SPICY, esta película es una obra maestra del caos criminal. Desde el primer minuto, te engancha con su ritmo frenético, su humor oscuro y ese elenco espectacular que parece haber nacido para estos papeles. Brad Pitt como el gitano inentendible, Jason Statham con su estilo sarcástico, y el resto del cast aportando una energía única que hace que la película se sienta como un subidón constante.
Pero lo más importante: con mamá nadie se mete. Si algo dejó claro esta…