No sé: mas dijo así, mientras ponía en mi mano el doctor este fragmento de extraña y moribunda poesía: «He aquí un trabajo suyo: si lo vale guárdelo usted; se de vulgar no sale, olvídelo: que al fin nada hay perdido en arrojar lo inútil al olvido.» Y muertos ya hijo y padre, yo de trabajo tal haciendo tema, del tísico el poema doy a luz hoy, por si hay a quien le cuadre tal poesía póstuma y extrema. ¡Volved, alegres pájaros del platanar cantores; volved a abriros, flores, que os oiga y huela yo!
Granada sobre quien vertió Dios su sonrisa y sobre cuyo suelo dejó el genio humano grabada su
huela con las grandiosas maravillas del arte, Granada que debía ser emporio de grandeza, arrastra una vida triste, y lánguida, está postrada y decadente.
Francisco Seco de Lucena
Una universidad donde para mantener sus cargos de catedráticos, tienen que estar constantemente superándose, constantemente aprendiendo (APLAUSOS); una universidad sin botelleros, una universidad sin profesores inmorales, una universidad donde todo lo que huela a batistiano sea expulsado (APLAUSOS).
Cierto que en cada fosa nasal puede llevar contrabando, y que tiene la mirada pitañosa como sirviente sin sueldo o babión sin destino, cierto que hay muchachos más lindos, más simpáticos, más ranas, más prácticos para pulsar la vi
huela de tu corazón y cualquier cosa que se le ocurra al que me lee.
Roberto Arlt
Viene corriendo y, cual lebrel que huela la presa que cayó, el hocico mueve; todos al verlo, haciendo el miedo espuela, huimos allá donde el temor nos lleve.
Decíale yo: «Hombre del diablo, ¿es posible que siempre en los autos del Corpus ha de entrar el diablo con grande brío, hablando a voces, gritos y patadas, y con un brío que parece que todo el teatro es suyo y poco para hacer su papel, como quien dice ¡
Huela la casa al diablo!
Francisco de Quevedo
VII El viento adormecido sobre cuatro panoramas gritará sus silencios reprimidos al asombro y otro cuerpo llegará tras el presagio de siluetas desangradas en un réquiem que se escuche en las voces de los ecos, que se mire en los cantos de las selvas, que se palpe en la furia de cadenas derruidas, que se sepa en las hieles derrotadas y se
huela en los aires solidarios...
Antonio Domínguez Hidalgo
-contestó el viejo sin inmutarse-. El que yo
huela a muerto no quita lo otro. -Y volviéndose al grupo popular, dijo en voz alta: -Hijos míos: no me mata Barandalla, sino la justicia de Dios.
Ricardo Palma
Si ello lo besa, voy a besarlo, porque sus besos son mi incensario. Si ella lo abraza, he de abrazarlo, aunque su abrazo me
huela a nardos.
Antonio Domínguez Hidalgo
No huyáis, alegres pájaros, del platanar cantores; volved a abriros, flores, para que pos huela yo. Mi vida se consume; de música y perfume llenad mis horas últimas; no me digáis que no.
El profesor en dos o tres días les pide que las lean porque el programa es muy extenso y poco el tiempo. Los alumnos terminan saltándose capítulos, fijándose exclusivamente en el argumento y odiando todo lo que huela a literatura.
Que no huela a podredumbre o a cadáver, está bien, pero que solamente tenga olor a leche o a niños, esto es lo que afirmo que no debe ser.