farsante

(redireccionado de farsantes)
También se encuentra en: Diccionario.
Graphic Thesaurus  🔍
Display ON
Animation ON
Legend
Synonym
Antonym
Related
  • adjetivo

Sinónimos para farsante

Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.
Ejemplos ?
cuando logren sus brazos la fiel ronda... cuando venza su estatua y cobre a las farsantes ilusiones el pago a tantos siglos de inconciencia.
Allí al lado pasean todo el día la plazuela de Santa Ana los innumerables representantes de la legua que vienen en la Cuaresma a hacer oposición a las plazas de farsantes y que riñen sobre si han de hacer un día de reyes y otro de pordioseros en Madrid o en Alcalá, como si todos los parajes del mundo no fueran tan buenos unos como otros para hacer los tontos.
Quedé yo del caso pasmado; el autor, desabrido; los farsantes, alegres, y el poeta, mohíno; el cual, con mucha paciencia, aunque algo torcido el rostro, tomó su comedia, y, encerrándosela en el seno, medio murmurando, dijo: No es bien echar las margaritas a los puercos .
Como que la hipocresía debería llamarse antropismo si es que a la impudencia se le llama cinismo. ¡Y ha querido hacernos hipócritas, es decir, cómicos, farsantes, a nosotros, a los perros!
Y nos lo ha pagado prostituyéndonos a insultándonos. ¡Y queriendo hacernos farsantes, monos y perros sabios! ¡Perros sabios llaman a unos perros a los que les enseñan a representar farsas, para lo cual les visten y les adiestran a andar indecorosamente sobre las patas traseras, en pie!
-preguntó Steerforth. -¡Ja, ja, ja! ¡Qué plaga de farsantes! ¿No es verdad, hijo mío? -replicó la mujercita buscando en el bolso con un ojo en el aire y la cabeza de lado-.
Es usted un chico muy avispado -replicó miss Mowcher moviendo la cabeza-. He dicho que todos en general somos unos farsantes, y le he enseñado como prueba las uñas del príncipe.
Y ¿qué quiere usted que haga yo con el colorete?...» «Perdón, caballero -dijo la mujer-; nos piden ese artículo bajo nombres tan diferentes, que pensaba que quizá era uno más.» He ahí, querido mío -continuó miss Mowcher frotando con todas sus fuerzas-; he ahí otra prueba de todos esos farsantes de que hablaba hace un momento.
De cada pueblo se obligaua el señor y el cabildo de dar yndio mitimays estrangeros para todo el oficio y trauajos y para las demás cosas dauan oficiales de metales de oro y plata, estaño y cobre, yndios labradores y canteros, aluani, ollero, carpintero, platero, pintores, bordadores y sederos y cantores, flauteros, tanboreleros, múcicos, barberos, escriuanos, contadores, farsantes, mayordomos, labradores, justicias, pontífises, saserdotes, uírgenes, administradores, camareros y paxes, lacayos y morriones, alauarderos, capitanes generales.
¡Ja, ja, ja! También esas son farsantes, ¿qué les parece, amiguitos? Nunca en mi vida he visto nada semejante a miss Mowcher de pie sobre la mesa riendo de su gracia y frotando sin descanso el cráneo de Steerforth, mientras me guiñaba un ojo mirándome por encima de su cabeza.
Y si no, muestren los lugares que se hayan alguna vez consagrado para semejantes reuniones, no donde se representen los juegos con torpes expresiones y acciones de los farsantes...
¡Creo en el Ser Supremo, un Creador, cualquiera que sea, me importa poco, que nos ha puesto aquí abajo para cumplir aquí nuestros deberes de ciudadanos y de padres de familia; pero no necesito ir a una iglesia a besar bandejas de plata y a engordar con mi bolsillo un montón de farsantes que se alimentan mejor que nosotros!