Hipnoterapia en Estres Postraumatico
Hipnoterapia en Estres Postraumatico
Hipnoterapia en Estres Postraumatico
ERICKSON DE SANTIAGO
Afiliado a la Milton H. Erickson Foundation, Phoenix, Arizona
2
CONTENIDOS
Introducción ..... p. 4
7. Referencias ..... p. 69
3
INTRODUCCION
Este análisis bibliográfico es la continuación del trabajo que iniciara en 1993, consistente en
un breve resumen de algunas técnicas propuestas por Yvonne Dolan para el tratamiento de
víctimas de abuso sexual, para compartirlo con alumnos en San Luis, Argentina. Sin embargo, al
revisarlo se ha transformado en un documento más integrador, que no sólo cubre la terapia de
Dolan, sino que abarca al estrés postraumático en general, entregando estrategias terapéuticas
provenientes de diversas fuentes, a la vez que se acompaña de reporte de tratamientos.
El tratamiento hipnoterapéutico del estrés postraumático se colocó de “moda” a principios
de los años 1990 en la comunidad psicológica estadounidense, debido a tres factores principales:
la difusión de la hipnoterapia ocurrida en la década de los años 1980; las secuelas psicológicas de
los veteranos de la guerra de Vietnam, y principalmente debido a una serie de investigaciones
publicadas en Estados Unidos, que denunciaban el abuso sexual al que son sometidas niñas y niños,
en un porcentaje bastante elevado en la población (alrededor de un 30% [Dolan, 1991]). Asociado
a esos temas, comenzó a publicarse extensamente respecto a los trastornos de personalidad
múltiple (no psicótica), en los cuales pareciera que intervienen experiencias traumáticas sexuales
amnésicas.
A su vez, este interés en estos temas, hizo resaltar nuevamente dentro del arsenal
terapéutico, herramientas tales como la “abreacción” y el uso extenso de la regresión de edad.
Sin embargo, en Estados Unidos este “destape” del fenómeno del incesto intrafamiliar trajo
consigo la desgraciada consecuencia que muchos psicólogos poco rigurosos metodológicamente,
y amigos de teorías simplistas y reduccionistas, comenzaron a indagar en muchos casos si hubo o
no abuso sexual en la infancia, ahora amnésico, que diera cuenta de la sintomatología de las
pacientes. Esto llevó a una proliferación de acusaciones y juicios legales en contra de los acusados,
lo cual solamente sirvió para el desprestigio de la profesión y de la hipnoterapia como
acercamiento terapéutico.
Ya en 1990, Michael Yapko (Tranceworks, New York: Brunner/Mazel) había prevenido a los
hipnoterapeutas respecto a la creación de falsas memorias, en lo tocante a que se habían
colocado de moda las experiencias amnésicas de secuestros por extraterrestres recordados
durante trabajo hipnótico. Advertía en ese volumen que estaba consciente que habían muchos
“especialistas en abuso”, que tenían una rudimentaria lista de cotejos para indicar cuando una
persona había sido víctima de abuso. Esa lista incluía una baja estimación de si misma, evitación o
apatía sexual, dificultades de relación interpersonales, rabia no resuelta hacia uno o ambos padres,
y otros síntomas semejantes. Yapko se pregunta, “¿no son los mismos ‘signos’ que mostramos casi
todos?” (p. 256).
Y continúa, “pero, un clínico que intenta encontrar problemas de abuso que resolver,
puede plantar la sugestión en la mente del cliente de la posibilidad de tal experiencia en su historia.
4
Entonces, en hipnosis, el clínico puede guiar a través de preguntas: ¿Está sola con su (padre, tío,
amigo de la familia...)? ¿Está tocándole? ¿Dónde está tocándole? ¿Es un toque o se siente como
una caricia? [...] La cliente puede “descubrir –entonces– memorias reprimidas” que no son
verdaderas, que se convierten en la base para toda una nueva identidad –la de una víctima de
abuso. No soy insensible del hecho que muchas personas son víctimas de esas experiencias. Sin
embargo, estoy señalando que el uso de preguntas inductoras pueden crear una memoria falsa
que puede convertirse en un marco de referencia patológico para el cliente, que durará toda la
vida.”(p. 256, el subrayado es de Yapko)
En 1994, Yapko vuelve a “atacar”, esta vez publicando el volumen Suggestions of Abuse
(New York: Simon & Schuster). Indica que volvió al tema debido a que en los últimos años había
tenido la oportunidad de trabajar y saber de muchas personas atrapadas en el fenómeno de las
memorias de abuso sexual reprimidas. Ha hecho terapia con los acusadores y los acusados,
esposas y hermanas, amistades y parientes;escuchando las dolorosas historias de familias rotas y
vidas trastornadas.
En ese volumen Yapko publica un interesante estudio llevado a cabo con 869 profesionales
de la salud mental que respondieron dos cuestionarios respecto a sus actitudes hacia el fenómeno
de la memoria y la hipnosis. De su análisis de las respuestas se pueden extraer las siguientes
conclusiones sumarias:
Estos hallazgos son importantes, en base al porcentaje de las respuestas a las siguientes
preguntas (Yapko, 1994, p. 234):
5
[El subrayado es mío.]
Desde el momento que Dolan se define como una terapeuta estratégica, y orientada a la
solución (hacia el futuro), nos está indicando que su trabajo no está enfocado al trabajo con la
memoria, ni a destapar represiones, sino que a ayudar a su paciente a construir un futuro mejor.
6
1. Caracterización diagnóstica del trastorno por
estrés postraumático, según el DSM-IV
Características diagnósticas
La característica esencial de este trastorno es la aparición de síntomas característicos que
sigue a la exposición a un acontecimiento estresante y extremadamente traumático, y donde el
individuo se ve envuelto en hechos que representan un peligro real para su vida o cualquier otra
amenaza para su integridad física; o el individuo es testimonio de un acontecimiento donde se
producen muertes, heridos, o existe una amenaza para la vida de otras personas; o bien el
individuo conoce a través de un familiar o cualquier otra persona cercana acontecimientos que
implican muertes inesperadas o violentas, daño serio o peligro de muerte o heridas graves.
La respuesta del sujeto este acontecimiento incluye temor, desesperanza y horrores intensos
(o en los niños, un comportamiento desestructurado o agitado).
El cuadro sintomático característico secundario a la exposición del intenso trauma incluye
la presencia de reexperimentación persistente del acontecimiento traumático, de evitación
persistente de los estímulos asociados a él y embotamiento de la capacidad de respuesta del
individuo, y de síntomas persistentes de activación (arousal).
El cuadro provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o en otras
áreas importantes de la vida del individuo.
Entre los acontecimientos traumáticos que pueden originar un trastorno por estrés
postraumático se incluyen los combates en el frent e de guerra, ataques personales violentos
(agresión sexual y física, atracos, robo de propiedades), ser secuestrado, ser tomado como rehén,
torturas, encarcelamientos como prisioneros de guerra o internamientos en campos de
concentración, desastres natural es o provocados por el hombre, accidentes automovilísticos
graves, o diagnóstico de enfermedades potencialmente mortales.
En los niños, entre los acontecimientos traumáticos de carácter sexual pueden incluirse las
experiencias sexuales inapropiadas para la edad aun en ausencia de violencia o daño reales.
Entre los acontecimientos traumáticos que pueden provocar un trastorno por estrés
postraumático se incluyen (aunque no de forma exclusiva) la observación de accidentes graves o
muerte no natural de otras personas a causa de la guerra, accidentes, ataques violentos, desastres
o ser testigo inesperado de muertes, amputaciones o fragmentación de cuerpo.
Los acontecimientos traumáticos experimentados por los demás y que al ser transmitidos al
individuo (aunque no de forma exclusiva) pueden producir en él un trastorno por estrés
postraumático, comprenden los actos terroristas, accidentes graves o heridas de envergadura
vividos por un familiar o un amigo cercano, o la constancia que el propio hijo padece una
enfermedad muy grave.
7
El trastorno puede llegar a ser especialmente grave o duradero cuando el agente
estresante es obra de otros seres humanos (por ejemplo, torturas, violaciones). La probabilidad de
presentar este trastorno puede verse afectada cuanto más int enso o más cerca físicamente se
encuentra el agente estresante.
El acontecimiento traumático puede ser reexperimentado de varias maneras.
Normalmente, el individuo tiene recuerdos recurrentes e intrusos, o pesadillas recurrentes en la que
el acontecimiento vuelve a suceder.
En algunos casos, por otra parte muy poco frecuentes, el individuo experimenta estados
disociativos que pueden durar de pocos segundos a varias horas, o incluso días, durante los cuales
se reviven aspectos del suceso y la persona se comporta como si en ese momento se encontrará
en él.
Cuando el individuo es expuesto a estímulos desencadenantes que recuerdan o simbolizan
un aspecto del acontecimiento traumático (por ejemplo, aniversarios del suceso, clima frío y
nevado o guardias uniformados en los supervivientes de los campos de la muerte; clima cálido y
húmedo en los veteranos de la guerra del Sur del Pacífico; cuando una mujer que fue violada en un
ascensor entra a uno), suele experimentarse un malestar psicológico intenso o respuestas de tipo
fisiológico.
Los estímulos asociados al acontecimiento traumático acaban siendo persistentemente
evitados. El individuo suele hacer esfuerzos deliberados para evitar caer en pensamientos,
sentimientos o mantener conversaciones sobre el suceso y para eludir actividades, situaciones o
personas que puedan hacer aflorar recuerdos sobre él. En este comportamiento de evitación
puede incluirse la amnesia total de un aspecto puntual del acontecimiento.
La disminución de la reactividad al mundo exterior, denominada “embotamiento psíquico”
o “anestesia emocional”, suele aparecer poco después que tenga lugar el acontecimiento
traumático. El individuo puede manifestar una acusada disminución del interés o participación en
actividades que antes resultaban gratificantes, una sensación de alejamiento o enajenación de los
demás, o una acusada disminución de la capacidad para sentir emociones (especialmente las que
hacen referencia a la intimidad, ternura y sexualidad).
El individuo puede describir una sensación de un futuro desolador (por ejemplo, no creer en la
posibilidad de obtener un trabajo, casarse, formar una familia o, en definitiva, de llevar a cabo una
vida normal).
El sujeto con este trastorno padece constantemente síntomas de ansiedad o aumento de
la activación (arousal) que no existían antes del trauma. Entre estos síntomas cabe citar la dificultad
para conciliar o mantener el sueño, que puede deberse a pesadillas recurrentes donde se revive el
acontecimiento traumático, hipervigilancia, y respuestas exageradas de sobresalto. Algunos
individuos manifiestan irritabilidad o ataques de ira, o dificultades para concentrarse o ejecutar
tareas.
8
Especificación
Las siguientes especificaciones pueden utilizarse para concretar el inicio y la duración de los
síntomas de trastorno por estrés postraumático:
9
niños la sensación de un futuro desolador puede traducirse en la creencia que su vida no durará
tanto como para llegar adulto. También puede producirse la “elaboración de profecías”, es decir,
la creencia en una capacidad especial para pronosticar futuros acontecimientos desagradables.
Los niños pueden presentar varios síntomas físicos como dolores de estómago y de cabeza.
Curso
Puede iniciarse a cualquier edad, incluso durante la infancia. Los síntomas suelen aparecer
en los primeros 3 meses posteriores al trauma, si bien puede haber un lapso temporal de meses, o
incluso años, antes que el cuadro sintomático se ponga de manifiesto. Con frecuencia, la
alteración reúne inicialmente los criterios diagnóstico del trastorno por estrés agudo1. Los síntomas
del trastorno y la predominancia relativa de la reexperimentación, comportamiento de evitación, y
síntomas de activación (arousal) pueden variar ampliamente a lo largo del tiempo. La duración de
los síntomas muestra considerables variaciones; la mitad de los casos suele recuperarse
completamente en los primeros 3 meses; en otras ocasiones todavía pueden persistir algunos
síntomas más allá de los 12 meses posteriores al acontecimiento traumático.
La intensidad, duración y proximidad de la exposición al acontecimiento traumático,
constituyen los factores más importantes que determinan las probabilidades de presentar el
trastorno.
Existen algunas pruebas que demuestran que la calidad del apoyo social, los antecedentes
familiares, las experiencias durante la etapa infantil, los rasgos de personalidad y los trastornos
mentales preexistentes pueden influir en la aparición del estrés por trastorno postraumático. Sin
embargo, puede aparecer en individuos sin ningún factor predisponente, sobre todo cuando el
acontecimient o es extremadamente traumático.
1 Aunque el trastorno por estrés agudo muestra características similares al estrés postraumático, se diferencian en
que el primero aparece y se resuelve en las primeras 4 semanas posteriores al acontecimiento traumático. Si los
síntomas perduran más de 1 mes y reúnen los criterios del estrés postraumático, el trastorno se diagnostica como
“estrés postraumático”.
10
2. El abuso sexual como un trastorno
por estrés postraumático
1. Respuesta disociativa
Trataremos esta respuesta defensiva –natural – desde una perspectiva del aprendizaje
dependiente del estado (Rossi, 1986/1993).
Será necesario diferenciar a este fenómeno disociativo cuando ocurre en la niñez de
cuando ocurre en la adolescencia o la adultez (ya que sus consecuencias son distintas).
A juicio de Lienhart (Rossi, 1986/1993, p. 62-67), un asalto sexual en la infancia es un hecho
de comunicación paradojal, que coloca a la afectada2 en un estado de confusión mental (lo cual
también ha sido denominado “estado hipnoidal”). La niña es incapaz de traducir la naturaleza
paradojal de los mensajes que está recibiendo, los cuales, entonces, quedan fragmentarios en su
estado hipnoidal. (Cheek teoriza que las personas caemos en un estado de trance espontáneo
bajo las circunstancias del estrés traumático [Rossi, 1986/1993]).
Recordemos que si además hay angustia en ese estado, es natural una reacción
disociativa defensiva (con la consiguiente afluencia de hormonas del estrés) y una vez que pasa el
evento estresante, esas hormonas son retiradas del torrente sanguíneo, quedando parcial o
totalmente amnésicas , atadas al estado de activación psicofisiológica original.
2
En lo sucesivo nos referiremos en género femenino al individuo víctima de abuso sexual, por ser este
género el más abusado en nuestra cultura (y no solamente en el ámbito sexual); sin embargo, debe tenerse
presente que la víctima puede ser hombre o mujer.
11
La teoría de Lienhart respecto al rol del abuso sexual en la etiología de los desórdenes de
personalidad múltiple3 es clara (esa misma investigadora fue víctima de abuso sexual en la niñez y
presentó un trastorno de personalidad múltiple): aquella parte de la personalidad que no puede
enfrentar el evento extremadamente angustiante, se disocia y luego queda amnésica. Al pasar el
evento estresante, la niña ya no será la misma, una parte de su experiencia está disociada.
En la infancia, esta amnesia puede ser total, y en la adultez puede ser parcial, como ocurre
cuando la persona sufre un evento estresante traumático (Rossi, 1987/1993).
2. Flashbacks
Las mujeres abusadas suelen reportar breves imágenes (visuales o kinestésicas) del evento
traumático, que irrumpen en su consciencia. Corresponderían a memorias atadas al estado, que
son gatilladas por elementos (señales) del ambiente, similares a la de la situación original, por
ejemplo, ver películas en las cuales hay escenas de violencia sexual, experiencias sexuales en
general, masajes, ejercicios de focalización sensorial.
3. Pesadillas recurrentes
Las cuales tendrían relación con eventos dependientes del estado, y Rossi (1985) hipotetiza
que son la expresión de los esfuerzos de la mente inconsciente para resolver ese aspecto
traumático de la vida.
3 El DSM-IV ha reemplazado esa denominación diagnóstica por el de trastorno de identidad disociativo, que se
caracteriza por la presencia de uno o más estados de identidad o personalidad que controlan el
comportamiento del indiv iduo de modo recurrente, junto a una incapacidad para recordar información
personal importante, que es demasiado amplia para ser explicada por el olvido ordinario.
También describe otros trastornos disociativos:
La amnesia disociativa, que se caracteriza p or una incapacidad para recordar información personal importante,
generalmente de naturaleza traumática o estresante, que es demasiado amplia para ser explicada por el olvido
ordinario.
La fuga disociativa se caracteriza por viajes repentinos o inesperados lejos del hogar o del puesto de trabajo,
acompañados de incapacidad para recordar el propio pasado, de confusión acerca de la propia identidad y
asunción de otra identidad nueva.
El trastorno de despersonalización, que se caracteriza por una sensación persistente y recurrente de
distanciamiento de los procesos mentales y del propio cuerpo, junto a la conservación del sentido de realidad.
12
6. Culpa irracional
Es común junto a la desesperanza ante el futuro. Es evidente que en aquellas familias en la
cual el incesto es un secreto “a voces”, la familia culpe en forma implícita a la afectada por lo
sucedido. En otros casos, se la acusa abiertamente. Otros investigadores sugieren que la auto-
culpabilidad surge de la creencia que la afectada hizo algo que facilitó el abuso, lo que en algún
modo le da control sobre su vida.
7. Comportamientos autodestructivos
Algunas pacientes reportan que algunos actos de automutilación son una forma de
reorientarse al presente y poner fin a los flashbacks, para reconectarse con sentimientos de ser
alguien “real”.
9. Compulsiones sexuales
Estos síntomas los muestran algunas mujeres víctimas de abuso, y tendrían relación con una
forma aprendida de comportamiento autodestructivo, que fueron elicitados y reforzados por la
victimización sexual. Esos comportamientos pueden ser descritos como la incapacidad de la
víctima para identificar, evitar o rechazar parejas potencialmente abusivas en lo sexual y prácticas
sexuales autodesctructivas.
13
3. El enfoque de Yvonne Dolan para el
tratamiento del abuso sexual
1. Suministrar estabilización y alivio a la cliente de los síntomas que surgen o están relacionados
con el trauma del abuso sexual.
2. Alterar los sentimientos asociados con los recuerdos del trauma, de modo que éstos y/o los
flashbacks ya no sean más intrusivos o dolorosamente prevalentes en la vida cotidiana de la
cliente.
3. Desarrollar una orientación positiva, saludable y práctica hacia el futuro, que resulte en pautas
no sintomáticas y, más importantemente, en que la vida de la cliente sea lo que ella
consideraría una vida “satisfactoria”. (p. xiii)
En los próximos apartados revisaremos resumidamente las estrategias propuestas por Dolan
para realizar ese terapia.
4Esto trae a mi memoria una anécdota que escuché hace años en un grupo de estudios. Me contaron que una
terapeuta le decía a sus pacientes que habían sido víctimas de incesto paterno, que ellas habían recibido lo que
se suponía que toda mujer en su temprana infancia deseaba, poseer sexualmente al padre. Es de suponer que si
esa terapeuta hubiese sido víctima de abuso sexual, no habría compartido ese comentario carente de empatía
y verdadero apoyo terapéutico, y quizá hasta lo hubiese denunciado como iatrogénico.
14
La terapia no debe estar limitada a la tarea de dar un recuento de los detalles del abuso o
arreglar y reconocer los sentimientos resultantes. Sino que debe enfatizar una utilización activa de
los recursos de la vida presente y las metas y posibilidades del futuro.
Dolan sugiere que el terapeuta entregue información respecto a la sintomatología
asociada al abuso sexual, previniendo que varía de persona en persona. Esto, permite que la
cliente se dé cuenta que sus síntomas son esperables y no son un sinónimo de locura.
Para la obtención de información, Dolan utiliza una estrategia de Erickson que permite que
el terapeuta coloque atención a aquellas cosas que realmente son relevantes para la paciente, y
al mismo tiempo no la presiona: “Por favor, cuénteme todo lo que usted siente que yo necesito
saber, para que usted sepa que la comprendo.”
Si la paciente es sobrecogida por flashbacks durante su relato de la victimización, se la
invita a tomar unos momentos de descanso.
En forma ideal, uno debiera pedirle a la paciente antes que comience su relato, que
identifique algo en la habitación, un “símbolo del presente” que puede ser usado para recordarle
que está en el aquí y el ahora. Entonces, si la paciente comienza a experimentar mucha aflicción,
se le pide que se detenga en el relato y se conecte con el presente a través del símbolo.
En aquellos casos en que no hay un símbolo del presente, y la paciente comienza a re-
experimentar el trauma en una forma abrumadora, el terapeuta puede decir, “Mire a su alrededor
en la habitación, y dígame lo que ve aquí y ahora”.
Esta estrategia, consistente en un foco externo, provee una ruptura consciente de la
memoria del trauma y reduce el impacto emocional de hablar respecto al abuso. Debe protegerse
a la víctima de la necesidad de revivir el trauma. La re-experimentación del trauma una y otra vez,
sin que haya una experiencia terapéutica correctiva, además de ser no efectiva, la vuelve a
victimizar.
Dolan afirma que la creencia que el relato repetido de la experiencia de victimización con
el objetivo de desensibilizar a las pacientes, es como remover una bala de a poco, reabriendo la
herida cada vez. Además, en los casos en que la victimización ocurrió a lo largo del tiempo, es un
método de tratamiento doloroso que prolonga el sufrimiento de la cliente, y la victimiza una y otra
vez.
Una vez que el terapeuta ha averiguado los hechos de la victimización de la cliente, debe
construirse un plan de tratamiento. Este plan estará diseñado de acuerdo al enfoque de la terapia
breve orientada a la solución5.
Dolan propone las siguientes estrategias para la construcción del tratamiento:
5Se recomienda la lectura adicional de los siguientes textos: Steve de Shazer, Claves en psicoterapia breve. Una
teoría de la solución. Editorial Gedisa, Barcelona, 1992; W. Hudson O’Hanlon y M. Weiner-Davis, En busca de
soluciones. Un nuevo enfoque en psicoterapia. Editorial Paidós, Barcelona, 1993.
15
para este efecto utilizar la Escala de Recuperación (que se encuentra en el Apéndice A de esta
revisión), una forma para colocar énfasis y utilizar la habilidad natural de la sobreviviente para
experimentar cambios en formas útiles.
El propósito de la Escala es suministrar un contexto de esperanza y un cambio en el foco
hacia la curación. Está diseñada para ser leída en voz alta a la cliente, y para que ésta responda
en voz alta, aunque también puede ser respondida a solas o en un grupo.
El terapeuta puede mostrar a la cliente las áreas en las cuales ya existen signos de curación
y/o cambios pre-tratamiento y solicitar a la cliente que especule respecto a lo que ella cree que
serán las siguientes señales de curación que advertirá (y en algunos casos, que advertirán otros
significativos).
Una vez que la cliente ha identificado las señales de curación, puede dársele la tarea de
advertir cuándo sucede y que advierta otras señales de curación. Esto la saca de las señales del
trauma, y la lleva hacia adelante.
Ocurre, a veces, que la cliente está tan agudamente traumatizada y desmoralizada, que
es incapaz de identificar sus propias señales de recuperación en la escala. Para esa tarea pueden
ayudar preguntas como, “¿Cuál cree usted que su [otro significativo] diría que son las señales más
pequeñas de curación.... y la siguiente señal de curación?”
6La fórmula original de de Shazer es la siguiente: “Supongamos que una noche, mientras duerme, se produce un
milagro y su problema se resuelve. ¿Cómo se daría cuenta? ¿Qué sería diferente? ¿Cómo lo sabría su esposo sin
que usted le dijiera ni una sola palabra sobre el asunto?” (Steve de Shazer, Claves en psicoterapia breve. Una
teoría de la solución. Editorial Gedisa, Barcelona, 1992, p. 29)
16
3.1.3 Fórmula de la tarea de la primera sesión
Esta tarea fue desarrollada por de Shazer7 para ser efectuada después de la primera sesión,
para ser usada con aquellos clientes que son inicialmente vagos en su descripción de lo que
buscan de la terapia. La tarea es la siguiente: “Entre ahora y la próxima vez que nos veamos, me
gustaría que pensara en las cosas de su vida que le gustaría que continuaran.”
Dolan ha modificado la tarea a la siguiente: “Haga una lista escrita de esas cosas en su
vida que le gustaría que continuaran.”
Según Dolan, la lista escrita es útil para fortalecer la consciencia de la paciente en los
recursos que ya existen como parte de su vida cotidiana en el presente. Tener la lista a mano es
particularmente importante en las primeras fases del tratamiento, cuando la focalización en el
trauma puede eclipsar el percatarse de la seguridad, comodidad y apoyo disponible en el aquí y
ahora de su vida cotidiana.
Se le indica que haga la lista tan larga como desee, y que la lleve consigo durante la
primera fase del tratamiento, especialmente si están sufriendo de flashbacks repetidamente. La lista
es un recordatorio tangible respecto a que tiene comodidad y seguridad en la vida presente; y que
dificultaría la regresiones de edad espontáneas hacia el abuso cuando se topan con claves
simbólicas que les recuerdan el abuso.
Imagine que ha madurado hasta convertirse en una anciana sabia que está mirando hacia atrás,
a este período de su vida. ¿Qué cree usted que esta anciana maravillosa, sabia, le sugeriría para
que usted se ayudara a pasar esta fase actual de su vida? ¿Qué le diría que recordara? ¿Qué le
sugeriría que sería más útil para ayudarse a sanarse del pasado? ¿Qué le diría para reconfortarla?
¿Tiene ella algún consejo respecto a cómo debiera ser la terapia para que fuera más útil y de
más ayuda?
El impacto de estas preguntas puede aumentarse con la siguiente tarea para la casa:
Pedir a la cliente que escriba una carta a la “anciana sabia”, diciéndole qué la tiene
aproblemada ahora. Después, que tome el rol de la “anciana sabia”, y responda con una carta
que ofrezca comodidad, consejos, e instrucciones que la ayuden a pasar este período de su vida,
basada en lo que ha aprendido con el paso de los años .8
7 Steve de Shazer, Claves para la solución en terapia breve. Editorial Paidós, Barcelona, 1991
8 Dolan previene el uso con pacientes que se supone presentan alteraciones de “personalidad múltiple”
(trastorno de identidad disociativo), ya que podría evocar a una parte de la personalidad que realmente no
apoye la salud ni la curación de la cliente.
17
También puede pedirle que se imagine a una pariente o amiga “anciana sabia” fallecida, y que
escriba la carta desde ese punto de vista.
¿Cuál será la primera señal (más pequeña) que las cosas están mejorando, es decir (el abuso
sexual) está teniendo un impacto menor en su vida a ctual?
¿Qué estará haciendo en una forma diferente cuando este (trauma de abuso sexual) sea menos
que un problema cotidiano en su vida?
¿Hay momentos cuando lo anterior ya está ocurriendo en algún grado (aunque sea poco)?
¿Qué es diferente en esos momentos? ¿Qué es lo útil en esas diferencias?
¿Qué diferencias harán los cambios sanadores anteriores cuando hayan estado presentes en su
vida a lo largo del tiempo (días, semanas, meses, años)?
¿Qué cree usted que diría su (otro significativo) que es la primera señal que las cosas están
mejorando? ¿Qué cree que advertirá primero su (otro significativo)?
¿Qué cree que sus (amigos, jefe, otros significativos, etc.) advertirán a medida que usted se cure
aun más?
¿Qué diferencias positivas identificará con esos cambios sanadores a través del tiempo en su
relación con (otro significativo)?
¿Qué diferencias tendrán esos cambios sanadores que usted ha identificado en las futuras
generaciones de su familia?
18
Una vez que la paciente ha comenzado a identificar señales de curación en respuesta a
esas preguntas, puede pedírsele que advierta otras señales, advertir los momentos en que ocurren
cuando ella se comporta en las formas que ha identificado como sanadoras y positivas. También
puede pedírsele que identifique y advierta los momentos cuando se “sobrepone” a los efectos del
trauma.
Como en todo tratamiento orientado a la solución, se solicita a la cliente que identifique la
señal “mas pequeña” una a una. Esto le permite experimentar control en forma gradual y segura
sobre sus síntomas, sin asustarse o ser abrumada por las tareas para las cuales no está preparada.
Estos cambios pequeños pueden llevar a cambios cada vez más amplios, en un modo que impide
las recaídas.
En una escala de uno a diez, ¿cuán segura siente a su familia del abuso sexual y físico? Cero
significaría que eso está ocurriendo ahora y la familia no está a salvo. Uno querría decir que ha
ocurrido en el p asado y podría ocurrir nuevamente; cinco significaría que es probable que ocurra
o no; y desde seis a diez, que todos los miembros de la familia se sienten a salvo y seguros que el
abuso sexual no está ocurriendo ahora y no sucederá en el futuro.
19
Si el terapeuta sospecha que la madre puede tener una relación con un padre abusivo
que la intimida y la inhibe en sus respuestas, esas preguntas no debieran ser hechas, especialmente
en presencia del padre. Para protegerla de la posible violencia en venganza, y para asegurarse
que responderá en forma libre.
Así también, estas preguntas podrían hacerse por escrito a algunos miembros de la familia.
Tampoco tendrían que hacerse en presencia de perpetradores que no han recibido tratamiento.
Dolan recomienda ser cautos con esta estrategia.
20
3.3.1 Guía para la pareja y la sobreviviente del abuso
Interesa que la pareja esté más orientadas hacia la sanación, comodidad y esperanza
inherente en el presente y en el futuro. Dolan sugiere las siguientes directivas terapéuticas que han
probado ser útiles para este propósito:
• Reafirmar que la pareja tiene los recursos necesarios para hacer cambios terapéuticos.
• Pedir a la pareja que identifique lo que está haciendo y que parece ser más útil para la
sobreviviente del abuso. ¿Qué comportamientos de la pareja es probable que la sobreviviente
le diría que ocurrieran más? ¿Cuáles le gustaría ver menos? ¿Qué comportamientos de la
pareja podrían seguir siendo los mismos?
• Comparar las respuesta de la pareja a las preguntas anteriores con los intereses reales de la
sobreviviente, y verificar el grado en que concuerdan. Pedir a la sobreviviente que identifiq ue lo
que es más útil entre lo que la pareja está haciendo. ¿Qué comportamientos le gustaría que su
pareja exhibiera más? ¿Qué le gustaría que ocurriera menos? ¿Qué cosas que sirven está
haciendo la pareja y a la sobreviviente le gustaría que continuaran?
• Una vez que se han identificado esos comportamientos, se le pide al sobreviviente que se
percate de las veces cuando su pareja tiene éxito en su apoyo, en las formas que ella ha
identificado como útiles, y cualquier nuevo comportamiento que ella identificaría como útil. Se
solicita a la pareja que prediga cuáles de sus comportamientos serán identificados como útiles.
• Pida a la sobreviviente y a su pareja, que identifiquen cómo ha sido su relación sin el problema
del abuso sexual pasado. En esas áreas, ¿qué cosas quieren que continúen ocurriendo?
21
• En un ejercicio de imaginería, se les solicita que imaginen que las señales de curación actuales
continúan y se expanden a través de los días siguientes, semanas, meses y años. ¿Qué señales
de curación les gustaría que formaran parte de sus vidas? ¿Cómo afectará a su relación de
pareja el haber pasado por todos esos ajustes? ¿Cómo sabrán que hicieron todo lo que era
útil? ¿Qué clase de cosas apreciarán el uno del otro a medida que el tiempo transcurra?
Para la sobreviviente:
• ¿Qué señales pueden observarse para saber que su curación está progresando? ¿Qué
advertirá su hermana(o)? ¿Qué clase de cosas estará mencionando que experimenta, piensa y
hace, que serán señales de curación?
• ¿Qué está haciendo actualmente su hermana(o) que es útil? ¿Qué le gustaría que hiciera más
o menos? ¿Qué cosas dice/hace ella(él) que a usted le gustaría que continuaran?
•¿Cómo sabrá ella que usted, también, está curándose de su trauma? ¿Qué advertirá ella en
términos de sus comportamientos y de lo que usted esté diciendo? ¿De qué hablarán ustedes
en lugar del abuso sexual?
22
Sugiere las siguientes preguntas que pueden emplearse en sesiones conjuntas con el
madre(padre) y la sobreviviente:
Para la madre(padre):
• ¿Que habría hecho en forma diferente si se hubiese enterado del abuso tan pronto como
ocurrió? ¿Cómo habría protegido a su hija? ¿Qué diferencias, si hay alguna, cree usted que
habrían en su relación actual con su hija (o hijo)?
• ¿Cómo sabe que su hija (o hijo) está curándose? ¿Cuál señal (si hay alguna) ya ha advertido?
¿Cuál sospecha será la señal que seguirá? ¿Qué imagina que será diferente cuando esto ya no
sea más un problema?
• ¿Qué diferencia ocasiona el saber que su madre se siente en esta forma respecto a lo que
sucedió?
• ¿Cómo sabrá su madre que usted estará sanándose de esta experiencia? ¿Qué advertirá ella
que usted estará diciendo o haciendo? ¿Cuál será la señal más pequeña que es probable que
su madre advierta primero? ¿Qué es probable que diga su madre (padre) que usted está
haciendo más o menos a medida que está curándose? ¿Qué sospecha usted que ella(él)
advertirá que es diferente cuando esto ya no sea más un problema?
• ¿Qué diferencias ocasionarán esos cambios sanadores a lo la rgo del tiempo? ¿Qué cree que
dirá su madre(padre) respecto a esas diferencias? ¿Qué estará diciendo en el futuro que será la
realidad de usted y su comportamiento y pensamientos cuando este (trauma) ya no sea más
un problema?
23
describiéndole los problemas que la atorment an, y después escribir una respuesta imaginada de
esa persona, que le dé apoyo y consejos orientados a la solución.
Paso 1. Revisión de los intentos previos . La cliente necesita trabajar con los efectos emocionales
que tuvieron los intentos previos en ella.
Paso 4: Cartas sanadoras como preparación para el develamiento. Las cartas sanadoras
suministran una forma simbólica de apoyo antes que la víctima se arriesgue en el develamiento.
Este paso reduce la vulnerabilidad a una victimización adicional debido a las reacciones de los
24
miembros de la familia. Se le indica que escriba una carta de revelación a la familia y no la envíe
por correo (o al menos no inmediatamente). El paso siguiente es escribir una respuesta realista de
los parientes, basada en cómo esperaría ella que ellos reaccionaran. Luego, se le indica que
escriba una tercera carta imaginaria enviada por un pariente, expresando lo que la paciente
quiere y necesita.
Estas cartas pueden suministrar alivio cuando es imposible efectuar el develamiento real, por
muerte o desaparición de los involucrados. En los casos donde la revelación directa es imposible
debido a factores geográficos, la paciente puede elegir enviar la primera carta.
Imaginar lo peor y tomar medidas de protección. Le sugiere imaginar las peores reacciones del
perpetrador, y ensayar la confrontación en forma repetida, de modo que identifique qué
medidas necesita tomar para protegerse psicológicamente. Puede usar el “recordatorio de la
verdad” para conectarse con sus recursos, también puede tener consigo su símbolo de
seguridad.
Cartas sanadoras. El ejercicio de escribir tres cartas sanadoras le aseguran a la cliente que
experimentará apoyo y validación, a pesar de la respuesta real del ofensor. El proceso comienza
con una carta en la cual la sobreviviente describe los detalles del abuso y expresa sus
sentimientos respecto al abuso y cómo éste ha afectado su vida. La carta también debe incluir
una retribución que la cliente siente que sería apropiada.
9Se sugiere revisar el Capítulo 3, “Arrepentimiento y reparación en los casos de abuso sexual”, en C. Madanes,
Sexo, amor y violencia. Estrategias de transformación, Ed. Paidós, Barcelona, 1993
25
Después escribe otras dos cartas, similares a las mencionadas en el ejercicio anterior. La segunda
es una carta en la cual ella escribe lo que piensa que escribiría el perpetrador, o puede ser una
recapitulación de lo que el perpetrador dijo en un confrontación pasada real.
La tercera carta, en la cual la cliente detalla la respuesta que quiere y necesita es, a juicio de
Dolan, la más poderosa. Esta es la respuesta que el perpetrador escribiría si asumiera la
responsabilidad por el abuso y respondiera apropiadamente, con remordimiento y un deseo de
enmendar las cosas. Esta carta puede significar un experiencia muy sanadora para la paciente.
Una vez que las tres cartas han sido escritas, puede enviar la primera por correo si desea hacerlo.
Se pensaba que el Titanic era uno de los más finos y ciertamente uno de los mejores buques de
su clase, y el capitán estaba muy orgulloso de su posición como comandante del barco. Había
estado especialmente excitado con hacerse cargo del buque en su viaje inagural. Imagine su
consternación cuando se dio cuenta, una noche, que el barco había chocado con un témpano
de hielo. Estaba avergonzado de este infortunio y se preguntaba cuánto lo afectaría
adversamente en su carrera. En lugar de tomar inmediatamente las medidas de seguridad
mientras evaluaba el daño, después de mucha contemplación, decidió ocultar la seriedad del
daño a su tripulación y a los pasajeros. Pensaba que el barco podría ser reparado en el puerto
siguiente y nunca pensó en la seriedad de la situación que estaba experimentando en el mar esa
noche.
26
Sin embargo, el plan del capitán fue como un tiro que salió por la culata, ya que el barco se
hundió en la mitad de la noche, lejos del puerto y antes que otros buques en las cercanías
rescataran a la tripulación y a los pasajeros. Muchas vidas se perdieron sin necesidad, puesto que
no hubieran fallecido si el capitán hubiera admitido la seriedad de la situación y hubiese pedido
auxilio a tiempo. Cuando ocurrió el daño, había tiempo para que los botes salvavidas fueran
activados y se hubiesen tomado las medidas para asegurar la vida de todos los pasajeros hasta
que hubieran sido recogidos por otro barco. Irónicamente, la terca insistencia del capitán que
tenían que continuar funcionando los motores y seguir adelante a toda máquina, como si nada
hubiera sucedido, puede haber ocasionado que el barco se haya hundido totalmente.
3.4.5 Intervenciones para ayudar a la cliente a enfrentar la pérdida de la imagen de un buen padre
El incesto y el abuso físico perpetrado por miembros de la familia nuclear son
especialmente difíciles de resolver para la víctima, ya que los sentimientos de amor están
entrelazados con la tristeza y la rabia hacia el(los) perpetrador(es).
Dolan ha encontrado que la siguiente estrategia ayuda a la mujer a reconciliar las
cualidades “buenas” y “malas” de los padres abusivos:
Sé que es especialmente doloroso para usted, debido a que me está diciendo que si deja de
tener contacto con sus padres, aunque eso impedirá que vuelva a victimizarse, también le
impedirá tener el amor y el apoyo de sus padres son capaces de darle. Y ya que ellos no siempre
le dan apoyo, de hecho a veces son realmente abusivos, los ejemplos de amor que ha tenido y
que ha recibido ocasionalmente de ellos son lo más precioso para usted, quizá como la lluvia
cayendo en el desierto.
Es claro que sus padres, por diversas razones –y podemos especular esas razones en base a sus
historias– y probablemente por razones que nunca conoceremos totalmente, son incapaces de
ser consistentes en ser apoyadores y funcionales. Pienso que podemos mirar todas las cosas
buenas que han hecho como una señal que si no estuvieran impedidos , le habrían dado todo el
apoyo y el amor que usted necesitó.
Como parte de sus impedimentos psicológicos está la incapacidad de hacerse responsables de
las veces que fueron abusivos. Y eso realmente tiene sentido, porque si hubiesen sido capaces de
hacerse responsables, no lo hubieran continuado haciéndolo. En lugar de negar las cosas buenas
que han hecho, quiero que las aprecie en el grado que sea capaz, porque son un ejemplo de
cuando se sobrepusieron a sus propias constricciones psicológicas y expresaron el amor que los
padres, incluso los severamente perturbados, sienten por sus hijos.
Aunque no podían hacer en forma consistente, a veces le dieron buenas cosas, y es probable
que esas veces sean lo más precioso para usted debido a lo infrecuente que eran.
Puede ser, sin embargo, que para continuar desarrollándose y creciendo como una persona
saludable, usted tenga que limitar la clase de contactos que pueda tener con ellos. Usted tiene
que determinar cuándo será seguro, cuando los impedimentos de ellos no resulten en que sea
nuevamente una víctima de sus abusos, y cuándo no es seguro. Para algunas personas el
teléfono es seguro; algunas personas solamente pueden ver a sus padres en persona; otras eligen
el correo; y otros se sienten seguras si ven a sus padres solamente en ciertos grupos y ambientes,
como por ejemplo cuando la presencia de un miembro de la familia, una tía, un tío o los abuelos,
27
ayudan a sus padres a comportarse en una forma saludable, amorosa. Y en algunos casos, todo
contacto debe cesar, para que no haya más victimización. El impedimento puede ser más fuerte
que sus padres, de modo que no es seguro para usted estar cerca de ellos. Tiene que protegerse
para ellos , ya que son incapaces de hacerlo por si mismos. Pero esto no significa que no los ame
o que ellos no la aman. Si sus padres tienen una enfermedad contagiosa, de modo que
realmente podría enfermarse cerca de ellos, si no estuvieran impedidos, si estuvieran saludables,
no querían que usted se quedara. Aunque ellos no fueran capaces de decírselo con palabras,
usted lo sabría. Y puede usar esas experiencias de amor que ha experimentado a veces con sus
padres como un estímulo para protegerse de los impedimentos de ellos, de modo que no sea
más victimizada.
Y puede, basada en las cosas buenas que han ocurrido entre ustedes, imaginar en su mente
las experiencias que hubiera tenido si ellos no estuvieran impedidos, haciendo que esas cosas
buenas sucedan en sus sueños y su imaginación... haciendo para usted misma lo que sus padres
fueron incapaces de hacer... lo que ellos hubieran hecho por usted si no hubiesen estado
impedidos. Y cuando se encuentre pensando en las cosas buenas que sucedieron... puede
absorber todo el amor que puede recordar en esas experiencias, y buscar en las otras áreas de su
vida donde puede tener amor y apoyo... porque hay muchas relaciones en su vida... y quizá
debido en parte por el amor que sus padres le dieron cuando fueron capaces es que usted es
capaz de tener esas relaciones. (Mencionar o hacer alusión a otras relaciones de apoyo en la
vida de la cliente, incluso las mascotas si fuera necesario.)
28
cuando Jesús siempre colocaba la otra mejilla?”. Esas clientes pueden encontrar comodidad y
resolución a su conflicto con el relato de la historia cuando Jesús arrojó a los mercaderes del
templo. Ya que el cuerpo es tratado metafóricamente en las religiones como un “templo” (del
espíritu), una buena persona espiritual estaría justificada si “castigara” a aquellos que violaron su
“templo” al abusar sexualmente de ella, o aquellos que indirectamente apoyan y protegen a los
abusadores.
Una nueva familia. El establecimiento de un circulo saludable de otros significativos con
quienes celebrar fiestas tradicionales y disfrutar el contacto diario será una “señal de curación”
para la adulta sobreviviente de incesto que no tiene más contacto con la familia de origen que no
la apoya. El evento principal en la vida de la víctima ocurre cuando se da cuenta que haber roto
los lazos con la familia de origen no significa estar sola o no ser amada, pues ha ampliado su
círculo.
29
de una clave asociativa que haga mucho más fácil que la cliente se reconecte con experiencias
que necesita, así como también con los sentimientos de comodidad y seguridad.
Lo primero que se necesita para esta técnica, es que la paciente haya identificado una
experiencia de comodidad (la lista de la “fórmula de la tarea de la primera sesión” puede ser útil, y
la paciente puede elegir un item que pueda usar como claves asociativa). Luego, continuar como
sigue:
1. Pedir a la cliente que “piense en una experiencia de comodidad y seguridad [que haya
identificado]”. Este paso puede hacerse con los ojos cerrados o abiertos.
2. Indicarle que “advierta y describa todos los detalles de esa experiencia, con especial
referencia a lo que ve, los sonidos y las sensaciones.”
3. Invitar a la cliente a “tomar algún tiempo para disfrutar la experiencia.”
4. Después de un momento, invitarla a “sentirse libre para hacer algunos arreglos, agregados o
sustracciones de detalles, que aumentarían la comodidad y la seguridad de la experiencia.”
5. Pedirle que nos permita saber cuando la experiencia está “lista”, con algún movimiento de la
cabeza.
6. Invitarla a “disfrutar la experiencia un poco más... y mientras estés haciendo esto, puedes elegir
un pequeño símbolo que pueda servirte como recordatorio de esta experiencia placentera
en el futuro... una especie de ‘souvenir’.” El símbolo puede ser una imagen visual, un sonido o
una sensación que evoque la experiencia para la cliente. Después se sugiere a la cliente que
podría “descansar un poco más y dejar que el inconsciente elija por ella, y ver qué símbolo
viene a su mente.”
7. Pedir a la cliente que vuelva a la realidad externa del presente, y pedirle luego que “piense en
el símbolo durante un momento y advierta cómo se siente”, para volver a tener acceso al
estado de comodidad y seguridad.
8. Sugerir a la cliente que puede “sentirse libre de usar este símbolo en cualquier lugar que lo
necesite, para reconectarse al estado de (relativa) comodidad y seguridad.” En algunos
casos puede ser beneficioso que escriba la palabra del símbolo en un papel, que pueda
llevar consigo. Otra opción es entregarle un objeto que le recuerde su clave asociativa o
indicarle que lo busque y lo compre.
30
1. ¿Cuándo se sintió en esa forma antes? ¿En qué situación estaba la última vez que se sintió
así?10
2. ¿En qué formas son similares esta situación actual y su situación pasada? Por ejemplo, ¿ el
ambiente, la época del año, o las imágenes visuales, los sonidos, las sensaciones, son similares
a la situación pasada cuando se sintió así? Si hay otra persona involucrada, ¿cuán similar es a
esa persona del pasado que le provocó sentimientos similares?
3. ¿Cuán diferente es la situación actual de la situación en el pasado donde sintió sentimientos
similares? ¿Qué es diferente en usted, su experiencia sensorial, sus circunstancias actuales de
vida y sus recursos personales? ¿Qué es diferente en el ambiente? Si otra u otras personas
están involucradas, ¿cuán diferentes son de la(s) persona(s) en la situación pasada?
4. ¿Qué acción, si es que hay alguna, quiere hacer para sentirse mejor en el presente? Por
ejemplo, un flashback puede indicar que una persona está nuevamente en una situación que
en alguna forma es insegura. Si este es el caso, deberían tomarse acciones protectoras de si
misma para alterar la situación actual. Por otro lado, un flashback puede significar
simplemente que una memoria antigua ha sido gatillada por una remembranza del pasado,
como cierto color u olor. En estos casos, es necesario entregarse mensajes de confianza y
comodidad a si misma para contrarrestar las memorias traumáticas antiguas. Las claves
asociativas para comodidad y seguridad pueden ser útiles para este propósito.
10 (Y.D.) Si la cliente es incapaz de identificar cuando se sintió así antes, los recursos inconscientes pueden ser
extraídos ayudándola a obtener la comprensión necesaria para la resolución. La situación original puede ser
elicitada induciendo un trance con la técnica de autohipnosis focalizada externamente o conectando una
señal ideomotora a la disposición hipnótica. Después el terapeuta puede sugerir a la cliente que “vaya a la
fuente de esos sentimientos en cualquier forma que le sea útil para comprender y curarlos.”
31
flashback, como una técnica de profundización usada conjuntamente con claves asociativas, y
para sobreponerse a los ataques de pánico.
Esta técnica es muy simple y permisiva, por lo cual puede ser poco amenazante para la
paciente. Dolan recomienda que el terapeuta se la modele a la paciente antes que la practique
ésta. Muchas pacientes entran en trance al mirar a la terapeuta autohipnotizarse.
1. Se invita a la cliente a “encontrar una posición cómoda para su cuerpo y un lugar grato sobre
el cual fijar su mirada, sabiendo que a través de la experiencia puede sentirse libre para hacer
cualquier ajuste en su posición física que sea necesario para mantener su sensación de
comodidad y calma.”
2. Se sugiere, “mantenga sus ojos abiertos a lo largo de esta experiencia, o quizá optará por
cerrarlos, pero no lo haga hasta que siente una agradable urgencia para cerrarlos.”
3. Su sugiere que puede reorientarse a la situación presente cuando lo desee. “Si quiere
reorientarse a este momento, desde luego puede hacerlo con mucha facilidad, solamente
moviéndose un poco, o puede contar hasta cinco, diciéndose que puede estar
progresivamente más despierta, alerta y refrescada con cada número, como por ejemplo,
uno... más y más despierta, dos... un poco más alerta, tres... comenzado a sentirse refrescada
y alerta... cuatro... aun más despierta, y cinco, ...totalmente despierta.”
4. Entonces la cliente nombra en voz alta cinco imágenes visuales, cinco sonidos, cinco
sensaciones físicas; después continúa con cuatro verbalizaciones de cada categoría, y así
progresivamente hasta llegar a una verbalización de cada una. En este punto, la paciente
puede escoger comenzar de nuevo la cuenta y repetirla para un mayor nivel de agrado y
relajación, o detenerse ahí y disfrutar la paz y comodidad que ha creado para si misma con
esta técnica.
5. “Perder el orden del número de la categoría es realmente una muy buena señal que lo está
haciendo bien.”
6. Otras consideraciones: Esta técnica puede ser usada con voz alto o en silencio. La ventaja de
hacerlo en voz alta, incluye la cualidad reconfortante de escuchar la propia voz, a la vez que
permite al terapeuta saber si la cliente está siguiendo las instrucciones y estimar el nivel de
trance que ha alcanzado. Si es hecha en silencio, el terapeuta puede usar el eventual silencio
como una señal para recordarla su clave asociativa de seguridad y comodidad. En entrar en
trance hace más poderosa y efectiva esa clave para la paciente.
Dolan afirma que muchas de sus pacientes ha usado con éxito esta estrategia para dormir,
para relajarse en situaciones de estrés, y para reconectarse con el presente cuando están sintiendo
síntomas de estrés postraumático.
32
Esta es una pregunta que suena divertida, pero me estoy preguntando con mucha sinceridad y
preguntándole a su mente inconsciente especialmente, ya que es una parte de usted que ha
estado experimentando eso síntomas, y es la parte de usted a la cual nos dirigimos para buscar
ayuda... ¿Le gustaría tener esa pesadilla en su brazo derecho mientras está dormida, en lugar de
tenerla en su mente? Usted realmente no tiene que ser consciente de eso, sólo de la sensación
de su brazo, y su brazo puede dormir, teniendo sus propios sueños mientras el resto de usted se
relaja. Y cuando esté preparada, deme una pequeña señal que su mente inconsciente está
preparada y deseosa de hacer eso por usted; puede ser una pequeña elevación sin esfuerzo de
uno de sus dedos, un pequeño asentimiento con la cabeza que ocurre totalmente por si misma,
cualquier señal que usted y yo seamos capaces de reconocer. Y en ese momento usted puede
relajarse y dejárselo a su mente inconsciente.
Se solicita a la cliente que se imagine una escala de alerta desde uno a diez, diez es tanta
ansiedad que ella podría tener un ataque de pánico y tendría dificultades para estudiar y rendir
un examen, y uno es estar tan relajada que está a punto de dormirse, de modo que tampoco
podría estudiar o rendir. Se le pide que imagine el nivel óptimo entre esos dos polos. En general,
las pacientes eligen entre cuatro y seis. Después se le solicita el nivel más alto de alerta que
podría tolerar en una situación de examen. Muchas clientes eligen el siete.
Después se le pide que “se imagine que está dando el examen. ¿Qué nivel de alerta está
sintiendo ahora que está imaginando vívidamente la prueba?” Muchas clientes responden nueve
o diez. Se les solicita que si hay algo que pudiera empeorarlo. Las respuestas clásicas incluyen, “si
no encontrara estacionamiento y llegara tarde”, “llegar a una pregunta que no sé como
responder”, “si no hubiera estudiado”.
Después se le pregunta, “¿Podrías decirte o recordarte algo que bajara el número?” Luego se le
pide que lo baje un poco más, y que tome un descanso. La clave asociativa facilita disminuir el
puntaje. Cuando ha alcanzado su nivel óptimo se le solicita que imagine nuevamente el examen
y se ponga lo más ansiosa posible, pensando en todas las dificultades, para luego repetir los
pasos anteriores. Después de algunas repeticiones, la cliente es capaz de ir desde un estado de
ansiedad al imaginar la sala del examen, a un estado de comodidad razonable en sólo algunos
segundos.
Después se solicita a la paciente que se imagine en la situación de estudio y que identifique su
nivel de alerta ahí. Generalmente es más bajo que el estado óptimo identificado para la situación
de examen. Se le sugiere imaginar o pensar en algo que aumente un poco el nivel de alerta, de
modo que sea igual al de la situación del examen. Se repiten los pasos usados anteriormente
hasta que obtenga el mismo nivel de alerta óptimo.
33
La sesión termina dándole la tarea de comenzar cada sesión de estudio imaginándose en la
situación de examen, identificando su nivel de alerta actual y después que lo ajuste a su nivel
identificado como óptimo.
Esta técnica puede aplicarse en una sesión, aunque a veces son necesarias una o dos sesiones
adicionales para repetirla. Esta técnica ha demostrado ser útil con poblaciones clínicas y no
clínicas, y según Dolan ha probado ser particularmente efectiva con clientes que han sido
víctimas de abuso sexual, físico y emocional infantil.
1. Si la cliente tiene una clave asociativa para la comodidad y la seguridad, y un símbolo para la
seguridad en el presente, el terapeuta se lo recuerda. Sugiere que ella puede mantener esos
recursos “en la esquina de la mente”, mientras trabajo con el asunto de ese momento.
2. A medida que continúa volviendo a experimentar el trauma, también puede estar consciente
de la seguridad y que está a salvo, y se le solicita que describa lo que está experimentando. A
medida que lo hace, se le pide que vaya más adelante y que le “diga a la parte más madura
de ella todo lo que necesita conocer para curarse y lo que necesita ahora mismo.” [Es
evidente que cuando se sospecha la existencia de una personalidad múltiple, esas
sugerencias deben darse con mucha precaución.] Este requerimiento introduce un estado
mixto en el percatarse, permitiendo a la cliente que cambie su pensamiento de si misma
como una niña pequeña que está experimentando un trauma, a una mujer adulta crecida
que sobrevivió y que se supone tiene más recursos a su disposición. La cliente puede expresar
que lo que le sucedió a ella en primera persona y después cambia a la parte adulta que
apoya, comprende y puede entregar mensajes correctivos.
3. Ayudar a la cliente a hacer el cambio a la parte nutricia adulta de su personalidad,
preguntando, “¿Qué necesita escuchar esa parte niña de ti misma? ¿Qué puedes decirle
para reconfortarla?”
4. Cuando la paciente identifica un mensaje sanador, puede indicársele, “dígale ahora ese
mensaje a su yo más joven, y advierta qué diferencias ocasiona... e imagine como avanzan
los años... que hay de distinto en el futuro... todas las formas diferentes en que el mensaje
sanador la afecta... y su mente inconsciente puede repetir esta mensaje sanador todas las
veces que se necesita o sea de utilidad.”
34
3.6 Tareas terapéuticas
Dolan encuentra muy útiles las tareas terapéuticas puesto que permiten que la paciente
integre los aprendizajes terapéuticos y los cambios en una forma personal. Como toda tarea,
deben asignarse sólo aquellas que la sujeto está dispuesta hacer; cuando rechaza las tareas, eso
significa que no tiene mucho significado para ella o el momento no es al apropiado para
entregarlas11.
Como esta es una terapia estratégica, el terapeuta debe esforzarse –haciendo uso del principio de utilización–
11
35
estuviera escribiendo a una amiga o al terapeuta. Describe su vida como si los eventos que desea
que ocurran, hubieran ocurrido.
36
3.6.12 Escribir y quemar
Se sugiere a la paciente que escriba respecto a sus sentimientos, luego que los lea y los
queme. La metáfora de la purificación por el fuego puede brindar algo de alivio y cierre. Puede
utilizarse con la rabia, dolor y tristeza. Cuando se hace en grupo, las pacientes pueden escribir y
quemar sus escritos en grupo, viendo como las llamas los consumen, sabiendo que no tendrán que
cargar más con esos sentimientos dentro de ella.
37
sabido que son indicativos de abuso sexual, y cuando los síntomas no han respondido a formas
menos invasivas, como la terapia orientada a la solución (subrayado mío).
Dolan sugiere para este trabajo el uso de señales ideomotoras, y pueden utilizarse las
estrategias propuestas por Rossi y Cheek; un método que resguarda a la paciente y al terapeuta, a
la vez que éste no sugiere contenidos de la memoria (con la cual se evita la creación de pseudo-
recuerdos iatrogénicos) (Yapko, 1990, 1994). Ya que estas estrategias están descritas en otro lugar
(Pacheco, 1995); a continuación se describen otras estrategias descritas por Dolan.
1. Pidámosle a tu mente inconsciente que nos permita saber cuándo estés preparada para
comenzar a trabajar con esto, indicándolo a través de un dedo que se levanta por si mismo, a
medida que vas hacia atrás, hacia la fuente de esos síntomas, recordando solamente lo que es
necesario y útil que recuerdes para sanarte...
2. Y a medida que estés trabajando con esto, recordando, tu dedo se mantendrá elevado, de modo
que ambos sepamos lo que está haciéndose. Y durante todo momento puedes estar consciente
y, al mismo tiempo, esa buena sensación en tu dedo puede extenderse hacia tu brazo y tu mano,
y hacia cualquier otro lugar en donde sea necesario...
3. Y cuando hayas recordado y se hayan hecho todos los ajustes internos que son necesarios y
apropiados ahora para tu curación, tu mente inconsciente nos lo hará saber haciendo que ese
dedo comience a descansar cómodamente sobre tu falda.
38
3.7.3 Escritura automática
Esta técnica puede utilizarse para obtener información adicional que la paciente necesita
para curarse. También puede utilizarse con la directiva que la cliente vaya a la fuente de un
síntoma específico para averiguar lo que es necesario para sanarse.
Dolan usa esta técnica en la siguiente forma:
1. Solicita a la paciente que escriba en la esquina de una hoja una palabra que le recuerde su clave
asociativa, de modo que ella puede verla con facilidad durante la experiencia. También le
solicita que identifique algo que le recuerde la seguridad del presente, y que lo escriba en la otra
esquina.
2. En forma opcional, también emplea la técnica de autohipnosis orientada externamente. Luego,
invita a la paciente a,
3. “Siéntete libre de tomarte su tiempo para disfrutar realmente todas las cosas que tu símbolo de
comodidad y seguridad te trae a la mente, mientras tu mano y tus dedos se preparan para
escribir cualquier cosa que sea apropiado que conozcas hoy para sanarte.”
4. “Cuando tu mano esté preparada para comenzar a hacer ese trabajo que es útil y valioso para ti,
sentirás una urgente necesidad de moverse en tu mano y lo hará todo por si misma, mientras tú
continuas en esos cómodos y útiles pensamientos respecto a ese símbolo.”
5. “Y puedes leer, o no, a medida que se escribe, como desees, sabiendo siempre que puedes mirar
la palabra en la esquina de la hoja cuando necesites comodidad extra, puesto que eso también
es de verdad, y puedes experimentar lo que las palabras de la esquina significan, a medida que
estés recordando la otra información con tu mano y tus dedos.”
39
1) Agregar a la experiencia algo que la paciente necesitó y no tenía en esa situación, y que se percate
de lo diferente que habría sido al tener eso. Mientras la paciente está reportando el trauma que
está recordando, sugerirle “¿Qué está experimentando en este momento, y qué necesita ahí que
no tuvo?” Una vez que lo identifica, se le sugiere ir hacia adentro de si misma y advertir en detalle
que diferencia habría si hubiese tenido eso. Después se le sugiere “puedes continuar siendo
consciente de esa diferencia, y puedes continuar experimentándola en la forma que responda a
tus necesidades...”
2) Dar una comprensión y un significado distinto para la situación traumática. Aquí, mientras recuerda
la experiencia traumática, se puede dar la sugerencia que se percatará de algo diferente en la
experiencia, lo cual no advirtió antes, algo importante y útil. Textualmente, sería algo como:
“Mientras revisas esa memoria esta vez, aprenderás algo muy valioso e importante que has
necesitado para comprender todo para comenzar a integrarlo y dejar esto atrás.”
Dolan reporta que hay pacientes que luego de haber recordado experiencias traumáticas
disociadas y haber agregado detalles que mitigan la cualidad traumática de la experiencia,
solicitan a la terapeuta que esa memoria se mantenga amnésica nuevamente. Dolan responde a
esas clientes en la siguiente forma: “Tu inconsciente sabe cómo olvidarlo nuevamente, pero
también sabe que lo puedes traer al aquí conmigo todas las veces que sea necesario para
agregarle algo, tal como lo hicimos hoy, o para observarlo nuevamente.”
Esa sugerencia, abierta y permisiva, coloca en los propios mecanismos inconscientes de la
paciente el control del proceso. Olvidarlo rápidamente puede ser disfuncional en algunos casos,
pues es un mecanismo de negación que no llevará a una mitigación de los efectos del trauma.
Para Dolan, es necesario respetar el ritmo de la mente inconsciente de la cliente.
40
3.8.1 Utilización de la experiencia de la cliente
Una forma de iniciar este trabajo graduando su nivel de dificultad, es pedirle a la cliente
que identifique los momentos en los cuales experimenta sensaciones positivas en el cuerpo. Una vez
que la cliente ha identificado actividades o rituales que le permiten disfrutar de su sensualidad, se la
alienta a hacer más de esas cosas.
En aquellas clientes que están muy disociadas para identificar sensaciones corporales
positivas, Dolan sugiere los ejercicios que siguen para ayudar a la cliente a reasociarse con su
cuerpo en una forma gradual.
41
3.8.4 Diálogo con las partes individuales del cuerpo
Esta estrategia implica que la paciente mantenga diálogos con diversas partes de su
cuerpo. Se le solicita imaginar qué historia respecto a su vida tienen las partes del cuerpo para
contarle, qué regalos pueden ofrecerle, y qué partes necesitan de ella. La paciente conversa con
esa parte del cuerpo entregándole mensajes de comodidad y sanación, a la vez que recibe los
mensajes imaginados que esa parte del cuerpo tiene para entregarle.12
Dolan advierte, obviamente, respecto a no usar esta estrategia con personas psicóticas o
cercanas a un estado psicótico.
1. Tan pronto como sea consciente que está comenzando u ocurriendo un flashback , abra sus
ojos (si los tenía cerrados) y percátese de dónde está ahora. Advierta las diferencias entre su
pareja y el perpetrador, entre su ambiente físico actual y aquel recordado en el flashback .
2. Concéntrese en su símbolo de comodidad y seguridad y úselo para vencer al flashback .
3. Deje de responder sexualmente hasta que el flashback se haya ido y hágaselo saber a su
pareja.
4. Póngase de acuerdo con su pareja para que le diga algunas palabras que usted ha
identificado previamente como útiles en esta situación.
5. Dígale a la “niñita interna” que ahora está a salvo y que usted jamás permitirá que la dañen.
6. Pida cualquier cosa que necesite para sentirse segura nuevamente. No reinicie la actividad
sexual a menos que se sienta cómoda para hacerlo.
12Se sugiere la lectura del texto de Adriana Schnake, Los diálogos del cuerpo. Un enfoque holístico de la salud y
la enfermedad, Ed. Cuatro Vientos, 1995
42
3.9 El peligro de la recaída
Debido a la naturaleza del estrés postraumático, a pesar del tratamiento, las sobrevivientes
de abuso sexual pueden volver a experimentar , ocasionalmente, aspectos de sus síntomas
originales, como resultado de estar expuestos a eventos que son reminiscencias literales o
simbólicas del trauma original. Si las pacientes están adecuadamente preparadas para este
fenómeno, el peligro de la recaída disminuye.
Dolan enumera los siguientes gatillos probables de recaídas que ha encontrado en el trabajo
con sus pacientes:
• Contacto con el perpetrador o con otros miembros de la familia que no dan apoyo.
• Procedimientos médicos invasivos.
• Intimidad.
• Contactos sexuales por primera vez en una nueva relación.
• Percepción de pérdida de la seguridad o la confianza.
• Pérdida de personas a las cuales se ama (ya sea por abandono o muerte).
Dolan da como tarea a la cliente que identifique todos los gatillos potenciales de una
recaída, que identifique también los mecanismos de afrontamiento que posee y sus fortalezas.
Luego utiliza esto en la técnica que se describe a continuación.
Una cliente de Dolan se imaginó tener una recaída en la cual volvía a su gula, ataques de
pánico y problemas del dormir. Dijo que después de imaginarse la recaída, aprendió que comer
en exceso no era probablemente una buena forma de calmarse de un ataque de pánico,
porque se sentiría muy mal después, y que de igual modo tampoco serviría con el problema del
dormir.
Decidió que si tenía una recaída, necesitaría hacer algo diferente a comer en exceso, ya que
eso no la ayudaba a mitigar las otros síntomas. Identificó diversas cosas que podía hacer para
distraerse de la ansiedad y la urgencia por comer. Esas cosas incluían salir, telefonear a una
amiga, limpiar la casa, escribir, completar las tareas que no disfrutaría si se sintiera bien, como
arreglar la correspondencia, limpiar sus cajones, etc.
Todas esas serían formas productivas –o al menos no dañinas– para pasar el tiempo si tenía
insomnio. Había predicho que el contacto con una hermana que no la apoyaba podía causar
una recaída, y cuando los síntomas aparecieron inmediatamente después de recibir una llamada
telefónica de esa herma na, fue capaz de reconocer el comienzo del flashback . Sustituyó los
síntomas con aquellos comportamientos que había ensayado con su imaginación y la recaída
fue muy versión muy reducida.
43
3.9.2 Sobreponiéndose a la tendencia a la culpa
Es importante ayudar a la paciente a no culparse por las recaídas. Dolan sugiere explicarles
a las clientes las recaídas en términos de respuestas condicionadas a estímulos. Esto puede ayudar
a la mujer a percatarse de cuáles son esos estímulos para ella, y poder prevenir la ocurrencia de
esas recaídas en el futuro.
3.10.2 Desarrollo de una imagen del yo adulto que habría sido sin los efectos del abuso
Dolan afirma que para algunas clientes, entrar en trance y explorar una imagen interna de lo
que hubieran sido sin los efectos del abuso, es una valiosa recuperación de si mismas. Sugiere los
siguientes pasos en esta estrategia:
44
5. Reorientar a la cliente mencionando que puede dar toda su atención al símbolo del presente,
“despertando refrescada y alerta, trayendo con usted cualquier información útil y sintiéndose
libre para olvidar lo que mente inconsciente considere adecuado olvidar.”
Dolan sugiere que el terapeuta se retire gradualmente del tratamiento, acordando con la
paciente que ésta se comunicará cuando requiera algún tipo de ayuda.
45
4. Otras estrategias para la resolución de eventos
asociados al estrés postraumático
1. Enseñar a la persona a disociarse, a través de verse a si misma en una pantalla, realizando una
actividad cualquiera, neutral. Se ancla una señal física de ese estado disociado.
2. Se solicita a la persona que se imagine sentada en medio de un cine, y en la pantalla puede
ver una foto en blanco y negro en la que se ve a si misma, en una situación justo antes de
tener la respuesta fóbica [u ocurriera la situación traumática].
3. Enseguida se sugiere que flote fuera del cuerpo hasta la caseta de proyección, desde donde
puede observarse a si misma mirando esa pantalla [doble disociación]. Desde esa posición
puede verse a si misma sentada en el medio del cine y también puede verse en la foto fija
sobre la pantalla. [Aquí el terapeuta puede tocar la parte del cuerpo donde se ancló la
respuesta de disociación.]
4. Se sugiere que la persona convierta la foto de la pantalla en una película en blanco y negro y
la observe desde el principio hasta justo más allá del fin de la experiencia desagradable.
Cuando llegue al final, se sugiere que la detenga como una diapositiva y, en seguida, que
salte dentro de la imagen y proyecte la película de atrás para adelante. Toda la gente va a
caminar para atrás y todo va a suceder en reverse, tal como cuando se rebobina una
película, excepto que la persona va a estar dentro de ella. Se pie que la pase para atrás en
colores, y se sugiere que esto sea rápido.
(Dependiendo de la magnitud de la respuesta ansiosa ante la fobia [o intensidad del evento
traumático] se pueden sugerir más disociaciones, que modifique las submodalidades de la
imagen, hasta que la ansiedad disminuya.)
5. Luego se comprueba el éxito, pidiendo que la persona se vea en la situación fóbica [trauma] y
se percate de lo que siente ahora.
46
Andreas y Andreas (1991, p. 89-90) sugieren la siguiente secuencia para tratar la
sintomatología asociada a abusos y traumas, y que permite volver a procesar rápidamente
experiencias múltiples de abuso y otros traumas:
1. Preparación: Realice el proceso rápido de curación de fobias [la estrategia descrita más
arriba] con tres experiencias desagradables del pasado, para establecer la base de lo que se
hará en el paso 3 de más abajo.
2. Reordenamiento de recuerdos: Se sugiere que el inconsciente puede separar las experiencias
agradables y las desagradables.
3. Recodificación de las experiencias desagradables del pasado:
a) Solicitar al inconsciente que utilice la cura de fobias para transformar todas sus experiencias
desagradables del pasado en algo más pequeño, menos colorido y lejano. El inconsciente
también puede dar la perspectiva visual de verse a si mismo en todas esas experiencias,
en lugar de verlas desde su punto de vista original.
b) Ordenar en fila todas las experiencias pasadas y se pide que subraye las desagradables. Se
sugiere ponerse de espaldas al pasado y luego ir hacia atrás muy rápidamente a través
de todas las experiencias desagradables del pasado para desconectarse por completo
de ellas. Luego, retornar al presente.
4. Reconexión con las experiencias agradables del pasado:
a) Se solicita al inconsciente que las recodifique tod as, dándole colores vivos, tal vez las
agrande y que la persona esté dentro de ellas, en lugar de observar desde afuera, de
modo que pueda vivenciarlas plenamente.
b) Ordenar en fila todas las experiencias pasadas y subrayar las agradables. Se pide que flote
sobre sus experiencias pasadas, dejándose caer dentro de si mismo en el momento de la
concepción. Se pide que se mueva rápidamente hacia adelante a través de todas las
experiencias agradables, reconectádose con cada una hasta llegar al presente.
5. Introducción de los aprendizajes en el presente: Se sugiere que traiga al presente ese modo de
pensar acerca de eventos agradables y desagradables.
6. Recodificación del futuro: Se pide que traiga a su futuro este modo de pensar acerca de
eventos desagradables y agradables.
1. Disociación
Estrategia propuesta por Lankton cuando el evento traumático inhibe el uso de los recursos
convencionales.
47
B. Enseñe a experimentar trance para facilitar una debilitación de los esquemas conscientes.
A. Induzca trance.
2. Esto es hecho con más facilidad con los ojos abiertos, creando una comprobación de la
realidad.
48
3. Trabaje en pasos pequeños:
a) Abra y cierre los ojos y verifique la permanencia de los recursos.
b) Mire a los otros en la sala, terapeuta, objetos, etc., y verifique la permanencia de los
recursos.
E. Emplee los métodos normales de proyección del cliente y estabilice un contenido positivo.
1. Uso del terapeuta y los otros presentes, pida al cliente que haga contacto visual (esto puede
hacerse con personas imaginarias si es absolutamente necesario).
3. Pregunte al cliente respecto a lo que cree que las otras personas están pensando sob re su
seguridad: es decir, verificar si la proyección es de aceptación.
1. Pida al cliente que intente recordar sucesos displacenteros que surgen del estado negativo:
a) Comience con un resultado muy complejo de esa memoria, para ayudarlo a ser incapaz
de crear malos sentimientos.
b) Seleccione las palabras y su fraseo con cuidado (por ejemplo, “intente”).
2. Repita a menudo las instrucciones, de modo que el contenido positivo fluya a los mecanismos
de proyección.
3. Conduzca al cliente a una aproximación exitosa de recuerdos más difíciles (memorias que
habrían gatillado el estado aprendido).
3. Reconciliación e Integración.
Para cuando los clientes han desobedecido (u odiado) a una parte de si mismos.
A. Induzca trance para recuperar recursos para el alivio, comodidad, seguridad, etc.
B. Ofrezca al cliente este método como una forma para tener más control de si mismo.
1. Provea un marco disociativo para fantasear el contacto y el diálogo con cada parte del yo
(incluida la parte odiada o desobedecida).
49
2. Instruya al cliente para que haga contacto con cada parte y establezca comunicación con
ella.
1. Pida al cliente que discierna las motivaciones positivas, valores o intenciones que subyacen a la
persona de cada parte.
a) Reencuadre la debilidad percibida como una posible fortaleza.
b) Sugiera posibles interpretaciones cuando el cliente no sea imaginativo.
2. Pida al cliente que imagine lo que cada parte de él tiene para compartir con ortos o consigo
mismo.
3. Pida al cliente que organice una serie de diálogos o comunicaciones entre las partes.
E. Ayude al cliente con sugestiones posthipnóticas para el uso de esas nuevas opciones.
50
2. Esta persona tiene la misma edad.
3. La parte 2 representa al inconsciente y solamente puede comunicarse a través de los lazos que
la unen con la parte 1.
E. Pedir que el cliente solicite a la parte 1 que le pida a la parte 2 que revise el trauma desde una
distancia cómoda.
1. Solamente por medio del diálogo o las señales ideomotoras de la parte 1, el cliente puede
saber qué está ocurriendo.
2. Dirigir una elaboración cuidadosa de las escenas revisadas por la parte 2, de modo que
comparta con la parte 1 solamente lo que es seguro compartir.
3. Esto presupone que la memoria existe y que es conocida por alguna parte del yo.
1. Preguntar continuamente y guiar al cliente, para instruir a la parte 1 que pida a la parte 2
(solamente) revisar el trauma.
2. Ayudar al cliente para que instruya a la parte 1 para lograr la disociación esencial (dándole
comunicación en cada paso del proceso como un símbolo de finalización).
51
2. El cliente puede repetir los pasos anteriores hasta que también se presuponga que pueda
manejar el conocimiento.
H. Trabaje para lograr las metas deseadas en un nivel de disociación, usando cualquier aspecto de la
disociación en un nivel, descrita más arriba.
A. Informe al cliente que la regresión y el revivir no revelarán la verdad respecto a los contactos
sexuales u otros hechos.
1. El cliente tendrá la experiencia emocional que puede construir intimidad si el sistema social está
implicado.
2. El cliente estará más regresado y necesitará de un grado mayor de cuidado que lo usual.
1. Explique, obteniendo el permiso del cliente, y acuerde con el cliente que traerá a su pareja o a
otros.
52
3. Asumir que todos los cambios pueden ocurrir sin regresión, catarsis ni abreacción.
4. Reducir la ansiedad del desempeño respeto a los cambios que pueden resultar de la regresión.
5. Trabaje con las ideas irracionales de que una regresión y la investigación del pasado mejorarán
el presente.
F. Ayudar a la pareja para ser el catalizador para las necesidades de dependencia intensificadas,
regresión, etc.
2. Usar cualquier estrategia de disociación, para obtener aprendizajes cognitivos, os cuales son la
contraparte de los aprendizajes emocionales.
2. Permitir al cliente que conozca el rango completo de percepciones mientras se da cuenta que
sus recursos de fortaleza están dentro de la comprensión inmediata.
1. Observar a la víctima desde los ojos y los oídos del agresor del pasado.
2. Conocer los sentimientos y percepciones del ofendido (también puede ser necesario
recordarle al cliente que están inmediatamente disponibles un amplio rango de recursos).
53
J. Usar hipnosis con la pareja para ayudarla a unirse a la excitación liberada y al potencial creativo
de la relación de amor actual, y a las metas acordadas.
6. Catarsis.
13. Reorientación.
54
5. Aplicación piloto de la terapia de Yvonne Dolan:
Una investigación nacional
En esta sección se describen las hipótesis y met odología usada por Gonzalo Guzmán (1996)
en la aplicación piloto del enfoque de Dolan en el tratamiento de estrés postraumático por abuso
sexual en una muestra de 12 mujeres mayores de 16 años y hasta una edad de 30 años, que
sufrieron victimización sexual durante su infancia o adolescencia.
La hipótesis del estudio fue “El grupo de mujeres víctimas de abuso sexual que concluyan su
tratamiento presentarán una mejora significativa en los signos de recuperación respecto a la
situación inicial.”
La variable independiente del estudio fue el “tratamiento psicológico orientado a las
soluciones, basado en la revisión disociada de traumas, reencuadre y proyección a futuro, del
tratamiento con ayuda de técnicas hipnóticas naturalísticas de orientación ericksoniana.”
La variable dependiente, “recuperación”, fue definida conceptualmente como la
“apreciación de la propia persona de que su estado era mejor que antes de la terapia.” Su
definición operacional fue, “Cualquier movimiento de izquierda a derecha en la Escala de
Recuperación Orientada a la Solución para el Abuso Sexual [ver Apéndice A en este volumen] de
acuerdo al reporte de la propia víctima.”
La duración del estudio se extendió a lo largo de dos años, entre el 10 de junio de 1994 y el
30 de julio de 1996.
Parte de la muestra estuvo constituida por mujeres que develaron haber sido víctimas de
abuso sexual en talleres de desarrollo personal, lo cual implicó lo siguiente: movilizó recursos
personales y de la red social que finalmente terminaron en la búsqueda de ayuda para la solución
del trauma; o se agudizó la sintomatología, especialmente en los componentes de
reexperimentación de la situación traumática. Estas mujeres asistieron a terapia por propia
iniciativa.
La otra parte de la muestra estuvo constituida por jóvenes institucionalizadas, de edades
entre 16 y 18 años, las cuales acudían a consulta sin mediación de su propia voluntad, aun cuando
ésta si determinaba su permanencia en el tratamiento. Sus tratamientos se extendieron durante el
lapso de tiempo que permanecieron institucionalizadas.
Se recibieron 18 casos, de los cuales desertaron 4, se terminaron 12, y al momento de
terminar el estudio, quedaban dos consultantes en tratamiento.
El protocolo de tratamiento fue el siguiente:
El tratamiento se extendió sobre un número de 10 sesiones, con una frecuencia semanal, más
una entrevista inicial que tenía el propósito de recoger información básica acerca del paciente y
entregar información acerca del tratamiento, así como responder cualquier duda que pudiera
55
surgir, buscando desde el principio un ambiente de cooperación y confianza. Durante este primer
encuentro se establecía un contrato que explicitaba el número de sesiones, periodicidad, lugar,
horario y duración aproximada de éstas. La duración se establecía en una hora, aun cuando en
algunas sesiones ésta fue sobrepasada, llegándose en una ocasión excepcional a tres horas.
La primera sesión propiamente tal tenía por objeto desarrollar resguardos, recoger la historia del
abuso, así como establecer tanto la sintomatología para asegurar el diagnóstico y, finalmente,
recoger todo signo de recuperación presente antes de iniciar el tratamiento a través de la lectura
compartida de la Escala de Recuperación. La consigna estándar utilizada para iniciar la
recuperación de la historia de abuso fue, “Cuénteme todo aquello (acerca del abuso) que
necesite, de modo que esté segura que yo la entiendo”. Dado que la aparición de flashbacks
era posible ya en esta etapa de tratamiento, se orientaba a la paciente haciéndola describ ir
detalladamente el entorno de la sala hasta que cualquier sospecha en ese sentido pudiera ser
relevada. A continuación, es impartía la siguiente consiga, “Puede detenerse tan veces como
necesite, sabiendo que puede continuar cuando se sienta mejor”. Como término de la sesión se
asignaba la tarea de hacer una lista de todas aquellas cosas que la paciente reconocía como
valiosas y dignas de continuar en su vida cotidiana.
La segunda sesión comenzaba con la revisión de la tarea. A continuación se utilizaban
estrategias destinadas a hacer destacar el futuro por sobre el presente; se utilizó preferentemente
la denominada “Pregunta Milagro” y la progresión en edad en vigilia a través de la Carta desde
el futuro de mi “Viejo yo sabia”. Se introducía en esta etapa las preguntas orientadas a la solución
individuales y sistémicas.
La tercera sesión continuaba con la administración de técnicas orientadas a la construcción de
soluciones. En esta sesión se desarrollaba la denominada “Señal de comodidad y seguridad”. Esta
técnica ala vez que se constituía en un resguardo fundamental para evitar a la paciente el
contacto asociado con la situación traumática, era la primera ocasión en que ésta podía
experimentar el trance de un modo no intrusivo y no amenazante. De este mod o, la tarea de la
sesión consistía en practicar cuantas veces fuera posible esta técnica en casa o en el trabajo,
preferentemente en momentos de tranquilidad. El sentido de esta última indicación era evitar
que la persona intentara usar prematuramente la señal sin haber dado tiempo para que ésta se
fortaleciera.
En la cuarta sesión, el elemento nuevo era la introducción de intervenciones destinadas a sanar
la disociación, mientras se continuaba utilizado recursos extraídos de la propia paciente como
parte del proceso de construcción de soluciones.
Desde la quinta a la novena sesiones se trabajó en torno a las intervenciones destinadas a sanar
la disociación y a técnicas orientadas a la solución. Particularmente, al comienzo de las sesiones
se comenzaba indagando acerca de todo pequeño cambio saludable que la persona hubiera
podido identificar durante el transcurso de la semana y las posibles consecuencias que éstos
podrían traer en el futuro, incluyendo todo posible cambio que los otros significativos pudieran
notar o ya estuvieran advirtiendo, en qué lo notarían, y cómo se daría cuenta ella que estos otros
los estuvieran notando cuando ocurrieran. Se especulaba a continuación acerca de los próximos
cambios posibles. En la novena sesión se preparaba el cierre.
En la décima y última sesión sólo se utilizaban técnicas orientadas a la solución, dentro de las
cuales destacaba la administración del instrumento a través de su lectura conjunta y discusión y,
finalmente, se efectuaba el cierre.
56
Los resultados fueron los siguientes:
Estos cambios fueron un índice de las soluciones posibles individuales posibles, dado que casi
ninguna de ellas fue un objetivo explicitado en los tratamientos y sólo en algunos casos
respondieron a la versión de la solución dada por la propia persona al inicio del tratamiento en
respuesta a la pregunta milagro u otras técnicas de construcción de soluciones.
57
tratamiento sobre una base de completa libertad, fue notoriamente más fácil establecer la
cooperación, aun cuando se presentaron con la sintomatología muy aumentada. [Esto era
esperable, pues como puede desprenderse del enfoque de Dolan, hablar del abuso sin resguardos
hará que la víctima vuelva a pasar por la situación traumática, reactivándose o agudizándose los
síntomas de estrés postraumático.]
58
6. Tratamiento del estrés postraumático:
Reporte de casos
14
Algunos acontecimientos han sido cambiados para proteger la identidad de la sujeto.
59
Esta sujeto tenía 25 años, casada, un hijo, estudiante universitaria. Llamó mi atención su
aspecto depresivo, el cual no le mencioné. Era una excelente sujeto hipnótico.
En la consulta entró fácil y rápidamente en trance hipnótico y decidí usar el “acercamiento
retrospectivo ideodinámico” descrito por Rossi y Cheek (1988)15 para abordar el evento traumático,
con el fin de proteger a la paciente y a mi mismo.
Obtuve con facilidad las señales ideodinámicas de “sí”, “no” y “mi mente consciente no
está preparada para saberlo”.
Pregunté si la mente inconsciente estaba preparada para abrir los cajones del archivo
mental, y la respuesta fue afirmativa. Las señales del dedo que indicaban “sí” nos llevaron a la
edad de 4 años; y la mente inconsciente señaló que podía revisar el evento traumático. Utilice una
estrategia descrita por Erickson y Rossi (1979)16 para la resolución de traumas, respecto a que la
mente puede operar como armando un rompecabezas, y podemos ir armándolo por piezas,
dando vuelta una pieza y vivir la emoción y luego tener un conocimiento consciente de la figura
que se va formando. Que cuando diera vuelta una pieza, su dedo que señalaba “sí” se levantaría;
al levantarse ese dedo la paciente comenzaría a sentir la emoción sin conocimiento consciente, y
luego que su mente inconsciente indicara “sí”, podía revisarlo conscientemente. Siempre ambas
señales fueron afirmativas.
Para mi gran sorpresa, una vez que le sugería su sus labios podían moverse para que las
palabras brotaran por si mismas, comenzó a describir fragmentos de escenas que describían a una
niña de 4 años indefensa que había sido víctima de abuso sexual por la empleada de su casa y el
esposo de ésta. La empleada al parecer era bastante sádica, pues también maltrataba a sus
hermanos; una pieza del rompecabezas mostraba cuando la empleada sumergió la cabeza del
hermano en el plato de sopa que éste no quiso comer.
Al cabo de una hora y media de laborioso trabajo, interrumpí la sesión sugiriendo que el
cajón del archivo mental podía cerrarse y que podíamos reabrirlo en la sesión siguiente. El dedo
que indicaba “sí” se levantó; y reorienté a la paciente sugiriendo amnesia en forma indirecta. Se
reorientó lentamente, mostrándose agotada.
A la sesión siguiente, la señal afirmativa nos indicó que podíamos continuar revisando el
cajón mental y armando el rompecabezas. El trabajo iba bien, hasta que la paciente comenzó a
mostrar gran angustia, no pudiendo hablar, completamente asociada con el evento traumático. Al
preguntar si estaba bien que yo supiera qué estaba sucediendo, el dedo que señalaba “sí” se
levantó, y en forma entrecortada me dijo, “Oscuro, oscuro, teno miedo”. Le dije que buscara algún
“hoyito” con luz; lo encontró, pero no podía salir de ese lugar, “Teno miedo, muy oscuro.” Le dije
que yo iría hasta donde estaba ella y le ayudaría, que como yo era más grande iba a romper la
pared, e imité la onomatopeya de alguien que está empujando una puerta para abrirla, diciendo,
“Se abrió y ahora entra la luz y puedes saber dónde te encuentras.” Dijo, “Mi casa”, lo cual la
15 Ver M.Pacheco (1995) Psicobiología de la curación mente/cuerpo: Las técnicas terapéuticas de Ernest Rossi y
David Cheek. Un análisis bibliográfico. Instituto Milton H. Erickson de Santiago, p. 72-74
16 Ver M.Pacheco (1995) Psicobiología de la curación mente/cuerpo: Las técnicas terapéuticas de Ernest Rossi y
60
tranquilizó de inmediato. Continuamos armando el rompecabezas, y supimos que había sido
encerrada en un closet.
A través de las señales ideodinámicas, el rompecabezas se armó completamente y la señal
afirmativa del dedo indicó que ella podía saberlo conscientemente. La reorienté del trance y la
paciente muy asombrada me relato cómo la empleada doméstica de confianza de su casa la
maltrataba, la llevaba con la autorización de su madre a su casa para cuidarla, puesto que ambos
padres trabajaban, y la sometía a diversos abusos sexuales con su esposo. Recordó que una vez la
encerró durante varias horas dentro de un closet.
Estaba muy asombrada y dijo que sin dura eran fantasías y que eso no ocurrió, aunque
sentía como si se hubiera sacado un peso de encima.
Le repliqué que realmente no importaba si eran fantasías o no; lo importante era que ya no
sentía ese peso.
Finalizamos en ese punto la sesión, cuya duración también fue de una hora y media.
A la semana siguiente trabajamos sin trance hipnótico y conversamos respecto a la
situación traumática accesada. La paciente reportó haberse sentido distinta esa semana, más
aliviada, más alegre en sus actividades cotidianas. Que había estado soñando mucho y
recordando muchos detalles más de esas escenas, y que no entendía cómo su mamá no se había
dado cuenta de lo que sucedía. Aunque no la culpaba.
Le sugerí que para poner en orden sus pensamientos, se me ocurría que sería interesante
escribir esos recuerdos y reconstruir esa parte de su historia y, que ahora ella como adulta y madre,
sabría cómo darle el cariño que necesitaba ese niñita dentro de si. Y que así como enterramos a los
muertos, quizá ella pudiera enterrar sus recuerdos en la tierra, para dejarlos donde debieran estar,
un pasado que ya no la incomodara. Le sugerí escribir la historia y quemar as hojas en un cenicero,
y enterrar las cenizas en algún lugar que le fuera grato; un entierro simbólico, en donde con sus
propias manos depositaría esa parte de su vida para que reposara en paz. También le recordé la
costumbre de colocar flores en las tumbas.17
La cité para una sesión 15 días después. En esa sesión me relató que se había sentido mucho mejor,
y que había continuado soñando y recordando, pero que había sentido miedo de escribir. Se
atrevió a escribir la noche anterior a esa sesión, y que cuando vio arder las hojas, experimentó una
inmensa paz y tranquilidad interior. El día de la sesión, en la mañana, le solicitó a su compañera de
departamento que la acompañara a depositar las cenizas en un parque cercano a la casa; lo cual
hizo con sus propias manos y depositó una flor sobre el túmulo de tierra. Se sentía bien, liberada.
Un seguimiento a los seis meses mostró que estaba agradecida de la vida, y que aunque
habían cosas no agradables en la existencia, era bueno vivirla. Su ánimo había mejorado mucho,
se alegraba más y sentía que disfrutaba de su existencia.
17
La idea de la tarea del entierro simbólico la tomé de otro caso que había atendido años antes (el cual se
describe más atrás en esta sección) y en donde tal tarea resultó muy exitosa.
61
Describió su tratamiento como un movimiento telúrico interior, y en sus sueño se había visto
como una niña pequeña excavando la tierra con una pala de juguete y sacando puñados de
recuerdos.
Me comentó que sabía que cuando rompí la pared para que entrara luz, era una fantasía
del trance, pero que una parte muy profunda de si misma lo sentía como una experiencia que
realmente había ocurrido.
Expresó que no había relatado esas experiencias a su esposo, pues era algo muy suyo y
personal. A continuación se refirió a sus dificultades de pareja y a sus temores.
Entre los seis meses transcurridos entre la segunda sesión de tratamiento y la de
seguimiento, ella participó activamente en clases de hipnoterapia, experimentó numerosos trances
hipnóticos y en ninguna oportunidad presentó dificultades como las descritas más arriba.
Ya que la señal afirmativa de su dedo me indicó que podríamos trabajar esos eventos, es
que la terapia transcurrió en la forma en que está expuesta aquí; y explica también por qué no
sugerí amnesia total después de haber accesado esa experiencia. Su inconsciente sabía que la
mente consciente estaba preparada para abordar esos recuerdos y acoger a esa niña asustada.
Un trabajo de esta naturaleza con exige como terapeutas, tener la capacidad para
conmovernos desapasionadamente (Rossi, 1990) con el sufrimiento el paciente, ser capaces de
acogerlo sin desorganizarnos y utilizarnos a nosotros mismo y a nuestras experiencias personales
para ayudar al paciente.
Como terapeutas –querámoslo o no– debemos estar preparados, intelectual y
anímicamente, para acoger y trabajar con las experiencias traumáticas amnésicas que pueden
irrumpir espontáneamente en cualquier tipo de terapia y especialmente en hipnoterapia.
62
La esposa manifestó que esos comportamientos sólo eran un gatillo para su rabia, y que
creía que la rabia iracunda tenía que ver con el hecho que cuando niña (a menor de la casa), el
esposo de su hermana mayor siempre había andado detrás de ella tratando de tocarla, besarla,
etc., lo cual no denunció porque era muy chica. Que ella se le había escapado hasta los 12 años,
edad en la cual el cuñado la violó. Como ella ya no era una niña chica, denunció al cuñado, pero
sus hermanos mayores y sus padres la culparon a ella por haberlo seducido. La hermana y el
cuñado se fueron de la casa y ella tuvo que soportar la incomprensión y las acusaciones de sus
parientes.
Apenas pudo irse de la casa lo hizo, casándose con un joven idealista cuya vocación era la
política. Para ella era muy atractivo que él trabajara políticamente en la clandestinidad (eso
ocurrió durante el gobierno militar) y fuera alguien “comprometido”. Sin embargo, antes que
naciera su hijo, la situación era insostenible, pues apenas tenían para comer. La imagen de su
esposo se fue deteriorando en ella, se sentía muy deprimida, y tomó la decisión de dejar al esposo y
regresar a la casa de sus padres, “derrotada”. Luego de tener su bebé y como seguía muy
deprimida, una hermana le pagó un tratamiento con un psiquiatra.
Le llamó la atención, pero no le dio importancia, algunos comentarios del psiquiatra que se
referían a si él era atractivo para ella, los cuales se repitieron varias veces a lo largo de las sesiones.
La terapia fue exitosa, consistente en medicamentos y tareas, que la llevaron a sobreponerse del
estado depresivo y comenzar a estudiar. Sin embargo, en la última sesión, al momento de
despedirse del terapeuta, éste la abrazó y la besó en la boca, además que acarició su cuerpo. Ella
se desprendió de él y huyó de la consulta. Se sentía atemorizada y muy enrabiada, pues era como
si la hubiesen violado por segunda vez. Regresó unos días después donde el psiquiatra y lo encaró
por su falta de ética.
Al interrogarla buscando otros síntomas de estrés postraumático, sólo pudo detectarse la
rabia, y ansiedad cuando tenía que ver al cuñado en reuniones familiares. Indiqué que ella tenía
muchos más recursos de los que creía, pues estaba bastante bien, en comparación con la
experiencia clínica en otros casos similares.
Le dije que habían formas de ayudarla y que eran rápidas. Como ella sabía que su esposo
se había atendido conmigo y que yo había usado hipnosis en algunas sesiones, me preguntó si la
terapia implicaba usar hipnosis. Le manifesté que podíamos usarla si ella quería, pero que la hipnosis
acortaría el tratamiento. Replicó que eso era problemático, pues atenderse conmigo podía ser
peligroso, ya que yo era hombre y si la ponía en trance ella iba a estar indefensa.
Le manifesté que eso lo podíamos solucionar pidiendo al marido que estuviese presente,
pero ella dijo que prefería atenderse a solas. Le ofrecí entonces un “seguro”: le pediría a una
colega que había estudiado hipnosis conmigo y la cual estaría gustosa de aprender de su terapia.
Aprobó esa idea y acordamos que me comunicaría con la psicóloga, la cual sin duda iba a
aceptar estar presente y veríamos una hora en la cual pudieran estar ambas.
Con esta paciente se trabajó en tres sesiones con ella sola, y se realizó una sesión con el
esposo a solas (para tratar la dificultad de iniciativa hogareña) y una última sesión conjunta.
63
El objetivo de la primera sesión, fue demostrarle que ella podía experimentar trance
hipnótico manteniéndose absolutamente consciente y controlando la situación. Induje trance a
través de la estrategia de “doble vínculo moviendo las manos” de Rossi18, obtuve señales
ideomotoras, y deslice la idea de una mente inconsciente sabia y sanadora que podía protegerla y
que ya antes la había protegido sin que ella se percatara. Ese trance fue ratificado, estando ella
sorprendida y dispuesta a trabajar.
En la segunda sesión, se indujo trance pidiéndole permiso a la mente inconsciente,
obteniéndose una señal afirmativa, y se sugirió que su mente inconsciente podía llevarla a un
trance en el cual se sintiera segura. Luego, se profundizó ese estado, y me refería largamente a los
logros que ella había alcanzado en los últimos años (estudios universitarios, ser madre, volver a
casarse, tener un trabajo, amigos, etc.), le dije que todos tenemos en nuestro interior distint as
etapas de nosotros mismos, y que quizá había una niñita que necesitaba que ella, como adulta,
experta, fuera a consolarla y explicarle algunas cosas que esa niña necesitaba saber, que las cosas
no serían siempre como ella creía, y que luego la abrazara y la trajera hacia el futuro (su ahora
adulto) tomando lo que la niña tenía para ella y que ella necesitaba como adulta, y ella dándole
protección y comprensión a esa niña. La reorienté del trance, sugiriendo amnesia total de la
experiencia y la sugestión posthipnótica que su mente inconsciente podría darle sorpresas a su
mente consciente para que ésta se percatara que estaba realizándose una terapia interna, sin que
ella supiera cómo.
En la tercera sesión, la paciente reportó estar sintiéndose mucho mejor, y la rabia había
disminuido mucho. Le induje un trance conversacional aprovechando que mientras me hablaba
miraba hacia una ventana, hablándole de las cosas que estaban más allá y que podríamos
conocer en detalle si fuéramos más adelante; se sugirió progresión de edad, yendo ella y esa niña,
ahora segura y creciendo en si interior, al futuro, en donde ya no tendría más el problema que la
llevó a consultar, y podrían mirar desde allá hasta hoy, para ver qué había hecho para superar
todo ese problema y sentirse tan bien. Fue reorientada nuevamente con amnesia total. Acordamos
una sesión conjunta con el esposo, y una nueva sesión individual, siempre que ella sintiera que la
necesitaba.
La sesión conjunta mostró que la relación había mejorado mucho, aunque se enojaba a
veces con el esposo, ya no era esa ira desestructurante, estaba más comprensiva y él mostrando
más iniciativa. Acordamos vernos nuevamente si me necesitaban. Meses después ella acudió a una
sesión a la consulta, a pedirme consejos respecto a un trabajo. La relación estaba funcionando
bien.
18
Ver “Fenómenos ideodinámicos”, en Hipnoterapia Ericksoniana: Nivel Intermedio, Instituto Milton H.
Erickson de Santiago, 1993
64
Caso C: Tratamiento de sintomatología de estrés postraumático debido a un accidente
catastrófico19
Este caso se refiere al tratamiento efectuado a una adolescente sobreviviente de la
catástrofe ferroviaria más grande del país, ocurrida en 1986. Digo sobreviviente, pues iba en el
primer carro de uno de los trenes que chocaron de frente. Sólo recibió un feo hematoma en un
muslo y se mostró algo desorientada hasta horas después del accidente. Sin embargo, días después
comenzó a evidenciar síntomas de estrés postraumático agudo: pesadillas, ansiedad y temor a la
velocidad en vehículos. Aunque el médico que la vio le recetó ansiolíticos y dijo que esos síntomas
pasarían a lo largo del tiempo, la madre no quedó satisfecha con esa apreciación y solicitó ayuda
terapéutica para la hija.
Dorothy la atendió en tres sesiones. Su tratamiento fue bajo el enfoque de la Programación
Neurolingüística para el tratamiento de experiencias traumáticas 20; es decir, la revisión disociada de
la experiencia, tantas veces como sea necesario para que la ansiedad remita y se haga un
reencuadre de la experiencia. Dorothy enseñó primero a la paciente a disociarse, asociando una
clave para ese estado. Luego, la hizo visualizar escenas del accidente, estando disociada, y
variando características sensoriales: color, tamaño, perspectiva, distancia, altura. Debido a que la
paciente tenía una muy buena capacidad para dirigir la atención a su interior, esta estrategia la
llevó al trance hipnótico, estado que potenció el trabajo. Cuando la ansiedad era mínima, le sugirió
ponerse en contacto con el hecho que era una sobreviviente, que valorara estar viva, y se
proyectara a futuro dejando atrás esa experiencia en su vida.
Los síntomas remitieron totalmente, no habiendo recaídas posteriores.
19 Este caso fue atendido por Dorothy Bowie, quien me comentó el tratamiento puesto que yo le envié a la
paciente.
20 Ver R. Bandler (1988) Use su cabeza para variar, Editorial Cuatro Vientos, Santiago
65
la casa de ellos había recibido daños menores, esa noche el niño no pudo dormir, pues despertaba
espantado, las réplicas del sismo lo aterrorizaban. Ya que en la segunda noche tampoco pudo
dormir, lo llevaron a la casa de la abuela en la ciudad en la cual vivía ahora (distante a unos 10
km.). Desde esa fecha, aunque iba a la casa paterna todos los fines de semana, no podía
quedarse a dormir allí, y constantemente andaba asustado esperando nuevos terremotos. No
podía ir al cementerio. Acordamos que trataría al niño.
Se realizaron tres sesiones terapéuticas y una sesión de seguimiento. Las dos primeras
sesiones trabajé con el niño a solas, y en la tercera asistió la madre. A la sesión de seguimiento
asistieron los dos.
En la primera sesión indagué respecto a los temores del niño, el cual me manifestó que él
siempre estaba atento por si temblaba nuevamente. En la casa de la abuela podía dormir
tranquilo, pero le era imposible dormir en la casa paterna debido al temor que temblara en la
noche.
Usando un televisor imaginario en el cual podía ver imágenes de si mismo realizando
distintas acciones, anclé en su hombro el estado de disociación; y luego usando ese mismo televisor
utilicé la estrategia de “curación rápida de traumas” de Bandler, viendo la película del sismo varias
veces, en blanco y negro, en colores, de cerca, de lejos, en cámara lenta, en cámara rápida, etc.
Repetimos la estrategia hasta que fue capaz de meterse en la pantalla sin experimentar ansiedad.
Al termino de la sesión me dijo “Se me está yendo, se me está yendo”. Al preguntarle qué “se le
estaba yendo”, me contesto “El soplo, el soplo al corazón que me quedó con el terremoto” (al
mismo tiempo que indicaba con la mano un movimiento hacia afuera desde el corazón pasando
por la garganta). Le dije que eso era excelente, y que en los próximos días se le iría más.
En la segunda sesión, usando el mismo televisor, lo ayudé a que ensayará mentalmente
distintas estrategias para enfrentar temblores de diversos grados. Al término de la sesión se sentía
mucho más tranquilo, y contento por saber lo que podría hacer ante nuevos sismos.
En la tercera sesión, la madre me indicó que el niño estaba más tranquilo, y expresé que
sería interesante averiguar el éxito del tratamiento yendo al cementerio. El niño me dijo que no,
porque antes tenía un miedo “así” (indicando con las dos manos algo grande) y ahora estaba “así”
de chico (indicando algunos centímetros con el índice y el pulgar), y si iba al cementerio temía que
le creciera. Le repliqué que su miedo y el soplo habían comenzado en el cementerio, pero que ya
habían pasado, porque estaba “así” de chico, y además ya que eso le había comenzado en el
cementerio, lo mejor era dejarlo allí, porque allí iban las personas cuando morían y ese miedo ya
era tan chico, que era obvio que se había muerto. Le sugerí ir al cementerio con la mamá y
escoger un lugar, lejos de la tumba del abuelo, y hacer un hoyo y enterrar el miedo que le
quedaba. Yo no sabía cómo lo enterraría, pero sin duda al estar ahí, él sabría cómo hacerlo. Ambos
estuvieron de acuerdo y acordamos una sesión para dentro de dos semanas.
En la sesión siguiente, llegó con su mamá, venían muy contentos, puesto que había hecho
la tarea; la mamá reportó que el niño buscó un lugar cerca de una acequia, había hecho un
agujero con sus manos y luego lo había cubierto y colocado unas flores encima, que habían
66
comprado a la entrada. Desde esa noche era capaz de dormir en la casa paterna, y ahora estaba
viajando todos los días al colegio. El niño se mostraba muy orgulloso.
67
Después de la terapia el estudio también se hizo más fácil y grato, por lo cual le resulto más
fácil negarse a salir a jugar cuando estaba estudiando.
68
7. Referencias
Andreas, C. y Andreas, S. (1991) Corazón de la mente. Casos y ejemplos de cambio con Programación
Neurolingüística . Editorial Cuatro Vientos, Santiago
Asociación Psiquiátrica Americana (1995) DSM-IV. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales .
Editorial Masson, Barcelona
Bandler, R. (1988) Use su cabeza para variar. Sub-modalidades en Programación Neurolingüística. Editorial
Cuatro Vientos, Santiago
Dolan, Y. (1991) Resolving Sexual Abuse. Solution-Focused Therapy and Ericksonian Hypnosis for Adult Survivors.
New York: Norton
Dolan, Y. (1997) Resolución del Abuso Sexual y otros Traumas. Un Taller con Yvonne Dolan. Instituto Milton H.
Erickson de Santiago. Mayo de 1997
Erickson, M: y Rossi, E. (1979) Hypnotherapy: An exploratory casebook . New York: Irvington
Guzmán, G. (1996) Utilización de la Hipnoterapia en la Resolución de Sintomatología Asociada a Abuso
Sexual.Un Estudio Piloto. Memoria para optar al Título de Psicólogo, Universidad de Chile, Facultad de
Ciencias Sociales, Carrera de Psicología
Lankton, S. (Diciembre, 1992) Conferencia dictada en el 5° Congreso Internacional de Hipnoterapia
Ericksoniana, Phoenix, Arizona
Rossi, E. (1985) Dreams and the Growth of Personality: Expanding Awareness in Psychotherapy. (2nd. Edition).
New York: Brunner/Mazel
Rossi, E. (1987/1993) De la mente a la molécula: Una teoría de la curación mente-cuerpo, memoria, aprendizaje
y comportamiento dependiente del estado. En D. Bowie y M. Pacheco (Comp.), Fudamentos para una
terapia psicobiológica: Uniendo mente/cuerpo. Artículos de Ernest Rossi, Ph.D. Instituto Milton H. Erickson de
Santiago, p. 18-37
Rossi, E. (1990) The new yoga of the West. Natural rhythms of mind-body healing. Psychological Perspectives , 22,
146-161
Rossi, E. and Cheek, D. (1988) The Mind-Body Therapy. New York: Norton
Yapko, M. (1990) Trancework. An Introduction to the Practice of Clinical Hypnosis. Second Edition. New York:
Brunner/Mazel
69
APENDICE A
ESCALA DE RECUPERACION ORIENTADA A LA
SOLUCION PARA SOBREVIVIENTES DE ABUSO
70
APENDICE B
OPCIONES DE DISOCIACION
(Lankton, 1992)
Disociación Simple
Disociación múltiple
71
Intercambio de experiencias
Comodidad
Seguridad Poder
Confianza Protección
Recursos
Ilustraciones tomadas de, S. Lankton, “Decisive Resolution of Trauma in Brief Therapy”, 1998, www.erickson-
foundation.org
72