Racionalidad Weber
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tus valores, de tus convicciones". Es finalmente una manifestacin cognoscitiva de la razn, pues permite la bsqueda de causas "autnomas " e intramundanas a fenmenos y relaciones propias de las distintas esferas de la vida,
as como la formacin de un saber acumulativo.
En segundo lugar, como resultado final del proceso de desencantamiento,
surge en Occidente la racionalidad instrumental que da lugar a un nuevo tipo
de accin social basada en el clculo. Esta racionalidad tiene su expresin
tica en la "moral de la responsabilidad", es decir, la utilizacin de cualquier
medio disponible, en funcin nicamente de su eficacia, para alcanzar cierto
fin. A diferencia de la anterior, esta racionalidad es fundamentalmente prctica, o inclusive tcnica.
Esto nos lleva a resaltar el divorcio primitivo entre la racionalidad cognoscitiva y la prctica; es decir, el desarrollo de teoras complejas y profundas
interpretaciones sobre la realidad, la evolucin de las ciencias y la filosofa,
no van necesariamente aparejadas con el desarrollo de la tcnica, como nos
lo ha demostrado el estudio de todas las grandes civilizaciones tradicionales,
desde la China hasta la antigua Grecia.
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librio entre todas las esferas mediante la incorporacin de un sentido trascendente nico que relaciona todas las reas de la vida social y a todos los individuos que conforman la comunidad. Cabe notar que esta idea de un orden
natural, anterior a la transicin hacia la sociedad moderna, es aceptado por
toda la sociologa clsica; corresponde, por ejemplo, al concepto de "solidaridad mecnica" en la obra de Durkheim o a la idea de trnsito "de la comunidad a la sociedad" en la obra de Tnnies: una identidad establecida
espontneamente con base en mitos, creencias y tradiciones que por su mismo carcter son incuestionables, irrefutables. Se trata de una armona a partir de la cercana de los hombres, en las interrelaciones humanas de tipo
afectivo, mediadas por valores compartidos.
En el ascetismo en cambio, Dios es absoluto e inaprehensible. Como no
existe forma de comunicarse con el espritu infinito, el hombre slo puede
reconocer la existencia de un orden natural desprovisto de un sentido trascendente. En el mundo desencantado, el camino de la salvacin no puede darse,
como en el misticismo, por la evasin contemplativa. Segn la tica protestante, el hombre est predestinado. Debido a la inseguridad fundamental que
provoca en los hombres esta "inaprehensin" del sentido, Weber considera
que tienen la necesidad psicolgica de buscar desesperadamente los signos de
su eleccin; todas las formas de xito en la vida econmica, poltica o acadmica pueden transformarse en esos signos. El ascetismo rompe entonces el
orden natural de la comunidad, asla al individuo en su angustiosa incertidumbre. Sobre el valor de la "fraternidad religiosa", la tica protestante hace prevalecer las finalidades individuales, rompiendo radicalmente con el orden
natural de la comunidad.
Es esa actitud del individuo moderno ante el mundo lo que lo va a llevar
a una racionalizacin, en el sentido de instrumentalizacin, de todas las esferas de la vida. Efectivamente, el ascetismo, considera que la tarea terrenal
del hombre es apropiarse del mundo, transformarlo con su trabajo.
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Los dos mbitos donde se despliega plenamente la racionalidad instrumental son la economa y la poltica, es decir, la empresa capitalista y el Estado
moderno; pero son, al mismo tiempo, los dos lugares donde la lucha entre
valores religiosos e intereses intramundanos se manifiesta en forma irreconciliable.
En la economa, la lgica de la calculabilidad y la lucha del mercado estn reidas con las ideas religiosas de fraternidad y amor. La economa capitalista no responde a los valores, sino nicamente al inters. En este punto,
la teora de Weber se cruza con el marxismo, al entender la consecucin
de la ganancia mediante relaciones de produccin, que prioritizan la eficacia
sobre la valorizacin del trabajador, como la finalidad de la empresa capitalista. sta aparece incluso, en la teora de Weber, como un modelo insuperable de realizacin de la razn instrumental. Es claro que la explotacin del
trabajador es la negacin misma de la fraternidad, y obviamente del respeto
a la dignidad humana.
Una economa racional es una organizacin funcional dirigida a la fijacin de precios monetarios surgidos de las luchas de intereses entre
los hombres verificadas en el mercado . Slo una valuacin en precios
monetarios , y por tanto una lucha de mercado , hace posible el clculo. El dinero es lo ms abstracto e `impersonal ' que existe en la vida
humana. Cuando ms se acomoda el mundo de la economa capitalista a sus propias leyes internas, tanto ms dificulta toda posible relacin
con una tica religiosa de fraternidad . Ello ocurre tanto cuanto ms
racional , y por ende ms impersonal, deviene el capitalismo.2
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diendo a su vocacin terrenal. La disciplina en la fbrica. lgicamente, aparece como tcnica y econmicamente necesaria para los fines de la produccin, como la organizacin ms eficaz del trabajo en la sociedad moderna de
acuerdo con los fines predeterminados.
El ordenamiento poltico est tambin en fuerte tensin con las ideas religiosas:
En su comportamiento ideal, el aparato estatal burocrtico y el horno politicus racional , que forma parte del Estado , manejan los asuntos, incluido
el castigo del mal, conforme a las normas racionales del ordenamiento
estatal . En este sentido, el poltico se comporta exactamente igual que
el hombre econmico, de una manera positiva ` sin consideraciones por
la persona ', sine ira ac studio , sin odio y , por tanto, sin amor.'
El Estado moderno se caracteriza por el monopolio del uso legti no de la
violencia, y es por lo tanto totalmente contradictorio con cualquier consideracin religiosa. Con mayor razn lo es en el momento del estallido de la
guerra. Weber ve una oposicin esencial entre las ideas de comunidad guerrera y fraternidad religiosa. Algunas religiones, como el protestani.ismo o el
islamismo, la resuelven doctrinariamente hablando de ` guerras justas' o 'santas', pero la contradiccin esencial persiste como ruptura entre el inters del
Estado y los valores religiosos. La lucha poltica es, segn Weber, una guerra entre los demonios, una lucha irreconciliable entre distintas cosmovisiones que slo pueden imponerse mediante el uso de la violencia:
Tambin los cristianos primitivos saban muy exactamente que el mundo est regido por los demonios y que quien se mete en po l tica, es
decir quien accede a usar el poder y la violencia, ha sellado un pacto
con el diablo, de tal modo que ya no es cierto que en su actividad lo
bueno slo produzca el bien y lo malo el mal , sino que frece ntemen
te sucede lo contrario.'
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El desencantamiento del mundo tiene su mxima expresin en la esfera intelectual, donde los movimientos de los hombres y de las cosas van a transformarse en simples mecanismos relacionales. No importa ya el sentido
trascendente, puesto que lo cognoscible es el sentido relaciona) de los fenmenos. Por primera vez, en la modernidad, el hombre se enfrenta a los feimenos mundanos como a un conjunto de relaciones cognoscibles. Pero la ciencia
arranca su significado trascendente al mundo expulsando de l lo sacro o lo
excepcional y transformndolo as en un cosmos utilizable pero carente de
sentido. En su conferencia "La ciencia como vocacin", Weber alerta a sus
estudiantes con una cita de Tolstoy:
La ciencia carece de sentido puesto que no tiene respuesta para las nicas cuestiones que nos importan, las de qu debemos hacer y cmo
debemos vivir.'
Lejos de significar una desvalorizacin de la tica, esta reapropiacin de las
palabras de Tolstoy es un sealamiento de los lmites de la ciencia, que se sita en el dominio tcnico de la vida, sin responder a las preguntas sobre los
fines ltimos de nuestros actos. De alguna manera, Weber retorna la dicotoma de Kant entre razn pura y razn prctica para afirmar la autonoma, y a
menudo la contradiccin, entre ciencia y tica. La ciencia no da ninguna libertad, obliga a partir de un a priori (que algunos tericos de la Escuela de
Frankfurt llamarn "a priori tecnolgico"): el dominio tcnico de la vida. As,
el nico objetivo del conocimiento cientfico es la adecuacin ideal de los
medos a los fines en todos los mbitos de la accin humana (ciencias naturales o sociales). La ciencia moderna se basa entonces en el clculo, y el concepto de racionalidad instrumental se expresa en la calculabilidad
cientfico-tcnica. Por su lado, la tica abre un campo de posibilidades de
eleccin entre los valores que pueden dar sentido a la existencia. Podemos
afirmar entonces que, en la teora weberiana, la dicotoma se resuelve tambin con una primaca de la razn prctica.'
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La esfera esttica, que puede aparecer como expresin de los sentimientos ms profundos y de las pasiones del ser humano, es tambin sometida a
un proceso de racionalizacin: la msica armnica, la utilizacin de la perspectiva y proporcin en las artes visuales, el orden, la armona, la simetra y
el equilibrio en la cultura burguesa clsica repercuten, como lo han sealado
muchos artistas y crticos de arte desde principios de nuestro siglo, en el control o la represin de las expresiones ms vitales y espontneas de los sentidos. Pero el orden reconstruido en el arte clsico est adems divorciado de
la realidad social, de ah su carcter fundamentalmente elitista; las manifestaciones artsticas aparecen como una interpretacin ideal, una reconstruccin
que elimina todos los aspectos conflictivos o antiestticos de la realidad. El
destino final de la obra de arte en la poca moderna es el mercado, a diferencia
del artista tradicional que trataba ante todo de establecer una comunin divina. Ya no se atiene entonces a valores religiosos (a menudo los contradice
decidida y agresivamente) sino a las exigencias y volubilidad del pblico o
a los estrictos patrones expresivos institucionalizados.
En cuanto al erotismo, es sin duda la esfera ms irracional de la vida humana. En ella el espritu pierde su capacidad de calcular, la razn instrumental
se ve en peligro constante de ser derrotada. El amante, dice Weber, "est liberado de las fras manos esquelticas del ordenamiento racional'? Qu
expresin tan clara del sentimiento contradictorio de Weber, de su pavor tanto
a esas manos esquelticas como a la cada irracional hacia el mundo de los
instintos! Sin embargo las relaciones erticas, en la poca moderna son tambin sometidas a una gran cantidad de normas y convenciones que llegan a
suprimir la espontaneidad y la pasin. El ascetismo repudia el carcter embriagante, irracional o incluso `animal' del amor sexual y lo somete a todas
las represiones contenidas dentro del matrimonio regulado racionalmente.
La tica protestante resuelve el conflicto entre las distintas esferas sociales y la religin mediante la idea, de origen luterana, de "vocacin" (beruf):
la rutinizacin del trabajo humano, la entrega obsesiva al propio trabajo profesional, se vuelven una expresin de la voluntad divina; el cientfico, el ar-
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tista, el empresario, aparecen como el sumiso instrumento de Dios en el cumplimiento mundano de su vocacin. Algunos autores comparan ese concepto
de "deber profesional" con el "imperativo categrico" de Kant.' De alguna
manera, la idea de "vocacin" da sentido al trabajo compulsivo del ser humano que aparece dirigido hacia fines intrascendentes. Sin embargo, esa idea
constituye tambin el ncleo irracional de la accin social en la poca moderna pues se relaciona con la necesidad religiosa de "modelar la vida humana
conforme a la voluntad de un dios"."
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La constante obligacin lgica de jerarquizar sistemticamente los conceptos generales as recabados bajo otros conceptos an ms generales, junto a la ambicin de rigor y de univocidad, les conduce (a las
llamadas ciencias de leyes) a reducir lo ms posible las diferencias
cualitativas de la realidad a cantidades precisamente mensurables."-
No obstante, Weber admite la necesidad de esas ciencias basadas en el conocimiento "instrumental" o de lo que l llama "las ciencias de leyes". De hecho, considera que ese tipo de conocimiento debe completarse con el mtodo
propio de las "ciencias de la realidad", o tambin llamadas "ciencias histricas", cuyo propsito es el de
separar las propiedades esenciales del fenmeno individual, que es
objeto del anlisis de sus propiedades accidentales (...) y a continuacin, alcanzar su representacin intuitiva."
En otros trminos, Weber descubri ya el carcter limitado y reduccionista,
fundamentalmente tcnico, de la racionalidad instrumental en las ciencias. Sin
embargo no descarta, como lo harn algunos tericos de la Escuela de
Frankfurt, su validez, especficamente en lo que concierne a las ciencias formales (sobre todo en la mecnica). Considera tambin vlida la utilizacin de
ese tipo de racionalidad, pero slo de manera complementaria, en las ciencias
de la naturaleza y en las ciencias histricas; en estas ltimas, el clculo y establecimiento de leyes relacionales debe ser secundario, frente a una metodologa basada en la comprensin, es decir en la reproduccin de un motivo
complejo y peculiar para los fenmenos sociales, mediante una interpretacin
basada en la intuicin, en la reproduccin interna de la experiencia, en la identificacin con el fenmeno estudiado.
Ahora bien, la reduccin de todos los fenmenos a unidades conmensurables es no slo un proceso cognoscitivo, sino tambin (y nos interesa par-
12. Max Weber, El problema de la irracionalidad en las ciencias sociales, Madrid, Tecnos,
1985, p. 7.
13. lbid., p. 8.
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ticularmente este punto) un procedimiento poltico con la finalidad de establecer un tipo de dominacin. Sin duda se trata de dos momentos distintos:
el primero consiste en una eliminacin ideal de las caractersticas peculiares
de los fenmenos para reducir el conocimiento a relaciones matemticas y
leyes instrumentales; el segundo momento en cambio, es el momento poltico, que consiste en la homogeneizacin real de los individuos y su sumisin
a una unidad central de direccin, planificacin y administracin. Es decir,
los individuos son transformados en unidades de medida al ser despojados de
sus medios de produccin, de sus instrumentos de trabajo fsico o intelectual,
y de sus medios de administracin. Pero esos instrumentos son concentrados,
monopolizados por un ente central, capaz, entonces, de tomar legtimamente las decisiones: la empresa capitalista o el Estado.
a) La economa se rige por la racionalidad instrumental a travs de la
monetarizacin. Los objetos consumidos por los hombres son mercancas,
pero tambin lo son la fuerza de trabajo y los servicios intercambiados en la
sociedad. En tanto valores de cambio, son reducibles a cierto nmero de unidades elementales. La razn instrumental cuantifica incesantemente los actos de los hombres y los objetos utilizables, y mediante ese clculo, evala
la relacin medios-fines y los costos de la accin para la consecucin de la
ganancia.
En la esfera econmica, los fines preexistentes a la razn instrumental son,
por supuesto, los de la acumulacin ampliada del capital. Los sujetos de la
produccin se transforman en simples instrumentos, msculos y nervios al
servicio de ese fin. Su existencia ya no es su ser, sino su funcin en la produccin. As, la concentracin de los medios de produccin en manos del
capital y la transformacin de los trabajadores en fuerzas productivas es una
condicin fundamental de la racionalidad instrumental.
Pero la propia naturaleza es tambin eludida en sus cualidades mltiples y
complejas, y se vuelve simplemente un instrumento para aumentar las ganancias. Esta nueva forma de relacin con la naturaleza la transforma, en trminos
de Horkheimer y de Adorno, de un "objeto en s" en un "objeto para nosotros".
b) En la poltica, la calculabilidad se realiza a travs de la transformacin
de todos los individuos en unidades jurdicas y su subordinacin a un aparato
central: el Estado. Weber compara la concentracin de los medios de produc-
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^^R"I' I^ BMNIIUA ^, i^ u^
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raciones sindicales y de los grandes consorcios, sigue defendiendo la causa del empresario emprendedor y libre, audaz e independiente. Al presenciar el desarrollo de las burocracias estatales y partidistas, sigue abogando
por un lder poltico carismtico, responsable, pasional y mesurado a la vez,
entregado a una causa.
Weber encuentra algunas alternativas vitales a la progresiva maquinizacin
de la poltica en el Estado alemn contemporneo. En su conferencia "La
poltica como vocacin"15 exalta a la jefatura poltica genuina, encuentra el
tipo puro del carisma moderno en el Presidente del Reich, que puede combinar la tica de la responsabilidad y la devocin apasionada a una causa; ste
se convierte en el nuevo representante de la fuerza emocional. Weber parece
descubrir un gobierno moderno positivo, con un equilibrio ideal entre el
funcionario y el poltico en la democracia plebiscitaria, con la eleccin
presidencial directa mediante de la participacin popular.
Pero la bsqueda de alternativas a la maquinizacin parece, a veces, desesperada. En muchos momentos, Weber no logra ocultar su desprecio hacia
los representantes del racionalismo asctico y del servilismo burocrtico.
As, el eje weberiano (burocratizacin versus carisma) encuentra dos resoluciones contradictorias en los distintos momentos de su obra, y esto puede explicar las interpretaciones contradictorias que ha recuperado la
sociologa. Para algunos autores, este eje weberiano encuentra en el Estado contemporneo sus alternativas de equilibrio: la burocracia es exaltada
por su eficacia y su funcionalidad, su contrapeso es el dirigente poltico,
idealmente encarnado en el Presidente del Reich, quien se hace responsable de la mquina y decide los fines de la poltica. Tenemos aqu una interpretacin esencialmente optimista de la obra de Weber, que aparece muy
claramente en Mommsen o en la sociologa norteamericana, particularmente
en la escuela parsoniana. Para ellos, la teora weberiana del Estado moderno terminara expresndose en un perfecto equilibrio entre medios y fines,
entre la racionalidad instrumental y el carisma, entre la gran eficacia de la
burocracia y la fuerza vital creadora del dirigente poltico.
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16. Arthur Mitzman , La jaula de hierro , Madrid , Alianza Editorial , 1976, p. 172
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Racionalidad y reificacin
La victoria del orden impersonal sobre el hombre parece finalmente el fantasma de la teora weberiana de la racionalidad instrumental. As, Mitzman
comenta:
Georg Simmel le proporcion el concepto del triunfo inevitable del espritu objetivo sobre el subjetivo, es decir, de las creaciones del hombre sobre el hombre creador, que Weber emple de forma excelente en
su sociologa. En efecto, la obra de Weber en muchos puntos se podra
explicar como una aplicacin detallada de la visin de Simmel a la historia de las ideas e instituciones polticas y religiosas, una sociologa
de la cosificacin.17
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mo un camino fatal del desarrollo del Estado moderno dirigido hacia la concentracin del poder y despersonalizacin de todos los campos de la actividad humana: economa, educacin, religin, poltica... A pesar de que
sus escritos oscilan entre la admiracin y el miedo a la organizacin burocrtica, todos sus esfuerzos van dirigidos hacia la creacin de contratendencias que permitan la supervivencia de las fuerzas emotivas y vitales
de los hombres.
La reficacin de las relaciones sociales es una constante en las ciencias
sociales. Es una idea que subyace tanto a la teora del "fetichismo de la mercanca" y al concepto de "alienacin" en Marx, como en la idea de instrumentalizacin de la vida humana, la "jaula de hierro" o la "noche helada que se
cierne sobre nosotros" que reaparece en distintos momentos de las obras de
Weber. Georg Simmel, Ferdinand Tnnes reflejan en su obra la misma preocupacin acerca de la despersonalizacin de la vida social. La inevitabilidad del sometimiento de las masas a la servidumbre burocrtica va a adquirir
su expresin ms clara en la obra de Michels, gran amigo de Weber y con el
que tuvo importantes intercambios tericos. Por otro lado, los aportes weherianos sobre la dominacin de la maquinaria burocrtica se reflejaron tambin
en las primeras obras de Luckes sobre la teora de la cosificacin a partir
de la teora marxista de la alienacin, y se reproducen en las preocupaciones de
Bloch sobre la integracin y la manipulacin de las necesidades humanas en
la sociedad moderna.
La cosificacin de las relaciones sociales como consecuencia de la racionalizacin de la vida humana, con distintas expresiones tericas y resoluciones ticas, es un eje articulador de la Escuela de Frankfurt, lo es
tambin de los distintos anlisis crticos contemporneos de la modernidad: Foucault, por ejemplo, va a insistir en la tecnologa poltica moderna, que moldea al cuerpo humano sometindolo a una lgica ajena a la
propia, y habla de una racionalizacin estratgica como modelo de control social.
De esta manera. el desencantamiento de la sociedad occidental en la poca moderna y la despersonalizacin de las relaciones sociales y polticas son
un punto de partida de las ciencias sociales. Debemos sin embargo distinguir
ese hecho histrico fundamental (indiscutible) de la posicin tica que asu-
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IMO
me el cientfico frente a l. Efectivamente, existe tambin una despersonalizacin e instrumentalizacn de las propias ciencias sociales, que llevaron a
la idea de ciencia "libre de valores", asumida por Weber y por algunos de sus
contemporneos. Pero existe, por otro lado, la denuncia de la cosificacin como
una forma especfica de racionalidad que puede ser superada por cierto tipo
de compromiso poltico (Luckcs, Bloch, Escuela de Frankfurt...) En el lmite
positivo, algunos autores recuperan el concepto hegeliano de "autoconciencia" como la superacin de la alienacin a travs del reconocimiento de s
mismo y de la totalidad social.
Nos parece importante entonces distinguir entre la "cosificacin de las
relaciones sociales", fenmeno presente en la sociedad moderna a partir de
la penetracin de la racionalidad instrumental, y la "cosificacin de las ciencias sociales", consecuencia terica de ciertas escuelas sociolgicas.
Es indudable que hasta nuestros das, gran parte de las ciencias sociales
sigue dedicada a la resolucin de la paradoja del Estado moderno: el creciente acceso de las masas a servicios y bienes de consumo unido a su progresivo sometimiento a la enorme maquinaria burocrtica. Es claro, por otro
lado, que la marcha general de la poltica y del Estado en nuestro siglo ha
sido el crecimiento, apenas interrumpido, de la maquinaria burocrtica, de
las estructuras impersonales de las instituciones. La marcha general del
desarrollo econmico ha sido, a su vez, la creciente dominacin del trabajo muerto sobre el vivo. Cuando Marx elabor sus teoras sobre la alienacin,
estaba lejos de vislumbrar las inmensas industrias robotizadas de nuestros
tiempos, con sus cuerpos directivos y sus innumerables empleados "de cuello blanco". Weber y Michels difcilmente podran imaginar que se encontraban al principio de la despersonalizacin de la administracin y de
la poltica.
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18. Herbert Marcuse, " Industrializacin y capitalismo en la obra de Max Weber", en Presencia
de Max Weber, Buenos Aires, Nueva Visin, p. 128.
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mos cotidianamente, que se nos aparece como una mquina hipertrfica, con una
multitud de cuerpos y movimientos intiles o absurdos, prxima a la pesadilla de
Kafka. Pero a pesar de su obesidad, la burocracia no ha englutido los fines de la
poltica. La ideologa tecnocrtica no es la desaparicin de la ideologa y de los
valores en la poltica como pretenden actualmente posmodernos y pospolticos,
es la justificacin de fines arbitrarios, planteados por una minora decreciente bajo
el pretexto de su saber privilegiado. As, nos encontramos ahora en una poca que,
bajo la apariencia de una racionalizacin creciente, ha llegado a ser dominada por
el irracionalismo. Pues la despolitizacin de las masas y su exclusin de las decisiones ha dejado en manos de unos cuantos hombres -que responden a los intereses de muy pocos-, el poder sobre el rumbo de la sociedad.
Otro supuesto del concepto weberiano de racionalidad instrumental es que
la razn calculadora objetivada en la maquinaria no crea los fines, sino que stos
nacen y se implantan antes del acto racional. Marcuse y Habermas sealan en
cambio que el propio medio, la maquinaria industrial o la administracin poltica, lejos de ser un mero instrumento de la accin, est permeado por el fin;
constituye en s dominacin burguesa y explotacin capitalista. Esos autores se
oponen radicalmente al concepto de racionalidad instrumental supuestamente
libre de valores, y al concepto de capitalismo liberado de todo contenido tico. Pues en nombre de la racionalidad, de la eficacia, de la tcnica y del progreso, lo que se impone es una determinada dominacin poltica.
Los fines e intereses de la dominacin no vienen a aadirse a la tcnica despus y desde afuera, sino que estn ya implicados en la construccin del aparato tcnico.19
19. J. Habermas, Ciencia y tcnica cmo ideologa, Madrid, Tecnos, 1988, p. 48.
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Conclusiones
Si Max Weber es heredero de la Ilustracin y del liberalismo clsico, principalmente con la mediacin del pensamiento neokantiano alemn de su poca, su pensamiento se bifurca sin embargo en un eje fundamental: las
consecuencias ticas de la razn. Mientras que para Kant sta conduce, por
la va de la felicidad, hacia la libertad, la autonoma de los individuos, una
situacin de derecho y un contenido moral de la poltica, para Weber el camino de la racionalizacin conduce, en cambio, hacia el destino oscuro de la
burocratizacin. Weber puede considerarse como el iniciador de un pensamiento negativo en las ciencias sociales pues es el primer terico de una
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razn desencantada, separada del "deber ser", que no conduce al mejor de los
mundos, y que se opone tajantemente a una finalidad tica del proceso de
racionalizacin.
Los liberales parecen tener una confianza total en un equilibrio natural de
la sociedad civil y del mercado, que logran transformar los "vicios privados"
en "virtudes pblicas". En Weber la situacin se invierte, y las consecuencias
inesperadas de la moral individual se vuelven males pblicos inevitables,
como la burocratizacn del Estado y la instrumentalizacin de los hombres
y de la naturaleza en la economa capitalista:
`La glorificacin carismtica de la Razn' (que encontr su expresin
caracterstica en la apoteosis de Robespierre) es la ltima forma que ha
adoptado el carisma dentro de sus mltiples posibilidades. Es evidente que aquella exigencia de igualdad jurdica formal y de libertad de
movimientos econmica prepara la destruccin de todos los fundamentos especficos de las ordenaciones jurdicas patrimoniales y feudales a
favor de un conjunto de normas abstractas y, por tanto, indirectamente a favor de la burocratizacin, apoyando, por otro lado, de un modo
completamente especfico la expansin del capitalismo. As como el
ascetismo intramundano, admitido por las sectas por motivos no enteramente idnticos desde el punto de vista dogmtico, y el mtodo educativo sectario desarrollaron el carcter capitalista y al `profesional'
que ejerce una actividad racionalmente orientada y que tan necesario
es para el capitalismo, as tambin los derechos del hombre y de la propiedad constituyeron las condiciones previas para que el capital pudiera
valorizar libremente los bienes y los hombres.`
20. Max Weber, Economa y sociedad,... op. cit., t.II, pp. 937-938.
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