El árbol de la ciencia del bien y del mal
()
Información de este libro electrónico
Lee más de Omraam Mikhaël Aïvanhov
La naturaleza, vivimos en ella y ella vive en nosotros Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSois dioses Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Relacionado con El árbol de la ciencia del bien y del mal
Títulos en esta serie (43)
Centros y cuerpos sutiles: Aura, plexo solar, centro Hara, chacras... Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Homenaje al Maestro Peter Deunov Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHacia una civilización solar Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa energía sexual o el Dragón alado Calificación: 3 de 5 estrellas3/5La luz, espíritu vivo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna educación que comienza antes del nacimiento Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna filosofía de lo Universal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNavidad y Pascua en la tradición iniciática Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa libertad, conquista del espíritu Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl yoga de la nutrición Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿Qué es un Maestro espiritual? Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa vida psíquica: elementos y estructuras Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl hombre a la conquista de su destino Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl árbol de la ciencia del bien y del mal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl egregor de la Paloma o el reino de la paz Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNaturaleza humana, y divina Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos secretos del libro de la naturaleza Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDel hombre a Dios: sefirot y jerarquías angélicas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa galvanoplastia espiritual y el futuro de la humanidad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNueva luz sobre los Evangelios Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl lenguaje de las figuras geométricas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl zodiaco, clave del hombre y del universo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa verdadera enseñanza de Cristo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl trabajo alquímico o la búsqueda de la perfección Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCreación artística y creación espiritual Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMirada al mas allá Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Ciudad celeste Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPoderes del pensamiento Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesReglas de oro para la vida cotidiana Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesArmonía y salud Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Libros electrónicos relacionados
En las fuentes inalterables de la alegría Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl segundo nacimiento: Amor Sabiduría Verdad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAcuario: llegada de la edad de oro Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa verdadera enseñanza de Cristo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDel hombre a Dios: sefirot y jerarquías angélicas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl amor y la sexualidad Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Las revelaciones del fuego y del agua Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Mensajero de Agartha II Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Paraíso. Nuestro Reino de los Cielos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Árbol de la Vida Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El camino de un alma Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa ciencia de la mente (traducido) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Aliento de Dios. El Conocimiento Divino y el Conocimiento Humano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿Qué es ser un hijo de Dios? Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa risa del sabio Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El hombre a la conquista de su destino Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna filosofía de lo Universal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNueva luz sobre los Evangelios Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl yoga de la nutrición Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDestellos de luz en nuestro camino Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa piedra filosofal: de los Evangelios a los tratados alquímicos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa luz, espíritu vivo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa nueva tierra: Métodos, ejercicios, fórmulas, oraciones Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa verdad, fruto de la sabiduría y del amor Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMirada al mas allá Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl libro de la Magia divina Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones"En espíritu y en verdad" Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCreación artística y creación espiritual Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHacia una civilización solar Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna educación que comienza antes del nacimiento Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Filosofía para usted
El Kybalion Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El aroma del tiempo: Un ensayo filosófico sobre el arte de demorarse Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Zensorialmente : Dejá que tu cuerpo sea tu cerebro Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La desaparición de los rituales: Una topología del presente Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Arte de la Guerra - Ilustrado Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Kybalión de Hermes Trismegisto: Las 7 Leyes Universales Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El arte de pensar: Cómo los grandes filósofos pueden estimular nuestro pensamiento crítico Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Yo y el Ello Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las 48 Leyes Del Poder: Libro de Robert Greene (The 48 Laws of Power Spanish) - Guide de Estudio Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El viaje del héroe: Mitología, storytelling y transformación personal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa expulsión de lo distinto (nueva ed.) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Manual de Psicomagia: Consejos para sanar tu vida Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Juego De Los Abalorios Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Clásicos para la vida: Una pequeña biblioteca ideal Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La sociedad paliativa Calificación: 5 de 5 estrellas5/5De la brevedad de la vida Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Caminar Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Capitalismo y pulsión de muerte: Artículos y conversaciones Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Filosofía del budismo Zen Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El arte de tener siempre razón Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La utilidad de lo inútil: Manifiesto Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Fragmentos de un discurso amoroso Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Historia Oculta De Cristo y Los 11 Pasos De Su Iniciación - De JESÚS a CRISTO Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Dialéctica Erística: El Arte de Tener Razón Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Secreto de la Flor de Oro: Un Libro de la Vida Chino Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Categorías relacionadas
Comentarios para El árbol de la ciencia del bien y del mal
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
El árbol de la ciencia del bien y del mal - Omraam Mikhaël Aïvanhov
I
LOS DOS ARBOLES DEL PARAÍSO
Desde hace miles de años los humanos han intentado comprender el origen del mundo así como la aparición del mal – y su consecuencia: el sufrimiento – en este mundo. Lo han presentado bajo forma de mitos; por eso en los Libros sagrados de todas la religiones se encuentran relatos simbólicos que hay que saber interpretar. La tradición cristiana ha recogido el relato de Moisés en el Génesis, pero, ¿lo han comprendido verdaderamente los cristianos?
Estudiemos lo que escribe Moisés. Al sexto día de la Creación Dios hizo al hombre y a la mujer, y los situó en un jardín llamado el Edén, en medio de todas las especies de animales y de plantas. Entre los árboles de este jardín, Moisés distingue dos: El Árbol de la Vida, y otro que se ha vuelto desde entonces particularmente famoso: el Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, del que Dios había prohibido a Adán y Eva comer sus frutos. En tanto obedecieron las órdenes del Señor, vivieron en la felicidad y la abundancia. Pero he aquí que la serpiente vino a persuadir a Eva para que comiera del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal; y después Eva persuadió a Adán para que probara también, y Dios les echó del Paraíso. Recogeremos más tarde en detalle algunos puntos de este relato.
Mucha gente ha ido en busca del Paraíso terrenal, imaginándose que debía estar en la India, en América, en África, pero, evidentemente, nunca han encontrado nada. El Paraíso estaba efectivamente en la tierra, pero, ¿de qué tierra se trata? Todo es simbólico; lo vais a ver. Oh, no os lo diré todo, es imposible, porque esta historia del primer hombre y de la primera mujer es un tema demasiado amplio, pero empezaré por hablaros de los dos Arboles: el Árbol de la Vida, y sobre todo el Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal.
Así pues, Adán y Eva vivían en el Paraíso, donde tenían derecho a comer los frutos de todos los árboles del jardín, excepto el fruto del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal. Pero no sabéis qué es este fruto. Es el símbolo de las fuerzas que el primer hombre y la primera mujer no sabían todavía controlar, transformar, utilizar. Por eso Dios les había dicho: Vendrá un tiempo en que podréis comer de este fruto: pero actualmente sois todavía débiles, y si lo coméis, al contactar con la energía que contiene, moriréis
, es decir, cambiaréis de estado de conciencia. Este cambio de estado de conciencia está indicado en el Génesis, pero no siempre se ha sabido interpretar esta indicación. Está escrito que cuando Adán y Eva vivían felices en el Paraíso: El hombre y la mujer estaban los dos desnudos y no tenían vergüenza
; y más adelante, cuando comieron del fruto prohibido: Los ojos del uno y del otro se abrieron, supieron que estaban desnudos. Cosieron unas hojas de higuera y se hicieron unos paños.
Esta conciencia súbita de su desnudez prueba que algo había cambiado en ellos.
El Árbol de la Vida representaba la unidad de la vida, donde la polarización no se manifiesta aún, es decir, donde no hay ni bien ni mal: una región más allá del bien y del mal. Mientras que el otro árbol representaba el mundo de la polarización, donde uno está obligado a conocer la alternancia de los días y de las noches, de la alegría y de la pena, etc... Estos dos árboles son, pues, regiones del Universo, o de la conciencia, y no simples vegetales. Y si Dios dijo a Adán y Eva que no probaran del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, eso significa que no debían todavía penetrar en la región de la polarización. ¿Por qué? ¿Creéis que esta prohibición era un capricho del Señor? No. Entonces, diréis, este árbol, ¿era inútil?
Tampoco. Dios nunca crea cosas inútiles. La idea de un árbol produciendo frutos de los que nadie coma y se beneficie es contraria a la sabiduría divina, que no crea nada inútil.
Algunos seres comían los frutos del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, pero eran capaces de soportarlos. Mientras que Adán y Eva no podían todavía soportarlos porque estos frutos contenían fuerzas astringentes: la materia sutil de sus cuerpos podía fijarse, condensarse a su contacto, y eso es lo que se produjo. Por eso la tradición habla de una caída
; este término de caída
simboliza el paso de una materia sutil a una materia opaca. Después de haber comido de la fruta prohibida, Adán y Eva se densificaron, lo cual queda expresado por la palabras: Vieron que estaban desnudos.
Desnudos lo estaban ya antes, pero se veían vestidos de luz, mientras que después de su falta se sintieron de repente faltos de esta vestimenta de luz, tuvieron vergüenza y se escondieron. Después de haber comido del fruto del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal; Adán y Eva continuaron viviendo pero murieron a un estado de conciencia superior: fueron echados del Paraíso terrenal (que simboliza este estado de conciencia), y un ángel armado con una espada guardó desde entonces la entrada. Puesto que Adán y Eva fueron echados del Paraíso terrestre
, es que estaban ya en la tierra. Pero entonces, ¿cómo comprender que al dejar el Paraíso fueran enviados a la tierra
? ¿De qué tierra se trata? La Cábala enseña que la tierra existe bajo siete formas. Da sus nombres, sus características, desde la más densa hasta la más sutil, y la más sutil es justamente aquella de la cual los hombres fueron echados. ¿Qué se conoce de la tierra? Casi nada.
Según la Ciencia Iniciática, la tierra posee un doble etérico que la rodea como una atmósfera luminosa. Es esta tierra etérica, sutil, precisamente la verdadera tierra de la que habla el Génesis, la tierra tal y como había salido de las manos de Dios. La verdadera tierra, no es ésta que tocamos aquí, solidificada, condensada. La verdadera tierra es la tierra etérica. En esta región, llamada Paraíso, en la que Dios había situado a los primeros hombres, vivían éstos con su cuerpo radiante, luminoso, del que acabo de hablaros, y no conocían ni el sufrimiento, ni la enfermedad ni la muerte.
Y, ¿sabéis que este Paraíso existe todavía, que siempre ha existido? Aunque no se le vea, está por todas partes, pero en el plano sutil de la materia, pues es material; sí, el plano etérico es material. Y el Árbol de la Vida Eterna existe también, y se encuentra en ese Paraíso. Este árbol presenta elementos que los primeros hombres absorbían y de los que se nutrían. Vivían en esta sustancia etérica, la cual mantenía la luz y la pureza de su vida. El Árbol de la Vida no era un árbol, ya os lo he dicho, sino una corriente, una corriente que procede del Sol, y los hombres se nutrían de los rayos del Sol que circulaban en esta región. El Árbol de la Vida, ¡es el Sol!
Y como el ser humano conserva la misma estructura que tenía en los tiempos lejanos de su creación, posee todavía en sí mismo la posibilidad de recibir de nuevo los rayos del Sol, de conocer de nuevo los frutos del Árbol de la Vida, es decir, de retornar al seno de Dios. Cada religión tiene su lenguaje propio, su forma particular de expresarse, pero todas hablan de esta reintegración en Dios, de este retorno a la Causa primera. Emplean expresiones diferentes, pero hablan todas de la misma realidad.
Y ahora, ¿qué es el Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal? Representa otra corriente que circulaba por el Paraíso y es la que pone a los humanos en contacto con la forma más densa de la tierra. Dios había dicho a los humanos: Contentaos con explorar el territorio del Árbol de la Vida. Todavía no ha llegado para vosotros el momento de dejar esta región de luz para bajar a estudiar las raíces de la creación. Dejad por el momento esta cuestión de lado, no intentéis conocerlo todo enseguida.
Puesto que este segundo árbol también existía, no se podía arrancar, exactamente igual que a un hombre no se le pueden quitar sus intestinos, su hígado, su bazo, etc... Pues, como el Universo, el hombre está hecho de dos regiones: una región superior que corresponde al Árbol de la Vida, y una región inferior que corresponde al Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, ahí donde se encuentran las raíces de todas las cosas.
Los frutos del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal poseían propiedades astringentes tan potentes que los primeros hombres no podían resistirlas. Representaban la corriente coagula
, y el Señor sabía que si Adán y Eva entraban en contacto con ella, cambiaría inmediatamente