La Persona Humana Guardini
La Persona Humana Guardini
La Persona Humana Guardini
A. INTRODUCCIN
1. A lo largo del presente trabajo se pretende reflexionar en torno a la obra Mundo y Persona
de Romano Guardini, la cual, a pesar de tener aproximadamente setenta aos de antigedad, no deja
de aportar ideas fecundas para el tiempo actual. Este escrito de Guardini se ubica dentro del plan de
trabajo del proyecto Repblica, escuela y democracia, en la primera parte: Cuestiones
fundamentales de la antropologa poltica, seccin N 1: La cuestin fundamental: Soy? El
misterio de nuestra existencia.
2. En primer lugar, y a modo de introduccin, se dedican en el presente trabajo unos prrafos
a la vida de Romano Guardini y a aspectos generales de su pensamiento. Siempre resulta conveniente
al momento de leer y reflexionar el contenido de un libro, contar con ciertos datos sobre la vida y el
pensamiento del autor, pues contribuyen, de alguna manera, a comprender mejor sus escritos.
3. En segundo lugar se reflexionar sobre el contenido de Mundo y Persona poniendo
especial atencin a las consideraciones de Guardini sobre la persona humana, pues aqu reside su
principal inters, aun cuando se detenga en el anlisis de otros conceptos como: naturaleza,
sujeto, cultura, mundo, creacin, providencia divina. El subttulo que el autor coloc a su
trabajo expresa claramente su propsito y confirma lo dicho anteriormente: Mundo y Persona.
Ensayos para una teora cristiana del hombre.
2 Para un estudio ms profundo y detallado del pensamiento filosfico de Guardini, cf. LPEZ QUINTS
Alfonso, Romano Guardini y la dialctica de lo viviente, Cristiandad, Madrid, 1966; LPEZ QUINTS Alfonso,
La verdadera imagen de Romano Guardini, Eunsa, Pamplona, 2001.
humanos formamos parte ubicados en un puesto especial. Otro sentido que puede adoptar el trmino
mundo es el conjunto de relaciones e intereses propios de una persona. Cuando decimos: Fulano
vive en su mundo, queremos significar que esa persona vive centrada en sus propios asuntos e
intereses. Tambin la palabra mundo se puede utilizar para hablar del conjunto de cosas que
percibimos a nuestro alrededor y, en este caso, mundo es la suma de cosas que estn delante de m
y que yo puedo observar, analizar, estudiar. Esta es, a grandes rasgos, la concepcin del positivismo
cientificista y que viene desde los inicios de la modernidad sustentada por el desarrollo de las
ciencias empricas. El mundo es eso que est delante de m y que yo puedo y debo dominar.
11. Guardini intenta mostrar que esta ltima concepcin del mundo, propia del positivismo
reinante en su tiempo, trae nefastas consecuencias si es absolutizada. En efecto, si el mundo es slo
ese conjunto de cosas que yo puedo observar estudiar, medir, someter a experiencia y manipular, las
dimensiones que no pueden ser percibidas empricamente como la espiritual y la divina, quedan
desplazadas. Una postura de esa naturaleza puede derivar fcilmente a un reduccionismo
materialista, al ateismo y a acciones aberrantes entre seres humanos. Para hacer frente a esta
consideracin del mundo evidentemente incorrecta, Guardini hecha mano del lenguaje y del uso de
ciertos trminos que manifiestan la existencia de diferentes planos de la realidad15.
12. Palabras opuestas como alto bajo, profundo - superficial y exterior interior son
utilizadas para referirse a las realidades de orden fsico. As por ejemplo decimos que una montaa
tiene determinada altura o que un rbol de una especie es ms bajo que el de otra. Decimos
tambin que un lago posee cierta profundidad y expresamos esas magnitudes en unidades de
medida: mil metros, dos mil metros, etc. De la misma manera decimos que una piedra est en el
interior de una caverna y que una persona est fuera (en el exterior) de su casa. Cuando
hablamos de esta manera nos ubicamos en un plano fsico-material, un plano en que los objetos
pueden ser mensurados y observados con ciertos instrumentos, expresados en cifras y unidades de
medicin. Ahora bien, tambin utilizamos las palabras alto bajo, profundo superficial y
exterior interior para referirnos a otros aspectos de la realidad que no son mensurables y
observables y que estn ntimamente relacionados con la existencia humana. Por ejemplo podemos
decir que una persona cay muy bajo al comportase de una determinada manera o que se comport
a la altura de las circunstancias; o que el pensamiento de un escritor es muy profundo o muy
superficial; o que a una persona, por dentro (en el interior), le remuerde la conciencia. En todos
estos ejemplos citados los trminos alto, bajo, etc., no hacen referencia a aspectos mensurables
de la realidad. No podemos medir y expresar en metros las altura de las circunstancias o la
profundidad de las ideas de un pensador. Estas formas de hablar manifiestan que existe un plano
distinto al plano fsico o material de la realidad, un plano que es de orden meta-fsico, de orden
inmaterial. Se advierte entonces que reducir la nocin de mundo al plano de lo fsico-material es
cerrarse a ciertas dimensiones de la realidad a las que hacemos referencia cuando hablamos, quiz
sin darnos cuenta. Esto es muy importante al momento de considerar la realidad de la persona
humana, de lo contrario quedara reducida a una mera unidad orgnica compleja que ha surgido
despus de un largo proceso evolutivo.
15 Este mtodo fue expuesto por Guardini en un escrito de juventud titulado Der Gegensatz (La oposicin).
Aunque en la traduccin espaola de esta obra se ha traducido el ttulo por El contraste, considero que sera ms
correcto La oposicin. Cf. GUARDINI Romano, El contraste, B.A.C., Madrid, 1996.
C. LA PERSONA HUMANA
I. La persona humana como un todo ordenado
13. Las reflexiones de Romano Guardini sobre la estructura del ser personal comienzan en
torno a la idea de conformacin16. Cuando una determinada realidad est compuesta por una serie
de elementos bsicos estrechamente interrelacionados y ordenados, de manera tal que constituyen
una unidad estructural capaz de realizar ciertas funciones, podemos decir que dicha realidad es una
conformacin. Los cristales, los organismos, las estructuras sociales, son ejemplos de
conformaciones. La persona humana tambin es una conformacin, pues, vista desde un determinado
aspecto, es una unidad estructural, entre otras unidades, que realiza funciones. En efecto, basta una
mirada panormica para constatar que una persona no es un ser catico y desordenado sino una
unidad precisamente ordenada. El cuerpo, que constituye la dimensin ms visible del ser personal,
est constituido por huesos, msculos, rganos, tejidos y otros componentes estrechamente ligados.
Todos ellos, lejos de ser una mera yuxtaposicin desorganizada, conforman un todo unitario.
14. Desde esta primera consideracin, sumamente general y bsica, la persona humana queda
ubicada como una realidad unitaria y ordenada, junto a otras realidades unitarias y ordenadas.
II. La persona humana como un individuo vivo
15. Guardini contina sus reflexiones centrndose en la idea de individualidad 17. La persona
humana es un individuo vivo, lo cual significa que constituye una unidad de estructura y funciones
que, si bien se relaciona con las cosas que la rodean, se diferencia de ellas. Esta diferenciacin con
las cosas circundantes tiene lugar en el individuo vivo de dos maneras fundamentales ntimamente
vinculadas: mediante la conformacin de un mundo propio y mediante la independencia respecto a
las determinaciones de la especie.
16. El individuo vivo conforma un mundo propio en la medida en que se relaciona de manera
especial -a travs de los sentidos y de las actividades o de las funciones que realiza- con ciertos
elementos circundantes que son de importancia vital para l. As por ejemplo, un len se relaciona
con otros individuos de la manada, se ubica en un territorio determinado con ciertas caractersticas,
persigue a ciertos animales que le sirven de alimento, etc. Todo ello constituye, hablando
anlogamente, el mundo del len, que no es el mismo que el de un oso polar. Es preciso aclarar
que la conformacin de un mundo propio no se da de la misma manera en un animal que en una
persona, pues el animal no construye su mundo deliberada y libremente, sino que son los instintos
y las tendencias propias de su especie las que lo determinan a ello. Por el contrario, en el caso de la
persona humana, podemos hablar con ms propiedad de la construccin de un mundo propio,
puesto que ese mundo es construido libremente, an cuando la libertad de la persona humana no sea
absoluta.
ante ese estmulo. As, por ejemplo, cuando las hembras de determinadas especies se encuentran en
perodo de apareamiento (o de celo), emiten una sustancia olorosa que es percibida por los machos
de su especie. En el momento en que los machos perciben ese particular olor se desencadenan en
ellos una serie de instintos que los conducen necesariamente a aparearse con la hembra. No existe
posibilidad de eleccin, el instinto determina al animal a que se comporte de esa manera. En cierto
modo podramos decir que el mecanismo de comportamiento animal es estmulo-respuesta 20 y que
las reacciones a determinados estmulos es fcilmente predecible. Por el contrario, la persona
humana al aprehender un objeto particular no est determinada a obrar -an cuando ese objeto haya
despertado diversos afectos- pues la potencia ltima que mueve a la accin es su voluntad. En este
caso el mecanismo de comportamiento no es estmulo-respuesta pues dado un estmulo, media la
deliberacin y la eleccin voluntaria antes de la respuesta y esta ltima jams podr predecirse de
manera absolutamente segura.
23. Guardini destaca tambin la capacidad creativa de la persona humana. En efecto, diferentes
especies animales manifiestan capacidades sorprendentes de construir. Existen aves que construyen
nidos y refugios admirables para sus cras. Ciertas especies de araas tejen telas de increble
perfeccin para cazar las presas que le servirn de alimento. Determinadas clases de aves poseen
cantos muy agradables y hermosos. No obstante esas habilidades vienen determinadas por las notas
caractersticas de su especie, no son creaciones propias de un individuo determinado, de all que
todos los individuos de una especie posean las mismas capacidades. En el caso de la persona humana
se percibe una clara capacidad creadora. La persona puede construir, elaborar y componer sin
inclinaciones especficas que necesariamente determinen su accin, pues la obra humana surge del
espritu an cuando est marcada por los condicionamientos propios de una cultura particular y de
una instruccin especial. Por ello, dos personas, an cuando pertenezcan a la misma especie humana
y hayan crecido en un mbito cultural semejante con una instruccin similar, nunca construirn o
elaborarn o compondrn de manera idntica.
24. La dimensin espiritual de la persona humana la sustrae a toda relacin de posesin y
dominio21. Aunque se prive a una persona de su libertad exterior, por ejemplo encerrndola en un
calabozo, su ncleo ntimo espiritual permanece libre 22. Se advierte as que la interioridad propia de
19 Guardini se detiene en numerosos pasajes de sus obras a reflexionar las diferencias entre el ser humano y el
animal para poner de manifiesto el valor inconmensurable del hombre. Cf. GUARDINI Romano, Una tica para
nuestro tiempo, Lumen, Bs. As., 1994, pp. 36-37; 44-46; 120-123; 176; 197. GUARDINI Romano, Europa
realidad y tarea en Obras I, Cristiandad, Madrid, p. 22. GUARDINI Romano, La cultura como obra y riesgo en
Obras I, Cristiandad, Madrid, p. 137-138. GUARDINI Romano, El poder en Obras I, Cristiandad, Madrid, p. 197.
20 Lamentablemente no podemos dejar de reconocer que los seres humanos, varones y mujeres, se comportan
muchas veces de esta manera.
21 En una de sus obras Guardini se refiere a la degradacin que se realiza cuando se olvida que la persona humana
es una realidad corpreo-espiritual y se la trata como una cosa. En esos casos tiene lugar una cosificacin de la
persona. Cf. GUARDINI Romano, Una tica para nuestro tiempo, Lumen, Bs. As., 1994, pp. 180; 227.
22 El tema de la libertad humana es uno de los ms tratados por Guardini en sus diversas obras. En todos los casos
expresa de manera insistente la grandeza y, al mismo tiempo, el peligro que representa la libertad en el ser humano.
Grandeza, por ser capacidad de autodeterminacin en la propia existencia; peligro, porque esa capacidad puede ser
mal utilizada. De all que considere inseparable el binomio libertad-responsabilidad. Cf. GUARDINI Romano,
Cartas sobre autoformacin, Lumen, Bs. As., 1996, pp. 97-117. GUARDINI Romano, Libertad, gracia y destino,
Lumen, Bs. As., 1994, pp. 13-93. GUARDINI Romano, Una tica para nuestro tiempo, Lumen, Bs. As., 1994, pp.
120-122; 139; 205-207. GUARDINI Romano, El poder en Obras I, Cristiandad, Madrid, 1981, pp. 218-219; 249251. GUARDINI Romano, Preocupacin por el hombre, Cristiandad, Madrid, 1965, pp. 125-142.
la persona es inconmensurable. Se podrn medir y analizar lgicamente las acciones exteriores del
hombre, pero su interior escapa a toda medida y a todo anlisis lgico. Ser persona significa que no
se puede ser posedo, dominado, manipulado y utilizado, y que no se puede ser sustituido por otro.
La persona humana es nica e irrepetible23.
25. Guardini se pregunta si la dimensin espiritual de la persona puede enfermar y contesta
afirmativamente haciendo ciertas aclaraciones. Las enfermedades del espritu no tienen nada que ver
con las enfermedades o trastornos de orden psicosomtico o psicolgico de los que se ocupa la
psicologa y la psiquiatra. Segn Guardini, la dimensin espiritual de la persona humana enferma
cuando reniega de la verdad, el amor y la justicia24. Tan esenciales son para la persona la bsqueda de
la verdad y de la justicia y el acto de amar, que si se cierra a ellos, enferma. Renegar de la verdad no
significa equivocarse25 o mentir de vez en cuando, sino considerar la verdad como algo sin
importancia y sin valor hasta el punto de rechazarla e incluso combatirla. Lo mismo sucede en el
caso de la justicia. El espritu de la persona humana enferma no cuando realiza un acto aislado de
injusticia sino cuando tiene lugar un posicionamiento existencial deliberadamente hostil a la
bsqueda de la justicia. Finalmente, el negarse a amar constituye otro ejemplo quiz el ms
manifiesto- de enfermedad del espritu humano. Una persona que decididamente se niega a amar,
transforma su vida en una prisin opresora y asfixiante 26 destinada al ms absoluto vaco existencial.
La persona humana no es un ser cerrado y autosuficiente sino que est esencialmente referida a las
otras personas27. El fundamento de toda relacin interpersonal autntica es el amor. Quien se niega a
amar se clausura a la relacin con las dems personas y enferma inevitablemente.
26. Finalmente Romano Guardini seala que el hecho de haber abordado el tema de la persona
humana considerando por separado los diversos estratos que constituyen su estructura persona
como conformacin, como individuo viviente y como ser espiritual- tiene slo un fin didctico, pues
de esa manera se percibe ms claramente la amplitud y complejidad del ser personal. No obstante es
preciso aclarar que los diferentes estratos considerados por separado en la reflexin filosfica estn
ntimamente vinculados en la realidad. La persona humana no es slo materia, slo cuerpo orgnico,
slo alma, slo espritu, slo libertad, slo inteligencia y voluntad; la persona humana no se reduce a
lo que los factores genticos, geogrficos, nacionales, culturales o histricos hicieron de ella; sino
que es una realidad compleja en la que se encuentran interrelacionadas todas las dimensiones,
23 Cf. GUARDINI Romano, Una tica para nuestro tiempo, Lumen, Bs. As., 1994, p. 180.
24 La verdad, la justicia y el amor son temas recurrentes en las obras de Guardini. Cf. GUARDINI Romano,
Cartas sobre autoformacin, Lumen, Bs. As., 1996, pp. 13-25. GUARDINI Romano, Una tica para nuestro
tiempo, Lumen, Bs. As., 1994, pp. 27-41; 71-82. GUARDINI Romano, Libertad, gracia y destino, Lumen, Bs. As.,
1994, pp. 40; 202-203.
25 Guardini sostiene en una de sus obras que la posibilidad de equivocarse es algo exclusivo del ser humano, pues
un animal irracional no se equivoca. Cf. GUARDINI Romano, Una tica para nuestro tiempo, Lumen, Bs. As.,
1994, p. 176.
26 En una de sus obras Guardini seala que amar en una de las experiencias ms intensas de libertad. Cf.
GUARDINI Romano, Libertad, gracia y destino, Lumen, Bs. As., 1994, pp. 40. En esta misma obra afirma que al
amar cae la coraza que encierra al propio yo. Cf. Ibid., p. 202. Ntese la afinidad de estas reflexiones de Romano
Guardini con el pensamiento de S. Kierkegaard y de F. Ebner. Cf. KIERKEGAARD S., Las obras del amor,
Sgueme, Salamanca, 2006 pp. 231; 257. Cf. EBNER F., La palabra y las realidades espirituales, Caparrs,
Madrid, 1995, pp. 124-125; 190; 228.
27 Si bien este importante tema aparece ahora apenas mencionado, Guardini le dedica un apartado especial en
Mundo y persona. (Cf. pp. 113-121). A este apartado nos referiremos en el siguiente punto de nuestro trabajo.
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relaciones yo-tu pueden darse en distintos niveles de profundidad: un saludos respetuoso, un gesto
amable, un breve dilogo afectuoso, una comida, una clase, una amistad entraable.
30. Un elemento fundamental en las relaciones yo-tu es el lenguaje. El lenguaje permite el dilogo
y el intercambio comunicativo con las otras personas. A travs de l se manifiesta la dimensin
espiritual de la persona humana y su carcter relacional, pues el lenguaje no se reduce al componente
material-orgnico que lo constituye lengua, cuerdas vocales, labios, sonidos, signos- sino que es la
combinacin de ellos con el significado y el sentido particular que proviene del espritu. El lenguaje
es un acto corpreo-espiritual propio de un ser precisamente corpreo-espiritual: la persona humana.
Por el lenguaje se manifiesta la orientacin dialgica de la persona humana y su evidente referencia a
las dems personas.
V. La esencial referencia de la persona humana a Dios30
31. Guardini destaca que el Tu ms profundo con que la persona humana puede vincularse es el
Tu divino. La razn de esto radica en que Dios la ha creado y por ello slo l constituye el sentido
ms pleno de su vida. La existencia personal est esencialmente orientada al creador. La inclinacin a
la relacin con Dios no es algo accidental en la vida del hombre, sino, por el contrario, es una
dimensin fundamental que no puede ser negada si se quiere abordar de manera completa la realidad
de la persona humana. Negar la existencia de Dios y la condicin creatural del ser humano significa
negar la evidente finitud de la persona. Precisamente la finitud y limitacin propia de la persona
humana manifiestan que ella no se dio a s misma la existencia, sino que la ha recibido como un don
de un ser superior.
32. Si el hombre encuentra en Dios su T ms importante, es porque Dios ha hecho primero
del hombre su tu cuando lo ha creado por su Palabra. Ms an, constantemente hace del hombre su
tu cuando habla a travs de la creacin. Las cosas son segn Guardini- palabras que Dios nos
dirige para entablar un dilogo amistoso. Las diferentes realidades de la creacin poseen un carcter
verbal31, pues al ser llamadas a la existencia por la Palabra divina llevan la impronta del creador.
Dios se comunica con nosotros por medio de ellas.
33. Entrando ya en un plano puramente teolgico dogmtico, Guardini seala finalmente que
la relacin yo-tu que se establece entre el hombre y Dios tiene como modelo perfecto la relacin
Yo-Tu del Padre celestial con el Hijo en el seno del misterio trinitario32.
29 Un concepto que Romano Guardini slo esboza en Mundo y persona (Cf. pp. 114-116) pero que en obras
posteriores desarrolla ms extensamente es el encuentro. Con esta nocin el autor que nos ocupa pretende
destacar la inconmensurable riqueza que se deriva de las relaciones interpersonales autnticas. El encuentro yo-tu
se constituye como un verdadero acontecimiento de crecimiento y maduracin interior. Cf. GUARDINI Romano,
Libertad, gracia y destino, Lumen, Bs. As., 1994, pp. 39-40; 104-105; 119-121. Para un anlisis ms
pormenorizado cf. LPEZ QUINTS Alfonso, Romano Guardini y la dialctica de lo viviente, Cristiandad,
Madrid, 1966, pp. 185-188.
30 Cf. GUARDINI Romano, Mundo y persona, pp. 122-136.
31 Cf. GUARDINI Romano, Mundo y persona, pp. 118-121.
32 En el mbito de la teologa trinitaria contempornea H. Mhlen ha utilizado la denominacin yo-tu para
hablar de las relaciones intratrinitarias de las personas divinas. El Padre sera el Yo, el Hijo sera el Tu y el
Espritu Santo sera el Nosotros en el seno de la Trinidad. Cf. FUSTER PERELL S., Misterio trinitario, San
Esteban-Edibesa, Valencia.
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ANEXO
Obras de Romano Guardini en espaol
GUARDINI Romano, El contraste, B.A.C., Madrid, 1996.
GUARDINI Romano, Cartas del lago de Como, Dinor, San Sebastin, 1957.
GUARDINI Romano, Cartas sobre autoformacin, Lumen, Bs. As., 1996.
GUARDINI Romano, Voluntad y verdad, Dinor, San Sebastin, 1962.
GUARDINI Romano, Mundo y persona, Encuentro, Madrid, 2000.
GUARDINI Romano, Libertad, gracia y destino, Lumen, Bs. As., 1994.
GUARDINI Romano, La muerte de Scrates, Emec, Bs. As., 1997.
GUARDINI Romano, La conversin de San Agustn, Agape, Bs. As., 2007.
GUARDINI Romano, El ngel en la Divina Comedia del Dante, Emec, Bs. As., 1961.
GUARDINI Romano, Pascal o el drama de la conciencia cristiana, Emec, Bs. As., 1955.
GUARDINI Romano, Preocupacin por el hombre, Cristiandad, Madrid, 1965.
GUARDINI Romano, Los sentidos y el conocimiento religioso, Cristiandad, Madrid, 1965.
GUARDINI Romano, Religin y revelacin, Guadarrama, Madrid, 1964.
GUARDINI Romano, Cristianismo y sociedad, Sgueme, Salamanca, 1982.
GUARDINI Romano, El mesianismo en el mito, la revelacin y la poltica, Rialp, Madrid, 1948.
GUARDINI Romano, La cuestin juda, Sur, Bs. As., 1963.
GUARDINI Romano, El fin de la modernidad. Quien sabe de Dios conoce al hombre, PPC, Madrid,
1996.
GUARDINI Romano, La aceptacin de s mismo. Las edades de la vida, Lumen, Bs. As., 1994.
GUARDINI Romano, tica, B.A.C., Madrid, 2000.
GUARDINI Romano, Una tica para nuestro tiempo, Lumen, Bs. As., 1994.
GUARDINI Romano, La existencia del cristiano, B.A.C., Madrid, 1997.
GUARDINI Romano, Obras de Romano Guardini (tres tomos), Cristiandad, Madrid, 1981.
GUARDINI Romano, La esencia del cristianismo, Cristiandad, Madrid, 1965.
GUARDINI Romano, Vida de la fe, Lumen, Bs. As., 1992.
GUARDINI Romano, El espritu de la liturgia. El talante simblico de la liturgia, Agape, Bs. As.,
2005.
GUARDINI Romano, Introduccin a la vida de oracin, Lumen, Bs. As. 1993.
GUARDINI Romano, Verdad y orden. Homilas universitarias I, Guadarrama, Madrid, 1960.
GUARDINI Romano, Verdad y orden. Homilas universitarias II, Guadarrama, Madrid, 1960.
GUARDINI Romano, Verdad y orden. Homilas universitarias III, Guadarrama, Madrid, 1960.
GUARDINI Romano, Verdad y orden. Homilas universitarias IV, Guadarrama, Madrid, 1960.
12
GUARDINI Romano, La realidad humana del Seor, Lumen, Bs. As., 1989.
GUARDINI Romano, La imagen de Jess en el Nuevo Testamento, Lumen, Bs. As., 1992.
GUARDINI Romano, El Seor, Lumen, Bs. As., 2000.
13