Tema 4. La Comunicación No Verbal

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COMUNICACIÓN NO

VERBAL

Mtr. ANGEL ALFONSO VELAZCO QUISPE TECNICAS DE COMUNICACIÓN

2023
Comunicación efectiva
El 93% no esta
compuesta por palabras
Lo que decimos
Lenguaje verbal…7%
Como lo decimos
 Lenguaje
paraverbal…38%
 Lenguaje corporal…
55%
Coherencia mensajes
verbal y no verbal
Comunicación
no verbal
Se realiza a través
de:

Imágenes Movimiento
Sonidos Gestos
sensoriales s
corporales

Visuales Auditiva
s
LA COMUNICACIÓN NO VERBAL

Es el lenguaje complementario al de las palabras formado por los gestos, las posturas,
las miradas… que utilizamos —consciente e inconscientemente— para expresar estados
de ánimo o sentimientos de manera habitual.
  Verbal No verbal

Oral Lenguaje hablado Paralingüística

No oral Lenguaje escrito Kinesia y proxémica


Los actos no verbales
Los signos o señales que forman la comunicación no verbal varían según el contexto en el que nos movamos.
Ekman y Friesen, estudiosos de la comunicación no verbal (s. XX), establecieron tres variables que influyen en los
actos no verbales: el origen, los usos y la codificación.
A. Origen
El origen de los actos no verbales puede ser fisiológico, esto es, que las impone nuestro sistema nervioso o ser
fruto de nuestro entorno: la cultura, las creencias o los hábitos sociales (por ejemplo, llevarse las manos a la
boca se relaciona con tener hambre).
B. Usos
Los actos no verbales se pueden emplear para realzar, repetir o ilustrar un mensaje verbal. Pero, a veces, puede
no tener relación con el mensaje oral o, incluso, contradecirlo. Por ejemplo, al hablar por teléfono es frecuente
hacer gestos, de forma inconsciente, aunque nuestro interlocutor no nos esté viendo. Por el contrario, si en una
conversación cruzamos los brazos puede deberse a que tengamos frío y no tener relación con la conversación
que estemos manteniendo en ese momento.
C. Codificación
La codificación (relación entre el signo y su significado) de los actos no verbales puede ser:
a) Arbitraria: cuando el acto no verbal no se parece en nada a lo que ese acto significa. Por ejemplo: cruzar los
dedos índice para desear suerte.
b) Icónica: cuando el acto no verbal se relaciona con su significado. Por ejemplo: cerrar el puño y levantarlo
violentamente para amenazar con golpear a una persona.
Tipos de actos no verbales
Los actos no verbales se pueden clasificar en cuatro categorías: los emblemas, los
ilustradores, los reguladores y los adaptadores.

A. Emblemas
Un emblema equivale a una palabra o una frase corta admitida por todos los miembros de una
colectividad.
Los emblemas suelen realizarse principalmente a través de las manos y de la cara.

B. Ilustradores
Los ilustradores son aquellos gestos que van unidos a la comunicación verbal y su función consiste
en reforzar el significado de la información que estamos expresando verbalmente. Por ejemplo,
poner la palma de la mano hacia arriba y dirigida hacia adelante, que muestra ofrecimiento. Se
trata de un ilustrador de explicación.
C. Reguladores
Los reguladores son los actos no verbales que tienen la función de organizar o dirigir la conversación que se esté
llevando a cabo entre los interlocutores. Por ejemplo, aquellos gestos o expresiones con los que indicamos a
nuestro interlocutor que es su turno, que continúe o avance con la conversación que repita algo que no hemos
entendido; que hable más despacio; que nos preste atención, etc.
Los reguladores más habituales son los gestos de asentimiento o de negación que hacemos con la cabeza y que
equivalen al sí y al no verbal, respectivamente.

D. Los adaptadores
Son la última de las categorías dentro de los actos no verbales y consiste en esos movimientos, gestos o acciones
que utilizamos de forma inconsciente para conducir nuestros sentimientos o controlar nuestras respuestas, es
decir, con orientación adaptativa.
Los adaptadores pueden ser:
• Adaptadores sociales: que son los que se originan en las relaciones entre personas. Por ejemplo, dar la mano o
hacer reverencias.
• Adaptadores instrumentales: son actos aprendidos para realizar alguna tarea. Por ejemplo, el gesto de
remangarse puede significar que «estamos preparados para hacer algo o iniciar alguna tarea».
• Adaptadores de subsistencia: su origen se relaciona con la existencia de necesidades orgánicas como
alimentarse, descansar, gestos relacionados con circunstancias de tensión, duda etc.
Factores asociados al lenguaje no verbal
Dentro de la comunicación no verbal, además de los gestos que hemos clasificado y analizado
hasta ahora, existen determinados factores que, a su vez, se engloban dentro de tres disciplinas que
conoceremos a continuación y que son: la paralingüística, la kinesia y la proxémica.

Aunque el tono de voz, los ritmos, el volumen, los silencios o el timbre de voz puedan confundirse
con elementos relacionados con la comunicación verbal en lugar de con la no verbal, al ser elementos
que dependen de las emociones o intenciones del emisor, más que del propio significado de las
palabras que se emiten o enuncien, se clasifican como factores asociados al lenguaje verbal.
1. La paralingüística
Cuando nos comunicamos verbalmente, empleamos un determinado tono y timbre de voz, un volumen
más alto o más bajo, hablamos rápido o despacio, hacemos pausas, etc. Se trata de características que
no pueden ser consideradas como verbales, ya que dependen de circunstancias del emisor como son
sus emociones o sus intenciones al emitir el mensaje y que conforman el denominado comportamiento
paralingüístico.
A continuación vamos a analizar cada uno de estos aspectos:
El tono
El tono de la voz, que puede modularse mediante la tensión de las cuerdas vocales, es un factor
que relaciona el sentimiento y la expresión que empleamos, esto es, lo que sentimos y lo que
verbalizamos.
Emplearlo bien es fundamental para transmitir a nuestro interlocutor exactamente aquello que queremos, ya
que emplear un tono de voz inadecuado puede distorsionar el significado del mensaje que transmitimos.
Distinguimos tres tonos al hablar:
• Ascendente: expresa duda, indecisión o interrogación.
• Descendente: transmite firmeza, determinación y confianza.
• Mixto: sugiere ironía y sarcasmo.
B. Ritmo
El ritmo es la fluidez verbal con la que se expresa una persona o, lo que es lo mismo, el número
de palabras por minuto que dice.
Para que nuestro mensaje sea entendible, debemos emplear un ritmo de entre 100 y 150 palabras
por minuto. Por encima de las 200, se dice que una persona es taquilálica (habla muy deprisa y por
tanto podemos tener problemas para comprenderla), mientras que por debajo de 100 es bradilálica
(su ritmo es muy lento y puede aburrir).

C. Volumen
El volumen de la voz se relaciona con la intensidad con la que hablamos. Lo empleamos para poner
énfasis, regular e incluso alterar un proceso de comunicación.
Generalmente, un volumen bajo nos indicará timidez, sumisión o tristeza. Por el contrario, un
volumen alto transmite autoridad, seguridad en uno mismo o dominio de una situación.
D. Silencios
Los silencios son pausas realizadas en la comunicación verbal. Hay ocasiones en que es necesario
no decir cosas para poder expresar otras. Los silencios se pueden interpretar de forma positiva o
de forma negativa.
Distintas de los silencios son las pausas: se trata de paradas que efectuamos en la comunicación
verbal mediante las que podemos invitar a nuestro interlocutor a que tome la palabra o enfatizar
lo que estamos comunicando. Por el contrario, los suspiros (que constituyen una forma especial de
silencio) son inspiraciones profundas continuadas por una expiración audible que expresa pena,
alivio, fatiga, deseo, etc.

E. El timbre
El timbre de voz es el registro que nos permite distinguir a una persona de forma inmediata. Por
ejemplo, si conocemos el timbre de voz de alguna persona cercana a nosotros, en el momento en
que la oigamos, aun sin verla, pensaremos «Por ahí viene (esa persona)».
Se suelen distinguir cuatro grados de timbres: muy bajo, medio-bajo, alto o muy alto.
2. La kinesia
Al igual que kinesiología, cinemática, cinematógrafo, cinema, esta palabra se construye con
una raíz griega que significa “movimiento”. Comprende los gestos, los movimientos corporales,
los de las extremidades, las manos, la cabeza, los pies y las piernas, las expresiones faciales
(sonrisas), la conducta de los ojos (parpadeo, dirección y duración de la mirada y dilatación de la
pupila), y también la postura.
El gesto es el movimiento corporal propio de las articulaciones, principalmente de los movimientos
corporales realizados con las manos, brazos y cabeza. El gesto se diferencia de la gesticulación. La
gesticulación es un movimiento anárquico, artificioso e inexpresivo.
A la hora de estudiar estos factores asociados al comportamiento, la kinesia los clasifica en:

a) Gestos y posturas: En los gestos se analizan los movimientos de la cara, las manos, los brazos y
las piernas, la cabeza y el cuerpo en su conjunto.
Los gestos transmiten información acerca de nuestro estado de ánimo o expresan una valoración
sobre algo o acerca de alguien. Por ejemplo, en nuestras relaciones diarias, hacemos muchos gestos
con las cejas que expresan diversos tipos de emociones.
Por su parte, las posturas son comportamientos que suelen ser más estables que los gestos y
pueden durar desde minutos hasta varias horas. A la hora de estudiarlas, se analizan las formas de
estar de pie, cómo nos sentamos e, incluso, nuestra forma de caminar. Suelen comunicar
intensidades emocionales o expresar cuál es nuestro estado afectivo en un momento determinado.
Por ejemplo, cuando cruzamos los brazos, estamos indicando que no tenemos mucha
predisposición a hacer algo o simplemente que tenemos frío.

b) Ojos: Con las miradas hacemos notar nuestra presencia respecto a los demás. Por ello se suele
hablar de conducta ocular. A través de los ojos transmitimos cuál es nuestro estado emocional o las
intenciones que tenemos. Por ejemplo: mantener la mirada fija y sostenida es una señal de
amenaza para el otro interlocutor.

c) Contacto corporal: El contacto corporal implica el establecimiento de una relación física entre
dos o más personas. A través de él se transmite una fuerte carga emocional.
En los siguientes apartados vamos a analizar con más profundidad los principales actos no
verbales que se estudian en la kinesia.
3. La proxémica

Corresponde al uso del espacio de la comunicación. A punta a cómo los participantes de una
interacción comunicativa acomodan sus posturas y distancias de acuerdo con la situación, grado de
intimidad, estatus social.
Los diferentes estudios acerca del control del espacio que nos rodea, han entregado ciertas
mediciones de las distancias en que permitimos el ingreso de otras personas a nuestro ámbito. Sin
embargo, la orientación corporal se suele emplear como una barrera territorial para impedir
violaciones del espacio.
Sin embargo, éstas pueden variar de cultura en cultura. De manera general, podemos presentar la
siguiente subdivisión:
•Distancia íntima (hasta 45 cm). Es la distancia para la conversación íntima. Con la excepción de
algunos desconocidos especiales, como médicos o dentistas, que tienen nuestro permiso para
invadirlo, este espacio queda reservado para familiares o amigos íntimos (Fig. 4.10).
•Distancia personal (de 45 a 120 cm). Es la que se mantiene con personas conocidas, es decir, en
encuentros personales pero no íntimos: conversaciones entre compañeros de trabajo, vecinos, etc.
Entre 45 y 75 cm es la distancia que posee la burbuja personal de un individuo de la cultura occidental,
pero en culturas como la oriental o la escandinava, la distancia personal aumenta hasta,
aproximadamente, los 120 cm.
Cuando alguien invade esta zona, procuramos separarnos inconscientemente, para mantener la
distancia de seguridad.

•Distancia social (de 120 a 360 cm). El contacto físico en esta zona es casi imposible, por eso es la que
se utiliza para conversaciones formales, encuentros impersonales o con desconocidos. Así, es la que se
mantiene entre jefes y empleados. Muestra de ello es que los despachos de los cargos relevantes en la
empresa tienen mesas con una profundidad suficiente para mantener esa distancia.

•Distancia pública (más de 360 cm). Es la que se emplea para los discursos o conferencias y reuniones,
ya que confiere prestigio y autoridad. Se puede observar en la distancia que hay entre el presidente y
los accionistas en las juntas generales de los bancos y grandes empresas.
Funciones de la comunicación no verbal

El lenguaje no verbal puede cumplir diferentes funciones, entre las que destacan:

• Enfatizar el lenguaje verbal. Para ello se suelen utilizar los ilustradores, cuyo significado ya hemos visto
anteriormente. Por ejemplo, mover la mano a la vez que decimos adiós enfatiza lo que estamos expresando con
palabras. Es decir, la comunicación no verbal puede, meramente, repetir lo que se dijo verbalmente. Así, si
decimos a alguien que para encontrar una papelería tiene que girar a la derecha mientras señalamos en la
dirección adecuada esto se considera una repetición.

• Expresar sentimientos y emociones. Comunica el estado de tristeza o alegría en el que nos encontramos.

• Sustituir palabras. Los actos no verbales sustituyen a los verbales cuando hacemos un gesto y no decimos nada.
Por ejemplo, los casos que hemos visto al principio de la unidad, de los emblemas, como cuando alguien nos
pregunta dónde se encuentra algo y señalamos con el dedo sin hablar. A su vez, un mensaje no verbal puede
sustituir uno verbal, por ejemplo, cuando una persona llega a su casa después del trabajo y le preguntan qué tal
le ha ido el día y ella, sin decir nada, pone una expresión que sustituye a la afirmación «He tenido un día
desastroso» .
. Orientar la forma en la que el mensaje verbal debe ser interpretado. Es decir, un mismo contenido podrá
interpretarse de diferentes maneras según el volumen y el tono de voz empleado o los gestos realizados. Así, si
decimos «¡Ven!» con un tono fuerte y un volumen alto, estaremos dando una orden; pero si lo decimos en un
tono dulce y un volumen bajo, estaremos invitando al interlocutor a acercarse a nosotros.

• Posibilidad de contradecir la comunicación verbal. Las señales no verbales tienen que ser congruentes con el
contenido verbal del mensaje para que este sea decodificado de forma precisa. Por ello, un mensaje no verbal
puede contradecir a uno verbal (como cuan- do decimos algo y, a través de gestos, insinuamos lo contrario). Tal
caso se puede dar cuando una persona que tiene que hablar en público y, a pesar de tener la frente sudada y
temblarle las piernas y las rodillas, dice: «No estoy nervioso».

• Regular la comunicación. Los mensajes no verbales regulan al mensaje verbal cuando nos servimos de los
gestos para mantener una conversación. Así, si en una conversación un interlocutor da golpes en una mesa,
está marcando el ritmo de una conversación. En este sentido, en ocasiones hacemos juicios sobre la habilidad
reguladora de otras personas como, por ejemplo, «hablar con él es como hablarle a una pared» o «con ella no
puedes meter baza en la conversación».
Actividad:

1. Elaborar un organizador gráfico con el material propuesto: La


comunicación no verbal.

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