Dos palabras: qué gonorrea.
Mentiras. La verdad siento que, aunque no se sienta mucho, es una película bastante emotiva y reflexiva. No hubo momento en que no pensara en el amor entre hermanos como una fuerza de entrelazo y cobijo ante la adversidad, el infortunio y, también, en medio de la gloria y la cotidianidad.
Siento que retrata muy bien lo que es la cultura gringa y, por eso mismo, logró generarme incomodidad de una manera bien lograda. Además de…