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    Un Corazón Compasivo

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    Deybis Anaya
    Este documento describe cómo Jesús sanó a un hombre leproso tocándolo compasivamente. Jesús no se dejó afectar por las normas de pureza de la época que estigmatizaban a los leprosos, y en cambio mostró misericordia al hombre. Su toque no solo sanó la enfermedad física sino también la soledad del hombre. El documento concluye instando a los lectores a imitar la compasión de Jesús hacia los marginados.

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    Un Corazón Compasivo

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    Deybis Anaya
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    Este documento describe cómo Jesús sanó a un hombre leproso tocándolo compasivamente. Jesús no se dejó afectar por las normas de pureza de la época que estigmatizaban a los leprosos, y en cambio mostró misericordia al hombre. Su toque no solo sanó la enfermedad física sino también la soledad del hombre. El documento concluye instando a los lectores a imitar la compasión de Jesús hacia los marginados.

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    Un Corazón compasivo

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    Este documento describe cómo Jesús sanó a un hombre leproso tocándolo compasivamente. Jesús no se dejó afectar por las normas de pureza de la época que estigmatizaban a los leprosos, y en cambio mostró misericordia al hombre. Su toque no solo sanó la enfermedad física sino también la soledad del hombre. El documento concluye instando a los lectores a imitar la compasión de Jesús hacia los marginados.

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    Un Corazón Compasivo

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    Este documento describe cómo Jesús sanó a un hombre leproso tocándolo compasivamente. Jesús no se dejó afectar por las normas de pureza de la época que estigmatizaban a los leprosos, y en cambio mostró misericordia al hombre. Su toque no solo sanó la enfermedad física sino también la soledad del hombre. El documento concluye instando a los lectores a imitar la compasión de Jesús hacia los marginados.

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    Comunidad Cristiana La Esperanza Ps.

    Deybis Anaya

    EL TOQUE DE DIOS
    “Un corazón Compasivo”

    Jesús puso la mano sobre él y le contestó: ¡Quiero hacerlo!


    ¡Y estás sano! Un Sermón basado en: Como Jesús. Max Lucado
    Introducción
    ¿Puedo pedirle que se mire la mano
    por un momento?

    ¿Qué tal si alguien filmara un


    documental de sus manos? ¿Qué
    tal si algún productor quisiera
    contar su historia basándose en la
    vida de sus manos? ¿Qué vería?

    Dios quiere que usted y yo pensemos y actuemos como Jesús (Filipenses 2.5).
    Todos nosotros aprendemos que
    la mano es muy apropiada para
    la supervivencia; es una
    herramienta de expresión
    emotiva.

    La misma mano puede ayudar o


    lastimar, extenderse o hacerse
    puño, levantar a alguien o
    empujarlo para que caiga.
    Pero manejadas bien
    nuestras manos llegan a
    ser instrumentos de
    gracia: no solo
    instrumentos en las
    manos de Dios, sino las
    mismas manos de Dios.
    Mateo 8.1-4.
    “v. 1 Después de que Jesús bajó de la montaña, mucha gente lo
    seguía. V. 2 De pronto, un hombre que tenía lepra se acercó a Jesús,
    se arrodilló delante de él y le dijo: Señor, yo sé que tú puedes
    sanarme. ¿Quieres hacerlo?
    v. 3 Jesús puso la mano sobre él y le contestó: ¡Quiero hacerlo! ¡Y
    estás sano!
    Y el hombre quedó sano de inmediato. V. 4 Después, Jesús le dijo:
    ¡Escucha bien esto! No le digas a nadie lo que sucedió. Vete a donde
    está el sacerdote, y lleva la ofrenda que Moisés ordenó. Así los
    sacerdotes sarán testigos de que ya no tienes esa enfermedad”.
    ¿Cómo era la condición de un leproso en el
    Israel del siglo primero?
    En la antigüedad la lepra se consideraba
    un castigo divino, por tal razón un leproso
    llevaba consigo una carga de culpabilidad
    delante de la sociedad.
    Durante siglos, estas enfermedades se
    explicaron como un castigo terrible
    enviado por Dios. Por lo tanto, el leproso
    no solo era un enfermo sino que era un
    apestado de Dios (Dt. 28.27-35).
    ¿Cómo era la condición de un leproso en el
    Israel del siglo primero?
    Por su condición de impuros y pecadores,
    los leprosos debían mantenerse aislados
    y evitados por todo el mundo.
    Eran expulsados de la comunidad y el
    culto, sufriendo marginación total.
    Debían llevar la ropa desgarrada, el
    cabello suelto y gritar ¡Impuro, impuro!
    Cuando alguien se le acercaba (Lev.
    13.45)
    ¿Cómo fue el toque de Jesús a este leproso?
     Un toque lleno de compasión. Jesús fue
    capaz de ver la necesidad de este hombre
    y acercarse a él.
     Un toque sacrificial. La necesidad de este
    hombre era más importante que
    cualquier código de pureza o impureza.
     Un toque libre de prejuicio. Jesús no se
    dejó llevar por lo que la gente decía, o
    por los códigos de pureza existentes en la
    época.
    El poder del toque divino
    El toque no sanó la enfermedad, como
    usted sabe. Mateo es cuidadoso al
    mencionar que fue el pronunciamiento de
    Cristo y no su toque lo que curó la
    enfermedad.  
     La infección desapareció por la palabra
    de Jesús.
     La soledad, sin embargo, fue tratada por
    el toque de Jesús.

    “Jesús tocó a los intocables del mundo.


    ¿Hará usted lo mismo?”
    Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente
    oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si
    alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella,
    éste es semejante al hombre que considera en un espejo
    su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se
    va, y luego olvida cómo era.
    SANTIAGO 1.22–24

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