Total ochentas.
Sí, hay cosas que están terriblemente mal, y todos lo sabemos. Pero, oye: increíbles outfits, bailes locos, diálogos surrealistas, peinados maravillosos, un guion absurdo y una moto morada. Y, sobre todo, auténticos TEMAZOS. Una locura (guapísimo verla en el barbican con palomitas y Jaime y Dreis, btw).