bicho


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Sinónimos para bicho

bicho de luz

Sinónimos

bicho viviente

Sinónimos

Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.

Sinónimos para bicho

Ejemplos ?
Clavóle los acicates en los ijares al bicho, arreglóse el calañés, escupió por el colmillo, y, entonando una rondeña, partió a galope tendido.
Con las alternativas lógicas corrió de victoria en victoria; mejor dicho, de carnicería en carnicería, y al cabo de la revolución pudo mandar al gobernador Castillos, el parte memorable de Varsovia: en la región no quedaba más bicho viviente ni más casa en pie que él con sus contingentes.
Con terror sintió Gipsy que la cogían en brazos, que desabrochaban su collarín, del cual estaba envanecida... -A este bicho -profetizó Melecio- va a venir a sacarlo de la cárcel un lacayo más grande que un tranvía; verás tú.
Filomena le miró con vaga expresión de desdén. ¿Qué bicho le habría picao? Siempre que entraba y la sorprendía como estaba en aquellos momentos, apenas velado el arrogante seno por la camisa llena de cintajos de colores vivos, al aire los recios brazos de piel cálida y suelto el cabello sobre las carnosas espaldas, siempre tenía para sus carnes duras y morenas, para su pecho de nodriza de la montaña, para su rostro de facciones duras y agitanadas, un borbotón de deseos en sus ojos garzos y pasionales y una frase acariciadora en los labios voluptuosos.
-Pos porque el Ecijano ha visto esta mañana el cielo abierto, porque su amigo ha querío jugársela de vivo, porque se ha enterao de que no es amigo suyo de verdá, porque ese caballero le tiée asquito a un tal Zargatona que anda cimbeleándola a usté, y que no quiere que naide cante unas malas seguirillas en este alero, y como le tiée asquito pos le ha querío dar coba al de Ecija, pa que el de Ecija, sin saber lo que se jacía, le quitara el mal bicho del reondel, y el Ecijano, como es natural, se hizo er lila y como ya no tiée que guardarle consecuencias a naide, pos velay usté, se ha dío en busca mía, y yo me he venío aquí pa decirle a usté que o le degüelve usté a ese hombre toíto lo que le ha quitao o se jura la constitución ahora mismito al pie de su ventana.
Correrla en compañía de un par de náuticos, era provocar a todo bicho viviente, hundir a cales cuanto sombrero alto se viese sobre cabeza de aldeano, llegar a regiones inexploradas, tocar todo lo prohibido, buscar por entradas difíciles salidas imposibles, volver, en fin, a casa desgarrados y sucios, muertos de fatiga, cubiertos de cardenales y sangrando por las narices.
Y como el perfume de las virtudes y el olor de santidad siempre tuvieron tanta magia, Damián, con ser un bicho raquítico, arrugado y enteco, aviejado y paliducho de rostro, muy rodillijunto y patiabierto, muy contraído de pecho y maletón, con una figurilla que más parecía de feto que de muchacho, resultó hasta bonito e interesante.
Estos, a su vez, están desvanecidos con el forastero: un muchacho tan rico, tan peripuesto, con todo y reloj, y tan poco orgulloso y tan parejo, y tan formal con todos; un muchacho que maneja plata lo mismo que un grande; que compra frutas y golosinas para todo bicho, es caso inaudito en Santa Rita.
Después de doce años de andar subiendo y bajando cerros y de perseguir a los cóndores y a todo bicho volátil, sin exclusión ni de las moscas, creyó Santiago haber alcanzado al término de sus fatigas, y gritó ¡Eureka!
-Pos eso fue que uno de los bueyancones salió con las de Caín y como azogao, y el Greñitas salió a pararle los pies, y yo no sé cómo fue la cosa, pero, según me han contao, el toro enganchó al Greñitas por la faja y endispués lo tiró pa recogerlo de nuevo, y que va lo diba a recoger, cuando el Azúcar, al ver que ninguno de la cuadrilla metía el percal por el mataor, se fue derecho al bicho y se le agarró a la cola y na..., que cuando se alevantó el Greñitas, como el chaval no tiée mal fondo ni es desagradecío, pos se fue pa el Azúcar y le dio un abrazo y na...
Pero lo primero es atar a ese mal bicho, no sea cosa de que vaya a tener un mal pensamiento; que aluego cuando ya mi hermano esté en alta mar, entonces haré yo que ese mozo se entere de lo muncho que le estimo.
Acabaron por familiarizarse con aquel bicho ruin como con la idea de la muerte, considerádolo una calamidad inevitable, y el valenciano que salía a trabajar sus campos, apenas escuchaba ruido cerca de la senda y veía ondear la maleza, murmuraba con desaliento y resignación: -Me tocó la mala.