Doctrina Social de La Iglesia

Descargar como pptx, pdf o txt
Descargar como pptx, pdf o txt
Está en la página 1de 15

LA COMUNIDAD DE LOS

DISCÍPULOS DE JESÚS:
LA IGLESIA
Clase 3
1° Unidad: FUNDAMENTOS DE LA DSI
La promesa del Espíritu Santo
Antes de morir, Jesús promete a sus discípulos que no los dejará
solos:
“El Espíritu Santo Consolador que el Padre les enviará en mi
nombre hará que recuerden y comprendan todo lo que les he
enseñado; gracias a su ayuda podrán entender todo esto que les
digo. Cuando venga el Consolador, el Espíritu de la verdad que
yo les enviaré y que procede del Padre, Él dará testimonio de mí
y hablará a favor mío en el interior de cada uno de ustedes. Él
los fortalecerá cuando duden. Él los impulsará a dar testimonio
de mí, y los animará, pues ustedes han estado conmigo y me
conocen desde el principio” (Juan 14,25).
Al tercer día después de su
muerte, resucita.
Pasado el sábado de Pascua, al amanecer del
primer día de la semana, antes de la salida
del sol, María Magdalena, María la de
Santiago, Juana y Salomé, se dirigen al
sepulcro; llevan los aromas que han
preparado con la intención de embalsamar el
cuerpo de Jesús. Mientras caminan se
preguntan: “¿Quién nos moverá la piedra de
la entrada del sepulcro?”, pues es una piedra
muy grande. Mientras van de camino
sobreviene un gran temblor. Un ángel del
Señor baja del cielo, se acerca, rueda la
piedra y se sienta sobre ella; su aspecto es
como el de un relámpago y su ropa es blanca
como la nieve.
Al rato llegan las mujeres; ven con extrañeza que la piedra ha sido
removida. Temerosas, entran al sepulcro; miran, pero no encuentran el
cuerpo del Señor. No saben qué hacer; en ese momento se presentan
ante ellas dos ángeles vestidos de blanco, con ropas deslumbrantes y se
sientan donde había estado el cuerpo de Jesús. Las mujeres se asustan
y no se atreven a levantar los ojos del suelo. Los ángeles les preguntan:
“Mujeres, ¿por qué lloran?” María Magdalena les contesta: “Porque se
han llevado a mi Señor? No sabemos dónde lo han puesto”.
Los ángeles les dicen: “No teman, sabemos que buscan a Jesús, el
crucificado. Ya no está aquí; ha resucitado. No busquen entre los
muertos al que está vivo. Recuerden lo que les había dicho cuando
predicaba por Galilea: Que sería entregado a manos de los pecadores,
que lo iban a crucificar y que al tercer día iba a resucitar. (Mateo 28,1; Marcos
16,1; Lucas 24,1)
Se encuentra con los discípulos de Emaús
Ese mismo día, dos de los discípulos se van de la comunidad, camino de Emaús,
Comentan, con tristeza y decepción lo sucedido. Jesús se les acerca y se pone a
caminar con ellos. Los discípulos no lo reconocen; Él les pregunta: “¿De qué
conversan?” Uno de ellos le responde: “¡¿Eres tú el único peregrino en Jerusalén que
no sabe lo que ha pasado aquí en estos días?!” Él les pregunta: “¿Y qué ha pasado?”
Ellos le contestan: “Lo de Jesús Nazareno; fue un profeta poderoso en obras y en
palabras, ante Dios y ante el pueblo. ¿No te has enterado de que los jefes de los
sacerdotes lo entregaron al Gobernador de Roma para que lo condenara a muerte y lo
crucificara? Nosotros creíamos que él iba a liberar a Israel; que establecería un
reinado como el de David. Pero hoy ya es el tercer día de que todo esto ha ocurrido.
Entonces Jesús les dice: “¡Cómo son tan torpes para entender y creer lo que dicen los
profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera la muerte para que se
manifestara la gloria de su infinita bondad?” Y comenzando por Moisés y siguiendo
por los profetas les explica lo que las Escrituras dicen sobre el Mesías.
Cuando llegan a de Emaús, ellos le ruegan:
“¡Quédate con nosotros, porque cae la tarde y se
hace de noche!” Él entra para quedarse con ellos y
se sientan a la mesa; mientras comen, Jesús toma
el pan, lo bendice, lo parte y se lo da. En ese gesto
se les abren los ojos y lo reconocen: pero Jesús
desaparece de su lado. Entonces se dicen uno al
otro: “¿No sentíamos arder nuestro corazón
mientras nos hablaba por el camino y nos
explicaba las Escrituras?” De inmediato se
levantan, y regresan a Jerusalén; allí encuentran
reunidos a los once y a los demás; ellos también
comentan: “¡Es verdad, el Señor ha resucitado y
se ha aparecido a Simón Pedro!”. Ellos, por su
parte les cuentan lo que les ha sucedido y cómo lo
han reconocido al partir el pan (Lucas 4,13).
Antes de ascender al cielo los envía
Al momento de ascender al cielo Jesús les dice:
Van a recibir la fuerza del Espíritu Santo que vendrá a ustedes; Él les ayudará a
entender los misterios del reino de Dios, para que den testimonio de mí en Jerusalén,
y hasta los extremos de la tierra” (Hechos 1,3).
“Dios me ha dado plena autoridad en el cielo y en la tierra. Vayan por todo el mundo
y proclamen la Buena Noticia del Evangelio. Hagan discípulos míos a todos los
pueblos; bautícenlos consagrándolos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo; y enséñenles
a cumplir todo lo que les he mandado. Tengan la certeza de que Yo estoy con ustedes
todos los días hasta el fin de los tiempos” (Mateo 28,16; Marcos 16,16).
Después; levanta las manos y los bendice. Mientras los bendice lo ven elevarse,
ascendiendo al cielo; ellos se arrodillan y permanecen mirando al cielo mientras él se
va, hasta que una nube lo oculta de su vista y se sienta a la derecha del Padre (Lucas
24,50; Hechos 1,9).
En Pentecostés reciben el Espíritu Santo
Llegado el día de la fiesta judía de Pentecostés se
encuentran todos ellos juntos en el mismo lugar.
De repente viene del cielo un ruido, como de
una fuerte ráfaga de viento, que llena toda la
casa donde están. Se aparecen unas lenguas
como de fuego que separándose, se posan sobre
las cabezas de cada uno de ellos. Todos quedan
llenos del Espíritu Santo, y salen a proclamar la
noticia de Jesús en todas las lenguas, según el
Espíritu Santo les concede expresarse (Hechos 2,1)
Un gran cambio
• Comienzan a entender quién es Jesús: es Dios mismo que ha venido a
habitar en medio de nosotros.
• Comienzan a entender el sentido de su mensaje: la Buena Noticia de
que todos somos hijos de Dios y hermanos.
• Entienden que quiere hacer de este mundo el Reino de Dios: un lugar
donde todos sus hijos e hijas puedan vivir felices y con dignidad.
• Pierden el miedo y salen a anunciar quién es Jesús y cuál es el mensaje
que nos vino a traer.
• Es tan profunda la fuerza de este cambio que están dispuestos a dar la
vida por anunciar lo que han visto y oído: Los discípulos se transforman
en apóstoles.
Anuncian que Jesús es el Mesías
“Escuchen israelitas: Dios acreditó a Jesús de Nazaret con los
milagros, prodigios y señales que por medio de él ha realizado
delante de ustedes; lo saben muy bien, pues ustedes mismos
lo han visto. Ustedes, valiéndose de los impíos lo hicieron
crucificar y lo mataron. Sin embargo, Dios lo ha resucitado,
rompiendo las ataduras de la muerte, pues era imposible que
ésta lo retuviera en su poder.
A este Jesús Dios lo ha resucitado; de esto todos nosotros
somos testigos, pues lo hemos visto. Dios, con su poder, lo ha
exaltado en los cielos, Y él, habiendo recibido del Padre el
Espíritu Santo prometido, lo ha derramado sobre nosotros
como ahora ven y oyen. Sepan pues, con toda certeza que Dios
ha constituido Señor y Mesías a este Jesús a quien ustedes han
hecho crucificar” (Hechos 2,22).
Así se forma la comunidad de los creyentes
Los creyentes viven unidos poniéndolo todo en común. Venden sus posesiones y
haciendas y distribuyen el precio entre todos, conforme a las necesidades de cada
uno. Con perseverancia acuden diariamente al templo, parten el pan en sus casas y
comparten los alimentos con alegría y sencillez de corazón; alaban a Dios y se
ganan el aprecio del pueblo. Por su parte el Señor agrega a la comunidad de los
creyentes a quienes aceptan la salvación. (Hechos 2,42).
LA IGLESIA
• Ecclesía: en griego significa asamblea. La comunidad de los cristianos adopta
este nombre.
• Los que creen en Jesús comienzan a ser perseguidos en Jerusalén. Entonces se
dispersan por las ciudades del Imperio Romano. Allí dan testimonio de su fe.
• Muchas personas creen en el evangelio que anuncian; en muchas ciudades se
forman comunidades de cristianos.
• Pedro y Pablo forman comunidades en Roma y mueren allá.
• Hacia el siglo III el cristianismo se ha difundido por todo el imperio romano.
• Durante la Edad Media extiende su predicación por toda Europa
• Con los nuevos descubrimientos llega con su predicación a América, África y
Asia.
Sal y luz

Jesús dice a los que lo escuchan:


“Ustedes son sal para la tierra; no pierdan el sabor; si no, ¿con qué se la salará? Así
no sirve para nada; ni para salar la comida, ni para preservar la carne, sino para
tirarla fuera y que la pise la gente.
“Ustedes son luz para el mundo. Nadie enciende una lámpara para taparla con una
vasija; por el contrario, la colocan sobre un candelabro para que alumbre a todos
en la casa. Que brille así su luz ante la gente de modo que al ver sus buenas obras
descubran la gloria de la infinita bondad de su Padre que está en los cielos” (Mateo
5,13).
Dios quiere crear una tierra nueva.
“He aquí que voy a crear un Cielo nuevo y una Tierra nueva. Las angustias pasadas
quedarán en el olvido; no se recordarán más; habrá alegría y felicidad eterna por lo
que voy a crear. Convertiré en gozo a Jerusalén; ya no se oirán llantos ni lamentos.
No habrá más niños que mueran al nacer, ni ancianos que no completen sus días.
Construirán sus casas y vivirán en ellas, plantarán viñas y comerán su fruto; no
construirán para que habite otro, ni plantarán para que les roben su cosecha. No se
cansarán en vano, ni tendrán hijos que caigan en desgracia.
“Serán una raza bendita del Señor; antes de que llamen les responderé; antes de
que acaben de hablar los habré escuchado. Pastarán juntos el lobo y el cordero y
nadie hará daño en todo mi monte santo, dice el Señor” (Isaías 65,16).
Actividad clase 3

• Trabajan en grupos de máximo tres personas.


• Indiquen tres formas concretas en que pueden ser sal y luz en su
medio social, a través de la profesión que están estudiando y de su
forma de vivir.
• Coloquen en el trabajo los nombres de los miembros del grupo.

También podría gustarte