Evita ingredientes que no conozcas: cómo escoger los alimentos procesados ​​más saludables del supermercado

ultraprocesados vs comida sana
  • No todos los alimentos procesados que están en el supermercado son igual de perjudiciales para tu salud. 
  • Sigue las reglas que recomiendan los expertos para hacer tu elección más sencilla.

Sabes que no debes comer alimentos ultraprocesados. O al menos no deberías excederte si te preocupa algo tu salud. 

La revisión más grande de su tipo realizada hasta ahora sobre 10 millones de personas a nivel global encontró que estos productos estaban directamente relacionados con 32 efectos nocivos para la salud, incluido un mayor riesgo de enfermedades cardíacas, cáncer, diabetes tipo 2, salud mental adversa y muerte prematura. Investigaciones previas llegaron a conclusiones similares.

Pero son tan fáciles de preparar y tan adictivos que resulta complicado no hacerlo. Por ello desde hace décadas están desplazando a alimentos más saludables y menos procesados en todo el mundo.

En países como EEUU o Reino Unido más de la mitad de una dieta promedio se compone alimentos ultraprocesados. Aunque los datos son algo menos extremos aquí, tampoco hay motivos para enorgullecerse: el 10% de los españoles está en riesgo de cáncer por su dieta, la mayoría toma hasta el triple de azúcar de lo recomendado y más del 20% de la comida vendida en España es ultraprocesada.

Cómo identificar "buenos" procesados

Lo malo de estos alimentos es que incorporan cantidades elevadas de ingredientes poco recomendables. A veces se añaden sal, azúcar y grasas para extender su vida útil. Otras se va mucho más allá y además se incluyen "colores y sabores artificiales y conservantes que promueven la estabilidad en almacenamiento, conservan la textura y aumentan la palatabilidad", aclaran desde Harvad.

Con la cantidad de artículos que hay en los lineales es fácil volverse loco, ¿cómo saber cuáles son los menos dañinos? Rob Hobson, nutricionista certificado y autor de Unprocess Your Life (Desprocesa tu vida) tiene una sencilla regla de oro: “Evitar los alimentos con ingredientes que no reconoces”.

Aquellos productos que a simple vista cuesta adivinar qué llevan y sobre todo con largas listas de ingredientes con un montón de números y letras no son lo más recomendado para tu salud. Otro truco fácil, propuesto por expertos consultados por BBC: "Siempre que podamos reconocer que un alimento procesado está cerca de su forma natural, tenerlo en nuestra dieta puede incluso ser bueno para nosotros"

Lo más efectivo es decidirse por aquellos con la menor cantidad de sal, azúcares y calorías vacías. Pasa de las harinas refinadas y opta por las integrales. Y cuanto más promocionen sus supuestos beneficios o sabor menos de fiar. Suelen publicitarse mucho, dado que acostumbran a ser productos muy comerciales. 

Los más saludables

Por ejemplo las legumbres envasadas, las frutas y verduras congeladas o los cereales integrales pasaran el corte. 

El queso, siempre que se promocione como tal. Es normal encontrar en los estantes del supermercado este tipo de imitaciones en forma de lonchas para hamburguesas o sándwiches, que nada tienen de saludable. Lo mismo pasa con el queso rallado.

Esa diferencia es la que existe entre la pechuga de pollo o de pavo y lo que se anuncia como fiambre. En esta ocasión el porcentaje de carne suele ser más bien escaso y estar repleto de almidones o conservantes.

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Etiquetas: Alimentación, Salud, Vida sana