Con esta obra, estrenada en el Festival Internacional de Cine Documental de Ámsterdam (IDFA), Solórzano ratifica las virtudes para la narración documental que ya había comenzado a mostrar en su mediometraje La Bohemia (2018), tales como la creación de atmósferas palpables y la precisión con la que captura a los sujetos filmados.
La cámara de Solórzano se integra con naturalidad en el entorno, logrando que en el espectador cale esa sensación de incomodidad y estrés, de estar al lado de un extraño en una fila, con la angustiosa incertidumbre de si se podrá o no completar el trámite urgente.
Crítica por Armando Quesada: www.krinegrafo.com/2021/09/avanzare-tan-despacio-instituciones-humanas/