Reglas de Descpliegue Emocional PDF
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Proyecto acadmico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
Resumen
En la presente investigacin se adapt un procedimiento de evaluacin de Reglas de Despliegue Emocional (RDE), basado en escenarios hipotticos y se
aplic a una muestra de once nios (hombres) con
una edad promedio de 9 aos. Slo uno de los onceparticipantes us RDE y los restantes mostraron un
patrn inconsistente de respuestas en cuanto a coherencia entre la emocin sentida y la accin reportada, la preferencia por comunicar o no la emocin
sentida y la justificacin para comunicar o enmascarar la emocin. Se discuten las implicaciones del uso
de escenarios hipotticos y se seala la pertinencia
de involucrar el concepto de conducta gobernada por
reglas en el diseo de estrategias de evaluacin de
los despliegues emocionales.
Palabras clave: reglas de despliegue emocional, conducta gobernada por reglas, emocin, eventos privados, evaluacin
Abstract
In this investigation an evaluation procedure of Emotional Display Rules (EDR) based on hypothetical scenarios was adapted and applied to a sample of 11
* Artculo de investigacin
** Correspondencia: Mara Isabel Rendn, Facultad de Psicologa. Grupo de Investigacin Psicologa, Salud y Calidad de Vida, Lnea de Investigacin
Bsica en Psicologa. Correo electrnico: mariarendon@usantotomas.edu.co Direccin Postal: Facultad de Psicologa, Universidad Santo Toms.
Autopista Norte Calle 209, Va Arrayanes, Km. 1.5 Bogot, Colombia.
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boys, mean age of 9 years. Just one of the 11 participants used EDR and the others showed an
inconsistent pattern of responses in terms of coherence between felt emotion and reported action, preference for whether or not to communicate the felt emotion and justification for communicating or masking the emotion. Implications inherent to the use of hypothetical scenarios are
discussed and the relevance of the concept of rule governed behavior in the design of strategies
intended to evaluate emotional displays is pointed out.
Key words: emotional display rules, rule-governed behavior, emotion, private events, evaluation
Introduccin
El inters por las Reglas de Despliegue Emocional
(RDE) surgi con los estudios de Ekman y Friesen
(1969), quienes propusieron el concepto para referirse a la necesidad de manejar la apariencia
de emociones particulares en situaciones particulares (p. 137).
En los aos subsiguientes, las RDE se definieron
como prescripciones culturales, que se aprenden
en la infancia temprana a travs de la socializacin e influyen en la expresin emocional dependiendo de lo que en una cultura se haya caracterizado como aceptable o inaceptable, de modo
que estas reglas implican el uso de expresiones
faciales que discrepan del estado emocional subyacente (Safdar et l., 2009). En otras palabras, la
emocin experimentada se enmascara fingiendo
una emocin diferente o no expresando ninguna
emocin (Saarni, 1984). Adicionalmente, suponen
responder en trminos de metas interpersonales
que tienen implicaciones para relacionarse con
otros (Saarni, 1981; Jones, Abbey & Cumberland,
1998), ya que regulan los intercambios y su funcin social resulta particularmente evidente si
se tiene en cuenta que la sustitucin o enmascaramiento de las emociones se da nicamente en
presencia de otros (Safdar et l., 2009; Zaalberg,
Manstead & Fisher, 2004).
Se ha reportado que desde la edad preescolar
existe cierto control del despliegue emocional
(Cole, 1986), as como comprensin de motivos
subyacentes al uso de RDE Misailidi, 2006). Desde
los diez aos en adelante, los nios usan RDE con
mayor frecuencia y espontneamente, y su razonamiento para usarlas se va complejizando en la
medida en que comprenden las expectativas sociales (von Salisch, 2001).
14
Por todo lo anterior, el estudio de las RDE reviste especial importancia en la comprensin
de la competencia social infantil, en la medida
en que dichas reglas facilitan interacciones prosociales (Rendn, 2007). De aqu que una mejor
comprensin de estas reglas permitira optimizar
prcticas de evaluacin e intervencin tendientes a instaurar o mejorar repertorios deficientes,
o a promover el despliegue de los mismos en el
curso natural de las interacciones. Para lograr
estos propsitos se requieren procedimientos de
evaluacin vlidos, confiables y pertinentes; no
obstante, pese a la popularidad del concepto de
RDE, se han desarrollado pocas estrategias para
estudiarlas directamente (Safdar et l., 2009). La
investigacin en este campo se ha caracterizado
por la falta de consenso en cuanto a los procedimientos de evaluacin ms apropiados, debido al
debate en torno al uso de escenarios hipotticos
o interacciones en vivo.
Las estrategias basadas en el uso de escenarios hipotticos parten del supuesto de que las respuestas de los nios corresponden a los pensamientos
y comportamientos que mostraran durante interacciones en vivo; sin embargo, no siempre se da
tal correspondencia y el uso de estos escenarios
resulta problemtico porque la intensidad de la
emocin evocada suele ser menor que la experimentada en una situacin real (McDowell, ONeil
& Parke, 2000; Underwood & Bjornstad, 2001).
Pese a estas limitaciones, la investigacin en este
campo ha privilegiado el uso de escenarios hipotticos, argumentando que stos constituyen una
estrategia de evaluacin razonable en la medida
en que resulta costoso y dispendioso arreglar el
tipo de situaciones en vivo requeridas para inferir
el uso de RDE. Adems, se supone que los escenarios pueden facilitar la distincin entre emocin
sentida y emocin expresada, y suelen estar construidos de manera que representan verdaderas
normas sociales para la regulacin de la expresin facial (Jones et l., 1998). De hecho, algunos
investigadores recomiendan el uso de escenarios
hipotticos con base en reportes de correlaciones
moderadas pero significativas entre el comportamiento real y las respuestas frente al escenario
(vase Eisenberg, McCreath & Ahn, 1988). La prctica comn consiste en el uso de estos escenarios,
que se construyen con el propsito de ubicar al
nio en una situacin activadora emocionalmente para luego evaluar, mediante una entrevista,
hasta qu punto usa o no RDE (Jones et l., 1998;
Cole, Martin & Dennis, 2004; Misailidi, 2006; Zaalberg et l., 2004; McDowell & Parke, 2005).
Dada esta polmica sobre la mejor manera de
evaluar el uso de RDE, el propsito del presente
estudio fue adaptar un procedimiento de evaluacin basado en escenarios hipotticos, con el fin
de estimar de manera preliminar su pertinencia
como herramienta para valorar el impacto de intervenciones orientadas a fomentar el cambio en
patrones de uso de RDE.
Mtodo
Participantes
Se conform una muestra intencional no probabilstica de once nios (hombres), con una edad
promedio de 9 aos, estudiantes de bsica primaria de un colegio distrital en Bogot, de los cursos 1 (un participante), 2 (cinco participantes),
3 (tres participantes) y 4 (dos participantes). El
criterio de inclusin en la muestra fue el reporte de interacciones no conflictivas con pares, es
decir, se pidi a los maestros que remitieran estudiantes sin problemas conocidos de interaccin
con otros compaeros. Se pidi consentimiento
informado a los padres de los participantes.
Diseo
Se llev a cabo un estudio no experimental y descriptivo, con el fin de especificar las propiedades
del fenmeno sometido a anlisis y medir con la
mayor precisin posible, sin manipular variables
(Hernndez, Fernndez & Baptista, 2006). Especficamente, se describieron las propiedades psicomtricas de un procedimiento de evaluacin de
RDE, as como el fenmeno mismo de RDE con
base en los datos obtenidos.
Procedimiento
La evaluacin de RDE se llev a cabo para situaciones evocadoras de ira y tristeza, ya que stas
se consideran altamente probables en las interacciones cotidianas entre pares (Diener & Kim,
2004; Ladd & Burgess, 2001). El procedimiento
de evaluacin constituy una adaptacin del empleado en los estudios de Jones et l. (1998) y
Underwood, Coie y Herbsman (1992), y const de
las etapas descritas a continuacin.
Validacin de contenido: se someti el procedimiento a evaluacin por parte de tres jueces
(un experto en emocin, un experto en evaluacin clnica y un experto en psicometra), quienes
emitieron un concepto en trminos de pertinencia de los contenidos en funcin de antecedentes
tericos y empricos, suficiencia de las preguntas
para cumplir con los propsitos de la evaluacin
y coherencia con supuestos asumidos. Los tres
jueces valoraron positivamente el procedimiento
en los tres criterios y sugirieron cambios en la
formulacin de algunas preguntas para facilitar la
comprensin por parte de los nios. Se efectuaron los ajustes sugeridos para obtener la versin
definitiva que finalmente se aplic.
15
16
primaria. Esta fase tuvo como propsito garantizar que los escenarios evocaran la emocin que
supuestamente podran evocar (ira o tristeza). Se
seleccionaron los dos escenarios en los que se registr un acuerdo del 100% en cuanto a las emociones evocadas. En los escenarios restantes se
registr un acuerdo del 90% (sobre estas mismas
emociones), pero stos fueron excluidos del estudio. Los escenarios elegidos fueron: 1) Imagnate
que ests en el colegio a la hora del recreo y se te
acerca un nio de tu curso que no te cae bien. Te
pide que lo dejes jugar con tu carrito y t le dices
que no. Entonces, el nio te quita el carrito, lo
tira al piso y empieza a patearlo, 2) Imagnate
que ests con unos amigos y quieren jugar ftbol. T eres el dueo del baln y por eso quieres
mandar en el juego y ser el capitn del equipo,
pero otro nio empieza a mandar y a hacer con el
juego lo que l quiere.
Entrevista. Se introdujo la actividad diciendo al
nio: Vamos a hacer unos juegos con estas cosas
que ves aqu en la mesa. Te voy a mostrar unos
dibujos y unas figuras y te voy a hacer algunas
preguntas. Esto no es un examen, as es que no
te preocupes.
Antes de plantear los escenarios hipotticos se entren a los participantes en el uso de las tarjetas
de expresiones faciales externas y sentimientos
internos (previamente validadas en la etapa 1).
En las tarjetas de expresiones externas aparecen
expresiones faciales de alegra, tristeza, ira y una
expresin neutral (Anexo 1), y en las tarjetas de
sentimientos internos aparece un nio sin expresin facial, pero con una de cuatro expresiones
(alegra, tristeza, ira y neutral) dibujadas en su
pecho (por dentro).
Se dispusieron en la mesa las tarjetas de sentimientos internos al azar y se dijo al nio: estos
dibujos muestran cmo se siente por dentro este
nio, aunque, como puedes ver, no tiene ninguna
expresin en su cara, por eso podemos ponerle
una carita de stas que tenemos ac (tarjetas
de expresiones externas). Aqu, el nio por dentro se siente feliz y su cara se ve feliz (haciendo corresponder la tarjeta de expresin externa
de alegra encima del rostro en blanco del dibujo
haba coherencia si el nio reportaba que hara o dira algo incongruente con la emocin
sentida, es decir, algo que no necesariamente
contribuye a eliminar el obstculo (e.g. rer).
Con el fin de minimizar el riesgo de que el
nio usara prematuramente una RDE, la pregunta se formul en trminos de lo que el
nio hace habitualmente cuando experimenta
la emocin reportada en el punto 1, y no en
trminos de qu haras?.
3. Te gustara que ese nio se diera cuenta de
que te sientes (sealando el dibujo escogido
por el nio y mencionando la emocin reportada con sus propias palabras)?: esta pregunta
evala la preferencia del nio por comunicar
o no la emocin sentida. Las respuestas si,
no y no s se emplearon en el anlisis.
4. Por qu te gustara/no te gustara que ese
nio se diera cuenta de que te sientes
(sealando el dibujo escogido por el nio y
mencionando la emocin reportada con sus
propias palabras)?: esta pregunta evala las
justificaciones del nio para su decisin. Si
despus de unos segundos el nio no responda, se pasaba a la pregunta 5 o se suspenda la entrevista, segn el caso. Si responda
espontneamente a la pregunta con varias
justificaciones, se codific nicamente la primera. Las respuestas se clasificaron en las siguientes categoras mutuamente excluyentes
(Jones et l., 1998):
a) Justificaciones orientadas prosocialmente
(referencia a los sentimientos o bienestar del
otro e.g. porque se sentira muy mal).
b) Justificaciones orientadas al mantenimiento de la norma (se enfoca en reglas o convenciones sociales e.g. porque los amigos no
pelean).
c) Justificaciones orientadas hacia la autoproteccin (implican principalmente la intencin
de no tener problemas o evitar consecuencias aversivas para s mismo e.g. si se da
cuenta de que estoy bravo se burla de m).
d) Justificaciones no codificables (el nio no
responde a la pregunta o la explicacin que
17
Tabla 1.
Combinacin de posibilidades de respuesta a los escenarios hipotticos para inferir uso de RDE
Combinacin
posible
Respuesta en
la pregunta 2
Respuesta en
la pregunta 3
Respuesta en la
pregunta 4
Coherencia
Cualquiera de las
justificaciones
No
Cualquiera de las
justificaciones
2
Coherencia
3
4
Coherencia
NS/NR
5
6
No coherencia
Cualquiera de las
justificaciones
Cualquiera de las
justificaciones
7
No coherencia
No
8
9
No coherencia
NS/NR
10
11
NS/NR
Cualquiera de las
justificaciones
No
Cualquiera de las
justificaciones
13
14
NS/NR
15
18
Cualquiera de las
justificaciones
12
NS/NR
Cualquiera de las
justificaciones
NS/NR
Cualquiera de las
justificaciones
Respuesta en la pregunta 5
La entrevista se suspende cuando el
nio responde s en la pregunta 3
Emple
RDE?
No
Nota: en caso de que el nio reportara en la pregunta 1 dos emociones (e.g. triste y bravo) se
registr para anlisis nicamente la primera de
ellas. El signo ? denota uso incierto, es decir,
que no es posible afirmar con certeza si el nio ha
usado o no una RDE.
El cruce de respuestas arroja quince combinaciones posibles. Por ejemplo, en la combinacin 1
el nio reporta coherencia entre lo que sentira
y lo que hara, y le gustara que su interlocutor
se diera cuenta de cmo se siente, lo cual justifica en alguna de las maneras previstas. Dado
que responde s en la pregunta 3, se asume
que no emple una RDE (adems, la entrevista se
suspende luego de la pregunta 4 si contesta afirmativamente en la 3). Esto no se considera como
algo indeseable, ya que en muchas situaciones la
decisin de desplegar la emocin sentida puede
ser estratgica, caso en el cual se asume que operan mecanismos alternativos que no resultan de
inters inmediato para este estudio.
En las combinaciones 2 a 7 y 9 a 15 se considera que no existen elementos para sustentar una
inferencia sobre el uso de RDE, es decir, no es
posible afirmar con certeza si el nio usa o no
RDE; simplemente muestra o no coherencia en su
accin con respecto a la emocin sentida, decide
comunicar o no dicha emocin y elige o no una
expresin facial (igual o diferente), pero esta cadena de decisiones puede obedecer a mltiples
razones: lo hace al azar, la justificacin no est
suficientemente elaborada, o aunque le gustara
que el otro se diera cuenta de su emocin decide
enmascararla, etc.
La nica combinacin en la cual se expresa el
caso ms claro de uso de RDE es la 8; ya que no
existe coherencia entre la emocin reportada y la
accin emprendida, el nio no desea que el otro
sepa de su emocin y elige una emocin diferente
para enmascararla.
La entrevista se grab en video para ser codificada
por dos observadores independientes. Inicialmente, se llev a cabo un pilotaje del procedimiento
con 21 nios con edades de 7 (9.37%), 8 (18.75%),
9 (65.62%) y 10 aos (6.26%). El 9.37% de los nios
Resultados
Dos observadores independientes y ciegos a los
objetivos del estudio codificaron seis variables
para cada entrevista de evaluacin de RDE. Los
ndices de acuerdo obtenidos, superiores a .80
(vase Tabla 2), permiten concluir que se trat de
un procedimiento en principio confiable.
Tabla 2.
ndices kappa de acuerdo entre observadores en
las variables involucradas en la evaluacin de RDE
Variable
ndices kappa
Emocin sentida
1.0
Coherencia
.80
Preferencia
1.0
Justificacin
.87
1.0
Uso de RDE
.80
19
Tabla 3.
Respuestas de los participantes al escenario hipottico en la evaluacin de RDE
Variables
participante
Emocin
sentida
Coherencia
Preferencia
Justificacin
Emocin
enmascarar
RDE
Ira
No
No
Autoproteccin
Neutral
Ira
No
Tristeza
Ira
No
-----
Ira
No
Neutral
Tristeza
No
Tristeza
Ira
-----
No
Tristeza
Mantenimiento
norma
-----
No
Ira
No
Mantenimiento
norma
-----
Tristeza
No
-----
10
Tristeza
No
-----
11
Tristeza
No
Autoproteccin
-----
20
Discusin
En este estudio se adapt un procedimiento para
evaluar RDE con base en escenarios hipotticos
con el fin de valorar su pertinencia. A partir de los
resultados obtenidos surgen objeciones en cuanto
a la validez del procedimiento para evaluar este
fenmeno psicolgico. Aunque tericamente los
nios hacia los nueve aos muestran algn grado de control expresivo e incluso usan RDE (Cole,
1986; Fuchs & Thelen, 1988; Gnepp & Hess, 1986;
Jones et l., 1998; Saarni, 1984; Zeman & Garber,
1996), slo uno de los once participantes parece
haber usado RDE en sus respuestas al escenario
hipottico.
Esto podra deberse a que los nios del estudio se
encuentran en un perodo de desarrollo de RDE y
por este motivo en su uso predomin un patrn
incierto, lo cual tambin se evidencia en el hecho de que las justificaciones para enmascarar o
no una emocin se encuentran poco elaboradas.
Hallazgos similares se han reportado en estudios
previos segn los cuales entre los 5 y los 12 aos,
aunque se presenta una disociacin entre expresin y experiencia emocional, dicha separacin
se encuentra apenas en proceso de consolidacin
(von Salisch, 2001).
Por otra parte, se esperara que no existiera coherencia entre la emocin sentida (supuestamente evocada por el escenario) y la accin o verbalizacin reportadas; sin embargo, slo seis de los
once participantes se ajustaron a este criterio. En
el caso de aquellos que mostraron coherencia o
no respondieron, es probable que no hayan entendido las preguntas, que sus respuestas estn indicando un patrn incipiente de desarrollo de RDE
o que desde la pregunta 1 usaron una RDE verbal
(Ekman & Friesen, 1975; Gnepp & Hess, 1986; Zeman & Garber, 1996), es decir, que desde que se
ven enfrentados a reportar la emocin sentida,
la enmascaran o fingen una distinta en su reporte (aunque efectivamente el escenario hipottico
haya evocado ira o tristeza) porque siguieron una
regla segn la cual los nios no deben sentirse
de ciertas maneras en determinadas situaciones.
De haber sido as, probablemente reportaron en
la pregunta 1 una emocin coherente con la res-
21
respuestas a este tipo de procedimientos en funcin del gnero, de manera que en futuras investigaciones debe incluirse un estudio sistemtico
de esta variable.
Por ltimo, los procedimientos basados en escenarios hipotticos no parecen ser sensibles al hecho de que el comportamiento de los nios en
este tipo de pruebas probablemente est en s
mismo gobernado por reglas.
Las RDE se han estudiado principalmente en la
tradicin cognitiva, en la cual se establece una
distincin entre procesamiento cognitivo deliberado (effortful) y automtico. En el primer caso,
el uso de reglas estara controlado conscientemente (Reese, 1989), lo cual parece corresponder
con la concepcin de RDE, en la cual se atribuye
al nio la capacidad para: a) identificar una situacin como una instancia en la que es necesario aplicar una regla, b) desplegar la regla pertinente, y c) elaborar y reportar una justificacin
para el uso de la regla. No obstante, como afirma
Reese (1989), se puede exhibir una regularidad
en la ejecucin (i.e., saber cmo) sin ser capaz de describir la regularidad (i.e., saber qu,
saber la regla). Esta observacin sugiere la necesidad de una estructura conceptual diferente
para abordar el concepto de regla, lo cual resulta
particularmente evidente en el caso de las RDE,
ya que aunque en la literatura se ha reportado
que dichas reglas alteran la probabilidad de ciertos comportamientos, en la evaluacin no es fcil
identificarlas y mucho menos se ha propuesto una
explicacin acerca de cmo se aprenden y cmo
se pueden ensear en casos en los cuales estn
ausentes o son deficientes.
La idea de que las personas se hablan a s mismas y cambian como resultado de esas interacciones es muy antigua en la psicologa (Vaughan,
1989). Los analistas del comportamiento han
prestado especial atencin al concepto y existe
una gran variedad de propuestas tericas sobre
l (para un tratamiento en profundidad vase Hayes, Barnes-Holmes & Roche, 2001; Hayes, 1989;
Skinner, 1979; Ribes, 2000).
22
Las dificultades propias del uso de escenarios hipotticos para evaluar RDE podran sortearse si
se aplicara a su comprensin el concepto de conducta gobernada por reglas. Para efectuar esta
elaboracin conceptual se requiere asumir una
postura consistente sobre los eventos privados.
Dicha postura implica definir qu rol se va a conceder a estos eventos en las explicaciones causales del comportamiento (Moore, 1984), aunque
esto no elimina automticamente las dificultades
metodolgicas inherentes a la evaluacin de relaciones funcionales que implican conducta privada
(Taylor & OReilly, 1997).
Para sortear estas dificultades, Hayes, White y Bissett (1998) propusieron un mtodo para evaluar las
relaciones entre pensamiento y conducta verbal,
basado en la idea de que la mayora de las ejecuciones caracterizadas tradicionalmente como
cognitivas son en realidad conducta gobernada por
reglas en el sentido analtico del trmino.
El mtodo propuesto por estos autores se basa
en el uso del procedimiento de hablar en voz alta
durante la ejecucin de una tarea y supone una
serie de controles que permiten concluir que la
ejecucin ha sido gobernada por reglas, lo cual
exige demostrar que: a) la ejecucin hablando en
voz alta de manera continua es funcionalmente
equivalente a la ejecucin sin hablar en voz alta,
b) la ejecucin se altera funcionalmente cuando
se introduce cualquier modificacin en las instrucciones para hablar en voz alta, y c) el reporte
verbal producido en la condicin a, cuando se usa
posteriormente como una regla externa con otro
sujeto, altera su ejecucin. No obstante, como
afirman Taylor y OReilly (1997), los reportes verbales son insuficientes para probar la existencia
de una relacin funcional entre reglas auto-generadas y otras conductas, por lo cual, para concluir
que la relacin es funcional, se debe mostrar que
las reglas encubiertas varan sistemticamente
con el comportamiento.
En cualquier caso, no basta con identificar posibles reglas; es necesario identificar las variables
que las controlan y las relaciones conducta-conducta en las cuales participan (Hayes, 1986). Las
reglas auto-generadas no son variables indepen-
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