Memory is a strange thing.
Por siempre la película que me gustaría para poder verla por primera vez de nuevo. Su exploración del lenguaje, la memoria, el amor y la política es increible. Todo enmarcado con un soundtrack perfecto, una fotografía solemne y Amy Adams. No se necesita nada más.
Un hermoso pero crudo retrato sobre la desesperanzadora realidad sobre ser mujer y la vida de la posguerra. Una película que me hizo llorar del coraje y la impotencia, de ver de lo que somos capaces como humanos. A través de su fotografía y su sonido, de las escalas de grises y el constrate entre blanco y negro, la película retrata los diferentes claroscuros de la humanidad, y el como la luz con la que vemos las cosas afecta directamente en nuestra percepción y entendimiento sobre las mismas, como lo fue en el juego de luces y rostros en la secuencia del inicio.
Finalmente pude ver está película en IMAX, el soundtrack es increíble, carga con toda la emoción de a película (recomendado ver el video de Jaime Altozano en Youtube al respecto).
