Sociabilidad Dsi
Sociabilidad Dsi
Sociabilidad Dsi
Es necesario, por tanto, destacar que la vida comunitaria es una caracterstica natural que
distingue al hombre del resto de las criaturas terrenas. La actuacin social comporta de suyo
un signo particular del hombre y de la humanidad, el de una persona que obra en una
comunidad de personas: este signo determina su calificacin interior y constituye, en cierto
sentido, su misma naturaleza.297 Esta caracterstica relacional adquiere, a la luz de la fe, un
sentido ms profundo y estable. Creada a imagen y semejanza de Dios (cf. Gn 1,26), y
constituida en el universo visible para vivir en sociedad (cf. Gn 2,20.23) y dominar la tierra
(cf. Gn 1,26.28-30), la persona humana est llamada desde el comienzo a la vida social:
Dios no ha creado al hombre como un ser solitario, sino que lo ha querido como ser
social. La vida social no es, por tanto, exterior al hombre, el cual no puede crecer y realizar
su vocacin si no es en relacin con los otros .298
150 La sociabilidad humana no comporta automticamente la comunin de las personas, el
don de s. A causa de la soberbia y del egosmo, el hombre descubre en s mismo grmenes
de insociabilidad, de cerrazn individualista y de vejacin del otro. 299 Toda sociedad digna de
este nombre, puede considerarse en la verdad cuando cada uno de sus miembros, gracias a
la propia capacidad de conocer el bien, lo busca para s y para los dems. Es por amor al
bien propio y al de los dems que el hombre se une en grupos estables, que tienen como fin
la consecucin de un bien comn. Tambin las diversas sociedades deben entrar en
relaciones de solidaridad, de comunicacin y de colaboracin, al servicio del hombre y del
bien comn.300
151 La sociabilidad humana no es uniforme, sino que reviste mltiples expresiones. El bien
comn depende, en efecto, de un sano pluralismo social. Las diversas sociedades estn
llamadas a constituir un tejido unitario y armnico, en cuyo seno sea posible a cada una
conservar y desarrollar su propia fisonoma y autonoma. Algunas sociedades, como la
familia, la comunidad civil y la comunidad religiosa, corresponden ms inmediatamente a la
ntima naturaleza del hombre, otras proceden ms bien de la libre voluntad: Con el fin de
favorecer la participacin del mayor nmero de personas en la vida social, es preciso
impulsar, alentar la creacin de asociaciones e instituciones de libre iniciativa para fines
econmicos, sociales, culturales, recreativos, deportivos, profesionales y polticos, tanto
dentro de cada una de las Naciones como en el plano mundial. Esta socializacin expresa
igualmente la tendencia natural que impulsa a los seres humanos a asociarse con el fin de
alcanzar objetivos que exceden las capacidades individuales. Desarrolla las cualidades de la
persona, en particular, su sentido de iniciativa y de responsabilidad. Ayuda a garantizar sus
derechos .301
165 Una sociedad que, en todos sus niveles, quiere positivamente estar al servicio del ser
humano es aquella que se propone como meta prioritaria el bien comn, en cuanto bien de
todos los hombres y de todo el hombre.347 La persona no puede encontrar realizacin slo en
s misma, es decir, prescindir de su ser con y para los dems . Esta verdad le impone
no una simple convivencia en los diversos niveles de la vida social y relacional, sino tambin
la bsqueda incesante, de manera prctica y no slo ideal, del bien, es decir, del sentido y
de la verdad que se encuentran en las formas de vida social existentes. Ninguna forma
expresiva de la sociabilidad desde la familia, pasando por el grupo social intermedio, la
asociacin, la empresa de carcter econmico, la ciudad, la regin, el Estado, hasta la
misma comunidad de los pueblos y de las Naciones puede eludir la cuestin acerca del
cuanto fin y nunca como medio. Es evidente que el bien de las personas y el buen
funcionamiento de la sociedad estn estrechamente relacionados con la prosperidad de la
comunidad conyugal y familiar .469 Sin familias fuertes en la comunin y estables en el
compromiso, los pueblos se debilitan. En la familia se inculcan desde los primeros aos de
vida los valores morales, se transmite el patrimonio espiritual de la comunidad religiosa y el
patrimonio cultural de la Nacin. En ella se aprenden las responsabilidades sociales y la
solidaridad.470
221 La familia se presenta como espacio de comunin tan necesaria en una sociedad
cada vez ms individualista, que debe desarrollarse como una autntica comunidad de
personas 490 gracias al incesante dinamismo del amor, dimensin fundamental de la
experiencia humana, cuyo lugar privilegiado para manifestarse es precisamente la familia:
El amor hace que el hombre se realice mediante la entrega sincera de s mismo. Amar
significa dar y recibir lo que no se puede comprar ni vender, sino slo regalar libre y
recprocamente .491
Gracias al amor, realidad esencial para definir el matrimonio y la familia, cada persona,
hombre y mujer, es reconocida, aceptada y respetada en su dignidad. Del amor nacen
relaciones vividas como entrega gratuita, que respetando y favoreciendo en todos y cada
uno la dignidad personal como nico ttulo de valor, se hace acogida cordial, encuentro y
dilogo, disponibilidad desinteresada, servicio generoso y solidaridad profunda . 492 La
existencia de familias que viven con este espritu pone al descubierto las carencias y
contradicciones de una sociedad que tiende a privilegiar relaciones basadas principalmente,
cuando no exclusivamente, en criterios de eficiencia y funcionalidad. La familia que vive
construyendo cada da una red de relaciones interpersonales, internas y externas, se
convierte en la primera e insustituible escuela de socialidad, ejemplo y estmulo para las
relaciones comunitarias ms amplias en un clima de respeto, justicia, dilogo y amor . 493
242 La familia tiene la responsabilidad de ofrecer una educacin integral. En efecto, la
verdadera educacin se propone la formacin de la persona humana en orden a su fin
ltimo y al bien de las sociedades, de las que el hombre es miembro y en cuyas
responsabilidades participar cuando llegue a ser adulto . 550 Esta integridad queda
asegurada cuando con el testimonio de vida y con la palabra se educa a los hijos al
dilogo, al encuentro, a la sociabilidad, a la legalidad, a la solidaridad y a la paz, mediante el
cultivo de las virtudes fundamentales de la justicia y de la caridad. 551
En la educacin de los hijos, las funciones materna y paterna son igualmente necesarias.552
Por lo tanto, los padres deben obrar siempre conjuntamente. Ejercern la autoridad con
respeto y delicadeza, pero tambin con firmeza y vigor: debe ser una autoridad creble,
coherente, sabia y siempre orientada al bien integral de los hijos.