesidad de mantener las capacidades aeróbicas en
cuanto sea posible.

 El trabajo aeróbico se enfoca en los miembros superiores o en el


miembro inferior no afectado, sin descuidar el trabajo de
bloqueo del tronco.
 El reentrenamiento ideal se efectúa en ergociclo o en piscina según una actividad programada
 Se aplican programas rigurosos, respetando los principios de frecuencia y de intensidad
convenientes para cada caso.
 La progresión se ajusta en 2 o 3 semanas de aumento de la cantidad de trabajo, con una semana de
reposo relativo entre ciclos de entrenamiento verdaderos.
 La frecuencia necesita al menos tres sesiones semanales si se quiere obtener un resultado
significativo.
 En cuanto a la intensidad, depende de una posible prueba de esfuerzo previa al traumatismo, que
permite adaptar la frecuencia cardíaca de trabajo y mantenerla entre el umbral aeróbico y
anaeróbico, es decir, más o menos entre el 60-85% de la frecuencia cardíaca máxima si no se conoce
ningún dato individual anterior.
• A continuación, se reanudan los movimientos atléticos específicos como la carrera
de resistencia
• luego a velocidad máxima aeróbica
• la aceleración y los saltos, comparando los resultados alcanzados con las pruebas
sobre el terreno o de laboratorio hechas cuando el deportista no estaba lesionado.
• Para los lanzamientos y los armados, las pruebas sobre el terreno y de fuerza
permiten determinar el nivel recuperado por el paciente. Para recuperar el nivel
anterior, deben trabajarse todos los elementos necesarios para el rendimiento
deportivo en términos de resistencia, potencia y fuerza, así como en el aspecto
técnico, táctico y mental de acuerdo con el deporte en cuestión.
Los entumecimientos deben interpretarse como una adaptación
defectuosa a un ejercicio.
En presencia de una cojera no debe intentarse la carrera y también deben
tenerse en cuenta la aprensión y las sensaciones del paciente.
Criterios para la reanudación de la práctica deportiva

En el ámbito de la
rehabilitación, el dolor y
el edema deben estar
completamente
ausentes. Las amplitudes
El control regular del
articulares han de ser
peso y de la masa grasa
simétricas, al igual que
por la medida de los
la fuerza muscular
pliegues cutáneos
analítica, con el fin de
aporta argumentos
evitar el riesgo de
suplementarios en lo
recaída de las lesiones
que se refiere al estado
por una cicatrización
del paciente.
incompleta.

Para la velocidad
máxima de carrera y los
El control del
saltos, las pruebas sobre
movimiento debe ser
el terreno se aplican tras
armonioso, sin
la primera competición
compensación ni
para encauzar el
aprensión.
entrenamiento
individual.

El análisis del La velocidad del


movimiento global movimiento debe
puede valorarse con alcanzar a la necesaria
pruebas sobre el para la práctica
terreno. deportiva.
Bibliografia

Dauty, M. (2011). Principios generales de la rehabilitación en traumatología del deporte. EMC -


Tratado de Medicina, 15(3), 1–8. doi:10.1016/s1636-5410(11)71097-2
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