Que la fe cristiana es una verdad de salvación, un conocimiento salvífico es un hecho compartido por todos los cristianos, la salvación llega en la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús el Salvador, y esto se narra (porque es...
moreQue la fe cristiana es una verdad de salvación, un conocimiento salvífico es un hecho compartido por todos los cristianos, la salvación llega en la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús el Salvador, y esto se narra (porque es narración que atrae) en todos los escritos neo testamentarios. Para exponer brevemente la tesis: la fe es adhesión al evangelio para vivir como Jesús vivió: es pues llamada a la vida, a una vida nueva: La vida evangélica de la buena noticia. Desde esta perspectiva, los evangelios son Tradición ya que son cristalización de cómo vivían el seguimiento y la adhesión a Cristo los redactores de los mismos, en este sentido "lo que tocaron nuestras manos" de los evangelistas y apóstoles que recorrieron Judea y Galilea con el maestro, Mateo y Juan, se ve lanzada al tiempo de la Iglesia por la narración de los que creyeron por medio de otros (Marcos de Pedro y Lucas de Pablo) y así la lectura de estos evangelios es una lectura de fe transmitida, como ocurre hoy en todo anuncio creíble, creíble en su fides qua por el testimonio (Martyria) de los que viven evangélicamente hoy. Solo los testigos creíbles dan fuerza al mensaje, y esto es porque viven salvados en esperanza, operan en la caridad y creen con su vida que reproduce (con espada de doble filo) la vida de "Dios con nosotros", que por ser así, divina, es digna de ser vida, y por ello ya nuestra vida es una vida salvada en esperanza, pero una esperanza ya hoy y aquí porque el evangelio es buena noticia ahora que se celebra en "acción de Gracias"; un ahora que se une a la liturgia escatológica en el Cielo, ahora, para ser eternamente, en todo tiempo, vida salvada. Y en esto consiste la salvación en "vivir como" para cumplir la misión: ser testigos de "Dios con nosotros" bautizando a los que creen (se convierten de corazón) y se abren a esta vida nueva porque "creen en" Jesús y "creen por" sus obras, que estamos llamados a reproducir en nosotros mostrándolas en nuestras vidas y "Ay de quién escandalice a estos pequeñuelos". De la fe acogida a los contenidos de la Fe. La fe acogida, la "fides qua" se abre al conocimiento de la "fides quae" en la que los contenidos son el mismo evangelio creído con los creyentes, en la Tradición que está redactada y expresada en sus dos caños, la sagrada escritura y la fe vivida de los apóstoles y continuada en la Iglesia, la comunidad que vive la buena noticia, la celebra y la anuncia. Como apartado para la Tesina, la jerarquía de verdades parte del acto de fe que se da a la vez que un acto de conversión del corazón, suscitado por el Espíritu Santo ante el anuncio creíble (fides qua) que solo después se desarrolla en las catequesis hacia la totalidad de los conocimientos de la fe en una exposición existencial y ordenada de los misterio de la Fe (fides quae mediante las catequesis mistagógicas de los Padres), lo que es hoy un itinerario de vida desde la teología fundamental que versa sobre el acto de creer y la teología sistemática que aporta un itinerario de los nexos de los misterios vividos y celebrados en la Fe compartida en, y con, la vida, y por ello unas obras o moral que harán de la exposición ordenada el conjunto teológico de la Dogmática: