Este pudo todavía, aunque aturdido por el golpe, desnudar la cuchilla y acometer a su vil agresor; pero se encontró frente a dos más, emponchados, de cara tiznada, quienes, después de corta lucha, dieron con él en el suelo, acribillado a tajos.
De seguro que ellos no habrían puesto fin al desbarajuste sin el apoyo de un joven y bizarro oficial que cruzó de pronto por en medio de la turba, desnudó la tizona, que era de fina hoja de Toledo, y arremetió a cintarazos con los alborotadores, dando
tajos a roso y velloso; a este quiero, a este no quiero; ora de punta, ora de revés.
Ricardo Palma
Pero las muchachas, aunque feas como espan- tajos de maizal, y tontas como charada de periodista ultramon- tano, podían encontrar marido, fK)r amor á sus monedas, y reclamar la paterna herencia, idea que bastaba para que el señor padrastro frunciera el entrecejo.
¡Sus centenares de víctimas no acuden a su mente en macabras rondas borbotando venganza por los sangrientos
tajos de los cuellos!...
Florencio Sánchez
El mismo Alarcón a tierra vino de una maza al golpe, como cae gigante pino, cual se desploma una torre. Y a pie combate y resiste dando
tajos y mandobles, y a su vigor y destreza debió no morir entonces.
Ángel de Saavedra
Mándale el padre ponerse de rodillas y, en cuanto lo hace, córtale a
tajos la cabellera de arcángel; júntala en manojo, y cual si fuera rayo de su cólera, lo lanza hasta el corral.
Tomás Carrasquilla
Al fin, el monje, mirando que el intento con que viene es tal, que mucho peligra si no se concluye en breve, lanzóle tal multitud de tajos y de reveses, que el otro cejó seis pasos, diciendo: «¡Demonio, tente!» Túvose Andrés, y el incógnito, la mano franca tendiéndole, dijo: «Lo que quieras pídeme, que todo te lo mereces.
Sin ser del pago, no sólo ya conocía del campo cada mata de pasto y cada charco de agua, sino el nombre, apellido y filiación de cuanto bicho dañino había en la vecindad, sus mañas, sus costumbres, el número y el pelo de sus caballos; y, cosa rara, cada vez que alguno había querido pegar malón, había topado, en el momento de desatar el alambrado, o de hacerlo franquear por el caballo, con perros de la estancia, que, amenazándole de cerca las pantorrillas y esquivando los tajos, le habían ladrado hasta que, de entre la obscuridad de la noche, los llamase una voz tranquila, algo irónica, con un despreciativo: «¡Dejalo, hijo!» Pronto la conocieron todos, esta voz, por ser la de Ciriaco, aunque nunca se dejase ver, y empezó a criar fama de brujo.
Cerró con los guardianes de improviso y a tajos se abrió paso en aquel puesto, e, hiriendo y matando a cuantos quiso, pasó el puente lo más que pudo presto; de suerte que al llegarle a Alcina aviso, grande distancia había ya interpuesto.
realizará una campaña profunda a nivel nacional por la disolución de los Comités de Empresa, en todos los frentes de lucha: prensa, tajos, calles, tribunas, de forma que los poderes públicos se vean forzados a favorecer la citada disolución de los Comités y el reconocimiento total de la LIBERTAD SINDICAL PLENA, lo que supone rechazar toda injerencia del Estado o de la patronal en mediatizar las formas de organización y representación obrera.
En vano Miguel descargaba
tajos y reveses; en vano respiraba destrucción; los mortales se estremecían un momento bajo el cauterio, y volvían a sus intereses, a sus goces, a sus traiciones.
Emilia Pardo Bazán
Tiraban los de arriba a los de abajo, para ponerlos en paz, mesas, fregaderos, cofres, tajos, sillas, barreños, armarios, platos, cantarillas y todo género de vasijas.