Entre piezas arqueológicas antiguas y un anhelo por encontrarse con un ser querido que ha dejado esta vida, La Chimera se mueve lentamente, con un ritmo que se siente como ir desenterrando un tesoro poco a poco, y creo que eso la hace hermosa, más con ese bello final, en el que Arthur, después de pasarse la vida saqueando tumbas para encontrar tesoros, encuentra su muerte y a quien estaba buscando.
"No fuiste hecha para los ojos de un hombre"