El arte de ser feliz
5/5
()
Información de este libro electrónico
A partir de la convicción pesimista de que la vida de los seres humanos oscila entre el dolor y el aburrimiento y que, en consecuencia, este mundo no es otra cosa que un valle de lagrimas, Schopenhauer se vale del ingenio humano y la prudencia práctica para encontrar reglas de conducta y de vida que nos ayuden a evitar las penurias y golpes del destino, con la esperanza de que, si bien la felicidad absoluta es inalcanzable, podamos llegar a esa felicidad relativa que consiste en la ausencia de dolor.
Arthur Schopenhauer
Arthur Schopenhauer (1788–1860) entwickelte eine Philosophie, die zeitgenössische Annahmen der Erkenntnistheorie, Metaphysik, Ästhetik und Ethik richtungsweisend und vorgreifend mit empiristischen, hermeneutischen und phänomenologischen Elementen verbindet. Sein Denken wirkt weit über die Philosophie hinaus in Literatur, Musik und Bildender Kunst.
Relacionado con El arte de ser feliz
Libros electrónicos relacionados
El Arte de Ser Feliz: En 50 Reglas para la Vida Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El malestar en la cultura Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La búsqueda de la felicidad Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Serenidad: La sabiduría de gobernarse Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El arte de sobrevivir Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El arte de ser feliz: Explicado en cincuenta reglas para la vida Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El arte de pensar Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Amor, las Mujeres y la Muerte Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El arte de tener siempre razón Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El arte del pensamiento positivo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Ante el vacío existencial: Hacia una humanización de la psicoterapia Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Más Allá del Bien y del Mal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl arte de tener siempre razón o cómo salir victorioso de una discusión Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Humano demasiado humano Un libro para espíritus libres Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Así habló Zaratustra Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El amor y otras pasiones Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Más allá del bien y del mal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa confianza en si mismo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Ecce homo Cómo se llega a ser lo que se es Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El banquete o del amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Aforismos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Nacimiento de la Tragedia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Aurora Reflexiones sobre los prejuicios morales Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Gaya Ciencia Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Naturaleza Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Aforismos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Idiota Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Banquete Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Creer y saber: Nueva edición revisada Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Albert Camus, de la felicidad a la moral: Ensayo de elucidación ética de su obra Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Filosofía para usted
El Kybalión de Hermes Trismegisto: Las 7 Leyes Universales Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Kybalion Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las 48 Leyes Del Poder: Libro de Robert Greene (The 48 Laws of Power Spanish) - Guide de Estudio Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El arte de pensar: Cómo los grandes filósofos pueden estimular nuestro pensamiento crítico Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Zensorialmente : Dejá que tu cuerpo sea tu cerebro Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La expulsión de lo distinto (nueva ed.) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El aroma del tiempo: Un ensayo filosófico sobre el arte de demorarse Calificación: 5 de 5 estrellas5/5De la brevedad de la vida Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La utilidad de lo inútil: Manifiesto Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Yo y el Ello Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Arte de la Guerra - Ilustrado Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La desaparición de los rituales: Una topología del presente Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Manual de Psicomagia: Consejos para sanar tu vida Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La sociedad paliativa Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los Simpson y la filosofía: Cómo entender el mundo gracias a Homer y compañía Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Filosofía del budismo Zen Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El viaje del héroe: Mitología, storytelling y transformación personal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl arte de ser feliz: Explicado en cincuenta reglas para la vida Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Política Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cartas filosóficas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Clásicos para la vida: Una pequeña biblioteca ideal Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El arte de tener siempre razón Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La poética de la ensoñación Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Corpus Hermeticum Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Fenomenología del espíritu Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Capitalismo y pulsión de muerte: Artículos y conversaciones Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Juego De Los Abalorios Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El poder: Un estratega lee a Maquiavelo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Categorías relacionadas
Comentarios para El arte de ser feliz
7 clasificaciones1 comentario
- Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Simplemente, lo amé. Si estás perdido y necesitas encontrar sentido a tu vida; esta es una buena opción.
A 1 persona le pareció útil
Vista previa del libro
El arte de ser feliz - Arthur Schopenhauer
Arthur Schopenhauer
El arte de ser feliz
o Eudemonología
Ilustraciones de Elena Ferrándiz
Traducción de Isabel Hernández
EL ARTE DE SER FELIZ
La sabiduría de la vida entendida como doctrina bien podría ser sinónimo del eudemonismo.1 Debería enseñar a vivir de la manera más feliz posible y resolver esta tarea sin más entre dos limitaciones: sin tener una mentalidad estoica y sin aparentar maquiavelismo. La primera, el camino de la renuncia y la austeridad, no es factible porque la ciencia está pensada para el hombre corriente, y este es demasiado voluntarioso (vulgarmente sensual) como para querer buscar su felicidad por ese camino; la segunda, el maquiavelismo, es decir, la máxima de alcanzar la felicidad a costa de la de todos los demás, tampoco, porque precisamente en el hombre corriente no debe presuponerse la inteligencia necesaria para ello.
Así pues, el ámbito del eudemonismo estaría entre el del estoicismo y el del maquiavelismo, considerando ambos extremos como caminos ciertamente más breves, pero, sin embargo, vetados a tal fin; así enseñaría cómo puede uno vivir de la manera más feliz posible, sin grandes renuncias y sin tener que superarse a sí mismo, y sin considerar a los otros más que como posibles medios para sus fines.
A la cabeza estaría la afirmación de que una felicidad absoluta y positiva no es posible, sino que tan solo se puede esperar un estado comparativamente menos doloroso. Comprender esto puede contribuir en mucho a que seamos partícipes del bienestar que la vida permite. Además también de que los medios para conseguirlo están en nuestro poder en una proporción muy pequeña: τὰ μὲν ἐφ’ἡμῖν [«lo que está en nuestro poder»].
Así pues, se dividiría en dos partes:
1) Reglas para nuestra actitud para con nosotros mismos.
2) Para nuestra actitud para con otras personas.
Antes de hacer esta división en dos partes, habría que definir aún con más detalle la finalidad, es decir, aclarar en qué consistiría la felicidad humana que hemos definido como posible y qué le es esencial.
En primer lugar un espíritu alegre, εὐκολία, un temperamento feliz, que determina la capacidad para el sufrimiento y las alegrías.
Después de esto, un cuerpo sano, lo cual depende directamente de lo anterior y es prácticamente una condición inevitable.
En tercer lugar, tranquilidad de ánimo.
Πολλῷ τὸ φρονεῖν εὐδαιμονίας πρῶτον ὑπάρχει [«Ser razonable constituye la parte principal de la felicidad», Sófocles, Antígona, 1328 (vv. 1347-1348)]. Ἐν τῷ φρονεῖν γὰρ μηδὲν ἥδίστοϛ βίος [«La vida más agradable es la de la inconsciencia», Sófocles, Áyax, 550 (v. 554)].
En cuarto lugar, bienes materiales en una medida muy reducida, teniendo en cuenta la división de Epicuro en
1) Bienes naturales y necesarios.
2) Naturales y no necesarios.
3) Ni naturales ni necesarios.
En las dos partes antes mencionadas solo se debería enseñar cómo se alcanza todo esto (lo mejor lo hace siempre la naturaleza, aunque solo en aquellas cosas que dependen de nosotros). Ello se hace realidad gracias al establecimiento de unas reglas para la vida: pero estas no deberían sucederse pêle mêle,2 sino que habrían de situarse bajo rúbricas, cada una de las cuales tendría a su vez sus subapartados, lo cual no deja de ser complicado, y no conozco ningún trabajo previo al respecto. Por eso, lo mejor es anotar las reglas de este tipo primero tal como se nos ocurran, y luego rubricarlas y clasificarlas.
Regla número 1
Todos hemos nacido en Arcadia, es decir, entramos en el mundo repletos de ansias de felicidad y de placer, y conservamos la insensata esperanza de imponerlas hasta que el destino nos atrapa bruscamente y nos demuestra que nada es nuestro, sino que todo es suyo, porque tiene un derecho indiscutible no solo a todas nuestras propiedades y pertenencias, sino a nuestros brazos y piernas, ojos y orejas, incluso a la nariz que está en medio de nuestro rostro. Luego viene la experiencia y nos enseña que la felicidad y el placer son simples quimeras que una ilusión nos muestra a lo lejos, y que, por el contrario, el sufrimiento y el dolor son reales, que se presentan de inmediato, sin necesidad de la ilusión ni de la esperanza. Si su doctrina fructifica, entonces cesamos de buscar la felicidad y el placer, y tan solo pensamos en escapar en lo posible del dolor y el sufrimiento. Οὑ τὸ ἡδύ, ἀλλὰ τὸ ἄλυπον διώκει ὁ φρόνιμος [«El que es inteligente no aspira al placer, sino a la ausencia de dolor», Aristóteles, Ética a Nicómaco, VII, 11, 1152 b 15]. Entendemos que lo mejor que se puede encontrar en el mundo es un presente indoloro, tranquilo y soportable: si lo conseguimos, sabremos apreciarlo y nos cuidaremos bien de no echarlo a perder anhelando sin cesar alegrías imaginarias o angustiándonos por un futuro siempre incierto, que, por mucho que peleemos, está por completo en manos del destino. Sobre esta cuestión: ¿por qué habría de ser una locura estar siempre preocupándose de disfrutar en lo posible el presente, lo único seguro, en cuanto que toda la vida no es más que un pedazo algo mayor del presente y, como tal, completamente pasajera? Véase al respecto la regla número 14.
Regla número 2
Evitar la envidia: Nunquam feliz eris, dum te torquebit felicilior [«Jamás serás feliz si te atormenta que otro lo sea más», Séneca, De ira, III, 30]. Cum cogitaveris quot te antecedant, respice quot sequantur [«Si alguna vez piensas en los que van por delante de ti, piensa en cuántos te siguen», Séneca, Epístolas a Lucilio, 15, 10]. Véase regla número 27.
Nada hay más implacable y cruel que la envidia y, sin embargo, ¡no dejamos de esforzarnos en suscitarla!
Regla número 3.
Carácter adquirido
(p. 436 de la obra)3
Además del carácter inteligible y el empírico, hay que mencionar todavía un