Unos con los hinchados fuelles absorben y arrojan el aire; otros templan en el agua de un lago el rechinante metal; gime la caverna con el estruendo de los martillados yunques.
Halló al dios bañado en sudor y moviéndose en torno de los
fuelles, pues fabricaba veinte trípodes que debían permanecer arrimados a la pared del bien construido palacio y tenían ruedas de oro en los pies para que de propio impulso pudieran entrar donde los dioses se congregaban y volver a la casa.
Homero
Hoy que Tetis, la de hermosas trenzas, viene a mi casa, tengo que pagarle el beneficio de haberme conservado la vida. Sírvele hermosos presentes de hospitalidad, ínterin yo recojo los
fuelles y demás herramientas.
Homero
Apartó de la llama los
fuelles y puso en un arcón de plata las herramientas con que trabajaba; enjugóse con una esponja el sudor del rostro, de las manos, del vigoroso cuello y del velludo pecho; vistió la túnica, tomó el fornido cetro, y salió cojeando, apoyado en dos estatuas de oro que eran semejantes a vivientes jóvenes, pues tenían inteligencia, voz y fuerza, y hallábanse ejercitadas en las obras propias de los inmortales dioses.
Homero
Partíme de allí y subíme por una cuesta donde en la cumbre y alrededor se estaban abrasando unos hombres en fuego inmortal, el cual encendían los diablos en lugar de
fuelles con corchetes, que soplaban mucho más, que aún allá tienen este oficio, y son abanicos de culpas y resuello de la Provincia y vaharada del verdugo.
Francisco de Quevedo
Ojalá pudiera ocultarlo a la muerte horrísona cuando la terrible Parca se le presente, como tendrá una hermosa armadura que admirarán cuantos la vean. Así habló; y dejando a la diosa, encaminóse a los
fuelles, los volvió hacia la llama y les mandó que trabajasen.
Homero
El ingenio construido por Diego de López en el valle de Malar, por orden de Rodrigo de Arcos, constaba de seis mazos de hierro, para moler metales, movidos por el agua. Esta hacía andar, por otra parte, dos pares de fuelles: unos de fundición y otros de refinería.
Su excelencia don Pedro Fernández de Castro, a pesar del olor de santidad en que murió, porque comulgaba los domingos y movía los
fuelles del órgano en la iglesia de los Desamparados, cuya fábrica dirigió y costeó, y a pesar de lo mucho que los jesuitas del Perú ensalzaron sus virtudes, era hombre avaro o que se engolosinaba con la plata.
Ricardo Palma
Junt'a Blas están, cansinos y moörros, los borregos que le jorman la pïara, y a la vera los borregos, dos mastines con dos bocas que se páecen a dos fraguas por su recio resoplá como los fuelles y sus lenguas colorás como las llamas.
Los pulmones, que son las vísceras más blandas, exceptuadas las medulas, y por eso resguardadas por la caja torácica para respirar y aspirar y para emitir o modificar la voz, sirven como fuelles de órgano, a la voluntad del que sopla, respira, habla, grita o canta.
5° Para evitar que los comerciantes fundiesen el oro comprado a los negros o a los indios, ordenó que ningún traficante pudiese tener en su casa fundición, fuelles, pucunas (especie de crisoles), azogue ni otros instrumentos para fundir bajo pena de perder el oro, los instrumentos y ser desterrados por diez años de Zaruma, debiendo servir cuatro de ellos en los presidios de los Reinos, como soldado a su costa.
Estas se alojaban en el túnel hidráulico, y sus ejes se encajaban en los arcos abiertos en los gruesos muros que aún se mantienen. Dos ruedas hidráulicas accionaban fuelles y martillo.