Béla Tarr y Laszlo Krasznahorkai dijeron: qué hueva comprimir una novela en una película de 2 horas. Mejor filmemos cada uno de los detalles y hagamos la adaptación más fiel y literal habida y por haber.
La vi con mis amigos. Necesitamos dos descansos para no perder la cordura. Ojalá tuviera siete horas más para ver de nuevo esta obra maestra.