Hush, Hush
Hush, Hush
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Hush, Hush
Narrado por Patch Cipriano
Advertencia: Esta obra es originalmente de Becca Fitzpatrick. Se tomaron sus personajes y la trama para crear este Fan Fiction.
SINOPSIS
Ya estaba harto de vagar por las calles sintindose como una pluma en el aire. Quera sentir, quera ms que nada ver la vida de la misma forma de los humanos. Quera ser como ellos. Para lograrlo, su nico objetivo era matar a la descendiente de Chauncey Lengais: Nora Grey. Pero para su sorpresa, ese objet ivo se ve obstaculizado por nada ms y nada menos que por su Corazn. Entre los planes de Patch no estaba enamorarse, as que ahora tendr que elegir entre seguir siendo un ngel cado y proteger a la mujer que ama, o aventarla a la muerte, para conseguir un cuerpo humano.
"As que para ser humano, tengo que matar al descendiente de Chauncey? pregunt. No exactamente. Ella tiene que hacer el sacrificio por voluntad propia, o no tendra casorespondi l. Re sarcsticamente. Oh, claro. Voluntariamente. Es sumamente sencillo, no? Solo tengo que aparecer frente a ella y decirle: "Oye, descendiente de Chauncey, Podras por favor atravesarte el pecho con esta daga? Es que vers, quiero ser humano y necesito que te suicides" En qu demonios ests pensando, Barba? Crees que morir solo porque un ngel cado se lo pide? le pregunt. l me mir con una sonrisa jugando en la comisura de sus labios mugroso s. Los humanos son capaces de morir por amordijo l. Contuve el impulso de vomitar. Hace aos que no senta ni una pizca de simpata por nadie. me ests diciendo qu? Siempre puedes enamorarladijo l."
Regres al presente y ahogu un suspiro. Necesitaba ganarme a Nora lo ms pronto posible. Quera un cuerpo humano. Lo quera con todo m Ser? Cmbiame de mesa. Ponme junto a Nora. Ahora Gru en la mente del entrenador. Un sonido agudo y chirriante se escuch en toda la sala. El "entrenador" llamaba al orden a la clase. Estupendo. Quiero que todos los que estn sentados del lado izquierdo del pupitre (ste es el lado izquierdo) se cambien a los del asiento de adelante. Los de primera fila (Si, Vee t tambin) se irn al fondo.
Nora Grey. -columnista de la revista digital del instituto. -le gusta la poesa. -Su msica favorita es barroca -Solo hace ejercicios cuando hay buen clima.
Con mi visin perifrica, observ que giraba su rostro para observarme. Qu escribes? pregunt. Y adems, puede hablarsusurr, mientras lo escriba.
Con el bolgrafo aun en la mano, me acerqu a ella y escrib en su palma mi nmero telefnico antes de darme cuenta realmente de lo que estaba haciendo. Esta noche estoy ocupadadijo ella, observando su mano. Yo tambinle dije. Di media vuelta y me encamin al estacionamiento, a por mi moto. Saba que llamara, tarde o temprano. Y estaba ansioso por esa llamada.
Captulo Dos
Ya haba anochecido. Dej de contemplar el cielo y baj de un salto del Arcngel. La noche estaba fresca y tediosa. Me pregunto que tendr esta instalacin, que te mantiene sobre ella tanto rato dijo una voz detrs de m. Me gusta ver todo desde arriba. Me recuerda los viejos tiemposle respond. Rixon dio unos pasos hacia el Arcngel, observando su altura. S, supona que era algo como eso. Por cierto, Dnde has estado? Acostndote con meseras otra vez? pregunt. Enarqu las cejas. No veo como puede importarte lo que hagale dije. Medio sonri. Ya, An enojado por lo de la amiga de aquella pelirroja? Tuvo suerte de que fuera su amiga, y no ella misma. La verdad es que estaba bien buena. La pelirroja, me refierodijo l. No le di tiempo siquiera de pestaear, ech el brazo hacia atrs y con toda la fuerza que tena aterric el puo en su mandbula. Rixon sali disparado unos cuantos metros hacia atrs, escupiendo sangre. Imbcil, me has roto un diente. dijo. Fing estar indignado. Que mal, de verdad. Mi intencin era romperlos todosmedio gru.
Captulo Tres
Llegu al Delphic cerca de medianoche. Una fina lluvia caa sobre m, cindome la ropa al cuerpo, y el cabello al crneo. Sub al Arcngel en un intento desesperado de poder pensar con claridad, de despejar mi mente. Desde que Nora haba salido del Saln de Bo., No haba dejado de pensar en ella. No entenda que me suceda, pero cada vez que imaginaba las diferentes formas en las que ella poda morir, mi cuerpo se estremeca. No era que lo sintiera, porque no puedo sentir ningn tipo de sensaciones, pero lo senta a un nivel emocional. Era como si fuese mi alma (Si es que tena una) la que temblara al solo pensar en la muerte de esa chica. Recuerdo la primera vez que la vi, en su habitacin, justo el primer da que comenc a observarla a diario. Haba pensado que no haba chica como ella. E ra muy guapa, si, pero no era en eso en lo que me haba fijado. Tena carcter, y actitud. Me haba dado cuenta que era fuerte, al menos emocionalmente. Y eso me gustaba.
"Ya era tarde. La mayora de las personas se encontraban durmiendo a estas horas de la noche, pero ella no lo estaba. Se encontraba sentada en el suelo, reposando la espalda en su cama, con la vista perdida en una pequea caja plateada que sostena en su regazo. Su cabello estaba suelto, y los alborotados rizos caan a cada lado de su cara. Tena la cabeza baja, como si estuviera llorando. Su cuerpo daba sacudidas, como cuando tratas de contener los sollozos. La mir fijamente. No poda creer que ella fuera la descendiente que necesitaba para llevar a cabo el sacrificio. No tena ningn parecido con Chauncey Lo que me haca preguntarme si tal vez, haba sido un error. Entonces mi mirada se pos en su mueca, y contuve un gemido. Era ella. De eso no haba duda. Lstima. Lstima? Lstima por qu? Pens. Luego sacud la cabeza.
Ridculo? Bueno, destrocemos esa dignidad que queda, pens. Coloqu mi mano en
el respaldo de su silla, como si eso fuese lo ms normal del mundo. La mir a los ojos con toda la intensidad posible que pude reunir, y me perd en las profundidades de sus ojos grises. Ella me devolva la mirada sin decir nada. Am bos perdidos en el otro. Lo saba. "Vulnerable" dije, sin decir palabras en realidad. Eso pareci molestarla y devolverla a la realidad. Arrim su silla ms adelante, dejando caer mi mano. Casi solt una carcajada. Ah lo tienen! As funciona el proceso Biolgicodijo el entrenador. Resopl bajito, asegurndome de que solo yo lo escuchara. Ahora podemos hablar de sexo, por favor? solicit Vee. Maana. Lean el captulo siete y vengan preparados para un debaterespondi l. Son el timbre, y ech mi silla hacia atrs, simulando que ya me iba. Ha sido divertido. Repitamos cuando quierasdije. Me alej de ella, saliendo por la puerta. Justo en ese momento, entre en la mente del entrenador, solicitando que saliera inmediatamente. l lo hizo, por supuesto. Sin que se diera cuenta Nora, tom su lugar entrando en la mente de todos, para que todo aquel que mirara haca donde me encontraba, no me viera a m, sino a McConaughy. Saba que Nora vendra a hablar con l sobre m. Saba tambin que l hara lo que le pidiera, sin mi influencia. Por eso, ella no hablara con l. Hablara conmigo.
Captulo Cuatro
Sobre el escritorio haba un libro de jugadas, as que me entretuve con l, dibujando un partido mientras senta a Nora acercarse. Cuando estuvo frente a m, contuve las ganas de soltar una risotada. Despus de todo, no sera comn que el entrenador se riera de ella en estas circunstancias, y no quera que acudiera a un personal de rango mayor. Sera un poco ms problemtico tener que fingir ser la directora o alguien de igual importancia. Dime, Nora. Qu puedo hacer por ti? le pregunte, de la misma forma que el entrenador lo hubiera hecho. Aunque claro, tampoco me preocupaba imitarlo a la perfeccin. El truco que puse en su mente se hara cargo de todo. Quiero decirle que la nueva disposicin en clase y el nuevo plan de trabajo me incomodandijo ella, con total serenidad. Enarqu las cejas, y obtuve una postura mucho ms cmoda en lo que a m respectaba: empujando la silla haca atrs y entrelazando las manos detrs de mi nuca. A m me gusta la nueva disposicin. Casi tanto como este marcaje hombre a hombre que estoy preparando para el partido del sbadodije, admirando el trabajo que haba hecho. Sin ninguna duda, que milagrosamente alguien haya dibujado un marcaje perfecto en el libro sera extrao para el entrenador. Pero luego de que mi malditamente perfecto ingenio le diera la victoria, olvidara ese hecho. Estaba seguro. Nora dej caer algo en la mesa, y levant la vista para observar una copia del cdigo de conducta del instituto y los derechos de los estudiantes sobre la mesa. Tuve que morderme la lengua para no rer. Saba jugar muy bien su juego. La norma dice que ningn alumno debera sentirse amenazado dentro del colegiodijo. Sent como si me fuera abofeteado. Me cost un montn no mostrar signos de mi incertidumbre. Se senta amenazada? Por qu? Bueno, yo la haba asustado en algunas ocasiones, pero Amenazada? Por m?
Captulo Cinco
Intent seguirlo, pero no tuve tiempo. Perd su rastro al instante en que sigui el Nen. Vamos, Jev. Piensa rpido me dije. A dnde podra ir Nora a estas horas, luego de la biblioteca? La respuesta era tan obvia que casi re. Casi. Su casa. Aceler la moto a todo lo que daba. Solo esperaba que el perseguidor de Nora no fuera quien yo estaba imaginando. Me equivoqu. Nora no lleg a su casa, por ms que estuve por media hora esperndola. A dnde mierda se haba ido esta chica? No tena tiempo para andar de niera salvndola de todo el peligro que la rodea. Debera considerar ms a fondo el hecho de que Nora no debera importarme en lo ms mnimo. Bueno, salvo su sacrificio. Pero senta curiosidad. Por qu la seguiran? Qu habra hecho esta chica como para que fuese lo suficientemente fuerte y provocar un ataque? Su perseguidor no era humano, y los nicos que posean la capacidad de correr a esa velocidad eran los ngeles cados, y los Nefilim. Por qu alguno de ellos seguiran a Nora? Baj de un salto del rbol donde me encontraba a la espera, sub a mi moto y aceler al Delphic. Vaya, Me visita la realeza? dijo Rixon al verme llegar. El Delphic, como de costumbre al anochecer, estaba repleto de personas. Tuve que hacer un esfuerzo para llegar a los tneles sin ser visto, y no estaba de humor para las bromas de Rixon. Venga, cierra el picole espet. Se levant del silln donde se encontraba, y se acerc a m con una mirada acusatoria.
Captulo Seis
La tarde transcurra de lo ms brutal. Si fuese humano, y estos fuesen capaces de morir de aburrimiento, oficialmente habra muerto en un par de horas. La maana con Nora en el instituto me haba dejado algo pensativo. Por qu pensaba que no ramos compatibles? Supuse que al mirarla y describir las cualidades que busco en una compaera, se habra dado cuenta que hablaba de ella. Acaso lo ignoraba? Me ignoraba ella a m? Por qu no poda yo ignorarla a ella? Maldicin. Por qu no poda sacrmela de la cabeza? Desde que coqueteamos en aquel restaurante, la primera vez que la vi Mierda! Me haba atrado. Me atrae. Siempre lo ha hecho, pero qu pasa con eso? Todas las mujeres me atraen, Qu puede tener ella de especial? Suspir frustrado, mientras observaba el techo de mi habitacin. Mi telfono son con una llamada entrante, y por una fraccin de segundo, quise que fuera ella. Pero no, por supuesto. No era Nora. Qu pasa, Frank? contest. Qu pasa? Como me preguntas qu carajos pasa! Por qu no has venido a trabajar? Te he salvado el culo muchas veces! Me debes un milln de favores! Ms te vale presentarte hoy, porque no voy a volver a salvarte el culo, Ciprianogru. Ver que puedo hacerdije, y colgu. Me revolv en mi cama, y continu con mi tranquila inspeccin al techo. Trabajar? Para qu seguir trabajando en el Borderline? Desde que haba entrado a jugar en Bo., no me haca falta ningn trabajo. En una noche en el billar ganaba lo que podra ganar en dos meses en el Borderline.
"No est permitido enamorarse de una humana, Jev. Eso deberas saberloRugi Rafael, uno de la ctedra de los siete. Realmente no estaba enamorado de esa chica. Yo solo necesitaba salir de la rutina unos minutos. Necesitaba sentir el calor de un cuerpo humano. En el cielo todo era fro, hielo, humedad. Y aunque mi cuerpo no poda sentir, mi alma lo perciba. Esa chica humana era capaz de calentar mi alma. Un alma cruel que se haba perdido hace cientos de aos. Qu vas a hacer? pregunt.
Eso estaba hecho. Incluso estuve a punto de ser yo quien se acercara a su mesa, y alejarlo de Nora, pero ella cambi el tema. Qu le pas a Jules? Dijo. Se ha ido por mucho tiempo. S, quiz se cay en el inodorodijo Vee, pareciendo decepcionada. Djame hablar con Patchdijo Elliot. Oh, claro, ven a hablar con Patch dese. Nora se vea dubitativa, como si sintiera el peligro que correra ese chico si se atreva siquiera a mirarme. l no me asustadijo Elliot. Pues ya tendra tiempo de asustarte. Mala idea. Gran ideadijo Vee, haciendo eco de mis pensamientos. De otra manera, Patch podra volverse violento Recuerdas la ltima vez? La ltima vez? Sin ofender, pero este chico suena como un arrastradodijo ElliotDame dos minutos con ll comenz a caminar. Flexion mis dedos y me prepar para darle la paliza de su vida. Arrastrado, yo? Hijo de puta.
Captulo Ocho
En cuanto puse un pie fuera de la vista de Nora, abr completamente mis sentidos. Cerr mis ojos y me concentr plenamente en la presencia de Chauncey. Apret los puos mientras intensificaba la bsqueda, pero no me daba resultados. No poda percibirlo, si es que realmente se encontraba aqu. Iba tras Nora. El muy maldito estaba pensando en liberarse de su juramento. No poda permitirlo. Si l consegua matar a esa chica primero que yo me quedara sin Nefilim que poseer en el Jeshvan. Y no estaba dispuesto a correr ese riesgo. Chauncey saba que si yo mataba a Nora, l morira con ella. As que, lo ms probable es que jugara sus cartas rpido, ya que se le agotaba el tiempo. No me quedaba ms opcin que hacer lo mismo, y hacer mi juego esta misma noche. Si aquel tipo encapuchado era Chauncey, estaba lo suficientemente cerca de Nora como para matarla en cualquier momento. No poda permitir eso. Ella era ma. Y si mora, morira en mis brazos. Me encamin al arcngel y observ a lo lejos, como Nora platicaba con Vee. Pareca un poco enojada, y a la vez nerviosa. Baj la vista hasta sus piernas, volviendo a subir por su estmago, sus pechos, su rostro y ese cabello. Una media sonrisa se abri paso en mi rostro. Pas una mano por mi cabello mientras imaginaba, por milsima vez, que se sentira besarla. Si tan solo Si tan solo no fuera a ella a quien tuviera que sacrificar para ser humano. Sacud la cabeza, para dejar de pensar estupideces. Qu pasa con que sea ella? Es igual para m si es ella, Vee, o alguna otra mujer de la calle. O al menos de eso trataba de convencerme. Nora se despidi de su amiga y comenz a caminar en mi direccin, aunque sin verme. Me atraves en su camino. Perdonedijo, al rebotar contra mi cuerpo. Te perdonole dije, sonrindole morbosamente. Me mir y parpade. Pareci desconcertada un par de segundos, pero al percatarse que era yo, frunci el ceo. Djame sola. gru.
Captulo Nueve
Me abr paso entre la gente de los videojuegos, pasando el mostrador de los premios y los baos. Segua maldicindome una y otra vez por no haber matado a Nora cuando tuve la oportunidad. Ni siquiera tendra a la polica detrs de m, ya que hara creer que slo fue un accidente del carrito de la atraccin del parque. Necesitaba deshacerme de ella, antes de que afectara a un nivel ms profundo todo mi organismo. Cuando estbamos llegando a las mesas de ftbol, se me ocurrieron muchas maneras ms sencillas de matarla ahora mismo: Asfixiarla, dispararle, golpearla hasta que perdiera el conocimiento, o simplemente entrar a su mente y destrozarla. Pero no poda. Sin embargo, al divisar a Vee y al otro chico a lo lejos, entr una vez ms en la cabeza de Nora y le hice creer que la mesa estaba vaca. Parece que se fueronDije. Creo que necesitas a alguien que te lleve. Vee no me dejaraDijo ella, parada de puntas para ver sobre el gento. Probablemente estn jugando tenis de mesa.
Captulo Diez
Saln de Bo. Te estoy esperando. Guard de nuevo el telfono celular luego de haber ledo el mensaje. Supe que era Dabria muchsimo antes de leer el remitente, y suspir de frustracin. Solo haba una manera de sacrmela de encima, no matndola. Tendra que ir a verla. Deba existir un motivo, aparte de que ella quera que recuperara mis alas, para que fuera tan insistente. Pens que haba cerrado todo tipo de contacto aquella ltima vez que nos vimos, hace ocho meses. Dabria saba que iba tras Nora, y entenda cual era mi objetivo. Pues se llevara una sorpresa al saber que haba cambiado mis planes. Si es que se lo deca, claro. Me puse un pantaln de cuero negro, mis botas negras y una camiseta, negra tambin. La mayora de mi ropa era de color negro, lo cual era una ventaj a si queras pasar desapercibido en las noches. Tom las llaves de mi moto que reposaban en la cama, y sal de los tneles. El Delphic, como en cualquier otro da baado por el sol, estaba completamente vaco. Me acerqu con pasos lentos a la moto, y en el trayecto observ largos segundos el arcngel. Ahora me recordaba a Nora. Aceler en direccin al club de billar, pensando en qu podra querer Dabria. Minutos luego de detenerme en el estacionamiento de Bo., estaba sentado en una mesa frente a mi ex novia. Si horas atrs me hubiesen preguntado cul sera el momento que ms quera evitar a toda costa, dira que sera este. Te escucho, Qu quieres decirme? le pregunt, tratando de estar calmado. Apret los puos bajo la mesa, tratando de no mostrar s ignos que denotaran que odiaba estar aqu con ella. Ya me ira luego de que dijera lo que tena que decir. Es sobre Noradijo. Esa oracin fue suficiente para que captara completamente mi atencin. Enarqu mis cejas, instndola a continuar. Volv a ver en su futuro.
Captulo Once
A la maana siguiente estaba realmente cabreado. Dices que era una mujer? No. Era un hombre. Yo lo vi. Peleamosgru. No me refiero al agresor. Fui a ver a Nora, como me pediste. Ella vio una mujer antes de encontrar a Vee. La vi en su mente. dijo Rixon. Haba enviado a Rixon a cuidar de Nora mientras trataba de seguirle la pista al tipo que haba agredido a Vee. No es que ella me importara, pero le importaba a Nora, y ella me importaba a m. Adems, seguamos con el tema del fantasma que persegua a mi chica. Pudiste detallarla? Sabes qu aspecto tena? Sabes si Dabria? Pero no era posible. Dabria estaba conmigo en ese momento. No pude detallarla plenamente, lo cual me hace pensar que en realidad fue un truco mental. Los recuerdos en la mente de Nora son un poco difusos. No recuerda ninguna caracterstica relevante. Pas las manos por mi rostro, con un deje de frustracin. Has sabido algo de Chauncey? Nop. No hay nada en los registros de las llegadas a Coldwater en los ltimos seis meses, tampoco en hoteles; lo cual me hace pensar, a cualquiera en realidad, que es posible que no est usando su nombre. O puede que no se est quedando en la ciudad. Tena que reconocer que el muy maldito era astuto. Si saba de mis planes, se mantendra oculto hasta que fuese el momento indicado. Tengo que encontrarlo. No se puede esconder para siempre; nada puede mantenerlo oculto mucho tiemporug entre dientes. Rixon levant las manos en un claro gesto que rezaba que no poda hacer nada. Y eso me enfureca ms. Tena que descubrir dnde estaba, qu planes tena. No
Captulo Trece
Ests seguro de eso? pregunt, apretando los puos. Rixon asinti. Completamente. Yo lo vi. Llevaba el rostro cubierto, pero era un hombre. Lo seguiste? Lo intent. Primero quise asegurarme primero de que Nora estuviese bien. Cuando volv mi atencin al hombre, haba desaparecido. Frunc el ceo, enojado. No poda reclamarle nada, haba hecho realmente bien en asegurarse de que Nora estuviese bien. Supongo que l ya tena claro algo que yo todava luchaba por descubrir. Maldicin. Pudiste entrar en su mente? pregunt. Rixon se desplaz por la habitacin, reposando en la esquina de mi cama recubierta de seda negra. Lo hice. No haba nada. Estaba bloqueado. Es como si supiese que poda mirar dentro de su cabeza y estuviese preparado para ellorespondi. Lo cual quiere decir que Sabe que lo estamos acechandotermin l por m. Maldita sea. Media hora despus de mi charla con Rixon ya estaba en el instituto. Hoy tena Biologa, y no poda faltar. Necesitaba ver a Nora. Estacion la moto en el aparcamiento y me dirige al saln, siendo consciente de la mirada de multitudes de chicas sobre mi espalda. Una de ellas, rubia y superficial, me mir directamente a los ojos, sonrindome, como queriendo hacerme una invitacin. Me acerqu a una mquina para sacar una coca-cola, y ella se aproxim, tambalendose sobre unos tacones de aguja demasiados altos.
Captulo Catorce
Un par de horas despus de dejar a Nora en el instituto, encend la moto y aceler al saln de Bo., dnde seguramente encontrara a la persona que estaba necesitando en estos momentos. Slo l podra darme esa informacin de manera detallada, justo como quera. Se trataba de un cado que haba vivido entre los humanos ms de doscientos aos, y que haba desarrollado el poder de saber todo sobre todos: quienes eran, qu hacan, cuando moriran. T odo. La buena noticia, era que slo necesitaba de un nombre, y ya lo tena. Pero claro, todo lo bueno tena que tener algo malo. La mala noticia, era que hacerlo hablar resultaba jodidamente difcil. Siempre quera algo a cambio. Pero nunca era dinero, ni nada material; y los favores que en ocasiones te peda resultaban asquerosos y pervertidos. Esperaba que recordara el hecho de que hace cincuenta aos lo salv de ser asesinado por Nefilim en una ocasin. Estacion a un par de metros de la entrada del club de billar, y observ a m alrededor. El sol se estaba poniendo en el horizonte. Por alguna extraa e incmoda razn, observar el crepsculo me haca sentir nostalgia. Senta que necesitaba algo o a alguien. Cruc la entrada con paso decidido, depositando quince dlares en el bolsillo del guarda. En lugar de bajar las escaleras como normalmente haca, me dirige a un pasillo oculto al fondo de la estancia del primer piso. Golpee con mis nudillos una puerta de madera blanca que se encontraba al final, y esper. Un tipo ruso de unos cuarenta aos me abri, y frunci el ceo. Estoy buscando a barba. Djame entrarle orden. No puedes pasar. Est ocupado. respondi, tratando de intimidarme con la mirada. Maldito insolente estpido. Con quin se crea que estaba hablando? No te estoy pidiendo permiso. Te estoy ordenando que me dejes pasar, si no quieres que yo mismo te haga volar al fondo de la habitacin. Vamos, Patch, que no ha hecho nada malo. Todava. Interrumpi el hombre que andaba buscando, apareciendo detrs del imbcil que me bloqueaba el paso. Haba una razn por la cual lo llamaban barba, y era, obviamente, porque la barba negra
Captulo Quince
Cuando llegu a la direccin que barba me haba entregado, me sorprend. Aunque reconocindolo ahora, eso explicaba el motivo por el cual no haba registros de Chauncey por ninguna parte. Me encontraba en una pequea casa abandonada a las afueras de Coldwater, al sur; la pintura de las paredes estaban enmohecidas, supuse que a causa de la falta de mantenimiento y las constantes lluvias que solan ser torrenciales. Las ventanas estaban en buen estado, aunque muy gastadas. Sin embargo, la puerta principal se vea completamente asegurada y firme. Estacion la moto detrs de un par de gruesos rboles, dnde no podran visualizarla fcilmente. Me quit el casco, dejndolo reposar en el asiento trasero de la motocicleta. Camin con paso silencioso hasta la casa, cerrando mis puos con fuerza y dejando salir toda la ira que haba contenido todo este tiempo. Una idea fugaz cruz por mi cabeza: no llevaba ningn tipo de arma, y lo ms probables es que si hasta ahora Chauncey haba logrado evadirme, de seguro estaba preparado para el momento en que decidiera atacarlo "de sorpresa". Sin embargo, luego de derribar la puerta principal y echar un vistazo a m alrededor, descubr que el lugar estaba completamente vaco: no haba ningn nefilim a la vista, y tampoco el humano llamado Elliot. A pesar de saber que no haba nadie, continu revisando el lugar. Quizs haban dejado alguna pista de su paradero. Revis la cocina, pero solo encontr un montn de trastos en el lavadero, que estaba roto y dejando correr el agua. Tampoco haba nada en las habitacion es, o en la sala. Ni siquiera en el estudio. Patee algunas cosas de frustracin, romp algunas figuras de barro y creo que tambin romp una ventana. Mierda. Comenc mi huida de all, furioso, y justo cuando pasaba frente a la chimenea que se encontraba en el recibidor, se me cayeron las llaves de la Ducati. Me qued un par de segundos all, de pie, mientras sopesaba la idea de agacharme a tomar las llaves, o hacer que estas subieran a mi mano. Decid inclinarme. Una bola de papel se encontraba a un par de pasos de distancia, debajo de uno de los muebles que me rodeaban. Me agach an ms, met la mano debajo del sof y tom el papel. Frunc el ceo mientras lo desarrugaba, y cuando le el contenido, volv a cerrar los puos con fuerza.
Captulo Diecisis
Luego de treinta minutos de sonoras carcajadas y un montn de "lo saba" Rixon accedi a vigilar a Nora. Se dispona a hacer eso mientras yo trataba de localizar al traidor de Barba. Sin embargo, cuando llam a su oficina me informaron de haba salido de viaje. El muy maldito saba que si lo encontraba iba a acabar con l. Lleno de frustracin, fui a darme un bao. Lav mi cuerpo y mi cabello rpidamente, y justo cuando termin de atar una toalla en mi cintura, son mi celular. Patchcontest. Ya s quin eres, idiota. Oye, Nora est en la biblioteca y esto est oscuro. Puedo ver al tipo que est persiguindola, y l acaba de verme tambin. Considero oportuno que hagas acto de presenciadijo Rixon, al otro lado. No falt decir nada ms. Me vest con una camisa y jeans negros, y mis botas negras con punta metalizada. Tom las llaves de la moto y corr al lugar donde la haba dejado estacionada. Estaba anocheciendo rpidamente, y tena el presentimiento de que Chauncey aprovechara la oscuridad para atacar. Se me revolva el estmago con solo pensarlo. Sub a la Ducati y aceler al instante. Minutos despus me encontraba en e l estacionamiento de la biblioteca que se encontraba en un edificio histrico justo en el Viejo Centro de Coldwater. El rojo ladrillo se remontaba a la dcada de los 1850, y el edificio terminaba con una asquerosa cpula romntica y una gran ventana para o bservar las embarcaciones llegar por el mar. El edificio no inclua un estacionamiento, as que un tnel haba sido excavado para conectar la librera con el Palacio de Justicia al otro lado de la calle. El garaje ahora serva a ambos edificios. Haba visto a Nora discutir con la mujer que se haba insinuado das atrs, cuando consegu una coca-cola. Ahora ella se encontraba bajando por el elevador. Comenc a caminar en direccin a ella, paseando por el tnel que conectaba los edificios. Me detuve cuando la vi acercarse, y le regal una sonrisa astuta a su perseguidor, que en cuanto me vio, desapareci. No pude detallarlo, ya que llevaba un pasamontaas negro; tampoco pude entrar en su mente. No lo pens, ni siquiera, ya saba quin podra ser.
Captulo Diecisiete
Las cosas estaban as: En el pquer las jugadas se forman siempre con cinco cartas, independientemente de que la modalidad de pquer a que se juegue sea comunitaria o no. Necesitaba un 10 y una A de corazones rojas para poder formar una escalera real; y si formaba esa escalera sera el hombre ms jodidamente feliz del mundo porque obtendra un Jeep Commander. . . Hice un par de trucos mentales (Venga, que al final el 10 me sali natura l, pero la A no me haba llegado, y demonios si deseaba ese coche) y obtuve el Jeep. El dueo solt un par de maldiciones las cuales me hicieron sonrer, y me levant de la mesa con la mano tendida para que me entregara las llaves. Ya arreglaramos los papeles. Quizs se lo pidiera a Rixon. Un hombre vestido con un ridculo traje negro se acerc a m, con dos hombres enormes como guardaespaldas. Slo tuve que fijarme en su joyera para descubrir que el tipo era realmente importante. O tena pinta de algo as. En fin. Eres bastante bueno, chicodijo, con voz gruesa al acercarse a m. Lo mir en toda su altura, escanendolo completamente con la mirada. Cuando me detuve en sus ojos, frunc el ceo y apret los puos, claro mensaje que deca "Ve al grano, no estoy de humor para jodidos ricachones" Soy ms que "Bastante bueno". Soy impresionanteme limit a responder. El hombre solt una risotada, sin duda siendo el nico. De seguro se senta protegido con sus gigantescos hombres defensores, pero no tena u na jodida idea de cmo me pona cuando estaba realmente enojado. Y que se riera de m de esa forma me enojaba malditamente demasiado. Bien, puede que tengas razndijo, levantando las manos como queriendo decir "Vamos hombre, no te ofendas" Por eso, te ofrezco una oportunidad para trabajar conmigo, qu dices? Nada de coches, ni objetos absurdos. Slo billetes. De los grandes. Muchos.
Me gust como son eso. Billetes. De los grandes. Muchos. Claro que quera billetes de los grandes, y mucho ms si eran muchos.
Slo quieres que me vaya, Eh? Para quedrtela para ti solo? Para seguir enamorndote, eh? De repente, Rixon me empuj juguetonamente, y los dos camos
al suelo, rodando y dndonos golpes.
Te voy a dejar sin poder caminar en una semana, joder, le dije. Oh, claro. Voy a desfigurar tu hermoso rostro, amorcito
Se escuchaba el sonido de risas roncas, puos conectando con piel y tela rompindose. Entonces sent que mi espalda quedaba desnuda. Escuch que Nora jadeaba, y supuse que haba visto mis cicatrices. Mierda. Me coloqu encima de Rixon y sostuve su cuello con mis manos. Oye, Qutate de encimaGrit Rixon. Me balance y me puse de pie, mi camisa rota se abri totalmente. Me la arranqu del todo y la tir a un bote de basura del mostrador. Dame tu camisale dije a Rixon. Rixon le dirigi un guio malvado a Nora. Qu crees, Nora? Deberamos devolverle su camisa? Me acerqu juguetonamente a l, amenazndolo con mi acercamiento, y las manos de Rixon volaron hacia mis hombros. Tranquilzatedijo l retrocediendo. Se quito su camisa y me la pas, revelando una ceida camisilla blanca que tena debajo. Mientras deslizaba la camisa sobre mi cuerpo, Rixon se dirigi hacia ella. Te cont el cmo obtuvo su sobrenombre? le dijo.
Captulo Dieciocho
En el camino de regreso, tom la salida Topsham y aparqu junto a la histrica fbrica de papel Topsham, asentada a la orilla del ro Androscogging. En un momento, la fbrica haba sido utilizada para convertir la pulpa del rbol en papel. Ahora un gran letrero de lea al del edificio: "Compaa de Elaboracin de Cerveza Perro de Mar CO". El ro era amplio y entrecortado, con rboles maduros que se alzaban a ambos lados. Todava estaba lloviendo fuerte, y la noche caa alrededor nuestro. Podemos salir? pregunt Nora. Abr la puerta del coche, y fij la vista afuera. S, iba a hacer que me mojara. Alguna solicitud? pregunt. Un sndwich de pavo. Pero sin pepinillos, ni mayonesa. Sonre. Ver que puedo hacerle respond. Me deslic haca afuera, dejando las llaves en el coche. Me abr paso entre un par de nios que se encontraban en la entrada de un pobre restaurante de comida rpida, y me acerqu a la dependienta para ordenar el pedido de Nora. Me senta extrao, no le haba comprado la cena a alguien desde haca muchsimo tiempo. Ella tena algo. Tom un sobre de azcar de esos que reposaban en el mostrador para agregar a los cafs y lo puse en mi boca mientras esperaba la comida. La chica que me haba atendido no me haba quitado la mirada de encima, as que le sonre y le gui. Se ruboriz. Pobre chica. Vi una pequea bola de cristal que estaba en venta, slo por diez dlares. Era el Delphic, mucho antes de su remodelacin; as que lo compr. La chica me entreg la bolsa hiperventilando un poco, y le entregu un billete de cincuenta dlares, dejando que se quedara con el cambio.
Captulo Diecinueve
Llegu al Delphic unos minutos despus de dejar a Nora en casa, junto a su madre. Tena el estmago revuelto, algo no andaba bien. Tena la necesidad de permanecer con ella y protegerla, pero no poda hacer eso. No todava. Tena algo un poco ms importante que hacer: descubrir el paradero de mi vasallo. Tambin quera encontrar a barba, pero eso poda dejarlo en un segundo plano. Despus de todo, l tarde o temprano aparecera a reclamar la sangre de Nora. Rixon se encontraba en la cima del arcngel. Sonre, recordando las veces en las que me reprochaba mis continuas visitas al lugar; no me di cuenta cuando sucedi el cambio de papeles. Vuela, pajarito dije en su mente. Me mir, me ense el dedo del medio y baj de un salto de la atraccin. Se acerc a m con una sonrisa petulante en su rostro. Estas no son horas de llegar, Jovencitodijo, con voz aguda. No pudiste pasar la noche con Nora? Buf. Estaba su madre. Oh, Pero lo pensaste, si quiera? Sonre. Tal vez. Rixon se acerc a m y me dio un puetazo en el hombro, juguetonamente. Le empuj el brazo lejos, y l enarc las cejas, con una media sonrisa burlona. Di un paso atrs y me prepar: Se abalanz sobre m, golpeando mi espalda, tratando de alcanzar el punto crucial entre mis alas. Solt un gruido y lo empuje, hacindolo retroceder un par de pasos. Rixon re a. Ests blando, amigo mo. Desde cundo me dejas tocar tu espalda? pregunt, riendo todava. Conect mi puo con su estmago. No digas estupideces, Rixon.
Captulo Veinte
La habitacin no estaba lo suficientemente oscura como para privarme de la vista y hacerme tropezar con los muebles, pero el hecho de que la mayora de las cosas aqu fuesen de color negro, no ayudaba mucho. Me acerqu lentamente a la cocina y rebusqu en los cajones hasta conseguir un par de velas y encenderlas. En los tneles rara vez funcionaba la electricidad. Abr los gabinetes y la nevera y saqu lo necesario para prepararme unos tacos. Sonre ante el recuerdo de la noche en que estuve en casa de Nora, preparando lo mismo. Ese casi-beso tena que repetirse. Pero esta vez tena que ser mejor. Esta vez tena que ser un beso completo. No entenda cual era mi afn por besarla, puesto que mi cuerpo registrara el contacto pero no me lo transmitira como debiera ser: pero eso no disminua el desearla. Un Par de minutos despus de comer fui a darme una ducha. Apliqu mi gel de menta favorito y rasur mi barba, que ya comenzaba a crecer. Lav mi cabello rpidamente y sal envuelto en toallas. Casi caigo al salir del bao, puesto que Dabria me esperaba sentada en mi cama. Qu mierda ests haciendo aqu, y cmo entraste? pregunt. Se levant de la cama, y se acerc a m, meneando sus caderas ms de lo necesario; justo como haca en el cielo. Slo que ahora no tena el efecto que tuvo alguna vez; me pareca ridculo. Me han dicho que ests buscando a Chauncey Lengaisdijo, con una sonrisa. Me encog de hombros, sin querer dar una respuesta directa. Tal vez, tal vez no. Quin sabe? Yo lo s. dijo, sin quitar esa estpida sonrisita de su rostroLo s todo, se te olvida? Correccin: Todo con respecto a m. Te pasas la eternidad acosndomele espet. Solt una pequea carcajada. Eres tan modesto igual que siempreColoc sus manos en mi pecho y estuve a punto de arrancrselas; pero me asegur de que mi rostro denotara solo fastidio. Si estaba aqu realmente debera saber algo. Me he enterado de que quieres asesinar a Chauncey para evitar que mate a Nora, Es cierto? S. Pude notar cmo se pona rgida sobre m, pero su rostro no cambi ni un pice; su sonrisita falsa se mantuvo intacta. Bien Yo puedo ayudarte a encontrarlodijo.
Captulo 21
Qu quieres?gru. Re, con toda la intencin del mundo de hacerlo enojar. Y funcion. Bien, la verdad es que no es tan difcil adivinar qu quiero. le dije. Se qued en silencio un par de segundos, como si pensara en alguna forma de salir de este atolladero. Pero no se lo pondra fcil. No sera para nada fcil. Bien, en estos momentos est alimentndose en un restaurante que queda a las afueras de la ciudad. Si te das prisa podrs alcanzarlo en un par de minutosdijo. Bien, esta vez no caera en su juego. Era hora de que bailara al ritmo de m msica. No te he pedido que me digas dnde est, Barba. No todavale espet. Primero quiero que me hagas un juramento. Solt una maldicin que dbilmente logr escuchar. Bien, Qu quieres que jure? No me trates como un jodido imbcil, Barba. El juramento me lo hars de rodillas, ante m. Donde yo pueda verteGruEn el Bo. Ahora. Y colgu. Guard el telfono en el bolsillo trasero de mis pantalones, me coloqu una cazadora y sal de mi casa, con las llaves del Jeep en la mano. La moto no sera lo suficientemente rpida como para llegar en cuestin de pocos minutos. Tena una jodida sonrisa en mi rostro, por saber que ahora poda ir un paso por delante de Chauncey, y un paso ms cerca de matar al jodido imbcil que me estaba jugando sucio: Barba. En el reproductor del coche sonaba 12 Through 15 de Mayday Parade. Y por extrao que pareciera (Y confuso), me recordaba a Nora. --Detuve el Jeep en uno de los espacios vacos del estacionamiento, y baj con toda la lentitud posible. Saba que Barba me esperaba dentro, puesto que uno de sus matones esperaba afuera. Enarqu las cejas a modo de pregunta, y l slo se limit a abrirme la puerta. Vaya, que lame botas. Barba me esperaba en la mesa de billar al fondo, dnde el humo del cigarrillo no llegaba tanto. Bien, Patch, no tengo todo el da. Desembucha. dijo, cuando estuve cerca. Aplaud. Eso, eso. As me gusta. Directo al granole dije, observndolo meter la bola cinco. Le arranqu el palo de billar de las manos, y me posicion para meter la bola ochoVers, estoy bastante cabreado por tu nota a Chauncey avisndole qu e iba a buscarle. Su reaccin me dijo que no contaba con que yo me enterara de eso. S, s, lo s. No esperabas que l fuera tan despistado como para dejar algo tan importante atravesado por alldije. Recorr el espacio hasta ponerme en una
<<Y siempre>>
Salgamos de aqu. Un gesto de asentimiento. Tenemos que llegar a Vee Dijo. Ella est en una fiesta callejera. Bueno, realmente me importaba muy poco lo que pasara con Vee, pero dado que era la mejor amiga de m de Nora Mientras conduca el Jeep por la esquina, escuche a Nora titiritar haciendo. Se vea realmente aterrada, y odiaba verla as. Estabas en medio de un juego de billar? Pregunt. Pues no, estaba haciendo jurar a un imbcil que no seguira burlndose de m. Ya, como si no estuviese ya lo suficientemente aterrada. Estaba ganando un apartamentome limit a contestar. Un apartamento? Uno de esos elegantes en el lago. Hubiera odiado el lugar. Esto es Highsmith. Tienes una direccin? pregunt, cambiando el tema. Nora poda ser demasiado lista. No puedo recordarloDijo, sentndose ms alto para tener una mejor visin por las ventanas. Todos los edificios parecan abandonados. No haba ningn rastro de una fiesta. Tienes tu celular? Pregunt. Saqu el Blackberry de mi bolsillo. La batera est baja. No s si har una llamadale advert.
<<Y nosotros estamos solos ahora Con nada que se interponga en nuestro camino Sin jurar que todo ha terminado El amor es nuestro secreto Que tarde o temprano saldr a la luz. >>
Maldita cancin, joder. La pantalla del celular se puso negra. Muertodijo. Tienes el cargador? No conmigo. Vee est regresando a Coldwater. Crees que podras dejarme en su casa? Minutos despus estbamos en la carretera costera, conduciendo directamente a lo largo de un precipicio sobre el ocano. Haba estado en este camino antes, y cuando el sol sala, el agua era azulada griscea con machas oscuras de verde donde el agua reflejaba las hojas de cedro. Era de noche, y el ocano estaba tranquilo, como suave veneno negro. Vas a decirme lo que paso? Pregunt. Ella dud. Por sus ojos vi pasar miles de posibles respuestas, pero no quera darme ninguna, y eso me detuvo de entrar a su mente. Me perd, y una indigente me acorraldijoElla me hizo entregarle mi abrigo. Se limpi la nariz con su mano y solloz. Odiaba escucharla sollozar, maldita seaSe llev mi gorra tambin. Qu estabas haciendo por aqu afuera? Encontrarme con Vee en una fiesta. Mis ojos se desviaron a sus labios, que se vean ms suaves y delicados de lo normal. Otra vez algo se removi en m interior, y dije que ya no poda seguir con esto. Estbamos a medio camino entre Portland y Coldwater, en un tramo de la carretera exuberante y despoblada, cuando le hice un truco mental a Nora para que creyera que sala humo del Jeep. Fren, fcilmente dirigiendo el Jeep a la orilla de la carretera. EsperaDije. Levantando la capota del Jeep, desaparec de la vista. Un minuto sera suficiente para hacerla creer que estaba revisando qu suceda. Luego de contar, dej caer la capota en su lugar. Sacud las manos en mis pantalones, y me acerqu a su ventana, gesticulando para que se bajara. Malas noticiasDije. Es el motor. Casi me re con la expresin de no tengo ni la menor idea de lo que me ests hablando de Nora. Arque una ceja. Que descanse en paz. insinu. No se mover? No a menos que lo empujemos. Saba que tarde o temprano se ofrecera a empujarlo, as que tena que evitar eso, a menos que tambin decidiera ponerle al Jeep el peso de un elefante.
Captulo Veintids
Bien, caminamos como veinte minutos hasta detenernos en la entrada del motel barato que se encontraba cerca del lugar dnde habamos dejado el Jeep. Nora estaba en silencio, y yo tambin. Mi mente estaba funcionando a mil por hora, sopesando el hecho de la oportunidad nica que tena de matarla aqu, y de la otra oportunidad nica, de por fin besarla y bien en fin. No habamos intercambiado ni una sola palabra mientras trotbamos a travs de la fra lluvia. La puerta del lugar son cuando entramos, y el recepcionista se levant abruptamente, sacudiendo las migas de Cheetos de su regazo. En qu puedo ayudarlos? pregunt, chupando sus dedos para limpiar el resto naranja. Abr la boca para pedir una habitacin, pero en su lugar Nora se me adelant. N-necesitamos que nos prestes tu telfonodijo, castaeando los dientes. Suspir. Rpidamente entr a la mente del tipo y confund su memoria. No podr ser. Las lneas estn muertas. Culpa a la tormentarespondi, encogindose de hombros. Qu quieres d-decir con que las l-lneas estn m-muertas? T-tienes un ccelular? insisti ella. Iba a adentrarme de nuevo en su mente, pero no hizo falta. l me mir, deseoso de tratar conmigo y no con ella. Ella quiere una habitacin para no fumadoresle dije. Nora me mir aterrada. Ests demente? articul en mi direccin. El recepcionista digit unas cuantas teclas en su computador. Parece ser que no tenemos Esperen Bingo! Una habitacin con cama doble para no fumadoresdijo l. La tomaremosle dije, antes de que Nora comenzara a protestar. La mir de reojo, tratando de contener una risa. Juro que si no fuera inmortal, su mirada me habra matado.
CAPTULO VEINTITRS
Las razones por la cual Nora haba tocado mis cicatrices, las desconoca. Pero no haba razn alguna para que ella cometiera semejante equivocacin. Tocarle las alas, o las cicatrices a un ngel, o un cado estaba prohibido. La pena era la muerte. Ya de por s una parte de m estaba sedienta de sangre, este hecho le restaba un quince al cincuenta por ciento que la apoyaba. No era muy saludable para ella. Alej las manos de Nora, tirndola en la cama con sus manos por encima de su cabeza. En otras circunstancias, estaramos en esta misma posicin, pero mis manos en sus piernas y no sujetndola, y con mi boca pegada a la suya. Ya no crea muy probable que eso sucediera esta noche. No con lo que acababa de pasar. Si haba algo que despreciara a sobremanera en este mundo, era que supieran sobre mi pasado. Eso haca que odiara un poco a Nora. No se supona que hicieras esole dije, haciendo todo mi esfuerzo por no abrirle la garganta en estos momentos y ponerme a gritar, como mnimo Qu viste? En un acto de valenta, levant su rodilla y la impact en mis costillas. Si no hubiese visto el acto, ni siquiera lo hubiese notado. Qutate de encimagru, tratando de soltarse. Pues no, de aqu no saldra. Me sent sobre sus caderas, haciendo presin para que dejara de moverse tanto y eliminando el uso de sus piernas, por si acaso. Con mis manos aun sujetando las suyas, lo nico que poda hacer era retorcerse. Qutate de encima o gritarme espet. Si no me estuviese hirviendo la sangre, me hubiese redo a carcajadas. Ya ests gritando. Y no vas a causar ninguna conmocin en este lugar. Es ms un prostbulo que un motelle mostr una de mis sonrisas letales, una de esas que anuncian la muerte. Hice un poco ms de presin en sus muecas y la mir fijo a los ojos, sin parpadearltima oportunidad Nora, Qu viste? Me di cuenta que estaba luchando con las lgrimas, y un poco del porcentaje perdido en un principio regres a su antiguo hogar. Afloj un poco el agarre, y me contuve de soltarla del todo. Necesitab a saber qu haba visto. Me das ascosolt Quin eres? Quin eres realmente? Otra sonrisa macabra, aunque esta era peor que la anterior. Odiaba esas preguntas. Eran precisamente esas por las cuales me haba convertido en un asesino. Ya ni poda recordar las veces en las que haba arrancado cabezas, y atravesado corazones por el simple hecho de hacer esas jodidas preguntas. Nos estamos acercandomurmur. Si haba hecho esa pregunta, eso quera decir que Me quieres matar? pregunt, con la voz rota.
CAPTULO VEINTICUATRO
Estaba preparado para cualquier reaccin que tuviera Nora al ver mis recuerdos. Bueno, eso quera creer. Incluso, llegu a pensar que si se diera el caso de que ella quisiera que la dejara en paz, lo hara. Pero claro, de esa decisin no estaba muy seguro. Me haba tomado demasiado tiempo aceptar que senta algo por ella como para dejarla escapar de buenas a primeras. Eso nunca. Nora se alej de mis cicatrices, ligeramente desorientada. Pas un par de segundos con la mirada perdida, hasta que regres a la realidad y me mir. Entonces, definitivamente no eres humanomurmurDe verdad eres un ngel cado. Un chico malo. No pude evitar darle una sonrisa contenida. Piensas que soy un chico malo? Posees los cuerpos de otras personas. Correcto. Asent. Quieres poseer mi cuerpo? pregunt. Sent curiosidad por saber que visin haba observado, pero decid qued arme en silencio. Sin embargo, esa pregunta me hizo aclarar muchas cosas en mi interior. Quiero hacerle muchas cosas a tu cuerpo, pero esa no es una de ellas. Qu tiene de malo el cuerpo que tienes? Casi suspir. Deb suponer que vendra un interrogatorio. Mi cuerpo es muy parecido al vidrio. Real, pero externamente, reflejando el mundo alrededor de m. Me ves y escuchas, y yo te veo y escucho. Cuando me tocas lo sientes. Yo no te experimento de la misma manera. Yo no te puedo sentir. Experimento todo a travs de una hoja de vidrio, y la nica forma en la que puedo atravesar ese escudo es poseyendo un cuerpo humano. Creo que nunca antes haba sido tan preciso o sincero. O mitad humanosolt. Mi boca se endureci si poder evitarlo. Si ella hablaba de eso, quera decir que me haba visto hacer jurar a un Nephilim. Cuando tocaste mis cicatrices, Viste a Chauncey? pregunt. Ella lo neg. Te escuche hablando con Rixon. Dijo que posees el cuerpo de Chauncey por dos semanas cada ao durante Jeshvan. Dijo que Chauncey tampoco era humano. Es un NephilimSu ltima palabra sali de su boca en un susurro. Chauncey es un cruce entre un ngel cado y un humano Es inmortal como un ngel, pero tiene todos los sentidos mortales. Un ngel cado que quiere sentir las sensaciones humanas puede hacerlo en el cuerpo de un Nephilim.
CAPTULO VEINTICINCO
El pasillo segua a oscuras cuando sal a buscar el Jeep. Hubiese salido por la puerta principal, pero me quedaba un poco ms cerca la puerta trasera, as que fue esa la que tom. Mientras caminaba pensaba en el beso que le haba dado a Nora, y el intenso deseo que todava me embargaba de pies a cabeza. No lo entenda, pero me dije a m mismo que no era necesario entenderlo. Me agradaba sentirlo. Tom el Jeep justo dnde lo haba dejado y conduje de nuevo al motel. Encontr a Nora justo cuando sala de all. Incluso en la oscuridad se vea hermosa. Se subi al Jeep en silencio y no abri la boca hasta que me detuve frente a su casa. La lluvia haba muerto, y la niebla apretaba contra el revestimiento y colgaba de los arbustos como guirnaldas de Navidad. Los rboles que salpicaban el camino de la entrada estaban permanentemente retorcidos y deformes por los constantes vientos del norte. En estos momentos, su casa bien podra confundirse con la casa de Drcula. Era un escondite perfecto, tambin. Voy a caminar alrededor. Le dije, bajndome del coche. Crees que Dabria puede estar dentro? Sacud la cabeza. Pero no me duele comprobarlo. Me adentr en la oscuridad del lugar, recorriendo cada habitacin vaca de la casa; incluso aquellos lugares en los que ella podra esconderse. No encontr nada, ni siquiera pude sentirla. Al cabo de unos minutos, sal por la puerta principal. Todo despejado. Le dije Yo voy a la escuela secundaria y volver aqu tan pronto como registre su oficina. Tal vez haya dejado atrs algo til. Aunque no contaba con eso, claro. Dabria saba cmo moverse sin dejar rastro alguno. Nora se baj del Jeep con una expresin en su rostro que deca que le estaba gritando desesperadamente a sus piernas que se movieran con normalidad. Quise llevarla en mis brazos hasta su habitacin, pero no haba tiempo para cumplir con mis caprichos. En cuanto ella hubo entrado en su casa, aceler en direccin al instituto. Se encontraba vaco, ttrico y oscuro. No haba ni una sola gota de luz que iluminara las ventanas o las puertas, ni siquiera haba cmaras de seguridad que estuviesen encendidas. Entrar sera pan comido. Tuve que forzar un par de cerraduras, hasta que finalmente me detuve en la oficina de la Srta. Green Pattico. Tena la intencin de revisar todas las carpetas que encontrara en la archivadora, pero encontr slo una: La de Nora Grey. NORA GREY COLUMNISTA DE LA REVISTA DIGITAL
<< Quieres jugar, angelito? Qu te parece si jugamos a quitarle las alas al ngel?>>
CAPTULO VEINTISIS
Dabria se encontraba en la orilla de la terraza, de espaldas a m. Me molest bastante la manera en la que caan sus hombros, relajados, como si no le importara lo enojado que estaba porque se senta segura, crea que yo realmente no iba a hacerle nada. Me acerqu lentamente, relajado, como si lo que estaba a punto de hacer fuera algo que haca todos los das, algo fcil. Has sido ms rpido de lo que imaginmurmur. Sus palabras me las trajo el viento, y as mismo se las llev. Deberas comenzar a imaginar que no debes subestimarmele dije. Escuch su ligera risa, que fue cubierta rpidamente por el sonido de la puerta de abajo siendo derrumbada. Los policas iban a entrar. Me fij en sus alas; an pareca tener un aspecto suave y delicado, pero se estaban deteriorando. Algunas plumas estaban soltndose y cayendo al suelo con la frgil brisa. Slo haba una razn para que las alas de un ngel estn en ese estado. Te han expulsado. No era una pregunta, y ella lo saba. Me han descubierto. Saben que estoy en la tierra. Saben que vine por ti. Vaya, ah lo tienes. Nunca te ped que me siguieras. Ella se gir, mirndome a los ojos. Podemos estar juntos, Patch. No lo ves? Ser una cada, igual que t. Ambos vagaremos por la tierra. Puedo perdonar tu error. Solt una carcajada sarcstica. Mi error? No, Dabria. T error. T error fue creer que en algn momento yo te am. Su mandbula se tens, y apret los puos con fuerza. Me dijiste que me queras. Lo hiciste una y otra vezsu voz era filosa. S, lo dije. Querer. No amar. Te quise. Cuando no saba que significabale espet. Y mucho antes de conocer a Nora. Su turno de rer a carcajadas. Apret mi mandbula comenzando a exasperarme. Nora? Jess! Qu hay de esa chica por la cual caste? Ambos sabemos que aquello tampoco era amor. No realmente. Oh, vaya. Y Nora te ense lo que era el amor? Cmo? Te escribi algunas lneas? No seas ridcula, Dabria. Sabes a lo que me refiero, aunque te duela. Ella me hace sentir vivo. No, dejmoslo en me hace sentir. Punto. Voy a matarla. Si la matas, te matar yo a ti. No puedes hacerlo, soy inmortal. Encontrar la manera. Sabes que lo har. Vete al infierno, Patchme espet.
Captulo Veintisiete
Bien, en realidad no saba dnde estaba, pero Nora s, y era casi lo mismo. Quin era? Le pregunt. Se supona que yo no los conoca, as que tena que actuar acorde . Vee se meti en la escuela con Elliot y Jules. Queran que yo fuera con ellos. Creo que Elliot va a hacerle dao a Vee si no voy. Pareci pensarlo mejorCreo que va a hacerle dao an si voy. Bien, ahora saba dnde estaban. Cruc mis brazos sobre mi pecho. Necesitaba saber qu tanto saba Nora. Elliot? La semana pasada, en la biblioteca, encontr un artculo que deca que l haba sido interrogado durante la investigacin de un homicidio en su vieja escuela, la preparatoria Kinghorn. l entr a la sala de ordenadores y me vio leyndolo. Desde esa noche he percibido una mala vibracin de l. Una vibracin realmente mala. Creo que l incluso se meti a mi habitacin para llevarse el artculo de nuevo. Bien, eso no lo saba. Algo ms que yo deba saber? pregunt. La chica que fue asesinada era la novia de Elliot. Ella fue colgada de un rbol. Justo ahora, en el telfono, l dijo Si no vienes aqu, hay un rbol en el rea comn con el nombre de Vee en l Yo he visto a Elliot. l parece presumido y un poco agresivo, pero no lo veo como un asesino. Y era cierto. Aqu haba algo mucho ms grande, e iba a descubrirlo. Met la mano en su bolsillo delantero y saqu las llaves del Jeep. Voy a conducir hasta all a comprobarlo. No me tardar mucho. Creo que deberamos llamar a la polica. Sacud mi cabeza. Vas a entregar a Vee por destruccin e invasin de propiedad privada. Otra cosa. Jules. Quin es ese chico? El amigo de Elliot. l estaba en el Arcade la noche que nos encontramos contigo. Mi ceo se profundiz. Joder, esa noche lo haba sentido. Era l, joder. Lo tuve cerca. Si haba otro chico yo lo hubiera recordado. Y lo haca, pero no lo haba reconocido. Abr la puerta y ella me sigui fuera. Un encargado usando pantalones negros y una camisa de trabajo marrn estaba barriendo trozos de palomitas en el vestbulo. l nos dio una segunda mirada cuando me vio saliendo del bao de mujeres. Elliot est esperndome a m, no a ti. Dijo Si no voy, quin sabe qu puede pasarle a Vee? Ese es un riesgo que no estoy dispuesta a correr.
Captulo veintiocho
El edificio estaba a oscuras, pero no tena mucho problema para ver. Cruc las puertas del instituto sin ningn problema, como cuando vine a buscar alguna informacin de Dabria. Me adentr en los pasillos mientras susurraba el nombre de Vee; la senta cerca. Intent encender las luces, pero no pude. Deban haber roto los cables, los muy malditos. Sub al segundo piso, y comenc a escuchar la voz de alguien. Mirndote desde el segundo piso, estamos jugando adentrodeca. Luego colg. Supuse que le hablaba a Nora, ya que miraba el coche dnde se encontraba a travs de la ventana del segundo piso. Joder, seguramente haba dicho algo para que Nora entrara. Qu le has dicho? exig saber. l se gir un poco sobresaltado, clavando sus ojos en m un poco nervioso. Qu ests haciendo aqu? pregunt, mirando a su alrededor. Sonre maliciosamente. Qu, ests esperando que aparezca Chauncey? l entrecerr los ojosNo vendr. Ya lo he matado. Sus ojos se abrieron de par en par. Imposible, l no puede morir. Yo hago posible lo imposible. Le espet Dnde est Vee? Muerta. Me acerqu a l lentamente, fulminndolo con la mirada, mis ojos apenas vis ibles por debajo de la gorra. Reptelo. le orden. E-est muerta. Rpidamente y con toda la fuerza de la que fui capaz, le di un puetazo en el estmago. l si lo sinti. Se dobl tanto que su cabeza casi tocaba el piso. No me mientas, jamsgruLo preguntar una vez ms. Dnde. Est. Vee? No lo sdijo, entrecortadamente. Agradec llevar puestas mis botas, porque en el momento en que le di una patada, el duro material con que estaban hechas casi rompe sus costillas. l grit, maldijo y escupi sangre. Te lo juro, arcngelsusurrNo s dnde est. Jules estaba con ella. Yo slo esperaba a Nora. Lo agarr por el cuello y lo arrastr por los pasillos, hasta detenernos en la biblioteca, dnde lo tir al suelo.
Patch. Sorprndelo.
Y la ventana de mi dormitorio? Me espiabas en mi casa mientras yo dorma? Nada personal. Bien, ahora s estaba jodidamente cabreado. Estuve a punto de saltarle encima cuando Jules se puso rgido. Dio un paso adelante de repente y tir de la mueca de Nora, girndola alrededor delante de l. Coloc una pistola en su nuca, y mi corazn se detuvo. Qutate la gorra! Orden. Quiero ver la expresin de tu cara cuando la mate. T eres impotente para salvarla. Tan impotente como yo fui acerca de hacer nada con el juramento que te hice a ti. Di un par de pasos ms cerca. Me mova con facilidad, pero con cautela firme mientras pensaba en la manera de tomar las riendas. El arma se hundi ms, y yo hice una mueca. Da un paso ms y este ser su ltimo alientoJules advirti. Mir la distancia entre nosotros, y calcul la rapidez con que poda cubrirlo. Jules tambin lo vio. No lo intentesdijo. No vas a disparar contra ella, Chauncey. le dije. No? Jules apret el gatillo. El arma hizo clic, y Nora abri la boca para gritar, pero todo lo que sali fue un trmulo sollozo. La ira se remova en mi interior, y la necesidad de sacar a Nora de aqu rpidamente. RevolverExplic Jules. Las otras cinco cmaras estn cargadas. Pens rpidamente. No me agradaba lo que iba a hacer a continuacin, pero era la nica opcin rpida que se me ocurra. Situaciones extremas requieres medidas extremas.
Lista para usar los movimientos de boxeo sobre los que siempre ests presumiendo?Dije en la mente de Nora.
Q-qu? Tartamude.
fuera, corre. Entiendes? Corre tan rpido como puedas. Chauncey estar demasiado dbil y aturdido para entrar en tu cabeza. Corre, y no te detengas.
Un alto zumbido se quej a travs de Nora, y sent que su cuerpo trataba de expulsarme. Las venas en el cuello de Jules saltaron y su cabeza se inclinaba hacia un lado. Vamos, Desmyate... Desmyate... susurr. Pero ya era demasiado tarde. El cuerpo de Nora finalmente me ech, y mi cuerpo qued inconsciente. --No saba cunto tiempo haba pasado, pero la voz de Nora retumbaba en mi cabeza una y otra vez. Ayuda! Alguien puede orme? Ayuda! Intent abrir mis ojos, pero no poda, joder. Mi cuerpo estaba entumecido, no se mova, no reaccionaba. Ayuda! Volvi a gritar. Joder, joder, joder. Necesitaba ayudar a Nora, Y este maldito cuerpo no reaccionaba! Concentr toda mi fuerza en tratar de mover una parte de mi cuerpo, y logr entreabrir un poco mis ojos. Nora se encontraba subiendo las escaleras, y tena una expresin de terror en su rostro. Supe lo que pasaba al ver a Chauncey tratar de alcanzarla. Entonces se me ocurri (Dios, Cmo poda haberlo olvidado?) que poda tratar de hablarle en sus pensamientos. Bloqualo fuera. Sigue subiendo. La escalera est intacta. Le dije. "No puedo", llor. "Voy a caer!"
Captulo veintinueve
Un sollozo se escap de mi garganta. Me acerqu a ella y la sostuve entre mis brazos, contemplando sus ojos cerrados. Senta que el alma iba a abandonar mi cuerpo en cualquier momento. Ella se haba sacrificado por m. No lo entenda, no lo aceptaba, me negaba a aceptar una vida a costa de ella. Me limpi las lgrimas con frustracin y sal del gimnasio, me detuve en el jardn y mir al cielo. Haba muchos arcngeles encargados de la transaccin cado-humano u otras transformaciones. Pero yo slo logr mantener conversaciones con uno. Nathanael! Grit, esperando que respondiera Nathanael! Las nubes se replegaron y el arcngel cay frente a m como un rayo. Sus ojos eran fros, sin vida, sin sentimientos, sin alma. Reflejaban el poder que lo envolva, y el poder que destilaba. Me sonri ttricamente, como restregndome en la cara lo que l es, y lo que pude haber sido. No pudo haberme importado menos. Jev Jev Jevmurmur o debera llamarte Patch? Me han dicho que ltimamente ese es el nombre que ms te va. Apret mis puos con fuerza. No lo quierole dije. No quiero convertirme en humano. Sus ojos se abrieron ligeramente causa de la sorpresa, para luego entrecerrarse con sospecha. Por qu? pregunt. Fue por esa razn que caste, Recuerdas? Ese era tu objetivo. Suspir. Era. Dio un paso hacia atrs, observando el gimnasio que se encontraba a oscuras. Es por la chica, no? Te has enamorado de ella? No lo negu, y l tampoco esperaba que se lo afirmara. Enamorarse de una humana estaba prohibido para nosotros. Especialmente ahora que saba lo que pasara si no aceptaba el sacrificio. Quiero que ella vivasusurr. l asinti. Sabes que te volvers un custodio con esa decisin, verdad? Regresars al cielo. No quiero regresar, Nathanle dije, recordando su viejo apodo. Quiero estar con ella. Quiero cuidarla. Creo que se lo debo. Se qued en silencio unos segundos que se me hicieron eternos. Lanz una mirada hacia arriba, y luego asinti.
Fin.
Sobre la Autora
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