—Capitán, en vuestra casa nadie exige sino vos. Id, venid cuando os pluguiere, sin pena y sin restricción, que en todo lo que gustareis nos daréis gusto y honor.
—Me basta vuestra palabra: vuestro nombre y vuestra sangre conozco, y en quien sois vos tamaño crimen no cabe; mas tenéis muchos criados; sus aposentos dejadme mirar, por si alguno de ellos es conocedor del lance. —Todos son criados viejos, de quien salgo responsable, mas cumplid vuestro deber como quiera que gustareis.
Conozco vuestras razones, iremos donde gustareis; será un sacrificio enorme, tal vez me cueste la vida, el alma tal vez indócil se resista de tal modo que el aliento me sofoque, pero primero es mi padre.
---Llevadme Donde gustareis señor, Vos sois quien solo en la tierra Cariño tal me mostró, Y no creyera en el cielo A poder dudar en vos.