Monologos Del Payaso3

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MONLOGOS DEL PAYASO

Un subway envuelto en grafiti regala un ro de rieles a Julia. Miguel esculpe sus letras en barrotes de espuma esmeralda que en sonoro canto alzan vuelo.

Ral Castillo Soto

Ral Castillo Soto

MONLOGOS DEL PAYASO Voces bajo la carpa Ral Castillo Soto, 2009

Se termin el diseo electronico de esta edicin en ENERO del 2010

Diseo y conversin de ebook: Lyricspan Press Fotografas: Mariela E. Castillo, Thaimi M. Maldonado Todos los Derechos Reservados ISBN-10: 0-615-28020-X ISBN-13: 978-0-615-28020-2 Ninguna parte de esta publicacin, incluido el diseo de la cubierta, podr ser reproducida, almacenada, transmitida o impresa por ningn medio ya sea electrnico, qumico, mecnico ptico, de grabacin o fotocopiado sin el permiso del autor o su representante.

Voces bajo la carpa

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Reseas
Monlogo de un payaso: Desde lo ms profundo del alma, desnudas las letras muestran lo que las sonrisas esconden: versos plagados de sinceridad, de vivencias y emociones, de sentires que quedan y hacen de su poesa una bellsima forma de sublimar las tristezas y las alegras, los avatares de un hombre. Julia Olivera, jurista, poeta. Form parte de la primera Antologa del Grupo potico LAIE en la obra Versos diversos (Ediciones Atenas. 2007). Espaa

"La riqueza de imgenes, la calidad de los versos, son una constante en tus letras. Siempre vas depurando la palabra hasta dejar la precisa y necesaria en el verso. Salvador Pliego autor de los poemarios: Claro de la luna, Flores y espinas, Encuentro con el mar, Canto a la paz, y Bonita Poemas de amor. Premiado como segundo lugar en poesa por la ENSL en Mxico y nominado como finalista por el II Certamen Internacional de Poesa San Jordi en Espaa, 2006. Mxico

Monlogos del payaso. Una obra profunda e intensamente humana. En la propia condicin del hombre est esa triste sonrisa del payaso. Un poemario admirable." Ramiro Carballal poeta corus colaborador de varias revistas electrnicas y editoriales cuya obra ha sido ampliamente difundida y reconocida en la Red. Acreedor al primer lugar del Tercer certamen de poesa virtual Alaire. Form parte de la primera Antologa de poemas de Alaire (2008). Espaa

"Ms que versos son retratos del corazn; expresiones simples pero profundas cargadas de significados y fina sensibilidad. Detrs de una inconmensurable sonrisa hay un ocano de tristeza en un mundo interno que lucha por la esperanza. Marian Heredia poeta autora de Alma Desnuda (indito) y acreedora a numerosos reconocimientos por sus publicaciones en la Red. Venezuela

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Ral Castillo Soto: sinnimo de poesa que raya el punto ms alto de la perfeccin, de la mtrica dispuesta con esmero, del pulso y el eco que vuelan en el marco de un lenguaje de gran riqueza visual y sensorial...pocas veces he encontrado en un solo poeta la destreza para lograrlo y t, mi admirado Ral, eres un ejemplo, un gran ejemplo a seguir por todos aquellos que un da nos imbuimos en este arte. Dejo constancia que eres un grande, y que, seguirte las huellas puede conducir a ese deslumbrante tesoro que es tu obra...T y tu genial obra. Mi profunda admiracin y respeto contigo...mi caminante de lgrimas, de narices rojas, de sonrisas que nos transfunden en la soledad pltora que habita y capturas para regalarnos en este nuevo libro...te deseo el mayor xito porque en verdad lo mereces. Anna Francisca Rodas I. reconocida y recin galardonada poeta colombiana. Colombia

Sobre el Monlogo de un payaso V. Eplogo Carlos Lpez de Dzur profesor, filsofo, escritor y poeta dijo: "Magnfico. Un poema de luces que nos pasea por la soledad de muchos poetas con sus alusiones literarias, a partir del transitar por vida hacia la muerte. Me gust en particular la alusin a Julia de Burgos: Un subway envuelto en grafiti / regala un ro de rieles a Julia." Su libro, El Hombre Extendido, fue laureado en el Certamen Literario Chicano de la Universidad de California, Irvine, en 1986. Anteriormente, fue premiado su libro de ensayos y poemas Cuaderno de Amor a Hait por el Liceo Iberoamericano de Cultura de Los ngeles; posteriormente, Lpez Dzur gan varios premios en las categoras de ensayo investigativo sobre temas cubanos y de poesa por textos de su libro indito, Tantralia, reconocido por la Casa de la Cultura de Long Beach en 1996 y 1998. Fund y dirigi en San Diego la revista multicultural Sequoyah, e mediados de 1980, junto a los profesores Csar A. Gonzlez, Dr. David Becerra, Dr. Juan Manuel Bernal Becerra y la Dra. Ivon Gordon-Vailakis. USA / Puerto Rico.

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Prefacio
Arnaud Baluani, es una de esas voces bajo la carpa, repleta de risas, ms all de la nariz roja y el hueco calzado. Morivivsu nombre en el ruedoes, o debo decir fue, un ser comn vistiendo la misma piel que el resto de nosotros. Lo que habris de leer no es nada del otro mundo, creo que inclusive, se reconocern en algn escrito de los que Arnaud nos deja. El libro evoluciona con los eventos que rodean al payaso, nada diferentes a los que nos afectan a diario: el amor, la decepcin, la tristeza, la mortalidad, su conexin con el arte y la poesa, as como la turbulencia de su mundo interior. O tal vez slo sea el producto de uno de esos residentes bajo la carpa (alter-ego del autor) manipulando los hilos de la condicin humana.

Moriviv dira: Es como todo Vivimos, amamos, despreciamos, nos perdemos en la dicotoma de presurosos segundos y aletargadas horas. Conformidad? Jams! Quejarnos es nuestra consigna. Nuestro nico escape a los coloridos barrotes del ciclo circense que llamamos vida. No hay nada de gracioso en hacer rer, si hacerlo es tu trabajo.

Ral Castillo Soto Marzo, 2009

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Contenido
MONLOGOS
DEL PAYASO

...................................................................................................................................... 1

RESEAS ...................................................................................................................................................................... 3 PREFACIO .................................................................................................................................................................... 5 CONTENIDO ................................................................................................................................................................ 6 MONLOGOS DEL PAYASO .................................................................................................................................. 7 MONLOGO DE UN PAYASO ........................................................................................................................................... 8 MONLOGO DE UN PAYASO II. PRELUDIO .................................................................................................................... 9 MONLOGO DE UN PAYASO III. AMORTAJADO ........................................................................................................... 11 MONLOGO DE UN PAYASO IV. SPLICA ................................................................................................................... 13 MONLOGO DE UN PAYASO V. EPLOGO .................................................................................................................... 15 EL MONLOGO PERDIDO. CIUDADANO X ................................................................................................................... 17 EL LTIMO CANTO ....................................................................................................................................................... 18 ARNAUD BALUANI: MORIVIV..................................................................................................................................... 19 CORVUS CORAX ........................................................................................................................................................... 20 EL AUTOR ................................................................................................................................................................... 21

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Monlogos del payaso

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Monlogo de un payaso
Baluani a su reflejoSucumbo ante una pltora de imgenes absurdas testigos de mi locura, que hace ya un tiempo arrastran, seducen con su veneno, toda una vida por dentro llena de grises exigiendo mi suelo. Dimito! Vaya otro al colorido carnaval, a toda la algaraba pues al finalizar el acto entrego el primero y el ltimo de mis consuelos. Despido de lleno la cordura con ella esta risa loca, todos sus recuerdos, todos sus reclamos. Me hundo en la penumbra y el desasosiego. Me busco en el lagrimar adusto dibujado, en el decrpito reflejo, del juglar aquel del espejo que vive, sufre, muere y llora, s llora, maldita sea! como cualquier otro pendejo Antes de halar el gatillo.

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Monlogo de un payaso II. Preludio


Un pedazo rojo y redondo de mi cara yace en el sucio y fro tapiz del quebrado suelo junto al calzado vaco. El maquillaje espera Un espejo iracundo me busca; ya no quiero que me hable de verdades, que se ra en ptreo reflejo, que devore y mastique en la humillacin del momento. El disfraz, percudido y rado abraza el yermo hueso; su rojo, azul y amarillo tatuado en mi pupila, el dolor que desgarra en la piel, veneno del alma, carcome los sueos postreros, desfila voraz en sinfona de grises que arraiga en los sentidos. Puedo escuchar un musitar rido y seco en palabras del silencio, esa algaraba sorda compacta y soberbia que hace lo que le da la gana, pero a m no acobarda, ni siquiera en esa voz que a veces le acompaa y recita en estreo:

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Ral Castillo Soto

Payaso re payaso que nadie te hace caso. Payaso, basta payaso de nada te sirve llamarlos. Al caer el teln, cuando el sudor y la pintura escurren por demacradas mejillas, nadie ve, nadie puede ver, nada puede evitarlo, junto al prismado acuoso un manantial hilvanado c a e y corroe en pcimas de sangre y en lgrimas de colores.

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Monlogo de un payaso III. Amortajado


En un gancho de ropa, los trapos multicolores mecen, hacen mueca a la brisa que araa en las tapias desde un milenario balcn. (Algaraba) A quin nombran en su parda ignorancia? En qu parte de la letra escarlata residen? De qu atormentado suelo vens? Del escarpado paisaje en la cerrazn? Decidme! () Dos mujeres del pueblo le visten en los harapos cansados de costumbre (Voces) S... Traen el verbo maligno que alimenta de la carne muerta del silencio. Mas no me llevaris a la auto repugnancia con vuestra fascinacin decadente, ni a la confluencia entre bondad y maldad. No respondo al asedio, ni a la persecucin. No sigo rdenes de nadie! Entrad! Pasad! ...que slo les aguarda el abismo de un alma en vuelo. (Como si golpeara el pecho) Aqu no hay nada! Para alimentar su prepotencia, para su distorsionado sentido de pertenencia. Tras esta careta no existe un suelo fecundo al miedo.

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Aqu las velas no queman, la flama detiene en el tiempo en glido abrazo a la penuria. Aqu no paran las horas ni desgarra el gusano sus alas. Pero Por qu me ignoris? No era acaso vuestro amigo? Por qu lleva Daniel mi anillo y el malabarista mi abrigo? No le debiera sorprender... considerando que su ltimo acto bajo la carpa, fue hace tres das. Testigo: la licantropa plateada de una noche de San Juan. Donde Arnaud le dijo adis al verdugo tiempo a la sombra de un quejido.

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Monlogo de un payaso IV. Splica


Dolor! Afluente de la cinaga, perverso ro amargo, maligno elixir que bebo. Fuego escarlata que opacas el brindis yermo de un beso. Si acaso tiembla la cordura en alguna esquina del verso, dejad que desgarre con palabra la oquedad del silencio, dejadme embriagar en la locura y que sacie de la sangre de tus muertos. Si acaso descarnaran las ideas en negras carcajadas del deseo, dejad que la noche me trague en la seda roja del averno, en el azufre sediento de un verbo. Si acaso escuchas el ruego del alma en tu espejo, mostradle, en quebrantados cristales las grises venas del desvelo. Si no, os pido devuelvas, la faz demacrada, ausente de ganas y piel en el reflejo de la tarde baada en colores y risas del tiempo. Si acaso sea larga la espera, mostradme las entraas, en su ensordecedor mutismo y que desangre el crudo miedo de estos labios cerleos, que hoy yacen en muecas, impvidos e inciertos.

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Pido ms Que las tinieblas no rescindan, sin antes desterrar estas lneas. Y qu diablos importa! Si ya sea extinto Baluani y os clame desde la confusa frialdad, de esta fosa. Si ya arrancasteis de esta maldita y miserable vida, lo que fueran sus sueos!

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Monlogo de un payaso V. Eplogo


En la actitud del silencio el alma encuentra su camino en la luz ms clara y aquello que nos elude y engaa se resuelve en su transluciente cristal. La vida es la ardua y larga bsqueda de la verdad. Mahatma Gandhi (1869 - 1948) Dicen que al momento de morir el cuerpo pierde peso cuando el alma le escapa. Cunto peso ha de perder aqul que ha llevado a cuestas el dolor de risas fingidas, mal logradas? (Arnaud, de camino a la alameda entre nogales y cipreses) No quiero lamentos en mi ausencia. Slo animar algn recuerdo, quizs la fugaz imagen de las risas que en lgrimas os dejo. Al fin he llegado A un cielo de poetas de narices rojas? que caminan a sus anchas por calles de adoquines y de faroles blancos que a lo lejos iluminan. Donde est el joven y el viejo, donde no importa ser adonis o grotesco ni el tamao de un billete, donde arrancan sonrisas y suspiros nios de papel con el juguetn soplo de un beso. Donde se paga la renta con el clamor de un verso.

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Por esa luz que llama a una colorida ventana Moriviv se entrega Sabines va con las hormigas hablando a Tarumba, Lorca cuenta unicornios y cclopes, Neruda declama su veinte mientras nubes aplauden al viento. El Mar del Plata en el ail del tiempo besa los pies de Storni Un subway envuelto en grafiti regala un ro de rieles a Julia. Miguel esculpe sus letras en barrotes de espuma esmeralda que en sonoro canto alzan vuelo. El maquillaje derrama en aurora boreal a la sala de lgrimas prohibidas, de un bolsillo sale la nariz redonda en el rojo carmn que sigue al olvido. y nuestra figura se hace pequea, desempaca una sonrisa que se esfuma en una brisa de guiapos y oropel de colores y dolores que nos dio, y ya no arrebata la vida.

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El monlogo perdido. Ciudadano X


Baluani. Va el ciudadano ordinario consumiendo su cordura. Baila el Danubio azul de las almas sin horas. Glorificado artista de la palabra, de las mismas palabras, de la memoria intermitente que plaga el habla y el recuerdo, que puebla el falso mundo con envolturas de humo. Va sin prisa y nadie le alcanza, slo las ideas que esconden en cornisas de anarqua; el desorden, el desequilibrio... Nombra la apariencia que otros han nombrado y le roba un bocado a la noche asustada. Aprieta el paso, que exigente devora. Le veo tejiendo su teatro de crueldad, ahora ms cerca. Entre sombras de sombras, voces de voces, en el eco estridente de risas copiosas; no s por qu el ciudadano se ha quedado... No s por qu hace seas invitndome al espejo.

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El ltimo canto
En la esquina del bar escriba el silencio entre copas de ron y unas muecas borrachas. Su testigo elocuente eran sordas palabras, derramada su suerte en un canto bohemio. Divagaba en los trazos de un nostlgico endecho, en su mano ms versos que al amor le arrancara. Era el lienzo maldito, servilleta mojada que anunciaba la muerte, desde un rostro perplejo. Amarillo, mascado, adornando la escena aquel lpiz sin punta, le miraba callado. Ahora yace en el suelo entre notas dispersas; la hojarasca perdida, del dolor, del fracaso y en los labios morados de un errante poeta, las hormigas transitan, donde mora el gusano.

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Arnaud Baluani: Moriviv


Mi nombre de mortal es, consta, Arnaud Baluani. La razn de mi muerte, en estas lneas dejo. (Un reducido espacio para una confesin) No busco simpata, al perdn no intereso. Mi argumento no est en insomnio, cannabis o el gran poder oculto del amuleto negro, ni en historias de infancia, ni en complejos de Edipo, la verdad es ms simple, me lleg entre los sueos. Nunca quise hacer dao, ms tarde se hizo fcil. Poco a poco cayeron, vctimas del decreto; los desmembrados cuerpos, la sangre, el apetito Del payaso cado, que habita en el espejo. Moriviv, fue el nombre de la carpa y el taxi: La carpa de las risas, el taxi del entierro. Las voces y ms voces! Muchedumbre del circo! No pude separarlas del noctmbulo austero, que en pesadillas sigue a la muerte voltil. Sucumb a la mortaja y el caminar sediento. No protegi Chang, ni el fiel escapulario, de aquel advenimiento. Lleg el sangrar espeso. Soaba con sus caras, en mi cliz un brandy necrpolis urbana, de la ciudad los senos. La muerte amamantaba en su poder vaco; yo discpulo fiel, le cobraba a los cuerpos. Ya no calman sus vsceras con el caviar y el quianti. La antropofagia sed en otra piel renuevo Aquel Provoca Risas, descansa en el gemido mientras canibaliza, lento, su propio cuerpo.

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Corvus corax
Cuervo del alambrado y el misterio, pasajero sombro de la muerte: va el Pjaro Cadver, ciego, inerte, trajeado de noche y cementerio. En lpidas de mrmol ve su imperio, los huesos de la tierra son su suerte. La bruma del infierno le despierte en sogas donde amarre el cautiverio. Insistes en tocar en mi ventana Con alas desplegadas, carcomidas, que arropan con su glida caricia. Y yo, desde la carpa cruel, insana, convierto todo en negro como un Midas, en aras del deleite y la inmundicia.

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Ral Castillo Soto

El autor

al Castillo Soto nace en San Juan, ciudad capital de Puerto Rico. Obtiene un Bachiller en Psicologa, Universidad Interamericana de PR (1981); y la Maestra en Trabajo Social de la Universidad de Puerto Rico (1989). Al presente se desempea como trabajador social en el Distrito Escolar de Trenton, New Jersey. Su incursin en la literatura ha sido reciente. Cuenta entre sus influencias en la poesa a Miguel Hernndez, Rubn Daro, Luis Pals Matos, Julia de Burgos, Jos Gautier Bentez, Gustavo Adolfo Bcquer, Jos ngel Buesa, Charles Bukowski, y Jorge Luis Borges. Sus escritos han sido publicados en diarios, semanarios y en diversos foros de la Red.

Press, Trenton, NJ; es adems, autor del libro de cuentos cortos Despertares (2008; indito) donde figuran los cuentos: Rutina (Claridad; 2007) El inventario de los ligones, y El manilo entre otros. Recientemente publicado Caminos de luz: sueos en 3 actos junto a los poetas espaoles Ramn Carballal y Pedro Ferreira que incluye el poemario Noctambulo de diez espacios, premiado con un Segundo Accsit, por el Circulo de Cultura Panamericano con motivo del XXIX Certamen Internacional Eugenio Florit (2008)

Matices (2007), Editorial Gnesis, Buenos Aires, Argentina; Otras publicaciones incluyen: Voces bajo la carpa (2009), LyricSpan

Su primera publicacin en la poesa fue como parte del poemario

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