T 349 16
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SENTENCIA
En el proceso de revisin del fallo proferido en nica instancia por el Juzgado
Promiscuo Municipal de Hato Corozal, Casanare, el trece (13) de noviembre
de dos mil quince (2015), en el proceso de tutela iniciado por Martha Patricia
Lemus Rosero, actuando en representacin de su menor hija Erika Lizeth
Arteaga Lemus, contra la Institucin Educativa Antonio Martnez Delgado.
El proceso de la referencia fue seleccionado para revisin por la Sala de
Seleccin Nmero Tres, mediante auto proferido el treinta y uno (31) de
marzo de dos mil diecisis (2016).
I. ANTECEDENTES
La seora Martha Patricia Lemus Rosero, actuando en representacin de su
hija Erika Lizeth Arteaga Lemus, present accin de tutela contra la
Institucin Educativa Antonio Martnez Delgado, por la presunta vulneracin
del derecho fundamental de la adolescente al libre desarrollo de la
personalidad. La tutelante indic que su hija se tintur las puntas del cabello
de un color ms claro que el natural y que por esta razn las directivas y
profesores del plantel le llamaron la atencin, aduciendo que el estilo
adoptado desconoce las prohibiciones sobre vestimenta y accesorios
contenidas en el pacto de convivencia que rige las actuaciones de los
3 Folios 9 y 10.
4 Folios 11 a 18.
5 Folio 19.
3.2. En fallo de nica instancia del trece (13) de noviembre de dos mil quince
(2015), el Juzgado Promiscuo Municipal de Hato Corozal neg la proteccin
solicitada por la peticionaria. El despacho estim que dado que no se adelant
proceso disciplinario contra la menor, no hay una afectacin de su derecho
constitucional al libre desarrollo de la personalidad.
II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS
1. Competencia
Esta Sala de Revisin de la Corte Constitucional es competente para revisar el
fallo de tutela proferido dentro del trmite de referencia, con fundamento en lo
dispuesto por los artculos 86, inciso 3, y 241, numeral 9, de la Constitucin
Poltica, en concordancia con los artculos 33, 34, 35 y 36 del Decreto 2591 de
1991.
2. Presentacin del caso y problema jurdico
2.1. Con base en los hechos expuestos en la parte inicial de esta sentencia, que
se concretan en la peticin de la accionante que se ordene a la institucin
demandada permitir que su hija Erika Lizeth pueda llevar el estilo de pelo que
ha elegido y que en la actualidad mejor se adecue a su personalidad, y por otro
lado, la postura del plantel segn la cual la decisin de la menor desconoce las
disposiciones contenidas en el pacto de convivencia, la Sala considera que el
problema que debe resolver en esta ocasin es: vulnera una entidad educativa
(Institucin Educativa Antonio Martnez Delgado) el derecho fundamental al
libre desarrollo de la personalidad de una estudiante (Erika Lizeth Arteaga
Lemus) por no permitirle llevar un corte y color de pelo particular, sobre la
base de aplicar una norma disciplinaria (pacto de convivencia- deberes del
estudiante) que impone unos patrones estticos especficos?
2.2. Para resolver la cuestin planteada, la Sala declarar la procedencia de la
accin de tutela. Luego, se reiterar que las normas contenidas en los
manuales o pactos de convivencia de las instituciones educativas, pblicas o
privadas, no pueden imponer patrones estticos restrictivos y excluyentes que
impidan a los estudiantes disfrutar de sus derechos constitucionales. Luego, la
Sala proteger el derecho fundamental de la menor al libre desarrollo de la
personalidad, pero dir que los profesores de la institucin demandada no han
desmejorado sus notas con fundamento en la situacin del cambio de color de
su cabello, y que la responsabilidad sobre el desempeo acadmico es
exclusiva de Erika Lizeth, con apoyo en su madre.
8 Folios 74 y 75.
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travs de esta va cuando las decisiones que adopta no garantizan mejor sus
derechos fundamentales, como presuntamente sucedi en el caso concreto; e
(iv) Inmediatez: el derecho de peticin en el que la tutelante solicita al rector
del plantel demandado que cesen las acciones que vulneran el derecho
fundamental al libre desarrollo de la personalidad fue radicado en la secretara
de la institucin demandada el 2 de octubre de 2015. La respuesta a su
peticin es del 19 de octubre de 2015. Por su parte, la accin de tutela objeto
de revisin fue admitida por el Juzgado Promiscuo Municipal de Hato
Casanare el cuatro (4) de noviembre del mismo ao. Es decir que entre la
ltima actuacin a travs de la cual se procur la proteccin de los derechos
fundamentales de la menor y el momento de presentacin de la tutela
trascurrieron aproximadamente 15 das, trmino que la Sala considera que es
ms que razonable para interponer la accin constitucional.
3.5. Una vez establecida la procedencia de la accin de tutela de la referencia,
la Sala de Revisin pasa a resolver el asunto de fondo puesto a su
consideracin.
4. La Institucin Educativa Antonio Martnez Delgado amenaz el
derecho fundamental al libre desarrollo de la personalidad de Erika
Lizeth Arteaga Lemus, por no permitirle adoptar un estilo de pelo propio,
aplicando una norma disciplinaria que impone un patrn esttico
restrictivo y excluyente
4.1. La Constitucin Poltica protege el derecho al libre desarrollo de la
personalidad de los nios, las nias y los adolescentes. Lo hace sobre la base
de los artculos 16, 44 y 45 de la norma superior, y de instrumentos
internacionales de proteccin de sus derechos, como la Convencin sobre los
Derechos de los Nios (suscrita en 1989 por la Asamblea General de la
Organizacin de las Naciones Unidas)9, que insta a los Estados, a la sociedad
y a las familias a adoptar todas las medidas de proteccin de sus derechos de
manera progresiva y a travs de todas las instancias disponibles, incluyendo
medidas legislativas y de otra ndole como las judiciales.
Sobre la proteccin del derecho fundamental a la educacin, el instrumento
dispone en su artculo 29 que: [l]os Estados Partes convienen en
que la educacin del nio deber estar encaminada a: a)
Desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad
mental y fsica del nio hasta el mximo de sus posibilidades;
b) Inculcar al nio el respeto de los derechos humanos y las
9 Una de las finalidades de la Convencin sobre los Derechos de los Nios (en adelante la Convencin),
enunciada en su prembulo, es desarrollar la proteccin que instrumentos anteriores otorgan a los nios y la nias,
tales como la Declaracin de Ginebra de 1924 sobre los Derechos del Nio y en la Declaracin de los Derechos del
Nio adoptada por la Asamblea General el 20 de noviembre de 1959 y reconocida en la Declaracin Universal de
Derechos Humanos, en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos (en particular, en los artculos 23 y
24), en el Pacto Internacional de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales (en particular, en el artculo 10) y en
los estatutos e instrumentos pertinentes de los organismos especializados y de las organizaciones internacionales
que se interesan en el bienestar del nio.
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en un fin per se, que deba ser satisfecho sin fundamentos objetivos a travs de
los manuales, reglamentos o pactos de convivencia, y se ha sostenido que,
adems, no es admisible el hecho de que un estudiante que no siga una pauta
de comportamiento sea marginado de los beneficios de la educacin, por
ejemplo, a travs de la cancelacin de su matrcula.
En la sentencia T-065 de 199317, a propsito del caso de un menor que fue
amenazado con suspensin de clases por llevar el pelo ms largo que el de sus
compaeros, contradiciendo las normas internas de la institucin educativa
que disponan que los hombres deban llevar el cabello corto, la Sala
Primera de Revisin sostuvo : () el sentido y funcin de dicha pauta (llevar
el pelo corto) en instituciones educativas ordinarias tiene, desde luego, una
incidencia menor de tal naturaleza que no puede autorizar la exclusin de los
beneficios del derecho fundamental a la educacin o que se la convierta en
condicin sine qua non para su ejercicio. Ms an cuando -como en este caso
concreto- la conducta de uno de los peticionarios, no solo no atenta contra
los derechos de los dems ni contra el orden jurdico, sino que es
expresamente permitida por los miembros de su propia familia, responsable
tambin, como qued dicho, del xito del proceso educativo. Y afirm de
forma posterior: en consecuencia, si la institucin considera que sus
alumnos deben llevar sus cabellos a una longitud determinada, los
instrumentos ms adecuados para lograr este propsito son naturalmente los
propios de la educacin, as sus resultados sean ms lentos y en ocasiones
casi nulos. El verdadero educador no puede renunciar al uso de ellos sin
desvirtuar el nobilsimo sentido de su misin.
En igual sentido se pronunci esta Corporacin en la sentencia T-179 de
199918 al sostener que: no hay razn para que dentro del manual de
convivencia existan normas que determinen, so pena de una sancin, la
manera como los estudiantes deben llevar el pelo. Y reiter que si un plantel
educativo tiene la intencin de que sus estudiantes adopten un estilo en su
cabello o cualquier aspecto esttico que el plantel considera apropiado para el
adecuado desarrollo de la actividad educativa, deben instarlos a ello a travs
de las herramientas pedaggicas propias del aprendizaje y no a travs de
normas impositivas que no responden a una finalidad constitucionalmente
imperiosa.
A lo anterior hay que agregar que el mbito educativo no puede ser un espacio
en el que se forme a los nios, a las nias y a los adolescentes a travs de
disposiciones de comportamientos restrictivas, sobre cmo vestirse, cmo
hablar o cmo actuar. Como se advirti, la finalidad de la educacin es
acompaar el desarrollo, creando escenarios en los que aquellos se sientan
libres de expresarse, comportarse y definirse a s mismos, de acuerdo a lo que
17 Corte Constitucional, sentencia T-065 de 1993 (M.P. Ciro Angarita Barn, S.V. Jos Gregorio Hernndez
Galindo).
18 Corte Constitucional, sentencia T-179 de 1999 (M.P. Vladimiro Naranjo Mesa): en este caso la Corporacin
tambin estudi la tutela de un adolescente a quien se le restringi entrar a clases hasta tanto se cortara el pelo, con
un corte normal.
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19 En artculo 17 del Decreto reglamentario 1860 de 1994 (Por el cual se reglamenta parcialmente la Ley 115 de
1994, en los aspectos pedaggicos y organizativos generales), se refiere al contenido de los manuales de
convivencia escolar, relacionado con la definicin de los derechos y deberes de los alumnos y sus relaciones con
los dems estamentos de la comunidad educativa. Sin embargo, el alcance del contenido de los manuales de
convivencia ha sido un tema de desarrollo por parte de esta Corporacin, la cual ha aclarado, desde sus inicios, que
stos se encuentran estrictamente sometidos al cumplimiento del orden constitucional, de tal manera que su
existencia no redunde en la limitacin arbitraria del goce efectivo de los derechos fundamentales de la comunidad
educativa. Por ejemplo en la sentencia T-065 de 1993 (M.P. Ciro Angarita Barn, S.V. Jos Gregorio Hernndez
Galindo) se sostuvo: los manuales de convivencia encuentran como lmite ltimo el respeto no slo de los
derechos fundamentales y de la Constitucin en general, sino tambin de la concrecin legal que de ellos se haga.
Su eficacia depende, en consecuencia, del grado de armona con los derechos fundamentales y las disposiciones de
rango superior. En ese sentido, a partir de la sentencia SU-641 de 1998 (M.P. Carlos Gaviria Daz, S.V. Jos
Gregorio Hernndez Galindo y Hernando Herrera Vergara) se estableci que: En trminos de la Constitucin de
1991, la educacin es una actividad formativa, no autoritaria, que requiere de alumnos activos, creativos y
participantes en lugar de pasivos, repetidores y sumisos. Asimismo, en la sentencia T-351 de 2008 (M.P. Mauricio
Gonzlez Cuervo), la Corte reiter: en conclusin, los manuales de convivencia (cuya existencia est dada por el
artculo 87 de la Ley 115 de 1994 o General de Educacin), deben contener los derechos y obligaciones a las que
debern sujetarse los miembros de la comunidad educativa, y son la manifestacin de los valores, ideales e
intereses de los miembros de stas. Sin embargo, como lo ha establecido esta Corporacin en diferentes fallos, las
normas que se consagran en el manual de convivencia, no pueden desconocer los principios y mandatos
constitucionales; por tanto, los reglamentos de las instituciones educativas no pueden contener elementos, normas
o principios, que estn en contra de la Constitucin, como es el caso de todos aquellos que de una u otra manera
afecten el libre desarrollo de la personalidad sin justificacin constitucional alguna. Bajo esos parmetros
interpretativos, se ha dicho que es legtimo que las instituciones educativas en virtud de su autonoma, regulen
aspectos del servicio pblico que proporcionan a travs de los Manuales de Convivencia estudiantiles, pero no
podrn imponer medidas desproporcionadas o irracionales, que contraren la Constitucin Poltica y las leyes, ni
fijar pautas que atenten contra derechos fundamentales de rango individual (T-625 de 2013, M.P. Jorge Ignacio
Pretelt Chaljub).
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hacen parte los estudiantes, sus familias, los docentes y dems personal que
tenga a su cargo contribuir en la funcin de educar a los menores.
4.4. Con lo hasta aqu dicho se puede concluir que la presentacin personal
no es un fin superior e inaplazable, capaz de restringir el derecho fundamental
al libre desarrollo de la personalidad de los estudiantes pertenecientes al
sistema educativo en los niveles bsico y medio. Cabe agregar que cuando una
institucin decide adoptar normas de presentacin personal rgidas, deja por
fuera otras apariencias, y esto puede reir con las decisiones de los
estudiantes sobre su aspecto fsico, su identidad de gnero y tambin en
eventos ms graves, con su sexualidad. De manera que las normas que rigen
patrones estticos son, adems de restrictivas, excluyentes, y en este ltimo
caso, desconocen otras garantas constitucionales fundamentales como la
identidad y la intimidad.
La postura antes anotada fue desarrollada en las sentencias SU-641 y SU-642
de 199820. En el primer caso la Sala conoci la accin de tutela presentada por
un adolescente a quien los directivos del plantel educativo en el que cursaba el
grado 11 lo constrieron para que se cortada el pelo y dejara de usar un
arete. En el segundo caso, la Sala decidi de fondo la accin de tutela que
present un padre en representacin de su menor hija a quien se le exigi
cortarse el pelo para evitar la propagacin de piojos entre los nios. En ambas
providencias la Sala Plena de la Corte fue enftica al sealar: ni el Estado ni
los particulares pueden imponer vlidamente patrones estticos excluyentes,
mucho menos en los planteles educativos. Y fundament su postura, en los
siguientes argumentos:
() la tolerancia y el respeto por los sistemas de valores distintos deben
presidir toda la enseanza y el aprendizaje de los valores en un pas que
opt por el desarrollo de una nacin pluricultural, en la que ya no hay un
solo modelo de virtud al servicio del intento de unificar el comportamiento
de todos en la vida de relacin. Nadie aprende a ser tolerante en
instituciones que castigan disciplinariamente las manifestaciones externas
ms inocuas, inofensivas de derechos ajenos, con las que las personas que
las conforman expresan sus diferentes personalidades.
La Carta garantiza a toda persona, dedicada o no profesionalmente a la
creacin artstica, que sta es libre y, por tanto, la educacin esttica no
especializada que se imparte en las escuelas y colegios debe estar
orientada a ofrecer la mayor variedad de experiencias didcticas posible, y
ciertamente la imagen que cada quien pueda y quiera mostrar a los dems,
no puede ser impuesta a todos por los reglamentos disciplinarios de
instituciones llamadas a apoyar y estimular la bsqueda personal de los
ideales estticos individuales y colectivos, por la oportunidad formativa
que tal empeo ofrece al adolescente para la definicin y afirmacin de su
personalidad.
20 Corte Constitucional, sentencias SU-641 y SU-642 de 1998 (M.P. Carlos Gaviria Daz, S.V. Jos Gregorio
Hernndez Galindo y Hernando Herrera Vergara).
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22 Esta fue la palabra que us el recto de la institucin en su contestacin a la accin de tutela, al referirse a la
perforacin de la piel para portar aretes (folios 69 a 71).
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(i) Todos los nios, las nias y los adolescentes tienen derecho a gozar del
derecho fundamental al libre desarrollo de la personalidad en el mbito
educativo.23 Una restriccin de este derecho solo es admisible cuando se
requiere proteger fines constitucionales superiores e inaplazables;
(ii) La presentacin personal no es un fin superior e inaplazable, capaz de
desplazar la prevalencia del derecho al libre desarrollo de la personalidad, y de
los derechos a la libertad, a la identidad de gnero y a la intimidad de los
menores;
(iii) Las disposiciones contenidas en los manuales, reglamentos o pactos de
convivencia de las instituciones educativas, que impongan patrones estticos
unificados, resultan restrictivas y excluyentes, no admisibles en el Estado
Social de Derecho en el que la pluralidad, la diferencia, la alteridad y la
multiplicidad de criterios son fines esenciales del orden constitucional; y
(iv) La garanta del derecho fundamental al libre desarrollo de la personalidad
tambin debe partir del hecho de que los establecimientos educativos ajusten
sus manuales de convivencia a la norma superior, de modo que se eliminen
aquellas prohibiciones y las subsecuentes sanciones que estn dirigidas a
imponer patrones estticos restrictivos y excluyentes o, de manera general, a
limitar o cuestionar la apariencia fsica de los estudiantes, de forma que solo
se pretenda admitir parmetros de estandarizacin arbitraria.
III. DECISIN
En mrito de lo expuesto, la Sala Primera de Revisin, administrando justicia
en nombre del pueblo y por mandato de la Constitucin,
RESUELVE
23 Ver al respecto el texto clsico del filsofo, psiclogo y pedagogo estadounidense John Dewey, Democracia y
Educacin (1916).
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