Muy divertida y con varias capas, como todas las de Pixar. Aunque conociendo sus estándares podría etiquetarse de obra menor y quizá sea un poco irregular en ritmo y flujo de bromas. Aunque compararla con joyas de la historia del cine como Toy Story 3 o Up! es injusto y cruel.
Muy bien también el mensaje que lanza, un poco a contracorriente, de que la filosofía del esfuerzo por el esfuerzo a veces no tiene mucho sentido.
Supongo que hay que comulgar bastante intensamente con el formato para disfrutarla a muchos niveles, pero algunos segmentos como el demencial Safe Haven tienen fuerza, originalidad y actitud gamberra y desacomplejada de sobras.
Quizá le falte la frescura de la primera V/H/S, pero creo que sus motivaciones siguen intactas: convertirse en un fenomenal tren de la bruja, paradójicamente, de la era digital.
Tenía el cine oriental un poco aborrecido (exceptuando The Raid, claro; menudo locurote), pero el otro día enganché por casualidad esta historia coreana sobre venganza y sadismo y, joder, qué bonito desfile se salvajadas. Casi la catalogaría como prolongación espiritual de la Trilogía de la venganza de Park Chan-Wook porque en esencia aprieta las mismas tuercas: drama desgarrador, un poquito de ultraviolencia, algo de preciosismo visual (hay un plano secuencia giratorio en el interior de un coche absolutamente demencial), personajes…
Malrollismo a paladas y una ineludible sensación de que algo malo va a pasar desde el primer cuarto de hora. A poco que uno le eche algo de empatía y se meta en el pellejo del gran Mads Mikelsen se da cuenta de que Jagten está más cerca del terror social que del drama. Brillante de principio a fin, con un cierre ambiguo y abierto a interpretaciones.
