Las palmas, todas a una, se tienden a su paso, para tornar a levantarse chafadas o rotas por las triunfales ruedas. Parece que el soplo de la gracia las ha santificado antes que la Iglesia las
bendiga.
Tomás Carrasquilla
POLONIA Y la esclava de rodillas. SANTILLANA Santillana lo desea, el niño amor os lo aliña, vos queréis, Dios os lo da y San Pedro os lo bendiga.
DOÑA ANA Ahora cumplimientos deja. (Sale CELESTINA.) CELESTINA Bendiga Dios tanto bueno; puede ese par de bellezas poner cátedra de damas.
-Que Dios te bendiga, Rosario. -Venga usté con la Santísima Virgen, señá Rosalía. -¿Y tu madre? -Ha dío por el pavo trufao pa el almuerzo y ya tardará mu poco.
La recién llegada soltó el quitasol y exclamó riéndose al par que le tomaba ligeramente la cara al entusiasmado Pimporrio. -¡Y que Dios lo bendiga a usté también, so pinturero!
Paseó sus ojos el de los Caracoles por el pelo blanquísimo, por el semblante rugoso y por el cuerpo escuálido del señor Curro y tras un breve silencio se encogió de hombros y murmuró sentándose de nuevo: -Pos me sentaré, porque, la verdá es que si se le pone a usté en la cabeza darme el guantazo me lo da, y si me da usté... pos que al que Dios se lo dé, San Pedro se lo bendiga.
¡Ya están aquí!… ¡Ya vuelven, anuales peregrinas!, las pardas golondrinas del viejo nido en pos. Ya a rehacerle empiezan, y en él cama aderezan a sus implumes hijos… ¡que las bendiga Dios!
A mí, a través de las olas, llegó el cántico vibrante de una pléyade brillante de nuevos poetas mil. De las letras españolas aún mi alma el amor abriga… Vean a que yo te bendiga ¡oh, pléyade juvenil!
Saltó en tierra lleno de agilidad, y díjole a su mujer, sonriéndole cariñosamente, al par que ataba el caballo por la brida a los hierros de la ventana: -¡Dios te bendiga, salero, y qué ganitas que tenía yo ya de ver tu cara morena!
Mis amigos — El cielo os bendiga, porque tal vez sobre las ruinas de Paysandú debido a vuestra resolución de morir por la patria, hayáis salvado a la República.
Nuestro señor el Sultán jamás sabrá de la traición de tu hijo. Alá le
bendiga a él y a su familia." Marbruk ben Hassan exclamó, mientras pensaba en otras cosas: -Alá se apiade de mí.
Roberto Arlt
Esta noche, te pido por sus oraciones para que me ayude en todo lo que hago lo largo de los días de mi Presidencia para ser dignos de sus esperanzas y de los suyos. Dios bendiga a Estados Unidos y que Dios los bendiga a todos y cada uno de ustedes