En esas crisis se desata una epidemia social que a cualquiera de las épocas anteriores hubiera parecido absurda e inconcebible: la epidemia de la superproducción.
Por haberse cometido un delito en el interior de la habitación, por desorden escandaloso que exija pronto remedio, o por reclamación del interior de la casa; 3. En casos urgentes de incendio, terremoto, inundación, epidemia u otro peligro análogo; 4.
Si el ganado o rebaño perece en todo o en gran parte, por efecto de una epidemia u otro caso fortuito, el usufructuario no estará obligado a reponer los animales perdidos, y cumplirá con entregar los despojos que hayan podido salvarse.
Lo del «pobre Luis» se refería a un primo de la condesa, el vizconde de Venadura, amigo íntimo y comensal de la casa, fallecido en la
epidemia del dengue.
Emilia Pardo Bazán
«¿Cómo se sabrá cuándo pueda declararse una
epidemia?- Para esto -dice- no hay más que fijarse si en el mes de febrero se forman o no remolinos en el aire.
Ricardo Palma
Antes de entrar en el tema, permitidme hacer algunas observaciones preliminares. En el continente reina ahora una verdadera epidemia de huelgas y se alza un clamor general pidiendo aumento de salarios.
f) Coadyuvar a realización de las tareas inmediatas para la preservación de la salud pública, dotación de medicamentos, solución a las carencias de agua y alimentación con el propósito de contribuir a mejorar la situación actual y alejar los peligros de una epidemia en las zonas afectadas por el sismo.
SECCIÓN SEGUNDA: Régimen de Excepción Artículo 29: En casos de guerra, invasión del territorio, rebelión, sedición, catástrofe, epidemia u otra calamidad general, o de graves perturbaciones del orden público, podrán suspenderse las garantías establecidas en los Artículos 5, 6 inciso primero, 7 inciso primero y 24 de esta Constitución, excepto cuando se trate de reuniones o asociaciones con fines religiosos, culturales, económicos o deportivos.
El “verdadero” socialismo venía a cortar de un tijeretazo -así se lo imaginaba ella- las dos alas de este peligro. Por eso, se extendió por todo el país como una verdadera epidemia.
En caso de incendio, terremoto, inundación, epidemia y otro análogo; y para verificar cualquier visita o inspección de carácter puramente sanitario con arreglo a la ley; 4.
Sin embargo, cuando nuestro chico volvió esa mañana del pueblo, confirmó aquello. Había explotado una fulminante
epidemia de rabia.
Horacio Quiroga
En casa concluyeron por tranquilizarse, y como la
epidemia —provocada por una crisis de llover sin tregua como jamás se viera aquí había cesado casi de golpe, la vida recobró su línea habitual.
Horacio Quiroga