Ediciones by Iberoamérica Social: Revista-red de estudios sociales
Con mucho orgullo presentamos un nuevo número de Iberoamérica Social. Es, quizá, el número más ... more Con mucho orgullo presentamos un nuevo número de Iberoamérica Social. Es, quizá, el número más pequeño en cuanto a cantidad de artículos (cuatro contribuciones), pero igual de importante que las veintitrés ediciones anteriores, incluidos los números especiales, que hemos publicado hasta la fecha. La importancia de este número no solo radica en la calidad de los trabajos presentados, siempre garantizada por todo el consejo editorial y nuestro excelentísimo equipo de revisores, sino también porque se trata de un número que por poco no salió a la luz.
Nuestros lectores seguramente recordarán que, durante mes y medio, nuestra página web estuvo inactiva. La razón, como informamos a través de nuestras redes sociales, fue un ataque cibernético casi devastador que por poco nos forzó a dar por finalizado un proyecto que empezó hace una década. Pero decidimos seguir, en primer lugar, por un compromiso con autoras y autores que ya habían enviado sus contribuciones, así como con el tiempo invertido por las y los revisores en sus respectivas evaluaciones. Y, en segundo lugar, porque venimos de un proceso de adecuación y redefinición de estrategias para garantizar que Iberoamérica Social continúe siendo un referente de las ciencias sociales en nuestra región.
Este 2022, para muchos, ha sido un año de readecuaciones sociales, políticas, culturales y econ... more Este 2022, para muchos, ha sido un año de readecuaciones sociales, políticas, culturales y económicas. Los derivados de la pandemia y el confinamiento aún se manifiestan en las prácticas cotidianas que empiezan a orientarse a la ‘vieja’ normalidad.
Esto no ha implicado que los fenómenos sociales se detengan, sino que han cambiado de formas de articulación y acción. Para Iberoamérica Social, este 2022 ha sido de pruebas, iniciativas y reensamblajes que han tenido la intención de hacer perdurar el proyecto y también de mejorarlo para acercarnos cada vez más a nuestro principal, y quizás único, objetivo: convertir este espacio de diálogo y reflexión en un referente de las ciencias sociales de nuestra región.
Es por ello que en esta ocasión presentamos con entusiasmo un número más de Iberoamérica Social bajo la modalidad de temática libre; los siete artículos que integran este número muestran problematizaciones que nacen de la interdisciplina y cuyos hallazgos nos permiten aprehender ese enmarañamiento de acciones y relaciones de nuestra compleja realidad social.
Desde el Consejo Editorial de Iberoamérica Social nos congratulamos de presentar un número más ... more Desde el Consejo Editorial de Iberoamérica Social nos congratulamos de presentar un número más de este proyecto que apuesta por la visibilidad de estudios críticos de y para la región.
Además de ello, este número es particularmente importante porque es el primero que se genera a partir de una temática libre, esto es, invitando a enviar contribuciones desde el amplio campo de las Ciencias Sociales. El hacer un número de temática general es relevante porque nos permite ampliar la mirada de las Ciencias Sociales sin restringirlo a temáticas que, en algunas ocasiones, son trabajadas por contadas personas; así, este número nos muestra una cantidad de visiones que abonan a la construcción del conocimiento científico-social.
En este sentido, las investigaciones aquí presentadas abordan diferentes fenómenos que nos muestran no solo la complejidad de la realidad social, sino las fronteras que poco a poco se difuminan entre las diferentes Ciencias Sociales. Construir puentes entre las ciencias más que muros nos permitirá enriquecer el quehacer de los científicos sociales en aras de crear, ampliar y cuestionar el conocimiento actual.
En diciembre de 2013 salió a la luz el primer número de nuestra revista. En la carta de present... more En diciembre de 2013 salió a la luz el primer número de nuestra revista. En la carta de presentación de esa edición inaugural afirmábamos que la razón para crear Iberoamérica Social no solo era proponer una revista digital más, sino también una red de creación y difusión del conocimiento donde sus integrantes puedan colaborar de forma horizontal, sin jerarquías, encarnando todas y todos un proyecto profundamente colectivo.
Por supuesto, como en todo proyecto humano, y por distintas razones, hay quienes nos han acompañado desde el inicio, quienes lo hicieron durante un periodo de nuestra historia y quienes se están incorporando recientemente. A todas y todos nuestro más sincero y afectuoso agradecimiento. No habríamos recorrido todo este camino sin el esfuerzo y el apoyo de cada una y cada uno de ustedes. Las dinámicas que hemos generado, los resultados obtenidos hasta el momento y las amistades que han ido germinando a lo largo de todo el proceso son parte de las experiencias gratificantes que llenan de vida y alegría esta revista-red.
América Latina se ha visto sacudida en 2019 por una oleada de movilizaciones sociales que ponen... more América Latina se ha visto sacudida en 2019 por una oleada de movilizaciones sociales que ponen en evidencia la fuerza instituyente de la comunidad política (el pueblo en su heterogeneidad radical) como referencia primera y última de los poderes instituidos. El contexto de la pandemia de COVID-19 ha profundizado esta situación. En su denuncia a la corrupción de lo político, y en su lucha contra la restauración conservadora en la región desde hace un lustro, estas movilizaciones pretenden dar forma a mundos-otros donde la justicia social, ambiental y cognitiva sean efectivamente posibles, y donde la dignidad marque el horizonte crítico y ético de lo político como ejercicio de poder obediencial.
A lo largo de 2019 países como Ecuador, Haití, Perú o Bolivia fueron escenarios de huelgas, manifestaciones y confrontaciones contra un poder fetichizado que actúa por vía de ajustes neoliberales, violencia institucional, golpes de estado y/o autoproclamaciones. No obstante, el caso paradigmático ha sido Chile, donde la fuerza instituyente de las movilizaciones masivas del último trimestre de 2019 ha logrado materializarse en un nuevo proceso constituyente que ha abierto nuevamente las grandes alamedas que fueron cerradas de forma trágica con la dictadura pinochetista en 1973.
Los conflictos socioambientales son conflictos de poder sobre la naturaleza que llevan a cabo p... more Los conflictos socioambientales son conflictos de poder sobre la naturaleza que llevan a cabo poderosas entidades corporativas y estatales. Conflictos por los modos de apropiación, ocupación y acaparamiento de territorios, así como de los bienes comunes naturales. Se trata de formas de apropiación que disuelven los metabolismos socioecológicos que no se reproducen ―aunque sea parcialmente― por el mercado y la lógica de la acumulación.
Tales conflictos emergen de la asimetría entre potentes fuerzas tecnoproductivas del capital (las cuales intervienen y rehacen la naturaleza como nunca en la historia) y otros modos de reproducción social vital. Se manifiestan por el creciente colapso de las condiciones de reproducción de la vida humana y no humana provocado por un modo de apropiación y transformación de la naturaleza que resulta insostenible.
A chamada para o dossiê “Feminicídio, o massacre cotidiano na Iberoamérica” foi, portanto, lanç... more A chamada para o dossiê “Feminicídio, o massacre cotidiano na Iberoamérica” foi, portanto, lançada ainda em 2019, abrangendo então uma temática fundamental para o campo social ibero-americano. Naquele momento, no entanto, não se poderia prever a urgência com que o assunto seria tratado a nível mundial em 2020.
Mas as discussões em torno da temática não são novas e constituem um dos pontos fundamentais dos estudos que articulam violência, gênero e política há décadas nas ciências humanas e sociais. Desde pelo menos os anos 1970, quando a ONU inaugurou a celebração da “Década da Mulher”, denúncias ligadas à violência doméstica já apareciam a nível global, exigindo medidas efetivas da parte dos Estados. Diana Russell o Jill Radford em seus trabalhos, já utilizavam então o termo femicide, em inglês, transformado pela antropóloga mexicana Marcela Lagarde, em feminicídio, vocábulo hoje utilizado na América Latina.
Educación en Iberoamérica - Iberoamérica Social Nº XIII
En esta nueva edición de Iberoamérica S... more Educación en Iberoamérica - Iberoamérica Social Nº XIII
En esta nueva edición de Iberoamérica Social decidimos trabajar sobre el campo educativo al ser un elemento fundamental para comprender y analizar la actual situación de las sociedades iberoamericanas. Por un lado, el estudio de su historia nos permite usarlo como transporte para conocer el porqué de las condiciones sociales del presente, mientras que la profundización analítica y rigurosa sobre las condiciones, perspectivas y prácticas del presente nos permite vislumbrar si la educación ha aprendido de los errores del pasado y sobre qué bases filosóficas se asienta para ejercer de formadora de la futura sociedad.
Carta de Presentación De incertidumbre, adicción y comunicación en la era digital Entrevista a Ca... more Carta de Presentación De incertidumbre, adicción y comunicación en la era digital Entrevista a Carmen Millé Moyano Entrevistas 'As sociedades não estão cientes de que as conquistas sociais e políticas das últimas décadas estão em risco': radiogradando a contraofensiva ultraconservadora
Iberoamérica Social: Revista-red de estudios sociales, Año 6, Número XI, 2018
Según Aníbal Quijano, con la conquista de América los colonizadores se llamaron a sí mismos blanc... more Según Aníbal Quijano, con la conquista de América los colonizadores se llamaron a sí mismos blancos, aplicándose la noción de raza para diferenciarse de “otros”, los indios y luego de los negros, categoría que además posibilitó la legitimación de las relaciones de dominación impuestas desde la supuesta superioridad de los europeos.
La raza constituye el primer criterio para clasificar y distribuir a las poblaciones del mundo, a través de la creación de identidades históricas, provocando a su vez una división racial del trabajo. En este marco, los pueblos colonizados se convirtieron en razas inferiores, y en mano de obra barata y/o esclava para producir mercancías para el mercado mundial. Las formas de dominación colonial se erigieron como patrón global de poder capitalista, lo que Quijano apodó como colonialidad del poder.
Dentro la colonialidad, se impone un imaginario social (sustentado desde el eurocentrismo), en que se naturaliza la dominación y hegemonía blanca. Los sujetos oprimidos, los “otros”, se verán desde la óptica de quienes le dominan, configurando una nueva colonialidad, la del sujeto, en que el racismo es una de sus variables.
Iberoamérica Social: Revista-red de estudios sociales, Año 6, Número X, 2018
Continuamos observando como el neoliberalismo intenta abrazar, para engullir, el sur del mundo. N... more Continuamos observando como el neoliberalismo intenta abrazar, para engullir, el sur del mundo. Nuestro mundo. Esperamos que este número permita, no solo continuar con nuestra modesta propuesta y pequeña colaboración para huir de este abrazo, como, si es posible, cortar estos pesados y gruesos tentáculos.
Iberoamérica Social: Revista-red de estudios sociales, Año 5, Número IX, 2018
En el noveno número de Iberoamérica Social nos proponemos profundizar, discutir y analizar desde ... more En el noveno número de Iberoamérica Social nos proponemos profundizar, discutir y analizar desde los diferentes prismas de las ciencias sociales sobre la frontera como un lugar geográfico, epistémico, político y cultural.
Iberoamérica Social nació teniendo entre sus finalidades resignificar conceptos como el de frontera desde todas sus perspectivas. En la construcción del proyecto criticamos la limitada y tradicional definición de frontera como lugar de separación/ruptura entre dos espacios. Por el contrario, pretendemos situarla como un terreno de inabarcable riqueza en el que surge el encuentro entre las diferencias y, a partir de su conocimiento, el respeto a ellas, estableciendo caminos de mutua colaboración que favorezcan la convivencia y amplíen las posibilidades de crecimiento de las diferentes partes que comparten frontera. Es decir, planteamos la frontera como un lugar difuso que no se restringe a las limitaciones geográficas, sino que se amplía a todos los espacios donde se encuentran las diferencias y surgen posibilidades de conocimiento, convivencia y colaboración entre dos o más realidades diferentes.
Iberoamérica Social: Revista-red de estudios sociales, Año 5, Número VIII, 2017
Se a função da Arte é interferir no quotidiano, revelar aspectos que fogem ao primeiro olhar da l... more Se a função da Arte é interferir no quotidiano, revelar aspectos que fogem ao primeiro olhar da lógica, apontar atalhos na reta estrada da realidade, instaurar caminhos tangenciais no domínio das certezas, as três plataformas artísticas nas quais desenvolvo meus ofícios (cinema, literatura e teatro, principalmente o primeiro) se inscrevem também nessa dinâmica, nesse fazer conjunto profissional e militante, embora prefira utilizar a definição, no caso do cinema em que me insiro, da intervenção política.
Talvez o fato de ter minhas raízes nos alicerces da construção artística pertencente ao universo (deformado pelo capitalismo) burguês do que se entende como mundo da cultura, no seu sentido lato de mercadoria, possa ter me oferecido ferramentas consistentes para, ao ingressar nas mobilizações sociais, utilizá-las em benefício da criação de materiais políticos. Ao não abandonar de todo o meu natural pertencimento familiar (filho de artistas) a “Cultura” com maiúsculas, não me vi obrigado a produzir obras de caráter panfletário, no pior sentido do termo, como aquele que apenas serve a uma única proposta monolítica, sem bifurcações, nuances e possibilidades de transformações programáticas no horizonte. Tanto é que neste longo percurso de aliar a Arte e a Política nunca deixei de construir obras que dizem respeito a personagens da Cultura e da História, em especial da literatura, do teatro e da plástica. Intuo isto como um perigoso desafio de transitar uma zona fronteiriça onde as margens se constituem no sentido do roteiro e a própria bússola da viagem, acrescentando sempre novos domínios de conhecimento a temas por si só complexos e irresolúveis no curto prazo. Cito como exemplo os trabalhos audiovisuais desenvolvidos na área educativa, onde os planos culturais e políticos – a própria formação dos corpos docente e discente – são indissociáveis.
Iberoamérica Social: Revista-red de estudios sociales, Año 4, Número VII, 2017
Imagine usted cualquier actividad humana, o plan de vida que le gustaría desarrollar en el futuro... more Imagine usted cualquier actividad humana, o plan de vida que le gustaría desarrollar en el futuro –a usted mismo o a sus seres cercanos, atenta lectora, amable lector. A continuación hágase esta pregunta sencilla: ¿se darán las condiciones de estabilidad climática y suministro adecuado de energía y materiales para poder llevar a cabo estos proyectos? Pues bien: sea lo que fuere que haya pensado –con algunas excepciones poco deseables, del tipo “autorrealizarme como Señor de la Guerra en una región de violencia endémica”- la respuesta, con certidumbre científica (en la medida en que la ciencia proporciona certidumbres), la respuesta es: NO.
by Iberoamérica Social: Revista-red de estudios sociales, Felipe Zurita Garrido, Santiago N. Ibarra, María Aimaretti, Paloma Gajardo, Carla Peñaloza Palma, Carlos Benítez Trinidad, Lena Mucha, Laura Sampietro, Lía Noguera, and Martha Soriano
El número “Luchas, derechos y espacios: Iberoamérica repensada desde la diversidad y el género” q... more El número “Luchas, derechos y espacios: Iberoamérica repensada desde la diversidad y el género” que presenta la revista Iberoamérica social: revista-red de estudios sociales, contiene diversos trabajos que permiten problematizar, a la vez que contextualizar, diversos pensamientos y acciones en Iberoamérica.
Los textos son interpretaciones que surgen de las relaciones sociales que les dan origen. Son posturas que se evidencian a través del pensamiento y que se manifiesta a través de la escritura, por tanto son acciones sociales y en ese sentido hay que contextualizarlos.
Analizar las luchas, los derechos y los espacios en torno a la diversidad y el género supone problematizar primero algunas de estas categorías en sus contextos. Es por ello que cuando por ejemplo nos situamos desde Latinoamérica y El Caribe, necesariamente debemos comprender que esta región, ha sido producto, como señala Enrique Dussel, de una trilogía: capitalismo, colonialismo y modernidad. Este trio de acontecimientos y fenómenos ha marcado el devenir de la mayoría de los países en la política, en la economía, en lo cultural, en fin, en todas las relaciones sociales. Estas relaciones sociales han estado sustentadas con base a un paradigma moderno: hombre blanco, con privilegios de clase, heterosexual, padre y católico, producto del colonialismo europeo. Lo demás se constituye en lo “otro”: las mujeres, las y los indígenas, las y los negros, gays, lesbianas, personas trans.
La concreción de esta otredad ha significado un sinnúmero de violencias, discriminaciones, exclusiones hacia estos diversos sujetos, que en la lógica moderna solo son reconocidos en tanto conforman la diferencia colonial.
Si bien en los últimos años con las reformas constitucionales que se han dado en diferentes países y producto de las luchas de muchos movimientos sociales por el reconocimiento, muchos y muchas ya son nombrados, muchas veces reconocidos en el espectro de las naciones pluriculturales y plurinacionales, pero siguen siendo lo otro, pues el paradigma moderno sigue intacto, se convierte incluso en una necesidad a la que muchos movimientos y sujetos aspiran ser a través de demandar políticas de la igualdad, pues las condiciones materiales del lugar que ocupan son desiguales, en torno a derechos, a acceso a servicios, a vivir dignamente, y es porque precisamente el reconocimiento a la diversidad no garantiza las transformaciones sociales necesarias para que dejen de ser “lo otro”.
En ese sentido la diversidad, sino implica la eliminación de desigualdades sociales no es otra cosa que una forma de multiculturalismo liberal, que crea una serie de discursos potables, incluso políticas estatales y de reconocimiento de ciertos derechos que al final siguen manteniendo el status quo.
Es necesario entender que categorías políticas como indígenas, negras y negros, mujeres, lesbianas, gays, trans, han sido construidas por las mismas opresiones: indígenas, negros y negras por el racismo, mujeres, trans, gays, lesbianas por el heterosexismo, aunque la utilicemos para la política, para la movilización de forma estratégica. Esto supone entender que las identidades son construidas, no son fijas y deben ser contextualizadas y comprenderlas en un entramado de opresiones que funcionan de forma imbricada. No es posible por ejemplo entender las relaciones de género sin las relaciones de raza y clase y sexualidad, porque de lo contrario estaríamos reproduciendo lógicas binarias, heterocéntricas y racistas. Tampoco es posible entenderlas sin una comprensión compleja de los contextos. No es lo mismo ser una mujer indígena o negra a una mujer blanco-mestiza, en el ámbito rural o urbano, o un hombre negro pobre de una comunidad latinoamericana o caribeña a un hombre blanco heterosexual de España, por ejemplo.
Si bien son importantes el reconocimiento de las diversas experiencias de sujetos, creo que lo fundamental es una lucha por acabar con las opresiones que dieron origen a estas categorías. Más allá de luchar por el reconocimiento de ser negra, mujer, o lesbiana, es necesario acabar con el racismo, con el sexismo y el heterosexismo, una lucha que no puede ser fragmentada, sino imbricada, lo cual supone alianzas permanentes entre movimientos sociales que buscan transformar de raíz las relaciones sociales basadas en las desigualdades.
Es por lo anterior que analizar las luchas, los espacios, los derechos supone una toma de postura ética en torno a como han tenido lugar las relaciones sociales y no asumirlas como naturales. Supone historizar, analizar sus construcciones a partir de entender cómo se ha construido la hegemonía cultural, económica, social, que aún hoy siguen sosteniendo muchas de las élites de nuestros países.
Este ejercicio, es epistémico a la vez que político, pues busca en primer lugar, una reinterpretación de los hechos históricos desde posturas subalternas; en segundo lugar, busca la creación de pensamiento crítico que no solo se quede en un juego de palabras en jergas académicas, sino fundamentalmente, en provocar acciones colectivas que propendan por acabar con las desigualdades sociales y así lograr la transformación social.
Espero que estos artículos sean una provocación para ello.
Ochy Curiel
Activista lésbico Feminista, antirracista y decolonial.
Docente de la Universidad Nacional de Colombia.
Mucho se habla de la globalización, sin embargo el concepto mismo ha sido naturalizado de tal man... more Mucho se habla de la globalización, sin embargo el concepto mismo ha sido naturalizado de tal manera que asumimos una serie de atributos que homogenizan y por ende imposibilitan reflexionar sobre las diversas lecturas existentes. A mi modo de ver estamos ante un proceso y a su vez una definición múltiple, contradictoria, ambigua, y hasta desigual. Hablar de globalización es reflexionar de todo y a la vez de nada.
Para algunos corresponde a la mundialización e interdependencia de las relaciones económicas, de los flujos comerciales y financieros que ocurren en distintas zonas del planeta. También se le ha asociado a la interconexión de los flujos de información.
A nivel cultural se le puede visualizar como un proceso de difusión y homogeneización, en que se configura un lenguaje común que tiende a negar sistemáticamente las diferencias. Se instala un modelo de vida que tiende hacia la uniformidad de los sujetos, pero al mismo tiempo ha sido un espacio privilegiado de encuentro en la diversidad. Mientras más se nos imponen parámetros universales más locales nos hemos vuelto. Hoy en ciudades como Buenos Aires y Santiago de Chile nos encontramos con agrupaciones de danza y música andina, compuestas por mestizos, migrantes del norte del país, de Bolivia y Perú, que han posicionado festividades y ritualidades aymara y quechua, en pleno contexto citadino.
Para los diversos movimientos sociales la globalización se presenta como el contexto de transformación de los escenarios donde se sitúan, que va desde lo local a lo global, o como diría García Canclini, en lo “glocal”, coexistiendo prácticas de resistencia con reelaboraciones identitarias modernas.
La globalización no es un fenómeno nuevo, está asociada al propio desarrollo del sistema capitalista y sus distintas fases, que está caracterizado por un incremento sustancial del capital transnacional en las economías de los países “centrales”.
Uno de sus principales elementos ha sido el debilitamiento y retroceso del Estado, disminuyendo los canales de participación y negociación colectiva, pero al mismo tiempo nos encontramos ante diversas movilizaciones que han posicionado demandas indígenas, medioambientales, de género, entre otras, como ejes de una actoría social a nivel mundial, con expresión en lo local.
Hoy los movimientos sociales y las organizaciones muestran una alta capacidad de actuar políticamente frente al Estado y los gobiernos de turno, en que se despliegan estrategias que van desde un trabajo conjunto con organismos nacionales e internacionales, en un entorno internacional de reconocimiento de sus derechos, hasta el advenimiento de diversas prácticas de poder comunal, de corte autonomista.
En Iberoamérica y el mundo la resistencia se ha globalizado. Lo que a simple vista parece imposible, por la misma condición de normalización y negación de lo diverso que ha traído la actual mundialización, está ocurriendo. Los propios movimientos sociales han usado los medios de comunicación para masificar sus reivindicaciones, basta sólo pensar en el caso del EZLN en México, donde la circulación constante en internet de diversas declaraciones y escritos ha potenciado la cercanía de un conjunto de actores mundiales con el zapatismo.
Las luchas locales se articulan en plataformas internacionales. Es así que en países como Chile y Argentina, campesinos, indígenas y organizaciones medioambientales se organizan de manera conjunta en contra de transnacionales como Barrick Gold, agente principal de la explotación minera que ha puesto en peligro un conjunto de glaciares milenarios.
¿Qué rol le toca a las Ciencias Sociales en este contexto?
Las Ciencias Sociales surgen al alero de la modernidad, constituyendo diversos conocimientos sistemáticos sobre la realidad, a través de la búsqueda de leyes naturales universales sobre la base de la idea de progreso.
A partir del siglo XIX, y en el XX, se crean estructuras institucionales para la creación y profesionalización de las disciplinas, ya que la investigación sistemática requería de múltiples zonas diferenciadas de la realidad, con énfasis en la neutralidad del estudioso.
Durante la década de los sesenta se da inicio a una serie de críticas que tienen como eje la propia descolonización de las Ciencias Sociales, sobre todo a partir del cuestionamiento de la idea de objetividad y por la falta de compromiso de los intelectuales con los sujetos y las colectividades que han sido históricamente investigadas por ellos. De a poco se ha ido asumiendo que todo conocimiento es una construcción social, siendo fundamental dialogar e integrar las múltiples perspectivas de mundo, como una forma de validar las diversas formas de conocimiento, y no únicamente la académica.
Ante la globalización de las luchas, como cientistas sociales y además como parte de los movimientos sociales, se nos presenta el gran desafío de articular ambas instancias, a partir del mutuo conocimiento y reconocimiento, no sólo desde el respeto sino sobre todo desde la convivencia entre nosotros, y no entre “otros”.
Somos comunidades pensantes, vivas, activas, que resistimos pero además que proponemos nuevas y reivindicamos antiguas formas de vincularnos, desde lo local pero dialogando en lo global.
Francisca Fernández Droguett
Colectivo de Danzas Andinas Quillahuaira (Chile)
Antropóloga
Iberoamérica Social: revista-red de estudios sociales
No es una revista académica más, es tambié... more Iberoamérica Social: revista-red de estudios sociales
No es una revista académica más, es también una red de creadores y difusores de conocimiento en el campo de los estudios sociales. Una red transoceánica que conecta un mundo relacionado pero que a su vez como diría Eduardo Galeano: “está preñado de munditos”.
La idea era la de crear una revista, así de simple. Crear nuestro propio proyecto de revista académica digital como tantas hay, pero intentando ofrecer no solo calidad y rigurosidad, sino también frescura y continua actualización. Para ello apuntamos en nuestra pequeña libreta, con la Bahía de Todos los Santos ofreciéndonos un explosivo atardecer, un esquema de cómo queríamos que fuera la revista. Un consejo editorial compuesto por un grupo reducido de investigadores jóvenes de diferentes países iberoamericanos que trabajasen de forma asamblearia y totalmente horizontal, para evitar tiranías y despotismos. Un cuerpo de revisores que siguiera la misma lógica y otro de columnistas fijos que fueran reputados y con amplia experiencia.
El proyecto iba cogiendo forma, pero mientras seguíamos organizándonos las ideas nos empezaron a llover regándonos de inspiración. Queríamos usar las redes sociales como fuerza motriz de esa dinámica constante que queríamos aplicar. Entonces buscando un nombre para el proyecto caímos en la cuenta ¿Por qué no crear también una red, donde los componentes puedan crear, compartir y discutir sobre los temas expuestos?
A partir de ahí fuimos creando las herramientas necesarias, de un grupo privado de Facebook pasamos a tener una herramienta moodle con foro, chat y anuncios privados donde hemos dado vida a esta criatura que en menos de seis mese ya se nos está empezando, felizmente, a escapar de las manos. El mayor ejemplo es este primer número que aquí se presenta.
En Iberoamérica Social tenemos como objetivos y finalidades una serie de propuestas que pueden parecer obvias para un proyecto de estas características pero que tristemente casi siempre se pierden en la neutralidad y frialdad académica. A su vez, para otros profesionales y viajeros más experimentados les puede parecer inocente e iluso. Palabras tales como descentralización del conocimiento, respeto por culturas siempre consideradas periféricas, socialización epistemológica, investigadores nóveles, público plural, ciencia humana respetuosa y responsable, justicia social a través del conocimiento, cultura para todos y por supuesto inter y transdisciplienariedad…. Inundan nuestro horizonte e imaginario.
Para cumplir con la parte más académica y rigurosa estamos publicando esta revista digital en PDF que cada semestre girará en torno a un tema planteado previamente. Aparte de otros componentes que componen generalmente una revista de tal índole como artículos libres, reseñas, experiencias y proyectos de investigación, metodologías, etc. Aparte de dar espacio en la misma publicación a pequeños aportes de literatura creativa, ilustraciones y fotografías acordes al tema propuesto para el número.
El material publicado no será olvidado simplemente en la web a espera de que un investigador interesado lo descubra cual tesoro. Nuestro amplio equipo se va a encargar de darle salida a través de redes sociales, blogs ajenos sensibles a la información tratada en la publicación, portales de información, organizaciones e instituciones, etc. La idea es dar la mayor difusión a esa producción que el Consejo Editorial de Iberoamérica Social cree que es un bien precioso para la sociedad y que no debe acumularse en los millones de archivos que ya inundan la web.
La parte más informal y activa es nuestra galaxia de blogs, donde nosotros mismos (el consejo editorial), nuestros columnistas y revisores, publican periódicamente entradas con opiniones, reflexiones o hechos interesantes que puedan generar debate. Es lo que mantiene “viva” nuestra red y está teniendo un éxito inesperado. La última parte que conforma la red y el proyecto en sí, es la de crear una extenso tejido de colaboración con otros proyectos, publicaciones, instituciones, organizaciones, etc. Con los mismos ideales y con propuestas parecidas de ámbitos cercanos. Crear eventos, publicaciones, referencias así como todo lo que se vaya ideando junto con estos otros proyectos. Siempre con los objetivos anteriormente descritos.
Por tanto el nuestro es un proyecto creado e ideado para que esté en constante expansión y que un día transcienda las fronteras originalmente marcadas y pueda ser global. Lo local en lo global, la diferencia en la igualdad.
El tema de este primer número es Estado y movimientos sociales: de la crisis europea al despegue latinoamericano. Elegimos este tema por la actualidad que representa en ambas orillas del Atlántico. La historia no ha sido ajena nunca a los movimientos sociales que luchaban por un futuro mejor, de mejorar el estado y sus instituciones. Lo que hoy nos sorprende y queremos recalcar en este número es esa comparativa transatlántica de estadíos sociales. En Europa resurge con fuerza los movimientos sociales que rellenan los huecos que los estados creen sacrificables según la lógica neoliberal capitalista. Esto está ocurriendo especialmente en los países más castigados por la crisis. En España el caso más sonado es el PAH (Plataforma Antidesahucios) cuya misión es impedir el desahucio que sufren miles de familias cada año por la imposibilidad de pagar las hipotecas. Casas que después de desalojadas hibernan sin habitantes durante años mientras familias enteras viven en la calle. La mayoría de estas familias desalojadas lo son por clausulas e hipotecas basura fruto de la época de “vacas gordas” en España. Actualmente el 20% de las casas en España están vacías, 3,4 millones (según cifras del INE). Otros movimientos sociales potentes se circunscriben a la educación y la sanidad, como son la Marea Verde y la Marea Blanca respectivamente.
A su vez en América Latina surgen desde hace décadas movimientos sociales que exigen derechos o protección para una vida más digna. En este número contamos con una entrevista a la Asociación Nacional Zonas de Reserva Campesina en Colombia y en ella nos explican su nacimiento, su lucha por la tierra, los despojos y la violencia armada. Los sectores de la población normalmente más desamparados hoy en América Latina se vuelven mecanismos de cambio sociales que no solo exigen un lugar digno en la sociedad, sino que buscan cambiar la sociedad latinoamericana en si misma donde la diferencia no solo tenga su espacio sino también voz.
Por último no podemos obviar un fenómeno interesante que une poco a poco a las dos orillas. La incorporación de nuevas masas de población en América Latina a la clase media está acercando intereses y objetivos de los diferentes movimientos sociales. El máximo exponente de este fenómeno son los movimientos estudiantiles que se unen y marchan por todo el mundo iberoamericano por sus derechos y contra la mercantilización de la educación. Colombia, Brasil, Chile, México, España, etc… son protagonistas de un movimiento en plena ebullición que usan las redes sociales y la tecnología para mantenerse informados y apoyarse unos a otros en sus respectivas luchas. Convirtiendo así la reivindicación en global y haciendo ver que los problemas de uno son los problemas de todos en un mundo dominado por la desigualdad y el despojo.
Este número va dedicado a ellos que en realidad somos nosotros, somos todos. En Iberoamérica Social queremos colocar nuestro granito de arena, dándoles salida, difusión y conocimiento.
Esperamos desde el Consejo Editorial que disfruten tanto de este nuestro primer número, como nosotros disfrutamos creándolo.
Gracias a todos nuestros colaboradores, abrazos desde todos los rincones de Iberoamérica.
Consejo Editorial Iberoamérica Social: revista-red de estudios sociales
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Ediciones by Iberoamérica Social: Revista-red de estudios sociales
Nuestros lectores seguramente recordarán que, durante mes y medio, nuestra página web estuvo inactiva. La razón, como informamos a través de nuestras redes sociales, fue un ataque cibernético casi devastador que por poco nos forzó a dar por finalizado un proyecto que empezó hace una década. Pero decidimos seguir, en primer lugar, por un compromiso con autoras y autores que ya habían enviado sus contribuciones, así como con el tiempo invertido por las y los revisores en sus respectivas evaluaciones. Y, en segundo lugar, porque venimos de un proceso de adecuación y redefinición de estrategias para garantizar que Iberoamérica Social continúe siendo un referente de las ciencias sociales en nuestra región.
Esto no ha implicado que los fenómenos sociales se detengan, sino que han cambiado de formas de articulación y acción. Para Iberoamérica Social, este 2022 ha sido de pruebas, iniciativas y reensamblajes que han tenido la intención de hacer perdurar el proyecto y también de mejorarlo para acercarnos cada vez más a nuestro principal, y quizás único, objetivo: convertir este espacio de diálogo y reflexión en un referente de las ciencias sociales de nuestra región.
Es por ello que en esta ocasión presentamos con entusiasmo un número más de Iberoamérica Social bajo la modalidad de temática libre; los siete artículos que integran este número muestran problematizaciones que nacen de la interdisciplina y cuyos hallazgos nos permiten aprehender ese enmarañamiento de acciones y relaciones de nuestra compleja realidad social.
Además de ello, este número es particularmente importante porque es el primero que se genera a partir de una temática libre, esto es, invitando a enviar contribuciones desde el amplio campo de las Ciencias Sociales. El hacer un número de temática general es relevante porque nos permite ampliar la mirada de las Ciencias Sociales sin restringirlo a temáticas que, en algunas ocasiones, son trabajadas por contadas personas; así, este número nos muestra una cantidad de visiones que abonan a la construcción del conocimiento científico-social.
En este sentido, las investigaciones aquí presentadas abordan diferentes fenómenos que nos muestran no solo la complejidad de la realidad social, sino las fronteras que poco a poco se difuminan entre las diferentes Ciencias Sociales. Construir puentes entre las ciencias más que muros nos permitirá enriquecer el quehacer de los científicos sociales en aras de crear, ampliar y cuestionar el conocimiento actual.
Por supuesto, como en todo proyecto humano, y por distintas razones, hay quienes nos han acompañado desde el inicio, quienes lo hicieron durante un periodo de nuestra historia y quienes se están incorporando recientemente. A todas y todos nuestro más sincero y afectuoso agradecimiento. No habríamos recorrido todo este camino sin el esfuerzo y el apoyo de cada una y cada uno de ustedes. Las dinámicas que hemos generado, los resultados obtenidos hasta el momento y las amistades que han ido germinando a lo largo de todo el proceso son parte de las experiencias gratificantes que llenan de vida y alegría esta revista-red.
A lo largo de 2019 países como Ecuador, Haití, Perú o Bolivia fueron escenarios de huelgas, manifestaciones y confrontaciones contra un poder fetichizado que actúa por vía de ajustes neoliberales, violencia institucional, golpes de estado y/o autoproclamaciones. No obstante, el caso paradigmático ha sido Chile, donde la fuerza instituyente de las movilizaciones masivas del último trimestre de 2019 ha logrado materializarse en un nuevo proceso constituyente que ha abierto nuevamente las grandes alamedas que fueron cerradas de forma trágica con la dictadura pinochetista en 1973.
Tales conflictos emergen de la asimetría entre potentes fuerzas tecnoproductivas del capital (las cuales intervienen y rehacen la naturaleza como nunca en la historia) y otros modos de reproducción social vital. Se manifiestan por el creciente colapso de las condiciones de reproducción de la vida humana y no humana provocado por un modo de apropiación y transformación de la naturaleza que resulta insostenible.
Mas as discussões em torno da temática não são novas e constituem um dos pontos fundamentais dos estudos que articulam violência, gênero e política há décadas nas ciências humanas e sociais. Desde pelo menos os anos 1970, quando a ONU inaugurou a celebração da “Década da Mulher”, denúncias ligadas à violência doméstica já apareciam a nível global, exigindo medidas efetivas da parte dos Estados. Diana Russell o Jill Radford em seus trabalhos, já utilizavam então o termo femicide, em inglês, transformado pela antropóloga mexicana Marcela Lagarde, em feminicídio, vocábulo hoje utilizado na América Latina.
En esta nueva edición de Iberoamérica Social decidimos trabajar sobre el campo educativo al ser un elemento fundamental para comprender y analizar la actual situación de las sociedades iberoamericanas. Por un lado, el estudio de su historia nos permite usarlo como transporte para conocer el porqué de las condiciones sociales del presente, mientras que la profundización analítica y rigurosa sobre las condiciones, perspectivas y prácticas del presente nos permite vislumbrar si la educación ha aprendido de los errores del pasado y sobre qué bases filosóficas se asienta para ejercer de formadora de la futura sociedad.
La raza constituye el primer criterio para clasificar y distribuir a las poblaciones del mundo, a través de la creación de identidades históricas, provocando a su vez una división racial del trabajo. En este marco, los pueblos colonizados se convirtieron en razas inferiores, y en mano de obra barata y/o esclava para producir mercancías para el mercado mundial. Las formas de dominación colonial se erigieron como patrón global de poder capitalista, lo que Quijano apodó como colonialidad del poder.
Dentro la colonialidad, se impone un imaginario social (sustentado desde el eurocentrismo), en que se naturaliza la dominación y hegemonía blanca. Los sujetos oprimidos, los “otros”, se verán desde la óptica de quienes le dominan, configurando una nueva colonialidad, la del sujeto, en que el racismo es una de sus variables.
Iberoamérica Social nació teniendo entre sus finalidades resignificar conceptos como el de frontera desde todas sus perspectivas. En la construcción del proyecto criticamos la limitada y tradicional definición de frontera como lugar de separación/ruptura entre dos espacios. Por el contrario, pretendemos situarla como un terreno de inabarcable riqueza en el que surge el encuentro entre las diferencias y, a partir de su conocimiento, el respeto a ellas, estableciendo caminos de mutua colaboración que favorezcan la convivencia y amplíen las posibilidades de crecimiento de las diferentes partes que comparten frontera. Es decir, planteamos la frontera como un lugar difuso que no se restringe a las limitaciones geográficas, sino que se amplía a todos los espacios donde se encuentran las diferencias y surgen posibilidades de conocimiento, convivencia y colaboración entre dos o más realidades diferentes.
Talvez o fato de ter minhas raízes nos alicerces da construção artística pertencente ao universo (deformado pelo capitalismo) burguês do que se entende como mundo da cultura, no seu sentido lato de mercadoria, possa ter me oferecido ferramentas consistentes para, ao ingressar nas mobilizações sociais, utilizá-las em benefício da criação de materiais políticos. Ao não abandonar de todo o meu natural pertencimento familiar (filho de artistas) a “Cultura” com maiúsculas, não me vi obrigado a produzir obras de caráter panfletário, no pior sentido do termo, como aquele que apenas serve a uma única proposta monolítica, sem bifurcações, nuances e possibilidades de transformações programáticas no horizonte. Tanto é que neste longo percurso de aliar a Arte e a Política nunca deixei de construir obras que dizem respeito a personagens da Cultura e da História, em especial da literatura, do teatro e da plástica. Intuo isto como um perigoso desafio de transitar uma zona fronteiriça onde as margens se constituem no sentido do roteiro e a própria bússola da viagem, acrescentando sempre novos domínios de conhecimento a temas por si só complexos e irresolúveis no curto prazo. Cito como exemplo os trabalhos audiovisuais desenvolvidos na área educativa, onde os planos culturais e políticos – a própria formação dos corpos docente e discente – são indissociáveis.
Los textos son interpretaciones que surgen de las relaciones sociales que les dan origen. Son posturas que se evidencian a través del pensamiento y que se manifiesta a través de la escritura, por tanto son acciones sociales y en ese sentido hay que contextualizarlos.
Analizar las luchas, los derechos y los espacios en torno a la diversidad y el género supone problematizar primero algunas de estas categorías en sus contextos. Es por ello que cuando por ejemplo nos situamos desde Latinoamérica y El Caribe, necesariamente debemos comprender que esta región, ha sido producto, como señala Enrique Dussel, de una trilogía: capitalismo, colonialismo y modernidad. Este trio de acontecimientos y fenómenos ha marcado el devenir de la mayoría de los países en la política, en la economía, en lo cultural, en fin, en todas las relaciones sociales. Estas relaciones sociales han estado sustentadas con base a un paradigma moderno: hombre blanco, con privilegios de clase, heterosexual, padre y católico, producto del colonialismo europeo. Lo demás se constituye en lo “otro”: las mujeres, las y los indígenas, las y los negros, gays, lesbianas, personas trans.
La concreción de esta otredad ha significado un sinnúmero de violencias, discriminaciones, exclusiones hacia estos diversos sujetos, que en la lógica moderna solo son reconocidos en tanto conforman la diferencia colonial.
Si bien en los últimos años con las reformas constitucionales que se han dado en diferentes países y producto de las luchas de muchos movimientos sociales por el reconocimiento, muchos y muchas ya son nombrados, muchas veces reconocidos en el espectro de las naciones pluriculturales y plurinacionales, pero siguen siendo lo otro, pues el paradigma moderno sigue intacto, se convierte incluso en una necesidad a la que muchos movimientos y sujetos aspiran ser a través de demandar políticas de la igualdad, pues las condiciones materiales del lugar que ocupan son desiguales, en torno a derechos, a acceso a servicios, a vivir dignamente, y es porque precisamente el reconocimiento a la diversidad no garantiza las transformaciones sociales necesarias para que dejen de ser “lo otro”.
En ese sentido la diversidad, sino implica la eliminación de desigualdades sociales no es otra cosa que una forma de multiculturalismo liberal, que crea una serie de discursos potables, incluso políticas estatales y de reconocimiento de ciertos derechos que al final siguen manteniendo el status quo.
Es necesario entender que categorías políticas como indígenas, negras y negros, mujeres, lesbianas, gays, trans, han sido construidas por las mismas opresiones: indígenas, negros y negras por el racismo, mujeres, trans, gays, lesbianas por el heterosexismo, aunque la utilicemos para la política, para la movilización de forma estratégica. Esto supone entender que las identidades son construidas, no son fijas y deben ser contextualizadas y comprenderlas en un entramado de opresiones que funcionan de forma imbricada. No es posible por ejemplo entender las relaciones de género sin las relaciones de raza y clase y sexualidad, porque de lo contrario estaríamos reproduciendo lógicas binarias, heterocéntricas y racistas. Tampoco es posible entenderlas sin una comprensión compleja de los contextos. No es lo mismo ser una mujer indígena o negra a una mujer blanco-mestiza, en el ámbito rural o urbano, o un hombre negro pobre de una comunidad latinoamericana o caribeña a un hombre blanco heterosexual de España, por ejemplo.
Si bien son importantes el reconocimiento de las diversas experiencias de sujetos, creo que lo fundamental es una lucha por acabar con las opresiones que dieron origen a estas categorías. Más allá de luchar por el reconocimiento de ser negra, mujer, o lesbiana, es necesario acabar con el racismo, con el sexismo y el heterosexismo, una lucha que no puede ser fragmentada, sino imbricada, lo cual supone alianzas permanentes entre movimientos sociales que buscan transformar de raíz las relaciones sociales basadas en las desigualdades.
Es por lo anterior que analizar las luchas, los espacios, los derechos supone una toma de postura ética en torno a como han tenido lugar las relaciones sociales y no asumirlas como naturales. Supone historizar, analizar sus construcciones a partir de entender cómo se ha construido la hegemonía cultural, económica, social, que aún hoy siguen sosteniendo muchas de las élites de nuestros países.
Este ejercicio, es epistémico a la vez que político, pues busca en primer lugar, una reinterpretación de los hechos históricos desde posturas subalternas; en segundo lugar, busca la creación de pensamiento crítico que no solo se quede en un juego de palabras en jergas académicas, sino fundamentalmente, en provocar acciones colectivas que propendan por acabar con las desigualdades sociales y así lograr la transformación social.
Espero que estos artículos sean una provocación para ello.
Ochy Curiel
Activista lésbico Feminista, antirracista y decolonial.
Docente de la Universidad Nacional de Colombia.
Para algunos corresponde a la mundialización e interdependencia de las relaciones económicas, de los flujos comerciales y financieros que ocurren en distintas zonas del planeta. También se le ha asociado a la interconexión de los flujos de información.
A nivel cultural se le puede visualizar como un proceso de difusión y homogeneización, en que se configura un lenguaje común que tiende a negar sistemáticamente las diferencias. Se instala un modelo de vida que tiende hacia la uniformidad de los sujetos, pero al mismo tiempo ha sido un espacio privilegiado de encuentro en la diversidad. Mientras más se nos imponen parámetros universales más locales nos hemos vuelto. Hoy en ciudades como Buenos Aires y Santiago de Chile nos encontramos con agrupaciones de danza y música andina, compuestas por mestizos, migrantes del norte del país, de Bolivia y Perú, que han posicionado festividades y ritualidades aymara y quechua, en pleno contexto citadino.
Para los diversos movimientos sociales la globalización se presenta como el contexto de transformación de los escenarios donde se sitúan, que va desde lo local a lo global, o como diría García Canclini, en lo “glocal”, coexistiendo prácticas de resistencia con reelaboraciones identitarias modernas.
La globalización no es un fenómeno nuevo, está asociada al propio desarrollo del sistema capitalista y sus distintas fases, que está caracterizado por un incremento sustancial del capital transnacional en las economías de los países “centrales”.
Uno de sus principales elementos ha sido el debilitamiento y retroceso del Estado, disminuyendo los canales de participación y negociación colectiva, pero al mismo tiempo nos encontramos ante diversas movilizaciones que han posicionado demandas indígenas, medioambientales, de género, entre otras, como ejes de una actoría social a nivel mundial, con expresión en lo local.
Hoy los movimientos sociales y las organizaciones muestran una alta capacidad de actuar políticamente frente al Estado y los gobiernos de turno, en que se despliegan estrategias que van desde un trabajo conjunto con organismos nacionales e internacionales, en un entorno internacional de reconocimiento de sus derechos, hasta el advenimiento de diversas prácticas de poder comunal, de corte autonomista.
En Iberoamérica y el mundo la resistencia se ha globalizado. Lo que a simple vista parece imposible, por la misma condición de normalización y negación de lo diverso que ha traído la actual mundialización, está ocurriendo. Los propios movimientos sociales han usado los medios de comunicación para masificar sus reivindicaciones, basta sólo pensar en el caso del EZLN en México, donde la circulación constante en internet de diversas declaraciones y escritos ha potenciado la cercanía de un conjunto de actores mundiales con el zapatismo.
Las luchas locales se articulan en plataformas internacionales. Es así que en países como Chile y Argentina, campesinos, indígenas y organizaciones medioambientales se organizan de manera conjunta en contra de transnacionales como Barrick Gold, agente principal de la explotación minera que ha puesto en peligro un conjunto de glaciares milenarios.
¿Qué rol le toca a las Ciencias Sociales en este contexto?
Las Ciencias Sociales surgen al alero de la modernidad, constituyendo diversos conocimientos sistemáticos sobre la realidad, a través de la búsqueda de leyes naturales universales sobre la base de la idea de progreso.
A partir del siglo XIX, y en el XX, se crean estructuras institucionales para la creación y profesionalización de las disciplinas, ya que la investigación sistemática requería de múltiples zonas diferenciadas de la realidad, con énfasis en la neutralidad del estudioso.
Durante la década de los sesenta se da inicio a una serie de críticas que tienen como eje la propia descolonización de las Ciencias Sociales, sobre todo a partir del cuestionamiento de la idea de objetividad y por la falta de compromiso de los intelectuales con los sujetos y las colectividades que han sido históricamente investigadas por ellos. De a poco se ha ido asumiendo que todo conocimiento es una construcción social, siendo fundamental dialogar e integrar las múltiples perspectivas de mundo, como una forma de validar las diversas formas de conocimiento, y no únicamente la académica.
Ante la globalización de las luchas, como cientistas sociales y además como parte de los movimientos sociales, se nos presenta el gran desafío de articular ambas instancias, a partir del mutuo conocimiento y reconocimiento, no sólo desde el respeto sino sobre todo desde la convivencia entre nosotros, y no entre “otros”.
Somos comunidades pensantes, vivas, activas, que resistimos pero además que proponemos nuevas y reivindicamos antiguas formas de vincularnos, desde lo local pero dialogando en lo global.
Francisca Fernández Droguett
Colectivo de Danzas Andinas Quillahuaira (Chile)
Antropóloga
No es una revista académica más, es también una red de creadores y difusores de conocimiento en el campo de los estudios sociales. Una red transoceánica que conecta un mundo relacionado pero que a su vez como diría Eduardo Galeano: “está preñado de munditos”.
La idea era la de crear una revista, así de simple. Crear nuestro propio proyecto de revista académica digital como tantas hay, pero intentando ofrecer no solo calidad y rigurosidad, sino también frescura y continua actualización. Para ello apuntamos en nuestra pequeña libreta, con la Bahía de Todos los Santos ofreciéndonos un explosivo atardecer, un esquema de cómo queríamos que fuera la revista. Un consejo editorial compuesto por un grupo reducido de investigadores jóvenes de diferentes países iberoamericanos que trabajasen de forma asamblearia y totalmente horizontal, para evitar tiranías y despotismos. Un cuerpo de revisores que siguiera la misma lógica y otro de columnistas fijos que fueran reputados y con amplia experiencia.
El proyecto iba cogiendo forma, pero mientras seguíamos organizándonos las ideas nos empezaron a llover regándonos de inspiración. Queríamos usar las redes sociales como fuerza motriz de esa dinámica constante que queríamos aplicar. Entonces buscando un nombre para el proyecto caímos en la cuenta ¿Por qué no crear también una red, donde los componentes puedan crear, compartir y discutir sobre los temas expuestos?
A partir de ahí fuimos creando las herramientas necesarias, de un grupo privado de Facebook pasamos a tener una herramienta moodle con foro, chat y anuncios privados donde hemos dado vida a esta criatura que en menos de seis mese ya se nos está empezando, felizmente, a escapar de las manos. El mayor ejemplo es este primer número que aquí se presenta.
En Iberoamérica Social tenemos como objetivos y finalidades una serie de propuestas que pueden parecer obvias para un proyecto de estas características pero que tristemente casi siempre se pierden en la neutralidad y frialdad académica. A su vez, para otros profesionales y viajeros más experimentados les puede parecer inocente e iluso. Palabras tales como descentralización del conocimiento, respeto por culturas siempre consideradas periféricas, socialización epistemológica, investigadores nóveles, público plural, ciencia humana respetuosa y responsable, justicia social a través del conocimiento, cultura para todos y por supuesto inter y transdisciplienariedad…. Inundan nuestro horizonte e imaginario.
Para cumplir con la parte más académica y rigurosa estamos publicando esta revista digital en PDF que cada semestre girará en torno a un tema planteado previamente. Aparte de otros componentes que componen generalmente una revista de tal índole como artículos libres, reseñas, experiencias y proyectos de investigación, metodologías, etc. Aparte de dar espacio en la misma publicación a pequeños aportes de literatura creativa, ilustraciones y fotografías acordes al tema propuesto para el número.
El material publicado no será olvidado simplemente en la web a espera de que un investigador interesado lo descubra cual tesoro. Nuestro amplio equipo se va a encargar de darle salida a través de redes sociales, blogs ajenos sensibles a la información tratada en la publicación, portales de información, organizaciones e instituciones, etc. La idea es dar la mayor difusión a esa producción que el Consejo Editorial de Iberoamérica Social cree que es un bien precioso para la sociedad y que no debe acumularse en los millones de archivos que ya inundan la web.
La parte más informal y activa es nuestra galaxia de blogs, donde nosotros mismos (el consejo editorial), nuestros columnistas y revisores, publican periódicamente entradas con opiniones, reflexiones o hechos interesantes que puedan generar debate. Es lo que mantiene “viva” nuestra red y está teniendo un éxito inesperado. La última parte que conforma la red y el proyecto en sí, es la de crear una extenso tejido de colaboración con otros proyectos, publicaciones, instituciones, organizaciones, etc. Con los mismos ideales y con propuestas parecidas de ámbitos cercanos. Crear eventos, publicaciones, referencias así como todo lo que se vaya ideando junto con estos otros proyectos. Siempre con los objetivos anteriormente descritos.
Por tanto el nuestro es un proyecto creado e ideado para que esté en constante expansión y que un día transcienda las fronteras originalmente marcadas y pueda ser global. Lo local en lo global, la diferencia en la igualdad.
El tema de este primer número es Estado y movimientos sociales: de la crisis europea al despegue latinoamericano. Elegimos este tema por la actualidad que representa en ambas orillas del Atlántico. La historia no ha sido ajena nunca a los movimientos sociales que luchaban por un futuro mejor, de mejorar el estado y sus instituciones. Lo que hoy nos sorprende y queremos recalcar en este número es esa comparativa transatlántica de estadíos sociales. En Europa resurge con fuerza los movimientos sociales que rellenan los huecos que los estados creen sacrificables según la lógica neoliberal capitalista. Esto está ocurriendo especialmente en los países más castigados por la crisis. En España el caso más sonado es el PAH (Plataforma Antidesahucios) cuya misión es impedir el desahucio que sufren miles de familias cada año por la imposibilidad de pagar las hipotecas. Casas que después de desalojadas hibernan sin habitantes durante años mientras familias enteras viven en la calle. La mayoría de estas familias desalojadas lo son por clausulas e hipotecas basura fruto de la época de “vacas gordas” en España. Actualmente el 20% de las casas en España están vacías, 3,4 millones (según cifras del INE). Otros movimientos sociales potentes se circunscriben a la educación y la sanidad, como son la Marea Verde y la Marea Blanca respectivamente.
A su vez en América Latina surgen desde hace décadas movimientos sociales que exigen derechos o protección para una vida más digna. En este número contamos con una entrevista a la Asociación Nacional Zonas de Reserva Campesina en Colombia y en ella nos explican su nacimiento, su lucha por la tierra, los despojos y la violencia armada. Los sectores de la población normalmente más desamparados hoy en América Latina se vuelven mecanismos de cambio sociales que no solo exigen un lugar digno en la sociedad, sino que buscan cambiar la sociedad latinoamericana en si misma donde la diferencia no solo tenga su espacio sino también voz.
Por último no podemos obviar un fenómeno interesante que une poco a poco a las dos orillas. La incorporación de nuevas masas de población en América Latina a la clase media está acercando intereses y objetivos de los diferentes movimientos sociales. El máximo exponente de este fenómeno son los movimientos estudiantiles que se unen y marchan por todo el mundo iberoamericano por sus derechos y contra la mercantilización de la educación. Colombia, Brasil, Chile, México, España, etc… son protagonistas de un movimiento en plena ebullición que usan las redes sociales y la tecnología para mantenerse informados y apoyarse unos a otros en sus respectivas luchas. Convirtiendo así la reivindicación en global y haciendo ver que los problemas de uno son los problemas de todos en un mundo dominado por la desigualdad y el despojo.
Este número va dedicado a ellos que en realidad somos nosotros, somos todos. En Iberoamérica Social queremos colocar nuestro granito de arena, dándoles salida, difusión y conocimiento.
Esperamos desde el Consejo Editorial que disfruten tanto de este nuestro primer número, como nosotros disfrutamos creándolo.
Gracias a todos nuestros colaboradores, abrazos desde todos los rincones de Iberoamérica.
Consejo Editorial Iberoamérica Social: revista-red de estudios sociales
Nuestros lectores seguramente recordarán que, durante mes y medio, nuestra página web estuvo inactiva. La razón, como informamos a través de nuestras redes sociales, fue un ataque cibernético casi devastador que por poco nos forzó a dar por finalizado un proyecto que empezó hace una década. Pero decidimos seguir, en primer lugar, por un compromiso con autoras y autores que ya habían enviado sus contribuciones, así como con el tiempo invertido por las y los revisores en sus respectivas evaluaciones. Y, en segundo lugar, porque venimos de un proceso de adecuación y redefinición de estrategias para garantizar que Iberoamérica Social continúe siendo un referente de las ciencias sociales en nuestra región.
Esto no ha implicado que los fenómenos sociales se detengan, sino que han cambiado de formas de articulación y acción. Para Iberoamérica Social, este 2022 ha sido de pruebas, iniciativas y reensamblajes que han tenido la intención de hacer perdurar el proyecto y también de mejorarlo para acercarnos cada vez más a nuestro principal, y quizás único, objetivo: convertir este espacio de diálogo y reflexión en un referente de las ciencias sociales de nuestra región.
Es por ello que en esta ocasión presentamos con entusiasmo un número más de Iberoamérica Social bajo la modalidad de temática libre; los siete artículos que integran este número muestran problematizaciones que nacen de la interdisciplina y cuyos hallazgos nos permiten aprehender ese enmarañamiento de acciones y relaciones de nuestra compleja realidad social.
Además de ello, este número es particularmente importante porque es el primero que se genera a partir de una temática libre, esto es, invitando a enviar contribuciones desde el amplio campo de las Ciencias Sociales. El hacer un número de temática general es relevante porque nos permite ampliar la mirada de las Ciencias Sociales sin restringirlo a temáticas que, en algunas ocasiones, son trabajadas por contadas personas; así, este número nos muestra una cantidad de visiones que abonan a la construcción del conocimiento científico-social.
En este sentido, las investigaciones aquí presentadas abordan diferentes fenómenos que nos muestran no solo la complejidad de la realidad social, sino las fronteras que poco a poco se difuminan entre las diferentes Ciencias Sociales. Construir puentes entre las ciencias más que muros nos permitirá enriquecer el quehacer de los científicos sociales en aras de crear, ampliar y cuestionar el conocimiento actual.
Por supuesto, como en todo proyecto humano, y por distintas razones, hay quienes nos han acompañado desde el inicio, quienes lo hicieron durante un periodo de nuestra historia y quienes se están incorporando recientemente. A todas y todos nuestro más sincero y afectuoso agradecimiento. No habríamos recorrido todo este camino sin el esfuerzo y el apoyo de cada una y cada uno de ustedes. Las dinámicas que hemos generado, los resultados obtenidos hasta el momento y las amistades que han ido germinando a lo largo de todo el proceso son parte de las experiencias gratificantes que llenan de vida y alegría esta revista-red.
A lo largo de 2019 países como Ecuador, Haití, Perú o Bolivia fueron escenarios de huelgas, manifestaciones y confrontaciones contra un poder fetichizado que actúa por vía de ajustes neoliberales, violencia institucional, golpes de estado y/o autoproclamaciones. No obstante, el caso paradigmático ha sido Chile, donde la fuerza instituyente de las movilizaciones masivas del último trimestre de 2019 ha logrado materializarse en un nuevo proceso constituyente que ha abierto nuevamente las grandes alamedas que fueron cerradas de forma trágica con la dictadura pinochetista en 1973.
Tales conflictos emergen de la asimetría entre potentes fuerzas tecnoproductivas del capital (las cuales intervienen y rehacen la naturaleza como nunca en la historia) y otros modos de reproducción social vital. Se manifiestan por el creciente colapso de las condiciones de reproducción de la vida humana y no humana provocado por un modo de apropiación y transformación de la naturaleza que resulta insostenible.
Mas as discussões em torno da temática não são novas e constituem um dos pontos fundamentais dos estudos que articulam violência, gênero e política há décadas nas ciências humanas e sociais. Desde pelo menos os anos 1970, quando a ONU inaugurou a celebração da “Década da Mulher”, denúncias ligadas à violência doméstica já apareciam a nível global, exigindo medidas efetivas da parte dos Estados. Diana Russell o Jill Radford em seus trabalhos, já utilizavam então o termo femicide, em inglês, transformado pela antropóloga mexicana Marcela Lagarde, em feminicídio, vocábulo hoje utilizado na América Latina.
En esta nueva edición de Iberoamérica Social decidimos trabajar sobre el campo educativo al ser un elemento fundamental para comprender y analizar la actual situación de las sociedades iberoamericanas. Por un lado, el estudio de su historia nos permite usarlo como transporte para conocer el porqué de las condiciones sociales del presente, mientras que la profundización analítica y rigurosa sobre las condiciones, perspectivas y prácticas del presente nos permite vislumbrar si la educación ha aprendido de los errores del pasado y sobre qué bases filosóficas se asienta para ejercer de formadora de la futura sociedad.
La raza constituye el primer criterio para clasificar y distribuir a las poblaciones del mundo, a través de la creación de identidades históricas, provocando a su vez una división racial del trabajo. En este marco, los pueblos colonizados se convirtieron en razas inferiores, y en mano de obra barata y/o esclava para producir mercancías para el mercado mundial. Las formas de dominación colonial se erigieron como patrón global de poder capitalista, lo que Quijano apodó como colonialidad del poder.
Dentro la colonialidad, se impone un imaginario social (sustentado desde el eurocentrismo), en que se naturaliza la dominación y hegemonía blanca. Los sujetos oprimidos, los “otros”, se verán desde la óptica de quienes le dominan, configurando una nueva colonialidad, la del sujeto, en que el racismo es una de sus variables.
Iberoamérica Social nació teniendo entre sus finalidades resignificar conceptos como el de frontera desde todas sus perspectivas. En la construcción del proyecto criticamos la limitada y tradicional definición de frontera como lugar de separación/ruptura entre dos espacios. Por el contrario, pretendemos situarla como un terreno de inabarcable riqueza en el que surge el encuentro entre las diferencias y, a partir de su conocimiento, el respeto a ellas, estableciendo caminos de mutua colaboración que favorezcan la convivencia y amplíen las posibilidades de crecimiento de las diferentes partes que comparten frontera. Es decir, planteamos la frontera como un lugar difuso que no se restringe a las limitaciones geográficas, sino que se amplía a todos los espacios donde se encuentran las diferencias y surgen posibilidades de conocimiento, convivencia y colaboración entre dos o más realidades diferentes.
Talvez o fato de ter minhas raízes nos alicerces da construção artística pertencente ao universo (deformado pelo capitalismo) burguês do que se entende como mundo da cultura, no seu sentido lato de mercadoria, possa ter me oferecido ferramentas consistentes para, ao ingressar nas mobilizações sociais, utilizá-las em benefício da criação de materiais políticos. Ao não abandonar de todo o meu natural pertencimento familiar (filho de artistas) a “Cultura” com maiúsculas, não me vi obrigado a produzir obras de caráter panfletário, no pior sentido do termo, como aquele que apenas serve a uma única proposta monolítica, sem bifurcações, nuances e possibilidades de transformações programáticas no horizonte. Tanto é que neste longo percurso de aliar a Arte e a Política nunca deixei de construir obras que dizem respeito a personagens da Cultura e da História, em especial da literatura, do teatro e da plástica. Intuo isto como um perigoso desafio de transitar uma zona fronteiriça onde as margens se constituem no sentido do roteiro e a própria bússola da viagem, acrescentando sempre novos domínios de conhecimento a temas por si só complexos e irresolúveis no curto prazo. Cito como exemplo os trabalhos audiovisuais desenvolvidos na área educativa, onde os planos culturais e políticos – a própria formação dos corpos docente e discente – são indissociáveis.
Los textos son interpretaciones que surgen de las relaciones sociales que les dan origen. Son posturas que se evidencian a través del pensamiento y que se manifiesta a través de la escritura, por tanto son acciones sociales y en ese sentido hay que contextualizarlos.
Analizar las luchas, los derechos y los espacios en torno a la diversidad y el género supone problematizar primero algunas de estas categorías en sus contextos. Es por ello que cuando por ejemplo nos situamos desde Latinoamérica y El Caribe, necesariamente debemos comprender que esta región, ha sido producto, como señala Enrique Dussel, de una trilogía: capitalismo, colonialismo y modernidad. Este trio de acontecimientos y fenómenos ha marcado el devenir de la mayoría de los países en la política, en la economía, en lo cultural, en fin, en todas las relaciones sociales. Estas relaciones sociales han estado sustentadas con base a un paradigma moderno: hombre blanco, con privilegios de clase, heterosexual, padre y católico, producto del colonialismo europeo. Lo demás se constituye en lo “otro”: las mujeres, las y los indígenas, las y los negros, gays, lesbianas, personas trans.
La concreción de esta otredad ha significado un sinnúmero de violencias, discriminaciones, exclusiones hacia estos diversos sujetos, que en la lógica moderna solo son reconocidos en tanto conforman la diferencia colonial.
Si bien en los últimos años con las reformas constitucionales que se han dado en diferentes países y producto de las luchas de muchos movimientos sociales por el reconocimiento, muchos y muchas ya son nombrados, muchas veces reconocidos en el espectro de las naciones pluriculturales y plurinacionales, pero siguen siendo lo otro, pues el paradigma moderno sigue intacto, se convierte incluso en una necesidad a la que muchos movimientos y sujetos aspiran ser a través de demandar políticas de la igualdad, pues las condiciones materiales del lugar que ocupan son desiguales, en torno a derechos, a acceso a servicios, a vivir dignamente, y es porque precisamente el reconocimiento a la diversidad no garantiza las transformaciones sociales necesarias para que dejen de ser “lo otro”.
En ese sentido la diversidad, sino implica la eliminación de desigualdades sociales no es otra cosa que una forma de multiculturalismo liberal, que crea una serie de discursos potables, incluso políticas estatales y de reconocimiento de ciertos derechos que al final siguen manteniendo el status quo.
Es necesario entender que categorías políticas como indígenas, negras y negros, mujeres, lesbianas, gays, trans, han sido construidas por las mismas opresiones: indígenas, negros y negras por el racismo, mujeres, trans, gays, lesbianas por el heterosexismo, aunque la utilicemos para la política, para la movilización de forma estratégica. Esto supone entender que las identidades son construidas, no son fijas y deben ser contextualizadas y comprenderlas en un entramado de opresiones que funcionan de forma imbricada. No es posible por ejemplo entender las relaciones de género sin las relaciones de raza y clase y sexualidad, porque de lo contrario estaríamos reproduciendo lógicas binarias, heterocéntricas y racistas. Tampoco es posible entenderlas sin una comprensión compleja de los contextos. No es lo mismo ser una mujer indígena o negra a una mujer blanco-mestiza, en el ámbito rural o urbano, o un hombre negro pobre de una comunidad latinoamericana o caribeña a un hombre blanco heterosexual de España, por ejemplo.
Si bien son importantes el reconocimiento de las diversas experiencias de sujetos, creo que lo fundamental es una lucha por acabar con las opresiones que dieron origen a estas categorías. Más allá de luchar por el reconocimiento de ser negra, mujer, o lesbiana, es necesario acabar con el racismo, con el sexismo y el heterosexismo, una lucha que no puede ser fragmentada, sino imbricada, lo cual supone alianzas permanentes entre movimientos sociales que buscan transformar de raíz las relaciones sociales basadas en las desigualdades.
Es por lo anterior que analizar las luchas, los espacios, los derechos supone una toma de postura ética en torno a como han tenido lugar las relaciones sociales y no asumirlas como naturales. Supone historizar, analizar sus construcciones a partir de entender cómo se ha construido la hegemonía cultural, económica, social, que aún hoy siguen sosteniendo muchas de las élites de nuestros países.
Este ejercicio, es epistémico a la vez que político, pues busca en primer lugar, una reinterpretación de los hechos históricos desde posturas subalternas; en segundo lugar, busca la creación de pensamiento crítico que no solo se quede en un juego de palabras en jergas académicas, sino fundamentalmente, en provocar acciones colectivas que propendan por acabar con las desigualdades sociales y así lograr la transformación social.
Espero que estos artículos sean una provocación para ello.
Ochy Curiel
Activista lésbico Feminista, antirracista y decolonial.
Docente de la Universidad Nacional de Colombia.
Para algunos corresponde a la mundialización e interdependencia de las relaciones económicas, de los flujos comerciales y financieros que ocurren en distintas zonas del planeta. También se le ha asociado a la interconexión de los flujos de información.
A nivel cultural se le puede visualizar como un proceso de difusión y homogeneización, en que se configura un lenguaje común que tiende a negar sistemáticamente las diferencias. Se instala un modelo de vida que tiende hacia la uniformidad de los sujetos, pero al mismo tiempo ha sido un espacio privilegiado de encuentro en la diversidad. Mientras más se nos imponen parámetros universales más locales nos hemos vuelto. Hoy en ciudades como Buenos Aires y Santiago de Chile nos encontramos con agrupaciones de danza y música andina, compuestas por mestizos, migrantes del norte del país, de Bolivia y Perú, que han posicionado festividades y ritualidades aymara y quechua, en pleno contexto citadino.
Para los diversos movimientos sociales la globalización se presenta como el contexto de transformación de los escenarios donde se sitúan, que va desde lo local a lo global, o como diría García Canclini, en lo “glocal”, coexistiendo prácticas de resistencia con reelaboraciones identitarias modernas.
La globalización no es un fenómeno nuevo, está asociada al propio desarrollo del sistema capitalista y sus distintas fases, que está caracterizado por un incremento sustancial del capital transnacional en las economías de los países “centrales”.
Uno de sus principales elementos ha sido el debilitamiento y retroceso del Estado, disminuyendo los canales de participación y negociación colectiva, pero al mismo tiempo nos encontramos ante diversas movilizaciones que han posicionado demandas indígenas, medioambientales, de género, entre otras, como ejes de una actoría social a nivel mundial, con expresión en lo local.
Hoy los movimientos sociales y las organizaciones muestran una alta capacidad de actuar políticamente frente al Estado y los gobiernos de turno, en que se despliegan estrategias que van desde un trabajo conjunto con organismos nacionales e internacionales, en un entorno internacional de reconocimiento de sus derechos, hasta el advenimiento de diversas prácticas de poder comunal, de corte autonomista.
En Iberoamérica y el mundo la resistencia se ha globalizado. Lo que a simple vista parece imposible, por la misma condición de normalización y negación de lo diverso que ha traído la actual mundialización, está ocurriendo. Los propios movimientos sociales han usado los medios de comunicación para masificar sus reivindicaciones, basta sólo pensar en el caso del EZLN en México, donde la circulación constante en internet de diversas declaraciones y escritos ha potenciado la cercanía de un conjunto de actores mundiales con el zapatismo.
Las luchas locales se articulan en plataformas internacionales. Es así que en países como Chile y Argentina, campesinos, indígenas y organizaciones medioambientales se organizan de manera conjunta en contra de transnacionales como Barrick Gold, agente principal de la explotación minera que ha puesto en peligro un conjunto de glaciares milenarios.
¿Qué rol le toca a las Ciencias Sociales en este contexto?
Las Ciencias Sociales surgen al alero de la modernidad, constituyendo diversos conocimientos sistemáticos sobre la realidad, a través de la búsqueda de leyes naturales universales sobre la base de la idea de progreso.
A partir del siglo XIX, y en el XX, se crean estructuras institucionales para la creación y profesionalización de las disciplinas, ya que la investigación sistemática requería de múltiples zonas diferenciadas de la realidad, con énfasis en la neutralidad del estudioso.
Durante la década de los sesenta se da inicio a una serie de críticas que tienen como eje la propia descolonización de las Ciencias Sociales, sobre todo a partir del cuestionamiento de la idea de objetividad y por la falta de compromiso de los intelectuales con los sujetos y las colectividades que han sido históricamente investigadas por ellos. De a poco se ha ido asumiendo que todo conocimiento es una construcción social, siendo fundamental dialogar e integrar las múltiples perspectivas de mundo, como una forma de validar las diversas formas de conocimiento, y no únicamente la académica.
Ante la globalización de las luchas, como cientistas sociales y además como parte de los movimientos sociales, se nos presenta el gran desafío de articular ambas instancias, a partir del mutuo conocimiento y reconocimiento, no sólo desde el respeto sino sobre todo desde la convivencia entre nosotros, y no entre “otros”.
Somos comunidades pensantes, vivas, activas, que resistimos pero además que proponemos nuevas y reivindicamos antiguas formas de vincularnos, desde lo local pero dialogando en lo global.
Francisca Fernández Droguett
Colectivo de Danzas Andinas Quillahuaira (Chile)
Antropóloga
No es una revista académica más, es también una red de creadores y difusores de conocimiento en el campo de los estudios sociales. Una red transoceánica que conecta un mundo relacionado pero que a su vez como diría Eduardo Galeano: “está preñado de munditos”.
La idea era la de crear una revista, así de simple. Crear nuestro propio proyecto de revista académica digital como tantas hay, pero intentando ofrecer no solo calidad y rigurosidad, sino también frescura y continua actualización. Para ello apuntamos en nuestra pequeña libreta, con la Bahía de Todos los Santos ofreciéndonos un explosivo atardecer, un esquema de cómo queríamos que fuera la revista. Un consejo editorial compuesto por un grupo reducido de investigadores jóvenes de diferentes países iberoamericanos que trabajasen de forma asamblearia y totalmente horizontal, para evitar tiranías y despotismos. Un cuerpo de revisores que siguiera la misma lógica y otro de columnistas fijos que fueran reputados y con amplia experiencia.
El proyecto iba cogiendo forma, pero mientras seguíamos organizándonos las ideas nos empezaron a llover regándonos de inspiración. Queríamos usar las redes sociales como fuerza motriz de esa dinámica constante que queríamos aplicar. Entonces buscando un nombre para el proyecto caímos en la cuenta ¿Por qué no crear también una red, donde los componentes puedan crear, compartir y discutir sobre los temas expuestos?
A partir de ahí fuimos creando las herramientas necesarias, de un grupo privado de Facebook pasamos a tener una herramienta moodle con foro, chat y anuncios privados donde hemos dado vida a esta criatura que en menos de seis mese ya se nos está empezando, felizmente, a escapar de las manos. El mayor ejemplo es este primer número que aquí se presenta.
En Iberoamérica Social tenemos como objetivos y finalidades una serie de propuestas que pueden parecer obvias para un proyecto de estas características pero que tristemente casi siempre se pierden en la neutralidad y frialdad académica. A su vez, para otros profesionales y viajeros más experimentados les puede parecer inocente e iluso. Palabras tales como descentralización del conocimiento, respeto por culturas siempre consideradas periféricas, socialización epistemológica, investigadores nóveles, público plural, ciencia humana respetuosa y responsable, justicia social a través del conocimiento, cultura para todos y por supuesto inter y transdisciplienariedad…. Inundan nuestro horizonte e imaginario.
Para cumplir con la parte más académica y rigurosa estamos publicando esta revista digital en PDF que cada semestre girará en torno a un tema planteado previamente. Aparte de otros componentes que componen generalmente una revista de tal índole como artículos libres, reseñas, experiencias y proyectos de investigación, metodologías, etc. Aparte de dar espacio en la misma publicación a pequeños aportes de literatura creativa, ilustraciones y fotografías acordes al tema propuesto para el número.
El material publicado no será olvidado simplemente en la web a espera de que un investigador interesado lo descubra cual tesoro. Nuestro amplio equipo se va a encargar de darle salida a través de redes sociales, blogs ajenos sensibles a la información tratada en la publicación, portales de información, organizaciones e instituciones, etc. La idea es dar la mayor difusión a esa producción que el Consejo Editorial de Iberoamérica Social cree que es un bien precioso para la sociedad y que no debe acumularse en los millones de archivos que ya inundan la web.
La parte más informal y activa es nuestra galaxia de blogs, donde nosotros mismos (el consejo editorial), nuestros columnistas y revisores, publican periódicamente entradas con opiniones, reflexiones o hechos interesantes que puedan generar debate. Es lo que mantiene “viva” nuestra red y está teniendo un éxito inesperado. La última parte que conforma la red y el proyecto en sí, es la de crear una extenso tejido de colaboración con otros proyectos, publicaciones, instituciones, organizaciones, etc. Con los mismos ideales y con propuestas parecidas de ámbitos cercanos. Crear eventos, publicaciones, referencias así como todo lo que se vaya ideando junto con estos otros proyectos. Siempre con los objetivos anteriormente descritos.
Por tanto el nuestro es un proyecto creado e ideado para que esté en constante expansión y que un día transcienda las fronteras originalmente marcadas y pueda ser global. Lo local en lo global, la diferencia en la igualdad.
El tema de este primer número es Estado y movimientos sociales: de la crisis europea al despegue latinoamericano. Elegimos este tema por la actualidad que representa en ambas orillas del Atlántico. La historia no ha sido ajena nunca a los movimientos sociales que luchaban por un futuro mejor, de mejorar el estado y sus instituciones. Lo que hoy nos sorprende y queremos recalcar en este número es esa comparativa transatlántica de estadíos sociales. En Europa resurge con fuerza los movimientos sociales que rellenan los huecos que los estados creen sacrificables según la lógica neoliberal capitalista. Esto está ocurriendo especialmente en los países más castigados por la crisis. En España el caso más sonado es el PAH (Plataforma Antidesahucios) cuya misión es impedir el desahucio que sufren miles de familias cada año por la imposibilidad de pagar las hipotecas. Casas que después de desalojadas hibernan sin habitantes durante años mientras familias enteras viven en la calle. La mayoría de estas familias desalojadas lo son por clausulas e hipotecas basura fruto de la época de “vacas gordas” en España. Actualmente el 20% de las casas en España están vacías, 3,4 millones (según cifras del INE). Otros movimientos sociales potentes se circunscriben a la educación y la sanidad, como son la Marea Verde y la Marea Blanca respectivamente.
A su vez en América Latina surgen desde hace décadas movimientos sociales que exigen derechos o protección para una vida más digna. En este número contamos con una entrevista a la Asociación Nacional Zonas de Reserva Campesina en Colombia y en ella nos explican su nacimiento, su lucha por la tierra, los despojos y la violencia armada. Los sectores de la población normalmente más desamparados hoy en América Latina se vuelven mecanismos de cambio sociales que no solo exigen un lugar digno en la sociedad, sino que buscan cambiar la sociedad latinoamericana en si misma donde la diferencia no solo tenga su espacio sino también voz.
Por último no podemos obviar un fenómeno interesante que une poco a poco a las dos orillas. La incorporación de nuevas masas de población en América Latina a la clase media está acercando intereses y objetivos de los diferentes movimientos sociales. El máximo exponente de este fenómeno son los movimientos estudiantiles que se unen y marchan por todo el mundo iberoamericano por sus derechos y contra la mercantilización de la educación. Colombia, Brasil, Chile, México, España, etc… son protagonistas de un movimiento en plena ebullición que usan las redes sociales y la tecnología para mantenerse informados y apoyarse unos a otros en sus respectivas luchas. Convirtiendo así la reivindicación en global y haciendo ver que los problemas de uno son los problemas de todos en un mundo dominado por la desigualdad y el despojo.
Este número va dedicado a ellos que en realidad somos nosotros, somos todos. En Iberoamérica Social queremos colocar nuestro granito de arena, dándoles salida, difusión y conocimiento.
Esperamos desde el Consejo Editorial que disfruten tanto de este nuestro primer número, como nosotros disfrutamos creándolo.
Gracias a todos nuestros colaboradores, abrazos desde todos los rincones de Iberoamérica.
Consejo Editorial Iberoamérica Social: revista-red de estudios sociales
La idea de hacer un libro colectivo surgió a mediados del año de 2015. Por aquel entonces el proyecto cumplía dos años de existencia y el éxito de la propuesta se evidenciaba. Cada día crecía el número de lectores, los blogs se escribían con más calidad y diversidad, las entrevistas abarcaban cada vez más personalidades y entidades de peso en Iberoamérica y las revistas académicas semestrales iban ganando presencia en indexaciones y citaciones. Esto, para un proyecto realizado desde el voluntariado total, ocupando el tiempo de personas inmersas en las intrincadas complejidades de sus propias vidas, es un logro maravilloso, del que me siento orgulloso como uno de sus miembros fundadores.
May Puchet.
Profesora Adjunta en el Instituto Escuela Nacional de Bellas Artes, Facultad de Artes, UdelaR.
Integrante de la Red Conceptualismos del Sur https://redcsur.net/
Como resultado de su investigación sobre el arte en tiempos de dictadura en Uruguay, en 2014 publicó el libro: Octaedro, Los Otros y Axioma. Relecturas del Arte Conceptual en el Uruguay durante la dictadura (1973-1985). Montevideo, Editorial Yaugurú, ISBN: 978-9974-8453-7-4
En 2016 recibió el Primer Premio Nacional de Literatura del Ministerio de Educación y Cultura, en la categoría Ensayos sobre Arte.
Es responsable en investigaciones y cursos sobre Estéticas Contemporáneas, Arte Latinoamericano, Arte y prácticas colaborativas, Investigación y producción en estrategias creativas y otros asuntos que la colocan en una perspectiva de compromiso en la compleja la noción de artista contemporáneo.
Yuderkys Espinosa Miñoso, nacida en Santo Domingo, República Dominicana, es una de las más importantes voces sobre feminismo decolonial antirracista. También es una importante activista del Grupo Latinoamericano de Estudios, Formación y Acción Feminista (GLEFAS) mediante el cual llevan a la práctica las reflexiones teóricas envuelta en su producción de conocimiento.
Nelson Maldonado-Torres, nacido en Puerto Rico, es docente en la Universidad Estadual de Nueva Jersey. Posee una gran producción sobre la teoría decolonial, siendo especialmente importantes sus contribuciones hechas al giro decolonial. Además de su producción teórica es un activista envuelto en diferentes movimientos sociales.
A través de esta entrevista Viviane realiza um recorrido nas problemáticas e assimetrias das existencias trans, dentro de uma sociedade e um Estado Cis-sexista e dos desafios que implica pensar, existir e agir dentro dos rotulos padronizados destes.
En la entrevista recorre con un excelente rigor analítico temas como las bases del Feminismo Decolonial, la crítica de éste al Feminismo clásico, la importancia del antirracismo dentro de los paradigmas feministas o la situación actual del movimiento en América Latina.
Además de esto ha trabajado interdisciplinarmente campos del saber como la teología, la historia, la economía y la ética. Doctor Honoris Causa en diversas universidades del mundo, Freiburg, Buenos Aires o La Paz, Bolivia, tiene en su haber más de cuarenta libros publicados.
En la actualidad continúa su Cátedra de pensamiento crítico en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, de la cual fue Rector y desde donde ha explicado recientemente la obra 16 Tesis de Economía Política (Siglo XXI, 2014). Hoy igualmente se reeditan sus obras en las cuales dialogó con filósofos como K. O. Apel.
La idea de hacer un libro colectivo surgió a mediados del año de 2015. Por aquel entonces el proyecto cumplía dos años de existencia y el éxito de la propuesta se evidenciaba. Cada día crecía el número de lectores, los blogs se escribían con más calidad y diversidad, las entrevistas abarcaban cada vez más personalidades y entidades de peso en Iberoamérica y las revistas académicas semestrales iban ganando presencia en indexaciones y citaciones. Esto, para un proyecto realizado desde el voluntariado total, ocupando el tiempo de personas inmersas en las intrincadas complejidades de sus propias vidas, es un logro maravilloso, del que me siento orgulloso como uno de sus miembros fundadores.
En este entramado de relaciones sobre el que se basa la sociedad se acepta de forma unánime que los sistemas educativos se sitúan como uno de los núcleos esenciales para su vertebración. Los sistemas educativos son considerados como el conjunto de instituciones educativas que preparan a los estudiantes para su inserción en la sociedad como ciudadanos, formándolos en los contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales considerados como indispensables para el desarrollo social. Sin embargo, ¿Qué es el desarrollo social? ¿Cuáles son esos contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales para alcanzar tal desarrollo? ¿Son objetivos o subjetivos tales contenidos? Se intentarán esclarecer estas preguntas a lo largo del presente texto para dar introducción a un desarrollo más específico al respecto de estos temas en los capítulos posteriores escritos por las compañeras.
Para aquel lector desprevenido es preciso especificar en estas páginas, que la antropología pretende acceder al conocimiento de una realidad social, para luego compartirla y aprovecharla dentro y fuera del ámbito académico. La antropología se asimila estratégicamente al arte en un intento por comprender e interpretar fenómenos, situaciones y procesos que observa y describe (Moya, 2008).
Ter alguém que pareça Napë no grupo significa ter um elo de comunicação e diferenciação com agentes externos, sejam homens do governo, sejam outros grupos vizinhos. Assim é decidida a minha existência, ao nascer, para ser uma representação social de interesses terceiros. Não lhes interessa quais são os meus objetivos, planos ou metas quando criança ou como pessoa adulta. Já escolheram por mim, vide meu nome: Sou e serei Napë. Eu não sei se sou tão Napë como meu pai é dito e visto, ou se meu pai é tão Napë como afirmam.
En Europa, luego de la Primera y Segunda Revolución Industrial más concretamente, los movimientos sociales eran comenzados por trabajadores fabriles en reclamo de mejoras salariales. Estos trabajadores movilizados se encontraban conscientes de su pertenencia de clase y pertrechados intelectualmente con un acervo ideológico que reconoce sus raíces en la Revolución Francesa.
No obstante, es menester mencionar que dichos contextos cambian con el tiempo. Así se vuelven históricos. Hoy, la sociedad actual se encuentra en un proceso de reconfiguración consecuente con la fase actual del capitalismo, es decir la globalización. Esta fase tiene como objetivo redelinear las funciones de los Estados-Naciones a partir del eje económico; si bien, el Estado-Nación surgió como un ente encargado de preservar y salvaguardar el interés común a partir de su incursión en partes funcionales y administrativas de la vida social, lo cierto es que, ahora se está delimitando a ser un garante del desarrollo libre y sin consecuencias del capital en su modo financiero-especulativo.
Paco Gómez Nadal.
Inicio: 5 de octubre de 2020
Duración: 6 semanas
Más información en: https://formigas.iberoamericasocial.com/herramientas-teorico-conceptuales-para-el-analisis-de-la-crisis-socioambiental-en-america-latina/