Prometia mucho su elenco de actores y su introducción inicial, pero empieza a desinflarse con su ritmo irregular y torpe. Y por si fuera poco, la química que tanto prometia entre Ryan Gosling y Emma (de mi vida) Stone es de lo peor de la película. Ella parece un florero mal ubicado y el señor Gosling parece pedir a gritos que el director grite ¡¡CORTEN!! para irse a fumar un pitillo.