EL ORDEN
POR EL LICENCIADO
Edición
Andrés Chirinos
MArthA ZegArrA
DEL
INCA
POLO ONDEGARDO
el orden del inCA
Las contribuciones, distribuciones y la utilidad de guardar
dicho orden (s. XVI)
por el liCenCiAdo polo ondegArdo
ediCión de Andrés Chirinos y MArthA ZegArrA
introduCCión de Andrés Chirinos
E
C
© Andrés Chirinos, Martha Zegarra y Editorial Commentarios S.A.C.
Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú No 201303277
ISBN: 978-9972-9470-8-7
Editorial Commentarios SAC, Avda. Reducto 1447 F-1 Lima-18
E-mail: commentarios2@gmail.com
Impresión:
1a edición, Lima, abril del 2013
Cuidado de edición:
Elaboración de mapas
Martha Zegarra
Andrés Chirinos
introducción
La prEsEntE Edición
El licenciado Polo Ondegardo es autor de diversas relaciones y tratados
del derecho, de la política y de la religión de los incas. Llegó al Perú alrededor de 1544 cuando comenzaba la rebelión de Gonzalo Pizarro, en la cual,
como casi todos los españoles que vivían en el Perú en ese tiempo, estuvo
implicado. Pocos años después destaca como hombre de confianza del presidente Gasca en la campaña para restablecer el orden. A propósito de estos
años Mercedes de las Casas (2003), muy razonadamente, considera que Polo
es el autor (aun cuando procuró el anonimato) de una breve relación donde
se narran detalles importantes del alzamiento de Gonzalo Pizarro. Tras la
derrota de los rebeldes en Sacsahuana (Anta) tuvo un destacado papel en la
elaboración de la primera Tasa de los tributos que debían dar los indígenas
a la Corona o a sus encomenderos. También fue encomendero y corregidor
en el Cuzco, en Potosí y en Charcas, estableciendo su residencia en La Plata (hoy Sucre-Chuquisaca, Bolivia). Vivió practicamente treinta años en el
Perú (entendido en sentido amplio), también llamado Pirú, entre 1544 y 1575
cuando fallece en Charcas.
Después de haber descubierto las momias de los incas (1559) ganó fama
como gran conocedor de leyes, fueros, adoratorios y otras costumbres de
los indios. Las mismas que indaga tanto en su carrera de funcionario como
durante su vida como encomendero.
sus obras: EL tratado sobrE La rELigión
De las obras de Polo, fuera de las que no deseó aparecer como autor,
sabemos por sus propias menciones. Entre las primeras destaca el «Tratado
sobre la Religión» al que Polo alude en distintos pasajes. Conocemos una
pequeña parte de dicho texto publicada como «De los errores y supersticio-
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El Orden del Inca
nes de los indios. sacados del Tratado y Averiguación que hizo el licenciado
Polo» por el III Concilio Limense en 1585 (1985). El Tratado de la Religión
incluye capítulos sobre las momias y sobre la historia de cada uno de los
incas que gobernaron, puesto que los incas fueron objeto de adoración eso
los convertía también en tema de religión. Y lo sabemos por las alusiones
del propio Polo a lo largo de muchos pasajes contenidos en esta edición.
Otra importante fuente sobre la obra mencionada de Polo es el padre Bernabé Cobo que en la «Historia del Nuevo Mundo» incluyó muchos pasajes
de diversas obras de Polo, incluyendo dicho Tratado de la Religión. Es una
tarea pendiente realizar un minucioso cotejo del estilo propio de Cobo (caracterizado por el profundo desprecio por lo indio) con otras partes de «su»
obra (caracterizadas por ser analíticas, sopesadas, reflexivas, racionales,
con contenido humanista) y «rescatar» los escritos de Polo contenidos en su
«Historia del Nuevo Mundo».
«rELación dE guacas dEL cuzco»: EL sistEma dE cEquEs dEL cuzco
Polo también menciona este escrito frecuentemente. Cuando por ejemplo, lo llama «Carta General» señala explícitamente que contiene la relación de las guacas. Es en realidad una recopilación producto directo de la
Manifestación General que muchos caciques e incas hicieron ante Polo el
tiempo en que fue corregidor en Cuzco en 1559. Es probable que además de
la relación propiamente dicha Polo haya elaborado un mapa. Sin embargo
es absolutamente comprobable que, aun cuando no exista el mapa al que se
alude, la «Relación de Guacas» que conocemos es una descripción tan bien
detallada que funciona como un mapa. Transcurridos más de 400 años, se
han podido ubicar buena parte de las guacas descritas en el Cuzco moderno
(investigación realizada por un grupo de estudiosos cuzqueños y extranjeros,
bajo la coordinación de Brian Bauer) gracias a la Relación escrita por Polo.
Aun cuando no podamos certificar el grado de fidelidad en su transcripción, podemos estar bastante seguros de que la Relación de Guacas de Polo
es la que años después Bernabé Cobo incluye en su Historia del Nuevo Mundo, la que hoy es nuestra única fuente manuscrita.
A propósito de autorías y fuentes, es digno de mención que varios histo-
Introducción
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riadores modernos hayan considerado que la Relación de Guacas es un texto
basado en lo que ya estaba registrado en los quipus. Según Pärssinen: «parece que en los khipus estuvieron codificados los nombres y la composición
de las huacas, así como los objetos que debían ser sacrificados en cada una
de ellas» (2004: 102).
otras obras dE poLo
Varias de las producciones de Polo están hoy perdidas y sabemos de ellas
solo por algunas de sus propias menciones y las del padre José de Acosta.
Entre las obras no habidas está el «Tratado de los matrimonios» y un pequeño
«Tratado de la Coca». También redactó las «Ordenanzas de minas de Huamanga» y hay varias otras ordenanzas que probablemente también redactó
ya que es perceptible su estilo entre los copiosos volúmenes de documentos
legales producidos durante el gobierno del virrey Toledo. Hay además una
buena colección de manuscritos relativos a Polo (que incluyen cartas suyas)
de los cuales se hace relación en Lamana (2012: 393-406).
«informE aL LicEnciado briviEsca...» y «rELación dE Los fundamEntos ...»
Las obras centrales y más citadas de Polo son la que editamos en la presente edición. Aun cuando son tres manuscritos (el Informe tiene uno y la
Relación tiene dos manuscritos, uno de ellos parcial) se pueden considerar
como una sola obra en cuya redacción Polo trabajó al menos entre 1561 y
1571, aunque la indagación abarcaba desde su llegada al Perú en 1545.
Elabora una primera versión en Lima, en 1561, que en la presente edición
llamamos Respuestas. Polo explica brevemente las condiciones bajo las que
elabora Respuestas: Habiendo llegado a Lima desde Charcas para tratar el
asunto de la perpetuidad de la encomiendas le encargaron, como una tarea
separada, responder a los capítulos (las preguntas) contenidas en una instruccion del rey. En aquella ocasión se lamenta de no tener a mano sus registros y
borradores (ya que su residencia estaba en Charcas). Años después reelabora
y amplía aquella primera versión. Antes de 1571 debió tener la versión de
la que proviene la copia llamada Tratado (que es incompleta y algo distinta
respecto a Relación) y tiempo después, para junio de 1571, debió terminar
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El Orden del Inca
la redacción del manuscrito del que deriva la copia Relación en la cual hace
algunas modificaciones de su redacción previa.
Al conjunto de tres manuscritos: «Respuestas», «Tratado» y «Relación»
cuyo autor original es el licenciado Polo llamamos «El Orden del Inca» lo
que da título al presente libro. Ser el autor original no lo hace responsable de
las copias. Las características de la copia manuscrita «Respuestas» indican
que es muy probable que el autor haya revisado personalmente dicha copia.
Sin embargo es evidente que no tiene responsabilidad alguna en la mayoría
de las innumerables erratas de las copias manuscritas que nos han llegado
de «Tratado» y «Relación». La casi absoluta falta de comprensión de los
múltiples copistas sobre el texto que copiaban ha provocado gran cantidad
de pequeñas deformaciones que sumadas entre sí hacen irreconocible algunas partes del texto de Polo. Todo ello reclamaba un tratamiento de edición
ad hoc a los textos de Polo, tratamiento justo, que en nuestro juicio, le ha
sido negado en anteriores ediciones. Esa es la misión que asume la presente
edición.
Los manuscritos y su Edición
Los manuscritos de Polo que tratamos y editamos son:
Informe al licenciado Briviesca con las Respuestas a la Instrucción
del rey. Que en ocasiones anteriores ha sido editado con el equívoco título de
«Informe al licenciado Briviesca sobre la perpetuidad de las encomiendas».
(1561). También lo llamamos Respuestas.
Relación de los fundamentos acerca del notable daño que resulta de
no guardar a los indios sus fueros. Con este mismo título ha sido varias
veces editado y constituye el centro de la presente edición. (1571). También
lo llamamos Relación.
Tratado de un cartapacio a manera de borrador que quedó en los
papeles del Licenciado Polo de Ondegardo cerca del linaje de los ingas y
cómo conquistaron. Que es menos conocido ya que fue considerado como
una copia simple e incompleta de la Relación anterior. (Sin fecha). También
lo llamamos Tratado.
Esta es la primera edición que sitúa parelelamente los dos manuscritos
Introducción
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últimos (de la Relación... y el Tratado...) de manera que el lector podrá tener
una comprensión más cabal del proceso de edición del propio autor de lo
que constituye su obra principal, al menos en lo que hasta ahora conocemos.
antEriorEs EdicionEs
1. Informe al licenciado Briviesca con las Respuestas a la Instrucción del rey. (título que nosotros asignamos, abreviadamente lo llamaremos:
Respuestas. Ms. Archivo General de Indias (AGI), Patronato 188, ramo 22.
Fechado el 12 de diciembre de 1561.
Está digitalizado en la página web www.pares.es. El manuscrito fue leído
por Prescott quien lo cita elogiosamente. Este manuscrito ha sido editado
en varias ocasiones bajo el título «Informe al licenciado Briviesca sobre la
perpetuidad de las encomiendas en el Perú». Siendo que la perpetuidad de
las encomiendas no es tema tratado ni en una sola línea del documento nos
ha parecido justo y necesario modificarlo eliminando lo que se refiere a la
perpetuidad : «Informe al licenciado Briviesca...», pero «con las Respuestas
a la Instrucción del rey», como indica uno de los encabezados del mismo documento. Además de una traducción al francés (que desconocemos) a cargo
de Henri Ternaux-Compans en 1844 ha tenido varias ediciones:
1940. «Informe al licenciado Briviesca sobre la perpetuidad de las encomiendas en el Perú». En Carlos A. Romero. Revista Histórica XII pp.
125-196. Lima.
1999. «Informe al licenciado Briviesca sobre la perpetuidad de las encomiendas». En González Pujana, Laura. Polo de Ondegardo un cronista vallisoletano en Valladolid. pp. 104-145. Universidad de Valladolid. Valladolid.
2012. «Informe del licenciado Juan Polo Ondegardo al licenciado Briviesca sobre la perpetuidad de las encomiendas en el Perú». En Gonzalo
Lamana Ferrario (ed.). Pensamiento colonial crítico. Textos y actos de Polo
Ondegardo. pp. 139-204. IFEA-CBC. Lima.
2. «Tratado de un cartapacio a manera de borrador que quedó en los
papeles del Licenciado Polo de Ondegardo cerca del linaje de los ingas
y cómo conquistaron». Título que figura en el encabezado del documento,
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El Orden del Inca
abreviadamente lo llamaremos Tratado ms. Biblioteca Nacional de España
(BNE, ms. 3169. ff.37r-60v).
Esta copia de la obra de Polo está inserta entre varios otros manuscritos
en un volumen (de ahí que la numeración empiece en la foja 37). Los otros
manuscritos contenidos en el volumen son también de enorme importancia
para el conocimiento del Perú antiguo, son: «Relación de las fábulas y Ritos
de los Ynga» de Cristobal de Molina, el «Manuscrito Quechua de Huarochiri» de autor anónimo, el «Tratado y relación de errores...» de Avila y la
«Relación de Antigüedades deste Reyno del Piru» de Pachacuti Yamque Salcamaygua. Según Gerald Taylor, editor del Manuscrito de Huarochiri: «Se
puede suponer que el conjunto de manuscritos perteneció originariamente al
investigador de idolatrías. el doctor Francisco de Ávila» (1987: 15).
Este manuscrito tiene las siguientes ediciones:
1873. «Report by Polo de Ondegardo of the Lineage of the Yncas and
how they extended their conquests». En Clements R. Markham (ed. y trad.)
Narratives of the Rites and Laws of the Yncas, pp. 151-171. The Hakluyt
Society. Londres.
1917. «Tratado de un cartapacio a manera de borrador que quedó en los
papeles del Licenciado Polo de Ondegardo cerca del linaje de los ingas y
cómo conquistaron.» En Horacio H. Urteaga, Informaciones acerca de la
Religión y Gobierno de los Incas. Colección de Libros y Documentos Referentes a la Historia del Perú, Tomo IV, pp 45-94. Imprenta y librería Sanmartí y Ca., Lima. Por un error, a todas luces tipográfico, este título no aparece
en el lugar que le corresponde. En la página 45 aparece el título abreviado:
«Del linage de los incas y cómo conquistaron».
1999. «Tratado de un cartapacio a manera de borrador que quedó en los
papeles del Licenciado Polo de Ondegardo cerca del linaje de los ingas y
cómo conquistaron». En González Pujana, Laura. Polo de Ondegardo un
cronista vallisoletano en Valladolid. pp. 344-367. Universidad de Valladolid. Valladolid.
2012. Glosado como «Ms. 3169». Aun cuando se señala (p. 35) que la
edición de este manuscrito no está incluida se transcriben muchas frases
sueltas en notas al pie de página y algunos pasajes que a juicio del editor
Introducción
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contienen las diferencias más notables con el manuscrito de «Relación». En
Gonzalo Lamana Ferrario (ed.). Pensamiento colonial crítico. Textos y actos
de Polo Ondegardo. pp. 327-330 (solo algunos pasajes). IFEA-CBC. Lima.
3. «Relación de los fundamentos acerca del notable daño que resulta
de no guardar a los indios sus fueros» título ya usado por otras ediciones y
que mantenemos. Abreviadamente lo llamaremos Relación. Ms. Biblioteca
Nacional de España (BNE, ms. 2821, ff 1-77v), fechado el 26 de junio de
1571.
El título del documento está basado en el primer punto de la «Tabla de lo
contenido en esta Relación» que a la letra dice: «Las razones que movieron
sacar esta relación y notables daños que resultan de no guardar a estos indios
sus fueros». Aunque solo sea el título de la introducción y se haya modificado parcialmente es innegable que guarda conexión con parte importante del
documento, por ello y por ser ya conocido con dicho título lo respetamos.
Tiene las siguientes ediciones:
1872. «Relación de los fundamentos acerca del notable daño que resulta
de no guardar a los indios sus fueros». Colección de Documentos Inéditos del
Archivo de Indias (CDIA) tomo XVII pp 5 -177. Imprenta del Hospicio. Madrid. En realidad más que una edición es solo una transcripción descuidada,
sin embargo las ediciones posteriores han seguido buena parte de sus errores.
Esta edición, que es la que le pone el título al documento, está escaneada en
el sitio web www.archive.org.
1916. «Relación de los fundamentos acerca del notable daño que resulta
de no guardar a los indios sus fueros». En Horacio H. Urteaga (ed.). Informaciones acerca de la Religión y Gobierno de los Incas. Colección de Libros y
Documentos Referentes a la Historia del Perú, Tomo III, pp 45-188. Imprenta y librería Sanmartí y Ca., Lima.
1990. «Notables daños de no guardar a los indios sus fueros.» en Laura
González Pujana y Alicia Alonso (eds.) Polo de Ondegardo. El mundo de los
Incas. Crónicas de América 58, pp. 33-121. Historia 16. Madrid.
2012. «Las razones que movieron sacar esta relación y notable daño que
resulta de no guardar a estos indios sus fueros». En Gonzalo Lamana Ferra-
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El Orden del Inca
rio (ed.). Pensamiento colonial crítico. Textos y actos de Polo Ondegardo.
pp. 217-326. IFEA-CBC. Lima.
caractErísticas dE Los manuscritos dE Esta Edición
El primer manuscrito, «Informe al licenciado Briviesca con las Respuestas a la Instrucción del rey» (que abreviaremos como Respuestas), tiene
peculiares características que lo hacen muy distinto a los dos manuscritos
que tratamos a continuación. Estas características las podemos resumir en
lo siguiente:
A. Las palabras quechuas (o quechuismos) están escritas de acuerdo a las
normas de la época, sin errores, si entendemos los usos de la época. Ello revela que el texto ha sido controlado o escrito por alguien con conocimiento que
ha tenido especial cuidado ya que lo normal precisamente es que haya más
errores en estas palabras. Por ejemplo: Xaquixauana, Pacaritambo, Guayna
Capa, quipo, guaccha, capac llama, huno, tocorico, layme, changas, zeque,
llauto, malque, guacas, Pachayachachi, Iupangui, Atabalipa, Guazcar, etc.
Todas estas formas guardan coherencia con la ortografía de la época reflejada en múltiples autores como Cieza y otros cronistas tempranos. Se nota
en ellos la influencia de las variedades quechuas que se pueden asociar a la
costa, a los huancas y tal vez a los cañaris (por ejemplo suele elidir la posvelar «c» en final de sílaba, convertir la «c» y «qu» en «g» después de «n»,
añadir una vocal en sílabas cerradas, diferenciar entre ‘ç-z’ por un lado y
‘s’ por otro, lo que corresponde a la diferencia entre «s» y «sh» en algunos
dialectos modernos; «l» en vez de «r»). Los hablantes de las variedades de
quechua mencionadas, por su condición de aliados de los españoles, tuvieron
mayor facilidad para el aprendizaje del castellano. Por ello y por gozar de
mayor confianza con los españoles muchos de ellos devinieron en intérpretes. Eso explicaría la notable influencia de estos quechuas en los escritos de
los primeros cronistas. Recién después del III Concilio de 1584 se nota que
el quechua escrito se desembaraza de esas primeras influencias.
Por otro lado en Relación y Tratado (los otros dos manuscritos que componen esta edición) las palabras quechuas tienen un índice de error más alto
que el de las demás palabras. Dichos errores son evidente producto del des-
Introducción
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conocimiento o la falta de comprensión del término quechua lo que genera
gran cantidad de transcripciones incoherentes.
B. En Respuestas ms. las equivocaciones en la transcripción de palabras,
no solo en las de quechua sino en general, son muy pocas. Hay errores que
suelen ser corregidos en el mismo texto. Muchas de las correcciones no responden a simples lapsus sino que parecen implicar conocimiento del tema
por parte del corrector. Dos ejemplos: «tuve a cargo el govierno» es modificado en «tuve a cargo negoçios del govierno». Otro ejemplo: «en lo que
Su Magestad pretende» es modificado a «en lo que Su Magestad dize». Lo
interesante es que las primeras versiones tenían sentido y lo que se modificó
es solo un matiz, no un error propiamente. Este tipo de modificaciones son
inexistentes en los otros dos manuscritos.
C. En Respuestas ms. no hay espacios en blanco que denoten que el
copista no pudo entender alguna parte que copiaba. En los otros dos manuscritos abundan los espacios en blanco.
D. La caligrafía es clara y cuidada, muy diferente a los estilos de los copistas de los otros dos manuscritos.
E. Las faltas de concordancia o incoherencias en Respuestas son escasas,
manteniéndose en un rango que consideramos inferior al habitual. Es decir
un promedio de dos faltas de este tipo cada 10 páginas corresponde a un
rango de escritor pulcro, con buena formación y práctica de redacción. Sin
embargo en los otros dos manuscritos hay innumerables faltas de concordancias e incoherencias gramaticales que en algunos pasajes denotan una
falta de comprensión total de lo que se copiaba. Hemos contado un promedio
aproximado superior a 3 errores por página en esos dos manuscritos.
F. La ortografía utilizada corresponde a la época con pocos errores.
G. Incidentalmente reseñamos que la copia de Tratado contiene unos pocos elementos de escritura quechua que siendo extraños al uso de Polo, son
coherentes con otra norma que él, por lo que parece, nunca usó. Estos son:
uso de la «ll» en «Villcanota», restitución de «c» final en «capac», uso de
«c» o «qu» en lugar de «g» tras nasal como en «chancas», «Yupanqui», además de otros quechuismos como «mitimas»). Estos elementos gráficos hacen
pensar que los originales de Polo (tomando como referencias Respuestas y
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El Orden del Inca
los rastros que quedan en Relación) fueron modificados por algún copista
que adoptó las grafías puestas en boga a partir del III Concilio (1584) o por
los Comentarios de Garcilaso (1609). Sin embargo el uso no sistemático y la
cantidad muy alta de errores muestran concluyentemente que de ser cierta la
hipótesis, el copista «conocedor de términos quechuas» que aludimos debió
ser anterior al último copista. Es decir el último copista no tenía conocimientos de quechua, dado que la gran cantidad de gruesos errores en otras
palabras quechuas no se justificaría. Es necesario aclarar que el hecho de
ser «conocedor de términos quechuas» no implica que pensamos que fuera
un copista indígena, aunque tampoco lo descarta. En todo caso el rastro de
este copista es poco perceptible y no consideramos que la hipótesis mencionada sea segura. Lo verificable es que la copia de Tratado tiene un nivel de
deformación tan alto como la de Relación. A propósito del tema también
reseñamos que no consideramos justificada la hipótesis que apunta a que los
copistas pudieron ser hablantes nativos de alguna lengua distinta al español y
al quechua (Lamana 2012: 32). No hallamos ningún rastro en ese sentido. Y
aunque no descartamos la posibilidad de que haya pasado por mano de algún
copista quechuahablante, ya que hay algunas alternancias que nos parecen
algo anómalas de las vocales i-e en Tratado (por ejemplo las situadas en
párrafos §166, 170, 190), consideramos que tres o cuatro casos de este tipo
son una pista insegura. El hecho de pasar por muchas manos (no un copista
por manuscrito, sino varios) y la falta de comprensión de un texto que es
ciertamente complejo, es la causa principal que a nuestro entender explica
los errores de los manuscritos Tratado y Relación.
Dadas las características anotadas, podemos inferir que el manuscrito
Respuestas refleja bastante bien lo que pudo ser la escritura original del autor. Podríamos también inferir que no es una copia sino que es la propia
escritura de Polo. Sin embargo, para hacer esta afirmación sería necesario
cotejarla con otros manuscritos donde se encuentre la caligrafía de Polo de
manera más cierta, manuscritos que parece haber en el Archivo de Indias.
Mientras tanto, baste lo dicho: si no es la escritura del propio Polo hay suficientes indicios para afirmar que directa o indirectamente hubo un buen
control sobre dicha copia que hace que indudablemente se acerque mucho
Introducción
15
a lo que debió ser el manuscrito original. Una vez hecha esta aclaración lo
llamaremos «manuscrito original», con la reserva indicada, donde «original»
indica que consideramos que dicha copia fue por lo menos «controlada» por
el autor.
Esta conclusión será de gran importancia para analizar y editar las incoherencias de los otros dos manuscritos. Las menciones a Polo en su época
reflejan que fue considerado un estudioso muy versado y culto. Esta apreciación la consideramos confirmada por su manuscrito original, donde hay
mínimas incoherencias gramaticales así como de frases sin sentido. De
lo anterior deducimos que si no todas, la mayor parte de las innumerables
incoherencias encontradas en los otros dos manuscritos (Tratado ms. y Relacion ms.) son producto de errores de los sucesivos copistas, y no reflejan el
pulcro estilo del autor.
tratado ms. y rELación ms. puEstos En paraLELo
El cotejo de los dos manuscritos nos hace aparecer, en primera instancia,
que Tratado ms. es una copia incompleta de Relación, lo que en parte es cierto. Sin embargo un cotejo más minucioso indica que por lo menos algunos
pasajes no son copia, aun cuando sean dos versiones cercanas de una misma
obra. Hay múltiples pasajes casi idénticos en que una de las versiones ayuda
a corregir la otra y viceversa, dichos pasajes deben haber tenido un original
común. Sin embargo hay también múltiples pasajes con cambios que aunque
sean leves son siempre significativos. También hay no pocos pasajes con
cambios sustanciales. Estas diferencias nos sirven para esclarecer significaciones dudosas (por ejemplo al alternar el uso del término quechua hunu con
su traducción castellana de ‘provincia’ o ‘comarca’ nos permite entender a
qué hacía alusión Polo). Por tanto nuestra conclusión es que para lograr una
comprensión mejor del texto de Polo es importante leer las dos versiones.
Lógicamente la edición que hacemos privilegia de alguna manera el manuscrito Relación ms. ya que contiene la que probablemente sea la versión
última y más completa de la obra que hasta ahora conocemos.
Aun cuando hay diferencias significativas como señalamos es claro también que los dos manuscritos son el resultado de diferentes momentos en la
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El Orden del Inca
edición de una sola obra que Polo vendría elaborando a través de los años
(desde antes de 1561 a 1571). En lo que no reconocemos la autoría de Polo
es en los múltiples errores, que fueron generados bien por los copistas o bien
por el mal estado de los manuscritos que les antecedieron y les sirvieron de
modelo. Nuestra edición ha dedicado la parte principal de su esfuerzo a intentar ofrecer una versión que se acerque a lo que debió ser el original.
Respuestas ms. aun siendo una obra muy anterior (1561) contiene ya los
elementos sustanciales que formarán parte de Tratado ms. y Relación ms. El
propio autor la considera una primera versión cuando nos dice:
«Y movíame mucho que el Conde de Nieva, visorrey que fue de estos
reinos, y el comendador Birviesca de Muñatones me mostraron una Instrucción de Su Majestad firmada de la Serenísima princesa doña Juana, en la cual
mandaba que particularmente se averiguasen en esta tierra la mayor parte de
las cosas que en esta Relación se han de tratar.»
Por tanto creemos que el mismo autor valida considerar a los tres manuscritos como parte de una sola obra.
EL EnfoquE dE La Edición dE «EL ordEn dEL inca»
«El Orden del Inca» lo entendemos como el conjunto de dispositivos
legales (Polo utiliza los términos fueros, leyes, estatutos y constituciones)
acerca de la organización política y económica. Se tratará especialmente sobre los bienes que se tributaban y cómo se repartían los trabajos necesarios
para la producción de dichos bienes. Todo ello con el fin de rescatar aquello
que el autor considera útil y valioso para el buen gobierno del Pirú de aquella
época. Se hace énfasis especial, atendiendo al interés de la Corona de España, en la importancia del tributo de plata cuya centro principal radicaba en
Potosí, provincia de los Charcas. De ahí la importancia central que adquiere
Charcas en el texto de Polo (mapa 6).
Algunas partes de la obra de Polo han sido sistemáticamente malinterpretadas, señalamos por ejemplo los que se refieren al papel de los hunus
o provincias. En la organización política y en el esquema decimal que la
acompaña es fundamental entender el concepto de hunu, como señalamos en
varias ocasiones a lo largo de esta edición.
Introducción
17
Otra parte crucial de su obra, que ha merecido igual o mayor descuido,
es la descripción de la forma de distribuir los tributos, en la que Polo insiste
tanto resaltando la minuciosidad y exactitud como se hacían.
La presente edición hace especial hincapié en el análisis de los significados de los términos quechuas, incluyendo los términos castellanos que Polo
emplea para traducir conceptos quechuas. También nos interesamos en aspectos que han sido groseramente descuidados como son la correcta dicción
de los topónimos y su ubicación. Por poner solo un ejemplo, creemos que es
muy injusto para el autor que haya habido tantas ediciones que han repetido
una y otra vez el término «Pava» sin señalar que, evidentemente, Polo debió
escribir Paria, cuyas restos existen aun en lo que fue Charcas (hoy Bolivia).
No sería justo haber expresado algunas de nuestras críticas sin dar reconocimiento a anteriores ediciones. La edición de Lamana coteja una copia
de Respuestas ms. existente en la Real Academia de Historia (Colección
Muñoz, A/69). En base a dicha copia el editor pudo completar algunas líneas
que por el mal estado físico de Respuestas ms. eran ilegibles, sin duda es un
aporte importante del cual aprovechamos en esta edición. Este es uno de los
aspectos entre varios otros que hacen que dicha edición mejorara notablemente lo que hasta entonces se había hecho. En nuestras anotaciones a pie
de página y al final es donde el lector podrá apreciar mejor las diferencias
entre la presente edición y las anteriores, al citar otras ediciones casi siempre
nos referiremos a la edición de Lamana (2012) pues reconocemos en ella a la
primera edición que no se limita a una mera transcripción o repetición de la
edición de 1872, aun cuando discrepemos de su enfoque.
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El Orden del Inca
otros critErios dE Edición
Hemos separado el texto de los manuscritos en párrafos. Numeramos
cada párrafo porque creemos que ayuda a una mejor comprensión, además
de que facilita la comparación entre los manuscritos. También hemos numerado las partes y capítulos de Relación y Tratado. A lo largo del texto original están señalados apartados, a manera de capítulos, a los cuales nosotros
hemos añadido algunos que hemos creido conveniente, en tal caso siempre
señalándolos entre corchetes.
La «Tabla de lo contenido en esta Relación» va transcrita al inicio de
Relación tal como aparece en el original. Al final del libro hemos elaborado
un Índice General para todo el libro que se basa parcialmente en dicha «Tabla». En lo que se refiere a Respuestas nos hemos valido de un resumen por
nosotros elaborado de las preguntas o capítulos de la Instrucción del Rey, el
mismo que colocamos en nuestro Índice General.
En los textos de esta edición se señala con asterisco todas las divisiones
de párrafo que están asimismo marcadas con una señal en los manuscritos.
También están señaladas con asterisco las entradas de la Tabla de Contenido
de Relación que se corresponden con una entrada en el texto. Las entradas
que son de la Tabla de Contenido original del manuscrito pero que no figuran
en el texto van con asterisco pero entre corchetes. Finalmente las entradas de
capítulos que han sido añadidas por nosotros no tienen asterisco y solo van
entre corchetes. En Tratado no son necesarias estas distinciones puesto que
no tiene una Tabla de Contenido.
Hemos intercalado notas comparativas pero solo en la versión de Tratado
(con una excepción). En las notas comparativas explicamos algunas diferencias de contenido (no de erratas) entre los dos manuscritos. Algunas de
estas diferencas son explicables solo porque los originales de Polo en los que
están basadas las copias fueron también distintos entre sí. Es decir hay partes
(las llamamos también intervalos) que deben corresponder a un solo original
común y otras partes o intervalos que corresponden a originales distintos
que sirvieron de fuente a las dos manuscritos que nos han llegado. Para lo
señalado hay varias explicaciones posibles, ponemos un ejemplo: Tenemos
Introducción
19
un manuscrito de 100 páginas y decidimos realizar cambios parciales que
implican modificar solo algunas páginas no todas; entonces sustituiremos
algunas de sus hojas (las partes que cambiamos) y dejamos otras intactas (las
que no cambiamos). Los que aun hemos usado máquina de escribir conocemos bien esta forma de trabajo, ya que ahorraba esfuerzo cuando la escritura
era manual.
Por lo que juzgamos como un nivel más elaborado de redacción, suponemos que el manuscrito original de Tratado debe ser anterior al de Relación.
Nos referimos sobre todo al añadido de información y a la calidad de la
misma. Aunque a veces pueda ocurrir que la primera versión (Tratado) nos
resulte más clara.
Dadas las características tan diferentes entre el primer manuscrito (Respuestas ms.) y los dos siguientes (Relación ms. y Tratado ms.) hemos empleado criterios distintos. El manuscrito Respuestas no ha sido modernizado
en su ortografía (aunque sí hemos completado las abreviaturas), ya que considerándolo, como ya señalamos, muy próximo a lo que debió ser el original,
creemos que es importante presentarlo como una especie de testigo frente a
los otros dos maltratados manuscritos.
Las múltiples incoherencias de los otros dos manuscritos (Relación y
Tratado) no representan la creación del autor, mantener la ortografía original
no sería un aporte tan valioso, al mismo tiempo que dificultaría la lectura.
Por ello hemos seguido un criterio diferente con estos dos manuscritos modernizando su escritura. Sin embargo hemos considerado algunas excepciones a la modernización como son las palabras: «agora» y «dende» que no han
sido modernizadas en Tratado. Aunque la mayor parte de las veces «agora»
se puede interpretar por «ahora» hay también varios casos en que debe ser interpretado como una conjunción («ora»), dichos casos los hemos mantenido
como ‘agora’ también en la versión de Relación. Otra excepción considerada
solo para el manuscrito Tratado es mantener el uso antiguo de la «ll» en palabras como «hacelle, ayudalle, dalle, llevalla, asilla», las que mantenemos,
en tanto que en la versión de Relación las modernizamos: «hacerle, ayudarle,
darle, llevarla, asirla». Con el criterio aplicado creemos que se posibilita un
mayor acercamiento al uso de la época al lector que así lo desee, advirtiendo
20
El Orden del Inca
que en las copias de ambos manuscritos se alternaron frecuentemente las dos
formas señaladas (raramente en Respuestas).
Respecto a las palabras quechuas y quechuismos, bien sean palabras
simples o nombres propios, etnónimos y topónimos hemos seguido varios
criterios:
Señalamos siempre cuál es la ortografía original del manuscrito. En ocasiones mantendremos el original en el texto y en otras oportunidades lo señalaremos en nota.
En los casos que hemos considerado que se comete un grueso error en la
transcripción de los copistas, la escritura del original la señalamos en nota,
en los demás casos se mantiene el original en el texto. Por ejemplo, se mantiene el original en nota: «Guasparyta, Valiça» pero en el texto se escribe
«Guazcar y Atabalipa» corrigiendo lo que consideramos un grueso error de
copistas y restituyendo lo que deducimos debió haber sido la forma escrita
empleada por Polo.
Puesto que siempre transcribiremos el original aun cuando en ocasiones
lo remitamos a la nota al pie, el lector y el estudioso podrán juzgar los cambios realizados. Los criterios para considerar lo que es un «grueso error»
varían en cada caso. Los hay que resultan evidentes de por sí. Pero otros no
resultan tan claros, en esos casos hemos procurado señalar el criterio aplicado. Ciertamente lo que para algunos resulta evidente a otros puede no parecerles. Hemos estudiado el quechua y otras lenguas indígenas en variantes
modernas y coloniales, orales y escritas por espacio de casi 30 años, intentamos aprovechar esta ventaja para nuestra edición. Además se debe tener
en cuenta que algunos elementos de la lengua quechua no han variado desde
entonces hasta ahora y pueden ser juzgados no solo por especialistas sino
por sus hablantes modernos, algunos de los cuales en la actualidad estudian
ciencias sociales o tienen interés por leer sobre nuestra historia.
Los dos manuscritos señalados tienen abundantes incoherencias que
consideramos deben ser aclaradas en la medida que resulte posible y esté
suficientemente sustentado. Ello no obsta a que siempre señalemos la forma
original del manuscrito, cuando menos, en nota al pie. De esta manera nuestro criterio de edición puede ser juzgado (por otras personas o por nosotros
Introducción
21
mismos) y eventualmente modificado por otro mejor. Siendo que las incoherencias son especialmente abundantes en dos de los manuscritos (Relación
ms. y Tratado ms.) utilizamos los siguientes criterios generales:
Nuestro mejor sustento es la existencia misma de los dos manuscritos
citados. Afortunadamente pocas veces cometen el mismo error: donde uno
falla, el otro aclara; mutuamente son la principal fuente que hemos utilizado
para resolver las incoherencias.
Como un criterio general podemos decir que el «respeto» al original, que
es una regla de oro, debe ser interpretado de forma especial en el caso de las
circunstancias que envuelven a los manuscritos Relación ms. y Tratado ms.
Las evidencias que hemos señalado indican que esos errores no pueden haber
sido parte del original. La existencia de dos versiones nos ha permitido comprobar que frecuentemente hay más de tres errores por página que pueden ser
corregidos usando las dos versiones alternadamente. Por tanto cuando solo
nos queda una única versión (desde el §230 de Relación ms.) y seguimos
encontrando incoherencias similares que resultan en un texto incomprensible nuestra obligación como editores es tratar de encontrar alguna forma de
resolverla, y creemos que al menos en algunos casos hemos hallado algún
procedimiento que nos ha permitido acercarnos a lo que Polo debió escribir.
De esta manera tratamos de ser fieles al original de Polo. Que no es el manuscrito mismo que tenemos entre manos, sino el que deducimos que debió
haber escrito el autor. Por supuesto reconocemos que es una tarea arriesgada
y debemos haber cometido cometido errores. Por ello siempre reseñamos la
forma que aparece en el manuscrito. Esta es la forma específica en que tratamos esta edición, por las especiales circunstancias que envuelven a dos de
los manuscritos supervivientes.
Cuando el texto que aparece en el manuscrito Relación ms. resulta en
una versión incomprensible hemos tratado de hallar formas de resolver la
incoherencia recurriendo a otras fuentes que indicamos en lo posible. Polo es
un escritor sistemático que establece lo que él llama «presupuestos» que han
sido verificados documentalmente o por experiencia. Todo ello es utilizado
para construir de manera lógica sus argumentaciones y llegar a conclusiones.
Puesto que este proceder es comprobable en pasajes concretos de su obra,
22
El Orden del Inca
hemos ensayado a aplicar el mismo procedimiento en aquellos pasajes que
resultan oscuros. Si aceptamos que Polo utiliza este procedimiento para sus
argumentaciones, intentaremos reproducir el procedimiento buscando conexiones lógicas que nos permitan reconstruir su argumento en pasajes que
«aparentemente» son incongruentes. Teniendo en cuenta que la incongruencia se debe con mayor probabilidad al maltrato de que ha sido objeto por los
diferentes copistas. En las notas finales a la versión Relación explicamos la
aplicación de esta técnica a determinados pasajes.
Las notas al pie sirven para aclaraciones puntuales casi siempre sencillas
y cortas, de manera que no molesten la lectura. Incluyen las formas originales del manuscrito que han sido editadas, aclaraciones puntuales al sentido de
términos o construcciones de la época, comparación con otras ediciones. Los
comentarios al texto los hemos incluido en el «Índice Analítico y Glosario».
Finalmente hemos considerado unas pocas notas finales para aclaraciones a
pasajes de complicada interpretación y comentarios que no supimos incluir
en el Índice Analítico y Glosario.
Para resumir la estructura del libro consta de cuatro partes:
1. Introducción
2. Tratado (solo hasta el párrafo §229) y Relación.
3. Respuestas a la Instrucción del Rey.
4. Índice Analítico y Glosario.
Creemos que nuestra edición tiene algunos logros pero también reconocemos de antemano sus carencias. Necesitamos mejorar progresivamente
nuestro conocimiento de Polo, así como nuestra comprensión de esa parte
maltratada de nuestra historia y solo esperamos que este sea un paso más, al
que otros muchos, incluyendo las ediciones que citamos críticamente, han
contribuido. Nuestros apuntes sirven como una orientación de lo que esta
edición pretende, el lector juzgará si lo hemos logrado.
Introducción
23
La organización dEL ordEn dEL inca
Los finEs dE poLo
En la introducción de su obra, Polo nos explica con toda claridad que su
propósito es describir cuáles eran los bienes que se contribuían para el Inca y
cómo se distribuían los trabajos necesarios para dichas contribuciones. Todo
ello, contribuciones y distribuciones, se enmarca en un verdadero aparato legal (fueros) que están registrados en quipus. La forma de repartir o distribuir
los trabajos considera Polo que es la mejor y más provechosa manera de asegurar el buen funcionamiento de la economía colonial, más específicamente
de organizar el trabajo en las minas. Polo declara haber dedicado mucho
tiempo al estudio de estas formas de organización y haber hallado −según
su experiencia como autoridad (corregidor en Cuzco, Charcas y en Potosí),
como consejero (elaboración de la Tasa de Gasca y de revisitas), como funcionario (encargado de labores logísticas en la lucha contra Gonzalo Pizarro
al lado de Gasca) y como persona particular (encomendero en Charcas)− que
mantener los fueros de los indios es la mejor forma de organizar la economía
colonial para que el Pirú «vuelva a su ser». Es decir para que recupere un
estado de prosperidad (que implícitamente reconoce que tuvo) y que se había perdido después de varias décadas de guerras y abusos cometidos. Y en
realidad, según su apreciación, más incluso que los abusos, lo que peor daño
había causado era no mantener el orden del Inca en aquello que resultaba
beneficioso y posible de mantener.
Reconoce que mucho de ese orden se ha perdido, y ya no es posible de
recuperar. También se felicita de que se haya perdido todo aquello que considera idolátrico. Pero de lo que aun queda de esa estructura administrativocultural, aquello que sigue funcionando y hace funcionar el mundo colonial
es sobre lo que más le interesa tratar. En base a ese fundamento justificará
su posición política. Por tanto su mención al origen de los Incas, a toda la
organización que tenían, está dirigida a enfocarse en aquello que es posible
e importante mantener para asegurar el progreso de la economía colonial y
hacer que tanto indios como españoles sean «ricos».
24
El Orden del Inca
Este fin último de su obra hace que muchos detalles de la organización
inca sean obviados para centrarse en enfocar los aspectos de esta organización que él considera todavía válidos y útiles para el buen gobierno. La
descripción pormenorizada de la organización Inca no es el fin de su obra y
en varios casos el mismo Polo señala que solo presenta un breve resumen de
ella: «esta orden y división (...) no se pone aquí ni hace memoria de ella».
Sin embargo aun con la reserva indicada, la rigurosidad metodológica con
que trata todo asunto y su afán de saber lo hicieron capaz de averiguar algunos detalles de los cuales, si bien no es la única fuente, es la que mejor lo
describe. En cierto modo el valor de Polo, aun siendo tan distinto, es paralelo
al de otros autores como Cieza y Guaman Poma: fuentes únicas que por la
calidad de la información que aportan descollan respecto a otras. Y no es
porque invaliden a otras fuentes, sino porque nos acercan mejor que otras a
una comprensión del conjunto.
Teniendo en cuenta lo señalado, dividiremos lo que sigue en dos partes:
en la primera nos centraremos en la organización de las entidades administrativas que daban forma al orden del inca. Creemos que hay algunos vacíos
en su obra que hoy en día dificultan la comprensión de lo que Polo explica,
intentaremos rellenarlos en lo que alcanzamos a entender.
La segunda parte de nuestro comentario versará sobre el valor político
del «orden del inca» en los años previos al moldeamiento del sistema colonial que impondrá España en el Perú de la mano de su autoridad suprema: el
virrey Toledo.
Introducción
25
La organización poLítica dEL tahuantinsuyo En poLo
Aunque a la fecha hay ya abundantes estudios acerca de la organización
política del Tahuantinsuyo, encontramos pocos donde ésta se analice de manera que nos permita entender siquiera un nivel mínimo de organización
política que esté a la altura de los logros alcanzados por los incas. La obra de
Polo Ondegardo nos ayuda a mejorar la comprensión de esta organización.
Si bien el esquema organizativo por el que Polo empieza acabó por convertirse en un cliché común a la mayoría de autores: «cuatro partes en que todo
el reino estaba dividido, que llamaron Collasuyo, Chinchasuyo, Andesuyo,
Condesuyo», Polo se distingue por dos precisiones. La primera, hacer ver
que la organización de todos los pueblos de todo el reino corresponde al
mismo esquema de la «Carta de Ceques». En dicha carta o sistema de ceques,
como es ya sabido, el Cuzco se divide en cuatro suyos, dos de ellos corresponden al Cuzco de arriba (Hanansaya) y los dos restantes al Cuzco de abajo
(Hurinsaya). Cada uno de los suyos está a su vez dividido en tres grupos de
«rayas» o líneas y cada uno de los tres grupos de rayas consta también de 3
rayas llamadas collana (la primera), payan (la segunda) y cayao (la tercera).
Por tanto en cada suyo hay 9 rayas. Esto es así con la excepción del Cuntisuyo donde en lugar de 9 hay 14 ceques. A propósito de esta excepción, es
de notar que lejos de encontrar esquemas rígidos lo normal será encontrar
esquemas funcionales y flexibles donde siempre habrá excepciones. También viene a propósito precavernos de algunas apreciaciones simplistas que
inducen a pensar que los ceques pretenden organizar la realidad bajo esquemas predeterminados. La organización inca opera de modo exactamente contrario (lo que explica sus logros): los esquemas (como el que se desprende
de la Carta de Ceques) sirven para facilitar la organización de las realidades.
Por tanto el esquema es el que debe adaptarse a la realidad y no al contrario.
La segunda precisión de Polo es no menos importante, puesto que nos
indica con mayor claridad que ningún otro cronista que la división por suyos
y provincias junto al sistema de ceques es usada (además de para adorar a
las huacas) para hacer repartos proporcionales (distribuciones) de cualquier
trabajo o contribución. De tal manera que si el Inca pedía 100,000 fanegas
26
El Orden del Inca
de maíz inmediatamente cada demarcación política (bien fuera un suyo o
conjunto de provincias, una provincia grande, una parcialidad, una provincia
chica o un pueblo) sabía qué parte proporcional le correspondía. Volveremos a estos puntos tras hacer un breve repaso de la terminología quechua
(y la traducción castellana) que utiliza Polo para explicar la organización
tahuantinsuyana.
La tErminoLogía quEchua para Las dEmarcacionEs poLíticas
Si se analiza el conjunto de términos que Polo y otros cronistas han empleado para traducir al castellano los términos quechuas de las demarcaciones
políticas y sus autoridades, podremos apreciar algunas características en el
uso de dichos términos: arbitrariedad, variabilidad, homonimia y sinonimia.
Los términos que comúnmente usamos para designar las demarcaciones
políticas suelen ser especialmente arbitrarios. Un ejemplo de esto son las
diferencias modernas entre países modernos que comparten idioma.
Términos de demarcaciones políticas en naciones actuales
País
1a. Demarcación
2a. Demarcación
3a. Demarcación
Argentina Provincia
Departamento
Municipio (Distrito)
Bolivia
Departamento
Provincia
Municipio
Chile
Región
Provincia
Comuna
Ecuador Provincia
Cantón
Parroquia
Perú
Departamento (Región) Provincia
Distrito
Los términos para designar las autoridades de estas demarcaciones tienen
también variaciones. Las variaciones se multiplican teniendo en cuenta que
hay autoridades elegidas por voto directo y otras que son designadas por un
gobierno central o regional. Por ejemplo (presidente, prefecto, subprefecto,
gobernador, alcalde, corregidor, etc.). Diferentes entornos como los religiosos, judiciales o internacionales aumentan la variación. Entre los jesuitas una
provincia pueden incluir varios países, así como en la UNESCO una región
implica a toda Latinoamérica y el Caribe.
Incluso dentro de un país puede usarse como sinónimos más de un término (municipio y distrito por ejemplo). El término alcalde puede designar
Introducción
27
varios niveles de autoridad (por ejemplo provincial o distrital) y para determinarlo será necesario el contexto o el añadido de un segundo término que
lo especifique. La variabilidad aumenta al ser términos estrechamente vinculados a los más altos estratos de poder: una simple reforma, decreto o ley
puede hacer cambiar una designación de forma súbita imponiendo un nuevo
uso en plazos casi inmediatos (a diferencia de lo que ocurre con el lenguaje
común que no es moldeable por decreto).
Es de suponer que las características anteriores (arbitrariedad, variabilidad, homonimia y sinonimia) se agudicen en la medida que el código oral
predomine con mayor fuerza sobre el código escrito, como parece ser el caso
en la sociedad del Tahuantinsuyo.
Lo anterior nos sirve para concluir que los términos quechuas tanto para
las demarcaciones políticas como para las autoridades correspondientes pudieron tener un alto grado de arbitrariedad, variabilidad (dialectal y de otros
tipos) homonimia y sinonimia. Lo que no quiere decir que renunciemos a
la idea de buscar una mayor comprensión. Un buen ejemplo de homonimia
es el término «inca» ( que solía escribirse como «ynga» en los inicios coloniales). Puede significar: a) la autoridad suprema (zapa ynga), b) la nobleza
«ynga» de los hanancuzcos y hurincuzcos, es decir la clase o nación dirigente
y, c) las naciones «yngas» que rodeaban el Cuzco (Acos yngas, Tambo yngas, Equeco yngas, Quiliscachi yngas, Anta yngas, Papri yngas, etc.), que
eran etnias con ciertos privilegios pero con obligaciones tributarias como
cualquier otra nación del Tahuantinsuyo.
28
El Orden del Inca
NIVELES DE DEMARCACIÓN POLÍTICA EN EL TAHUANTINSUYO
CON LOS TÉRMINOS MÁS USADOS EN POLO, CIEZA Y GUAMAN POMA
Castellano
Nivel Territorial
1a.
Demarcación
Dimensión numérica
de aucacamayoc
Términos usados
Autoridad
estatal
Autoridad de la
nación
Radio
aprox.
leguas
La totalidad
Reyno
Inga, Señor
-
Todo
2a.
Demarcación
(ampliada)
Agrupaciones de
Guamanis* (más de
40,000 hasta más de
100,000)
Comarca, Suyo,
Provincia, «Otros
Cuzcos», Cabeceras
(Ejemplos: Quito,
Charcas, Taguansuyo
ampliado)
Gobernador,
Delegado
-
24-48
2a.
Demarcación
(restringida)
Guamani o agrupaciones de hunus
(40,000-70,000)
Comarca, Suyo,
Provincia, Cabecera
Gobernador
Ejemplos: (Taguansuyo, Vilcasguaman)
Cacique principal,
Señores, Señor
16-48
3a.
Demarcación
Hunu o hunus
(10,000-40,000)
Provincia, Suyu,
Parcialidad
Caciques, Principa6.5-24
les, Señores
4a.
Demarcación
Mil o varios miles
Provincia, Parcialidad
-
Caciques, Principales, Mandones
5a.
Demarcación
Cien o varios cientos
Pueblo, Parcialidad,
Ayllo
-
Principales,
Principalejos,
Mandoncillos
Gobernador
Quechua
Nivel
Territorial
1a.
Demarcación
2a.
Demarcación
(ampliada)
2a.
Demarcación
(restringida)
3a.
Demarcación
Dimensión numérica
Llapantin
Términos usados
Autoridad
estatal
Autoridad de la
nación
Aprox. en
tupu
Taguantinsuyu
Zapa Ynga
-
Hatun Guaman
Suyu, Guaman, Guamani, Qusqukuna
Tocrico,
tocorico,
tucuyricuc
-
15-30
Guaman
Suyu, Guaman, Guamani, Qusqukuna
Tocrico
Apu, Hatun Curaca, Curaca
10-30
Iskay kimsa Hunu /
Huk Hunu
Hunu
Tocrico
Apu, Hunu Curaca,
4-15
Curaca
4a.
Guaranga
Guaranga
Curaca
Demarcación
5a.
Pachaca, Pisca
Ayllu, Pachaca
Camachicuc
Demarcación Chunga
* Elegimos la forma «guamani» y no «guaman» simplemente porque se presta más a la castellanización.
Introducción
29
El cuadro presenta un conjunto de términos frecuentemente usados por
Polo, Cieza y Guaman Poma. Polo pocas veces utiliza términos en quechua,
sin embargo se esfuerza por representar en castellano el sentido del término
quechua. Al parecer busca ser leído y entendido por autoridades de la metrópoli. Gracias a la existencia de dos versiones (Tratado y Relación) podemos
apreciar que varias veces sustituyó el término hunu por algún equivalente en
castellano. Como ejemplo, el párrafo §116 lo sustituye por ‘provincia’:
Con todo eso, si al principio se entendiera,
dejando su posibilidad y orden a cada hunu
sin dividirse –ni apartarlos– se pudieran hacer las encomiendas. (Tratado)
Con todo eso, si al principio se entendiera,
dejando su posibilidad y orden a cada provincia sin dividirse ni apartarlos se pudieran
hacer las encomiendas. (Relación)
En §204 lo sustituye por ‘comarca’:
Y así todas las veces que se descubría oro
en algunas provincias y se proponía que se
fuese a sacar, se mandaba juntar la gente
de aquel hunu –que eran diez mil indios–
y entre ellos se repartía la cantidad que se
mandaba que fuese para lo susodicho y esta
era la que al Inca y a sus gobernadores le
parecía. (Tratado)
Allende de lo cual todas las veces que se
descubría oro en algunas provincias, y aún
según dicen cuando fallecía el Inca y sucedía otro nuevo, se mandaba juntar copia
[cantidad] de gente de aquella comarca conforme a lo que se mandaba, cuya distribución estaba a cargo de los mismos indios, y
éstos sacaban oro. (Relación)
En una ocasión añade hunu (§229):
Esta contribución se hacía general de todo el
reino porque acordado en el Cuzco la gente
que había de salir aquel año para las obras,
acudía con ella todo el reino por la orden que
se dirá brevemente, en la que tenía del distribuir en semejantes negocios. (Tratado)
(...) para los cuales la contribución se hacía
en general por todo el reino. Porque acordado en el Cuzco la gente que había de salir
aquel año para las obras, hacían su distribución por sus hunus y provincias en todo el
reino y por la orden que se dirá en su lugar.
(Relación)
En otros pasajes ‘provincia’ equivale a guaranga, ya que las menciona
como partes de un hunu §121:
30
El Orden del Inca
Con lo cual, entendida una vez la división de todo el reino y la cantidad de gente de cada provincia, y las provincias que estaban debajo de cada hunu –a que
llamaron a estos diez mil indios casados– las contribuciones y distribuciones
eran facilísimas (...)
También en §329:
Que si le cabía en la distribución general mil fanegas de maíz, luego se dividía
por las provincias de aquel hunu, y entendía cada uno [de los gobernadores o
caciques] lo que había de sacar de sus depósitos.
Encontramos que el mismo término se repite para varias demarcaciones.
Sin embargo a pesar del uso aparentemente caótico encontraremos que hay
ciertas reglas: ‘provincia’ se encuentra en un rango que va desde una agrupación de hunus (como Chucuito) a la guaranga. No se usa para niveles
inferiores (como serían las pachacas) y raramente para niveles superiores
que suelen estar reservados al término «comarca» o «suyu».
El orden del cuadro presentado sigue el esquema de organización decimal. Es decir, según nos da a entender Polo y muchos otros autores, lo que
ordena y precisa la organización política tahuantinsuyana es el esquema de
repartición decimal. De acuerdo a él, cada término para designar demarcaciones políticas o autoridades puede (y debe) hacerse corresponder a una cierta
cantidad de ‘indios casados’ o aucacamayoc. De manera que sino totalmente, al menos parcialmente podremos superar la arbitrariedad, variabilidad,
homonimia y sinonimia envuelta en dichos términos. De acuerdo a lo que
podemos deducir en Polo el término hunu tiene dos acepciones principales:
comarca y provincia. Esto reflejaría también dos acepciones numéricas: a)
Una demarcación que corresponde aproximadamente a 10,000 aucacamayoc
(que es el sentido restringido directo) y b) Una agrupación de varias decenas
de millar o hunus (en sentido amplio, como los casos conocidos de Chucuito
y Jauja). Según los contextos, provincia también puede traducir el equivalente de guaranga. El mismo grado polisémico tendría cacique principal o
cacique. Parcialidad la usa en casi todos los niveles. Puesto que para 15601570 (cuando Polo escribe) la organización del estado Inca en los niveles
superiores al hunu había sido deshecha, Polo se referirá principalmente al
nivel del hunu (en sentido restringido o amplio) y a la guaranga. Mencionará
31
Introducción
también pero muy de pasada un nivel de comarca o suyu, es decir entidades
administrativas mayores que llamamos nosotros de segundo nivel, teniendo
en cuenta que el primer nivel corresponde a todo el Tahuantinsuyu. Sobre
esos niveles organizativos superiores al hunu trataremos en este artículo
puesto que los consideramos esenciales para alcanzar mayor comprensión de
los repartos proporcionales de los que tratará Polo.
EL nivEL dE comarca o suyo
El esquema de Polo es bastante simple: Primero se divide la contribución
entre los hanan (Chinchasuyo y Antisuyo) y los hurin (Collasuyo y Condesuyo). Seguidamente entre los hunus (o provincias) que componen cada suyo.
Cerca al Cuzco la división pudo ser esta:
Repartición en suyos y hunus de acuerdo a Polo
SUYUS
Chinchasuyo
HUNUS
Sacsahuana (Pampa de
Anta y Abancay)
Calca-Yucay
SUYUS
Antisuyo
Cotabamba (parte de
Apurímac)
Canas
Canchis
Paucartambo
Lamay-Pisac
Quispicanchi
Collasuyo
HUNUS
Condesuyo
Chilques-Mascas
(Paruro)
OmasayosYanahuaras
Chumbivilcas
Tras esta división, hecha por los caciques principales junto con los gobernadores incas de cada hunu (provincia), se divide entre las guarangas de
cada hunu. Algunas de las guarangas de los hunus del Chinchasuyo, según
nuestro ejemplo, pudieron ser:
Guarangas de Sacsahuana: Sacsahuana, Abancay, Zancu, Curahuasi y
32
El Orden del Inca
Chinchaypuquio que corresponden aproximadamente a las actuales provincias de Anta y Abancay.
Guarangas de Calca-Yucay: Calca, Chinchero, Yucay, Maras, Laris,
Ollantaytambo, que corresponden a la parte occidental de las actuales provincias de Calca y Urubamba.
Guarangas de Cotabamba: Cotabambas, Cotaneras, Coyllurqui. Correspondientes aproximadamentes a las actuales provincias de Cotabambas (norte) y Grau en Apurímac.
Tras la división en guarangas, restaría dividir en pachacas. Las pachacas
corresponden aproximadamente al nivel de comunidad actual, en ese nivel
ya se repartiría a cada aucacamayoc (persona apta para servir al estado).
En el supuesto presentado, podemos apreciar que cada hunu no está
compuesto de 10 guarangas (como indicaría el modelo «ideal» y muchos
ingenuamente en algún momento hemos pensado). El esquema decimal es
aproximativo y las pruebas existentes en los archivos y en los quipos arquelógicos apuntan claramente a señalar que si hubo alguna exactitud, esta fue
la excepción de la regla. Lo común sería que una guaranga tuviera algunos
cientos más que excedan a los 1,000 aucacamayoc. De hecho en Chucuito
consta (según quipo ynga citado en la famosa Visita de 1567) que de las
14 parcialidades equivalentes a guarangas, 11 de ellas tenían más de 1,100
aucacamayoc y una de ellas tenía menos de mil: 866. Ninguna tenía los mil
exactos y había dos que pasaban de 1,500. Es sorprendente que con los datos
existentes algunos autores se sigan preguntando si había algún tipo de norma
que implicara «exactitud» poblacional en el esquema decimal de los incas. El
ser una norma orientadora y aproximada no significa que no tuviera rangos
establecidos. Al parecer la norma preferida en cuanto a las guarangas era que
solo cuando alcanzaban los dos mil aucacamayoc podrían dividirse en dos
guarangas. Además de los datos de los quipos incas transcritos en el s. XVI
tenemos la explicación de Guaman Poma al hablar de las guarangas:
Y si multiplica de un mil a dos [mil], entre su hijo y el dicho padre y hijo señoreará los dos dichos (...) (1936: 456)
Los márgenes de variación de los hunu eran aún mayores. Por la comparación de cifras de los quipus huancas (que como los de Chucuito, tam-
Introducción
33
bién son de la época inca) resulta que Atun Jauja tenía 6,202 aucacamayoc,
Hananhuanca 9,067 y Lurinhuanca 11,931 (Chirinos 2010: 33). Cada una
de las parcialidades huancas, a efectos prácticos, sería un hunu (en sentido
restringido) al tiempo que las tres parcialidades juntas constituyen también
un hunu o provincia (en sentido amplio), ya que son una nación que está
conformada de tres hunus.
Para poder imaginarnos el modelo organizativo, creemos es necesario
verlo operar en los cuatro suyos cercanos al Cuzco (mapa 3). La existencia
de estos cuatro suyos cercanos al Cuzco está hasta cierto punto bien documentada. En una declaración que en adelante llamaremos «Declaración de
120 curacas» aproximadamente 120 caciques del Cuzco en 1577, declararon
cada uno de qué pueblo eran y a qué suyo pertenecían (Espinoza Soriano
1977). Al ubicar los pueblos en el mapa resulta que la división de los suyos
se corresponde con una proyección de los ceques del Cuzco resultando como
se señala en los mapas 1, 2 y 3. Tomando en cuenta el censo toledano de
1572 (aproximadamente) y las proyecciones regresivas de la disminución
poblacional entre 1520 y 1572 (-1.2% anual como tasa menor según Noble
Cook) se puede considerar que el número de tributarios debió ser al menos
del doble respecto al censo toledano. Es decir, en el ámbito de los pueblos
donde declararon los 120 curacas, en 1572 y de acuerdo al censo toledano,
la población de tributarios fue de 35,160. En la tabla que a continuación
presentamos hemos proyectado (regresivamente) dicha población a lo que
debió haber en la época inca. De lo cual nos resulta que la población de aucacamayoc en el ámbito cuzqueño (exceptuado el Valle y la ciudad misma
de Cuzco) debió ser de 70,320. Para la población total simplemente multiplicamos por cinco y obtenemos los 351,600 habitantes presentados. En las
columnas de la derecha figuran los “tantos por mil”, que como veremos más
adelante, suponemos que debieron estar consignados en los quipus, teniendo
en cuenta que lo que presentamos solo es un supuesto que sin embargo lo
consideramos válido como ejemplo.
34
El Orden del Inca
ESTIMADO DE AUCACAMAYOC Y POBLACIÓN TOTAL PARA EL
TAGUANSUYO (1520)
AUCACAMA- POBLACIÓN
«Tanto «Tanto por
SUYUS Y HUNUS
YOC «Aptos
TOTAL
por mil» mil» del
para el servicio»
APROX.
del Suyo
Hunu
Sacsahuana
11502
57510
427
Yucay
8055
40275
299
Cotabamba
7383
36915
274
Chinchasuyo
26940
134700
361
Poques-Cuyos
(Lamay4062
20310
531
Pisac)
Paucartambo
3585
17925
469
Antisuyo
7647
38235
102
Quispecancha
8474
42370
409
Canas y Canchis
12220
61100
591
Collasuyo
20694
103470
277
Chillques y Mascas
9558
47790
309
Omasayos
8134
40670
263
Chumbivilcas
9680
48400
313
Condesuyo
26568
132840
356
4 SUYOS
70320
351600
1000
1000
(TAGUANSUYO)
Por la declaración de los 120 curacas cuzqueños y suponiendo que nos
aproximemos al estimado poblacional de la época inca, el promedio de aucacamayoc a cargo de cada cacique o curaca hubiera sido de 586 (total de
aucacamayoc entre total de curacas, es decir: 70,320/120) en 1520; pero en
1572 eran solo alrededor de la mitad (293). Lo que nos hace suponer que los
120 declarantes eran mayormente caciques de pachacas (en 1577), aunque es
probable que para 1520 muchas fueran guarangas. Esto se corresponde a lo
que Polo señala y nos es ya conocido: el nivel del hunu o de las agrupaciones
de hunus (provincias de una o varias decenas de millar de aucacamayoc) fue
prácticamente suprimido, especialmente en el Cuzco, ya que al repartirse las
encomiendas se dividieron los hunus, quedando solo unas pocas guarangas y
Introducción
35
muchas pachacas. Sin embargo, quedaron resquicios donde la organización
antigua funcionaba y la declaración de los 120 curacas es una muestra. Una
de las razones de esa continuidad es que obras públicas del Cuzco se organizaban usando la estructura administrativa del Taguansuyo.
Resulta admirable que hasta hoy en día los territorios que ocuparon esos
4 suyos corresponden con bastante aproximación a la región o departamento
del Cuzco. En la «Declaración de los 120 curacas» consta que se autodenominaron como del «Taguansuyo» y no del Tahuantinsuyo. Intentaremos
explicar por qué creemos que es importante esta diferencia que no sería una
mera variación de términos.
taguansuyo como partE dEL tahuantinsuyo
El modelo de repartición descrito en el apartado anterior, siguiendo el
esquema de Polo, resultaría en un esquema muy difícil o imposible de aplicar
si se considera al Tahuantinsuyo como compuesto de casi 100 provincias que
van de Quito hasta Chile y sin niveles de agrupación intermedios. Es decir se
necesitaban agrupaciones de provincias que permitieran organizar adecuadamente los dos grandes suyos: el Chinchasuyo y el Collasuyo. Aun sabiendo
que Quito y Tomebamba tuvieron autonomía, resultaría igualmente engorroso dividir una contribución desde Chachapoyas hasta las proximidades del
Cuzco, si ese fuera el ámbito administrativo del Chinchasuyo. Y la cantidad
de provincias o hunus (alrededor de 50) no sería el principal obstáculo, sino
la gran distancia entre las provincias. Polo no nos explica esta dificultad,
puesto que su análisis se centra en lo que aun queda de la organización inca
y el nivel que nos interesa tratar era un nivel del que solo quedaban rastros
para cuando Polo escribe.
Para entender cómo se reparten las contribuciones en el Estado Inca debemos tener presente el modelo del cual partía. El modelo está basado en la
organización de ceques del valle del Cuzco (mapa 1). La división en ceques
del valle del río Huatanay en Cuzco (que en términos actuales corresponde
casi exactamente a la llamada provincia del Cuzco) se proyecta hacia afuera
organizando la comarca o región cuzqueña (mapas 2 y 3). El territorio que
comprende los suyos cercanos al Cuzco son los que la «Declaración de los
36
El Orden del Inca
120 curacas» denomina Taguansuyo (mapa 3). Cada suyo del Taguansuyo
es una proyección del sistema de ceques del Valle del Cuzco y cada uno de
los suyos a su vez estaba compuesto de varios hunus o provincias todas ellas
cercanas al Cuzco.
Quito, Tomebamba, Charcas y Collao fueron también agrupaciones de
varias provincias o hunus tal como lo fue el Taguansuyo. Por tanto es de
esperar que no solo los ceques sino la misma organización del Taguansuyo
alrededor del Cuzco constituyó el modelo para organizar otras agrupaciones
de provincias a lo largo del Chinchasuyo y del Collasuyo (entendidos geográficamente). Fueron estos dos suyos (Chinchasuyo y Collasuyo entendidos
en sentido geográfico), por su gran extensión, los que más necesitaron del
modelo proporcionado por el Taguansuyo.
Polo es una de nuestras fuentes, pero no la única. Su explicación es clara:
todo el imperio se dividía en suyos y los suyos se dividen en provincias. A
todo ello agrega que se sigue el modelo Hanan/ Urin siguiendo la Carta de
Ceques. Es claro que se podría entender que cada uno de los suyos (entendidos en toda su amplitud) era una entidad política que estaba dividida en
provincias. Sin embargo nosotros no creemos que fuera así por dos razones.
La primera es que se opone a toda lógica de una buena organización y resulta
evidente, (por ejemplo por la cantidad de obras públicas desarrolladas) que
los incas debieron tener una buena organización que hiciera lo que también
Polo señala (que las contribuciones y distribuciones fueran facilísimas). Es
posible aunque no me parece tan probable que se dieran determinadas circunstancias o asuntos que permitirían organizar una contribución en niveles
muy amplios (por ejemplo de todo el Collasuyo para una guerra como la
que emprendió Huayna Capac en Quito). Pero es también evidente que los
asuntos de importancia comarcal debieran ser manejados por una entidad
intermedia entre la provincia y la enorme extensión de los dos grandes suyos
del sur y del norte: Collasuyo y Chinchasuyo. Por ejemplo la construcción
de caminos, el mantenimiento de puentes, tambos, el almacenamiento de
alimentos y demás provisiones.
Las menciones a estas entidades intermedias entre los hunus y los dos
grandes suyos están dispersas, suelen ser fragmentarias, y pueden superpo-
Introducción
37
nerse lo que no es extraño para casi todo lo que concierne a la historia inca.
Sin ser nada exhaustivo citaré algunas empezando por Polo mismo, quien
llama a estas entidades comarcas, que están expresamente asociadas al «orden del inca»:
«Otro tributo tenían común en todo el reino del servicio de tambos y caminos y
puentes en todos los ríos, que son muchos. A todo lo cual acudían por comarcas, conforme a la orden que se les había puesto». (Relación §269)
Cabello Balboa señala que el general Atoc fue comisionado por Huascar
para reunir un ejército en el ámbito supraprovincial de Tomebamba. Aunque por muchas otras fuentes consta de la autonomía que tenían tanto Quito
como Tomebamba, utilizo un ejemplo que pone a Tomebamba sometida a
las órdenes del Cuzco, pero como entidad propia que abarca un territorio
entre las fronteras del Ecuador y Perú actuales:
«Guascar (...) nombró por capitán a Atoc, hombre de valor, y le dio cantidad
de gente y comisión para que en los Paltas, Cañares y Guayacundos y demás
provincias a estas circunvecinas hiciese copia de gente que viese convenir para
prender y destruir a su hermano.» (1951: 424).
En el llamado «Memorial de Charcas» los caciques principales de las
naciones que formaban parte de Charcas describen una organización por cabeceras que sirve para reclutar soldados. De donde se infiere una categoría
intermedia que agrupa a varias naciones (hunus): Caracaras con Chichas por
un lado y Charcas con Chuis por otro:
«Y así cuando hacían gente de guerra en nuestros pueblos los señores incas,
los Caracaras y los Chichas se juntaban en el pueblo de Macha, que es cabecera de los indios Caracara, y lo mismo la nación de los Charcas y los Chuis
se juntaban en el pueblo de Sacaca, que es cabecera de los indios Charcas. Y
así partiendo de estos dichos dos pueblos los dichos capitanes y soldados de
las dichas cuatro naciones se solían juntarse en el pueblo y tambo de Paria;
cabecera de Sura, que es de los Soras, hacia el camino del Cuzco.» (en Platt et
al. 2006: 842-843).
Guaman Poma señala que Tupac Yupanqui dispuso la creación de «Otros
Cuzcos» que según señala son cinco: Quito, Tomebamba, Huánuco, Hatun
Colla y uno en Charcas.
38
El Orden del Inca
Cieza, una de las fuentes más respetadas de la historia inca, afirma la
existencia de niveles de organización más amplios que las provincias, que
llama ‘cabeza de provincias o de comarcas’:
«Por muy cierto se averigua [que] los reyes de este reino en el tiempo de su
señorío y reinado tuvieron en todas las cabeceras de las provincias −como eran
Vilcas, Jauja, Bonbón, Caxamalca, Huancabamba, Tomebamba, Latacunga,
Quito, Carangue; y por la otra parte del Cuzco, hacia el mediodía, Hatun Cana,
Hatun Colla, Ayavire, Chuquiabo, Chucuito, Paria y otros que van hasta Chile−
sus delegados. Porque en estos tales lugares había mayores aposentos y más
primos que en otros muchos pueblos de este gran reino. Y muchos depósitos,
y eran como cabezas de provincias o de comarcas porque de tantas a tantas
leguas venían los tributos a una de estas cabeceras; y de tantas a tantas iba a
otra, habiendo en esto tanta cuenta, que ningún pueblo dejaba de tener conocido adónde había de ir y acudir. Y en todas estas cabeceras tenían los reyes
templos del sol y casa de fundición y muchos plateros que no entendían en
todo el tiempo más que labrar ricas piezas de oro y grandes vasijas de plata. Y
había mucha gente de guarnición y como dije, mayordomo mayor o delegado
que estaba sobre todos y a quien venía la cuenta de lo que entraba y el que era
obligado de la dar de lo que salía» (1986, cap. XX).
Betanzos, siguiendo lo que se informara por Angelina Yupanqui y sus
parientes, nos dice que cada 40 leguas hubo un gran tambo que almacenaba
lo que consumían los ejércitos incas, la distancia entre cada uno de estos
grandes tambos la llamó guaman. Puesto que en dichos tambos se reunían los
tributos de toda la comarca, se puede deducir que eran la cabeza de entidades
administrativas:
«Ordenó y mandó [Pachacutic] que el capitán que llevase gente de guerra mandase que de cuarenta en cuarenta leguas desde la ciudad del Cuzco hasta do
fuesen lo postrero que llegase, fuesen hechos −en los tambos de las cuarenta leguas− {fuesen} grandes depósitos de todos mantenimientos, ansí de maíz como
de chuño y papa y quinua y ají y sal y carne seca y pescado y ovejas en pie (...)
y el espacio que había de tambo a tambo donde esta comida se les daba llamó
y mandó que se llamase Xuc Guaman (que quiere decir en esto ‘un vuelo de
halcón’) y que cada año los caciques comarcanos de estos tales tambos tuviesen
cuidado de estos depósitos y los hiciesen hinchir y proveer para lo ya dicho y
Introducción
39
beneficio de ello.» (1999: 108)
Damián de la Bandera confirma el término de 40 leguas (lo que en realidad puede implicar un radio de 20 leguas) que se cumple en la demarcación
de Vilcasguaman:
«Sobre cada provincia había un gobernador y este era un capitán del Inga, al
cual llamaban tucuyrico que quiere decir ‘todo lo mira’; y el que lo era en esta
provincia tenía su asiento en Vilcas (...) Este gobernaba cuarenta leguas de
tierra, desde Uramarca que es de aquel cabo de Vilcas seis leguas, hasta Acos
[Acostambo] que está junto al valle de Xauxa.» (Jimenez de la Espada 1965 I
: 178).
La relación del licenciado Hernando de Santillán es de particular interés, al describir un Tahuantinsuyo que excluye a una parte del propio Taguansuyo (totalmente al Antisuyo que corresponde a Lamay-Pisac-CaycayPaucartambo, ya que lo hace partir desde Abisca). También excluye a parte
importante del Chinchasuyo (a toda la Pampa de Anta o Sacsahuana ya que
lo hace partir desde Vilcaconga hacia el norte). Para el Condesuyo no da un
punto de partida claro, aunque podría interpretarse que excluye lo que está
cerca y finalmente sí incluye a casi todo el Collasuyo cercano pues lo hace
partir desde Urcos. Para resolver lo que parece una incoherencia, debiera
o bien incluir los suyos completos o bien hacer partir al Collasuyo desde
Lurucachi o La Raya (frontera entre Puno y Cuzco actual). Por otro lado,
afirma la existencia de los grandes suyos como entidades administrativas
al dar incluso los nombres de los «capac» que los tuvieron a cargo (aunque
resulta incoherente que estén al mismo nivel los capac de los suyos Chincha
y Colla respecto a los Ande y Conde). Finalmente, Santillán también sostiene la existencia de los guaman como agrupaciones de hunus, es decir como
un nivel intermedio entre el gran suyu y el hunu, lo que nos parece lo más
rescatable. Cuando se refiere a este nivel de guaman nos menciona que es
«otra» división, por lo que podemos entender que es un nivel distinto al de
los cuatro socorridos suyos:
«Después que Topa Ynga Yupangui habiendo conquistado la mayor parte de
aquel reino, se volvió al Cuzco, hizo allí junta de todos los señores de la tierra,
con los cuales se holgó y hizo sus fiestas y después comenzó a poner orden ge-
40
El Orden del Inca
neral para el gobierno de toda la tierra. Y lo primero que hizo fue dividir todo lo
que estaba debajo de su señorío en cuatro partes o reinos: el uno fue Chinchasuyo que comienza desde Vilcaconga, por los Llanos hasta Quito, el segundo se
llamó Collasuyo que comienza desde Urcos y llega hasta los Charcas, el tercer
se llamó Andesuyo, que comienza desde Abisca por todo lo despoblado y cordillera de los Andes; el cuarto se llama Condesuyo, que va desde el Cuzco hasta
Arequipa e incluye toda la sierra que está hacia aquella banda (...) Hizo asimismo el dicho inga otra división de su tierra para tener mejor cuenta, y de cada
cuarenta mil vecinos hizo un guaman, que quiere decir provincia, y en cada una
puso un gobernador que residía en ella y le llamaban tocrico (...) (1927:16-17)
Las entidades intermedias existentes ¿fueron solo los cinco «otros Cuzcos» de Guaman Poma? No lo creemos, porque el ámbito de lo que corresponde a Huánuco sería excesivamente extenso. ¿O se organizaban por cabeceras como las que señala Cieza y otros autores que las sitúan a una distancia
aproximada de 40 leguas? ¿Cuántos niveles intermedios hubo entre Cuzco
y las provincias? ¿»Grandes Guamanis» que se dividían en «Guamanis» o
«Comarcas» que a su vez se subdividían en «Hunus» o provincias?... No tenemos respuesta definitiva y es posible que la respuesta nunca sea muy clara.
El engranaje administrativo se modificaba con el tiempo y con la sucesión
de los incas. Podría incluso tratarse de un esquema móvil de acuerdo a las
necesidades. Y también es de sospechar que cualquiera que fuera la organización existente esta se debía hallar en crisis después de la guerra civil entre
Huascar y Atahualpa. Sin embargo, aun cuando no podamos precisar detalles
sí creemos poder visualizar un esquema organizativo que se ajustaba a las
necesidades del Estado Inca. Intentaremos explicarlo.
Primeramente señalaremos lo que consideramos seguro. Aun cuando no
podamos precisar cuántos niveles organizativos hubo antes de llegar al del
hunu o provincia y aunque sea impreciso también el número de cabeceras,
resulta claro que las cabeceras y los niveles administrativos diferenciados
por su amplitud existían. Y el mejor ejemplo de ese nivel intermedio tiene
que ser el que surge del Cuzco mismo, es decir el Taguansuyo. Hay varias
evidencias que confirman la existencia de esta entidad política, además del
documento de la «Declaración de los 120 curacas».
Introducción
41
Aunque también la llame Tahuantinsuyo, el Inca Garcilaso hace una clara
referencia a esta entidad en el siguiente pasaje:
«La leña y el agua –y otras cosas que se gastaban en la casa real cuando el Inca
estaba en la ciudad del Cozco− la traían por su vez [=mita] y repartimiento los
indios de los cuatro distritos que llamaron Tahuantinsuyo. Quiero decir los
pueblos más cercanos a la ciudad de aquellas cuatro partes en espacio de 15 a
20 leguas a la redonda. En ausencia del Inca también servían los mismos, mas
no en tanta cantidad» (1990:337).
Para la guerra contra los Pizarro, según Titu Cusi Yupangui, Manco Inca
organiza dos frentes, uno de estos frentes corresponde al Taguansuyo. El
frente a cargo de Quisu Yupangui organizó emboscadas y refriegas entre
Jauja y Vilcashuaman. Es así que cuando Manco Inca anuncia su alzamiento,
en la junta secreta que realizaron en Cuzco donde reunió solo a los caciques
de 10,000 indios (hunucuracas), les dijo lo siguiente:
«Yo enviaré a Lima a Quisu Yupangui, mi capitán que gobierna aquella tierra
(...) él allá y nosotros acá en el Cuzco, luego los acabaremos sin que quede
ninguno».
Donde se puede notar que lo que estaba fuera del Cuzco tiene otro mando
político. Titu Cusi añade algunos detalles que corresponden a lo que llamamos Taguansuyo, que lo pone a cargo de Vila Oma:
«Y así sin ninguna dilación, luego lo pusieron por la obra y enviaron por sus
parcialidades cada uno como les cabía la vez [=mita]. De los Chinchasuyo envió Vila Oma a Coyllas, y a Ozca, y a Cori Atao y a Taypi (...) de los Cullasuyos fue Lliclli y otros muchos capitanes (...) a Condesuyo [fue] Suranguaman,
Quicana y Surivallpa y otros muchos capitanes; los de Andesuyo: Ronpa Yupanqui y otros muchos capitanes.» (1992:40-41).
La entidad Taguansuyo tuvo probablemente alguna tradición pre-Pachacutic, ya que se menciona que desde los Canas y Canchis vinieron los refuerzos para la lucha contra los Chancas. Y tiene también una existencia posInca
ya que en la Colonia y aun hasta hoy en día la mantiene. Si su nombre fue o
no Taguansuyo (Garcilaso también lo llama Tahuantinsuyo) es una cuestión
de menor importancia, pero nos acogemos a él puesto que así está señalado
en la declaración mencionada y es posible que esa pequeña distinción sirvie-
42
El Orden del Inca
ra para hacer ver que se refería solamente a esos suyos cercanos. El sufijo
-ntin contenido en /Tawa-ntin-suyu/ da una acepción de totalidad, «todo lo
que abarcan los 4 suyos». En cambio en /Tawa-n-suyu/ (el sufijo -n en este
caso podría ser el relativo, que no se traduce) carece de esa acepción, dándonos una referencia a los 4 suyos distinta a la que estábamos acostumbrados.
Probablemente son los mismos suyos que en una época y durante un periodo
difícil de determinar marcaron el conjunto de naciones aliadas de los incas,
desde antes del gobierno de Pachacutic Inca Yupanqui.
Sin embargo la definición del Taguansuyo se fue complicando a medida
que los incas ampliaban sus conquistas. Tal vez hubo dos Taguansuyos. El
primero «restringido» a las 15 ó 20 leguas que señala Garcilaso y que está
implícito en la Declaración de los 120 curacas. El otro sería el Taguansuyo «ampliado», que incluye hasta los Chancas y Lucanas por el norte, el
Condesuyo sur (hoy Arequipa) y el Collao y Chucuito por el sur. También
Garcilaso menciona esta entidad, aun cuando le asigne una función que nos
parece limitada:
«La cosecha del sol y del Inca de 50 leguas al derredor de la ciudad del Cozco
llevaban a ella para el sustento de la corte, para que el Inca tuviese a la mano
bastimento de qué hacer merced a los capitanes y curacas que a ella fuesen.»
(1990: 267).
Además del número de aucacamayoc podemos apreciar que la distancia
fue un factor importante en las delimitaciones administrativas. El Taguansuyo restringido estaba definido por unas 15 ó 20 leguas de radio. Mientras
que para el Taguansuyo ampliado Garcilaso da la medida de 50 leguas ( ≈ 30
tupus). Estas distancias están directamente relacionadas a los días en que se
podían caminar: 3 ó 4 días el Taguansuyo «cerca» y alrededor de 10 días el
Taguansuyo «lejos». Las medidas se aproximan a las distancias de los Guaman o Guamani que señala Guaman Poma (teniendo en cuenta que 1 legua
≈ 5 km ≈ 2/3 de tupu). Si replicamos la hipótesis que describimos sobre el
funcionamiento del Taguansuyo (restringida y ampliada) para las entidades
que llamemos «Grandes comarcas», comarcas o guamanis y provincias o
hunus, tendríamos un esquema administrativo flexible con niveles de amplitud variables en función de las tareas asignadas (abastecimiento de ejérci-
Introducción
43
tos, construcción de caminos, mantenimiento de tambos y puentes, etc.). El
mantenimiento de un sistema de registro del número de aucacamayoc, de las
distancias, de las existencias de los depósitos, de los tambos, ganados, etc,
a través de los quipus haría posible y hasta cierto punto sencillo hacer funcionar las tareas de gobierno con un esquema tal como el descrito. Por otra
parte, y teniendo en cuenta que los españoles desconocían estos esquemas
resultaría muy difícil tanto el ser explicado como el ser entendido en sus
detalles. Algo parecido a lo que ocurrió con los detalles y procedimientos
matemáticos (y de otros tipos) que contienen los quipus.
La apretada relación expuesta por Polo nos permite inferir que él fue de
los pocos cronistas que alcanzaron a captar la dimensión de la organización
inca, aun cuando por distintas razones haya pasado por alto muchos de sus
detalles en el resumen que nos ofrece. Y lo que le permitió alcanzar esa comprensión fue captar el mecanismo como operaban los quipus:
«para su verificación ni hay ni puede haber conforme a la costumbre de estos
indios más claridad de la que hallé –que no fue pequeña– pues faltándoles
escrituras no pudieron tener otra que más satisficiese: a sus propios quipos por
registros».
¿En basE a qué suyos o provincias sE dividían Los rEpartos?
La descripción de Polo nos permite apreciar de una forma coherente la
organización del Tahuantinsuyo, pero para ello es necesario superar el esquema simplista de cuatro partes administrativas para todo el reino. Efectivamente todo el reino se dividió en cuatro partes, entendidas en sentido
geográfico. De estas cuatro partes resulta evidente que al menos una de ellas,
el caso del Antisuyo, era una entidad con dos acepciones muy distintas: la
geográfica y la política. La una no se podía superponer con la otra por razones bastante evidentes (no tendría lógica ninguna administrar, bajo una
misma entidad política, cocales situados en Huánuco, Perú con cocales de
La Paz, Bolivia; por poner un ejemplo). Otras dos partes, el Chinchasuyo
y el Collasuyo, tal vez nunca fueron entidades políticas tan extensas (hasta
Quito y Chile) pero como quiera que fuese requerían de niveles intermedios
que –en función a la distancia y a la población– administrara comarcas (agru-
44
El Orden del Inca
paciones de guamanis o hunus grandes) o de provincias (hunus y guarangas).
Las divisiones politicas del Tahuantinsuyo en comarcas estarían dotadas de
cabeceras, tal como las señala Cieza y aunque no podamos precisarlas ni
señalar su jerarquía, aproximadamente debieron ser:
a) Evidentemente el Cuzco mismo, con su Valle y el Taguansuyo;
b) Quito, Tomebamba, Cajamarca, Huanuco, Bombon, Atun Jauja, Vilcasguaman y probablemente algunas cabeceras a lo largo de la costa, en el
Chinchasuyo;
c) Hatun Colla, Chucuito, Chuquiabo, Paria (Charcas), y algunas cabeceras no precisadas para Tucuman y Chile al sur; en el Collasuyo;
d) Antisuyo, Condesuyo y algunas otras delimitaciones especiales en el
resto del territorio.
Todo ello bajo una hipótesis de un rango amplio. Bajo una hipótesis de
rango restringido disminuiría el rango de amplitud de las demarcaciones y
consecuentemente aumentaría el número de cabeceras, hasta coincidir con
las señaladas por Cieza. Estos rangos podrían coexistir estableciéndose las
diferencias en función de las tareas que se emprendían o mantenían.
Cada uno de estas subdivisiones políticas que acabamos de nombrar (llámense «Otros Cuzcos» «grandes comarcas», comarcas o guamanis) debía
replicar el modelo del Taguansuyo. Para explicarlo imaginemos un artificio
terminológico: Taguansuyo = Gran Comarca, Suyo = Comarca y Hunu =
Provincia. De esa manera una repartición dada fuera del Taguansuyo pudo
ser así: a) Lo que tocaba a cada Gran Comarca se dividía en 4 comarcas individuales, b) cada una de las Comarcas se dividía en grupos de tres provincias
o hunus (como los grupos de ceques aunque no sería obligado dividirlos
en esa cantidad), d) cada uno de los hunus se dividía en collana, payan y
cayao resultando las guarangas. El esquema podía implicar partir de una
entidad mayor o menor, pero la lógica siempre será la misma: se agrupa
y se divide en 2 o en 3, de manera sucesiva; a fin de establecer conjuntos
administrativos y reparticiones funcionales. Los términos para designar las
distintas agrupaciones podían variar regionalmente y en muchos casos ni
siquiera sería necesaria la existencia de un término genérico, puesto que el
número de aucacamayoc y la distancia son los indicadores que precisarán la
Introducción
45
demarcación usada.
El esquema organizativo se complementa con un importante detalle, en el
cual destaca el aporte de Polo por sobre todos los otros cronistas: el reparto
se hacía de acuerdo a la fracción proporcional de aucacamayoc para cada
uno de los niveles administrativos que se consideraran. Y además se tenía en
cuenta la posibilidad de cada provincia o hunu. Es decir, se tenía en cuenta
lo que se producía y lo que se carecía en determinadas provincias. Pero en
lo que fuere posible se haría una repartición matemáticamente proporcional.
La fracción proporcional que se establecía estaría representada en quipus y
se calculaba en las juntas de caciques y gobernadores dividiendo los totales
entre las partes que los componían, utilizando las piedras, maíces o frijoles
como los describe Polo o Blas Valera. Polo además nos da un término para
caracterizar estas proporciones: las cotas o cotas partes.
Las cotas partEs y Las proporcionEs
Las cotas partes (o cotas) de Polo equivalen a «partes proporcionales»
que pueden ser «porcentajes» o «tantos por mil» o «fracciones» según sea
el caso. Este término y su interpretación es parte fundamental de la comprensión del sistema de distribución que Polo describe a lo largo de muchos
pasajes de su texto, aun cuando el término en sí solo aparezca tres veces.
Puesto que se ha solido pasar por alto su importancia hacemos mención de
algunas referencias concretas donde se refuerza esta interpretación: Cuando
Polo nos dice «lo que se quita de los unos se ha de añadir a los otros» (§341)
indica claramente la característica de una proporción o fracción. También
cuando señala que inmediatamente («en un momento», «luego» §326, 330)
sabían lo que le tocaba a cada uno, respecto a un total que variaba según los
casos. Da ejemplos de fracciones: «tercias o cuartas o décimas como estaba
dividido» §205, «séptima, quinta o décima o veintena parte» §328, 339. Otra
característica de la «cota parte» o proporción es que está fijada (limitada o
tasada §331), a diferencia de lo que sería una cuota a secas que puede variar.
También se indica su uso cuando se describe la repartición como «dividida conforme al número» §128; «conforme a lo que cabía» §159; «se hacía
igualmente» §197, «conforme a la cantidad, a la gente» §205, 604, «la distri-
46
El Orden del Inca
bución era igual y ninguno era agraviado» §302, 604, 606; «según los indios
que tenía» §603, «lo que cabe a cada parcialidad» §681. Las descripciones
de Polo son indicaciones claras del uso de proporciones: de otra manera sería
casi imposible imaginar cómo se logra establecer un sistema de esas características reconocido por todos, siendo que las cantidades a tributar variaban
de año en año, como también se señala.
En la «Relación y descripción de la ciudad de Loja» de Salinas Loyola
también se señala el uso de proporciones:
«El cacique y señor mandaba a los principales lo que habían de hacer, así en
cosas de trabajo como en juntar tributos, los cuales principales lo repartían a
rata por cantidad entre los indios que mandaba; de manera que el trabajo y contribución era igual, sin que recibiesen agravio; y en esta orden están y guardan
y es la mejor que se les puede dar.» (En Jiménez de la Espada 1965, tomo II,
p. 304.).
El término «rata por cantidad» es equivalente a «proporción» y está asociado a cota:
«Rata de cuenta: lo que a cada uno puede caber de la cota principal repartida
entre muchos, que dezimos prorata» (COV).
Prorratear según acepción aun vigente es «repartir una cantidad entre varios según la parte que proporcionalmente toca a cada uno» (DRAE). Al
mismo tiempo:
«Cota. Entre contadores es término de división simbólica, cuando se reparte
una suma entre muchos, lo que cabe a cada una se llama cota» (COV).
En quechua y aymara existen abundantes términos para dividir y hacer
partes. Uno de ellos es ‘suyu’ que Polo emplea y que su contemporáneo Domingo de Santo Tomás glosa en varias acepciones:
«Suyucuni, gui. hazer partes dividiendo.
Suyo. parte assi divissa.
Suyunacuni, gui. sostear, hasiendo partes.» (DST: 353)
Puesto que no encontramos explicación al término ‘sostear’, consideramos la posibilidad de que se trate de una errata por ‘escotar’ lo que también
nos lleva a proporción:
Introducción
47
«Escotar tanto por barba, repartir a las personas por rata» (COV)
Esta interpretación también está apoyada por el significado que nos da
Bertonio para suyusitha: ‘repartir entre sí la parte que les cabe del trabajo’ (1612: 352). También es de notar la referencia de Guaman Poma a la
responsabilidad de los suyuyuc que él mismo traduce como ‘administrador’
(más literalmente: ‘el que tiene [a su cargo] un suyo’). Dibuja a un suyuyoc
llevando los quipus en la mano y a otro dando cuentas a Tupac Yupanqui: «le
daban estos cargos porque aprendiesen oficios y contar y mandar» (Guaman
Poma 1936: 335, 348, 349, subrayado nuestro).
Acosta, basado en Polo, utiliza el término «cuota», sin su complemento
«parte» por lo que no resulta tan claro, pero al mismo tiempo es el cronista
que describe con mayor detalle cómo se realizaban las operaciones de división con maíces o piedritas (2008: 211).
Como antes hemos señalado, podría confundir el hecho de que Polo también señale que la «cota parte» no siempre era «igual», sino que además
del número se hacía «conforme a la calidad de la tierra». Sin embargo son
las excepciones que solo confirman la regla existente en cuanto al uso proporciones establecidas. Por ejemplo, algunas parcialidades podrían quedar
excluidas de aportar maíz (por ser de altura) pero entre las otras −las que
tenían condiciones similares− la contribución de maíz se repartía de manera exactamente proporcional. Las «cotas» estaban registradas en los quipus
como se expresa claramente cuando Polo nos dice:
«si todos [los tahuantinsuyos] estuviesen juntos– en media hora sabrían la
distribución, cómo se había de hacer y cuánto cabía, sin altercarle más de sacar
sus hilos con sus nudos» §332.
Si las explicaciones de Polo fueran insuficientes tenemos documentos
que traducen quipus antiguos, así como algunos quipus incas en los museos
que confirman el uso exacto de proporciones. Por ejemplo, entre los documentos antiguos tenemos los quipus de Chucuito, donde el aporte de los Uros
y de los indios de Sama en lo que respecta a la mina de Potosí es diferente al
resto de aymaras, que lo reparten de manera exactamente proporcional (en
Chirinos: 2010: 73-74). El quipu AS120 del Museo Etnológico de Berlín
48
El Orden del Inca
es un quipu donde hay 8 hilos que representan totales y 24 hilos que son
proporciones donde se puede apreciar cantidades excepcionalmente distintas
en 4 hilos y al mismo tiempo una repartición proporcionalmente exacta en
los demás hilos (Ascher & Ascher 1978: 796-799, Pereyra 1996: 187-202,
Chirinos 2010: 279-284).
También tenemos los repartos proporcionales que aparecen en otros documentos que también traducen quipus del siglo XVI (Lurinhuancas, Atun
Xauxas, Visita de Huánuco) y varios otros quipus arqueológicos.
Sin embargo tantos testimonios, claros y creíbles, acerca de que los caciques e incas sí podían realizar las cuatro operaciones básicas no son suficientes. Como dice Polo: hay que verlo para creerlo. Y aunque hoy en día no
podemos verlos operar aun tenemos la posibilidad de recrear sus cálculos en
base a los estudios de los quipus, entre los cuales destacan los que desarrollaron los esposos Ascher.
¿cómo rEaLizaban Los cáLcuLos?
También podemos acercarnos a las formas de operar con las piedritas
en base a la yupana dibujada por Guaman Poma. Una de las posibilidades
de asignar valores consiste en numerar los casilleros del 1 al 11 por filas
(Chirinos, 2010). De lo que resultan tres casilleros al centro con valores de
10 - 5 - 1 además de 4 parejas de casilleros que sumados resultan todos en
múltiplos de cinco: 20 - 15 - 10 – 5.
10
5
1
11
8
1
5
7
9
20
3
6
10
15
4
2
10
5
Introducción
49
Con dichos valores y aplicando los mismos procedimientos que en la
actualidad se usan en el ábaco chino es posible hacer cualquier operación
(suma, resta, multiplicación y división) por compleja que sea, de manera eficiente y rápida. La formas o algoritmos para hacerlas son muy variadas; no
ha sido nuestro propósito averiguar los procedimientos antiguos «exactos».
Tan solo enfatizamos el hecho de que es posible calcular con piedritas (y con
el esquema que nos da Guaman Poma) las operaciones complejas que se reflejan en los quipus de los museos o las descritas por Polo, quien las observó
en las juntas de caciques a las que asistió.
EL ordEn dEL inca bajo La corona dE España (1560-1571)
Entre 1560 y 1571, los años en que Polo redacta la obra que tratamos, se
discute agitadamente en el Pirú qué políticas se aplicarán en su gobierno. La
obra de Polo nos muestra algunas de las posiciones que se enfrentaban en
las encendidas polémicas de su tiempo. Pasadas las guerras de Manco Inca,
las guerras promovidas por los encomenderos, la rebelión de G. Pizarro y de
Girón se debía empezar a dar forma al gobierno de los españoles. Circunstancias diversas abrieron un margen de tiempo, hasta la llegada de Toledo en
1570, para discutir los planteamientos sobre cómo realizar un buen gobierno. Varias personalidades conocidas intervienen en estas discusiones, entre
ellas Matienzo, Santillán, Ciancas, Cuenca, Domingo de Santo Tomás, el
arzobispo Loayza, etc. varios grupos reconocibles: los encomenderos, los
caciques, los religiosos. Así como tendencias varias: partidarios y opositores
del padre Las Casas, defensores de los incas y quienes les negaban cualquier
legitimidad y clamaban por la justicia de los títulos de España para gobernar
las Indias, calificando a los incas de tiranos y usurpadores.
La obra de Polo debió ser un documento cuyos destinatarios principales
fueron sus superiores. Sin embargo Polo era famoso y el hecho de que fuera
un informe dirigido al virrey Toledo no impidió que ya en la época tuviera
una difusión que fue mucho más allá del entorno administrativo. Cronistas o
jusristas como Acosta, Cobo, Garcilaso y Solórzano lo citaron elogiosamente por lo que se deduce que debieron circular muchas copias manuscritas.
Polo define su propia posición política situándola equidistante de dos
50
El Orden del Inca
posiciones: de los que solo se preocupan por el bienestar de los indios (donde
suponemos que sitúa a los partidarios de Las Casas) y los que solo se preocupan por el bienestar de los españoles (donde parece situar a los que cometen excesos y abusos respecto a los indios). Argumenta que para el buen
gobierno es necesario considerar los asuntos de los indios y de los españoles
en conjunto y no separadamente. Desde ese punto de vista su posición es
próxima a las posiciones de los jesuitas, de ahí que no es extraño que entre
los cronistas que más lo nombran estén destacados jesuitas. Sin embargo
para entonces casi no había jesuitas en el Perú y es difícil adscribir a Polo
a una tendencia determinada ya que destaca por su originalidad y prudente
manejo político. Por ello fue respetado desde diversas posiciones.
También tuvo y tiene detractores. Recibió fuertes críticas del cronista conocido como «Jesuita anónimo» y algunas críticas puntuales de Montesinos.
Modernamente algunos estudios señalan la incoherencia entre los postulados
que defendió y su actividad como encomendero. Parece no haber duda de
que fue próspero y que gozó de abundantes rentas. La reciente edición de
Lamana incluso señala a Polo como «el creador de una influyente teoría
racial». Sobre esto último cabe mencionar que Lamana lista al «Anónimo de
Yucay» entre las obras cuyo autor «pudo ser» Polo, lo que ayuda a explicar
la atribución a Polo de esa supuesta «teoría racial». Para nosotros es evidente que Polo no es el autor del «Anónimo de Yucay».
Respecto a su biografía no consideramos probadas sus incoherencias y
tampoco creemos que el hecho de que haya alcanzado una posición económica holgada sea elemento para desmerecer su obra. Polo es un funcionario
del reino de España y un hombre de su época, con defectos y virtudes. Lo que
resulta extraordinario es su interés y empeño por averiguar las formas del
gobierno inca. Puso su conocimiento al servicio de los intereses del gobierno
colonial, como funcionario que era. Pero en su afán de averiguación hay algo
especial que a nuestro modo de ver tiene mucho de moderno: se convierte
en un investigador dominado por el afán de saber. Le interesa descubrir por
alcanzar a comprender algo que al resto le parece oscuro. Respecto al tema
de los incas Polo siente, con fundamento, que él puede alcanzar mayor comprensión que los demás. Eso le impone una obligación y una dedicación muy
Introducción
51
profunda a su tarea investigadora: habla con ancianos, con gente del pueblo,
con incas que fueron autoridades, con mitayos, con caciques de todas las
posiciones, asiste a sus juntas, a sus repartos. No sabemos cuál haya sido la
naturaleza de su virtud comunicativa, su intérprete, o su conocimiento de las
claves comunicativas indígenas, pero lo cierto es que en sus textos demuestra
que alcanza conocimientos en un nivel de detalle que otros no lograron.
Entre sus motivaciones parece que estuvo el sincero deseo de alcanzar el
llamado buen gobierno. De sus escritos se ve que no considera incompatible la búsqueda de la riqueza y el buen gobierno, al contrario. Propone que
no solo los españoles sino también los indios alcancen riqueza, visto ahora
diríamos que es una propuesta moderna, aunque para muchos sea criticable
y conducente a una mayor explotación. No ahondaremos en ese tema, pero
sobre sus cualidades personales sí daremos una breve opinión: No creemos
que se le puede calificar de acomodado u oportunista ya que en ocasiones
mantiene posiciones políticas que fueron minoritarias (como la defensa que
hace de los curacas) y que tal vez no ayudaron en su carrera política. Reconocemos en él a un político cauto y prudente y para sus ataques o críticas a
posiciones políticas que considera rivales puede ser sutil, indirecto usando
mucho de la ironía y hasta el humor. También suele ser claro y directo.
Siendo corregidor del Cuzco ganó fama por haber descubierto las momias de los incas más venerados (Pachacutec, Huayna Capac) y así pudo
cumplir la misión que le encomendaron de acabar con el culto a las mismas.
Asunto de gran importancia en su momento y que preocupaba mucho al virrey Marqués de Cañete. Es un pasaje decisivo de su vida, al que él mismo
hace varias referencias en los tres manuscrios que tratamos. Justamente una
de estas referencias, que son claves para entender al autor, ha sido malinterpretada en ediciones anteriores (Tratado §200).
La propuesta de Polo se encamina no solo a mantener lo aprovechable
del orden incaico que aun subsiste, sino incluso a tratar de recuperar lo que
sería util y ya se ha perdido. Un buen ejemplo de ello es tratar de recuperar la
riqueza del ganado de la tierra: llamas y alpacas. Y para proponerlo se sirve
de nuevo de su investigación: pudo comprobar que existían muchas disposiciones de los incas que son las que permitieron que el ganado se conservara
52
El Orden del Inca
y aumentara. Cuando menciona la extrema destrucción y exterminio al que
fue sometido el ganado a la llegada de los españoles nos parece que su dato
radicaba en cifras que ha podido comprobar en quipus:
(...) me parece se puede afirmar, que hicieron más daño los españoles en solos
cuatro años, que el Inca en cuatrocientos, porque lo tomaron [el ganado] sin
orden. (Relación §206).
Los 400 años hacen referencia, según Polo mismo, al periodo que gobernaron los Incas y el «daño» en esos cuatro siglos debe hacer referencia, al
menos, a la cantidad de ganado que se sacrificaba con fines religiosos que,
como debía constar en los quipus que Polo vio, era de miles de cabezas por
año:
Y así se puede entender conforme a la relación que ellos dan [y] lo que tienen
asentado en sus registros [=quipus], que dende el tiempo que el Inca los señoreó hasta que los españoles entraron en la tierra fue sin comparación más lo que
se multiplicó en el ganado por la orden que en ello se tenía, que no lo que ellos
pudieron dar de tributo para la religión y para el gobierno. (§147)
Los cuatro años que refiere al «daño» de los españoles también estuvieron documentados en quipus: como consta en las 119,794 llamas y alpacas
entregadas o robadas en la primera estancia de Pizarro en Jauja (Lurinhuancas y Atun Xauxas). De manera que lejos de dar unas cifras al vuelo, Polo
nos está dando un aproximado de los millones de llamas y alpacas que fueron
exterminadas, en tan solo 4 años, según él mismo pudo comprobar en los
quipus que manejaban aun los caciques:
Y aun que fue muy excesiva la cantidad que daban y consumían en cada un año
–que de todo tienen cuenta y razón desde que el Inca los sujetó hasta hoy, que
es cosa que con dificultad lo pudiera yo creer si no lo viera. (§148)
No solo el problema del ganado, sino otros muchos temas podrían resolverse o al menos mejorarse en el Pirú de entonces, según Polo sugiere, si se
retomara lo bueno del orden establecido por el Inca. La administración de
justicia es otro de los temas en que Polo insiste que podría ser mejorado si
se designan jueces indios, según la experiencia aplicada por él mismo en el
Cuzco.
Introducción
53
Sin embargo el tema privilegiado donde debe mantenerse «el orden del
inca» es el que refiere al reparto de los tributos. Para ello, Polo demuestra
que el modo de repartirlo que tienen los indios es mejor, da resultado y cambiarlo comporta un grave riesgo, ya que los ingresos de las mismas arcas
reales disminuirían.
No solo es importante mantener el orden de los incas. Polo sugiere incluso que para alcanzar un buen gobierno se debe recurrir a la ayuda de los
incas:
Y luego entender si podrá ayudarse de estos incas del Cuzco –que son prudentes– para que tengan cargo por provincias, porque de otra manera todo se ha de
hacer con mucha dificultad y a fuerza de brazos. (§505)
Lo que nos hace traer a la mente la propuesta de Guaman Poma que varias décadas después sugerirá algo más radical, encargar a los incas todo el
gobierno para mejorar las rentas del reino de España.
Cabe preguntarnos: ¿cuánto de las ideas y propuestas de Polo retomó el
Virrey Toledo para el Orden Virreynal que impuso? Sería tal vez ingenuo decir que poco, ya que Polo fue consejero y corregidor nombrado en Cuzco por
Toledo. Pero en propuestas que implican acercarse más o establecer alianzas
con los caciques indígenas hay notables diferencias:
Propuestas de Polo
No subir las tasas
Tender a gobernar con los
caciques
Ayudarse de los incas para el
gobierno
Mantener a los caciques responsables de la distribución de
los tributos
Acciones de Toledo
Hubo una notable alza de las tasas tributarias
Tendió a marginar y desconfiar de los caciques
Expulsa a España y margina a descendientes
de Incas
Los caciques solo deben hacer cumplir lo que
se dispone. Ya no son responsables de asignar
las cantidades a repartir. Las cantidades de
mitayos al interior de cada parcialidad vienen
establecidas en los dispositivos que emite el
virrey.
Toledo diseñó un gobierno donde los indígenas son forzados al trabajo
54
El Orden del Inca
y por la otra parte solo son considerados como merecedores de dispositivos
de protección frente a los abusos de sus caciques y encomenderos. La cantidad de dispositivos legales (sin efectos prácticos) a favor de los indígenas
es impresionante. Pero impresiona mucho más las escasas o nulas acciones
tomadas que verdaderamente los protegieran. En ello podemos decir que perdura la herencia virreinal puesto que es una práctica común hasta hoy en día.
Polo, dirigiéndose a los partidarios de «liberar» a los indios, discute la
idea de libertad y aconseja que los indios deben mantenerse bajo el férreo
dominio de sus caciques. Propone que los indios que van a las minas sigan
siendo enviados por sus caciques. Este punto es esencial para comprender
la época. Lo que se hizo hasta entonces era imponer un tributo que se hacía
constar en la llamada Tasa. Pero el cómo pagaban ese tributo era un asunto
interno de los caciques, ellos eran los que decidían enviar indios a Potosí
o a otros lugares para conseguir la plata exigida por la Tasa. Es decir, hasta 1571, los indios de Potosí iban por cumplir con su comunidad y con su
cacique. Polo propone mantener las cosas como están. Había otra posición
que sugería sacar a los indios del dominio de sus caciques y hacer que se imponga un tributo por cabezas, es decir individualmente, y no comunalmente.
Toledo no siguió ninguna de las dos propuestas: instituyó la mita minera. Durante su gobierno se reguló legalmente la obligación de los indios de
acudir por turnos a las minas, iniciando así el trabajo forzado de los indios
que se mantuvo a lo largo de toda la Colonia. Toledo se basa en la institución
de la mita inca, pero para desfigurarla y convertirla en una formidable −y
terrible− maquinaria de extracción de metales. Si bien muchos elementos de
la propuesta de Polo pueden ser criticables nos parece que estaba lejos del
extremo al que la llevó Toledo.
Polo sin duda tuvo grandes errores entre ellos juzgar benévolamente el
trabajo en las minas (tal vez porque en sus inicios no morían tantos en su
explotación) y no prever las vidas que se sacrificarían por la codicia de los
minerales. Pero entre sus virtudes estuvo proponer formas de gobierno concertadas, respetar a autoridades naturales asignándoles responsabilidades,
respetar los fueros y costumbres indígenas (al menos en lo que no consideraba idólatra).
Introducción
55
Siempre pudo ser mejor, pero considerándolo todo, las propuestas de
Polo podemos decir que habrían ayudado a mejorar el gobierno en su época,
de haber sido consideradas y valoradas convenientemente. Incluso respecto
a la represión de lo idolátrico aconseja dar tiempo, y no propone una erradicación violenta de prácticas y creencias como la que emprende Arriaga a
inicios del s. XVII.
Una lectura más crítica puede llevarnos a pensar que se utilizó mucho de
lo que Polo propone, pero solo aquello encaminado a sacar el mayor beneficio económico para la Corona, dejando de lado el resto. En ese caso, uno
puede argumentar que Polo tiene algún grado de responsabilidad en dichas
acciones por el hecho de haber puesto a disposición de los gobernantes sus
averiguaciones. Lo cual sería innegable, y tenemos que admitir su parte de
responsabildad. Sin embargo es otro tipo de responsabilidad.
Podemos decir que para la Corona de entonces, por medio de Toledo,
prevaleció el interés por maximizar las rentas, lo demás interesó menos.
Transcurridos más de cuatro siglos, temas como el respeto por los derechos
de los pueblos indígenas o la explotación minera siguen siendo temas actuales y lo que Polo informa se situa al inicio de esa historia de desencuentros
que hasta ahora marca la realidad de los países andinos. Por cierto, también
hubo encuentros y Polo mismo es una muestra de un acercamiento singular
al mundo indígena.
Los mapas (comEntario)
Por las menciones de Polo se ve que conocía muy bien el territorio de lo
que fue Cuzco, el Collao y Charcas. Aporta algunos detalles de provincias
(cantidad de tributarios, naciones de las que se componen, ubicación de sus
tierras en valles y en altura) en los que se nota una de las principales cualidades de un buen administrador: conocer el territorio. Los mapas de la presente
edición tienen un doble propósito: ubicar los sitios mencionados por Polo
y visualizar las entidades administrativas así como la dinámica organizativa
del Tahuantinsuyo.
El Mapa 1: Los ceques del Cuzco. Está basado en el trabajo de Brian
Bauer y sus equipo de investigación publicado en castellano como «El Espa-
56
El Orden del Inca
cio Sagrado de los Incas». En él podemos podemos apreciar cómo irradian
los ceques desde el Coricancha o Casa del Sol y se proyectan en toda la
extensión del valle del Cuzco. Al noroeste y sureste, el Chinchasuyo y el
Collasuyo; al noreste y suroeste el Antisuyo y Condesuyo. Al fondo aparece
sombreada la ciudad actual del Cuzco. La escala del mapa permite apreciar
unas tres leguas (18 km) a la redonda de la ciudad.
Mapa 2: Los 4 suyos antes de Pachacutec. Este mapa marca la distancia
de unas 6 leguas (36 km) alrededor del Cuzco, lo que según Polo fue el
espacio donde señorearon los incas antes de la guerra contra los Chancas.
En él podemos apreciar la proyección de los ceques desde el Cuzco hasta
abarcar lo que se denomina los cuatro suyos. Dichos suyos están definidos en
el documento mencionado anteriormente como la «Declaración de los 120
curacas». Hemos procurado ubicar cada uno de los lugares mencionados en
dicho documento y cuando hemos tenido dudas lo hemos marcado con una
interrogación. Es notable apreciar cómo la dirección de los ceques se proyecta con bastante aproximación al territorio definido como los cuatro suyos.
Aun cuando también apreciamos varios elementos anómalos: el curso zigzagueante de algunos ceques del Antisuyo, la superposición de dos ceques del
Chinchasuyo y Antisuyo, se puede decir que en general las proyecciones de
los ceques se adaptan bastante bien a los límites de los suyos tal como los
definimos a partir de la declaración de los 120 curacas. Las rayas que se proyectan desde los ceques no coinciden con las fronteras territoriales, solo se
aproximan a ellas, sin embargo muchos de los adoratorios o guacas situadas
en dichas rayas o ceques sí marcaban fronteras (abras, cerros).
Mapa 3: El Taguansuyo. Este mapa es una ampliación del mapa anterior abarcando sitios relativamente distantes de la ciudad del Cuzco (20-30
leguas, 120-180km). Incluye la casi totalidad (una o dos excepciones) de
los pueblos enunciados en la «Declaración de los 120 curacas». Abarca un
territorio que hasta hoy sigue conformando la región cuzqueña. Es de notar la
diferencia existente entre el Antisuyo «administrativo» tal como aparece en
la Declaración de los curacas y la idea tradicional del Antisuyo «selvático».
Contrariamente a dicha idea tradicional, vemos que el núcleo del Antisuyo
administrativo lo constituyen pueblos de sierra como Pisac, Lamay, Coya.
Introducción
57
Mapa 4: «Provincias», de Bombón al Condesuyo. Hemos procurado reflejar la mayor parte de las provincias que existieron (muchas mantienen su
territorio hasta hoy en día) en dicho ámbito. Con borde grueso marcamos la
extensión probable que pudo tener la «agrupación» de provincias o hunus; la
cual según algunas fuentes se llamó guaman.
Mapa 5: «Comarcas» de Cajamarca a Lucanas. este mapa refleja las posibles «comarcas» y «grandes comarcas» que habrían existido en el ámbito
representado. Es un mapa hipotético puesto que las fuentes que disponemos
solo suelen mencionar las cabeceras mismas, mas no el ámbito que les correspondía. Nuestra hipótesis explicada en las páginas anteriores sostiene
que debieron existir agrupaciones de provincias que funcionaran de forma similar al Taguansuyo, es decir compuestas de comarcas más pequeñas (equivalentes a los suyos) que a su vez se pudieran dividir en hunus o provincias.
Mapa 6: Naciones de Charcas. Este mapa refleja el territorio que correspondió al Charcas incaico, que después se transformó en el Charcas colonial,
el ámbito donde Polo residió por más años y el centro de la actividad minera.
Mapa del Tahuantinsuyo: Finalmente representamos un mapa que intenta
superar la tradicional división de los cuatro suyos geográficos, es un intento
por reflejar la organización inca que fue capaz de desarrollar los logros que
posibilitaron lo que fueron y son hoy los países andinos que formaron parte
de él. No está demás aclarar que consideramos que las fronteras marcadas no
son fijas sino que más bien se amoldaban y definían según las necesidades.
vaLoración dE aLgunas fuEntEs modErnas rEspEcto La organizacion poLítica dEL tahuantinsuyo:
Entre los autores modernos que tratan sobre la organización política del
Tahuantinsuyo, Pärssinen es uno de los que aporta mejores y más detalladas
fuentes, al tiempo que analiza pormenorizadamente la organización de los
suyos y provincias, a las que llama guaman. Considera favorablemente la
posibilidad de que cada suyo (entendido en la acepción geográfica) fuera al
mismo tiempo una entidad política.
Por otro lado, Araníbar argumenta sólidamente en favor a una invención
tardía del término Tahuantinsuyo, que no aparece en la crónica temprana.
58
El Orden del Inca
También ofrece elementos que nos hacen ver que se pudo haber inventado
el término e incluso el concepto, para esquemas aceptables a visiones europeas. Insiste en todo caso en que los cuatro suyos son más una referencia
geográfica.
La visión de Thierry Saignes, así como el estudio de Platt et al. me han
servido mucho para ensanchar la visión del Tahuantinsuyo, hacia el territorio
que mejor conoció Polo: los Charcas.
Espinoza Soriano es el autor de quien más me he valido para aproximarme a las delimitaciones de muchas de las provincias que presento en los
mapas.
Por otro lado Noble Cook y Hyslop son algunos de los autores que he
procurado seguir para comprender los vínculos territoriales y los volúmenes
de población. Lo mismo vale para Assadourian y Murra en cuanto al contexto histórico.
En cuanto al sistema de ceques del Cuzco, la obra de Zuidema (en cuanto
a la replicabilidad del sistema en todo el Tahuantinsuyo), Agurto Calvo y
Bauer han sido mis fuentes principales.
El esquema decimal de los incas ha sido estudiado por muchos de los
autores mencionados, así como Wedin y Julien entre otros, sin embargo he
discrepado de los temas de fondo tratados en sus estudios.
En algunos aspectos (tal vez en la mayoría) no creo alejarme de lo que los
autores mencionados han expuesto mucho antes que el presente escrito. Mi
esfuerzo se ha centrado en exponer la lógica organizativa en cuanto a territorio, población y producción que me ha parecido insuficientemente tratada en
los estudios modernos acerca de los incas. Y, a lo que concluyo es que en el
fundamento de la lógica organizativa inca está el Taguansuyo, los ceques y
el reparto matemáticamente proporcional.
Mi experiencia de trabajo en zonas rurales de las provincias de Caylloma,
Anta, Cotabambas y Chumbivilcas, así como entre las naciones indígenas y
pueblos mestizos amazónicos como el awajun, shawi, cocama y el pueblo
loretano en general son las que me posibiliten acercarme a algunos saberes
poco representados en libros y diccionarios.
mapas
Pisac
Taray
Ü
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1.5
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Km
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San Jerónimo
1:200,000
Cabeceras
Cerros
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Límites entres suyos
Ceques (Chincha y Colla)
Ceques (Anti y Conde)
Mapa 1
Los ceques del Cuzco
Condesuyo
C o l l as
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Angostura
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(Puente de Apurimac)
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Chiuches (11)
Chinchaypuquio
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Huanoquite (1)
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Mapa 2
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El punto al medio seguido de nota indica que una
palabra del manuscrito ha sido suprimida por
considerarse errata. En nota se señala cuál es dicha
palabra suprimida.
Indica un espacio dejado en blanco en el Ms.
Cualquier añadido de los editores en el texto original.
Equivalencia o definición del término señalado.
En nota indica una palabra que aparece así en la
versión citada entre paréntesis (en otra edición o en el
manuscrito mismo).
Palabra tachada en el Ms. y puesta en nota al pie.
Primera edición impresa de la Relación de Polo.
Diccionario de Autoridades.
Covarrubias, 1998 [1611].
Diccionario de la Real Academia.
Domingo de Santo Tomás, 1951[1560].
errata.
Edición de 1990 de Rel.-ms. de González y Alonso.
Diego González Holguín, 1952 [1608].
Visita de Huánuco, 1967 [1562].
Lamana, 2012.
Copia de Res.-ms. en la Real Academia de Historia
citada en Lamana, 2012.
Manuscrito.
Ms. Relación acerca de los fundamentos...
Ms. Respuestas a la Instrucción del Rey.
Ms. Tratado.
índicE anaLítico y gLosario
abrEviaturas dEL índicE anaLítico y gLosario
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Remite al número de párrafo del texto de Polo
Indica que la referencia solo está en Tratado.
Indica que la referencia sólo está en Relación.
Señalamos las variantes de escritura o erratas del
documento
Entre barras van palabras quechuas en escritura
moderna, normalizadas para el quechua sureño.
Marcamos aspiraciones y glotalizaciones solo en
casos que exista otra palabra que se escribiría igual,
ejemplo: /wak’a/ ‘guaca’ y /waka/ ‘vaca’.
palabra aymara
antiguo, antiguamente
Diccionario de Autoridades.
P. Ludovico Bertonio, 1984[1612].
confróntese
Covarrubias, 1998 [1611].
departamento
distrito
Diccionario de la Real Academia.
Domingo de Santo Tomás, 1951[1560].
errata.
González Holguín, 1952 [1608].
remite a la página indicada
provincia
palabra quechua
véase
A
Abancay <Auncay, Avancay>. Hoy capital de la región Apurímac, Perú. Lugar donde se situó
un puente de cal y canto. §277
abasca <avasca>. q. /awasqa/ ‘tejido’. Refiere a la ‘ropa basta’ o ‘común’ que se entregaba de
tributo, en oposición a la ropa fina o ‘de cumbi’. §53, 173
acarretos. ant. Acarreos, transporte de ganados. §65, 329, 401, 437, 494
Achacachi. Cabecera importante del Collao, en el lado Omasuyo, actualmente en la prov. Omasuyos, dep. de La Paz, Bolivia. En Achacachi había 2,000 «indios casados» que pagaban 7,000 pesos anuales. Para pagarlos enviaban a 70 u 80 indios a Porco. Por tanto
cada uno de los que iba a Porco pagaba cerca de 100 pesos anuales. El autor emplea
este dato, a manera de lo que él llama ‘presupuesto’, varias veces en sus argumentaciones. Polo la llama ‘provincia de Achacachi’, siendo que eran dos guarangas, las cuales
agrupadas con las otras de Omasuyos formaron el corregimiento colonial de Omasuyos, el mismo que en tiempos del Inca habría sido un hunu. §371-2
acllaguasi <acllaguaçi>. q. /aklla/ ‘escogida’ y /wasi/ ‘casa’, ‘casa de escogidas’. Hoy se escribe ‘acllahuasi’. §157
acllas. q. /aclla/ ‘escoger’. Escogidas. Niñas seleccionadas para entrar al acllahuasi. §566
açua. q. (variante q. del Centro) /aswa/ ‘vino, chicha’. Polo no usa el término quechua del Sur:
/aqa/. §283
acudir. Se usa con varias acepciones: ‘ir o asistir con frecuencia’; ‘corresponder, pagar u obsequiar’; ‘atender’; ‘replicar o contestar; objetar’ (DRAE).
advertir. ant. ‘considerar, pensar’. §63
agora <aora> ant. ‘ora, o bien, bien sea, tal vez’; acepción antigua de este término. Polo usa
también esta acepción en escritos muy anteriores (2003: 213). En la versión Tratado,
así como en algunos casos de la versión Relación mantenemos la escritura antigua
(cuando no equivale a ‘ahora’). §98
a la hora que. §110.
agravio. Polo la utiliza principalmente en dos acepciones: «La sin razón que se hace a alguno
y sin justicia (...) que vale agraviar y molestar» (COV). La otra acepción se relaciona
a la cantidad de tributos: «quando a uno se le reparte más carga o obligación de la que
es justicia» (COV). De ahí que ‘sin agravio’ se pueda interpretar como ‘cargar con la
cantidad justa de tributos que le corresponden, ni más ni menos’.
Alçamiento de la Tierra. Encabezado por Manco Inca, cuyo episodio más destacado es el
Sitio del Cuzco en 1536. Según se desprende de lo que Polo narra es recién entonces
cuando los indios y sus caciques empezaron a darse cuenta de que ya no gobiernan los
incas. §649
allende. ant. ‘además’.
alpargates. ant. por ‘alpargatas’. Calzado de los españoles que era elaborado por los indios, y
354
El Orden del Inca
por tanto artículo frecuente en las tasas tributarias. Había oficiales de su producción
que fueron probablemente los mismos que antes se encargaron de hacer las ojotas para
los incas. §617
alquilar. ant. ‘contratar o subcontratar personas’.
amo. ant. Encomendero. §78, 368, 468, 469.
anancuzco. v. HANANCUZCO.
anansaya. v. HANANSAYA.
Andahuaylas <Andavaylas, Andaguaylas>. Capital de la prov. del mismo nombre la cual juntamente a Chincheros constituía el núcleo de la nación Chanca, actualmente prov. del
mismo nombre en la región Apurímac, Perú. §3, 185, 202
Andes. del q. /anti/ y de /antisuyo/ que por extensión designa a la zona selvática geográficamente, lo hemos puesto en mayúscula. Hoy llamada ‘ceja de selva’ o selva alta. Idónea para
el sembrío de coca, desde el tiempo inca. §36, 781, 793, 800
Andesuyo. §325
Angostura. Sitio donde se estrecha el río Huatanay aguas abajo de San Jerónimo, Cuzco; marca
el extremo sur del Valle del Cuzco. §226
puente de cal y canto §277
apacheta <apachita>. q. ‘cumbre, abra’. §21, 248
Apo Alaya, don Cristóbal. Cacique principal de la parcialidad Hananhuanca, Jauja (a su vez
constituye un hunu). Aparece como uno de los declarantes en la presentación de los
quipus huancas en Lima junto a Sulichaque (Atun Jauja) y Guacrapaucar (Lurinhuanca). Los tres caciques principales de Jauja fueron también dibujados por Guaman
Poma. §266
apopanaca. q. /apupanaka/ de /apu/ ‘autoridad máxima’ y /panaka/ sinónimo de ‘ayllu’ restringido a los linajes incas. El gobernador de un acllahuasi. §158
Apurima, puente. Puente de soga que no pudo hacerse de cal y canto por lo que Polo indica. El
nombre del famoso puente y la guaca asociada a ese lugar (Apu = Gran Guaca, Rimac
= Hablador o Adivinador) puede traducirse como el ‘Gran Guaca Adivino’. §280
arañas. Utilizadas para mirar suertes. §244
Arapa. Distrito de la prov. de Azángaro, región Puno. §26
Arequipa <Ariquipa>. Hoy capital de la región del mismo nombre, Perú. §45, 114, 278, 739
arzobispo Loayza. v. LOAYZA.
Atabalipa <Atavalipa, Tabalipa>. ant. por Atahualpa o Atahuallpa /Atawallpa/. GH lo traduce
como ‘venturoso en guerra’. §265, 636, 640
atento. ant. ‘teniendo en cuenta que’.
atunluna. q. Literalmente se entiende /atun/ ‘grande’ y /luna/ ‘gente’; ‘hombre adulto’. Indio
tributario, término que solía ser usado por los españoles con connotación despectiva. Parece palabra que se formó a partir de la variedad de quechua huanca. Diversas
Índice Analítico y Glosario
355
fuentes de Huánuco, Jauja y Guaman Poma coinciden en que el término quechua era
aucacamayoc. §456
aucacamayoc. q. /awqakamayuq/. Literalmente es ‘dedicado a la guerra’. Polo no usa el término quechua pero sí el término castellano que habitualmente se emplea para traducirlo:
‘hombres casados’. Hoy en día la traducción que nos parece más apropiada es ‘hombres
aptos para cualquier servicio al Inca’. La guerra fue el principal servicio.
Aullagas. Etnia o nación aymara de Charcas, generalmente asociada a los Quillacas con quienes
debía formar una provincia; hoy en día al sur del lago Poopo, dep. de Oruro, Bolivia.
§45
auto. «Escritura o documento» (DRAE). §469
Avancay. v. ABANCAY.
avasca. v. ABASCA.
ayllo. q. y a. /ayllu/. Polo lo empareja con ‘parcialidad’. Tiene muchas acepciones y diversos
grados según sean menores o mayores, citamos solo dos: ‘parcialidad o comunidad
que es parte de una entidad mayor’ y ‘familia extensa, grupo de descendencia’. Siendo
que las comunidades antiguas solían estar ligadas por parentesco las dos acepciones en
muchos casos debieron ser una sola.
sucesiones o herencias §89, 821
Describe las divisiones de los tributos que hacen las provincias (guarangas) ‘por ayllos’ lo que se relaciona al término aymara derivado de suyu: /suuchthapitha/: «Juntar
todo el pueblo así, dividiéndole por ayllos» (BER). En el contexto que muestra Polo
el equivalente decimal aproximado de los ‘ayllos’ son las ‘pachacas’. §128, 301, 348,
372, 420, 434, 483, 596
Aymaraes. Prov. y hunu incaico. Actualmente abarcaría aproximadamente las prov. de Aymaraes y Antabamba en la región Apurímac, Perú. Antiguamente fue de habla aymara.
§40
Ayopaya. Aunque en el manuscrito aparece como ‘Tayopaya’ o ‘Tayapaya’ creemos que es
errata y refiere a la prov. Ayopaya, dep. Cochabamba, Bolivia. §738
B
batientes. «Parte del cerco de las puertas, ventanas y otras cosas semejantes, en que se detienen
y baten cuando se cierran.» (DRAE). §228
behetrías. ant. Designaba las sociedades que carecían de organización centralizada y se acaudillaban solamente en tiempos de guerra. §7, 527, 571
Benalcázar, Sebastián de. Gobernador de Popayán (Colombia), en la parte más norteña del
dominio inca, donde está la llamada provincia de Pasto, hasta ahí llegaron los chasquis.
§208, 753
beneficiar. ant. Cultivar, trabajar. «Vale también cultivar, procurar el beneficio y adelantamien-
356
El Orden del Inca
to de alguna cosa para que fructifique y reditúe en beneficio del dueño: como beneficiar
los campos, las haciendas etc.» (AUT). Por ejemplo en §26.
Birviesca de Muñatones, licenciado. La autoridad a la que Polo dirige su Informe con las
Respuestas a la Instrucción del rey. pág. 85.
Bracamoros. Extensa área que incluye la zona de selva alta de las regiones actuales de Cajamarca y Amazonas en el Perú y de las prov. de Zamora-Chinchipe y Santiago-Morona
en el Ecuador, las que corresponden al territorio histórico de las naciones jíbaro cuyos
descendientes awajun, wampis, shuar, achuar, shiwar son en conjunto la nación (o el
grupo de naciones) indígena más numerosa de la Amazonía al presente (más de cien
mil habitantes). Los Bracamoros también hablaban lenguas de la familia jíbaro. §178,
Tra. §208, 744
braguero. Calzón, pañete; en quechua huara, su entrega al joven marca su paso a la adultez. La
ceremonia referida por Polo se llamó huarachicuy. §92, 756
Brasil. ant. También usado para designar a poblaciones indígenas de la Amazonía. §187
Buhío <buhiyo>. Choza. §569, 789, 794, 795
C
Cachimayo, puente de. Asociado al puente de Pilcomayo, de manera que hemos podido corregir la mención de Relación (donde se escribe “Chachimayo”) ya que también son
mencionados en otros documentos. Fue puente de cal y canto ubicado en el camino a
Potosí, Charcas. §278
cacique. Del taíno, en quechua /kuraka/.
cacique principal. Al decir ‘principal’ Polo hace alusión a los caciques de hunus o de varias
guarangas. El primer caso es claro en Apo Alaya (§266) que era cacique de una parcialidad con 12,000 aucacamayoc (Jiménez de la Espada 1965: 166),
para el segundo caso tenemos las dos guarangas de Achacachi (§372)
también las cuatro guarangas de Paria §449
otros casos no definidos son §171, 474
los llama ‘señores’ §262
Calavaya. Provincia inca que correspondería a las prov. de Carabaya y Sandia (región Puno,
Perú) y parte de la prov. Franz Tamayo (dep. de La Paz, Bolivia); confinaba con todo
el área llamada Omasuyo. Según Polo, proveía de oro al Inca. §202, 738
camayo (1). q. Originalmente del sufijo quechua /-kamayuq/: ‘especialista’ ‘experto’ ‘dedicado
en exclusividad a algún trabajo’, convertido en sustantivo en el castellano colonial. En
este caso se refiere al que tenía a cargo cuidado del ganado que incluye tener los quipus
o memorias correspondientes. §559
camayo (2). Especialistas en el cultivo de coca. Los camayos son indígenas que tienen la responsabilidad de encestar la coca para el dueño (amo español). «(…) los dichos camayos
Índice Analítico y Glosario
357
tienen algunas chacarillas junto a las de sus amos, de que se sustentan, de las cuales
algunas están plantadas de manos de sus amos, que las habían dejado otros camayos
que se murieron y ausentaron y otros las plantaron y criaron en tierras que no eran
de sus amos. Y que siendo así los dichos camayos no han ganado por su trabajo otro
sueldo mas del aprovechamiento que tienen de las dichas chacarillas. Si algún camayo
se ausenta y no quiere permanecer en aquella manera de trabajo, le quita el dueño la
chácara, y si se muere también se la quita a la mujer (…)» Toledo (1989b:183) Nuevas
Ordenanzas de la Coca, Arequipa. §36, 791,795-6
Camino Real. Camino del Inca o Qhapaq Ñan. §236, 280, 289, 644
Canas y Canchis. <canas y canches>. Etnias o naciones aliadas de los incas. Actualmente
siguen ubicadas en su territorio histórico: prov. de Canas y Espinar (Canas) y prov. de
Canchis, región Cuzco. §4, 14, 537
Çapa Inca. v. SAPA INCA.
capac llama. q. /qapaq/ ‘rico, poderoso’, y /llama/. Polo lo traduce como los ‘hatos del inca’.
§42, 551
Capachica. Provincia inca, más tarde repartimiento colonial, hoy dis. de la prov. y región de
Puno, Perú, a orillas del Titicaca. Las previsiones negativas hechas por Polo para Capachica se cumplieron, años después sus problemas se agravaron (Rostworowski 2005,
tomo I pp. 335-366). §466
carache. q. «la enfermedad de que se ha perdido mucho [ganado] en nuestros tiempos». §50
Carangas. Etnia y nación aymara de Charcas, corresponde en buena parte a más de la mitad
noroccidental del actual dep. de Oruro, Bolivia. §45, 351, 739
Carmenga. Uno de los antiguos barrios del Cuzco inca. Corresponde hoy en día al barrio de
Santa Ana. §226
carneros. Refiere casi siempre a las llamas. §48, 63, 177, 246, 351, 410, 413, 424, 435, 792, 794
aunque algún caso sea dudoso §636
Carta (de Guacas, de Çeques o Zeques, de Adoratorios, Manifestación General). v. CEQUE.
Polo nombra de diversas formas lo que ahora como conocemos como Relación de
Guacas y Ceques del Cuzco. Cuando Polo indica «que le pintaron la misma Carta»
los caciques de Pocona suponemos que se debe interpretar como que ‘la lógica de las
subdivisiones era la misma’ y cuando menciona que lo experimentó «en más de cien
pueblos» a su vez lo interpretamos como ‘muchos’. §22, 23, 248, 250, 326
Casa de mamaconas. Refiere a los acllahuasi que se podían ver en ruinas en 1560-70. §288
Casa del Sol <Cassa del Sol>. Refiere al hoy llamado Coricancha /Qurikancha/ literalmente
‘Cancha de Oro’. §183, 632
Casayas. Etnia aymara de pastores que habitaba en la llamada provincia de Paria, junto a Soras
y Uros. §437
castellano. Como unidad monetaria las equivalencias son las siguientes: 1 castellano = 1/50
358
El Orden del Inca
marco de oro, es decir 0.02 marcos de oro; 1 marco de oro ≈ 12 marcos de plata; por
tanto un castellano equivale a 12 x 0.02 = 0.24 marcos de plata. Puesto que 1 marco
de plata = 4 pesos … podemos concluir que 1 castellano equivale a 0.24 x 4 = 0.96
pesos. Entonces: 1 castellano ≈ 1 peso. 400,000 castellanos en dos años equivaldrían
aproximadamente a 192,000 pesos al año. Que es lo que recibía Hinojosa en total v.
MARCO. §235, 349, 403, 407, 592
Caxamalca. ant. para Cajamarca. Cabecera inca probablemente de una gran provincia o comarca. Hoy en día capital de la región del mismo nombre, Perú. §200, 201, 634, 641.
ceque <çeque, zeque>. q. /siqi/ Polo los define como ‘rayas’ donde se ubican las guacas o adoratorios de la religión inca. También lo hace equivaler a ‘pertenencia’ (Polo 1585: f. 10v).
Cada ceque estaba asignado a un determinado ayllu o panaca. Es término quechua que
sobrevive solo en regiones aisladas con las acepciones de ‘hacer rayas’ y ‘ponerse en
fila’. v. CARTA DE CEQUES, SUYO. §21, 249, 767
chácara. ant. q. /chakra/ ‘tierras cultivadas’, ‘chacra’. Usado a veces en doblete con ‘sementera’. Desde el Ecuador hasta Argentina es ya quechuismo incorporado al castellano.
Chachapoyas. Prov. inca de considerable extensión que abarcaba desde la prov. también hoy
llamada así en la región Amazonas, hasta las prov. de Bolivar y Pataz (región Libertad),
Perú. §202, 288
chacos. q. /chaku/. Forma de cazar mediante un gran rodeo y cerco de los animales para ser
capturados selectivamente (sin matar hembras y matando limitadamente cierta cantidad). §49, 144
Chancas <Changas>. Nación indigena hoy en día situada al oeste de la región Apurímac (prov.
de Andahuaylas y Chincheros). No es sabida la extensión que alcanzó antes de ser
derrotados por los ejércitos de Pachacutec. §3, 4, 14, 15, 537, 631.
Chaquí. Asiento importante de Charcas, hoy en la prov. Saavedra, dep. de Potosí. §365
Charcas (1). Nombre de una confederación que se usó para el conjunto de naciones aymaras
que hoy en día se sitúan en el centro y sur de Bolivia. Abarcaba la mayor parte de los
dep. actuales de Chuquisaca, Cochabamba, Oruro y Potosí.
Charcas (2). Nación indígena aymara, la principal o dominante en la provincia de Charcas. Al
parecer se descomponía en dos parcialidades: los Charcas y Caracaras. Polo no haría
esta distinción y llama a todo este grupo simplemente indios Charcas. §457
chasqui <chasque>. q. y a. /chaski/ ´posta’. «Casita de piedras donde aguardaban las postas a
cada cuarto de legua» (BER). Por extensión, nombre del sistema de postas inca. Polo
señala que los incas repartían también el trabajo de los chasquis de forma igualitaria
§218. De manera que cuando se dice que el trabajo de los chasquis «proveían las comarcas como les caía [más cerca]» (§209) entendemos que podemos imaginar algo así
como ‘aunque fueran de lejos’. La idea de comarca que expresa el autor (claramente
en algunos pasajes) corresponde a una entidad administrativa que incluye a varias pro-
Índice Analítico y Glosario
359
vincias, cabe también esta posibilidad en el pasaje mencionado en §209. v. también en
pág. 273 nota correspondiente . §215, 217, 569
Chichas. Nación indígena parte de la confederación Charca. Actualmente sureste del dep. de
Potosí, al límite con Argentina. Según Polo, proveía de oro al Inca. §190, 192, 203
Chili <Chile>. Polo define su extensión entre Coquimbo y el río Maule. Proveía de oro al Inca,
lo que probablemente animó la desastrada incursión almagrista. §187, 203, 208, 707,
744, 753
Chinchasuyo (1). En sentido amplio se refiere a la enorme extensión desde Cuzco hacia el
norte hasta Quito. Si bien en las crónicas, incluyendo a Polo, cabe entender que dicha
extensión es a su vez una demarcación política, nosotros creemos que una lectura más
cuidadosa nos debe llevar a la conclusión de que el Chinchasuyo extenso refiere especialmente a una extensión geográfica: todo lo que se situó al norte del Cuzco. §325
Chinchasuyo (2). Territorio relativamente cercano al Cuzco que abarcaba desde Abancay, parte
de la actual Cotabambas, la prov. de Anta y la parte oriental de las prov. de Urubamba
y Calca actuales (mapa 3). La mención de Polo relacionada a la Manifestación (realizada en Cuzco) y a las arañas grandes que se usan en esta provincia puede indicar este
Chinchasuyo. §17, 244
Chiriguanaes. Naciones indígenas hablantes de una lengua guaraní que pelearon contra los
incas y los españoles. §187
chuco <chucu>. q. /chuku/ ‘sombrero, bonete’ que era entregado al joven en ceremonias rituales
del paso a la adultez. §92, 756
medida de un puñado de maíz. §436
Chucuito <Chucuyto, Chuquito>. prov. o hunu inca que corresponde a las actuales prov. de
Chucuito, El Collao, Yunguyo y parte de Puno, en la región Puno, Perú. También es
nombre de la antigua capital o cabecera que hoy en día es un distrito que pertenece a la
prov. de Puno. Antiguamente fue la nación Lupaca /lupaqa/. Eran poseedores de tierras
de valle en Moquegua, Tacna, Arica y Larecaxa (actual Bolivia). Polo en ocasiones lo
considera como parte del Collao (en sentido amplio) pero también distinto ya que en
sentido restringido Collao correspondía a sus vecinos que dependían de la cabecera de
Hatun Colla. §69, 115, 477, 739
Chucuylla. v. CHUQUILLA.
Chumbivilcas. Provincia inca del Condesuyo (parte del Taguansuyo). Hoy en día situada en el
mismo territorio de la región Cuzco. Según Polo, proveía de oro. §40, 190, 192
Chunchos. Naciones indígenas amazónicas vinculadas a los incas, situadas actualmente en las
tierras bajas amazónicas de La Paz. Según Polo, en los límites con estas naciones se
extraía oro para el Inca. §187
chuño. q. y a. /chuñu/. Papa seca, deshidratada con tecnología prehispánica aun en uso. Importante tributo que aportaban de las zonas altas, al Inca y después a los encomenderos.
360
El Orden del Inca
§75, 181
Chuquiabo <Chuquiago, Chuquiapo>. Actualmente La Paz, Bolivia. §228, 800
Chuquicota. Asiento ubicado al norte de la actual prov. de Carangas, dep. de Oruro. §351
Chuquilla <chucuylla, chilcuylla > §20 q. ‘Trueno’. Es término compuesto de dos vocablos:
/chuki/ ‘lanza’ e /illa/ ‘resplandor’: /chuki illa/. La norma quechua establecida en el
III Concilio hizo que se escribiera Chuqui ylla. “chucuylla” sería una deformación de
algún copista que ha sustituido la ‘q’ por ‘c’, Polo tal vez escribió “chuquylla”. Siendo ya arcaísmo mantenemos la escritura de la copia que nos ha llegado. Aun no hay
consenso en su etimología (otros sugieren que su primer componente sea /chuqi/ ‘oro
fino’). Sin embargo cuando la escritura de este término se aleja ostensiblemente de la
forma original (ej. “chilcuylla” §178) señalamos la escritura del manuscrito solo en la
nota correspondiente. §20, 162, 178, 243
Cianca, licenciado. Oidor de la Audiencia de Lima. §345
Ciudad de Los Reyes, Lima. §288, 345, 365, 394
Cochabamba. Provincia inca en los valles cálidos de Charcas, productora de maíz para el Inca.
Actualmente en el dep. de Cochabamba, Bolivia. §410
Collaguas. Nación de lado sur del Condesuyo, su territorio corresponde a lo que hoy en día es la
prov. de Caylloma, región Arequipa. Es mencionada como zona ganadera, lo que sigue
siendo válido en la actualidad. §45
Collao (1). q. y a. /Qullaw/. Abarcaría desde Vilcanota hasta Charcas incluyendo todo lo que
rodea al lago Titicaca entre el Perú y Bolivia, hasta Paria (inclusive), así se entiende en
§75. Puesto que Tiaguanaco es situado por Polo en el Collao, es claro que consideraría
también la provincia inca de Pacajes como parte de dicho Collao. También al decir
«acá» podríamos pensar que Polo considera al Collao (o a cierta parte del Collao) como
parte de Charcas (donde escribe). Efectivamente el Collao dependía de la Audiencia y
obispado de Charcas. §6, 45, 64, 75, 113, 214, 227, 319, 371, 442, 698
Collao (2). Específicamente sería solo la parte que corresponde aproximadamente a la región
de Puno actual, excluido Chucuito, puede ser la que en este caso llama ‘provincia’. §69
Collasuyo. Tendría también dos acepciones: el Collasuyo ‘cerca’ que incluye desde Quispicanchi hasta Vilcanota §17, (mapa 3) y el Collasuyo amplio que es todo lo que está al sur
del Cuzco hacia Charcas. §4, 20, 325
comarca (1). Le da el sentido explícito de agrupación de provincias en algunos pasajes §269
se divide en ceques §21
otros casos probables §49
comarca (2). Región geográfica extensa que no comporta entidad administrativa. Ejemplos:
§363, 688
Combapata, puente de. Puente de soga que deviniera innecesario de construir gracias a otro
puente de cal y canto presumiblemente en Tinta, aunque sería necesario desviar en
Índice Analítico y Glosario
361
algo el Camino Real. Cabecera de Canas-Canchis, actualmente en la prov. de Canchis,
región Cuzco. §277
combi. v. CUMBI.
comunidad. «Común de algún pueblo, provincia o reino» (DRAE). Polo usa de esta palabra
para describir lo que caracteriza e impregna toda la organización social andina. La
propiedad (tierras, ganados, pastos, cazaderos) es en comunidad y así también son las
formas de distribución de obligaciones para cualquier trabajo. Los pleitos incluso se
plantean por comunidades ya que no son los individuos los que pleitean. También caracteriza algunos aspectos específicos como el trabajo ‘en cosa de comunidad’ (§317)
donde no es necesario calcular ni número ni proporción, porque simplemente deben
participar todos el tiempo que demande cumplir lo que se proponen. Así lo hacen hasta
hoy en día las comunidades andinas y amazónicas: faenas en la sierra, mingas en la
selva.
Condes. Etnia asentada en algunas partes de Charcas que posiblemente fueron mitimaes provinientes de algunas provincias del Condesuyo. §351
Condesuyo (1). La región geográfica más pequeña de los llamados cuatro grandes suyos. Por
tanto sería también la que más se asemejaba a una demarcación administrativa. Situada al sur y al oeste de Cuzco hacia el mar. En la época colonial estuvo integrado por
tres o cuatro agrupaciones administrativas que se llamaron ‘Condesuyo de Cuzco’,
‘Condesuyo de Arequipa’, la provincia de Collaguas y la zona en torno a la ciudad de
Arequipa. §325
Condesuyo <Cundesuyo> (2). Esta acepción incluiría solo las provincias del Condesuyo cercanas al Cuzco: actualmente Paruro, Chumbivilcas, y partes de Cotabambas y Grau de la
región Apurímac (mapa 3). Cuando Polo menciona como zonas de producción de oro a
«todas las del Cundesuyo» puede estar aludiendo a esta zona. §202
Condesuyo (3). La tercera acepción la entendemos como una agrupación de provincias, que correspondían solo a la parte del Condesuyo que se encuentra hoy en la región Arequipa.
Es posible que Polo no se refiera a este sector.
consejos. Vale como ‘consejeros de Su Majestad’. §702
consideración. «Tener advertencia, pensar bien las cosas, reparando en ellas» (COV). Se refiere a la reflexión interior que debemos hacer, teniendo en cuenta que los indios son
nuestroa prójimos, de manera que se ‘considerase’ que los indios debían trabajar moderadamente y ser bien tratados. A esta ‘consideración’, entendida así, estamos obligados como cristianos. Necesario es tener en cuenta que entre 1540 y 1566 el debate en
España sobre la necesidad de moderar los tributos fue especialmente álgido, estando
vivo Las Casas y apoyándolo en muchos de sus planteamientos el mismo emperador
Carlos V. Uno de los argumentos de peso en la corriente impulsada por Las Casas es el
afán de frenar la espeluznante mortandad de indios. Guaman Poma hizo muchos de sus
362
El Orden del Inca
dibujos bajo el título ‘consideración’ en una acepción parecida pero más enfática en lo
que comporta de ‘amor por los indios y respeto a los pobres’. §662-664
constituciones. «En el derecho romano, ley que establecía el príncipe, ya fuese por carta, ya por
edicto, decreto, rescripto u orden» (DRAE). Polo aplica el concepto a las leyes emitidas
por los incas §44, 573
constituciones penales §510
contribución. La descripción del «orden del Inca» girará en torno a qué se contribuía y cómo se
hacía. Polo insitirá en que el repartimiento se hacía «en general». Es decir se determinaba una cantidad total de la cual se iban dividiendo las partes proporcionales entre los
hunus, provincias, pueblos, parcialidades. §229
Coquimbo. Definía según Polo el comienzo de la provincia de Chili. §203
corar. Es quechuismo que se usa hasta hoy, de /quray/ ‘desyerbar’. §795
corderos de la tierra. Se puede referir a las alpacas o llamas chicas. §246
Cotabamba <Cotabanba>. El par Cotabamba-Tayopaya que menciona Polo puede ser una
errata por Cotabamba-Ayopaya, donde Cotabamba sería las partes altas de Cochabamba (tal vez no los valles propiamente) y Ayopaya la región cálida. De esa manera se
podría entender la correspondencia de alturas-valles que Polo establece. §738
cotas partes (o cotas). v. IGUALMENTE, REPARTICIÓN, TRIBUTO. También en la Introducción del editor. §327, 331, 339
Criador Universal. Tiene varios nombres: Pachayachachi nombre general. Cuando tratan de la
mar, Ticçiviracocha. §177, 230, 537, 633
cuenta. Los gobernadores ‘daban cuenta’ anualmente §18
‘las cuentas’, ‘cuenta y razón’, ‘su cuenta y por registros’ son varias de las
traducciones que Polo da para ‘quipu’ §27, 148, 179, 182, 337
‘para su cuenta’, indica ‘para su gasto’ §54
‘dar cuenta’ al Inca §99
‘dar, hacer o tener cuenta’ §131, 190, 243, 258, 260, 267, 301, 302, 326, 381,
419, 441, 458, 483, 488, 506, 531, 554
‘a mi cuenta, ‘misma cuenta’, ‘a la cuenta’§160, 214, 209 Tra., 366, 410
‘con cuenta y razón’ refiere a la Tasa §343
‘cuenta vieja’ refiere a la población §437
‘entendidas sus pláticas y cuenta’ refiere a las operaciones de cálculo §439
‘tener cuenta con lo que les cabe’ §459
con la salud §715
‘en ellos hay cuenta y razón’ §473
otros usos: §469, 474
cumbi. <combi, cumbe> q. /qumpi/. v. TRIBUTO DE ROPA. Ropa fina a diferencia de la ordinaria llamada abasca. Polo menciona tres clases de ropa, pero para los sacrificios espe-
Índice Analítico y Glosario
363
cifica que se quemaban dos clases: una ropa pequeña fina y la ropa rica de cumbi. §52
cunbico, cumbisca. q. /qumpikuq/, /qumpisqa/. Ambos términos son usados (uno en cada versión) para denominar a los tejedores de ropa de cumbi. No podemos decidir si hay
alguna versión correcta ya que es posible que el mismo Polo haya dado las dos versiones. §53
curaca. q. /kurak/. Aunque Polo no utiliza este término como tal, sí lo hace en su traducción más
habitual: ‘cacique’. También utiliza ‘mayor’: De hecho el significado usado de kurak
en el quechua cusqueño actual es ‘hermano mayor’. §563
cuyes <cuis>. q. /quwi/, llamados también ‘conejillos de Indias’. §245, 623
D
de espacio. ant. Espaciadamente, despacio.
de la lana. El Inca aportaba la lana y «de la lana» resultaba la ropa, manteles, sobremesas,
toldos, sogas, frazadas, etc. §56. Era uno de los principales tributos después de las
comidas, también suelen abundar estos productos en la Tasa de Gasca. El ejemplo de la
lana sirve para describir el mecanismo: lo que se aporta es el trabajo porque la lana salía
de lo que el Inca les daba. Lo mismo se hace con lo demás: metales, madera, cabuya o
cualquier otro producto. §78, 196, 297
de ordinario. Seguido, continuamente.
dende. ant. por ‘donde’.
depósitos (se les daba comida). A los que trabajaban para el Inca (mit’ayuq) se les proveía de
los depósitos del mismo Inca. Los depósitos tienen un rol fundamental en la economía
ya que de ellos se paga o retribuye a dichos trabajadores. Además de la comida (maíz,
quinua, papas) también se les daba ropa, calzado (ojotas), ollas, vasijas, platos de barro,
chicha, leña y algunas otras menudencias como perdices, o pescado seco. Esto explica
mejor por qué Polo dice que el tributo al Inca «no tenía límite»: su límite teórico podría
ser todo lo que una persona trabaja el año completo. Cabía la posibilidad de que toda la
actividad del año la dedicara una persona a trabajar para el Estado (el Inca), puesto que
el Estado lo pagaba en bienes y es posible que lo pagara mejor que lo que cada persona
obtenía particular o comunalmente de su trabajo (chacra, tejido, artesanía, pastoreo,
etc.). De hecho así cuentan que sucedía con los que trabajaron en las construcciones
del Cuzco (§229), donde había unas 30,000 personas procedentes de todo el Tahuantinsuyo cumpliendo turnos rotativos (mitas) de varios meses a lo largo de los años que
duró su construcción (§223Tra.). Los yanaconas de hecho se dedicaban solo al servicio
de los incas y era considerada una clase privilegiada que mantuvo o hasta incrementó
dicho estatus cuando pasaron a servir a los españoles.
depósitos del Inca. Según Polo «se hallaron en depósito maíz de cuatro y de tres y de dos
años, más de quince mil fanegas junto al camino» §100. Según los quipos huancas, su
364
El Orden del Inca
aporte de maíz al ejército de Gasca fue el siguiente: De la parcialidad de Atun Jauja
6,616 hanegas; de Lurinhuanca 15,532 hanegas; de los Hananhuancas no está habido el
documento. Cabe pues la posibilidad de que las más de 15,000 hanegas de maíz mencionadas por Polo correspondan solo al aporte de los Lurinhuancas. Años después, los
huancas afirmaron que no se les pagó, por su parte Polo señala que hizo la cuenta para
pagarlas, lo que no implica el cumplimiento del pago.
Refiere también a las ruinas de los depósitos que aun se podían ver en su tiempo. §288,
294
derrama. Contribución extraordinaria impuesta por los caciques. §474
desaminado. v. EXAMINADO
descansaderos del Inca. Refiere probablemente a tambos incas que se podían ver en ruinas en
1560-70. §288
Diaguitas. Naciones indígenas situadas principalmente en el entorno del dominio inca correspondiente a las prov. de Salta, Tucuman, Santiago del Estero y Catamarca; tal vez
incluyendo a Atacama. Según Polo, proveían de oro al Inca. Está demostrada arqueológicamente la existencia de talleres para el labrado de metales en dicha área. §203
distribución. v. también COTAS, REPARTICIÓN. La distribución de los tributos es el eje alrededor del cual gira todo ‘el orden del Inca’ del que Polo trata. Era ‘igual’, ‘sin agravio’,
basado en proporciones o en turnos (mita). Polo también alude a una división diferente
en la medida que no es para cumplir con ningún tributo, sino solo para arreglar cuentas
entre indios comunes. §411
doncellas. El tributo de las acllas fue una de las imposiciones más ‘pesadas’ del Inca. §157-171
mamaconas vírgenes §158
E
edificios incas. §9, 198, 219-229, 288, 294, 441
encomendero <comendero>. Persona que prestó servicios importantes a la Corona y es premiado o reconocido otorgándosele una encomienda. La encomienda consistía en otorgar
al encomendero el poder sobre un ‘repartimiento’, espacio que solía equivaler a una
unidad administrativa menor (una o varias pachacas) para que todos los indios allí residentes le dieran los tributos en especies, plata, oro y trabajo que requiriese para «vivir y
sustentarse de acuerdo a su calidad». Recibía los tributos en nombre del rey y a cambio
de dichos tributos se comprometía a velar por la evangelización de los indígenas.
escándalo. «Alboroto, tumulto, inquietud, ruido» (DRAE). Indica la preocupación de que ciertas medidas pudieran causar ‘escándalo’ a los indígenas. Se usa en el contexto de las
Respuestas a la pregunta 14 del rey. §765, 772, 780, 802
espantar. ant. Impresionar, asombrar. §435
estatua. ant. «Al principio las estatuas se usaron en representación de los falsos dioses» (COV).
Índice Analítico y Glosario
365
Polo llama así a la ‘estatua’ que tuvo Viracocha, diciendo que «eran ciertas mantas
gruesas». También equivale a ‘ídolo’. §15, 630, 633
estatuto. El estatuto refiere a ordenamientos legales particulares, Polo los nombra como ‘leyes
y estatutos’ de los incas. §518, 523
estéril. v. TIERRA ESTÉRIL
estériles / fértiles. v. también TIERRAS. Referido al clima.
hay sequías de cinco años §298
con la estirilidad necesitan comida §495
años fértiles §413
examinado <desaminado>. «Examinar. inquirir, investigar, escudriñar, buscar con diligencia
y cuidado alguna cosa.» (AUT). §788
F
facilidad. «Hombre fácil, el que es poco constante en su parecer y voto, que cada uno le lleva a
su opinión.» (COV). Hace referencia a la disposición que tienen los indios, según Polo,
a declarar cualquier cosa por favorecer a una parte. §102, 519
falta. Expresa el concepto quechua de /hucha/. §56, 214, 218. Polo también lo expresa como
‘culpa’ (§596). Aunque el autor use el término castellano le asigna un significado quechua, ya que lo aplica justamente cuando habla de la organización de los turnos de
trabajo (= mita) donde se daban estas ‘faltas’. ‘Falta’ en el contexto indígena implica
«obligación» como bien señala Taylor (1987:30) y por tanto la necesidad de ser reparada de alguna forma. Es parte de un conjunto de conceptos quechuas para los cuales
el autor usa exclusivamente la traducción castellana como: bailes y cantares (taqui),
principalejo (camachicuc), cacique (apu, curaca), principal (curaca, hilacata), braguero (guara), comunidad (sapçi), depósito (collca). Otros términos los alterna con sus
correspondientes términos quechuas como: señor (inga), provincia (hunu, guaranga),
parcialidad (ayllu, saya), gobernador (tocrico), registro-memoria-cuenta-hilos-nudo
(quipu), tiempos (mita), vino-chicha (açua), ganado (llama), mujer legítima (mamanchic), ropa fina (cumbe), ropa común (abasca), Criador Universal (Pachayachachi),
etc. Unos pocos son utilizados solo en quechua: chucu, apacheta, pururaucas. Regresando a ‘falta’ hacemos notar que en §366 aparece “fallas” que hemos considerado
errata por «faltas» ya que es poco probable “fallar” cuando en la época aun se usaba en
sentido de ‘hallar’, como es comprobable en Respuestas (§771, 823).
fértil. v. TIERRA FÉRTIL.
Fortaleza del Cuzco. Hoy en día Sacsahuamán. §222
fortalezas del Inca. Refiere a pucaras que se podían ver en ruinas en su época. §288, 294
366
El Orden del Inca
G
ganado bravo. Refiere a vicuñas y guanacos, también les llama «reses». §49, 142,144, 206
ganado de la tierra (1) <ganado manso>. v. también CARNEROS, CORDEROS, OVEJAS.
Camélidos sudamericanos, es decir llamas, alpacas y sus cruces. En la época «ovejas de
la tierra, carneros, corderos». Los españoles demoraron mucho tiempo para distinguir
entre llamas y alpacas, tan solo se distinguía entre los que cargaban mejor y los más
lanudos sin tener conciencia de que se trataba de especies diferentes. En 1590 un autor
tan connotado como Acosta los distinguía principalmente como ‘lanudos’ y ‘rasos’
(2008: 143-144). Pudo ser que los cruces entre llama y alpaca contribuyeran a la confusión. Sin embargo resulta claro que la importancia económica en la época recaía en
la llama, que trasladaba la plata desde Potosí. Polo apoyó la idea de imponer tributos a
los que fueren ricos en ganado. §275, 805
ganado de la tierra (2) (propiedad del). Tras la caída del poder Inca todo el ganado pasó a ser
controlado por los caciques de los respectivos hunos y provincias. Consta que hubo intentos de hacerlos del rey pero fracasaron y solo causaron más pérdidas ya que dispersaban el ganado cuando temían que se los quitasen, lo que era una práctica frecuente de
algunos españoles. En la versión de Relación Polo modifica la mención a los «grandes
robos» habidos al tiempo de la llegada de los españoles (Tratado). Sin embargo, en el
párrafo siguiente se explica mejor que en Tratado el gran descuido en la crianza de
ganado con respecto al que los incas tuvieron. §205
ganado de la tierra (3) (conservación). Diversos testimonios también confirman su gran exterminio al inicio de la Conquista: «(...) en Quito se sacrificaron más de 100,000 llamas
en pocos meses, según un oficial conquistador de Benalcázar (...)» en Stuart (2009:3).
Los camélidos del Tahuantinsuyo corrieron la misma suerte que sus habitantes, de ser
30 ó 50 millones pasaron a ser 90% menos; en las personas se calcula una disminución
del 80%. Como señala el autor, los camélidos eran el fundamento de su conservación,
muertos ellos y deshecho su orden también habrían muerto las personas. Y esto ocurrió
con mayor virulencia y rapidez en la costa. §207
Gasca, Presidente. Presidente de la Audiencia que recibió amplios poderes para acabar con
la rebelión de Gonzalo Pizarro (1546-1549). §39, 100, 345, 365, 457, 638, 653, 664
gente de tierra estéril/fértil. v. INDIOS DE TIERRA ESTÉRIL/FÉRTIL.
gobernadores. Cuando refiere a los funcionarios incas es traducción del término q. tocrico.
Polo refiere a los gobernadores de hunus o provincias, sin embargo parece que hubo
tocricos de varias jerarquías.
guacas. q. y a. /wak’a/ ‘ídolos, adoratorios’. Entre las naturales podían estar los cerros, manantes, abras, árboles. Otras guacas eran ‘fabricadas’, como las momias o estatuas. Polo
es de los mejores conocedores de guacas de su tiempo, minuciosamente descritas en la
Carta de Guacas o Ceques que aparece en Cobo.
Índice Analítico y Glosario
367
guacas fijas. Refiere a las ubicadas en lugares naturales, como la mayor parte de las de la Carta
de Ceques. §248
guacas y adoratorios. El término castellano es la traducción. §22, 179, 242, 476, 766
guaccha llama. q. /wakcha/ ‘pobre’ y /llama/ que en este caso sería ‘hato’ según Polo ya que
es la denominación de los ‘hatos pobres’, propiedad de particulares y no del Inca. §42,
299, 551
guamani. q. /waman, wamani/ y a. /mamani/. Polo no usa este término pero consideramos
que lo alude cuando menciona las ‘comarcas’. En varios documentos se menciona que
guamani sería una unidad administrativa que contaría con cuatro hunus o cuarenta mil
tributarios. Guaman o guamani también se dice que era una distancia equivalente a
unas cuarenta leguas (240 km) que podía caminarse en diez días.
guanca. q. /wanka/ refiere a ‘piedras largas y paradas’, que, casualmente, se parecen algo a
como describen a los «pururaucas» y es vocablo también asociado a ritos y leyendas.
Sin embargo sería muy extraño que el autor haya utilizado «guancas» y no haya sido
citado así ni por Acosta ni por Cobo, y que tampoco haya ningún otro cronista que
conozcamos que las nombre así; y además que en §185 de este mismo manuscrito se
emplee «guacas» en este mismo contexto. Consideramos que es un lapsus de copista,
debiendo haber escrito «guacas». Sin embargo no lo hemos corregido en el texto ya que
no es común que del error surja una palabra con sentido. §3
guaranga (cacique de). q. y a. /waranqa/ ‘mil’. El cacique de guaranga era quien tenía cargo de
la unidad administrativa llamada también guaranga. Esta exento de tributo por razón de
llavar mejor las cuentas (quipus). §562
guaranga. q. y a. Unidad administrativa generalmente compuesta aproximadamente por algo
más de 1000 aucacamayoc, sin llegar a 2000. Excepcionalmente serían menos de 1000
aunque tras la conquista lo que fue excepcional se pudo convertir en la norma debido
a la caída demográfica. §561
Guascar <Guazcar>. ant. por ‘Huascar’. §265, 636
Guaxi. Probalemente errata por Huari, prov. de la región Ancash, Perú. §288
Guayna Capac <Guaina Capa, Guayna Capac>. q. /Wayna Qhapaq/. §6, 264, 634, 570, 823
H
hanancuzco. Equivalente de hanansaya para el Cuzco mismo. §1, 330
hanansaya y lurinsaya. Parcialidad de arriba y parcialidad de abajo de un conjunto determinado. Todo conjunto es susceptible de dividirse en dos partes como primer paso para
organizar trabajos de todo tipo, repartir cargas, soldados, etc.
hanansaya. q. Compuesto de dos términos: hanan – ‘arriba’ y saya – ‘parcialidad o parte’.
‘Parte de arriba’, en oposición a la ‘parte de abajo’ o urinsaya (o lurinsaya que es
más usado en los documentos tempranos). División que debía tener cualquier reino,
368
El Orden del Inca
provincia o hunu, guaranga, ciudad o cualquier territorio en tiempos prehispánicos. Se
conserva hasta hoy en muchas comunidades. §330, 447, 455
Harapa. v. ARAPA.
hechiceros <hechizeros>. §546
hilos (con sus nudos). Quipus. §332, 523, 549, 633
Hinojosa, Pedro de. Fue llamado general. En un principio apoyó la rebelión de G. Pizarro pero
luego pasó con toda la armada al bando de Gasca. Fue premiado con grandes encomiendas en Charcas. §348, 365, 457, 465
holgar. ant. Estar ocioso, de fiesta.
Huánuco. La provincia colonial de Huanuco (no sabemos en cuanto se diferenciaría de la provincia inca) abarcaría el entorno actual aproximado de las prov. de Huánuco, Ambo
y Pachitea en la región Huánuco, Perú. Según Polo proveía de oro al Inca. §202, 288
Huáscar. v. GUASCAR.
hunu. q. y a. /hunu/. División administrativa que engloba a un número aproximado de 10,000
indios casados (o mejor aún: ‘que abarca varias guarangas’). La razón de haber sido
suprimida la mayoría de las apariciones de ‘h’ en huno en el manuscrito que nos ha
llegado debe ser, sin mayor duda, responsabilidad de copistas. Solo hemos restituido la
‘h’ donde nos parece que debió estar con seguridad el término indígena, pero hay varios
casos dudosos. Tiene dos acepciones principales: 1. Como término numeral designa
‘diez mil’, varias lenguas como el chino o el japonés tienen un término equivalente
para dicho número, lo que da idea de que las culturas andinas hicieron extenso uso
de un sistema posicional en base 10. Polo no lo usa en sentido estrictamente numeral
aunque señale la referencia a los ‘diez mil’. 2. Por extensión, sirve para designar unidades administrativas-territoriales de aproximadamente diez mil aucacamayoc (‘tributarios’), es decir lo que ahora diríamos ‘personas aptas para el servicio’. Puesto que hunu
designa un referente que no tiene equivalente en castellano y puesto que además esa
equivalencia era solo una aproximación, se solía confundir su significado empleando
términos imprecisos: un millón, un cuento, innumerable, etc. Al parecer ‘cuento’ logró
ser entendido como 10,000 en algunos textos de la época, lo que no nos consta de ‘millón’. §18, 116Tra., 121, 158Tra., 204Tra., 229Rel., 243, 325, 329, 331
Hurinsaya. v. URINSAYA, HANANSAYA.
Huros. v. UROS.
I
Iglesia Mayor del Cuzco. Catedral. §119, 234
igual. A veces lo usa para indicar que todos cumplían con un trabajo igual (=misma cantidad de
tiempo) en las mitas. §301, 302
igualmente. v. COTAS PARTES, REPARTICIÓN. En ocasiones tiene el sentido de ‘propor-
Índice Analítico y Glosario
369
cionalmente’. §197, 424, 439
illas <ylla>. q. /illa/ ‘objetos sagrados para la suerte’. En el manuscrito aparece “rellas” pero la
definición de Polo y la similitud gráfica justifican entenderlo como illas ‘suertes’. §243
Indias. Nombre inicial de los territorios que resultaban un descubrimiento para los europeos.
§137, 153, 259, 272, 361, 391, 395
indios casados. Traducción castellana de aucacamayoc. §121
indios de tierra estéril / de tierra fértil (conservación de la gente). El colapso demográfico
de la población indígena costeña fue abrupto, para esos años (1561) ya había una ínfima población en relación a la que se calcula hubo en tiempo del Inca. Polo intenta
responder al argumento que señala a la explotación y abuso como causa de mortandad.
Achaca tantas muertes a la holgazanería lo que parece una exageración. Sin embargo
creemos que debe considerarse sus argumentos en alguna medida: al acabar el gobierno
Inca la población costeña se quedó sin autoridades capaces de mandar (lo que no ocurre
en la sierra, cabe preguntarse por qué) y eso contribuyó a su colapso. Visto así parece
razonable. En todo caso puede demostrarse que la regla de Polo respecto al clima no
se cumplió en la costa norte, donde la población indígena de origen mochica no sufrió
pérdidas tan catastróficas. A partir de 1580-90 las epidemias comenzaron a golpear con
más fuerza en la sierra, y el trabajo en las minas con el azogue se tornó en mortífero, lo
cual generó que también la población serrana decayera fuertemente, pero nunca en los
niveles de la costa central y sureña.
pagan más, son para más §47, 453, 670, 704
se conservan/se acaban §135, 705-6, 733, 740
industria. ant. Habilidad §611.
nuevas maneras de producir y hacer el trabajo más rentable §677
Polo es muy práctico y busca formas de estimular la innovación para aumentar
la producción, que como es lógico, se desalentarían si comportan subida de
tributos. Comparar con Relación §357.
Inga Yupangui <Inga Iupangui>. v. PACHACUTEC.
invencion <ynvinçiones>. También se llamaron ‘invenciones de alarde’ a representaciones
teatralizadas de batallas a manera de las que dibuja Guaman Poma (1936:333). Sin
embargo Polo aunque menciona algo sobre fiestas (§826) no llega a tratar de las ‘invenciones’, tal vez no le alcanzó el tiempo o quizá tenga un sentido diferente, que damos
en nota al pie en su lugar. §806
Itu. Consideramos que la mención a «Tytri» debe ser errata por «Itu». Más nos guíamos por la
descripción que hace («era una fiesta extraordinaria»). §166
J
Jaquijahuana. v. XAQUIXAHUANA.
370
El Orden del Inca
Jesucristo (Nuestro Señor). §306, 360, 491
jornadas. ant. ‘Campañas de conquista’. Se refiere a las expediciones militares generalmente
dirigidas a la Amazonía. Por ejemplo se hicieron hacia los chiriguanos, jíbaros, araucanos, etc.; todas estuvieron signadas por el fracaso. §488
jueces. También se les solía denominar ‘alcaldes’. Al respecto de los jueces propios que menciona Polo (§526), Hemming reporta: «(...) [el marqués de] Cañete encargó al corregidor del Cuzco, el muy respetable experto en temas indígenas licenciado Juan Polo de
Ondegardo, que organizara un sistema de ese tipo para los indios que vivían en la ciudad y sus alrededores. Polo dividió la ciudad en cuatro barrios o parroquias y nombró a
ocho candidatos en cada barrio, entre los cuales los indios eligieron a tres, y el corregidor nombró alcaldes uno de estos tres. Los alcaldes administraban justicia a los indios,
pero no podían condenar a muerte ni a mutilación. Se desempeñaron muy bien (...)»
(2005:456). Fue allí cuando el autor viene a enterarse de muchos de los usos jurídicos
de los incas. Polo prestó atención al uso de los quipus y según declara, aunque hubiera
estado «diez años» averiguando sobre ello no lo hubiera podido hacer como cuando
los vio operar. Por otro lado casi siempre se refiere a los jueces asociándolos a la mala
administración de justicia, reconoce como él también, siendo corregidor en Cuzco, se
equivocó en sus inicios e insiste en la idea de cómo podría mejorar si se conociesen los
fueros de los indios. pag. 85, §74, 95, 102, 111, 150, 361, 509, 521
juros de por vida. «Los juros ‘de por vida’ tenían una caducidad determinada, según el número
de vidas en que se podía disfrutar el privilegio. Normalmente, eran dos, a elección del
titular, pero también había juros con una o con tres vidas» (Alvarez, 2009:15). §34
L
La Plata, río. §259
La Plata. Nombre colonial de la capital española de Charcas, también Chuquisaca, hoy Sucre,
Bolivia. Polo alude a la ciudad cuando cita «mi casa». §526
langosta. No sabemos a qué especie particular se puede referir «langosta». §84
Layme (Fiesta de, Pascua de). La fiesta del Layme es la fiesta principal según Polo, si bien la
escritura más habitual es Rayme o Raymi cambiar la ‘r’ por ‘l’ es la norma en la pronunciación del quechua de los primeros cronistas. Años después, a partir del III Concilio
se escribe «Rayme» o «Raymi». Es de notar la consistencia de Polo en señalar su inicio
el mes de febrero, cuando la mayor parte de cronistas indica que se hacía en el solsticio
de verano en diciembre. A manera de conjetura se puede señalar que ‘un mes antes de
enero’ en quechua se diría ‘huk killa ñawpaqnin’ que literalmente se podría interpretar
al revés: ‘un mes delante’; lo que podría haber causado la curiosa diferencia de dos
meses en Polo. §19, 159, 233, 601
legua. Medida de distancia con equivalencia aproximada a 5-6 km. Una legua y media equivalía
Índice Analítico y Glosario
371
a un tupu inca según Polo. v. TOPO. §209
lengua general. Refiere al quechua. §309; del Cuzco §534
licencia del inca (para el sacrificio de las personas destinadas al servicio a los muertos). Se
daban especialmente para los gobernadores y caciques principales. §261
Lima. v. también CIUDAD DE LOS REYES. §214, 278, 589, 666, 827
Lipes. Etnia y nación al sur de Charcas, corresponde en buena parte al cuarto suroccidental del
actual dep. de Potosí, Bolivia, hasta el límite con Argentina. §351
llactaruna. q. /llaqta/ ‘pueblo’ y /runa/ ‘gente/. Polo traduce, correctamente, como ‘hombre
de nuestra tierra’. Ahora podemos decir ‘paisano’. Cuando un grupo de migrantes mitimaes conversa entre sí, lógicamente se dicen entre ellos ‘paisanos’ (llactaruna). El
autor menciona el caso en que los visitadores entienden el quechua, pero de poco les
sirve ya que no entienden el contexto: el hecho de ser ‘paisanos’ entre migrantes no
los hace gente del lugar donde están viviendo. Es un ejemplo entre muchos donde Polo
demuestra que su comprensión del quechua va más allá de los significados aislados de
las palabras. §417
llamas y alpacas. V. GANADO, CARNEROS, CORDEROS, OVEJAS.
Llanos, los (1). Hace referencia a territorio que hubo de ser conquistado varias veces, suponemos que es el hoy llamado Tierras Bajas en Bolivia (Amazonía y Llanos de Chiquitos).
§744
Llanos, los (2). Refiere a la costa desde Lambayeque a Chile. §209, 288-9, 590, 713, 813
llauto. q. /llawtu/ ‘adorno o insignia de la cabeza, tocado’. §756
Loayza, arzobispo Jerónimo de. Arzobispo de Lima 1545-1575. Loayza fue quien encargó
a Polo la investigación sobre las guacas y adoratorios, cuyo fruto fue la Carta de las
Guacas. §345, 663
Lorenzo de Aldana. Fue encomendero del repartimiento de Paria. §469
Lucanas. Provincia inca que se sitúa en la que hoy sigue siendo llamada así, región Ayacucho,
Perú. Según Polo, proveía de oro al Inca. §190, 192, 202
luego. Inmediatamente. «Al instante, sin dilación, prontamente» (AUT).
lurincuzco <urincuzco, hurincuzco>. Según Polo es una variante lingüística (limitada para el
Cuzco, suponemos) de ‘lurinsaya’. §1, 330.
lurinsaya. v. URINSAYA.
M
Macas. Se refería al territorio amazónico próximo al situado hoy en el cantón del mismo nombre, prov. Zamora-Chinchipe, Ecuador. §187
Macha. Cabecera de la provincia (hunu) de los Caracaras, parte de la confederación Charcas.
Hoy en la prov. Chayanta, dep. de Potosí. §365, 465
maíz, maíces <machices>. La explicación de los «machices» que aparece en la edición de
372
El Orden del Inca
Gonzalez-Alonso («Los machices son piedras usadas con rudimentarias equivalencias
de medidas de peso que el encomendero entregaba a los caciques para la recaudación
del tributo en especies», también en Lamana 2012: 310 nota) es de lo más ocurrente y
anecdótica. Si existe tal palabra, definitivamente no es ese su lugar. Existen múltiples
referencias a las formas de contar con piedras, maíces o frisoles. Se ha intentado resumirlas en Chirinos 2010 (pp. 44-47, 172-173). §438
Maldonado, Diego. Capitán y encomendero, hombre acaudalado del Cuzco, mencionado por
Polo a propósito de las casas que antes fueron de los incas. §238
malque. q. /mallki/. Según Polo «árboles puestos a mano», es decir ‘árboles cultivados’, en
oposición a los que crecen silvestres que son sacha. También lo define como ‘semilla
de coca’, por el hecho de que la coca se siembra trasplantando plantones. Sin embargo
hay término propio para la semilla de coca: /kuka ruru/. §557, 784
mamacona. q. Es quechuismo castellanizado: ‘mujeres responsables de la educación de las
acllas’. §158
mamanchic. q. /mamanchik/. Se puede traducir como ‘nuestra madre’. Sin embargo Polo da
‘mujer legítima’ como traducción. Es posible que en ciertos contextos se entendiera así,
por ejemplo todo el personal de servicio de la casa la podría llamar así. Polo suele dar
significados contextualizados y no aislados. §168
mandón, mandones. Refiere a caciques menores. El autor parece que reserva el término cacique principal para los jefes de toda una provincia (guarangas o hunus), las mismas
que solían constar al menos de una guaranga y aplica ‘mandón’, en general, para jefes menores. Sin embargo más que clara separación de términos son ‘tendencias’. En
Relación el autor se referirá a «principalejos» cuando se trata de jefes menores. §18,
314, 562
Mango Inga. q. /Manqu Inka/. Nacido en 1516. En un principio aliado de los españoles (15331536) que promueven su coronación como Inca. Años después amenazó seriamente el
poder español. Lideró el llamado «Alzamiento de la Tierra» cuyos momentos más álgidos estuvieron entre 1536 (Cuzco) y 1538 (Charcas). Muere asesinado en 1545. §265
Manifestación de los Adoratorios. En 1559, por encargo del arzobispo Loayza Polo convoca
a los caciques a la Catedral del Cuzco para que manifiesten los adoratorios, de lo cual
surge la Carta de Guacas o Carta de Ceques de la que hace varias menciones a lo largo
de sus escritos. pag. 85, §16, 25
manta y camiseta. En lo general son parecidos entre las diversas naciones indígenas. §320
maramán. No hemos encontrado referencias para esta palabra pero su equivalencia a mare
magnum es clara. §259
maravillosa. ant. Impresionante. §66
marcacamayos. q. y a. Equivale a ‘quipocamayo de un pueblo (marca ‘pueblo’, voz aymara, y
camayoc ‘especialista’). v. QUIPOCAMAYO. §438
Índice Analítico y Glosario
373
marcos de plata. Unidad de peso para metales. Las equivalencias de la época son las siguientes:
1 marco de plata = 4 pesos de plata; 500 marcos = 2,000 pesos. 2,000 pesos semanales
multiplicados por las 52 semanas que tiene un año darían un total de 104,000 pesos
anuales. Que es lo que recibía Hinojosa solo en plata. §348
Marqués de Cañete, Andrés Hurtado de Mendoza. Virrey del Perú (1556-1560). Polo en §185,
278 solo le llama «marqués», probablemente por la familiaridad que tuvo con él. §276,
465, 793
matrimonios. v. también TRATADO DE LOS MATRIMONIOS. §524, 823
Maule, río. El límite de la expansión inca en el territorio Araucano, según Polo. §187, 203, 744
memoria. Clara referencia a quipu en algunas menciones. §216, 263, 264, 559
Mendoza, Antonio de. Fue virrey en México (1535-1550) y luego en el Perú (1551-2). Aparece
su nombre en el encabezado de las Respuestas de Polo. Para la fecha de su redacción ya
habían pasado 9 años de su muerte, sin embargo la Instrucción del Rey pudo haber estado inicialmente diseñada para México ya que usa términos en lengua nahuatl. Según
declara Polo mantuvo frecuentes contacto con él. §137, 313, 386, 433
México <Méjico>. También Nueva España como sinónimo. §134, 136, 137, 391, 433, 516, 722
mina (perjuicios). Polo argumenta que el trabajo en la misma mina puede que sea de «algun
perjuicio», sin embargo de los que van a la mina buena parte se dedican al «trato», es
decir, transportan carbón con llamas, venden chicha, comida, coca, tienen posadas, etc.
A estos indios según dice Polo les va muy bien. Al parecer la mayoría de los indios que
iban a Potosí no trabajaba en la misma mina desde tempranas épocas. En 1575 Toledo
reguló que solo un tercio de los indios que iban de mita a Potosí trabajaran en la misma
mina. §695
ministros. Tiene el sentido de ‘personas delegadas por el rey para hacerse cargo’. §278
mita. a y q. /mita/ ‘turno’, ‘tanda’. Se decía así al turno que debían cumplir las personas de cada
nación, provincia, pueblo o asiento (suyu, hunu, guaranga, pachaca, ayllu) del Tahuantinsuyo en servicios al estado o a la misma comunidad. Las mitas o turnos se cumplían para guerras, obras públicas, chacras de las guacas, del Sol o del Inca, chasquis,
o para la elaboración de ropa, entre otras muchas tareas. Es otra forma de repartición
igualitaria donde cada persona debe cumplir un tiempo determinado dedicado a una tarea. Polo resume el funcionamiento de la mita a nivel comunal, que no necesariamente
comporta una distribución porcentual, pero sí requiere ser una distribución equitativa. Es así que hay quipus arqueológicos como son AS40, AS143, AS199, que tienen
grupos de cuerdas con distintas cantidades dispuestas alternadamente, de manera que
estableciendo determinados ciclos lógicos presentes en la estructura del quipu (orden,
jerarquía, grupo-subgrupo, asociación por color, direccionalidad de los nudos) resultan
en sumas iguales. Esas características son justamente las que requiere un sistema equitativo de turnos como el descrito por Polo: distintas cantidades son asumidas por un
374
El Orden del Inca
grupo de ayllus alternadamente, de manera que siempre se cumple con una misma cuota y en un determinado ciclo de años (un ciclo lógico) todos deben haber cumplido con
el mismo turno. Los ajustes matemáticos de estas equivalencias son aún más llamativos
que los porcentajes exactos, ya que para esto último solo es necesario saber las cuatro
operaciones básicas (para las que hay cierto consenso en que todos los caciques eran
especialmente diestros), sin embargo no sabemos cuál es el algoritmo usado en quipus
arqueológicos como los citados. Polo da a entender que sabía leer los nudos («después
de vista y entendida por sus nudos» §302). Las referencias a los quipus citados son de
Ascher & Ascher 1978 y Chirinos 2010. Polo suele utilizar ‘tiempos’ (§371, 600) para
referirse a la mita. §302, 314, 371-2, 443, 600
mitimaes (1) <mitimas>. q. y a. /mitma/. Población migrante o «extranjera». Se refieren como
parte de una migración planificada por el gobierno Inca. Por el reporte de Polo (§65) se
puede entender que en algunas partes eran la mitad de la población, y en casi todas las
provincias los había (§416). Les llama también «extranjeros». §60-67, 132, 188, 308,
340, 427, 739, 785
Los fines de los mitimaes son muy discutidos, lo cierto era que fueron muy variados,
desde los económicos a los de contribuir a la seguridad del estado. §542
su procedencia se tenía en cuenta §812
mitimaes (2) Aparte de los oriundos (naturales) y mitimaes (migrantes), hay un tercer género
que podrían llamarse ‘residentes temporales’ que mantienen el vínculo con los caciques
que residen en su propia nación haciendo el oficio de regadores y guardadores. §108
Mojos <moxos>. Naciones indígenas amazónicas fronterizas con los incas, situadas actualmente al sur del dep. de Trinidad, en el límite con el dep. de Cochabamba, Bolivia. Según
Polo, en los límites con estas naciones se extraía oro para el Inca. §187, 202
momias, cuerpos. El hallazgo de las momias de los antiguos incas es el hecho que hace famoso
a Polo y marca su vida y sus escritos. La importancia de las momias fue muy sentida
en toda la sociedad del Tahuantinsuyo. Su culto también demandaba un considerable
esfuerzo económico ya que las personas dedicadas a atenderlas eran muchas, necesitaron chacras, ropas, bebidas, y muchos otros bienes; no es por eso extraño que un libro
que trata de los tributos les conceda espacio. Polo describe detalladamente (§285) el
brindis cuando el capitán, la persona a cargo de las momias, cargaba el cuerpo del Inca
y orinaba simulando que era el mismo Inca quien orinaba lo que había «bebido». El
dibujo de Guaman Poma (p. 287) es ilustrativo del momento en que un Inca realmente
vivo brinda con la momia del Inca, donde se puede apreciar claramente que parece estar
vivo. Quien ha vivido la fiesta del Corpus en el Cuzco contemporáneo ha podido apreciar que a los santos y santas que salen en procesión la tradición popular les considera
«vivos» y se cuentan anécdotas de lo que hacen o dicen cuando se juntan en la Catedral, creemos que de alguna manera esto muestra cómo perdura, ahora ya asociada a la
Índice Analítico y Glosario
375
religión católica, una antigua tradición. Acosta hace también referencia a este hecho,
que a él le pareció grosero «(...) comer y beber en nombre de sus ídolos y, con ellos a
cuestas, orinar a nombre del ídolo (...)» (2008: 191). También es de notar que en el Perú
actual una de las formas brindar es beber por turno del mismo vaso, tal como parece
que se hacía en el Perú antiguo. §180, 183-5, 190-1, 199, 200-1, 264, 282-6, 529, 559,
633, 641, 691, 821
mostrenco. Sin dueño. «Adjetivo que se aplica a la alhaja o bienes que no tienen dueño conocido, y por eso pertenecen al príncipe o comunidad que tiene privilegio de él.» (AUT).
§40.
moyas del Inca. q. y a. /muya/ «jardín o huerta o pedazo de tierra, y no tocaban a las cosas que
había en ella por ser aplicadas para el Inga» (BER). §101, 141, 149
N
naciones y provincias. Es claro que el autor, y todos en la época, usa ‘los’ antecedido al etnónimo (los lucanas, los chumbivilcas, los charcas), ya que refiere a los indios de una
nación que habitan un determinado territorio. Progresivamente, con el paso de los años,
fue quedando como el nombre de la provincia en sí hasta perderse en algunos casos el
rastro de la nación que originó ese nombre. Buena parte de las prov. andinas del Ecuador, Perú y Bolivia usan así sus nombres: prehispanos de origen y pluralizados por el
uso administrativo colonial. Los copistas al no entender corrigen lo que les parece falta
de concordancia sobre todo en el caso de la provincia de los Charcas que suele figurar
en este manuscrito como las Charcas, lo tratamos como una simple modernización de
la escritura sin señalarlo en nota. También es de notar que hasta el día de hoy muchas
de las naciones indígenas nombradas por Polo usan de la forma pluralizada como nombre de su terrritorio actual. En algunos casos conservan el nombre antiguo de su nación
(cañaris, canas, chancas, huaylas, huancas, etc.). Usamos de mayúsculas tanto para el
etnónimo como cuando refiere al territorio. Charcas al ser una provincia grande que
engloba a otras es un caso especial ya que la provincia de los Charcas incluye a otros
indios de provincias como Paria, Caracaras, Aullagas, Quillacas, Chichas, Yamparaes.
nullius bonis. v. MOSTRENCO.
número viejo. Hace referencia a que en 1570 se conservan los registros de la cantidad de personas (número) que fueron en tiempo de los incas. Otro ejemplo de este número viejo
sería los ‘quipos yngas’ de Chucuito según mostraron sus caciques en 1567 (Visita
de Chucuito, 1964). En el mismo párrafo el autor resume los dos puntos en base a los
cuales se hace la distribución: el número (la cantidad de indios en base a la cual se
establecen proporciones) y la posibilidad. §449
número. Frecuentemente hace referencia a la cantidad de personas o al cálculo poblacional de
una provincia determinada. §121, 128-9, 243, 319, 363, 415, 439, 448, 556, 667-9,
376
El Orden del Inca
687, 733, 747
Núñez Vela, Blasco. Primer virrey oficial (1544-46) pero no real, ya que su gobierno fue muy
efímero, derrocado y muerto por la rebelión de Gonzalo Pizarro. Polo le nombra solo
como «visorrey» §391.
O
obispo de Charcas. v. SANTO TOMÁS.
ocas. q. /uqa/. Tubérculo andino, dulce, de color amarillo. Sólo en Tra. §46
oficiales. maestros de obras, funcionarios españoles §278, 469
españoles ‘expertos’ en sentenciar §486
indígenas expertos en hierbas §257
plateros y otros oficios §304
expertos en quipus y en sacar cuentas §337
funcionarios incas §522
ofrendas. v. SACRIFICIOS.
Omasuyo. a. Toda la parte del Collao que linda con los valles amazónicos. Su significado puede
tomarse del aymara: /uma/ ‘agua’ y /suyu/ ‘provincia’ ya que el lado oriental es más
lluvioso que el lado occidental. Según Bouysse-Cassagne todo el territorio del Collao
tendría un lado ‘urco’ y otro lado ‘uma’. El lado ‘urco’ es de la cordillera hacia el mar y
el lado ‘uma’ de la cordillera hacia las vertientes amazónicas. El territorio Omasuyo se
asociaba al camino así llamado. La zona amazónica con la que colindaba era la llamada
prov. de Calavaya. §202, 738
Omnium Santorum. lat. Transformación cristiana del Panteón romano que se vino a dedicar
a «Todos los Santos». Según Polo los incas tuvieron un equivalente al panteón en el
Coricancha o Casa del Sol. §184
Orcosuyo. v. URCOSUYO.
orden vieja del Inca. La visita toledana efectivamente se propuso acabar con «ese orden viejo
del inca», realizando un censo meticuloso, capaz de competir con la rigurosidad de los
censos incaicos. §342, 449
Ordenanzas de las Indias (Leyes Nuevas). El autor alude al difícil proceso que se generó al
promulgar y revocar Ordenanzas que limitaban el poder de los encomenderos. Esas
ordenanzas encendieron la mecha de las rebeliones contra la Corona de parte de un
sector de encomenderos y conquistadores en las décadas de 1540 y 1550, de las cuales
la peor fue el alzamiento de Gonzalo Pizarro (1544-1548). En dichos sucesos el autor
tuvo participación personal, al lado de los rebeldes primero y después combatiéndolos
al lado del Presidente Gasca (§272-3). En otros pasajes §391-3, 395 volverá a tocar el
tema en un interesante diálogo. Siendo que este diálogo ha carecido de una interpretación y puntuación coherente, hacemos alguna aclaración de lo que entendemos: Los
Índice Analítico y Glosario
377
dos personajes que intervienen son: a) Un defensor a ultranza de las Leyes Nuevas (que
presionó a favor de las Ordenanzas, las mismas que al intentar imponerse provocaron
la rebelión de Gonzalo Pizarro), al personaje citado en este primer parlamento llamaremos: «el defensor de las Ordenanzas», y b) un interlocutor que critica no las Ordenanzas en sí mismas, sino la forma cómo se intentaron aplicar. A este segundo personaje,
siguiendo al autor, llamaremos «persona de gran autoridad», teniendo en cuenta que la
«autoridad» se refiere a lo intelectual, es decir un estudioso de la materia. El diálogo lo
termina el «defensor de las Ordenanzas» que responde de una forma un tanto violenta,
haciendo ver que, a pesar de su aparente interés por los indios, poco le importan indios
o españoles (que vivían en el Perú). Un tercer personaje de este diálogo sería el autor,
aparentemente solo como testigo. Llama la atención la forma inesperada como el autor
presenta el diálogo, aunque también es necesario entender de ciertas claves que podían
hacer evidentes en la época asuntos que ahora nos cuesta entender. Por ejemplo la postura ante las Ordenanzas podía ubicar el lado «lascasiano» o «anti-lascasiano», por así
llamarlos. El autor no se define en ninguno de esos «partidos» propugnando defender lo
que conviene tanto a indios como a españoles, sin parcializarse. §272, 391, 395
ovejas. No es claro si refiere a llamas o alpacas, parece que refiere a ambas: (§61-62, 135, 551).
En §351 parece que son ‘alpacas’; metáfora cristiana §124
P
Pacaritambo <Pacartambo>. q. /Paqariqtampu/ de /paqariq/ ‘lo que nace’ y /tampu/ ‘posada’.
Literalmente ‘el Tambo del Origen’. Lugar del origen mítico de los incas narrado en el
Mito del Diluvio, o Mito de los Hermanos Ayar. En dicha localidad se situaba Tambotoco (‘el Tambo de las Ventanas’), ‘ventanas o huecos’ de los que surgen los abuelos
míticos de los incas. El mito de origen que nos presenta Polo aparece ‘rivalizando’ con
los mitos de otras naciones ‘no incas’. En una de las versiones de Betanzos, también
contada por viejos incas, los mitos del origen de todas las naciones se integran en uno
solo: Cada nación tuvo su origen en alguna cueva o laguna u otro lugar sagrado, y el
que dispuso que surgieran las diferentes naciones fue Viracocha. Desde el Titicaca y
siguiendo los cuatro puntos cardinales que marcan los cuatro suyos fueron apareciendo cada una de las naciones. En cuanto a la versión de Polo merece destacarse que
da cuenta del uso de los mitos como argumento político para dominar o defender un
territorio. Mitos indígenas amazónicos que perviven en la actualidad dan cuenta de su
origen, de la variedad de naciones o clanes y de sus territorios («El hombre sal», de los
pueblos Jíbaro del Ecuador y el Perú, «El picaflor» de los Huitoto de Perú y Colombia,
«Origen de los hombres’ de los Shawi del Perú) en formas análogas a como contaron
los incas. El catolicismo en boga en dicha época imposibilitaba una comprensión mayor de los mitos, justamente porque son el fundamento de creencias religiosas dife-
378
El Orden del Inca
rentes: historias sagradas. Aun así Polo hace esfuerzos de comprensión poco comunes
entre otros españoles. §12, 233, 628
pachaca. a. y q. /pachak, pachaka/ ‘cien’. Si bien en Polo no aparece este término se alude a
él en varias de las ocasiones en que se menciona a los ayllos y parcialidades. Como
unidad administrativa, y siguiendo a Guaman Poma, estuvo definida por agrupar a no
menos de cien aucacamayos y no más de doscientos.
Pachacutec Inca Yupanqui <Pachacute, Pachacuti Ynga Yupangui. Inga Iupangui>. §3, 4, 14,
185, 537, 629
Pachamama. q. y a. Actualmente se traduce como Madre Tierra. Hay pocas menciones en otras
crónicas a esta divinidad andina que sigue vigente. §20, 164, 243
Pachayachachi. <pachayachache> q. /Pachayachachiq/ Criador Universal. A lo que alcanzamos /yachachiq/ tendría y tiene dos acepciones más usadas ‘el que hace saber’ y ‘el
que hace establecerse (vivir en un sitio)’. /pacha/, asocia los conceptos de espacio y
tiempo ‘mundo-tiempo’. Podríamos dar como traducción ‘el que hace establecerse al
mundo’ señalando esto como una conjetura. §15, 20, 178, 233, 286, 537, 633
pan. Polo refiere a todos los productos alimenticios que sirven para el sustento principal, las
comidas como el maíz, papa, quinua, chuño, a lo que se sumaron los productos traídos
de España como el trigo. §194, 300, 327, 431
parcialidad, familia. Sería una de la acepciones de /ayllu/. Es necesario notar los términos
‘parcialidad o familia’ (en quechua ayllu), puesto que en otras ocasiones ‘parcialidad’
será usado por el mismo Polo como equivalente del término quechua saya. Usando términos actuales diríamos que ayllu tiene y tuvo al menos dos acepciones: ‘comunidad’
y ‘familia’ que a veces son imposibles de separar. Esta doble acepción de ayllu es la
que hace a Polo usar de dos términos para caracterizarla (parcialidad o familia). Para
‘comunidad o comunal’ (entendida como forma de administrar bienes) hubo, siguiendo
a Guaman Poma, un tercer término: sapci que Polo no usa como tal aunque sí como
concepto cuando habla de la propiedad ‘comunal’. §55
parcialidad. Polo generalmente lo asocia a ‘ayllos’ que son en general grupos de familia extensa o comunidades o también pueblos. Hay otros casos en que refiere a las partes de
la división de provincias de diversas dimensiones, de lo que pueden resultar hunus,
guarangas o pachacas.
Paria <Pava>. Las ruinas del antiguo Paria inca se han ubicado muy próximas a la localidad
del mismo nombre en el dep. de Oruro, Bolivia. Los copistas del manuscrito Relación
lo deformaron a Pava y ninguna edición de las que conocemos hasta ahora ha señalado
el error aun cuando las evidencias son abrumadoras, a las ya que dimos anteriormente
(Chirinos 2010: 77), podemos agregar las que figuran en Toledo, (1989: 19, 40, 57 y
364). Paria fue el repartimiento de todo el Collao y Charcas que tuvo mayor número de
Uros, en ello es único como lo señala Polo. §437, 442, 469
Índice Analítico y Glosario
379
Parinacocha. Provincia inca que se situaba en lo que hoy es la prov. homónima y la prov. de
Paucar del Sara-Sara, región Ayacucho. Polo la menciona como abastecedora de oro
en tiempos del inca. §202
parteras. §546
Paucartambo. Valle de selva alta apto para el sembrío de coca. Hoy en día dis. y prov. de
Paucartambo, dep. Cuzco. §792
perdices (perdiçes). Fue tributo importante como lo muestran las cantidades entregadas según
los quipus Huancas y de Charcas. En quechua yutu o llutu especie diferente a la perdiz
europea pero así llamada hasta ahora. Hoy en día es escasa excepto en parajes lejanos
de puna. §623
pescadores. v. UROS.
Piçarro. v. PIZARRO
piedras y frijoles de muchos colores. Para mirar las suertes. §244; para contar §438
Pilcomayo, puente de. Puente de cal y canto ubicado en el camino a Potosí, Charcas. §278
Pirco. Valle de selva alta apto para el sembrío de coca. Hoy en día Pillcopata, prov. Paucartambo, dep. Cuzco. §792
Pizarro, Gonçalo. §100, 365, 653
Pizarro, marqués Francisco. §638, 669
plata. Polo fue testigo de una baja en la producción de plata para 1570 y teme que empeore
§497-500
extracción inca §198-9, 201
tributo inca §556
vasos, figuras, vajillas §232, 282, 614
rescate §590
rescate de Atahualpa §640-2
tasas, pago a encomenderos §348, 351, 365, 372-3, 377-8, 396-402, 415, 425,
437, 440, 452-8, 493, 687, 797
unos indios adquieren más que otros §435, 446, 453
Uros no tributaban §441
riqueza de los caciques §364
responsabilidad de caciques §450
distribución sin fraude §455, 459
Plaza del Cuzco. En quechua se llamó Aucaypata /Hawkaypata/ y Cusipata /Kusipata/ según
el lado del río Saphi donde estaban. Traducido su nombre como «Plaza de las fiestas
y de la borrachera», ahora podemos decir también «de la Alegría». De hecho «Plaza
Regocijo» se llama hasta ahora la parte que tocaba a Cusipata. Hoy en día Plaza de
Armas. §25, 232, 283, 285
Pocona. Probablemente fue cabecera de hunu. Se sitúa entre Cochabamba y Mizque, actual
380
El Orden del Inca
Bolivia. §23, 188, 738
policia <pulicia, puliçia>. ant. Orden, educación.
por maravilla. Raramente. §9
Porco. Ubicación de importante guaca y mina explotada ya por los incas. Actualmente en la
prov. Antonio Quijarro, dep. de Potosí. En §372 la llama ‘provincia’ y en §453 refiere
al asiento minero.
posibilidad. Todo lo que incluye la capacidad de transportar, cultivar, producir (llamas para
acarreos, chacras, especialistas, salud, clima, etc.). También refiere a los medios económicos. §323, 520, 658
Potosí. Es curioso que Polo no nombre a Potosí una sola vez en sus Respuestas aunque trata
el tema de la plata mencionando «la comarca», «las minas». «su descubrimiento» §98,
352; comercio, tiendas §348, 401; acarreos a §48, 64; lo goberné §407; entrevistar a
indios allí §456; no se quieren mudar §378, 396
precipuo. Del latín praecipuus: prescribir-prescriptivo. «Adquirir una cosa o un derecho por la
virtud jurídica de su posesión continuada …» (DRAE). §59
presupuesto. «Presuponer. Latine praesupponere, dar una cosa por notoria; y de allí presupuesto, lo que damos por concedido» (COV). Polo construye progresivamente sus argumentaciones estableciendo «verdades comprobadas» que llama presupuestos. Para
la comprobación de los presupuestos recurre a diversas fuentes: a los testimonios de
los viejos incas, de los conquistadores, lo que él mismo ha comprobado como corregidor viendo actuar a los jueces naturales, lo que se halla «figurado» o «significado»
en los quipus, las experiencias de las cuales ha sido testigo, todo ello lo acompaña de
deducciones lógicas y de sentido común. Sus procedimientos, lógicos y racionales, no
perderán vigencia.
principal. En general es el término que se usa para los caciques que son de menor rango al
cacique principal (generalmente cacique de guaranga). Por ejemplo en la junta de 30
principales de Paria, descrita por Polo, la mayor parte serían caciques de pachacas.
§438. Cuando menciona que en un repartimiento de mil indios no hay más que tratar
con tres principales, se puede entender que serían caciques de varias pachacas o pisca
pachacas, es decir de quinientos tributarios. §484
principalejo. Con este término Polo se refiere a los caciques menores de ayllos o parcialidades
que pueden tener a cargo entre 10 y 50 tributarios. §449, 459
proporción. «Correspondencia debida de las partes con el todo» (DRAE). §134, 136, 224;
también refiere al tamaño. §142
provincia. Traducción castellana empleada por Polo para hunu o guaranga. La mayoría de los
hunu incas fueron divididos (o repartidos) a más de un encomendero, aunque algunos
hunu se mantuvieron unidos y pagaron sus tributos directamente a la Corona (en cabeza
de Su Majestad) §95, 116.
Índice Analítico y Glosario
381
En ocasiones se refiere al hunu y en ocasiones se refiere claramente a guaranga:
«las provincias que estaban debajo de cada hunu» §121
puede ser tanto hunu como guaranga §175
provisión. «Mandamiento que en nombre del rey expedían algunos tribunales, especialmente
los consejos y audiencias, para que se ejecutase lo que por ellos se ordenaba y mandaba.» DRAE. §155
pucara, pucaraes. q. /pukara/. En castellano ant. «fuerza». Fortaleza. §14, 187, 583
pueblo. Utiliza varias acepciones. Una de ellas equivale a pequeñas localidades que se encontraban dentro de una provincia, dependientes de una cabecera, y agrupados por pachacas. Estos pueblos serían algo similar a lo que ahora entendemos por comunidades y
antes de las reducciones toledanas estaban compuestos por alguna o algunas decenas
de familas, aunque muchos no llegaban ni a cinco familias, como se ve en la Visita de
Huánuco de 1562. §600, 789
pulicia. v. POLICIA.
puquio. Del q. /pukyu/ ‘manantial’. §21, 248.
purunrunas. Es extraña esta mención asociada a la guerra contra los Chancas. Páginas después
estos personajes míticos se llaman pururaucas (§14, 185). Parece un error del propio
Polo. Los purunrunas nos son conocidos por varias fuentes y se habla de ellos hasta la
actualidad, son las personas incivilizadas de un tiempo mítico primordial, antes de la
aparición del Sol, no hay ninguna otra fuente que conozcamos que asocie este término
a los personajes que surgen de la guerra contra los chancas. §3
pururaucas. q. de /purur/ o /purum/ ‘primordial’, ‘incivilizado’ y /awqa/ ‘guerrero’, ‘soldado’.
Puede traducirse como ‘guerreros primordiales’. En (§3) les nombró como purunrunas,
pero debe ser errata. §15, 118, 185
Q
Quichuas. Provincia inca aproximadamente situada entre las prov. actuales de Aymaraes, Abancay y Cotabambas de la región Apurímac. Puesto que estaban en valles que limitaban
con los Aymaraes de partes altas (que en ese tiempo hablaban aymara) de ahí parece
que surge el nombre de la lengua quechua. Según Polo, proveía de oro al Inca. §202
Quillacas. Etnia o nación aymara de Charcas, generalmente asociada a los Aullagas, con quienes debían formar una provincia inca, hoy en día al sur del lago Poopo, dep. de Oruro,
Bolivia. §45, 351
quinua <quinoa>. q. y a. /kinwa/. Granos similares en apariencia a los cereales, de grandes
propiedades alimenticias, nombrados en segundo lugar en los quipus, después del maíz.
§46, 545
quipocamayos. q. /kipukamayuq/ ‘oficial o experto en quipus’. Suelen ser los mismos caciques
los encargados de llevar las cuentas con los quipos, aunque en provincias de regular
382
El Orden del Inca
tamaño los había dedicados exclusivamente a esa labor. Polo da como sinónimo marcacamayo y lo traduce como ‘contadores’. También son llamados «grandes oficiales».
§337, 438
quipu <quipo>. q. /kipu/ ‘nudo’, ‘instrumento anudado de cuerdas’. Las referencias a los quipos
son muy numerosas a lo largo de todo el texto de Polo, sin embargo la mayor parte de
las veces no se nombran como «quipo»:
registros §7, 27, 147, 182, 232, 264, 293
memoria §186, 216, 263, 264
cuentas, orden y cuenta 302, §570, 600, 603
hilos y quenta §633
hilos o nudos §302, 332, 523
orden §626
quipu (admiración por los cálculos o lo que registran).
‘no se puede creer’ §148, 182, 337, 411, 523, 736;
‘cosa maravillosa ver la diligencia’ §436
quipu (naciones no incas también tenían) §9. Polo hace alusión a estos quipus «de los otros»
que corresponden a naciones que aun no habían sido incorporadas a los incas. Conocemos una referencia a estos quipos: en 1570, don Alonso Poma Guala, de edad de 92
ó 93 años, natural de Tuna en los Lurinhuancas, declaró: «Que oyó decir a su padre y
abuelo, que cuando vino el dicho Inga a conquistar y señorear esta tierra, se puso en un
cerro, en este repartimiento, con la gente que traía, que serían diez mil indios de guerra,
que en su lengua se llama este número huno. Y que allí se fue su bisabuelo del testigo,
que se llamaba Apo Guala, el cual le dio la obediencia y le mochó [a Tupac Yupanqui].
Y que habia llevado consigo diez indios soldados, porque él era uno de los cincheconas
deste valle (...) y el dicho Topa Inga, oyó decir este testigo, que habia dado al dicho su
bisagüelo unas camisetas y mantas galanas y unos vasos en que bebiese, que llaman entre ellos aquilla.» (Jimenez de la Espada 1882:). De las referencias númericas −aunque
imprecisas− a las cantidades de soldados, así como a los bienes entregados-recibidos
(mantas, camisetas y aquillas o vasos de plata) se puede inferir que se lee un quipu de
los usados por los huancas antes de que los conquistara Tupac Yupanqui. Un quipu
con estructura casi idéntica es el que usaron los caciques huancas para «recibir como
amigo» a Pizarro en Cajamarca. (Chirinos 2010: 35).
quipus (registran los muertos en guerra). En los quipus constaba el número de fallecidos en cada
refriega o batalla, diferenciado por sexo (Quipos huancas, Quipos de Chucuito). §186
quipus (registran traslado de arena). La existencia de quipus con los traslados de la arena es
un detalle nuevo que no figuraba en la versión primera (cf. §713). Aunque Polo señaló
que consta en quipus (registros) el traslado de la arena, añade que lo «dicen los viejos»
(§236), lo que a su vez indica que su fuente principal, al menos en este caso, es el tes-
Índice Analítico y Glosario
383
timonio oral. Cuando menciona que la orden fue por tambos y provincias es necesario
tener en cuenta que el tambo, aunque no es una división administrativa, sí solía ser la
cabecera de una o varias provincias. §232
quipus (registro de chasquis). En el párrafo §216 de Tratado se señala explícitamente que se
usaron los quipus para registrar los viajes. Cuando Polo escribe, hacia 1560-70, se conservan aún los quipus donde se registran las hazañas de los chasquis. Este hecho nos
lleva a concluir que la descripción que figura en el párrafo §211 de ambas versiones es
incompleta. A la descripción que hace Polo falta agregar el hecho de que además de
la palabra «a viva voz» el chasqui que llegaba corriendo tenía que entregar al menos
un quipu al chasqui que recibía la posta. Esto es así puesto que de otra manera sería
imposible, al menos así nos lo parece, que existieran los quipus donde están registrados
los viajes (que algunos guardan varias décadas después de haber ocurrido). Tenían que
darse un tiempo −aunque fuera brevísimo− para entregar el quipu donde quedaría registrado el itinerario, leguas recorridas y días empleados. Y de aquí sacamos otra conclusión: la palabra del Inca también debía constar en un quipu tal como ilustra el dibujo
de Guaman Poma. Si nos preguntamos por qué Polo y otros cronistas han omitido este
detalle, igualmente podemos preguntarnos por qué se ha omitido el detalle de la entrega del quipu donde constaban los días y recorrido hecho, el mismo que −según lógica
elemental− no hay otra forma de hacerlo −de manera fidedigna− sino es pasándolo de
mano en mano entre todos los que recibieron la respectiva posta y después retornándolo
al lugar de origen con la respectivas copias que fueran necesarias para los interesados.
Todo ello sin tomar en cuenta cómo podría llegar un mensaje de Cuzco a Quito después
de pasar ‘a viva voz’ por unos 500 chasquis. La descripción de Polo de los chasquis
es una especie de versión ofical que perdura hasta hoy y tal vez sea incompleta. Pero
muy valiosa, pues atendiendo a sus detalles, nos puede dar una nueva comprensión de
los quipus y los chasquis.
Quiquixana, puente de. Puente de soga “prescindible” gracias a otro puente de cal y canto que
se habría hecho. Cabecera de Quispicanchi, actualmente en la prov. del mismo nombre,
región Cuzco. §277
Quito. Proveía de ropa para el Inca. §187, 202, 208, 239, 288, 294, 569, 712
R
ranchería. «Conjunto de ranchos o chozas que forman como un lugar» (DRAE).
recado. ant. ‘Cuidado’ § 212
reducción. Es la concentración de indios en pueblos grandes, a partir de los poblados dispersos en los que vivían. Se intentaba hacer desde hacía bastantes años pero será recién
Toledo el que la emprenda con inusitada violencia. Polo aconseja hacerla con gran
tiento. §503
384
El Orden del Inca
registro. «Registro, el libro donde se registró y el alvalá que lleva el que ha registrado. Registro,
cerca de los escrivanos, es el protocolo de las escrituras» (COV). Para Polo en varias
oportunidades es simplemente la traducción castellana de «quipu», con toda claridad.
§7, 27, 147, 182, 232, 264, 293
relación pasada. Refiere a lo que llamamos Respuestas. §296.
repartición (de todo el reino junto). En §607 Polo describe este tipo de repartición que se utilizaba las obras que se realizaban en Cuzco. De dicha descripción se infiere que habría
una estadística total y un cálculo de las proporciones para cada provincia (que probablemente estaban agrupadas en conjuntos de provincias). Esta impresionante movilidad
de las personas solo se explicaba por la red de caminos y abastecimientos. Todos los
«tahuantinsuyos» podrían hacer la repartición para todo el territorio. §333
repartición (igual, sin ser agraviados, en base a proporciones). v. también COTAS. Parece que
la división proporcional afectaba a casi todo: acllas, chasquis §218
maíz, ropa, oro, lana: §602-7
era conforme al número §128, 159
se hacía igualmente §197, 302
ninguno recibía agravio §204
conforme a la cantidad §205.
Al respecto de los españoles que conocían las características de los repartos Polo dice
que «solo lo saben quienes lo han examinado con curiosidad». Entre ellos suponemos
que pudieron haber estado Cieza, el informante de Las Casas, Damian de la Bandera,
Matienzo y Salinas Loyola. §736
repartimiento (1). Se decía de los indios y de su territorio que se entregaban en encomienda.
Dichos indios debían aportar sus tributos al encomendero, quien recibía la encomienda en nombre del rey por los servicios prestados a la Corona. Algunos incas, los que
pactaron con el Marqués de Cañete, así como Paullo Inca, aliado de los españoles,
también recibieron encomiendas. En muy pocas partes o ninguna se entregaron hunus
como repartimientos. En algunas partes se entregaron guarangas como repartimientos
(Charcas). En el área del Cuzco parece que lo que se repartió a los encomenderos
fueron pachacas. En la práctica operaba como una subdivisión política dentro de un
corregimiento, el mismo que incluía un número variable de repartimientos. §61, 64, 78,
128-9, 132, 346, 674, 743, 746, 759
fueron conocidos por los indios §649
tierras de él §745
pagaran lo que pudiesen §650-1, 653
necesitaría cada uno un corregidor §609, 751
padecieron el daño de la conquista §644
visitados §664
Índice Analítico y Glosario
385
valor monetario §592, 648
se perderían §752
comparados a los de México §134, 136
repartimiento (2). Refiere a lo que los incas distribuyen o a lo que los indios dividen entre sí
para sacar la cuenta de lo que les cabe en cuanto a los tributos.
hechos por los indios §72, 79, 188, 587-8, 602-3, 618, 650, 686, 756.
hechos por el Inca en ganado §548
en mujeres §565,
en personas §573
repartimiento (3). Refiere a la acción de repartir encomiendas. §638, 646, 653
rescate. (1) Comercio, intercambio, trueque. entre indios §46, 115, 410-2, 590. De encomenderos con indios §78
rescate. (2) Podemos decir que es una forma de brutal de explotación crónica consistente en
obligar a aceptar crédito y a los que se endeudan cargarlos con unos intereses que ni
siquiera conocen; lo que hace que sus deudas sean impagables y entren al círculo vicioso de la explotación. Modalidad muy usada por los españoles y mestizos a lo largo
de la Colonia y República para la explotación y el robo «legal» de los indígenas. §791
rescate. (3) el de Atahualpa en Cajamarca. §634, 640
respective. ant. Respectivamente.
respetos. Consideraciones. §101
retasa La «retasa» era la revisión de la tasa, que podía estar encaminada a bajar los tributos
(cuando los caciques la pedían) o a subirlos (cuando los encomenderos o la misma
Autoridad dependiente del Rey lo pedían). §359, 675
Roma. §184
roza <roça, rossa>. 1. Lo usa como sinónimo de chacra §70, 87. 2. Porción de monte talado y
quemado para hacerlo chacra, en relación a los sembríos de coca §557, 783.
S
sacrificios. Eran innumerables y un gran gasto §20, 24-5, 246, 286, 628, 769, 770, 825-6
a las guacas, en los ceques §13, 15-6, 249, 767
en la Plaza del Cuzco §286
de ganado §549, 550, 623
pero no las hembras §49, 177
se permitía la bebida §810
a Viracocha §637
al Tecsiviracocha §233
por la salud §237
de ropa §52, 174, 179, 601
386
El Orden del Inca
de madera §190
por las heladas, las aguas §546
a las acllas § 165-6, 171, 564
para las momias §183
de personas §582, 715, 741
los estableció Pachacutec §628
Sacsahuana. v. XAQUIXAHUANA.
Sanlúcar de Barrameda. Puerto español de donde zarpaban las naves al Perú. §394
Sansón. §306
Santa Ana, Iglesia de. Situada ahora en el Barrio de Santa Ana del Cuzco. Al parecer tuvo una
primera ubicación no muy distante (Bauer 2002). §226
Santillán, Hernando de. Oidor de la Audiencia de Lima, uno de los comisarios de la Tasa de
Gasca. §663
Santo Tomás, Fray Domingo de. Fue obispo de Charcas. Domingo de Santo Tomás era prácticamente un portavoz de la corriente lascasiana, de la cual Polo se distancia claramente
al relativizar los abusos de los españoles, negando por ejemplo que el excesivo trabajo
impuesto fuese causa del sufrimiento o muerte de los indios o al argumentar contra los
principios de «libertad» propuestos para los indios. Por ello cuando en las preguntas
de Su Majestad se insiste en el tema de la «consideración» parece que Polo, muy sibilinamente, sugiera que sobre eso mejor se les pregunte a los tres personajes que fueron
responsables de la elaboración final de la Tasa, ya que ellos son los adalides de la
defensa de los indios. De ser cierta esta interpretación es congruente con la presunción
de Murra acerca de que el obispo es el redactor de la Instrucción del Rey. §115, 663
Sapa <capa, çapa>. q. /sapa/ ‘solo’ ‘único’. La escritura de “capa ynga” en §264 puede inducir
a confusión. En el quechua actual se mantiene vigente el término ‘sapa’, el mismo
que en época colonial se escribía «çapa» o «zapa», glosado en este caso como ‘único’.
«Sapa Inca» en escritura modernizada quiere decir ‘Único Inca’. Por otro lado /qapaq/
o ‘capac’ se solía escribir a los inicios eliminando la ‘c’ última. A raíz del III Concilio
se escribe /capac/ significando ‘rey’, ‘poderoso’, ‘rico’. Este capac es claro que no es
el título al que hace referencia el autor. Por otro lado, la puntuación usada en la edición
(Lam.) da a entender que se le llama Sapa Inca «por sus memorias». Sin embargo lo
que indica el autor es que las memorias (o quipus) lo que informaron es la cantidad de
personas que acompañaban a morir al Inca difunto, lo que reitera líneas después.
satisfacerse. Lo usa generalmente en primera persona: «satisfice», ‘convencerse’.
saybas. q. y a. /saywa/ ‘señal de piedra para marcar límites’, suele estar asociada a un valor
sagrado. Acosta que lo sigue en casi todo, sin embargo da el nombre de succanga para
los pilares que Polo menciona. §160, 531
Sayri Topa. /Sayri Tupaq/. Hijo de Manco Inca y nieto de Huayna Capac, que le correspondía
Índice Analítico y Glosario
387
suceder a Manco Inca al frente de la facción Inca independiente asentada en Vilcabamba. Tras negociaciones con representantes del Marqués de Cañete, salió de su reducto
y aceptó una encomienda en Yucay a condición de acatar obediencia al rey de España.
§265
semoviente. ant.’ganado’. §539
servicio del encomendero El servicio del encomendero se refiere a los indios de servidumbre
como cocineras, porteros, cuidadores de establos, proveedores de leña, etc. que se dedicaban a atender las labores en las casas de los encomenderos. Dichos indios también
se regían por el sistema de turnos o mitas. §347
servicio. En algún caso ‘servicio’ se entiende por todas las cosas que requería tener un nuevo
Inca: ropa, ojotas, pero especialmente a la vajilla de oro y plata. §282
Sevilla. Ciudad principal de España desde donde se armaban las flotas a las Indias. §224
siempre. En (§123) Polo lo usa en el sentido equivalente a ‘de todas maneras’, tal como ocurre
en el quechua y aymara con el sufijo -puni y el castellano andino actual. ¿Una coincidencia semántica entre el castellano de Polo y las lenguas andinas?
Soras (1). Provincia inca que se sitúa en la que ahora es la prov. de Sucre, región Ayacucho,
Perú. Suele estar asociada a la provincia de Lucanas. Según Polo, proveía de oro al
Inca. §202
Soras <Suras> (2). Nación indígena de Charcas, de habla aymara. Su nucleo mayor estaba entre
Paria y Cochabamba, Bolivia. §437
soroche. Metal plomizo utilizado para fundir la plata en las guayras de Potosí, según lo describe
Acosta (2008: 109). §446
sortílegos. «Que adivina o pronostica una cosa por medio de suertes superticiosas» (DRAE).
§546
subsidios. Tributos extraordinarios. §123, 218
sucesion de las mujeres. v. MATRIMONIOS.
Suras. v. SORAS.
suyo (1). q. y a. /suyu/. División administrativa con la que se identificaba a los cuatro suyos
principales. Puesto que Polo menciona que después de dividir por suyos se dividía por
hunus se puede suponer que ‘suyu’ implica una agrupación de hunus. Algunas provincias, fuera de los cuatro suyos famosos, usaron de este término en su nombre: Urcosuyo, Omasuyo y tal vez Culisuyo. Las significaciones del término suyu y sus derivados
aparecen relacionadas a los repartos proporcionales (v. Introducción del editor).
suyo (2). q. y a. Polo refiere con este término a las chacras y territorios de caza que el Inca separaba, apropiándoselo, para sí mismo o para el Sol. Esta significación está relacionada
a «Dividir tierras, chacras». (GH 1608: 333). Suyu comporta varias significaciones con
el sentido de división, de rayas, que es común a algunas acepciones de ceque. También
sería común el que ambas palabras marquen la división de territorios o parcialidades.
388
El Orden del Inca
§26, 107, 108, 143
suyo (3). q. y a. «La parte que alguno o muchos toman de alguna obra para trabajar’ (BER).
§757
T
tambos (servicio a los españoles). q. /tampu/. Es notable el cambio producido en la evaluación
del problema de los abusos que se hacían con los porteadores indios en los tambos,
comparando lo dicho en Relación §271 y Respuestas §568. Es una buena muestra de
los cambios entre 1561 y 1571. Las Ordenanzas de Tambos de 1543 fueron publicadas
en Revista Histórica, pp. 427-492.
Tapia y Segura. Nombres de encomenderos. §351
tasa. La tasa en general refiere a cualquier fijación de un precio o de una cantidad establecida.
En esta edición escribimos en mayúsculas solo las referencias a la primera Tasa de
Gasca.
Tasa de Gasca. Se efectuó entre 1549 y 1551, ordenada por el Presidente de la Audiencia de
Lima, La Gasca. Fue la primera fijación de lo que los indios de cada repartimiento
debían pagar a sus encomenderos o a la Corona.
tasado <tassadamente>. Fijado, limitado (COV). §694
Tayopaya o Tayapaya. v. AYOPAYA.
tener tanta cuenta. Calcular meticulosamente en quipos §302.
terrazgo. Pago que hace al dueño de la tierra el que la trabaja. §416
Tiaguanaco. Polo y varios otros cronistas pensaron que sus ruinas eran incas. §227
tiana (silla). q. /tiyana/ Asiento a manera de taburete que simbolizaba el poder de caciques y
el del mismo Inca, Polo también emplea solo el término castellano ´silla’. §261, 283
Ticsiviracocha. <Ticçeviracocha, Ticçiviracocha>. Le llaman al Criador Universal «cuando
tratan de la mar», §233
tiempos. Traducción de mita. §108, 371
tierra, (toda la). ‘Toda la población’ §17, ‘todas partes’ §89, ‘todo el país’ §131
tierras estériles (frías y secas) / tierras fértiles (caliente y regadas). Polo usa este binomio
para explicar distintos temas como la tenencia de tierras, el envio de mitimaes, la despoblación, la naturaleza de la gente, su riqueza, etc. llamadas punas §710; tres de cada
cinco año hay sequía § 46, 75; no da maíz § 113; producen más §426
Tinta, puente de. Presumimos que puede referirse a Tinta, aunque en el manuscrito solo se lee
la primera letra (T). §277
título. Polo lo menciona como la razón del señorío, el fundamento sobre el que se basaba el
gobierno de los incas. §635
tiyana. v. TIANA.
tocados. Polo señala que en los adornos de la cabeza se puede distinguir la procedencia. Lo que
Índice Analítico y Glosario
389
sigue siendo cierto para zonas de población indígena. §320
tocrico <tocorico>. q. /tukrikuq/, derivado según algunas fuentes (otros lo discuten) de /tukuy
rikuq/ ‘el que todo lo ve’. Gobernadores del Inca puestos a cargo de una provincia.
§599
topo. q. y a. /tupu/, de /tupuy/ ‘medir’. Medida de área y de distancia en el Tahuantinsuyo.
«Legua de camino a la medida del Inga» (BER). Para las distancias Ramos Gavilán da
una equivalencia de: 3 topos (o ‘leguas del Inca’) = 5 leguas. Para Polo cada topo es
legua y media. De acuerdo a las equivalencias que da Polo, las 500 leguas entre Quito y
Cuzco serían aproximadamente 333 topos. Si cada chasqui corría un topo, tan solo hay
que multiplicar por dos (ida y vuelta) para obtener las 666 «carreras» de chasquis que
debían ser necesarias. Y si empleaban «menos de 20 días», implica que cada día (con
su noche) corrían 33 topos, 33/24= 1.4 topos por hora. Si cada topo equivale aproximadamente a 8 km, el promedio sería algo más de 11 km por hora. §209
medida para el movimiento del sol §160
totora. q. y a. /tutura/. Planta acuática a manera de junco utilizada para hacer ‘suelos flotantes’,
‘balsas’, etc. §427
Tratado de la Religión. Es aludido en varios pasajes. pág. 85 y 88; §2, 3, 14, 15, 185, 201, 826
Tratado de los Matrimonios. Referencia de Polo a su estudio sobre las leyes y costumbres de
los casamientos. Por lo que Polo menciona se infiere que su Tratadillo contiene con
quiénes estaba prohibido y con quiénes permitido el vínculo matrimonial estableciendo
también algunas reglas preferenciales. Hasta tiempos muy recientes en diversas culturas indígenas amazónicas (que fueron limítrofes del Tahuantinsuyo) se permitía el
matrimonio entre primos «cruzados» de acuerdo a determinadas reglas. A este tipo de
reglas creemos que se refiere el autor. §167, 267, 823
tributo (igualmente distribuido, conforme al número, ninguno recibía agravio). Es decir, proporcionalmente igual. De acuerdo a lo que también llama «cotas partes». §189, 197,
204, 556
tributo (señaladamente). Por el contexto donde se expresa (§175) se entiende que «señaladamente» alude a que se trataba de una cantidad establecida (señalada). Puesto que
el tributo no era fijo sino que variaba de año en año, dicha cantidad tenía que ser una
proporción obtenida por medio de una fracción matemática que dividía una parte (conforme a lo que les cabía a cada hunu separadamente) entre un total, es decir el total de
un conjunto de suyos o comarcas o provincias que despues se subdividía. Comparando
el pasaje mencionado con el correspondiente en Tratado se aprecia el esfuerzo de Polo
por darse a entender con la mayor precisión posible.
tributo a la religión. Se entiende que tanto al Inca como al Sol, al Pachayachachi, a la Pachamama, a Chuquilla, a las momias de cada Inca, etc.; se les llevaba sus provisiones en
sus ganados y de todo ello existían quipus detallados. Respecto a la averiguación de
390
El Orden del Inca
cantidades entregadas, en Relación se dice «se dejó de poner» y en Tratado «lo dejamos de averiguar», lo que hace una diferencia significativa. §182
tributo al Inca (sin límite). Polo menciona que en la cantidad de lo que se daba al Inca «no
había límite» (§54). Da a entender que se podían mandar a hacer tanto 1,000 tejidos
como 5,000, lo que probablemente él mismo habría visto en algún quipu. Sin embargo
lo evidente es que tenía que haber límite, el cual dependía de «en cuanto se entendía su
posibilidad» como Polo aclara (§621). La insistencia de Polo en la ausencia de «límite» hay que entenderla en el contexto de los argumentos lascasianos que demandaban
insistentemente disminuir el trabajo a los indios y ponerle límite a los abusos que se
cometen desde la llegada de los españoles. En ese contexto es que Polo incide en que
antiguamente no hubo un límite fijo –por así decirlo− en lo que el Inca mandaba a
hacer, ya que dependía de la necesidad del Estado o voluntad del Inca, como el autor la
llama. Por ejemplo cuando se hicieron las obras con miles de trabajadores residiendo
por turnos en el Cuzco se habrán necesitado decenas de millares de ropas y en otras
circunstancias, menos. Más allá de la cantidad, que era muy variable, Polo resalta la
característica de la distibución proporcional y por turnos, según los casos (conforme al
número, sin agraviar a nadie). §198, 556
tributo de doncellas (acllas). De lo dicho en la versión de Tratado (§159) se entiende más
claramente que de las doncellas recogidas en cada hunu (de ocho y nueve años), se
llevaba la parte proporcional que correspondía a dicho hunu. Esto se hacía por el mes
de febrero de cada año cuando dichas niñas ya habían cumplido trece o catorce años
y estaban instruidas por las mamaconas. Las dos versiones tienen ideas que son complementarias: las llevaban al Cuzco y después las tenían puestas allí. Todas las que se
mandaban, era esa única vez del año. Así hay que entender cuando dice todas puesto
que de otra manera no tendría sentido la repartición matemáticamente proporcional:
«conforme a lo que les cabía». En §167 señala que podían ser empleadas para servicio
de la coya y para concubinas del Inca.
tributo de ganado. Polo también menciona la división proporcional en este tributo: «tercias o
cuartas o décimas» §205
tributo de ropa. Hay una sutil e importante diferencia cuando en Relación dice ‘a otro ninguno’
(§172) y en Tratado ‘otro ninguno’. Creemos que la versión de Relación es la correcta
puesto que efectivamente solo daban tributo de ropa al Inca y su religión. Aunque es
probable que la versión de Tratado sea producto de la omisión de los copistas, la hemos mantenido dado que el tributo de ropa era especial, en la medida que la ropa era
usada como un bien de intercambio a gran escala, con ella los incas pagaban a quienes
le servían. Apreciando esto, Francisco Pizarro permitió que sus soldados (españoles o
indígenas –sin precisar−) saquearan los depósitos de ropa: Apenas llegados a Jauja en
1533 robaron 2,216 vestidos finos de cumbi. (Atun Xauxa y Lurinhuancas).
Índice Analítico y Glosario
391
Para un pasaje maltratado por los copistas en Polo y de difícil comprensión (§173) nos
sirve la versión del padre Acosta: «En tomando la borla, luego se hacían fiesta muy
solemnes y gran multitud de sacrificios con gran cantidad de vasos de oro y plata, y
muchas ovejuelas hechas de lo mismo; y gran suma de ropa de cumbi muy bien obrada,
grande y pequeña (...)» (2008: 213).
tributo en servicios. Polo hace un repaso muy breve de algunos de los oficiales, como se llamaron en la época, que trabajaron al servicio directo del estado inca en labores administrativas. Los nombres quechuas que debieron tener son: llamacamayoc, collcacamayoc,
quipucamayoc. Otros oficiales no mencionados por Polo, que aparecen por ejemplo
en la visita de Huánuco, son carpinteros (quirucamayoc), los que hacen ojotas (usutacamayoc), los tejedores de ropa fina (cumbicamayoc), los olleros (sañucamayoc), los
guardas de chacras (chacracamayoc), los que cultivaban coca (cucacamayoc) entre
muchos otros. Si bien estos últimos no trabajaban directamente para el estado sino que
contribuían en su especialidad para los tributos que aportaba su comunidad o provincia.
El sufijo compuesto -camayoc tiene dos acepciones principales: la de ‘especialista’ y
la de ‘oficio o profesión’ tal como en castellano el sufijo -ero/a. De ello resulta que
quipucamayoc podía ser tanto el especialista en registrar y calcular con los quipus (la
acepción que nos ha llegado hasta nuestros días) o el que los guardaba, una especie de
archivero o bibliotecario de los quipus. §293
trigo. Se incorpora tempranamente como tributo a los españoles. §111
Tumbes <Tumbez>. Hoy capital de la región del mismo nombre. §216
tunican et syndonem = ‘manta y camiseta’. En el manuscrito y en otras ediciones se señala
equivocadamente el término “tunican es in donem” (Rel.-ms.), “tunicam est in donum”
(Lam.) cambiando la significación. Acosta trata este tema a propósito de los que afirmaban un parentesco entre judíos e indios: «Y que estos dos vestidos que solamente
traen los indios eran los que puso en apuesta Sansón, que la Escritura nombra tunicam
et syndonem, y es lo mismo que los indios dicen aquí ‘camiseta y manta’» (2008: 40).
Polo da varias muestras de buscar universales en costumbres y comportamientos, lo
que es una visión moderna, y aun en la actualidad poco practicada. §306
Tupac Yupanqui <Topa Inga, Tupa Inga Yupangui>. Sucesor de Pachacutec. §6
Tytri. Así en Rel.-ms. En blanco en (Tra.-ms.). Puede ser Itu: «La fiesta de Itu no tenía tiempo
señalado mas que en tiempos de gran necesidad se hacía» (Polo 1985: 273). §166.
U
Urcos <Hurcos>. Situada donde está la actual capital de la prov. de Quispicanchi, región Cuzco
§2.
Urcosuyo. q. y a. Junto con Omasuyo serían las dos partes que conformaban el Collao. El Urcosuyo era la cordillera occidental (hacia el mar) y el Omasuyo la cordillera oriental
392
El Orden del Inca
(hacia la Amazonía). Ambas regiones estaban asociadas a sus respectivos caminos que
desde Ayaviri hacia el sur se dividían en las dos partes dichas. §738
urincuzco. v. LURINCUZCO.
urinsaya <hurinsaya>. q. ‘La parcialidad de la parte de abajo’. §330, 455
Uros <Huros, pescadores>. Nación indígena dedicada especialmente a la actividad pesquera
que habitaba cerca a los lagos Titicaca, Poopo, hablantes de la lengua uro. Fueron
grupos sociales marginados en las sociedades aymaras, de lo cual hay aun recuerdo.
Actualmente perviven en Bolivia comunidades hablantes de la lengua uro-chipaya en
la prov. de Atahuallpa, dep. de Oruro. Polo les llama indistintamente «pescadores».
§427, 437-445, 469, 813
Uros, lengua de los. Polo alude a la diferencia entre vocales largas y cortas de la lengua uro,
aspecto confirmado en modernos estudios sobre dicha lengua (Cerrón-Palomino 2006).
Es un detalle que nos hace ver la meticulosidad de Polo en aspectos lingüísticos, que
fueron cruciales en sus investigaciones. §427
Uscovilca <Batcovilca>. Señor o capac de los Chancas. §4, 185
V
Vaca de Castro, licenciado. Gobernador del Pirú tras la muerte de F. Pizarro y antes del virrey
Núñez Vela (1542-1544). §271, 216, 599
Valladolid. Ciudad de España que solía ser sede de la corte a mediados del siglo XVI, donde
nació Polo. §34
vecinos. Suelen ser los españoles que habitan en ciudades y villas, de los cuales la mayor parte
no son encomenderos. Polo señala la conveniencia que los indios sirvieran a los vecinos en dichas ciudades para construir obras públicas, como proponía también su colega
Matienzo. §692
Vilcanota (laguna de). Polo la menciona como el límite de un territorio conquistado por los
incas en el cual permanecieron mucho tiempo. El ahora llamado Nudo de Vilcanota
marca la divisoria de aguas entre los ríos que van a la mar del Norte (antiguo nombre
del Atlántico, es decir parte de la cuenca amazónica) y los ríos que se dirigen al lago
Titicaca hacia el sur. El lago Titicaca a su vez desagua al lago Poopo, (antiguo lago Paria) sin salir después a ningún mar. Los límites importantes suelen ser tambien guacas
importantes. Por otra parte tal vez no haya sido una lagunilla, Guaman Poma dibuja
Vilcanota como un cerro (1936: 270). §5
vino o chicha. Refiere a la chicha de maíz. v. AÇUA. §158, 243, 261, 283, 285, 811
vino español §431
Viracocha (nombre que dieron a los españoles). §636
Viracocha Pachayachachi. Criador Universal. §286, 537, 633
Viracocha. Criador Universal. §286, 540, 564, 630
Índice Analítico y Glosario
393
viros. q. /wiru/ ‘caña dulce del tallo del maíz’. §811
Visita de Gasca. Por lo que sabemos de los resúmenes que existen de la Tasa de la Gasca, los
cálculos del número de indios que se hicieron en las visitas previas son aproximados,
lo que implicaría que no se hizo un censo estricto (numeración), o si se intentó hacer
finalmente se deshechó, tal vez como respuesta a las maniobras de los caciques para
«esconder» sus indios. Por lo que dice Polo se puede entender que de alguna manera
defiende lo que podría haberse considerado una «debilidad» en la Tasa de la Gasca, en
la cual él fue visitador y por tanto co-autor. §661-70
visita vieja. Polo no define cuál es esta visita, suponemos que pudo ser una realizada en tiempos
de F. Pizarro. §669
visita. «Visitar como juezes o prelados, es hazer averiguación de cómo viven los visitados,
cómo gastan la hazienda, cómo guardan sus estatutos, cómo administran justicia. El
que lleva esta comissión se llama visitador y la resulta della visita.» (COV). Como
aspectos específicos para las visitas realizadas en el Perú se consideraba como muy
importante la averiguación del número de personas aptas para tributar, número de mujeres, niños; si eran ya bautizados o no; la presencia de minas; la condición religiosa (si
ya se habían bautizado o aun no). Hubo visitas tempranas, tal como la que representa
Guaman Poma. La primera Visita General es la que ordenó Gasca en 1548, al acabar la
rebelión de Gonzalo Pizarro. A partir de la Visita es que se establecía la Tasa.
visorrey. ant. por ‘virrey.
X
Xaquixahuana. Ant. nombre de la actual Pampa de Anta, prov. de la región Cuzco. También
refiere a la cabecera de la provincia emplazada presumiblemente en torno a la capital
de la prov. de Anta, Izcuchaca. §2
Xauxa. ant. por Jauja. Gran tambo situado donde se haya hoy la ciudad del mismo nombre,
prov. Jauja, dep. Junín, Perú. §266, 277, 642
Y
yanacona. q. /yana-kuna/, donde /yana/ es ‘criado’ y /kuna/ el pluralizador: ‘criado, personal de
servicio’. El uso del pluralizador /-kuna/ se transforma en -cona y sirvió solo para castellanizar sin ninguna connotación de plural, como en mamacona que solo designaba a
la ‘señora responsable de las acllas’; ‘yanacona’ tampoco tiene referencia a plural, es
por tanto un término castellano aunque su origen sea quechua. Los yana fueron criados
del inca, y fue un estamento social que gozaba de ciertos provilegios debido a que su
cercanía a los incas les instruía mejor que a otros en los usos y costumbres (también los
administrativos) de los incas. No tributaban ya que solo se dedicaban a trabajar para
los incas. El término colonial ‘yanacona’ designa a indios que son personal de servicio
394
El Orden del Inca
de españoles y que no dependen de un cacique. Con el tiempo muchos yanaconas se
independizaron, gradualmente se amestizaron, aprendieron castellano y se fueron convirtiendo en una clase social diferente con prerrogativas de las que carecían los demás
indios. Como un ejemplo de la relativa libertad de movimientos que empezaban a tener
es lo que Polo señala, podían establecerse en cocales. §419, 796
Yanahuara. Provincia inca que se situaba en los dis. actuales de Mara, Challhuahuacho y Haquira, prov. de Cotabambas, región Apurímac, Perú. Según Polo, proveía de oro al
Inca. El término quechua viene de /yana/ y /wara/: ‘braguero negro’. Hasta hoy en día
la ropa tradicional en dichos distritos es negra. §202
Yucay (valle de). ant. nombre del río Urubamba. El valle se ubica en lo que hoy en día son las
prov. de Urubamba y Calca, región Cusco. §2, 247
yungas. Puede referir a los valles cálidos tanto hacia la región amazónica como hacia la costa,
aunque algo más frecuentemente es término usado para la región mochica que se sitúa
en las regiones costeras de Lambayeque y La Libertad, Perú. §238
Z
zeque. v. CEQUE.
zungazapa. [= barbudos]. q. de /sunka/ ‘barba’ y /-sapa/ sufijo posesivo-aumentativo: ‘que
tiene mucho’. §636
índicE gEnEraL
1. introduCCión
La prEsEntE Edición
Sus obras: El Tratado sobre la Religión ..............................................................................5
«Relación de Guacas del Cuzco»: El Sistema de Ceques del Cuzco...................................6
Otras obras de Polo ..............................................................................................................7
«Informe al licenciado Briviesca...» y «Relación de los fundamentos...» ..........................7
Los manuscritos y su edición ...............................................................................................8
Anteriores ediciones.............................................................................................................9
Características de los manuscritos de esta edición ............................................................12
Tratado ms. y Relación ms. puestos en paralelo ................................................................15
El enfoque de la edición de «El Orden del Inca»..............................................................16
Otros criterios de edición ...................................................................................................18
La organización dEL ordEn dEL inca
Los fines de Polo en cuanto a la averiguación sobre el Orden del Inca.............................23
La organización política del Tahuantinsuyo en Polo .........................................................24
La terminología quechua para las demarcaciones políticas ..............................................26
El nivel de comarca o suyo ................................................................................................31
Taguansuyo como parte del Tahuantinsuyo ......................................................................35
¿En base a qué suyos o provincias se dividían los repartos? .............................................43
Las cotas partes y las proporciones....................................................................................45
¿Cómo realizaban los cálculos? .........................................................................................48
El Orden del Inca bajo la corona de España (1560-1571) .................................................49
Los Mapas (comentario) ....................................................................................................55
Valoración de algunas fuentes modernas respecto la Organización Política del
Tahuantinsuyo ....................................................................................................................57
mapas
Mapa del Tahuantinsuyo ....................................................................................................48
Mapas 1 al 6 .......................................................................................................................60
bibLiografía ........................................................................................................................68
Abreviaturas del texto ........................................................................................................79
396
El Orden del Inca
2. los dos MAnusCritos: trAtAdo y relACión ............................................... 81
Tabla de lo contenido en esta Relación.............................................................................. 83
Las razones que movieron sacar esta relación y notable daño que resulta de no
guardar a estos indios sus fueros........................................................................................ 85
PARTE PRIMERA: CONTRIBUCIONES
A. PRESUPUESTOS
1. Primer Presupuesto: El origen de los ingas y señores de esta tierra . ............................ 91
2. Segundo Presupuesto: El título con que conquistaron y se hicieron señores ................ 95
3. Tercer Presupuesto: Cómo dividieron las tierras después de la conquista ................. 101
4. Cuarto Presupuesto: Cómo la beneficiaban los indios y a cuya costa comían
cuando beneficiaban el tributo . ....................................................................................... 101
4.1. A quién pertenece lo que el inga aplicó para sí y para las guacas ..................... 109
4.2. Cómo dividió y se poseyeron los ganados y la orden que puso en el beneficio y conservación y gasto de ellos................................................................... 111
4.3. Provisiones para la conservación del ganado. .............................................. 117
4.4. No contribuían del ganado propio. ............................................................... 119
4.5. El tributo en los acarretos de ganado ........................................................... 125
5. Quinto presupuesto: De qué contribuían y cómo, los indios al inga, y cómo
poseían las haciendas . ..................................................................................................... 127
5.1. Cómo tasar el tributo de comida ........................................................................ 133
6. Sexto presupuesto: No contribuían de lo que cada uno cosechaba.............................. 135
6.1. De qué proceden los pleitos de estos indios y medio que se podría dar para
que cesasen ......................................................................................................... 139
6.2. Otros casos sobre posesión de tierras. ............................................................... 149
7. Cómo no podrán dejar su tierra y hábito y las utilidades que de ello resultan ............ 151
8. La orden que tuvieron en los pastos, montes y cazaderos ........................................... 161
B. OTROS TRIBUTOS QUE DABAN AL INCA
1. La orden que tuvieron en tributar de las doncellas ...................................................... 169
2. De la ropa ..................................................................................................................... 173
3. Cómo contribuían de los ganados ............................................................................... .175
4. Del servicio personal que se deben en el Cuzco de todas las provincias..................... 177
5. El servicio de gentes para la guerra, cómo se daba el tributo del reino al inga .......... 179
6. El tributo que se daba: de cómo no había cantidad limitada........................................ 183
7. El tributo del servicio de los chasquis ........................................................................ 191
8. Tributo para edificios y fortalezas .............................................................................. 195
9. De la tierra para los sepulcros que traían al Cuzco ...................................................... 200
10. Del servicio de las guacas .......................................................................................... 203
Índice General
397
11. Servicio para los muertos ........................................................................................... 206
12. Del servicio de tambos y caminos y puentes. ........................................................... 209
13. Del servicio de oro y plata para los ingas ................................................................. 212
PARTE SEGUNDA: DISTRIBUCIONES
A. EL ORDEN DEL INCA ANTES DE LOS ESPAÑOLES
1. De la orden que los indios tenían en dividir los tributos y distribuirlos entre sí ......... 216
2. La división que estaba hecha de los indios .................................................................. 222
2.1. La orden que siguieron los indios cuando fueron encomendados. .................... 224
2.2. Advertencia del yerro de los indios en guardar el número viejo ....................... 225
B. EL ORDEN DEL INCA CUANDO FUERON ENCOMENDADOS
3. La orden que tienen los indios en pagar la tasa de la plata y si conviene alterarla ..... 226
3.1. Los beneficios de la Tasa no fueron entendidos por quienes gobernaron ......... 228
3.2. Cómo hacen los indios cuando se bajan las tasas. ............................................. 231
3.3. El caso de Macha ............................................................................................... 232
3.4. El caso de Achacachi ......................................................................................... 233
4a. Si conviene que los indios contribuyan como ahora o tasarlos por personas ........... 237
4.1. Cómo afectarían las mudanzas propuestas a los quintos reales ......................... 241
4b. (Continuación I) Si conviene que los indios contribuyan como ahora o tasarlos
por personas. .................................................................................................................... 244
4.1. El caso de pequeños concejos de España........................................................... 249
4.2. Entre ellos hay orden y cuenta y razón delicada ................................................ 250
4.3. El caso de Paria .................................................................................................. 251
4c. (Continuación II) Si conviene que los indios contribuyan como ahora o tasarlos
por personas. .................................................................................................................... 255
5. Algunos daños de las visitas ........................................................................................ 259
5.1. Sobre los abusos de los caciques ....................................................................... 262
5.2. Otros notables daños de no guardar la orden que tienen dada ........................... 264
6. Si conviene subir las tasas ........................................................................................... 267
6.1. Medidas para el buen gobierno del Pirú ............................................................ 270
notas finaLEs dE Relación ......................................................................................... 273
398
El Orden del Inca
3. inforMe Con lAs respuestAs A lA instruCCión del rey......................277
capítuLos dE La instrucción dEL rEy
1o Qué son los tributos que los yndios pagavan al Señor Soberano ............................. 279
2o Si en respecto de lo que antiguamente pagavan están cargados o aliviados .............291
3o Qué generos de personas eran los que pagavan los tales tributos, y en
qué tienpos del año pagavan estos tributos y de la orden que tenían en
el repartimiento .........................................................................................................295
4o La paga de los tributos era por razón de las haziendas o por cabeças ......................299
5o Cuyas eran las tierras, heredades y términos que los indios poseyan .......................302
6o Quando los españoles christianos entraron si pusieron en los indios tributos de
nuevo y de qué manera se sirvieron dellos y si fue tiniendo consideraçión .............305
7o La orden que se tuvo después en los que hizieron las tassaçiones de los tributos
que avían de dar a los españoles encomenderos, y si se tubo consideraçión ............310
8o Si llamaron los pueblos para la hazer y si los pueblos dieron su consentimiento
a la tassa ....................................................................................................................315
9o Si antiguamente avía serviçios personales y de qué manera.....................................315
10o Si será bien que los tributos se paguen de los frutos de la tierra y de las cosas
que ay en la misma provinçia y no de otras. .............................................................318
11o Si antiguamente solían llevar los tributos fuera de sus mismos lugares y la
orden que al presente tiene y la que se devría tener..................................................321
12o Si convendrá que la tasaçión de los dichos tributos sea por cabeças ........................324
13o y 14o Lo que los dichos indios han de dar y pagar de tributo en lugar de diezmo
para el culto divino, clérigos y religiosos y beneficiados .........................................334
Todo lo cual miraréis con el cuidado que de vos confiamos y conviene al buen
efecto de los negocios. .....................................................................................................344
4. ÍndiCe AnAlÍtiCo y glosArio ............................................................................351
Abreviaturas del Índice Analítico y Glosario ..................................................................352
índicE gEnEraL ................................................................................................................395
Este libro de terminó de imprimir
en el mes de abril del 2013
en los talleres gráficos de Valgraf