lila

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Sinónimos para lila

tonto

Sinónimos

violeta

Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.

Sinónimos para lila

Ejemplos ?
Es una baya cubierta de aréolas con espinas cortas pero fuertes, similares a las del tallo que la prodice, pudiendo ser moradas, blancas, amarillas, lilas, rosadas, coloradas y anaranjadas.
Las flores, que se conocen como corona de Cristo o flor de la pasión, son rosadas, lilas o rojizas, con el envés de los pétalos tintado de blanco.
Tú sola vigilas; tú siempre caminas, y al centro gravitas, ¡oh fuente querida! ya turbia; ya limpia; ya en calles, que lilas y adelfas tapizan; ya en zarzas y espinas.
«Ábreme hermana mía, el blanco seno, que vengo fatigado del camino; por extraño pensil de lilas lleno me perdí susurrante peregrino.
Los limpios baños de marmóreas pilas Dó el agua pura mil esencias toma Cercaban lirios y agrupadas lilas De tintas bellas y profuso aroma.
La verde hierba, salpicada de florecillas blancas y coloradas, hacía de alfombra, las lilas y rosales silvestres eran otros tantos ramilletes naturales, y para lavabo tenía todo el río, de agua límpida y fresca, con los juncos y cañas que se inclinaban como para darle las buenas noches y los buenos días.
Mayo comienza.—Cuájanse las lilas de botones; ya salen los gorriones da la saqueada troj; la mariposa ciérnese sobre sus alas flojas, en las tupidas hojas del inmarchito boj.
dulce y serena su faz retrata su calma y aunque de visiones llena aún está virgen su alma. Tiene la piel suave y pura cual las hojas de las lilas, ensueños de honda ternura rebosan en sus pupilas.
De pronto huyó la visión, surgió la ninfa del estanque, semejante a Citerea en su onda, y recogiendo sus cabellos que goteaban brillantes, corrió por los rosales tras las lilas y violetas, más allá de los tupidos arbolares, hasta ocultarse a mi vista, hasta perderse, ¡ay!, por un recodo; y quedé yo, poeta lírico, fauno burlado, viendo a las grandes aves alabastrinas como mofándose de mí, tendiéndome sus largos cuellos en cuyo extremo brillaba bruñida el ágata de sus picos.
Una vieja maldita me ha asegurado que, en su tiempo, los toros eran muy bravos; pero, al presente, dice que hasta los hombres son lilas placientes.
En él crecían claveles, nomeolvides, saxifragas, así como rosas de Damasco y rosas amarillas, granates, lilas y oro, alelíes rojos y blancos.
Llegaba a él por entre grupos de lilas y extensos estanques, siendo saludado por los cisnes de cuellos blancos, antes que por los lacayos estirados.