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ODONTOLOGÍA EN AMÉRICA

CONTENIDO DEDICATORIA 2 INTRODUCCIÓN 3 CAPÍTULO I 4 ODONTOLOGÍA EN AMÉRICA 4 CAPÍTULO II 9 ODONTOLOGÍA EN LA CULTURA AZTECA 9 2.1 CULTURA AZTECA 9 2.2 ODONTOLOGÍA EN LA CULTURA AZTECA 13 CONCLUSIONES 16 RESUMEN 17 ANEXOS 19 BIBLIOGRAFÍA 21 DEDICATORIA Dedico este trabajo a mis padres y docentes porque cada día se esfuerzan en enseñarnos lo mejor y en hacer cumplir nuestros anhelos y así lograr nuestros objetivos para lograr ser buenos profesionales en el futuro INTRODUCCIÓN La Odontología es una rama de la medicina que estudia las enfermedades de los dientes y tejidos blandos de la cavidad oral, practicando tanto la prevención como los tratamientos. Este cuidado ha sido desde siempre una prioridad para el ser humano y se cree que las técnicas de preservar la funcionalidad de las piezas dentales comenzaron casi al mismo tiempo que el desarrollo de la agricultura. La especie humana ha tenido problemas dentales desde sus comienzos, ante lo cual ha ido buscando diferentes soluciones. Es así como diversas culturas, sin ninguna relación entre ellas, trataron de buscar alternativas de tratamientos para el edentulismo (carencia o pérdidas de piezas dentales), practicando la implantología dental de diferentes maneras y legándonos a la vez los primeros vestigios de esta técnica. La evidencia prehistórica muestra la larga evolución de las intervenciones paliativas y curativas en diferentes culturas. Estas investigaciones ponen al descubierto que el cuidado de la salud bucal fue una preocupación constante dentro de los pueblos primitivos. Incluso, la práctica de incrustar piedras preciosas, sobre todo en cavidades realizadas en los incisivos superiores e inferiores, demuestra la importancia estética que los dientes tenían dentro de las antiguas culturas. CAPÍTULO I ODONTOLOGÍA EN AMÉRICA La cultura Maya, Azteca e Inca representativas de la América precolombina, no llegaron a practicar una odontología verdaderamente restauradora para el mantenimiento o el mejoramiento de su salud oral, más bien practicaron habilidosos trabajos con los dientes que tenían propósitos ornamentales o estrictamente rituales o religiosos, pero su principal incentivo era el adorno personal, practicaban la mutilación de la dentadura e incrustaban piedras preciosas tanto en los incisivos inferiores como superiores. A pesar de no existir pruebas sobre la práctica de la limpieza o raspado de los dientes en estos pueblos amerindios, tenían un alto concepto de una boca limpia, y por eso usaban una gran variedad de emplastos o potingues, empleando el tabaco como efecto limpiador, la cal, las gomas, resinas y raíces de planta que eran masticables tanto como para prevenir el mal de muela y las adecciones de las encías, así como para limpiar la boca. La mayoría de las afecciones dentales eran manejadas por los chamanes a través de rezos, piedras, plantas medicinales y exodoncias. A partir de las referencias históricas dispersas en diferentes tratados antropológicos y etnohistóricos, se tiene referencia de la condición bucodental de estos primeros pobladores o aborígenes presentaban una situación paradójica; con relación a la caries dental, la situación excelente el 88% de sus dientes estaban libre de esa patología, pues la mayoría de los cráneos de las personas jóvenes presentaban la totalidad de sus dientes libres de caríes dentales. En cambio más del 80% de sus dientes registraban atrición o desgaste del esmalte dental, hasta llegar a extremos como la exposición pulpar generados por la preparación de sus alimentos con cal para ablandarlos, lo cual producía un desgaste del esmalte debido a la masticación de esa sustancia abrasiva. Con la llegada de los españoles a tierras americanas las practicas curativas de los indígenas en cuestiones de afecciones dentales, aunque continuaron realizándose, sufrieron el impacto de las costumbres y formación de españoles y portugueses, que como vimos desde el siglo XV habían empezado a reglamentar el ejercicio de la odontología con exclusividad de los médicos, para evitar las practicas rudimentarias de barberos y charlatanes. Al parecer debido al contacto violento de europeos e indígenas, se practicó una odontología de guerra, es decir con actividades orientadas a combatir los traumas causados por la violencia y a suprimir los dolores provenientes de las caries y las periodontopatías. También es probable que el servicio odontológico prestado a los soldados o conquistadores españoles, fuera realizado por los médicos que vinieron con ellos, quienes por reglamentación era n los únicos autorizados para ejercerlo, y posteriormente algunos empíricos que se formaron al lado de esos protomédicos. Los Indígenas a quienes habían considerados como “menores de edad”, “salvajes”, y como “objetos” se excluían de este tipo de servicio como de toda condición de igualdad, frente a los recién llegados de los imperios ibéricos. De allí que continuaran con sus tradicionales practicas curativas. 4 Durante la Colonia, los protomédicos continuaron prestando los servicios odontológicos así como los que de formaron legalmente en la Nueva Granada, además de los empíricos que se capacitaron al lado de ellos o por su propia cuenta, solo a principios del siglo XIX es que aparecen las primeras escuelas formadoras de dentistas en América, que serían las pioneras en la formación profesional. El proceso de profesionalización de la odontología en América, comenzó a finales del siglo XIX cuando aparecen las primeras escuelas como programas anexos a los de medicina; los que más tarde funcionarían de manera independiente en la formación profesional. En Argentina después de 12 años de creada la Universidad Nacional de Argentina se graduó el primer dentista en 1832, en 1892 se crea la Escuela Odontológica de Buenos Aires, y exigían como requisito para ingresar a esos estudios saber leer y escribir, el curso de odontología se dividían en 2 años, luego en 1910 se prolongó un año más y en 1918 se creó el cuarto año, dos años más tarde fue creado el Doctorado en Odontología. En 1920 fue inaugurada por ley nacional, la Escuela Odontológica de Rosario como dependencia de las Ciencias Medicas de la Universidad de Rosario. En Chile en 1842, la Facultad de Medicina era la que otorgaba permisos para ejercer la odontología, en 1888 la odontología fue creada como profesión universitaria, quedando dependiente de la Facultad de Medicina y Farmacia, en 1908 se fundó la Sociedad Odontológica. La Escuela de México fue fundada en 1896 por los doctores Ricardo Crombé y Carlos A. Young, que luego se independizaría de medicina en 1911 y sería incorporada a la Universidad Nacional de México en 1914, como facultad. En Brasil en 1899, fue creada una institución gremial llamada “Instituto de Cirujanos Dentistas de Rio de Janeiro”, en Cuba a mediados del siglo XIX se publicaron trabajos relacionados con la práctica estomatológica por C. Koth que colocó a este país en un lugar destacado entre las republicas hispanoamericanas. Ademá de estos países se fundaron escuelas odontológicas en Perú, Paraguay, Educador, Guatemala, Honduras, entre otras. En Estados Unidos la formación de odontólogos se inició con la llegada de los franceses e ingleses, siendo los primeros Robert Wooffendale en el año 1766 y Lamaire en 1784, quienes forman a los primeros dentistas norteamericanos entre ellos, John M. Riggs quien efectuó estudios pródigos sobre la etiopatogenia y tratamiento de la “Piorrea Alveolar”, esta enfermedad lleva su nombre y James E. Garrestson, a quien se conoce como el padre de la cirujano bucal, fue el primero en darle el nombre de cirujano bucal a esta especialidad. En 1834, se constituye la Sociedad Dental de Nueva York, y en 1939 aparece “The American Joumal of Dental Science” como órgano de publicación de esta sociedad y primer periodo dental publicado en el mundo. Es en 1840 cuando se funda la primera escuela dental en América, con sede en los Estados Unidos, denominada “The Baltimore College of Sental Sugery” y al mismo tiempo se creó la Sociedad de Odontólogos Cirujanos. En 1859 se organizó la Sociedad Dental de Harvard, en 1879 se fundaron las escuelas de Cicinati y Pensilvania y en 1900 se organizó la Sociedad Americana de Ortodoncistas que se destacó en 1910 por sus conceptos emitidos sobre la sepsis y antisepsis. En 1914 se crea la Academia Americana de Periodoncia, en 1918 se organizaron dos sociedades, la Nacional de Prótesis Dental y la Americana de Cirujanos Bucales y Exodoncistas. La odontología norteamericano dio los aportes, mas destacados desde el punto de vista técnico a esta disciplina; entre esos aportes figuran el primer sillón dental introducido por James Snell en 1832, el martillo de orificar en 1889 y el primer articulador anatómico en 1899 por William Gibson Bonwill, el vidrio como material de obturación por J.L. Murphy; la primera fábrica de dientes artificiales de porcelana por Samuel White en 1844, el óxido de nitrógeno como anestésico general por Horace Wells, la amalgama como material de obturación temporal en 1847 por Hill, el cloroformo como anestésico en 1865 por J.C. Dean, en 1864 Barnun empleó por primera vez el dique de goma. Un año después la casa White puso en venta Association adoptó el primer código de ética profesional, en 1871 se fabricó el primer sillón dental, completamente metálico y el torno dental de Morrison, en 1873, Beers patentó la corona de oro y en 1877 Willkersom inventó el primer sillón hidráulico. CAPÍTULO II ODONTOLOGÍA EN LA CULTURA AZTECA 2.1 CULTURA AZTECA Los Aztecas llegaron al Valle de México a principios del siglo Xll, procedentes del noroeste de México. Otros pueblos de lengua Nahualt, habían llegado anteriormente a la región mesoamericana desde la llamada América árida. Las siete tribus Aztecas, guiadas por varios sacerdotes y caudillos, se asentaron sucesivamente en el lago Pátzcuaro y en Coatepec antes de llegar al Valle. En 1272 los Aztecas se establecieron en Chapultepec donde se hicieron famosos por su agresividad y sus sacrificios. En 1319 Fueron derrotados por otros pueblos y quedaron confinados en Tizapán. Posteriormente se aliaron a los culhuas, pero tras el sacrificio de la hija del señor de Culhuacan tuvieron que huir por el interior del lago Texcoco. En uno de los islotes del lago, la visión de un águila que comía a una serpiente posada sobre un nopal les indico el lugar donde debían construir su nueva capital, Tenochtitlan fundada en 1325. Durante los años siguientes, los Aztecas y los Tatelolcas rindieron tributo a los tepanecas de Azcapotzalco. Los Aztecas ayudaron a los Tepanecas a conquistar la ciudad de Texcoco y dejaron de pagar tributo a Azcapotzalco. 2.1.1 Sociedad y Política La base de la sociedad Azteca era la familia, de carácter patriarcal y generalmente monogámica, aunque se permitía la poligamia. El grupo familiar podía reducirse a la pareja de cónyuges y la progenie , o construir formas de familia extensa constituidas por los padres y las familias de los hijos. Un grupo de varias familias componía el calpulli, unidad social compleja que se encargaba de funciones muy diversas. Un consejo formado por los cabezas de familia elegía al jefe del calpulli, que debía pertenecer a un linaje determinado. Cada familia perteneciente a un calpulli recibía un usufructo una parte de las tierras comunales la cual volvía al calpulli si dejaba de cultivarse. A veces varios calpulli se hallaban unidos en barrios y solían estar especializados en alguna actividad artesanal o profesional. Uno de los rasgos más característicos de la sociedad Azteca era su división en castas. La nobleza estaba formada por los miembros de la familia real, los jefes de los calpulli , los jefes militares y los plebeyos, y era el grupo que poseía los mayores privilegios. Comerciantes, algunos vendían sus productos en la ciudad; otros comerciaban fuera de tenochtitlan y eran, a la vez embajadores y espías. Gozaban de algunos privilegios, según sus riquezas y los servicios que brindaran. Plebeyos, esta clase social estaba compuesta por campesinos y artesanos, los cuales debían pagar tributos al estado. También había esclavos, los cuales empleaban como fuerza de trabajo o se reservaban para los sacrificios religiosos, que no gozaban de ningún tipo de privilegio. La confederación estaba organizada al pago de tributos y la contribución militar por parte de los estados sometidos. No obstante, el imperio intento conseguir una mayor integración política entre sus 38 pcias. 2.1.2 Religión Gran parte de la vida y la cultura Aztecas se hallaba determinada por las creencias religiosas. Una poderosa casta sacerdotal se encargaba de organizar las ceremonias rituales, de dirigir los centros de educación y de realizar predicciones sobre los diversos aspectos de la sociedad y la política del imperio. Los Aztecas adoptaron las creencias religiosas de los pueblos vecinos y sometidos. Su religión era politeísta, aunque predominaban unas pocas divinidades principales. Los dioses aztecas más importantes estaban relacionados con el cielo solar y agrícola. Uno de los aspectos más característicos de la religión era la práctica de sacrificios. El derramamiento de sangre, por parte de los propios sacerdotes o de las víctimas inmoladas, animales o humanas y la ofrenda de corazones Ellos creían en que las fuerzas de la naturaleza obraban para el bien o para el mal, y por eso, personificaban los elementos naturales como dioses y diosas y les rendían culto. La divinidad mas importante era Quetzalcoatl, que era el dios del viento, de la vida, de la fertilidad, inventor del maíz y de la agricultura, creador del calendario solar y organizador de los ritos religiosos. 2.1.3 Cultura y arte Aunque los aztecas conocían un tipo de escritura jeroglífica, con rasgos incipientes de fonetismo la transmisión de cultura se realizó principalmente en forma oral. El sistema de enseñanza era severo y se basaba en el estudio de la historia y la religión nacionales. Uno de los logros culturales más destacados fue la invención de un sistema de computo del tiempo basado en la combinación de varios calendarios. La arquitectura azteca solo se conoce por los restos que han sobrevivido a las destrucciones efectuadas durante la conquista española. Las edificaciones más características son los templos, de estructura piramidal como el Cholula. La escultura era naturalista como "cabeza del caballero águila", o simbólica, como la "Coatlicue" y la "Piedra del sol". Fueron también hábiles artesanos: la orfebrería, los tejidos y los mosaicos de pluma, la talla de piedras y la pintura de códices fueron algunos de los principales artes menores. Escribían también sobre piel de venado o sobre un papel hecho de fibra de maguey y corteza de ámate . Su literatura desarrolló los temas histórico, religioso y lírico. 2.1.4 Actividad económica La civilización azteca se basó desde el punto de vista económico, en la agricultura y el comercio. Uno de los sistemas de colonización agrícola más interesante fue la construcción de huertos flotantes, las chinampas, hechas con cañas, ramas, barro y limo. Además, conocían las técnicas del barbecho y la irrigación mediante diques y acequias y utilizaban abonos vegetales y animales. La ganadería era pobre como el resto de la América precolombina, el pavo diversas razas de perros, una de ellas criada para el consumo de su carne. Otro recurso eran las aves acuáticas y el pescado, la sal del lago de Texcoco y el basalto con el que se construían muelas de mano. En los mercados se practicaba un activo comercio sustentado por el trueque, empleando las semillas de cacao como cambio o para equiparar diferencias. El precio de las mercaderías variaba según la cantidad existente. 2.2 ODONTOLOGÍA EN LA CULTURA AZTECA Los antiguos pobladores del Anáhuac, formaron una de las civilizaciones más grandes de América y por qué no decirlo, la más grande de México. Vivieron en el valle de México, es posible decir que fueron los primeros “mexicanos” por así decirlo ya que la actual capital de México, fue también su hábitat. Lo que se ha descubierto entorno a la odontología de los aztecas es que estos se limaban los dientes para así conseguir un estado de gloria en el “paraíso terrenal”. Los bárbaros aztecas conquistaron otras tribus cercanas y adaptaron sus costumbres. Los aztecas también practicaron la mutilación dental, limándose e incrustándose piedras preciosas en sus dientes. Los bárbaros aztecas se asentaron en las tierras altas de México 350 años después de ser abandonado el centro religioso de Teotihuacán y conquistaron a las tribus vecinas, adoptando las costumbres de los pueblos sometidos; practicaban la mutilación dental, limando e incrustando piedras en sus dientes. Una de las fuentes más importantes de conocimiento sobre las primeras prácticas odontológicas entre los aztecas son los escritos de un monje español llamado Fray Bernardino de Sahagún, que dedicó toda su vida a examinar y registrar cada aspecto cultural de la tierra recién con quistada. Entre otras cosas, estudió las enfermedades de la boca y la manera en que eran tratadas con hierbas y otros derivados botánicos. Tradujo los nombres de los dientes al nahuatl y mencionó dientes sueltos y fracturados, la formación de sarro y la caries dental (los aztecas creían que la caries era causada por un gusano que eliminaban masticando un ají picante). Dejó constancia de la creencia nativa de que sólo los niños nacidos en luna llena pueden tener un labio leporino; dio cuenta también de que las cavidades de los dientes se llenaban con un polvo hecho con caracol, sal marina y la hierba tlalcacahuatl. Este monje en sus escritos describe como se hacía un tratamiento dental a una persona, nos cuenta que cuando existía un dolor de muela, este era tratado con sal y pimienta caliente, al paciente en tanto le hacían una incisión en la encía en forma de “X”, para luego colocar la mezcla hecha de hierbas, si el dolor luego de un rato seguía o se infectaba el diente era extraído. En la actualidad, llama la atención la importancia que dieron la mayoría de los pueblos prehispánicos a la limpieza de la boca y la preocupación que demostraban por la halitosis, Fray Bernardino de Sahagún ha dejado constancia de esto en su “Historia General de las Cosas de la Nueva España”. Los escritos de Bernardino de Sahagún son la única referencia a la extracción de dientes entre los aztecas. Decía que cuando un paciente sufría de dolor de muelas, lo usual era machacar un gusano, mezclarlo con esencia de trementina y pintar con esta mezcla la mejilla del paciente. Al mismo tiempo, se colocaba un grano de sal dentro de la cavidad y el diente se cubría con pimienta caliente. Se hacía entonces una incisión en la encía, colocando en ella la hierba y, solamente si el dolor y la infección continuaban, el diente era extraído. Como los aztecas eran guerreros, sufrían a menudo heridas y las suturaban con mechones de pelo; se encontraron heridas suturadas en labios y mejillas. Las limaduras o incrustaciones dentarías no se hacían con objetos de mutilar los dientes, sino probablemente con el fin de adornarlos o embellecerlos. La práctica odontológica se dio en la cultura maya, zapoteca, totonaca, teotihuacana. Para esta, se utilizaban instrumentos de pedernal. El Odontólogo entre los aztecas lo hacían llamar: “Tezcani o Tezoctezoani”. CONCLUSIONES Una de las fuentes más importantes de conocimiento sobre las primeras prácticas odontológicas entre los aztecas son los escritos de un monje español llamado Fray Bernardino de Sahagún, que dedicó toda su vida a examinar y registrar cada aspecto cultural de la tierra recién conquistada. Los escritos de Bernardino de Sahagún son la única referencia a la extracción de dientes entre los aztecas. Decía que cuando un paciente sufría de dolor de muelas, lo usual era machacar un gusano, mezclarlo con esencia de trementina y pintar con esta mezcla la mejilla del paciente. Al mismo tiempo, se colocaba un grano de sal dentro de la cavidad y el diente se cubría con pimienta caliente. Se hacía entonces una incisión en la encía, colocando en ella la hierba y, solamente si el dolor y la infección continuaban, el diente era extraído. RESUMEN Formaron una de las civilizaciones más grandes de América y por qué no decirlo, la más grande de México. Es posible decir que fueron los primeros “mexicanos” por así decirlo ya que la actual capital de México, fue también su hábitat. Lo que se ha descubierto entorno a la odontología de los aztecas es que estos se limaban los dientes para así conseguir un estado de gloria en el “paraíso terrenal”. Los bárbaros aztecas conquistaron otras tribus cercanas y adaptaron sus costumbres. Los aztecas también practicaron la mutilación dental, limándose e incrustándose piedras preciosas en sus dientes. Las fuentes más importantes de información que se tienen de los aztecas son unos escritos de un cronista, un monje español llamado fray Bernardino Sahagún. Su sueño era recopilar la mayor información de los indios conquistados, entre otras cosas esté monje español estudio las enfermedades dentarias y de la boca de los aztecas en ese tiempo, y como estas enfermedades era tratadas solo con hierbas medicinales, para ellos y otras botánicos, tradujo el nombre de los dientes al idioma de los aztecas, también el español y pudo ver que se practicaba la extracción de piezas dentales. Este monje en sus escritos describe como se hacía un tratamiento dental a una persona, nos cuenta que cuando existía un dolor de muela, este era tratado con sal y pimienta caliente, al paciente en tanto le hacían una incisión en la encía en forma de “X”, para luego colocar la mezcla hecha de hierbas, si el dolor luego de un rato seguía o se infectaba el diente era extraído. Las limaduras o incrustaciones dentarías no se hacían con objetos de mutilar los dientes, sino probablemente con el fin de adornarlos o embellecerlos. ANEXOS FIG N° 1 Pinturas en la Cultura Azteca FIG N°2 Incrustaciones de piedras preciosas. FIG N°3 Tlacopinaliztli era el encargado atender los dientes BIBLIOGRAFÍA https://www.sabersinfin.com/articulos/ciencia-y-tecnologia/16669-la-odontologia-en-la-cultura-maya http://www.monografias.com/trabajos/civazteca/civazteca.shtml https://es.scribd.com/document/281270388/Historia-de-La-Odontologia-en-America https://la.dental-tribune.com/news/la-odontologia-en-america-latina-en-numeros-3/ https://sites.google.com/site/introfelipebarra/primera-entrega-portafolios/4 UNIVERSIDAD NACIONAL SAN LUIS GONZAGA DE ICA FACULTAD DE ODONTOLOGIA pág. 17