Hacienda Publica - Apuntes PDF
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Notas de economa
Contenidos
1. 1 Curva de demanda
2. 2 Introduccin
3. 3 Teora de la utilidad
4. 4 Cmo decidimos y elegimos
5. 5 La demanda de bienes
6. 6 Demanda individual de un artculo
7. 7 La ley de la demanda de pendiente negativa
8. 8 Demanda agregada para un artculo
9. 9 Oferta del producto individual de un artculo
10. 10 Oferta agregada
11. 11 Concepto de equilibrio econmico
12. 12 La elasticidad
13. 13 Elasticidad precio de la demanda
14. 14 Elasticidad precio de la oferta
15. 15 Utilidad total y marginal
Curva de demanda
Entonces la lnea que describe la relacin para un bien normal de la cantidad demandada
respecto al precio de dicho bien es con pendiente negativa. Pero si la cantidad
demandada est en funcin del ingreso de las personas, obviamente un incremento en el
ingreso conlleva un incremento en el consumo, siempre y cuando no se d el efecto
sustitucin de bienes. O bien un decremento en el nivel de ingreso trae una cada del
nivel de consumo del bien, aqu la relacin lineal es de directa proporcionalidad, lo que
significa que la pendiente de la funcin demanda es positiva (grfica 2).
Introduccin
La microeconoma se dedica al estudio de la empresa, entendida esta como la iniciativa.
Las leyes que rigen o explican su conducta deben ser concebidas desde dos sentidos:
desde dentro lo que toca a la eficiencia, y desde fuera que corresponde a su eficacia o
competitividad en su entorno, el mercado.
que la que proporcionara a una persona pobre. Como consecuencia de esto, quitando
esas mil pesetas al individuo rico y entregndoselas al pobre, la utilidad total de la
sociedad habr aumentado. El ptimo social se consigue cuando toda la riqueza est
repartida a partes iguales entre todos los individuos.
Muchos pensadores experimentaron dudas acerca de la posibilidad de realizar
comparaciones interpersonales de utilidad, pero fue Vilfredo Pareto el que ofreci una
alternativa que intelectualmente fue satisfactoria. Hay circunstancias en las que
podemos asegurar que la utilidad social total ha aumentado o disminuido.
El mejoramiento paretiano es todo cambio en el que algn individuo obtiene ms
utilidad sin que disminuya la utilidad de ningn otro.
Un ptimo paretiano es una situacin en la que nadie puede conseguir un aumento en su
utilidad total sin que ello implique disminucin en la utilidad de otro.
Por otra parte, el anlisis microeconmico de la empresa concibe al Hombre como
homo fber (el hombre que hace o fabrica), que es el hombre que transforma su entorno.
Bajo el mismo principio de Pareto se trata de representar en un modelo de la conducta
del productor la manera en que se eligen entre varias alternativas aquella que se
considera ptima en el sentido que logra el mximo nivel de produccin con el mnimo
de costos, dadas la destreza promedio imperante.
Con estas dos tesis se puede partir al agregado de las conductas individuales que dan pie
a las teoras de la oferta y la demanda, y con ello se tiene el caso de la comprensin del
mercado, al cual se le debe concebir en condiciones ideales de competencia perfecta, y
las reales o de competencia imperfecta, y la optimalidad de la empresa y su eficiencia en
la bsqueda de la mxima ganancia.
Los modelos econmicos tratan de representar o similar la realidad para poderla
comprender y son el principal fin til de llegar a controlar las variables de estudio. La
cuestin es que son simplificaciones de las interacciones entre las variables, y caen ante
supuestos muy restrictivos como idealisantes, por lo que comnmente se les descalifica
por simplistas, mecanicistas y reduccionistas. No obstante, el principal problema que
observa en la restriccin caeteris paribus. Tal concepto proviene del latn para indicar
que no obstante el cambio de las variables endgenas del modelo, esto es, las que
incluye nuestro estudio, lo exgeno, o lo que no comprende nuestro modelo permanece
constante, muchas veces este supuesto en la teora marginalista es el caso de aplicar una
derivada parcial a una funcin multivariable de tal manera que esta nos dir el grado en
que dicha variable observada influye en nuestra variable objetiva sin afectar al resto, o
bien descontando la influencia del resto.
Cteris pribus, frecuentemente escrita como ceteris paribus o cteris pribus, es una
locucin latina que significa permaneciendo el resto constante.
Ceteris significa lo dems o el resto, como en et ctera (y el resto) del que deriva la
palabra etctera. Par significa igual, como en la expresin castellana a la par.
En ciencias se llama as al mtodo en el que se mantienen constantes todas las variables
de una situacin, menos aquella cuya influencia se desea estudiar. Esto permite
Teora de la utilidad
Las escuelas sueca y austriaca aportan la teora subjetiva del valor a mediados del siglo
XIX. Esta corriente se contrapone a la teora del valor trabajo basada en los costos de
produccin.
Se debe concebir el concepto de un bien como aquello que es til, y es til en razn de
que nos beneficia puesto que satisface una necesidad.
Las tesis parten de concebir el valor como utilidad, que se define como el grado en que
un satisfactor puede saciar una necesidad, por lo que el valor es la apreciacin subjetiva
que el sujeto hace de las cualidades objetivas del objeto en funcin de la necesidades
que stas mitiguen en su bsqueda de saciedad, la misma que puede ser una necesidad
muy elemental tales como las fisiolgicas, como aquellas que Maslow trabaja en su
famosa pirmide de necesidades.
A la utilidad se le considera ordinal cuando las preferencias llevan una ordenacin
lgica jerarquizadas entre ellas:
Si A se prefiere a B y B se prefiere a C, por tanto A se prefiere a C.
No obstante en las preferencias humanas existe la llamada utilidad cardinal que
establece la lgica (no ordinal) siguiente:
Lo que se persigue al exponer la teora del consumidor como la teora del productor es
explicar la conducta individual de cmo las personas eligen o deciden la mejor eleccin,
que para el caso, la microeconoma trata de la bsqueda de la mejor eleccin de las
empresas en su toma de decisiones.
Una extensin de este anlisis es la Caja de Edgeworth donde se confrontan en ngulos
opuestos las curvas de indiferencia de un actor respecto a otro y se ve cmo de toda una
infinidad de posibilidades hay una que concilia la optimalidad buscada por ambos
actores. Esto es, el regateo que existe entre las partes de una transaccin econmica,
bien puede verse como el inters del comprador en adquirir la mayor cantidad de un
bien al menor costo, y la de un vendedor en vender la menor cantidad al mayor precio.
Ante sus restricciones presupuestales, donde coinciden ambos anhelos y concilian sus
intereses ante sus respectivas restricciones de presupuesto.
La demanda de bienes
La funcin demanda o curva de demanda es la lnea que describe la relacin existente
de la cantidad demandada de un bien respecto a factores que la influyen como es el
precio del propio bien, el nivel de ingreso del consumidor, los precios de bienes
relacionados como sustitutos, los gustos y las preferencias, la publicidad, la temporada y
la moda, el crdito, el nmero de plazos y la tasa de inters por dicho crdito, por citar
los principales factores que le influyen.
Una nota metodolgica importante en el anlisis econmico es que toda funcin
econmica en corto plazo se expresa de manera lineal, de la forma:
Y toda funcin econmica para el largo plazo se expresa como funcin potencia de la
forma:
Y = a Xb Zc Largo plazo
Grfica 1
Entonces la lnea que describe la relacin para un bien normal de la cantidad demandada
respecto al precio de dicho bien es con pendiente negativa (vase grfica 1). Pero si la
cantidad demandada est en funcin del ingreso de las personas, obviamente un
incremento en el ingreso conlleva un incremento en el consumo, siempre y cuando no se
d el efecto sustitucin de bienes. O bien un decremento en el nivel de ingreso trae una
cada del nivel de consumo del bien, aqu la relacin lineal es de directa
proporcionalidad, lo que significa que la pendiente de la funcin demanda es positiva
(grfica 2).
En el caso del mismo enfoque bivariado se puede observar que la relacin de demanda
con los precios que le son sustitutos es positiva o de directa proporcionalidad, por decir
si sube el precio del caf, aumenta el consumo de t.
Mientras que para el caso de bienes complementarios la relacin es negativa o de
inversa proporcionalidad, si sube el precio del azcar baja el consumo de caf y
viceversa.
Ahora bien, en un anlisis multivariado (es decir, donde las variables explicativas de la
cantidad demandada son varias, tales como el precio del propio bien, el nivel de ingreso
y el precio de un bien complementario), el sentido de la pendiente de la curva de
demanda depender en el corto plazo del peso de cada coeficiente que afecte
directamente a cada variable.
La demanda del mercado o demanda agregada para un bien o un artculo representa las
diferentes cantidades del mismo que demandan, a precios diferentes, todos los
consumidores durante un perodo especfico. De esta forma, la demanda agregada
depende de los mismos factores que influyen en la demanda individual y
adicionalmente, del nmero de compradores, lo cual puede afectar su disponibilidad.
Geomtricamente, la curva de demanda agregada se puede obtener sumando
horizontalmente todas las curvas de demanda individuales.
QO = 500 + 25 PA
Oferta agregada
La oferta de mercado u oferta agregada de un bien o un artculo representa la sumatoria
de las diferentes cantidades de un artculo que ofrecen, a diferentes precios, todos los
productores o proveedores de este bien o artculo en el mercado, durante un perodo de
tiempo especfico. La oferta agregada de un artculo depende de todos los factores que
condicionan la oferta de los proveedores individuales y, adems, del nmero de
productores del artculo presentes en el mercado.
Tomemos un ejemplo.
En este ejemplo, las cantidades demandada Qd y producida Qo son iguales (500
unidades) cuando el precio del artculo es de $40. El precio y la cantidad que dan lugar
al equilibrio se denominan, respectivamente, precio de equilibrio y cantidad de
equilibrio, los cuales se aprecian en la interseccin de las curvas de demanda y oferta
agregadas del artculo.
Cuando se conocen las funciones correspondientes a las curvas de oferta y demanda
agregadas, se puede obtener el precio de equilibrio al igualar las ecuaciones respectivas,
teniendo en cuenta que en la situacin de equilibrio las cantidades son demandada y
producida son iguales.
Tomemos el ejemplo ms simple, en cuyo caso las dos curvas corresponden a lneas
rectas:
Qd(P) = a + bP
Qo(P) = c + dP
En equilibrio:
Qd = Qo
La elasticidad
La elasticidad puede entenderse como la capacidad de reaccin de una variable en
relacin con cambios en otra. Este trmino mide la variacin porcentual que
experimenta una al cambiar otra. Estas variables son cuantitativas. Se recurre a este
concepto, propuesto por Alfred Marshall, para examinar la relacin entre precios y
demanda, o entre diversos factores que conciernen y afectan a la produccin.
La elasticidad precio de la oferta mide cmo la variacin del precio de un bien afecta a
la cantidad ofrecida de ese bien, cuando todos los dems factores permanecen
constantes. Se calcula dividiendo el cambio porcentual en la cantidad ofrecida por el
cambio porcentual del precio.
Contenidos
1. 1 Introduccin
2. 2 Delimitacin del sector pblico
estamos optando por una visin concreta de las funciones del sector pblico,
mientras que los modernos sectores pblicos han ido asumiendo funciones que
exceden el campo estricto de las necesidades no cubiertas a travs del mercado.
la accin del sector pblico, cubre un abanico de posibilidades tan amplio que
cualquier actividad desarrollada por el sector pblico sera objeto de nuestra
ciencia, con lo que estamos pasando de un enfoque objetivo a otro claramente
subjetivo, y la HP es entonces el estudio del comportamiento de un agente
econmico concreto.
Partiendo del concepto de Economa, como ciencia que estudia el modo de satisfacer las
necesidades humanas con recursos escasos de uso alternativo. Se distingue, entonces,
entre problemas de asignacin, distribucin, estabilidad y crecimiento y se define, a
partir de ellos, a la Hacienda Pblica como el estudio de las funciones realizadas por el
sector pblico en cuanto a la resolucin de estos cuatro problemas.
Ventajas de esta definicin:
Comparacin internacional
1. La importancia cuantitativa del gasto pblico en proporcin al PIB. La mayora
de los estados europeos destinan al gasto pblico ms del 45% de los bienes y
servicios producidos.
2. Los ingresos pblicos ordinarios, sobre el total de la renta generada. De cada
100 ganados, 40 o 50 se destinan al pago de diversos tributos.
3. En Espaa, el gasto pblico y los ingresos ordinarios en el PIB estn por debajo
de otras economas. Aunque hay quien defiende que la presin fiscal en Espaa
puede ser incrementada hasta la media europea, existen dos posiciones
complementarias que lo contradicen.
o Nuestro pas presenta un ndice superior de esfuerzo tributario al
detectado en otros pases.
o La presin fiscal ha aumentado a un ritmo muy superior al resto de los
pases, causando un crecimiento rpido de efectos negativos.
4. Situacin de dficit o supervit de las cuentas pblicas de los distintos pases
miembros de la Unin.
o Los datos de 2007 indican que aunque muchos pases de la Unin
Europea estn liquidados sus presupuestos con dficit, ste se va
reduciendo; dentro de ellos se puede hacer notar el caso de Espaa que
cierra sus cuentas en supervit.
o Paralelamente, se ha apreciado desde entonces una paulatina disminucin
de la deuda acumulada.
Contenidos
1. 1 Introduccin
2.
3.
4.
5.
6.
7.
2 Asignacin de recursos
3 Distribucin de la renta
4 Estabilidad econmica
5 Crecimiento econmico
6 Hay un tamao ptimo para el sector pblico?
7 Conclusin: proposiciones normativas y positivas en la Hacienda Pblica
Introduccin
Cul es el papel del Estado en las economas? Qu hace el SP y qu debera hacer?
Esta ltima cuestin se responde de dos formas:
Asignacin de recursos
Desde un planteamiento liberal, la de asignacin de recursos tienen una solucin simple:
dejar que la accin individual se exprese libremente en el mercado.
Los ciudadanos expresan sus preferencias demandando los distintos productos y las
empresas hacen patente sus posibilidades ofreciendo los bienes a distintos precios.
De este modo, la demanda y la oferta expresan los deseos de los individuos y el
mercado determina la cantidad y el precio que corresponde a cada bien o servicio.
Desde una perspectiva liberal, el nico papel que debe cumplir el Estado es el de proveer a la
sociedad de los bienes pblicos puros. Como stos son una cantidad relativamente pequea en
el conjunto de toda la produccin del pas, su funcin es muy limitada, y de ah que se le
denomine Estado mnimo, y, como no se puede cobrar un precio, el SP deber financiar estas
producciones a travs de los impuestos.
Distribucin de la renta
Desde un enfoque liberal, Bates Clark, considera que la regla de distribucin adoptada
por el mercado no solo es eficiente sino que adems justa. Nos dice que en condiciones
de mercado se emplea la regla de igualdad entre la retribucin obtenida y el valor del
producto marginal, de este modo, en el caso del factor trabajo tendramos que W = Px
PMgN donde, el salario (W) es igual a la productividad del trabajador (PMgN)
multiplicada por el precio del producto (Px).
Cuanto mayor sea la productividad del individuo o el precio de lo que fabrica, mayor
ser la remuneracin que percibir, de modo que cada uno recibir en proporcin a lo
que aportamos a la sociedad.
El planteamiento intervencionista en esta cuestin tiene una multiplicidad de orgenes.
Estabilidad econmica
Desde una visin liberal ante los problemas de estabilidad econmica parten de la
creencia: en las virtudes del mercado para resolver los problemas econmicos.
As, si existe paro ser porque no se deja que funcione libremente el mercado de trabajo
(si dejamos que el salario flucte libremente se garantizar que la demanda de trabajo =
a la oferta; de tal forma que no habr ningn desempleado). Si la economa est,
entonces, en el pleno empleo, la RN coincidir con el nivel de RN de pleno empleo, sin
que un aumento de precios pueda hacer crecer el total de bienes y servicios producidos.
De esta manera, las polticas fiscales o monetarias de los distintos gobiernos son
incapaces de aumentar el nivel de renta o el empleo y el Estado har bien en abstenerse
de adoptar estas decisiones con tal finalidad.
La poltica monetaria, puede afectar sustancialmente al nivel de precios del pas: Ms V
=PY
Esta ecuacin adquiere mayor significacin cuando la velocidad de circulacin del
dinero (V) es constante y la renta nacional (Y) tambin. As, al incrementarse la oferta
monetaria (Ms), la nica posibilidad de ajuste es un aumento en el nivel de precios (P).
El monetarismo dinmico se define como: m = p + gY
donde m es la tasa de crecimiento en la cantidad de dinero, p es la tasa de inflacin y gY
el crecimiento en el nivel de renta.
En cuanto a los desequilibrios de las cuentas del sector pblico, el planteamiento liberal
excluye la posibilidad de esta cuestin, pues se ha afirmado, con exactitud que el
equilibrio presupuestario era la regla de oro de la Hacienda Clsica, que aplicaba al
sector pblico las mismas normas de comportamiento de un agente econmico privado.
El endeudamiento del Estado slo se justifica cuando se utiliza para financiar aquellas
inversiones pblicas lo suficientemente rentables como para generar ingresos con los
que pagar los intereses de la deuda y devolver la cantidad prestada.
La balanza de pagos tambin presentar una situacin de equilibrio si dejamos que el tipo de
cambio de las monedas se fije libremente en los mercados de divisas.
En este grfico, la demanda de divisas representa a los distintos grupos que desean
adquirir moneda extranjera y est compuesta, por tanto, por los importadores, por
quienes desean viajar al exterior o por las personas que estn interesados en comprar
ttulos extranjeros. Todos ellos acuden al mercado de divisas para comprar esas
monedas que les permiten, despus, adquirir los bienes, servicios o ttulos en los que
estn interesados. Naturalmente, su deseo de comprar estas cosas depender de
variables tales como el precio que tengan, los ingresos de que dispongan estos
ciudadanos, el inters que ofrezcan esos ttulos y, por supuesto, del precio de las
monedas extranjeras en pesetas, es decir, del tipo de cambio.
As pues, cuanto mayor es el precio de la moneda extranjera, ms caro ser para los
ciudadanos espaoles adquirir divisas y comprar en el exterior (la demanda de divisas
presenta la tradicional forma descendente).
Los oferentes de divisas, por el contrario, son los exportadores espaoles, que han
recibido moneda extranjera a cambio de sus productos, y las empresas (o el propio
sector pblico) que han vendido ttulos en el exterior. La oferta de divisa presenta una
forma creciente (cuanto mayor sea el tipo de cambio, ms rentable ser vender en el
exterior nuestros bienes, servicios o ttulos). De nuevo aqu debe tenerse en cuenta que
variables tales como el precio de los productos espaoles, el inters de los ttulos o los
ingresos de los ciudadanos extranjeros modificarn la oferta de divisas, es decir son sus
parmetros.
Crecimiento econmico
Los problemas de crecimiento econmico son aquellos que hacen referencia a las
posibilidades de aumentar la produccin de bienes y servicios a lo largo del tiempo. Si
esta capacidad de produccin depende de la cantidad de recursos de que dispone el pas,
parece lgico centrar los temas de crecimiento en el examen de las causas que explican
un aumento en los recursos.
Los recursos se resumen en tres factores fundamentales: la tierra (L), el trabajo (N) y el
equipo capital (K). El factor que ms inters ha despertado ha sido el capital. Se define
la Inversin como el incremento en el equipo capital de una economa (de ah que el
estudio de los problemas de crecimiento est unido al anlisis de los procesos de ahorro
e inversin).
Qu respuesta se da desde una perspectiva liberal a los problemas de crecimiento
econmico?
El mercado es capaz de solventar esta cuestin:
Basta con aceptar que los ciudadanos ofrecen sus ahorros en los mercados
financieros; y,
que las empresas demandan tales fondos para financiar sus proyectos de
inversin.
Es lgico suponer que cuanto mayor sea el tipo de inters que se ofrece, mayor la
disponibilidad a ahorrar de los ciudadanos.
Y que cuanto ms alto sea el tipo de inters, menos proyectos de inversin llevarn a cabo los
empresarios, pues si, por ejemplo, se debe pagar un 10% por tomar dinero prestado, se exigir
una rentabilidad del proyecto de inversin superior a esa cifra para realizarlo. De esta manera,
tendremos una situacin como la descrita en la Figura 2.4.
Hay prescripciones muy distintas sobre cul debe ser el tamao del sector pblico. Segn la Fig
2.6, el tamao ptimo del SP se encontrara en aquel nivel donde el coste sufrido es igual al
beneficio que se obtiene, del mismo modo que el equilibrio del mercado, se alcanza donde la
demanda iguala a la oferta.
Contenidos
1. 1 Introduccin
2. 2 La teora del Estado y de las Constituciones
3. 3 Votantes, polticos, grupos de presin y funcionarios
1. 3.1 Los votantes
2. 3.2 Los polticos
3. 3.3 Los grupos de presin
4. 3.4 Los funcionarios
4. 4 Las teoras sobre el crecimiento del gasto pblico
1. 4.1 Explicaciones basadas en la demanda de gasto pblico
2. 4.2 Justificaciones basadas en la oferta de gasto pblico
3. 4.3 Un enfoque basado en la interaccin demanda-oferta
Y a partir de este conocimiento ver las principales teoras que se han defendido para
explicar el crecimiento del SP. Para esta tarea, distinguiremos entre quienes atribuyen el
crecimiento del Gasto Pblico a presiones de la demanda de servicios suministrados por
el Estado, la de los partidarios de buscar en la oferta una explicacin para este fenmeno
y, por ltimo, en esta leccin, sintetizar ambos elementos.
Si la situacin se invierte y es B quien roba, entonces ser A quien no tenga tiempo para
cuidar a su ganado, debiendo reducir su rebao a 16 cabezas, de las que supondremos
que B le arrebata 7.
Tambin podemos suponer que ambos decidan robar.
En las circunstancias que acabamos de exponer, cul ser la estrategia que adoptarn
las dos personas? Podemos decir que la bsqueda del propio inters conducir a que
ambos intenten despojar al otro de parte de sus propiedades. Si ambos agentes
comienzan adoptando estrategias de robo, ninguno puede mejorar alterando
unilateralmente su comportamiento y la solucin reflejada en la casilla 3 sera estable,
aunque no sera ptima.
El conflicto que acabamos de describir explica por qu A y B pueden decidir que exista
un tercero (el Estado) que se ocupe de proteger sus propiedades y castigue las
infracciones contra sus derechos, siempre y cuando este tercer agente no exija a cada
uno de los dos agentes econmicos un pago por sus servicios mayor de 300 u.m. y
garantice, por su propia existencia y eficacia de sus servicios, que nadie atentar contra
las propiedades que los ciudadanos encomiendan a su tutela.
Los votantes
Cuando se intenta dar una interpretacin econmica a decisiones como las de ejercer el
derecho al voto o recabar informacin para que tal derecho se ejercite de un modo ms
reflexivo, nos tropezamos con dos tipos de dificultades.
Este economista considera: que la accin del votante (R) depende de la probabilidad de
que su comportamiento afecte al resultado de la eleccin (), de los beneficios que les
reporte el hecho de que gane el grupo poltico que prefiere (B), de los costes que le
imponga acudir a las urnas, en trminos de las actividades a que debe renunciar para
ejercer su voto (C) y, de los beneficios que le produzca el mero hecho de participar en
el proceso electoral, en trminos de propia satisfaccin o procedentes de la aprobacin
de tal comportamiento por parte del grupo social al que pertenezca (D). En estas
circunstancias se propone la siguiente funcin para explicar que el votante acuda o no a
ejercer su derecho:
R=B+D-C
Los polticos
Si en el caso de los votantes se trataba de explicar por qu estarn dispuestos a dedicar
parte de su tiempo en recabar informacin y ejercer el derecho al voto; respecto al
comportamiento de los polticos, la cuestin es ms sencilla, pues la presencia de un
nmero limitado de partidos, disputando un mercado de votantes potenciales, tiene
parecidos con la situacin que se califica en los estudios de Microeconoma como de
oligopolio. Sea cual sea el motivo, lo cierto es que el dirigente poltico o su partido,
pretendern hacer mximo el nmero de votos.
Conclusiones:
Los funcionarios
Cuando se analiza el comportamiento de los funcionarios, que son quienes acaban
proveyendo los bienes y servicios de la actividad pblica en buen nmero de casos, la
referencia obligada son las aportaciones de Niskanen, quien formula su modelo
distinguiendo entre el burcrata y la agencia que le entrega los fondos para su labor,
ya sea sta el Parlamento o el responsable poltico de un rgano de la Administracin.
El anlisis de Niskanen considera que existe una diferencia entre la informacin
disponible para la agencia y para el funcionario. La agencia slo observa el nivel de
servicio pblico suministrado y asigna el presupuesto, B, considerando que existe una
relacin entre ste y la calidad del servicio prestado, pero desconoce el coste de entregar
las distintas unidades de bienes o servicios pblicos.
La ley de Wagner
o considera que el desarrollo econmico del pas impulsa presiones
crecientes por parte de la sociedad a favor de un aumento del gasto
pblico, por dos tipos de razones:
1. Las sociedades ms desarrolladas son tambin ms complejas con
mayor nmero de conflictos entre sus miembros, lo que exige una
mayor intervencin del Estado en su solucin.
2. La caracterizacin de los bienes y servicios pblicos como bienes
superiores y elsticos, es decir, que la elasticidad-renta del gastos
pblico es mayor que la unidad, y de ah que al incrementarse la
renta, el deseo de que el gasto pblico sea aun mayor.
La teora del efecto desplazamiento - efecto inspeccin
Productividad-Precios.
o Baumol ha tratado de explicar cmo la confluencia de una demanda
rgida de gasto pblico y una oferta que se desplaza para reflejar costes
crecientes, puede explicar la tendencia al crecimiento del gasto pblico.
Si el coste salarial crece lo mismo, pero la productividad lo hace a un
ritmo ms bajo, el coste de provisin del servicio pblico aumenta, lo
que se representa con el desplazamiento de la oferta hacia arriba. El
sector pblico est suministrando un nivel inferior de servicios pblicos
pero est incurriendo en un mayor gasto. Este fenmeno (enfermedad de
los costes de Baumol) se produce con mayor intensidad cuanto ms
inelstica sea la curva de demanda y cuanto mayor sea el crecimiento en
los costes de la provisin de los servicios pblicos.
Los hechos
Existen dos motivos por los cuales las leyes de presupuestos pueden darnos una visin
inexacta de la realidad sobre la evolucin real del gasto pblico en nuestro pas:
1. El primero es que, debido al proceso de descentralizacin que ha vivido nuestro
pas, una buena parte del gasto pblico se lleva a cabo fuera de la
Administracin Central del Estado, y deberamos utilizar por ello datos que
reflejan la evolucin del gasto del conjunto de las Administraciones Pblicas.
2. El segundo hace referencia a que las diferencias entre el gasto inicialmente
presupuestado y el que realmente se realiz es tal, que sera lgico preguntarse
para qu sirven los presupuestos, teniendo que hacer uso de los datos
suministrados en los diversos informes econmicos del Banco de Espaa.
Si analizamos lo sucedido en Espaa desde 1980, se aprecia un fuerte crecimiento en los
gastos, casi diez puntos entre 1980 y 1986. Este incremento de los gastos no se ha visto
acompaado por un aumento paralelo de los recursos, de tal manera que las cifras de
dficit pblico se disparan a partir de 1982.
Igualmente, se comprueba que los intentos de controlar el gasto pblico y, por tanto, el
dficit pblico, no son duraderos.
A partir de 1995 la situacin ha cambiado sustancialmente, tal mejora se puede
sintetizar en la notable reduccin del dficit pblico, que pasa de ser un 6,63% del PIB a
casi alcanzar el equilibrio presupuestario en el 2003 y supervit a partir de esa fecha.
Los datos, adems reflejan que estos resultados se han alcanzado ms por una paulatina
reduccin del gasto pblico que por un aumento en los ingresos del sector pblico.
3.
4.
5.
6.
La evolucin reciente, desde 1995 a 2008, del gasto pblico permite corroborar algunas
de las tendencias sealadas en los prrafos anteriores. A partir de 1996 se ha producido
una ms que significativa reduccin del gasto pblico en nuestro pas, coincidiendo con
un cambio en la orientacin poltica del pas. La mejora en los datos de la tasa de
desempleo reduce el pago de prestaciones por desempleo, y la bajada de los tipos de
inters reduce la carga de los intereses de la deuda.
Por otro lado, el propio crecimiento en el empleo permite obtener recursos adicionales
no slo a travs de la imposicin directa sino tambin a travs de las cotizaciones
sociales, en este sentido debe recordarse que la capacidad de financiacin de la
Seguridad Social permite cubrir las necesidades de financiacin de la Administracin
Central.
04. El Presupuesto
Contenidos
1. 1 Introduccin
2. 2 El concepto de presupuesto
3. 3 El ciclo presupuestario
1. 3.1 La fase de elaboracin
2. 3.2 Fase de discusin y aprobacin
3. 3.3 La fase de ejecucin
4. 3.4 La fase de control
4. 4 Los principios presupuestarios clsicos
El concepto de presupuesto
El Diccionario de la RAE define el trmino presupuesto como Cmputo anticipado
del coste de una obra o de los gastos y rentas de una corporacin. Esta nocin de
presupuesto indica claramente que el elemento fundamental de la definicin es la idea
de anticipacin o provisin, tanto en lo que se refiere a los gastos por realizar, como a
los ingresos que se obtendrn para cubrirlos.
Si queremos ajustar el concepto para el caso del sector pblico, debemos incorporar, al
menos tres ideas fundamentales:
La forma jurdica que adopta. Los presupuestos del sector pblico adoptan una
forma jurdica concreta.
o En el caso de los PGE, deben aprobarse mediante ley, en los de las
Comunidades Autnomas por ley de sus respectivas asambleas
legislativas, en los entes locales por acuerdos del Pleno de las
corporaciones, y en el caso de las universidades, a su Consejo Social. En
todos hay una clara voluntad de que los representantes electos participen
en el proceso de decisin, debido a las implicaciones econmicas y al
hecho de que los ingresos pblicos se obtienen de una forma coactiva, la
sociedad debe estar presente a la hora de decidir su cuanta, distribucin
y asignacin a los gastos correspondientes. Esta exigencia se refuerza
con el hecho de que la ejecucin del presupuesto de un ente pblico est
sometida a un procedimiento de control especfico, que no es comparable
con el existente en el caso de las actividades privadas.
Las implicaciones econmicas que genera el presupuesto del sector pblico.
o El SP es el principal agente econmico de nuestro pas. De ah, que las
decisiones que adopta tengan un efecto muy importante sobre el resto de
los agentes sociales, ya sean empresas o economas domsticas. Con ello,
obvio, los ingresos del SP afectan a la renta disponible de los ciudadanos
El ciclo presupuestario
Se distinguen cuatro fases en el ciclo vital de los presupuestos, en las que el
protagonismo corresponde a cada uno de los poderes del Estado, siguiendo la
tradicional divisin de poderes, propia de los regmenes liberales democrticos. De esta
forma, diferenciamos las siguientes fases:
La fase de elaboracin
La iniciativa parte del Gobierno, quien atribuye la responsabilidad de la confeccin del
anteproyecto de ley de Presupuestos al Ministerio de Economa y Hacienda.
En cuanto al proceso de elaboracin, elementos fundamentales:
Resulta muy discutible que estas dos instituciones jurdicas tengan, en la prctica, el
calado que se les ha atribuido. En el caso de la limitacin del derecho de enmienda, es
ms relevante la cuestin de si el grupo poltico que sustenta al gobierno dispone o no
de mayora absoluta. Si tiene mayora absoluta no hace falta usar la facultad del
ejecutivo. Si no tiene la mayora absoluta, los grupos polticos que contribuyan a la
estabilidad del ejecutivo negociarn las enmiendas necesarias para darle su confianza.
En cuanto a la prrroga del presupuesto por rechazo del Parlamento, implica una
retirada implcita de la confianza en el ejecutivo y que debera abocar a la convocatoria
de nuevas elecciones generales.
La fase de ejecucin
Una vez que la ley de presupuestos ha sido aprobada por el Parlamento, se puede
proceder a su aplicacin. De ah que la ejecucin presupuestaria no sea ms que la
actividad de la Administracin dirigida a la realizacin de los ingresos y gastos
previstos en el presupuesto.
Cul es el grado de compromiso del ejecutivo con las disposiciones de esta norma
jurdica? En lo que se refiere a los gastos debe entenderse que el Parlamento autoriza un
nivel mximo de gasto pblico. Ello supone que no hay ningn impedimento para que el
ejecutivo lleve a cabo un gasto inferior al que le autoriz el legislativo y que, por otra
parte, existan procedimientos para corregir la cifra de gasto autorizada por el
Parlamento, cuando las previsiones fueron inexactas, en cuyo caso se habla de crditos
suplementarios, o cuando se debe afrontar un gasto inesperado, para el que no se haba
hecho previsin ninguna y, en este supuesto, se denominan crditos extraordinarios. En
la medida en que se produce un aumento de gasto por encima de lo autorizado
inicialmente, se debe aprobar mediante ley.
En cuanto a la vinculacin del ejecutivo con la previsin de los ingresos debemos
distinguir entre los ingresos ordinarios (fundamentalmente, pero no slo, los de carcter
tributario) y los extraordinarios (constituidos en su mayor parte por las emisiones de
deuda pblica). En el caso de los ingresos ordinarios, el presupuesto seala una
estimacin de los ingresos por percibir a travs de esta va, pero pueden producirse
errores de estimacin que generen una cifra inferior o superior a la prevista.
En cuanto a los ingresos extraordinarios el Parlamento marca un lmite mximo de
endeudamiento para el ejecutivo y, lgicamente, no sucede nada si no se llega a ese
nivel mximo; pero superarlo, exige autorizacin del legislativo a travs de proyecto de
ley.
Los condicionamientos de la actuacin del ejecutivo en cuanto a esta fase del ciclo
presupuestario se ha modificado con motivo de la aprobacin de las leyes de estabilidad
presupuestaria en el ao 2001.
La fase de control
En esta ltima fase del proceso presupuestario, podemos distinguir dos tipos de
instituciones con finalidades diversas: control interno y control externo parlamentario.
As pues, las funciones propias del TCu son la fiscalizacin de las cuentas del Estado y el
enjuiciamiento de la responsabilidad contable en que puedan incurrir quienes tengan a su
cargo el manejo de caudales o efectos pblicos. En el TCu existe la Seccin de Fiscalizacin y la
Seccin de Enjuiciamiento que se regulan en LOTCu 3/1982.
Principio de universalidad. El presupuesto debe contener todos los ingresos y todos los
gastos que se pretendan realizar.
Contenidos
1. 1 Introduccin
2. 2 Condiciones de eficiencia en la provisin de bienes pblicos puros
1. 2.1 Condiciones de eficiencia en la provisin de bienes
1. 2.1.1 Demanda de bienes privados
2. 2.1.2 Demanda de bienes pblicos puros.
3. 3 Monopolio y competencia imperfecta: las formas de regulacin del
monopolio
1. 3.1 No intervencin
2. 3.2 La legislacin antitrust
3. 3.3 El establecimiento de impuestos
4. 3.4 Fijacin de un lmite a los beneficios
4. 4 Los efectos externos y sus posibles soluciones
1. 4.1 Exigencia de responsabilidad extracontractual
2. 4.2 La regulacin administrativa
3. 4.3 Impuestos y subvenciones
4. 4.4 Permisos de emisin
Introduccin
Estudiaremos los diferentes fallos del mercado y la labor del SP para solventarlos:
Consideramos los bienes pblicos puros, donde la cuestin clave es determinar cules
son las condiciones ptimas en su provisin. La clave no es que los bienes pblicos
sean producidos por el sector pblico o por el sector privado, sino cmo se financia
esa produccin. En los bienes privados se hace a travs del pago de un precio de
mercado, mientras que en los bienes pblicos, donde no existe mercado, debe hacerse
mediante el pago de impuestos.
Para estudiar este modelo, supongamos, en primer lugar, que slo existen dos grupos de
demandantes, A y B, cuyas curvas de demanda son las contenidas en el grfico
siguiente:
A partir de estas dos demandas, es muy sencillo obtener la demanda total en el mercado.
Una vez comprobado esto, estamos en disposicin de obtener las condiciones de eficiencia en
la asignacin de bienes privados. Para ello, representamos en el grfico 5.3., las demandas de
los grupos A y B y la situacin del mercado (demanda total y oferta).
CMg = PE = PA = PB
QE = QA + QB
En el caso de los bienes pblicos puros, las cosas cambian substancialmente, porque no
es posible que A y B dispongan de cantidades diferentes del bien pblico, pues, al ser
un producto de consumo no rival, si A dispone de X unidades de bien pblico, B
obtiene simultneamente las mismas unidades de ese bien. En tales circunstancias, la
demanda total del bien pblico no puede calcularse sumando las cantidades. Aqu la
pregunta ser Cunto est dispuesto a pagar A por X unidades de bien pblico? Y
Cunto est dispuesto a pagar B por esas mismas unidades?. Una vez determinado el
precio mximo que entregaran ambos consumidores, podemos decir que la sociedad
estara dispuesta a pagar la suma de ambos precios.
La primera de las curvas de demanda nos informa de que para disponer de 5 unidades
del bien pblico, el consumidor A estara dispuesto a pagar 100 u.m. La segunda nos
dice que por esas mismas unidades, el demandante B pagara 70 u.m. En conjunto, la
sociedad formada por A y B pagara 170 u.m. Repitiendo la misma operacin para 11
unidades; A pagara 60 u.m. y B pagara 40 u.m. lo que nos da una cifra total de 100
u.m.
De esta forma, la demanda total de un bien pblico se obtiene sumando, para cada cantidad
posible, los precios que estn dispuestos a pagar los distintos demandantes. Dado que los
precios estn situados en el eje vertical del grfico, se dice que la demanda de un bien pblico
se representa sumando verticalmente las demandas individuales.
Una vez obtenida la demanda de bienes pblicos, podemos analizar las condiciones de
eficiencia en su provisin. Para ello consideremos el siguiente grfico, donde incluimos
las demandas de A y B, as como el hipottico mercado de estos bienes.
En este grfico se explica cmo se asignaran los bienes pblicos en el caso de que existiera un
mecanismo que sustituyera al mercado. En el punto de equilibrio se determina una cantidad
de 6 unidades de bienes pblicos a un precio de 150 u.m. Esas 6 unidades son las mismas para
el demandante A y para el B, el primero est dispuesto a pagar 85 u.m. y el segundo 65 u.m. y
la suma de ambos precios coincide con el precio de equilibrio del mercado. De esta manera,
podemos resumir las condiciones de eficiencia del modo siguiente:
QE = QA = QB
CMg = PE = PA + PB
Es decir, en el caso de los bienes pblicos puros, las condiciones de asignacin se invierten con
respecto a las estudiadas en el caso de los bienes privados. Si all la cantidad de equilibrio era
igual a la suma de unidades demandadas por los distintos consumidores, aqu es el precio de
equilibrio el que es igual a la suma de precios, y simultneamente, al coste marginal de
produccin. Por el contrario, la cantidad de equilibrio es la misma para los distintos individuos
que demandan el bien pblico.
Si el mercado fuera un monopolio, con los mismos costes que las empresas de
competencia perfecta, entonces, la empresa elegira la cantidad QM, correspondiente al
punto A donde el ingreso marginal se cruza con el coste marginal, vendera esa cantidad
a un precio PM y como consecuencia el consumidor vera reducido su excedente al
tringulo marcado por los puntos A, PM y el de interseccin de la demanda con el eje
vertical.
De esta forma el consumidor sufre una prdida de excedente que viene representada por
el rea del trapecio delimitado por PM, A, E y PC. Sin embargo, no toda esta prdida de
excedente para el consumidor representa un autntico coste social.
En efecto, el rea del trapecio puede dividirse en dos zonas:
(PM - PCP) QM
No intervencin
La legislacin antitrust
Esta alternativa tiene sus orgenes en dos tipos de leyes norteamericanas.
El establecimiento de impuestos
Esta alternativa consiste en dejar que el monopolista disfrute de su posicin de dominio
en el mercado pero, al mismo tiempo, someterle a un impuesto que permita al sector
pblico apropiarse de sus beneficios. De este modo, el excedente del consumidor que
haba obtenido el empresario podra serle devuelto, al menos en teora, a travs de la
accin del Estado. Esta solucin explica que algunos impuestos se hayan denominado
monopolios fiscales (como CAMPSA).
Una tendencia al despilfarro para aumentar los costes totales y rebajar as la cifra
de beneficios.
El empleo de equipo capital, en detrimento del factor trabajo. Tanto la
contratacin de trabajadores como la compra de nuevas mquinas aumentan el
coste y, por tanto, reduce los beneficios.
un precio PE donde la curva de demanda se cruza con la oferta que refleja los costes
marginales.
Desde el punto de vista social, las cosas son distintas. Si la produccin del bien que se
vende en este mercado genera daos al medio ambiente, entonces, para la sociedad, los
costes relevantes no son slo los que refleja la curva de costes marginales, sino que a
stos hay que sumarles los daos causados al medio ambiente. Se obtiene as, una nueva
curva de oferta que indica costes superiores a los que tendra en cuenta la accin
individual. En esas circunstancias, la cantidad ptima, QO, y su precio correspondiente,
PO, se determinaran por el punto de cruce entre la demanda y esta curva de oferta, tal y
como se indica con el punto A de la representacin grfica.
Comparando la solucin ptima con la de equilibrio en el mercado, comprobamos
fcilmente que en presencia de externalidades negativas, el libre juego del mercado
genera una produccin mayor que la que sera deseable desde un punto de vista social.
Por tanto, las diversas soluciones que se han propuesto deben valorarse de acuerdo con
su capacidad de reducir la cantidad vendida en el mercado, o lo que es lo mismo, sus
posibilidades de aumentar el precio de venta del bien.
La regulacin administrativa
Una segunda solucin corresponde a las diferentes normas, pertenecientes al campo del
Derecho Administrativo, que regulan las actividades nocivas, insalubres, o peligrosas.
En este caso, el sector pblico establece un lmite mximo a la emisin de agentes
contaminantes por parte del empresario, de tal modo, que si la empresa los supera puede
verse sometida a algn tipo de sancin administrativa.
La regulacin administrativa es eficiente, aunque tropieza con algunas dificultades:
Impuestos y subvenciones
Una ltima solucin consiste en la aplicacin de impuestos sobre aquellas empresas que
contaminan (normalmente se denominan ecotasas) o la concesin de subvenciones a
quienes incorporen tecnologas ms limpias en sus procesos de produccin.
Si el empresario causa un dao a la sociedad a travs de vertidos contaminantes debe
pagar un impuesto que compense a los ciudadanos. Se trata por tanto de una clara
atribucin de derechos de propiedad, de acuerdo con la cual, los ciudadanos tienen el
derecho a gozar de un medio ambiente limpio y quien vulnere ese derecho debe pagar
por ello quien contamina, paga. En cuanto a la eficacia de este sistema, deben hacerse
las siguientes consideraciones:
Permisos de emisin
Una alternativa innovadora en esta materia es la constituida por la creacin de un
mercado de permisos de emisin o de licencias transferibles. El fundamento de esta
tcnica se encuentra en el mismo anlisis que explicaba el pago de un impuesto: el
empresario no tiene ningn derecho a contaminar, y si lo hace se ve obligado a comprar
un permiso para realizar la correspondiente emisin de contaminantes. Hasta este punto,
el procedimiento tendra los mismos efectos, sobre el precio y la cantidad de equilibrio
que una ecotasa.
Sin embargo, el sistema que analizamos en este caso permite una flexibilidad mucho
mayor, y adems, nos facilita el uso simultneo de mecanismos ya analizados en
apartados anteriores. Para ello, explicaremos, con un ejemplo, cul sera el
funcionamiento de este sistema y hasta qu punto significa ventajas importantes sobre
otras posibilidades de actuacin pblica.
Supongamos que el objetivo del sector pblico es limitar el volumen de depsitos
contaminantes a una cantidad que se considera como un nivel mximo compatible con
la sostenibilidad del medio ambiente. Este mximo no depende slo de la actividad de
una empresa o de una industria concreta, sino que es funcin de la cantidad producida
Contenidos
1. 1 Introduccin
2. 2 Bienes preferentes y bienes prohibidos
3. 3 El derecho a la salud y la sanidad pblica
1. 3.1 Los efectos de la prestacin gratuita de los servicios sanitarios
2. 3.2 Centros pblicos y centros privados
4. 4 Estudio de la educacin
1. 4.1 Justificacin de la intervencin pblica
2. 4.2 Principales polticas en materia de educacin
1. 4.2.1 Centros pblicos
2. 4.2.2 Centros privados concertados
3. 4.2.3 El sistema de cheque escolar
4. 4.2.4 Los crditos avalados por el sector pblico
5. 5 El papel del sector pblico en la redistribucin: justificacin y medios
1. 5.1 La justificacin terica del proceso redistributivo
2. 5.2 El debate sobre los mecanismos de redistribucin
6. 6 Los salarios de insercin social y el impuesto negativo sobre la renta
Estudio de la educacin
En el anlisis de la educacin debemos cubrir dos tipos de cuestiones.
1. La justificacin del papel pblico en este terreno.
2. Las distintas formas que puede adoptar esta poltica estatal.
Si pensamos que papel del sector pblico se debe a una voluntad de redistribuir rentas,
entonces, se ha defender la gratuidad del sistema educativo. La gratuidad debera quedar
restringida a aquellas personas que carecen de los medios suficientes; por el contrario, si
el anlisis se hace en base a las externalidades presentes en la enseanza, la gratuidad
quedara ligada a la existencia de estos efectos externos, y, entonces, debera
ponderarse, en cada nivel de enseanza, hasta que punto estos efectos son relevantes.
Una forma fcil de considerar este ltimo aspecto se fundamenta en el mismo tipo de anlisis
que desarrollamos en el capitulo anterior al hablar de los problemas del medio ambiente. Para
ello, consideremos las situaciones representadas en la figura 6.1. En el panel de la izquierda se
considera el caso de la enseanza bsica, en la que los elementos redistributivos o de
externalidad positiva son muy acusados, lo que se indica por una gran discrepancia entre la
demanda DD, que refleja los beneficios individuales de quienes perciben los conocimientos
correspondientes, y la lnea SS que incluye, adems los beneficios sociales. Por el contrario, en
el panel B se representa grficamente la situacin de la enseanza universitaria en la que la
discrepancia entre beneficios sociales y los apropiados individualmente es muy poco
significativa.
En este sistema, coexisten los centros pblicos con los privados, si bien stos reciben su
financiacin con cargo a los presupuestos generales del Estado, al menos para cubrir
aquellos niveles de enseanza que se consideran obligatorios y gratuitos.
A cambio de recibir la financiacin pblica, el centro privado se obliga al cumplimiento
de determinadas normas en materia de organizacin interna del centro (por ej., creacin
del Consejo Escolar con participacin de padres, profesores y alumnos) o en cuanto al
proceso de seleccin del alumnado, en el que intervienen sobre todo consideraciones de
carcter geogrfico.
Al margen de las ventajas e inconvenientes que se deducen, por oposicin, de las
enumeradas en la alternativa anterior, se han citado algunas consideraciones
adicionales:
inters que, en su caso avalara el sector pblico. Una vez que esta persona encuentre un
trabajo, despus de su etapa de formacin, procedera a devolver el crdito percibido.
Aunque el planteamiento parece eficiente, hay dos razones que pueden dificultar su
puesta en marcha:
1. El peticionario del crdito puede pensar que sus posibilidades de encontrar un
trabajo que le permita devolverlo son escasas. En esas circunstancias, y salvo
que pueda recibir el respaldo de otras personas (normalmente sus familiares), no
se atrever a involucrarse en este tipo de operacin.
2. Si el Estado avala el capital y los intereses de los crditos de todos los
estudiantes que lo soliciten, se ver obligado a poner lmites en la cuanta o en
las condiciones para acceder a ello, pues, en caso contrario el gasto podra llegar
a ser excesiva.
slo una voluntad unnime de estos puede justificar cualquier redistribucin de los
recursos. Dicho en otros trminos, el sector pblico slo puede actuar cuando mejore la
situacin de algn miembro de la colectividad, sin empeorar la de ningn otro. Si
limitamos el campo de intervencin pblica a aquellos casos que obtengan un consenso
unnime, las posibilidades de accin redistribuidora son nulas en el caso de posiciones
iniciales que sean ptimos en el sentido de Pareto, pues un ptimo de Pareto es aquella
situacin en la que no podemos mejorar la posicin de un individuo sin empeorar la del
otro. Si el mercado en condiciones de competencia perfecta, nos acerca a situaciones de
ptimo de Pareto, el papel redistributivo del sector pblico es imposible.
Por ltimo, el anlisis de Rawls, para quien resulta imposible desvincular las actitudes
sobre la redistribucin de las posiciones iniciales de renta de cada uno de los individuos.
En efecto, si exigimos una votacin unnime para llevar adelante un proceso de reparto,
nos encontraremos con el veto efectivo de quienes, al poseer un alto nivel de ingresos se
vern perjudicados en el proceso. Si nos basta el voto mayoritario, y los que perciben un
nivel de ingresos ms bajo constituye un nmero superior a los privilegiados, los
sistemas electorales garantizan que se lleve a cabo esa redistribucin. Estas dificultades
llevan a Rawls a plantear el problema, como si pudiera suscitarse antes de conocer cul
ser nuestra posicin en la sociedad.
Imaginemos que preguntamos a los diversos individuos qu regla de distribucin se
aceptara, antes de conocer su futuro, o como dice Rawls bajo el velo de la ignorancia.
En estas circunstancias, ninguno puede excluir que le corresponda la peor posicin en la
escala social o econmica, y, por tanto, propondr en su inters, que se ayude al
mximo a quien se encuentre en la peor situacin. A esta propuesta se denomina criterio
maximin. As pues, el acuerdo unnime no procede de la solidaridad, ni una mayor
igualdad, sino en la bsqueda del propio inters particular.
S = M(n) - R
Donde:
De esta forma, si el preceptor tiene un R = 100.000 u.m. y se fija M(n) de 250.000 u.m.
el S = 150.000 u.m.
Este procedimiento tiene un grave inconveniente, que se conoce como trampa de la
pobreza. Supongamos que el perceptor (beneficiario) de la ayuda recibe una oferta que
le permite aumentar su renta hasta 200.000 u.m. trabajando ms horas.
Lgicamente, no tendr inters en aceptarla, pues si incrementa sus ingresos en esa
cuanta, ver reducida la ayuda hasta 50.000 u.m. con lo que sus ingresos totales no
cambiarn. De hecho, si renuncia a las 100.000 u.m. que obtena trabajando, seguir
teniendo los mismos ingresos totales, pues la subvencin del Estado aumentara en la
misma cantidad. Es decir, con este sistema, el preceptor de la ayuda no tienen ningn
motivo para insertarse en el mercado de trabajo, mientras el ingreso sea inferior al
mnimo preestablecido.
T = 0,20 (R-500.000);
Los datos contenidos en la tabla permiten comparar los dos sistemas de proteccin social.
Comprobamos que:
Por otra parte, y es un grave inconveniente del sistema de impuesto negativo sobre la
renta, no se garantiza un nivel de ayuda tan elevado a las personas ms necesitadas. Con
los datos del ejemplo utilizado, un mnimo exento de 500.000 u.m. y un tipo impositivo
del 20% la ayuda mxima entregada por el SP es de tan slo 100.000 u.m. lo que antoja
una cifra muy poco adecuada.
Obviamente podemos elegir un mnimo M que permita alcanzar la ayuda de 500.000
para quienes no perciben ningn ingreso. Se establece la cantidad necesaria, resolviendo
la ecuacin siguiente:
-500.000 = 0,20(0-M)
despejando obtenemos:
El problema es que con un mnimo exento tan cuantioso pueden plantear graves
problemas recaudatorios al sector pblico, que no ingresara ninguna cuota para quienes
estn por debajo de esa cifra y tendra que pagar a un nmero muy elevado de
ciudadanos. Si alteremos el tipo impositivo y empleamos un 40% en lugar de un 20%, el
valor M se reducira a la mitad, pero en tales circunstancias, los ciudadanos
consideraran a la presin fiscal como excesiva. Posiblemente, estas desventajas, en
trminos de recaudacin, explican por qu ningn pas ha llevado a cabo esta
experiencia.
Este tipo de programas tienen difcil justificacin pues el mercado podra dar
satisfaccin a los problemas que cubre la seguridad social. Tericamente, los
ciudadanos podran contratar con una compaa de seguros de carcter privado el riesgo
de que quedar desempleado o incapacitado para trabajar, pues tal contrato no ofrece ms
dificultades que las de asegurarse frente a la eventualidad de un accidente de trfico ni
de cualquier tipo de seguro de vida. En cuanto al problema del paro debe resolverse
dejando mayor libertad al mercado de trabajo. Respecto al sistema de pensiones, los
fondos de pensiones pueden satisfacer la misma necesidad que hoy cubre el sistema
pblico.
Desde un enfoque intervencionista
Se han criticado porque son un autntico impuesto sobre la creacin de empleo, que
perjudica a aquellas empresas que utilicen de un modo intensivo mano de obra. Se
defiende la sustitucin de la cuota empresarial por un aumento del IVA que no
discriminara a unas empresas frente a oras y que, adems, no perjudicara la
competitividad de las empresas espaolas, en la medida en que el IVA se devuelve al
exportar un producto.
Los efectos del sistema de reparto de las pensiones
Contenidos
1. 1 Introduccin
2. 2 Clasificacin de los ingresos pblicos
1. 2.1 Criterios
1. 2.1.1 Precios pblicos
2. 2.1.2 Tasas
3. 2.1.3 Contribuciones especiales
4. 2.1.4 Los impuestos
3. 3 Elementos bsicos de un tributo
4. 4 Clasificacin de los impuestos. Principales figuras tributarias
5. 5 Progresividad legal y progresividad real
1. 5.1 Progresividad legal
1. 5.1.1 Progresividad por clases
2. 5.1.2 Progresividad por escalones
3. 5.1.3 Impuesto proporcional con mnimo exento
2. 5.2 Progresividad real
6. 6 Los principios tributarios
1. 6.1 Principio de simplicidad
1. 6.1.1 Implicaciones del principio de simplicidad para el
diseo del sistema tributario
2. 6.2 Principio de suficiencia
1. 6.2.1 Implicaciones del principio de suficiencia
3. 6.3 Principio de equidad
1. 6.3.1 Nocin de equidad. Consideraciones
4. 6.4 Principio de neutralidad
1. 6.4.1 Para el diseo de un Impuesto sobre la venta de un
producto
2. 6.4.2 Para el diseo de un Impuesto sobre la renta
5. 6.5 La compatibilidad entre los principios tributarios
Criterios
1. Si los ingresos los obtiene el sector pblico de la renta del sujeto, estamos en
presencia de un ingreso ordinario (IRFP). Si el ingreso se obtienen del
patrimonio del ciudadano estamos en presencia de un ingreso extraordinario
(Deuda pblica). Este criterio de clasificacin no parece del todo correcto, pues,
si con la renta del sujeto adquiere deuda pblica sera un ingreso ordinario? Y
si el sujeto vende unas acciones para comprar deuda pblica estamos ante un
ingreso extraordinario?
2. Si los ingresos se obtienen de un modo peridico se consideran ordinarios. En
cambio, si el sector pblico los percibe de un modo eventual o transitorio se
catalogan como extraordinarios. Tal este sea el criterio ms fcil de emplear,
aunque dejara fuera algunos ingresos.
3. Un tercer criterio considera que los ingresos extraordinarios deben financiar las
inversiones pblicas, mientras que los ingresos ordinarios deben financiar los
gastos corrientes del sector pblico. Este principio clsico fue abandonado hace
aos y el criterio no es del todo til.
Ninguno de los tres criterios es totalmente convincente, y, por ello, parece lgico buscar
otros elementos de diferenciacin. En tal sentido, podemos considerar los dos
siguientes:
1. En los ingresos ordinarios del sector pblico no necesita autorizacin expresa
del Parlamento al aprobar la ley de presupuestos, pues la existencia de los
distintos ingresos ordinarios est prevista por una norma jurdica anterior. As la
ley del IRPF permite al SP obtener ingresos en el momento en que una persona
Precios,
Tasas,
Contribuciones especiales; y,
Impuestos.
Emisiones de deuda,
Venta de patrimonio pblico o privatizacin de empresas pblicas; y,
Acuacin de moneda (seoreaje).
Precios pblicos
Caractersticas:
Contribuciones especiales
Son tributos exigidos sin contraprestacin. Cuando el ciudadano paga un impuesto, ello
no le confiere el derecho a exigir algo concreto a cambio. Se rompe pues el nexo entre
lo que pago (impuesto) y lo que recibo a cambio (servicio pblico).
La determinacin del volumen de impuestos pagados por un ciudadano se basa en su
capacidad econmica: nivel de renta, su consumo o su patrimonio.
Hecho imponible:
o presupuesto jurdico o econmico que da lugar al nacimiento de la
obligacin de pagar el tributo.
Sujeto pasivo:
o persona natural o jurdica obligada al pago del tributo como
contribuyente o como su sustituto.
Base imponible:
o valoracin econmica del hecho imponible.
Base liquidable:
o es el resultado de restar a la base imponible las reducciones que se
establezcan en la Ley reguladora del impuesto.
Tipo de gravamen:
o cifra, coeficiente o porcentaje que se aplica la base liquidable para
obtener como resultado la cuota ntegra.
Cuota ntegra:
o es el resultado de aplicar el tipo impositivo a la base liquidable, salvo
que sea una cantidad fija.
Cuota lquida:
o es el resultado de restar a la cuota ntegra las deducciones en la cuota que
permite la Ley
Deuda tributaria:
o la constituye la cuota lquida ms los recargos, intereses de demora y
sanciones, que, en su caso, tenga que satisfacer el contribuyente
que se definen para un perodo de tiempo (la renta nacional o el consumo son variables
que se refieren a un ao, normalmente). Las de stock son aquellas que se definen para
un momento del tiempo (la riqueza o el patrimonio de una persona se establece en una
fecha concreta).
A partir de esas definiciones, podemos considerar que la imposicin sobre las dos variables
flujo permiten las posibilidades sealadas en la Tabla 7.1 De acuerdo del contenido de la Tabla
anterior, el sistema impositivo puede recaer sobre la renta o sobre el consumo, sin tener en
cuenta las condiciones personales del contribuyente, y en tal caso hablamos de imposicin
real, o tenindolas en cuenta, y en ese supuesto no referimos a las figuras tributarias como
imposicin personal.
La caracterizacin del IRPF como un tributo que recae sobre la renta global de los
ciudadanos ha cambiado en los ltimos tiempos. En tal sentido, puede apuntarse una
primera modificacin del IRPF, por la que la tributacin de las plusvalas y minusvalas
quedaba sometida a un impuesto distinto, aunque formalmente apareca dentro del
IRPF, y posteriormente, la ltima reforma del impuesto ha establecido un impuesto
sobre la renta de carcter dual, en el que todas las rentas procedentes del capital son
sometidas a un gravamen proporcional. Igualmente la cotizacin sobre los salarios que
paga el trabajador se puede considerar como un impuesto de producto sobre un tipo de
renta, que no tiene en cuenta la situacin personal del sujeto pasivo.
En cuanto al impuesto sobre el beneficio de las sociedades, sigue teniendo el carcter de
proporcional.
Por lo que se refiere a la imposicin sobre el consumo, estamos en presencia de figuras
tributarias de carcter real. Se sigue produciendo la coexistencia entre impuesto de
carcter general (ITE, IVA) y tributos especficos sobre determinados consumos
(hidrocarburos, tabacos y alcohol). A estos impuestos especiales, tambin conocidos
como accisas, se deben sumar el impuesto que recae sobre la matriculacin de
determinados medios de transporte, y el reciente impuesto sobre seguros privados.
Adems de esta distincin, el impuesto puede tener un carcter general, recayendo sobre la
totalidad del patrimonio, o bien sobre determinados elementos de la riqueza de una persona.
As, en el caso de la tributacin por la mera tenencia, distinguimos entre el impuesto sobre el
patrimonio neto, que recae sobre el conjunto de la riqueza neta del contribuyente de los
diferentes tributos que gravan algunos de los integrantes del patrimonio. En los impuestos
sobre la transmisin gratuita, o unilateral, de la riqueza, tambin podemos diferenciar entre
aquellos que gravan el total del caudal hereditario, antes de su distribucin a los herederos, y
los que se establecen sobre cada cantidad donada o heredada (impuesto de sucesiones y
donaciones).
En cuanto a los impuestos que recaen sobre la transmisin onerosa del patrimonio,
nuestro sistema tributario incluye el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y
Actos Jurdicos Documentados.
Progresividad legal
La progresividad legal se obtiene a partir de la relacin entre recaudacin y base
imponible, es decir, cuanto mayor es la base imponible mayor ser el tipo impositivo; o
lo que es igual sobre los conceptos de tipo medio y tipo marginal.
Si el impuesto no tiene un tipo impositivo, sino que la cuota es una cantidad fija, se
denomina impuestos de cuota fija o de capitacin.
La progresividad legal puede adoptar tres formas distintas:
Progresividad por clases
en este caso, todas las bases imponibles se agrupan en clases, a cada una de las cuales
corresponde un tipo impositivo que se aplica a la totalidad de la base. Es decir, sera lo
siguiente:
en este caso, cada base imponible se subdivide en tramos o escalones, a cada uno de los
cuales corresponde un tipo impositivo diferente. La cuota se obtiene multiplicando cada
porcin (o escaln) por su tipo y sumando las cantidades resultantes.
De acuerdo con esta tabla, si un contribuyente tuviera una base imponible de 6.100
euros pagara:
el tipo impositivo es constante, pero hay una porcin de la base imponible que est exenta de
gravamen.
Puede comprobarse que nos encontramos ante un impuesto progresivo por escalones
con dos nicos escalones, el primero entre cero y el mnimo exento y el segundo a partir
del mnimo.
A mayor base imponible mayor es el tipo impositivo. Su aplicacin es sencilla, slo hay
que eliminar el mnimo exento de la base imponible y aplicar el impuesto proporcional
correspondiente.
Progresividad real
La progresividad real se define a partir de la elasticidad-renta del impuesto, es decir:
ET,R = % T / % R
Principio de simplicidad
El principio de simplicidad indica que el sistema tributario debe ser sencillo y cmodo
tanto para el contribuyente como para la Administracin. La idea fundamental que
subyace a este principio es que el pago de los tributos genera dos tipos de costes para el
contribuyente:
1. Satisfacer el impuesto supone una reduccin de los ingresos disponibles para el
individuo.
Principio de suficiencia
El conjunto de impuestos debe ser capaz de generar recursos capaces de cubrir los
gastos del sector pblico.
Implicaciones del principio de suficiencia
Principio de equidad
El principio de equidad adquiere mayor importancia al ser el nico que recibe una
referencia directa del CE. La importancia que atribuye nuestra ley fundamental a esta
caracterstica del sistema tributario est plenamente justificada, al entenderse que los
valores superiores de su Ordenamiento jurdico son la libertad, la justicia, la igualdad y
la pluralismo poltico.
Nocin de equidad. Consideraciones
Principio de neutralidad
Indica que los impuestos deben alterar lo menos posible las decisiones de los agentes
econmicos. La idea fundamental es que los individuos eligen, de forma ptima,
utilizando los precios generados por el funcionamiento del sistema econmico.
Como estos precios se ven alterados como consecuencia de los impuestos, se pretende
que tales distorsiones sean mnimas.
El nico impuesto que no altera ningn precio relativo de la economa es el de cuota fija
o de capitacin. Sin embargo, un sistema tributario basado en este tipo de gravmenes
no cumplira con otros principios tributarios. En tal sentido, la neutralidad de un
impuesto se mide a partir del concepto de exceso de carga fiscal, cuya obtencin y
significado se parece mucho al concepto de coste social en caso de monopolio.
Para el diseo de un Impuesto sobre la venta de un producto
altura = impuesto = T = t P0
Base = Q
En estas circunstancias, el exceso de carga fiscal es tanto mayor:
3. Por ltimo, puede ocurrir que la privatizacin de las empresas pblicas rentables
permita al SP obtener ingresos superiores a los de la emisin de la deuda
pblica, cuando los mercados financieros consideren que una gestin privada
puede ofrecer mejores dividendos que los producidos por la administracin
pblica.
En el caso de los impuestos hemos visto que causa un coste de bienestar medido a
travs del exceso de gravamen. Del mismo modo, hemos visto cmo la emisin de
deuda pblica puede generar una carga que puede recaer sobre las generaciones futuras.
En el caso de la emisin de dinero el coste de este medio de financiacin se relaciona
con la influencia que tiene la cantidad de dinero sobre la tasa de inflacin del pas.
A partir de la ecuacin
= m - gY
nos dice que la tasa de inflacin () es igual a la diferencia entre el aumento porcentual
de la oferta de dinero (m) y la tasa de crecimiento de la economa (gY).
A partir de esta idea se pueden identificar los costes para la sociedad de este
procedimiento de financiacin extraordinaria. Consideraciones:
Contenidos
1. 1 Introduccin
2. 2 Las modalidades del impuesto sobre la renta y el problema de la
definicin de renta
1. 2.1 Imposicin de producto o cedular
2. 2.2 Impuesto sobre la renta extensivo
3. 2.3 Impuesto lineal sobre la renta
4. 2.4 Impuesto personal sobre el consumo
5. 2.5 La imposicin dual sobre la renta
3. 3 El tratamiento de las distintas fuentes de renta
1. 3.1 El tratamiento favorable de las rentas de trabajo
2. 3.2 El tratamiento de los dividendos
4.
5.
6.
7.
Introduccin
En este tema estudiamos los principales problemas que plantea la imposicin directa,
comenzando con el anlisis del Impuesto sobre la Renta de las Personas Fsicas (IRPF).
De un lado interesa determinar qu entendemos por renta, y, a partir de ah, sealar las
diferentes modalidades de este impuesto personal. Nos referiremos a cuatro problemas
bien conocidos: la unidad contribuyente, las rentas generadas en un plazo superior a un
ao, las rentas irregulares y el efecto de la inflacin sobre el impuesto. El segundo
tributo que es objeto de estudio es el Impuesto de Sociedades.
El anlisis de la imposicin directa concluye con las dos figuras tributarias que gravan
la tenencia de patrimonio y su transmisin gratuita. Finalmente, se consideran cules
son sus principales efectos econmicos de este conjunto de impuestos sobre las
principales decisiones de consumidores y empresarios.
aprueba en nuestro pas en 1978. Se trataba de sumar todos los ingresos del
contribuyente, sin establecer diferencias entre ellos, salvo las rentas de trabajo, que
reciban un trato favorable y la deduccin, muy limitada, para paliar la doble imposicin
de los dividendos. La tarifa tena un amplio nmero de tramos y un fuerte carcter
progresivo, lo que llevaba a establecer algn tipo de limitacin en cuanto al importe
total de las cuotas del impuesto sobre la renta y del patrimonio neto, cuyas
declaraciones se presentaban conjuntamente. Este planteamiento tiene sus mejores
apoyos en los principios de suficiencia y de equidad. En cambio, este modelo de
impuesto era ms dbil cuando se le valora desde los principios de simplicidad y
neutralidad.
Plusvalas y minusvalas
Ya hemos dicho que en la nocin de renta extensiva se incluyen las ganancias
(plusvalas) o las prdidas (minusvalas) obtenidas al transmitir un elemento del
patrimonio del sujeto pasivo. Aceptando este hecho, nos interesa estudiar si en todos los
casos estamos ante una autntica renta que deba ser incluida en la base imponible del
contribuyente.
Plusvalas y minusvalas discutibles
Esta tabla es vlida para todos los ejemplos del presente epgrafe.
Si no se modifica la tarifa, una renta de 33.000 euros en 2008 se ver sometida a un tipo
impositivo del 22,40%, cuando en realidad debera pagar el 21,64%. Si la tarifa no se corrige, el
contribuyente sufre un exceso de gravamen, denominado progresividad en fro o rmora fiscal.
El impuesto de sociedades
Justificacin
A la hora de justificar el impuesto sociedades podemos distinguir dos tipos de teoras:
1. La teora de la doble personalidad considera que la empresa mercantil tiene una
personalidad jurdica distinta de los socios, si existen dos personas jurdicas,
entonces tenemos dos capacidades contributivas distintas, que son gravadas por
dos tributos diferentes.
2. Para quienes proponen la teora del conducto, la sociedad no es sino una tubera
o conducto por la que determinados ingresos, los dividendos, llegan a personas
fsicas concretas (a los accionistas). Desde este punto de vista, parece poco
adecuado establecer un impuesto al comienzo del conducto, en la sociedad, y
otro distinto al final del mismo, en el socio. Argumentos en defensa de la teora
del conducto:
o El impuesto de sociedades existe porque si no habra una renta que no
estara sometida a ningn tipo de gravamen: el ahorro empresarial. Este
argumento es muy discutible por que el ahorro empresarial aumenta la
reservas de la sociedad y ello puede elevar el valor terico de las
acciones, lo que, a su vez, producir una plusvala que si est sometida al
IRPF.
o El impuesto de sociedades es una contrapartida que debe pagarse a
cambio del privilegio de la responsabilidad limitada de los socios que no
responden con su patrimonio personal de las deudas de la sociedad. No
es aceptable, pues existen sociedades mercantiles en las que este
privilegio no se concede, como las sociedades colectivas.
o El impuesto de sociedades es una forma de luchar contra el poder de las
grandes empresas que disponen de enormes recursos econmicos. Esta
argumentacin sera defendible si el impuesto de sociedades fuera
progresivo en vez de proporcional.
o El impuesto de sociedades es la contrapartida a los beneficios que
obtienen las empresas de la accin del sector pblico. No es un
argumento decisivo.
o El impuesto de sociedades es un instrumento de poltica fiscal. Este
argumento, unido a la capacidad recaudatoria del tributo y su escasa
perceptibilidad por el contribuyente, explican la pervivencia de esta
figura tributaria.
tp D
donde tp representa el tipo impositivo del IRPF y D los dividendos percibidos por el
socio.
Sin embargo, cuando coexiste el IRPF con el IS, la situacin cambia radicalmente. Por
un lado al socio ya no le llega un dividendo D, sino que ste queda reducido por el
impuesto de sociedades, tendramos:
(1- ts) D = D - ts D
Este dividendo es ahora sometido al IRPF, con lo que el contribuyente deber pagar:
tp (1 - ts) D
menor tipo impositivo de IRPF, es decir, para quienes perciben un menor nivel de renta.
Por ese motivo, se ha afirmado que este problema genera un componente regresivo en el
sistema tributario.
Para resolver el problema de la doble imposicin, los diferentes sistemas fiscales han
aportado un amplio catlogo de soluciones, que podemos agrupar en dos modalidades,
denominadas integracin total e integracin parcial.
En la integracin total
o el problema se resuelve suprimiendo el impuesto de sociedades y
presumiendo que la cifra total de beneficios ha sido percibida por los
accionistas. Estos integran estas cantidades en la base imponible del
impuesto sobre la renta y aplican la tarifa correspondiente.
En la integracin parcial,
o se mantienen los dos impuestos, pero se establecen normas especficas
para resolver o aminorar el problema de la doble imposicin de los
dividendos. Estas normas pueden introducirse en el impuesto de
sociedades como en el propio IRPF.
Si se opta por resolverlo en el impuesto de sociedades, el
legislador puede elegir entre diversas posibilidades:
Considerar a los dividendos como un gasto deducible para
calcular la base imponible del impuesto.
Establecer dos tipos impositivos diferentes en el
impuesto, uno muy alto para el beneficio no distribuido y
otro, muy bajo, para los dividendos.
En uno u otro caso, el resultado es que los dividendos no
sufren ningn gravamen en el impuesto de sociedades,
con lo que es imposible que se produzca la doble
imposicin. La principal desventaja de esta frmula es
que favorece que la empresa dedique a dividendos la
totalidad de los beneficios.
Si se elige resolverlo en el IRPF se dispone de varias
modalidades, entre ellas, permitir una deduccin en la cuota por
los dividendos percibidos, el sistema denominado avoir fiscal
que consiste en multiplicar el dividendo percibido (por el socio)
por un coeficiente de 1,40 (140%) y luego aplicar una deduccin
por el dividendo percibido (sistema que resuelve el problema) o
dejar exentos a los dividendos en el IRPF, al menos hasta cierta
cuanta, que es la solucin actualmente en Espaa, lo que
significa que esta renta no estar siendo gravada al 18% sino al
tipo impositivo de sociedades, que se prev reducir al 30%.
tp = tW / r
donde tW = tipo impositivo del impuesto sobre el patrimonio neto, tp = tipo impositivo
del impuesto sobre la renta de las personas fsicas; y, r = tipo de inters o rendimiento
del patrimonio en el mercado.
Por tanto, si el patrimonio se dedica a activos poco rentables, ser mayor el recargo
sufrido por el contribuyente en sus rentas de capital.
Las justificaciones para el establecimiento del IPN
Este tributo recae sobre la transmisin gratuita de la riqueza individual. Nuestro anlisis
se centra en dos posibilidades modalidades:
1. El impuesto puede exigirse desde el punto de vista del causante, y en tal caso
nos encontramos ante un Impuesto sobre el Caudal Relicto (ICR).
2. Podemos pensar en el causahabiente, al que por motivos obvios se asimila al
donatario, y en este supuesto estamos ante un tributo como nuestro Impuesto de
Sucesiones y Donaciones (ISD). A la hora de decidir cul de las dos figuras es
ms adecuada, parece razonable que nuestra discusin trate de comprobar el
grado de cumplimiento de los principios tributarios.
As en los que se refiere al principio de simplicidad, el ICR presenta una mayor
facilidad de administracin al recaudarse sobre el patrimonio de un nico contribuyente,
en lugar de liquidar un impuesto por cada uno de los beneficiados en la sucesin
hereditaria, como sucedera en el ISD.
En cuanto al principio de suficiencia, y siempre que estemos considerando tributos de
carcter progresivo, el ICR tiene una mayor capacidad recaudatoria que el ISD.
Por lo que respecta al principio de equidad, la cuestin es ms compleja. Se ha
defendido que el ICR cumple con el criterio del beneficio, en la medida en que supone
un pago a cambio de la proteccin a las propiedades, dispensa el sector pblico. Por el
contrario, el ISD tiene una mayor coherencia con la idea de capacidad de pago que
subyace a la imposicin personal. Histricamente se ha tenido en cuenta a efectos de
tributar por estos ingresos, la relacin de parentesco entre el donante (causante) y el
donatario (causahabiente), lo que avala la existencia de un tributo especfico para estos
casos. En el caso del ICR no podramos considerar que este impuesto est sustituyendo
el gravamen de este componente de la definicin de renta extensiva, y que, por tanto,
responda a la equidad horizontal entendida desde el criterio de la capacidad de pago.
En lo que atae al principio de neutralidad, ambos impuestos son equivalentes en cuanto
a un posible efecto disuasor sobre el ahorro.
Por ltimo, debe recordarse que el gravamen sobre la transmisin gratuita de la riqueza
se ha presentado en diversos autores como un mecanismo para evitar la perpetuacin de
las diferencias en la distribucin de la renta y patrimonios. Desde esta perspectiva, tanto
uno como otro gravamen cumple adecuadamente esa funcin, pero hemos de considerar
que el ISD es ms flexible porque puede graduar el gravamen no solo con el importe del
patrimonio transmitido, sino adems, con la riqueza previa de que dispona el
beneficiario.
Nuestra exposicin parece sugerir que el ICR es superior al ISD en cuanto a los
principios de simplicidad y suficiencia, pero inferior en los que se refieren a equidad y
neutralidad. Esta apreciacin explica que se haya impuesto finalmente la segunda
modalidad en este tributo, pues dado que los impuestos sucesorios se recaudan slo de
forma eventual, las ventajas del ICR en cuanto a la recaudacin obtenida o la
simplicidad en su administracin no tiene un excesivo peso.
Ventajas de defraudar:
o R tmg
o donde R representa la renta defraudada y tmg el tipo marginal del IRPF.
Inconvenientes de defraudar:
o (R) S(R)
o donde S representa la sancin por fraude y la probabilidad de ser
sancionado y donde tanto una como la otra variable depende,
positivamente de la cantidad defraudada.
El contribuyente defraudar siempre que el beneficio esperado sea mayor que el coste
en el que puede incurrir. Tal planteamiento seala tres posibles vas para la accin del
sector pblico, si quiere reducir la actividad defraudadora de los contribuyentes:
En este caso, nos encontramos con los efectos contrapuestos. De una parte, la rebaja en
la compensacin percibida por el trabajador induce a que ste reduzca el nmero de
horas ofrecidas, para incrementar su tiempo de ocio (efecto sustitucin).
De otra, al reducirse sus ingresos, el trabajador puede verse obligado a realizar un
esfuerzo suplementario con la finalidad de mantener su nivel de vida (efecto renta).
No es fcil determinar cul de los dos efectos es el dominante; pero podemos aventurar
que en los niveles de renta superior el primero sea el decisivo, mientras que en estratos
de renta inferiores se d la situacin inversa.
Modelos dicotmicos
Para ello, debemos partir de la base de que el ahorro se puede entender como un
modo de ajustar la corriente de ingresos percibida por el contribuyente a sus
planes de consumo. As, si reducimos la vida del ciudadano a dos periodos, el
presente y el futuro, puede suceder que si el consumidor prev tener ms
ingresos hoy que maana, decida ahorrar una parte de su renta para que en el
futuro se pueda mantener su nivel de consumo. El impuesto reduce la capacidad
de ahorrar y el rendimiento de ese ahorro, y el consumidor rebajara en
consecuencia la cantidad ahorrada. Ahora bien, si pretende alcanzar un nivel de
consumo predeterminado en el futuro se ver disminuida como consecuencia del
IRPF.
Las normas reguladoras del impuesto sobre la renta favorecen determinadas
formas de ahorro, entre las que deben resaltarse la adquisicin de la propia
vivienda o la participacin en fondos de pensiones, en detrimento de otras como
puede ser la adquisicin de acciones, dado el superior gravamen que sufren los
dividendos. Asimismo, se ha indicado que los impuestos sobre la riqueza
generan incentivos a favor de mantener el ahorro en activos menos controlables
fiscalmente.
Contenidos
1. 1 Introduccin
2. 2 Justificacin y modelos de imposicin indirecta
3. 3 La eleccin entre impuestos indirectos generales
1. 3.1 El principio de neutralidad
1. 3.1.1 El efecto piramidacin
2. 3.1.2 El efecto cascada
3. 3.1.3 El IVA y los efectos piramidacin y cascada
2. 3.2 El principio de suficiencia
3. 3.3 El principio de simplicidad
1. 3.3.1 Impuestos monofsicos
2. 3.3.2 Impuestos plurifsicos
4. 4 Sistemas alternativos en el diseo del IVA
El principio de neutralidad
El cumplimiento del principio de neutralidad en lo que se refiere a la eleccin entre las
diversas posibilidades que ofrece la imposicin general sobre el consumo tiene un matiz
distinto al empleado en otras ocasiones. Es deseable, en este contexto, que el precio
finalmente cargado al consumidor no sea superior a la recaudacin prevista por el sector
pblico y que se elimine, as cualquier incentivo para que las empresas empleen formas
de integracin vertical. Sin embargo, dependiendo del diseo que se haga de la
imposicin indirecta, es posible que tal cosa ocurra, debido a dos efectos diversos,
conocidos como efecto piramidacin y efecto cascada.
El efecto piramidacin
Se puede producir en todo tipo de impuestos indirectos. Cuando los empresarios fijan
sus precios usando mrgenes comerciales, es decir, cuando aaden al coste de las
materias primas, un porcentaje para cubrir los gastos de transformacin y sus beneficios
(Materia prima + [% gastos transformacin + beneficio industrial] => margen
comercial).
Fijacin de precio mediante margen con un impuesto, por ejemplo, 5% sobre mayoristas:
Fijacin de precio mediante margen con un impuesto, por ejemplo, 1,25% sobre minoristas:
Fijacin de precio sin margen comercial y con un impuesto, por ejemplo, 10% sobre las ventas:
El Gobierno puede hacer previsin de la recaudacin por este impuesto, siendo: 5.000
(fabricante) + 13.000 (mayorista) + 32.000 (minorista).
Observamos que el sector pblico recauda 500 euros ms en los mayoristas y 1.850
euros adicionales en los minoristas.
En este caso, no se han producido rentas fiscales. La causa del efecto cascada es la
aplicacin del impuesto a cifras que vienen incrementadas por un tributo pagado en una
fase anterior del proceso productivo. Cunto ms largo sea el proceso productivo, o ms
empresas intervengan en l, mayor ser la cuanta del efecto cascada. Si todo este
proceso se realiza dentro de una misma empresa no puede darse el efecto cascada, de
ah que se haya defendido que este tipo de impuestos indirectos favorece la
concentracin de empresas. En cuanto a la valoracin del efecto, cuanto mayor sea el
nmero de fases, ms pronunciado es el efecto cascada de un impuesto plurifsico sobre
las ventas.
El clculo se complica si se producen simultneamente los efectos cascada y
piramidacin. Esto sucede si estamos ante un impuesto plurifsico sobre las ventas y
adems las empresas fijan los precios usando el sistema de margen comercial.
Ejemplo de esta situacin:
Hemos diferenciado el efecto piramidacin y efecto cascada, sin embargo, ambos tienen
un elemento comn: que se produce porque el empresario considera al impuesto que le
carga su proveedor como si fuera un coste del proceso productivo, es decir, no
diferencia entre el precio de compra y el impuesto.
Este elemento permite entender porqu el IVA es un impuesto que puede evitar ambos
efectos. El sistema empleado en nuestro pas, al que se denomina cuota menos cuota,
consiste en diferenciar entre el IVA soportado (pagado a los proveedores) y el IVA
repercutido (cobrado a los clientes). El empresario ingresa la diferencia entre ambas
cantidades, es decir: A ingresar = IVAR - IVAS
De este modo, si el IVA soportado se resta de la cantidad a ingresar, el empresario no
podr considerarlo un coste, pues se lo devuelve la administracin tributaria, y si no es
un coste, no podr dar nunca lugar a efectos piramidacin o cascada, salvo que una fase
est exenta de aplicar el IVA, mientras que las otras no.
Consideraciones adicionales:
del pas de destino, lo que permite que ningn producto compita en desigualdad
de condiciones.
El principio de suficiencia
La idea de suficiencia est unida a la existencia de bases imponibles amplias que
adems resulten ser flexibles. Desde este punto de vista, los impuestos plurifsicos
(tienen ventajas sobre los monofsicos), siendo la base imponible mayor para el que
recae sobre todas las ventas, incluyendo as los consumos intermedios, que el IVA, que
al aplicarse sobre la suma de valores aadidos, est gravando, en definitiva, la renta
nacional. Entre los impuestos monofsicos, el impuesto de minoristas estara recayendo
sobre la variable macroeconmica de consumo, el impuesto sobre mayoristas tendra
una base inferior, y el menos aceptable sera el impuesto sobre fabricantes.
El principio de simplicidad
Hemos tenido ocasin de sealar que el principio de simplicidad est unido tanto a la
ausencia de costes de cumplimiento para los contribuyentes como a la facilidad de
administrar el tributo por parte del Ministerio de Hacienda. Desde ese punto de vista, un
impuesto que afecte a un nmero muy elevado de pequeos empresarios supone costes
mayores, tanto para el contribuyente como para la Administracin. Para los
contribuyentes porque pueden no disponer de los medios necesarios para llevar a cabo
la gestin contable que exige la correcta aplicacin del impuesto. Para la
Administracin porque se enfrenta a la difcil tarea de asegurar el correcto
cumplimiento de las obligaciones tributarias por parte de una gran cantidad de
contribuyentes.
Impuestos monofsicos
Por ello, desde la perspectiva de la simplicidad el impuesto sobre fabricantes puede que
sea el ms adecuado, pues recae sobre un nmero pequeo de empresas, que tienen una
dimisin superior a la media y que podran gestionar bien el impuesto. Ahora bien, sus
deficiencias en cuanto a la neutralidad y a la suficiencia lo hacen descartable.
En cambio, el impuesto sobre minoristas es el menos cumplidor del principio de
simplicidad, mientras que el de mayoristas se situara en una posicin intermedia.
Impuestos plurifsicos
Resumiendo el cumplimiento por parte de los cinco impuestos que hemos analizado,
tendramos la situacin reflejada en la Tabla siguiente:
Puede observarse que el IVA no es el primero en cuanto a ninguno de los tres principios
estudiados, pero en conjunto aparece como el que los cumple, como trmino medio,
mejor. Por ello, puede entenderse que la Unin Europea lo acabara conformando como
el impuesto indirecto fundamental, y que nuestro pas se adaptara a la exigencia de
incorporarlo a su sistema tributario tras su adhesin.
Justificacin
A la hora de justificar la existencia de este conjunto de impuestos especiales, se han
presentado un conjunto de razones, si bien no todas ellas resultan totalmente
convincentes. Reflexiones:
Estn sometidas a este impuesto las gasolinas con o sin plomo, el gasleo, el fuelleo, el
queroseno, el gas licuado del petrleo, el metano y otros gases del petrleo, los aceites,
as como otros hidrocarburos. Los tipos impositivos son muy variados, dependiendo del
producto y de su utilizacin. Las diferencias entre los tipos impositivos aplicados a un
producto cuando cambia la finalidad del mismo explican que la ley incluya preceptos
sancionadores para quienes incumplan las limitaciones establecidas en cuanto al uso de
cada tipo de carburante.
Impuesto sobre las labores del tabaco
Estn sometidos al impuesto los cigarros, cigarrillos, picadura y dems tabacos para
fumar. En cuanto a los tipos impositivos se distingue entre los cigarros, con un tipo
impositivo 12,5%, la picadura con el 37,5% y las labores del tabaco con el 22,5%.
En el caso de los cigarrillos existe un doble tipo impositivo: un 54% del tipo impositivo
proporcional y una cantidad fija por cada 1.000 cigarrillos.
Impuesto sobre la electricidad
Este impuesto grava el suministro de energa elctrica, representa una escasa cuanta
para cada contribuyente individualmente pero genera importantes ingresos para el SP.
Impuesto especial sobre determinados medios de transporte
este ingreso. Otros argumentos tericos apuntan a la posible aplicacin del criterio del
beneficio, a cambio de la seguridad en el trfico econmico garantizada por el sector
pblico debe satisfacerse este tipo de impuestos, y sobre todo a su carcter de
complementario de la imposicin indirecta, para gravar las ventas entre particulares que
no se someten a los impuestos generales como el Impuesto sobre el Valor Aadido.
Dentro de las transmisiones patrimoniales se incluyen todas las transmisiones onerosas
inter vivos, as como la constitucin de derechos reales, prstamos, fianzas,
arrendamientos, etc. La base imponible se determina por el valor real del bien
transmitido. En cuanto a la determinacin de la cuota, debe hacerse notar que en unos
casos se aplica un tipo impositivo a la base imponible, por ejemplo el 6% para la
transmisin de bienes inmueble y el 4% para los bienes muebles, pero en otros la cuota
se satisface con efectos timbrados, como en el caso de los arrendamientos o de la
transmisin de valores.
Contenidos
1. 1 Introduccin
2. 2 La distribucin de funciones
1. 2.1 La asignacin de recursos
1. 2.1.1 Los bienes pblicos puros
2. 2.1.2 Distribucin de funciones en el caso del los fallos del
mercado
2. 2.2 La distribucin de la renta
3. 2.3 La estabilidad econmica
1. 2.3.1 Poltica monetaria
2. 2.3.2 Poltica cambiaria
3. 2.3.3 Poltica presupuestaria
4. 2.3.4 Poltica de rentas
3.
4.
5.
6.
7.
Introduccin
En la situacin actual de nuestro pas nos encontramos con una Hacienda con pluralidad
de jurisdicciones, que podemos concretar en la Hacienda Central, la de las Comunidades
Autnomas, las Haciendas Locales y la correspondiente a la Unin Europea.
La distribucin de funciones
Se ha presentado una definicin del contenido de la Hacienda Pblica a partir del
concepto de Economa, como ciencia que estudia el modo de satisfacer las necesidades
humanas con recursos escasos de uso alternativo. Se distingui, entre problemas de
asignacin, distribucin, estabilidad y crecimiento, y se defini a partir de ellos la
Hacienda Pblica como el estudio de las funciones realizadas por el SP en cuanto a la
resolucin de estos cuatro problemas. En este epgrafe se analiza cul debe ser el papel
de cada nivel de gobierno en la resolucin de estos cuatro problemas.
La asignacin de recursos
El papel del sector pblico en las funciones de asignacin de recursos, distingua entre
el enfoque liberal: que restringe su campo de actuacin a los bienes pblicos puros; y, la
perspectiva intervencionista: para la que se ampla considerablemente esta esfera de
actuacin, que cubre tambin los denominados fallos de mercado.
Nuestra discusin de estos cuatro factores puede resumirse en la presencia de dos tipos
de costes:
1. Los costes de suministro de los bienes pblicos.
2. Los costes de captar la informacin relevante sobre las preferencias de los
ciudadanos.
Nuestra discusin de este tema sugiere que los costes no son idnticos en todos los
posibles bienes pblicos, sino que por el contrario podramos encontrarnos con
funciones de coste total muy diversas, dependiendo del bien pblico que estemos
tratando.
Este planteamiento parece sugerir que cada bien pblico debera atribuirse a una
jurisdiccin distinta, con el resultado lgico de que el nmero de niveles de gobierno
tendera a crecer, en principio de un modo ilimitado. Obviamente tal conclusin parece
muy poco razonable, pues cuanto mayor sea el nmero de unidades de gobierno
mayores sern los costes para gestionar todas estas entidades y para asegurar la correcta
coordinacin entre todas ellas. Podramos extender este tipo de anlisis para determinar
no slo la atribucin de los bienes pblicos a las diversas jurisdicciones sino tambin
para calcular el nmero ptimo de entes territoriales que deberan crearse.
Distribucin de funciones en el caso del los fallos del mercado
Otro fallo del mercado estaba representado por el control de los efectos externos,
concretamente al caso de la contaminacin atmosfrica. En este caso, tambin
parece fcil justificar la presencia de dos niveles de competencia diversos. De un
lado, y en lo que concierne a las normas generales sobre contaminacin resulta
razonable defender la competencia de la Unin Europea.
o Y ello por varios motivos. De una parte, porque que si los pases adoptan
niveles de exigencia distintos para la proteccin del medio ambiente, las
empresas contaminantes tendrn un indudable incentivo para situarse en
el pas cuya poltica ambiental sea menos dura, con una ventaja
comparativa con respecto a las que estn ubicadas en naciones ms
exigentes, donde podrn vender sus productos en virtud de la libre
circulacin de mercancas. De otra, porque la contaminacin generada en
un pas miembro puede acabar afectando a los ciudadanos de otro pas,
de tal modo que todos los esfuerzos de una nacin para resolver el
problema de la contaminacin atmosfrica puede ser intiles al recibir las
emisiones de otros pases.
El ltimo caso de fallo de mercado, los bienes preferentes: la educacin y la
sanidad. En este tipo de servicios es donde podemos encontrar una ms clara
afinidad con respecto a la discusin que se ha realizado sobre los bienes pblicos
puros. Ahora bien, an en el caso de que lleguemos a la conclusin de que las
CCAA tengan ventajas claras en las competencias en estas materias, deben
tenerse en cuenta algunos aspectos relevantes:
La distribucin de la renta
Las competencias del sector pblico en materia de distribucin de la renta son una
cuestin ms que discutida y que para un importante nmero de economistas no est
demasiado fundamentada la idea de que el poder poltico pueda decidir sobre la
distribucin de rentas realizadas por el mercado.
Ahora bien, si aceptamos, como punto de partida, que en las economas de mercado se
producen indudables desigualdades en la distribucin de la renta y que su propia
pervivencia exige eliminar las disparidades ms llamativas, entonces, la pregunta de qu
nivel de gobierno se debe hacer cargo de las principales polticas restridibutivas resulta
ser relevante.
En tal sentido, hay un cierto grado de consenso en que las grandes polticas de
redistribucin de la renta tienen una mayor eficacia cuando se llevan cabo a escala del
pas, o dicho en otros trminos, si son competencia del gobierno central y que, por el
contrario, llevaran a situaciones insostenibles si se pretenden realizar en el marco de la
Comunidad Autnoma o mucho ms si lo pretenden los propios entes locales. En ese
sentido se pueden apuntar las siguientes reflexiones:
El anlisis realizado por Tiebout "votacin con los pies" demuestra que si una
Comunidad Autnoma elige realizar una poltica muy redistributiva, basada en
tipos marginales muy altos en el IRPF y el pago de pensiones y seguros de
desempleo muy generosos, puede verse enfrentada a la situacin en la que la
libre circulacin de personas y recursos productivos haga inviable su poltica.
o Ello se debe a que los ciudadanos de rentas muy altas tratarn de salir de
esa jurisdiccin, mientras que los posibles beneficiarios de este tipo de
ayudas tratarn de emigrar a esa Comunidad Autnoma, con lo que el
resultado final sera financieramente inviable. Este argumento, que
constituye la defensa fundamental para atribuir al gobierno central las
polticas redistributivas, no est exento de crticas que parte,
implcitamente, de una movilidad absoluta de los ciudadanos entre unas
Comunidades y otras. Adems determinados instrumentos de poltica de
redistribucin pueden estar supeditados al cumplimiento de condiciones
que impidan este fenmeno de atraccin de candidatos de bajo nivel, de
renta. Las crticas al argumento basado en la votacin con los pies no
nos parecen definitivas, sino que, como mucho, nos obligaran a
reformularlo diciendo, que, a largo plazo, los proceso de emigracin e
inmigracin pueden hacer inviable la aplicacin de polticas
redistributivas en el marco de las CCAA.
Otra razn que avala la realizacin de polticas de redistribucin a escala
nacional y no local es la posible generacin de comportamientos free rider.
o Para ello consideramos que un ente local decide aplicar fuertes
impuestos municipales pero a cambio ofrece a sus ciudadanos una buena
provisin de bienes preferentes, como acceso a la cultura, con conciertos
subvencionados, o al deporte, con excelentes instalaciones deportivas. En
estas circunstancias, los ciudadanos ms perjudicados por los impuestos
municipales pueden optar por vivir en un trmino municipal cercano,
pagar menores impuestos pero aprovechar la oferta cultural o de ocio que
ofrece el ente local que adopt la poltica redistributiva. El efecto final
sobre la viabilidad financiera de la poltica de redistribucin es el mismo
que el sealado en el prrafo anterior.
Las consideraciones basadas en la movilidad plantean algn problema adicional
ms para la atribucin de estas competencias a las CCAA o, en mayor medida, a
los entes locales, an en el caso de que se dieran las circunstancias defendidas
por los partidarios de la denominada economa de oferta. En efecto,
consideremos que un ente local o territorial decide reducir sus impuestos para
De un lado, podemos pensar que los modelos de "votacin con los pies", que
constituyen la base fundamental de las crticas a la delegacin de estas funciones
a las Haciendas territoriales, son incompatibles con la presencia de
comportamientos altruistas en los ciudadanos. Si consideramos que la
desigualdad excesiva en los niveles de renta es rechazada por todos los agentes
econmicos, entonces la redistribucin se presentara como un bien pblico
puro.
De otro, podramos observar la existencia de polticas redistributivas en las
Comunidades Autnomas basadas en comportamientos cooperativos,
voluntarios o no, de las mismas. En efecto, supongamos que la Comunidad
Autnoma X establece un programa de mantenimiento de renta mnima. Si slo
este territorio lleva a cabo esta poltica redistributiva es posible que acabe
atrayendo a posibles beneficiarios de otras comunidades. Ahora bien, si el
ejemplo de la primera genera la emulacin de los dems territorios, por s
mismos o por la presin de sus votantes, entonces, con ventajas en cuanto a la
informacin sobre los beneficiarios y que no generara ningn movimiento
migratorio que hiciese inviable su pervivencia. El mismo argumento podra
aplicarse a los servicios asistenciales realizados por los Ayuntamientos de las
grandes ciudades.
La estabilidad econmica
En el caso de las polticas de estabilidad econmica, a qu nivel de gobierno debe
asignarse. En tal sentido, podemos distinguir entre cada uno de los instrumentos de las
polticas de estabilizacin econmica.
Poltica monetaria
La fijacin, de los tipos de cambio son una competencia unida a la poltica monetaria,
por ello, esta cuestin debe quedar en manos de las instituciones de la Unin Europea.
Poltica presupuestaria
Poltica de rentas
El crecimiento econmico
Aunque las cuestiones de crecimiento y desarrollo econmicos se han tratado como un
elemento ms de las polticas de estabilizacin econmica, se puede considerar un
problema distinto. Sealar que, en este caso, los principales instrumentos disponibles
por parte del sector pblico son las medidas de fomento al ahorro privado, en las que el
elemento clave son las normas tributarias, y las polticas de gasto pblico en inversin o
de investigacin bsica. Ello obliga a discutir, separadamente, ambos instrumentos.
As, en lo que se refiere al gasto de infraestructuras podemos observar la presencia de
dos elementos contrapuestos. Por un lado, la presencia de economas de escala en la
realizacin de obras de infraestructura avala la centralizacin de estas competencias, y
as, determinados gastos para mejor las comunicaciones pueden afectar a varias
jurisdicciones y siendo ms adecuada su realizacin por parte del gobierno central o
incluso la presencia de competencias compartidas por la Unin. Por otro, las haciendas
subcentrales disponen de ventajas de informacin a la hora de disear los planes
concretos que permitan alcanzar el objetivo de desarrollo econmico, al conocer de
forma ms inmediata cules son las causas que impiden el crecimiento de una zona o
una comarca. En estas circunstancias, la atribucin de las competencias a uno u otro
nivel de gobierno depender de la importancia relativa de estos dos costes.
En cuanto a la formulacin de los planes de investigacin bsica pueden apreciarse
importantes economas de escala en cuanto al gasto pblico que justifica la coordinacin
a escala nacional incluso europea.
En cuanto a las transferencias incondicionales, pueden estar constituidas por una mera
participacin en los ingresos de niveles superiores de gobierno, en virtud de las cuales
los entes subcentrales tienen derecho a un porcentaje en los tributos recaudados. De
otro, se pueden conceder transferencias incondicionales que no guarden relacin con los
ingresos recaudados por el sector pblico central y que su finalidad es ms bien
proceder a una igualacin en las situaciones de los diferentes entes. A stas se las
denomina perecuatorias. Esta necesidad de igualacin puede proceder de la diferente
capacidad fiscal o bien de las diversas situaciones en cuanto al coste del suministro de
los servicios pblicos.
Qu tipo de transferencia es ms adecuada
El presupuesto comunitario
Destacar que las cifras del presupuesto comunitario indican un peso muy escaso
en el conjunto de la actividad econmica. Si el presupuesto del SP interno viene
a representar una media del 48% del PIB en los distintos pases miembros, el de
la Unin no supera el 1,20% del PIB.
No distintiva en cuanto a las funciones realizadas es el peso decisivo de las
polticas de mantenimiento de los precios agrarios. En condiciones de libre
circulacin de los bienes servicios, la nica poltica agraria efectiva para
mantener los precios de los productos es la elaborada a escala comunitaria, y ello
explica su gnesis y su importancia en cuanto al gasto total.
Por otro lado, podemos pensar que las polticas de redistribucin de la renta,
entre las diversas regiones europeas, pueden ser ms efectivas cuando se realizan
desde la Unin Europea.
Debe sealarse que el cumplimiento de objetivos marcados por las directivas
comunitarias pueden suponer un desembolso excesivo para algunos de los pases
miembros, al que no podran hacer frente con sus recursos financieros.
Por ejemplo, consideremos que la Unin adopta una poltica de defensa del medio
ambiente que obligan a un pas miembro a realizar inversiones muy cuantiosas, sin que
disponga de los recursos necesarios. En este caso, slo se tienen dos opciones, o dotar
de financiacin adicional a este pas o aceptar el fracaso de esa poltica.
Uno de los rasgos definidores del proceso de integracin seguida por los pases
europeos ha sido la de constituir una Unin Aduanera, lo que exige el establecimiento
de un arancel comn frente a terceros. Los recursos obtenidos por la aplicacin de este
arancel se considera un ingreso propio de la Unin, si bien la gestin de estos ingresos
corresponde a cada Estado miembro, la recaudacin debe entregarse a la Hacienda
europea, salvo un 10% en concepto de gastos derivados de las funciones de
administracin del impuesto. Los derechos de aduana no tienen una funcin de tipo
recaudatorio, sino que su objetivo es proteger la produccin del pas que impone el
arancel contra la competencia procedente de otras naciones.
Los derechos agrcolas y las cotizaciones sobre el azcar y las isoglucosas
Consideramos tres tipos de ingresos diversos, pero que tienen en comn su relacin con
la poltica agraria comn. En lo que se refiere a los derechos agrcolas, su origen se
encuentra en la fijacin de precios mnimos garantizados para los productos agrarios. Si
la Unin pretende mantener los precios y existen competidores extracomunitarios que
puede suministrar esos mismos productos a un precio inferior, nos encontramos con dos
dificultades paralelas.
Resulta que los productos agrarios importados tendrn una indudable ventaja
competitiva con respecto a los de origen comunitario.
Las producciones agrarias de la UE tendrn dificultades para introducirse en los
mercados forneos.
En el caso del recurso procedente del IVA estamos ante un autntico instrumento cuya
finalidad es la de alcanzar la suficiencia en el mbito de la Hacienda europea.
La principal ventaja de elegir el IVA como elemento de referencia se encontraba en que
este impuesto ha sufrido un proceso de armonizacin que permita aplicar, sin graves
distorsiones, un recurso cuyo importe se calcula a partir de las recaudaciones
nacionales. Para el clculo del recurso, se parte de la base imponible terica del IVA en
cada pas, y se considera que ste debe entregar a la Hacienda europea un porcentaje de
ese valor que se fij en 1,4% como mximo, aunque se ha convenido en ir reduciendo,
progresivamente, este porcentaje hasta alcanzar el 1%.
Una vez explicado el procedimiento general de clculo deben hacerse las siguientes
matizaciones:
1. El procedimiento perjudica a aquellos pases cuyo nivel de consumo, en relacin
al PNB, sea mayor o cuyo peso de la imposicin indirecta sea ms acusado. Por
ello, se establece como lmite que la base imponible terica del IVA no puede
superar el 55% del PNB de ese pas.
2. Este sistema de clculo beneficia a los pases cuyo fraude en este impuesto sea
ms acusado, porque la recaudacin, para un tipo medio dado, ser ms pequea.
3. Debido al denominado cheque britnico, la aportacin del Reino Unido por este
concepto se reduce para impedir que su aportacin neta sea excesiva. Esta
deduccin a la que tiene derecho Gran Bretaa se, cubre ampliando la aportacin
de los dems pases miembros.
El denominado cuarto recurso o recurso complementario
La caracterstica fundamental de este recurso es que tiene un papel de cierre del sistema
de financiacin de la Hacienda europea. El presupuesto comunitario debe presentar una
situacin de equilibrio. Si los tres primeros no son capaces de financiar todos los gastos
de la Unin, la diferencia se reparte, entre los estados miembros en proporcin a su
Producto Nacional Bruto (PNB).
Su empleo como forma de financiacin suscita las siguientes reflexiones:
A partir de estos criterios, las principales frmulas que se ha propuesto pueden resumirse en
los siguientes sistemas (Tabla 10.1).
ingresado por su propio gobierno, con lo que no se produce ningn tipo de exportacin
fiscal.
Bien es verdad que esto slo es cierto en el caso de que ambos pases utilicen el mismo
tipo de impuesto general sobre el consumo, pues si el pas exportador emplease un
impuesto sobre ventas, tipo ITE, no sera fcil determinar cul es el tributo realmente
satisfecho y cuya devolucin hay que realizar ahora, pues depender no slo del
producto exportado sino tambin de la estructura del proceso productivo y el grado de
integracin vertical de la empresa fabricante. Ello explica que, desde un primer
momento, se intentaran armonizar las figuras de la imposicin general sobre el consumo
de los distintos pases miembros y que se impusiera la frmula del IVA a todos los
candidatos sucesivos a la adhesin.
Ahora bien, si se eliminan las fronteras entre los dos pases, se produce dos efectos
distintos:
1. Si el IVA utilizado en el pas de destino es superior al que se establece en el de
origen, entonces, el importador del producto tendra ventajas comparativas de
origen puramente fiscal. Obviamente tales ventajas desapareceran si se unifican
los tipos impositivos del impuesto entre ambos pases.
2. La supresin de las fronteras plantea un problema adicional, relacionado con la
exportacin fiscal. Este problema obliga a un segundo ncleo de normas que
permitan un proceso de compensacin por el cual los exportadores netos de
productos devuelvan parte de los ingresos tributarios obtenidos de los
ciudadanos de otros pases miembros.
Como resulta evidente, los mismos problemas causados por la eliminacin de fronteras
en el IVA se puede predicar con respecto a los impuestos especiales, con la
particularidad de que si se trata de impuestos monofsicos sobre fabricantes, se produce
un posible efecto de piramidacin que hace ms difcil realizar los ajustes
correspondientes. No es extrao que, por su mayor dificultad, el terreno recorrido en
este campo sea muy inferior al registrado en la armonizacin del IVA.