Columbitas de maíz.
Mi nombre no viene del mineral óxido sino de un juego de palabras ornitológico.
—Oye, ¿tú... qué opinas de Freud?
—¿Freud...? Un imbécil.
A un amigo se le paralizó la cara tras jugar a «Monster Hunter» durante varias horas seguidas.
He sufrido lo mismo viendo esta película.
Si quieres escribir un cuento con atmósfera mágica y folclórica no utilizas una prosa seca y costumbrista.
Si quieres diseñar un personaje lleno de metáfora visual no lo dibujas con formas realistas.
De igual modo, si quieres filmar una película con animales personificados, llenos de emociones humanas y canciones que, para más inri, reinterpreta un clásico lleno de personalidad estética, no escoges la animación hiperrealista.
El problema aquí es de base: la película no funciona con animales reales. Cualquier creativo…
No creo que aporte nada nuevo al mundo del costumbrismo ni creo que, lo que cuenta, lo cuente con el suficiente ingenio como para disfrutar de lo que, a la hora de la verdad, son monólogos bastante normalitos de personajes típicos que viven situaciones genéricas en este tipo de obra.