Auxiliar de Farmacia Modulo 4
Auxiliar de Farmacia Modulo 4
Auxiliar de Farmacia Modulo 4
FARMACIA
ANTIBIÓTICOS PRIMERA
GENERACIÓN
Los antibióticos constituyen un grupo heterogéneo de
sustancias con diferente comportamiento farmacocinético y
farmacodinámico, ejercen una acción especifica sobre alguna
estructura o función del microorganismo, tienen elevada
potencia biológica actuando a bajas concentraciones y la
toxicidad es selectiva, con una mínima toxicidad para las
células de nuestro organismo.
El objetivo de la antibioticoterapia es controlar y disminuir el número de
microorganismos viables, de modo que el sistema inmunológico sea capaz de
eliminar la totalidad de los mismos. De acuerdo a la interacción germen-
antibiótico, estos fármacos pueden dividirse en:
• Bactericidas: su acción es letal, llevando a la lisis bacteriana.
• Bacteriostáticos: a las concentraciones que alcanzan en el suero o tejidos impiden el desarrollo y
multiplicación bacteriana pero sin llegar a destruir las células. De hecho, cuando se retira el
antibiótico, el microorganismo se puede multiplicar de nuevo.
• Amplio: aquellos antibióticos que son activos sobre un amplio número
de especies y géneros diferentes.
• Reducido: antibióticos solo activos sobre un grupo reducido de
Clasificación según especies.
el espectro de acción:
Poseen una cierta acción irritativa directa sobre el aparato digestivo y sobre el
músculo o la vena, dependiendo de la vía por la que se administran, pudiendo
causar flebitis o miositis. Además su estructura favorece la aparición de
manifestaciones de hipersensibilidad: exantemas, edemas, hemólisis y con muy
baja frecuencia pueden producir shock anafiláctico. La hipersensibilidad puede
ser cruzada entre los betalactámicos, particularmente entre las penicilinas con
carbapenemes y cefalosporinas (5% a 15%). Pueden causar acciones adversas
por disbacteriosis (desbalance del equilibrio microbiano de la microbiota
normal), con colonización y superinfección por bacterias endógenas resistentes
u hongos.
Indicaciones clínicas de
betalactámicos: nos centraremos en
las indicaciones de este tipo de
antibióticos en infecciones
comunitarias. Infección de piel y
Pueden aparecer convulsiones si se partes blandas: la penicilina V y
utilizan dosis elevadas, sobre todo en amoxicilina pueden ser una opción
pacientes con alteración de la función para las infecciones producidas por S.
renal. En este sentido, el imipenem pyogenes (celulitis, erisipela,
posee una mayor capacidad irritativa impétigo). En infecciones invasivas
sobre el sistema nervioso central que debe utilizarse penicilina G y en
el resto de los betalactámicos. presencia de un síndrome de sepsis o
shock tóxico debe añadirse
clindamicina por el mecanismo de
acción que tiene esta droga frente a
poblaciones no replicativas e inhibe la
síntesis proteica y por lo tanto la
síntesis de toxinas.
Infecciones de las vías respiratorias: la penicilina benzatínica por vía intramuscular en dosis única o la amoxicilina
vía oral constituyen el tratamiento de elección de la faringitis estreptocócica. La amoxicilina además, es un buen
tratamiento empírico en casos de otitis media aguda.
Otra opción es amoxicilina/clavulánico cuando es una opción para el tratamiento empírico de los episodios de de
la bronquitis crónica, en el caso de ser necesario su tratamiento antibiótico.
• Infecciones del sistema nervioso central: en la actualidad, la ceftriaxona y el cefotaxime
son los antibióticos de elección en el tratamiento de la mayoría de pacientes con
meningitis bacteriana de la comunidad. Para meningitis producidas por neumococos con
sensibilidad disminuída o resistentes a las cefalosporinas de tercera generación, debe
emplearse dosis elevadas de cefotaxime (300 mg/kg/día), asociada a vancomicina.
• Infección intraabdominal: el cefotaxime es una buena opción para el tratamiento de la
peritonitis bacteriana espontánea, que suele presentarse en pacientes cirróticos con
ascitis.
• La peritonitis secundaria es una infección polimicrobiana que suele incluir anaerobios y
aerobios facultativos. La monoterapia con ampicilina/sulbactam constituye una opción
terapéutica razonable en los casos de inicio en la comunidad.
• Infección urinaria: el uso de betalactámicos en este tipo de infecciones se reserva para
pacientes embarazadas o en el caso de resistencia a otros antibióticos.
• También se puede usar cefalosporinas de tercera generación para el tratamiento empírico
de los casos de pielonefritis, aunque en nuestro país hay tendencia a usar quinolonas en
este caso.
• Glicopéptidos:
Definición y espectro de acción: se trata de antibióticos que actúan sobre la pared
bacteriana. Actualmente hay dos drogas en uso clínico: vancomicina y teicoplanina. La
vancomicina es un antibiótico bactericida de espectro reducido (solo actúa sobre bacterias
grampositivas), que se obtiene de Streptomyces orientales. Fue introducida en 1956 pero
debido a su toxicidad fue relegada. Hoy en día es una opción terapéutica importante contra
Staphylococcus meticilinorresistente de perfil hospitalario.
• La mayoría de los fármacos cardiovasculares son seguros y bien tolerados, por lo que es raro
que produzcan efectos adversos graves. Sin embargo, los efectos secundarios leves son
relativamente frecuentes, por lo que es muy importante que el paciente conozca aquellos que
puede producir más habitualmente la medicación que está tomando.
• Algunos efectos adversos están causados por la propia acción del fármaco; por ejemplo, si el
paciente toma dosis altas de un fármaco para la hipertensión arterial, la disminución de la
presión arterial puede ser excesiva y producir debilidad o mareos. Otros efectos secundarios no
están relacionados con el efecto principal del fármaco; por ejemplo, cuando se presentan
alteraciones gastrointestinales o una erupción cutánea
TRATAMIENTO DE LAS ENFERMEDADES
CARDIOVASCULARES MÁS FRECUENTES
• Angina de pecho:
• Es un dolor característico, habitualmente en el centro del pecho, desencadenado por el estrés
físico o psíquico. Las arterias coronarias, encargadas de llevar la sangre al músculo cardíaco, se
van estrechando con el paso del tiempo debido a acúmulos de grasa en el interior de sus paredes.
La angina de pecho se produce cuando la arteria es tan estrecha que deja pasar una cantidad de
sangre insuficiente para las necesidades del corazón, especialmente cuando la frecuencia de
contracción del corazón aumenta al realizar un esfuerzo físico. Los principales fármacos
utilizados para prevenir y tratar la angina de pecho son los betabloqueantes, los
calcioantagonistas, los nitratos y los antiagregantes plaquetarios como la Aspirina; en ocasiones,
este último se administra conjuntamente con otro antiagregante plaquetario llamado clopidogrel
• Infarto de miocardio :
• Habitualmente se produce cuando un coágulo sanguíneo obstruye completamente el paso de la
sangre por alguna de las arterias coronarias, ocasionando la muerte de una parte del corazón al
no llegarle el oxígeno necesario para su supervivencia.
• Se utilizan también antiagregantes plaquetarios (Aspirina®, clopidogrel) y, en ocasiones,
anticoagulantes (heparina) para procurar que el coágulo no crezca y obstruya una porción
mayor de la arteria coronaria. Fármacos como los betabloqueantes y los inhibidores de la
enzima conversora de angiotensina (IECA) se emplean para disminuir las complicaciones del
infarto y tratar de evitar que éste se repita en el futuro.
• Hipertensión arterial:
• Cuando la tensión arterial está elevada durante períodos prolongados de tiempo produce un
daño progresivo en diversos órganos importantes del cuerpo, como el corazón, la retina, los
riñones o las propias arterias. Por ello, la hipertensión arterial es una enfermedad
cardiovascular en sí misma que, al mismo tiempo, favorece la aparición de otras, como el
infarto de miocardio o cerebral, la insuficiencia cardíaca o las arritmias cardíacas.
• Existen abundantes fármacos que ayudan a controlar la tensión arterial, como los IECA, los
antagonistas de los receptores de angiotensina II (ARA II), los betabloqueantes, los
calcioantagonistas, los diuréticos y los alfabloqueantes, entre otros. Con frecuencia es necesario
tomar a la vez varias de estas medicaciones para controlar adecuadamente la tensión arterial.
• Insuficiencia cardíaca:
• Se produce cuando el corazón no es capaz de bombear adecuadamente la sangre para que ésta
llegue en las cantidades necesarias a todas las partes del organismo. Las causas más frecuentes
de la insuficiencia cardíaca son haber tenido un infarto cardíaco previo y la hipertensión
arterial.
• La combinación de diuréticos, IECA y algunas clases de betabloqueantes permite disminuir los
síntomas (dificultad para respirar, cansancio y acúmulo de líquido en las piernas, entre otros) y
aumentar la supervivencia de los pacientes. Si no es posible administrar los IECA por algún
motivo, pueden usarse los ARA II.
• Los ahorradores de potasio, un tipo especial de diurético, son también beneficiosos. En algunos
pacientes resulta útil el tratamiento con nitratos y vasodilatadores (fármacos que dilatan las
arterias coronarias). En ocasiones se emplea además la digoxina.
• Arritmias:
• Para su tratamiento se utilizan los llamados fármacos antiarrítmicos. Algunas arritmias favorecen la
aparición de trombos dentro del corazón, por lo que a menudo también es necesario el uso de antiagregantes
o anticoagulantes.
• Enfermedades de las válvulas cardíacas:
• Las válvulas del corazón pueden verse dañadas por infecciones, por el propio envejecimiento del cuerpo o
por otras causas muy variadas. La alteración del funcionamiento habitual de las válvulas impide que la
sangre circule con normalidad dentro del corazón. Los fármacos no pueden solucionar el mal
funcionamiento valvular, pero ayudan a disminuir los síntomas. Entre ellos se encuentran los diuréticos, los
IECA y la digoxina, si bien el tratamiento más adecuado puede variar dependiendo de cuál sea la válvula
afectada.
PRINCIPALES TIPOS DE FÁRMACOS
CARDIOVASCULARES
• Dentro de los fármacos antihipertensivos todos bajan la tensión arterial, pero mientras
unos actúan principalmente en las propias arterias del cuerpo, otros tienen su efecto
principal en el riñón o en las zonas del cerebro que controlan la presión de la sangre
dentro de las arterias.
• Fármacos hipolipemiantes (fibratos, ácido nicotínico, ecetimiba, atorvastatina,
simvastatina y pravastatina, entre otros): pero que ya han tenido algún episodio previo de
enfermedad cardiovascular (por ejemplo, un infarto de miocardio), o con factores de
riesgo que favorecen su aparición (hipertensión arterial, tabaquismo, diabetes).educen los
niveles de LDL o colesterol malo y aumentan los de HDL o colesterol bueno, por lo que
retardan la formación de los acúmulos grasos en las paredes de las arterias. Las estatinas
se administran a los pacientes que presentan niveles altos de colesterol
• Los fibratos, el ácido nicotínico y la ecetimiba se utilizan cuando no es posible emplear las
estatinas o en combinación con ellas.
• Actúan reduciendo la absorción de colesterol por el intestino. Los fibratos son
especialmente útiles cuando existen en la sangre niveles elevados tanto de colesterol como
de triglicéridos. Las cápsulas de aceite de pescado (pescado azul) pueden ayudar
igualmente a controlar los niveles de triglicéridos. Los efectos secundarios de los fármacos
hipolipemiantes incluyen malestar general, síntomas gastrointestinales y dolor de cabeza.
La toma de estatinas puede ocasionar la inflamación de los músculos (miositis), que se
manifiesta por debilidad o dolor muscular, aunque este efecto adverso es raro.
BETABLOQUEANTES (ATENOLOL, PROPRANOLOL, CARVEDILOL, BISOPROLOL,
METOPROLOL Y NEBIVOLOL, ENTRE OTROS)
• Disminuyen la frecuencia de contracción del corazón (las pulsaciones por minuto) y el trabajo
que éste necesita realizar para bombear la sangre. Son eficaces para prevenir los episodios de
angina de pecho, disminuir la tensión arterial y reducir las posibilidades de un nuevo infarto de
miocardio cuando ya se ha sufrido uno. Algunos betabloqueantes ayudan a controlar las
arritmias cardíacas. También mejoran los síntomas y la supervivencia de los pacientes con
insuficiencia cardíaca.
• Sus efectos secundarios más importantes son debilidad, cansancio, bradicardia
(enlentecimiento excesivo de la frecuencia de contracción del corazón), alteraciones del ritmo
cardíaco y broncoespasmo. Pueden producir también alteraciones del sueño y disfunción eréctil
(impotencia sexual). En algunas enfermedades el paciente no debe interrumpir la toma de
betabloqueantes de forma brusca, pues esto puede agravar los síntomas (por ejemplo, aumentar
la frecuencia y la intensidad de los episodios de angina).
DIURÉTICOS (FUROSEMIDA, TORASEMIDA, HIDROCLOROTIACIDA,
CLORTALIDONA, AMILORIDE Y ESPIRONOLACTONA, ENTRE OTROS)
• Hacen que el paciente produzca una cantidad mayor de orina, de ahí que aumente la
eliminación de agua, sodio (sal), potasio y otras sustancias. Logran así reducir la retención
de líquidos en el cuerpo, por lo que son útiles para aliviar la dificultad para respirar y la
hinchazón de las piernas en los pacientes con insuficiencia cardíaca.
• Existen diferentes tipos de diuréticos: diuréticos de asa (furosemida, torasemida), tiacidas
(hidroclorotiacida, entre otros) y diuréticos ahorradores de potasio (espironolactona,
eplerenona y amiloride).
• Los dos primeros grupos aumentan la pérdida de potasio por la orina, mientras que los
diuréticos ahorradores de potasio la disminuyen, por lo que el médico puede solicitar
analíticas periódicamente para su control.
• Los diuréticos deben tomarse por la mañana o a mediodía, pero no en la cena, para evitar
tener que levantarse por la noche a orinar. En la insuficiencia cardíaca, los diuréticos son
los únicos fármacos que el paciente puede modificar por sí mismo si ha recibido
instrucciones para ello de su médico: en caso de aumento de peso o empeoramiento de los
síntomas (indicadores de una mayor retención de líquido), el paciente puede incrementar
la dosis del diurético durante unos días para así orinar más y recuperar el peso que tenía
previamente. Esto sólo puede hacerse en caso de que el paciente haya recibido de su
médico instrucciones claras de cómo realizarlo; en caso contrario, la modificación de las
dosis puede ser perjudicial. La espironolactona se suele administrar en dosis bajas, por lo
que no tiene casi efecto diurético, aunque sí otros muy beneficiosos que evitan el deterioro
progresivo del corazón
• Como efectos secundarios, los diuréticos pueden producir cansancio, alteraciones en el
riñón y, como ya se ha expuesto, modificación de ciertos componentes de la sangre
(pérdida de potasio y sodio por la orina). En los pacientes diabéticos pueden aumentar la
cantidad de glucosa en sangre (glucemia). Producen también un incremento del ácido
úrico, por lo que deben usarse con cuidado en los pacientes con gota. La espironolactona
causa, en un pequeño porcentaje de los pacientes, un incremento del volumen del pecho,
en ocasiones doloroso (ginecomastia), en cuyo caso debe ser sustituida por eplerenona.
• Si el paciente toma diuréticos, debe evitar el consumo de sal, pues ésta puede
contrarrestar el efecto beneficioso del fármaco, lo que significa que no debe usar sal al
cocinar ni en la mesa ni tampoco consumir alimentos preparados ricos en sal (por
ejemplo, anchoas enlatadas).
INHIBIDORES DE LA ENZIMA CONVERSORA DE ANGIOTENSINA (CAPTOPRIL,
ENALAPRIL, LISINOPRIL, RAMIPRIL Y PERINDOPRIL,
• Se conocen más frecuentemente por su sigla: IECA. Relajan las arterias, por lo que
disminuyen la tensión arterial, así como el trabajo que debe realizar el corazón para
bombear la sangre. También son útiles tras un infarto de miocardio y en los pacientes con
insuficiencia cardíaca.
•
ANTAGONISTAS DE LOS RECEPTORES DE ANGIOTENSINA II (LOSARTÁN,
CANDESARTÁN, VALSARTÁN Y TELMISARTÁN
• Son conocidos habitualmente por su sigla: ARA II. Su forma de actuación, los beneficios
obtenidos y sus efectos secundarios son similares a los de los IECA. Presentan sobre éstos
una ventaja importante: producen con mucha menos frecuencia tos seca.
BLOQUEANTES DE LOS CANALES DE CALCIO O CALCIOANTAGONISTAS
(DILTIACEM, VERAPAMILO, AMLODIPINO Y NIFEDIPINO