El Escéptico 07
El Escéptico 07
El Escéptico 07
escptico
La revista para el fomento de la razn y la ciencia
Publicacin trimestral - Nmero 7 (Invierno 2000)
Manifiesto
Humanista
2000
El efecto Jpiter
y cosas semejantes
Sobre pirmides,
majanos y estrellas
Magia y tecnologa
el
escptico
Javier E. Armentia
DIRECCIN
Astrofsico,
director del Planetario de Pamplona
VICEPRESIDENTE
Flix Ares
Informtico,
director de Miramon Kutxaespacio de la Ciencia
CONSEJO EDITORIAL
DIRECTORA EJECUTIVA
Adela G. Espelta
SUBDIRECCIN
SECRETARIO
Toni Cant
TESORERO
Ferran Tarrasa
ASESOR JURDICO
Fernando L. Fras
SECCIONES
Eduardo Gimnez
COORDINADOR DE TRADUCCIONES
Carlos Tellera
SUSCRIPCIONES
Carlos Ungil
EDITA
Z-1947-1998
ISSN
1139-938X
Sumario
ARTCULOS
Sobre pirmides,
majanos y estrellas
INFORME ESPECIAL
....................
41
Manifiesto
humanista 2000
..................................
14
SECCIONES
Editorial
.....................................................................................................
Peligrosa ignorancia.
El efecto Jpiter
y cosas semejantes
....................
47
....
52
57
MIQUEL BARCEL
.....................................................................
13
Las revistas
de divulgacin cientfica
en Espaa
Circulos viciosos.
.........................
........................................................................
Cuaderno de Bitcora
Magia y tecnologa
Primer Contacto
Gua Digital
..................................................................................
Desde el Silln
......................................................................
62
59
50
............................................................
66
PORTADA
Representacin del Mundo y del Imperio. Gautier de Metz.
Imagen del manuscrito del siglo XIII Le Livre de Clergie.
Todas la imgenes que ilustran el Manifiesto
Humanista 2000, estn tomadas de obras y cuadernos
de notas de Leonardo da Vinci.
editorial
Peligrosa ignorancia
a ignorancia est en el origen del auge de las pseudotrata de un texto comprometido con el libreciencias; pero hay otra ignorancia tambin preocupensamiento, la justicia social y la toleranpante. Recientemente, hemos presenciado en algunos
cia, y por eso ha recibido ya numerosas adheforos de Internet como autodenominados escpticos se jacsiones tanto en su versin anglosajona como
taban de su sabidura al tiempo que demostraban un proen la espaola. El hecho de que esta revista
fundo desconocimiento acerca de lo que hablaban, confunpublique por primera vez en castellano ntediendo, por ejemplo, a los cultivadores de la astroarqueologramente este documento hay que atribuirlo
ga -pseudociencia bajo cuyo paraguas se cobijan los defena Alberto Hidalgo Tun, filsofo y miemsores de visitas extraterrestres en la antigedad- con los esbro de ARP, quien impulsa en nuestro pas la
tudiosos de la arqueoastronoma, disciplina cientfica sobre
recogida de firmas de apoyo.
la que este nmero de EL ESCPTICO incluye un intereSomos los nicos responsables de nuessante artculo. No es algo nuevo. Siempre ha habido quietro destino colectivo. Para resolver nuestros
nes, escudndose en una presunta racionalidad, han credo
problemas, necesitaremos de la cooperacin
que criticar algo exime de conocerlo, que basta con acusar
y la sabidura de todos los miembros de la coairadamente para tener razn. Es ms, quienes llevamos aos
munidad mundial. Est dentro de las capacien el escepticismo organizado hemos comprobado para
dades de cada ser humano marcar una difenuestro pasmo cmo, en ocasiones contadas, supuestos esrencia. La comunidad planetaria es nuestra
cpticos han recurrido a argumentos falsos en intercambios
propia comunidad y cada uno de nosotros
de opinin con creyentes o divulpuede ayudar a hacer
gadores pseudocientficos. Y eso
que florezca. El fun La primera obligacin de todo
es inadmisible.
turo est abierto.
escptico no es pronunciarse
Si de algo tiene que hacer
Est en nuestras magala quien dice defender la racionos elegir. Juntos popblicamente sobre tal o cual
nalidad, es de honradez. Recurrir
demos llevar acabo
asunto; es conocerlo
a la mentira, a la falsedad, a la
los ms nobles fines
fuente inventada, al estudio ine ideales de la Huexistente, no slo resulta indigno, sino que coloca a quien
manidad, dicen las ltimas lneas de un malo hace a la misma altura moral que aqullos a los que dice
nifiesto que hunde sus races no en la tan tracombatir, los charlatanes que tergiversan la realidad. El fin
da y llevada globalizacin econmica o meno justifica los medios. Difcilmente podr un escptico
ditica, sino en la conviccin de que los
mantener su credibilidad si hace trampas como las apunta6.000 millones de humanos navegamos en
das o si ni siquiera se molesta en conocer aquello acerca de
un mismo barco y de que si ste hace aguas
lo que va a pronunciarse. Este tipo de actitudes no son hanos afectar a todos y cada uno de nosotros;
bituales. Sin embargo, aun cuando se trata de casos aislados,
aunque la va se abra a miles de kilmetros de
nos alarman, ya que reflejan ignorancia y desprecio hacia el
nuestras casas.
pblico. La opinin ha de estar cimentada en el conociAl igual que la ciencia no tiene fronteras,
miento y, si no, es mejor callarse. De opinin basada en la
el sentimiento humanista tampoco. De ah
ignorancia estn las revistas y los programas esotricos lleque, desde estas pginas, animemos a suscrinos. La primera obligacin de todo escptico no es pronunbir el llamamiento en favor de un humaciarse pblicamente sobre tal o cual asunto; es conocerlo.
nismo planetario a todos aqullos que asuLo contrario, emitir juicios a priori sin haber examinado los
man como propios los racionales argumentos
hechos o afirmaciones y haber reflexionado sobre ellos, est
expuestos en un Manifiesto en el que la reien las antpodas del escepticismo cienttico.
vindicacin de la ciencia y del pensamiento
El conocimiento y la racionalidad estn, por el contracrtico frente a la supersticin ocupa un lugar
rio, en los cimientos del texto central de este nmero de EL
destacado. Quienes estn de acuerdo con los
ESCPTICO. Gestado desde el humanismo secular -una
principios generales de este documento recorriente de pensamiento con la que el escepticismo tiene
dactado originalmente por el filsofo norteaindudables puntos en comn-, el Manifiesto humanista
mericano Paul Kurtz, pueden dejar constan2000 se basa en algo que siempre hemos defendido en esta
cia expresa de ello dirigindose a ARP, bien
revista y en ARP: los Derechos Humanos como punto de
sea a la direccin postal o a la de correo elecpartida hacia un mundo mejor. Pero no se queda ah. Se
trnico
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el escptico
(Invierno 2000)
primer contacto
LOS ESCPTICOS MS
DESTACADOS DEL SIGLO
1. James Randi
2. Martin Gardner
3. Carl Sagan
4. Paul Kurtz
5. Ray Hyman
6. Isaac Asimov
7. Philip J. Klass
8. Bertrand Russell
9. Harry Houdini
10. Albert Einstein
La revista The Skeptical Inquirer organiz una votacin
entre aqullos que mejor lo deben saber: los miembros y asesores del Comit para la Investigacin Cientfica de los Supuestos Hechos Paranormales
(CSICOP), organizacin internacional de cientficos y expertos que ha estado siguiendo
la pista a lo paranormal y a lo
pseudocientfico durante los
pasados veintitrs aos. La
eleccin se poda basar en
cualquier combinacin de
ciencia, erudicin, obra escrita, educacin pblica, logros, investigacin, activismo,
liderazgo y otras cualidades. La
Carl Sagan.
James Randi.
Martin Gardner
el escptico
primer contacto
Paul Kurtz.
el escptico
(Invierno 2000)
Philip J. Klass.
Ray Hyman.
Bertrand Russell.
Albert Einstein.
HArry Houdini.
Isaac Asimov.
primer contacto
el escptico
primer contacto
tividad, una teora de gravitacin nueva por completo basada en la curvatura del espacio-tiempo. Cuando las observaciones confirmaron las predicciones de Einstein, su reputacin como el mayor cientfico del siglo qued asegurada.
Muchas encuestas llevadas a
cabo en 1999 declararon a
Einstein como la persona ms
influyente del siglo XX.
Otros destacados escpticos
que recibieron varios votos o
al menos un voto en primer lugar fueron Richard Feynman,
Joe Nickell, Karl Popper, H.L.
Mencken, Richard Dawkins,
Stephen Jay Gould, James Alcock, Stephen Barrett, Bart
Bok, Michael Shermer, Kendrick Frazier, Mark Twain, Oscar Pfungst y Robert. A. Baker.
SKEPTICAL INQUIRER ELECTRONIC DIGEST
Versin espaola de RAFAEL BUDRA
Acusado de traidor
por sacar a relucir
las falsedades
histricas de
la Biblia
La Historia sirve para formar
patriotas. Esta afirmacin representa el ideal educativo decimonnico de la enseanza de la
Historia. Hoy en da es mucho
menos frecuente or tal afirmacin, aunque de vez en cuando
surja alguna voz que, en el fragor
del debate sobre la utilidad acadmica de la Historia, nos recuerde que para eso sirve, para
construir y cimentar los mitos
nacionales.
De vez en cuando, sucede
que los historiadores se rebelan
y, entonces, en vez de formar
patriotas, actan como traidores. El 29 de octubre de 1999 el
diario israel Haaretz publicaba
un artculo del arquelogo Zeev
8
el escptico
(Invierno 2000)
Herzog, de la Universidad de
Tel Aviv, en el que se haca un
resumen de los datos arqueolgicos palestinos y de las consecuencias que implicaban en la
historia de Israel. Las reacciones, recogidas en varios medios
de comunicacin como las cadenas estadounidenses ABC y
CNN, fueron airadas. Era de esperar.
Algunos colegas no dudaron
en asegurar que Herzog utilizaba
la arqueologa para satisfacer un
plan poltico de desprestigio de
los relatos histricos sobre los
que se funda el Estado de Israel.
Las reacciones adversas no surgieron slo en el mbito ms
probable, el de los integristas religiosos judos, sino que incluso
hicieron su aparicin de la
mano de personajes como el diputado Tommy Lapid, un laicista en absoluto religioso que
acus a Herzog de alimentar con
sus ideas a los enemigos de Israel.
Sin embargo, lo llamativo de
toda esta polmica es que Herzog no dice nada en su artculo
que no sea conocido desde hace
tiempo para cualquiera que est
al tanto de la arqueologa siriopalestina, aunque sea superficialmente. En primer lugar, el
relato fundacional de Israel tal
como nos es presentado en el
Antiguo Testamento carece de
reflejo en la arqueologa de la
zona. Los indicios de un pueblo
venido de Egipto que, con Josu
a la cabeza, conquista el territorio a los cananeos en una guerra
relmpago, asentndose en su
territorio, son inexistentes. No
hay ningun elemento de cultura
material que indique la presencia de una etnia intrusa en la regin en los periodos en los que
cabra situar el asentamiento de
los hebreos en Palestina. Adems, la conquista de varias ciudades -Ai o Jeric- que de forma
explcita se nos narra en el Libro de Josu es imposible, ya que
haban dejado de existir varios
primer contacto
recen restos impresionantes del
Bronce Medio y del Hierro II -el
periodo del reino de Jud-, pero
los que hay del Hierro I, en el
que se situaran los reinados de
David y Salomn, sugieren una
ciudad de dimensiones muy modestas. Todo lo cual lleva a pensar que el periodo floreciente de
Israel fue el de la dinasta omrita
y que se proyect hacia atrs
dando lugar a la imagen de los
reinos de David y Salomn.
Para completar la catstrofe
historiogrfica, Herzog seala
algo que tambin era bastante
conocido en mbitos especializados. A saber, que frente a la
imagen de un Israel como pueblo dedicado a Yav, al que daba
culto nico, y que slo espordicamente, e influido por las poblaciones circundantes, caa en
la idolatra, el panorama que tenemos es el de un pueblo politesta. Efectivamente, una serie de
inscripciones votivas encontradas en Kuntillet Ajrud, de inicios del siglo VIII aC, aparece
dedicada al dios YHWH... y a su
consorte, Ashera, diosa cananea, lo que nos pondra ante un
culto politesta a Yav y a su
consorte, la diosa Ashera.
Junto a este tipo de inscripciones, aparecen otras dedicadas
al dios Yav seguido de un determinativo toponmico. Por ejemplo, las que se refieren al
YHWH de Samaria o al
YHWH de Teman, siguiendo
el modelo de las dedicaciones a
Baal o a El. Ello indica que a
Yav se le perciba y se le renda
culto en una forma semejante a
los dioses vecinos Baal o a El. Es
decir, a Yav, como a aqullos,
se le renda culto bajo diferentes
formas y manifestaciones, a las
que estara asociado como seor
y dios de un lugar determinado.
En suma, el artculo de Zeev
Herzog no dice nada nuevo, ni
sa era su pretensin. Simplemente, resume lo que se conoce
hoy en da sobre la arqueologa
sirio-palestina en lo tocante a
Los consejos
escolares de
Kansas y Colorado,
galardonados con
sendos Ig Nobel
El Sanders Theatre de la
Universidad de Harvard acogi el pasado 30 de septiembre la ceremonia anual de entrega de los clebres premios
Ig Nobel. Estos galardones
buscan, en palabras de sus
promotores, honrar a aquellos individuos cuyos logros
no pueden o no deberan ser
reproducidos, y se otorgan
siempre en diez categoras
que, a diferencia de sus hermanastros, los Nobel, pueden variar en funcin de las candidaturas presentadas. Los Ig Nobel suelen tener dos vertientes, una crtica y una cmica,
premindose en este caso al
autor de algn artculo de investigacin o algn invento
divertido. En 1999, se distingui con el Ig Nobel de Educacin Cientfica a los consejos
escolares de Kansas y al de Colorado, por su empeo en situar la teora creacionista a la
misma altura que la evolucin,
la gravitacin o la teora electromagntica de Maxwell.
El premio de Fsica fue a pa-
el escptico
primer contacto
premio de Literatura correspondi al Instituto Britnico
de Standards, por su descripcin de la manera correcta de
preparar una taza de t en seis
pginas (BS-6008). Steve
Penfold, de la Universidad de
York en Toronto, fue galardonado con el premio de Sociologa, por su tesis doctoral sobre la sociologa de las tiendas
canadienses de donuts. Y, finalmente, el Ig Nobel de la
Paz correspondi a Charl Fourie y Michelle Wong, de Johannesburgo (Sudfrica), por
desarrollar un coche a prueba
de ladrones, equipado con un
circuito de deteccin y un lanzallamas diseado de tal forma
que no daa la pintura de la
carrocera.
La divertida ceremonia
cont, como de costumbre,
con la presencia de premios
Nobel como Sheldon Glasgow, Dudley Herschbach, William Lipscomb y Robert Wilson. Este ltimo realiz una
exhibicin sobre cmo preparar una taza de t. Se estren,
asimismo, la Opera Sembrada ,
una mini pera basada en la
leyenda del pionero en la clonacin humana Richard Seed,
con los papeles estelares de la
diva milenaria Margot Button,
el tenor biotecnolgico Mathew Campbell y los premiados con el Nobel.
BORJA MARCOS
el escptico
(Invierno 2000)
Los psquicos
norteamericanos
volvieron en
1999 a fallar en
sus predicciones
Recuerdan los 90? Fue la dcada en la que los cientficos
deban haber descubierto la
droga antienvejecimiento
que prolongara nuestras vidas hasta los 150 aos, la dcada en la que Madonna
alumbrara quintillizos, los
terremotos trasformaran San
Diego y Los Angeles en islas
y la Super Bowl tendra que
haber sido cancelada debido
a que seran tantos deportistas sancionados por dopaje
que no habra suficientes
para formar los equipos.
O al menos eso es lo que
debera haber ocurrido si los
principales psquicos del
mundo hubieran estado en lo
cierto. La gente puede haber
primer contacto
celebrado la llegada del ao
2000, pero, segn Gene
Emery, colaborador habitual
de The Skeptical Inquirer que
ha estado haciendo un seguimiento de los fallos y aciertos
de los principales psquicos
del mundo durante las ltimas dos dcadas, stos no tienen motivos para levantar sus
copas en los aos 90.
Los psquicos, apunta
Emery, tampoco hicieron un
buen trabajo en sus predicciones para 1999, ya que afirmaron que sera el ao en el que:
- La polucin obligara a la
ciudad de Nueva York a entrar en cuarentena.
- Wynonna Judd dejara la
msica country para ser la esposa de Wrestler.
- La marihuana sustituira
al petrleo como principal
fuente de energa en Estados
Unidos.
- El reparto del programa
de la televisin norteamericana 60 minutes II - el equivalente a Informe semanal- sera
sustituido por Candice Bergen, Mary TylerMoore y Margot Kidder.
- La Estatua de la Libertad
perdera ambos brazos en un
atentado terrorista.
- Monica Lewinski se hara
millonaria al abrir un boutique en Nueva York especializada en mujeres usuarias de
tallas grandes y especiales llamada Monicas closet .
- O.J. Simpson le confesara en directo a Howard Stern
que mat a su ex mujer, y Roseanne se quitara la ropa
para realizar una serie de magazines desde una colonia nudista.
Es realmente difcil encontrar alguna evidencia de
que algn psquico predijera
un acontecimiento inesperado antes que este se produjese, indica Emery, un escritor cientfico residente en
Providence. Por ejemplo, las
(Invierno 2000)
el escptico
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el
escptico
Sr. director:
Le ruego que, a partir de este momento y hasta nueva orden, carguen a mi cuenta los recibos
que les sean presentados por ARP - Sociedad para el Avance del Pensamiento Crtico.
Sin otro particular, reciba un cordial saludo de
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el escptico
(Invierno 2000)
cuaderno de bitcora
Crculos viciosos
JAVIER E. ARMENTIA
ecuerdo que de cro mi madre sola jugar conmigo dicindome: Quieres que te cuente el cuento de Mara Sarmiento...? (Bueno, el verso segua con la que
fue a cagar y se la llev el viento, pero no es relevante al
caso. Igualmente s que en otras tradiciones familiares la
historia cambia en personajes y dems, pero la esencia es la
misma...) Yo deca entusiasmado la primera vez: S!. Y
ella maliciosamente vena a decir: Yo no he dicho que digas s, sino a ver si quieres que te cuente el cuento.... Durante un rato, me empeaba en decir s, cada vez ms enfadado. Luego, supongo que rendido ante la evidencia, deca
de repente: No!. Y ella, que ya haba ganado, deca: Yo
no he dicho tampoco que digas no... y segua la cosa. Uno
ensayaba cualquier tipo de respuesta, pero siempre le daba la
vuelta. As hasta que me enfadaba de veras y recurra a la
violencia. El juego acababa siempre cabrendome, y an
hoy, cuando tengo el rato perverso, juego al crculo vicioso
con mis sobrinos, comprobando que sus reacciones son
exactamente las mismas que yo tena.
Dejando aparte cualquier profundo anlisis psicosociolgico, antropolgico, sociolgico o lo que sea de la ancdota,
lo cierto es que a veces me parece que quienes intentan vendernos las maravillas de lo -dgase por decir algo- paranormal no hacen sino emplear la misma estrategia. Me ha venido a la cabeza todo esto al leer un resumen del anlisis que
Juan Antonio Fernndez Peris hace en la revista Cuadernos
de Ufologa (n 25/26) del caso Manises, uno de los portaviones de la Ovnilandia hispana.
El caso ha generado libros, cientos de artculos, debates... un verdadero aburrimiento de evidencias de que algo
apareci en el cielo levantino el 11 de noviembre de 1979
al paso de un avin comercial comandado por Lerdo de Tejada. El uflogo presenta una tesis ya comentada hace aos
de que el caso se puede explicar con varias variables: un estmulo luminoso producido por la luz de una refinera en Escombreras, otros producidos por objetos celestes, la tensin
ante lo sorprendente, acaso cierta histeria... En fin, como
suele pasar con las cosas del mundo real, una serie de fenmenos perfectamente naturales, o perfectamente humanos,
que conformaron una vez ms algo que encajaba de lleno en
el folklore de los platillos volantes.
Pero la comunidad ufolgica normalmente slo quiere
preguntar sobre el cuento, no recibir respuestas. Con lo que,
como caba esperar, las explicaciones plausibles no han valido de nada para convencer, o al menos sembrar una duda
razonable, en quienes ya tenan su respuesta y desde luego
nunca han mostrado la menor intencin de bajarse de su burro, sea conspiracionista, sea extraterrestre, sea lo que sea,
aunque siempre inexplicable. A lo ms, incluso aun cuando
acabaran por aceptar una explicacin natural, sacaran de su
el escptico
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Manifiesto hu
Un llamamiento a favor de un
l primer borrador de este documento fue redactado por Paul Kurtz, director de la revista
Free Inquiry y autor del Manifiesto humanista
II (1973), la Declaracin humanista secular (1980) y
la Declaracin de interdependencia: una nueva tica
planetaria (1988).
I. PREMBULO
El humanismo es una perspectiva tica, cientfica
y filosfica que ha cambiado el mundo. Su patrimonio comenz a fraguarse con los filsofos y poetas de las antiguas Grecia y Roma, en la China de
Confucio y con el movimiento Carvaka de la India clsica. Artistas, escritores, cientficos y pensadores humanistas han dado forma a la edad moderna desde hace medio milenio. En realidad, el
humanismo y el modernismo aparecen como sinnimos con mucha frecuencia, porque las ideas y
valores humanistas expresan precisamente la renovada confianza en el poder de los seres humanos
para resolver sus propios problemas y conquistar
fronteras inexploradas.
El humanismo moderno eclosion durante el
Renacimiento. Contribuy al desarrollo de la
ciencia moderna. Durante la Ilustracin, hizo germinar nuevos ideales de justicia social e inspir las
revoluciones democrticas de nuestro tiempo. El
humanismo ha colaborado en la construccin de
una nueva perspectiva tica que subraya los valores de la libertad y la felicidad, as como las virtudes de los Derechos Humanos universales.
Los firmantes de este manifiesto creemos que el
humanismo tiene mucho que ofrecer a la Humanidad de cara a afrontar los problemas del siglo XXI
e incluso los del nuevo milenio. Muchas de las viejas tradiciones e ideas a las que la Humanidad se
ha adherido han dejado de ser relevantes ante las
realidades actuales y las oportunidades futuras. Necesitamos renovar el pensamiento si queremos hacer frente a la sociedad global que est emergiendo
ahora, y renovar el pensamiento es precisamente
el sello distintivo del humanismo. Por eso presentamos el Manifiesto 2000: un llamamiento a favor
de un nuevo humanismo planetario.
Las siguientes recomendaciones se ofrecen con
modestia, pero tambin con la conviccin de que
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el escptico
(Invierno 2000)
manista 2000
nuevo humanismo planetario
Unesco-, Sidney Hook, Betty Friedan, Gunnar
Myrdal, Jacques Monod, Francis Crick, Margaret
Knigth, James Farmer, Allan Guttmacher, Ritchie Calder y A. Philip Randolph, entre otros.
Defenda los Derechos Humanos a escala universal, alegando en favor del derecho a viajar ms
all de las fronteras nacionales en una poca en
la que la gente que viva tras el teln de acero tena prohibido hacerlo. Muchos marxistas humanistas del Este de Europa haban atacado al estatalismo totalitario y saludaron esta defensa de la
democracia y de los Derechos Humanos.
El Manifiesto humanista II ya no continu defendiendo la economa planificada, sino que dej
abierta la cuestin sobre los sistemas econmicos
alternativos. En consecuencia, fue suscrito por
ambos, tanto por liberales y libertarios econmicos, que defendan el libre mercado, como tambin por socialdemcratas y socialistas democrticos, que crean que el gobierno tena un papel
esencial que jugar en una sociedad de bienestar.
Propugnaba democratizar los sistemas econmicos
y ponerlos a prueba para ver si incrementaban o
no el bienestar econmico de todos los individuos
y grupos.
El Manifiesto humanista II fue escrito cuando
sobrevino una nueva revolucin moral: defenda
el derecho al control de la natalidad, al aborto, al
divorcio, a la libertad sexual entre adultos que
manifestaran su consentimiento y a la eutanasia.
Pretenda proteger los derechos de la minoras, las
mujeres, los ancianos, los nios maltratados y las
personas con desventajas. Abogaba por la tolerancia de estilos de vida alternativos y la negociacin
de las diferencias por procedimientos pacficos, y
finalmente deploraba los antagonismos raciales,
religiosos y de clases sociales. Haca un llamamiento para acabar con el terror y el odio. Fue escrito en la onda del Vaticano II, que haba intentado liberalizar el Catolicismo romano. El Manifiesto humanista II permiti cohabitar a ambos, al
humanismo naturalista y el humanismo religioso
liberal. El Manifiesto era humanista respecto al
panorama que se abra ante la Humanidad. Indicaba, adems, los positivos beneficios de la ciencia y la tecnologa para el bienestar humano y pre-
el escptico
15
Al margen de
las desgracias
polticas,
militares y
sociales, el siglo
XX ha sido
testigo de una
gran nmero de
acontecimientos
benficos
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el escptico
(Invierno 2000)
II. PERSPECTIVAS
Por primera vez en la historia de la Humanidad, poseemos los medios -proporcionados por la ciencia y la tecnologapara mejorar la condicin humana, aumentar la felicidad y la libertad, y conseguir una vida autnticamente humana
para todas las personas del planeta. Mucha gente que habla del nuevo milenio
est llena de miedo respecto a qu suceder. Muchos hacen profecas apocalpticas -tanto religiosas como secularesacerca de las calamidades que van a
ocurrir. Los pesimistas recuerdan las
brutales guerras del siglo XX y advierten
que nuevas formas de terrorismo y nuevas inquietudes pueden embargar a la
Humanidad en el siglo venidero.
Nosotros partimos, en cambio, de
una aproximacin ms positiva y realista al panorama humano en el siglo
XXI. Deseamos subrayar que, al margen
de las desgracias polticas, militares y
sociales, el siglo XX ha sido testigo de
un gran nmero de acontecimientos beneficiosos. En contra de los Jeremas de
turno, se han hecho realidad la prosperidad, la paz, la mejora de la salud y
unos estndares de vida en aumento,
todo lo cual sigue avanzando de igual
modo. Estas grandes realizaciones tecnolgicas, cientficas y sociales han
sido con frecuencia pasadas por alto.
Aunque se aplican con mayor amplitud
en el mundo desarrollado, en estos momentos, sus beneficios estn llegando
virtualmente a todas partes. Necesitamos hacer un listado de algunas de
ellas:
La medicina cientfica ha mejorado
la salud enormemente. Ha reducido el
dolor y el sufrimiento y ha incrementado la longevidad. El descubrimiento
de los antibiticos y el desarrollo de las
vacunas, las tcnicas modernas de ciruga, anestesia, farmacologa e ingeniera
biogenticas han contribuido en conjunto a estos avances en la salud.
Las provisiones de salud pblica de
largo alcance, la mejora en los sistemas
de abastecimiento de agua y las disposiciones preventivas han reducido en gran
medida la incidencia de las enfermedades infecciosas. Los remedios teraputicos, ampliamente aplicados, han reducido la dramtica mortalidad infantil.
el escptico
Si vamos a
resolver nuestros
problemas, eso
ser nicamente
con el concurso
de la razn,
la ciencia y el
esfuerzo humano
17
Estamos
particularmente
preocupados
por la
emergencia de
estridentes
voces
fundamentalistas
y la presencia
del fanatismo y
la intolerancia
18
el escptico
(Invierno 2000)
en muchos pases la cuestin de cmo deben equilibrarse las demandas del libre
mercado con la necesidad de articular programas sociales equitativos para asistir a los
discapacitados y a los empobrecidos.
Admitimos que estos problemas son serios y que necesitamos adoptar medidas
adecuadas para resolverlos. Creemos, sin
embargo, que nicamente pueden superarse
con el uso de la inteligencia crtica y de esfuerzos cooperativos. La Humanidad se ha
enfrentado a desafos en el pasado y se las
ha arreglado para sobrevivir, e incluso para
triunfar. Los problemas que atisbamos en el
horizonte quiz no sean mayores que los
que afrontaron nuestros antepasados.
Pero hay, adems, otras peligrosas tendencias en el mundo que estn insuficientemente reconocidas. Estamos particularmente preocupados por las tendencias anticientficas y antimodernas que incluyen la
emergencia de estridentes voces fundamentalistas y la persistencia del fanatismo y la
intolerancia, sea de origen religioso, poltico o tribal. Son estas fuerzas las que, en
muchas partes del mundo, se oponen a los
esfuerzos para resolver los problemas sociales o mejorar la condicin humana:
La persistencia de tradicionales actitudes espirituales fortalece con frecuencia
modos irreales, escapistas y msticos de enfocar los problemas sociales, que fomentan
el desprecio por la ciencia y defienden los
mismos mitos que con demasiada frecuencia se hallan a la base de arcaicas instituciones sociales.
Muchos grupos religiosos y polticos se
oponen a la contracepcin o a los fondos
para programas destinados a reducir la fertilidad o a estabilizar el crecimiento de la poblacin. Como resultado, se impide el desarrollo econmico y la reduccin de la pobreza.
Muchas de estas fuerzas tambin se
oponen a la liberacin de la mujer y desean
que contine sometida al varn.
El mundo entero ha asistido al incremento de encarnizados conflictos tnicos y
a la intensificacin de viejas rivalidades
tribales. Con demasiada frecuencia, no se
da la adecuada publicidad a las dimensiones religiosas de estos conflictos: en la ex
Yugoslavia, entre cristianos ortodoxos serbios, catlicos romanos croatas y musulmanes -en Bosnia y Kosovo-; en Israel y Palestina, entre judos ortodoxos y musulmanes; en Irlanda del Norte, entre protestan-
el escptico
La ciencia ha
conseguido un
lenguaje
universal en el
que se pueden
expresar todos
los hombres y
mujeres al
margen del
bagaje cultural
19
Todas las
hiptesis y
teoras deben ser
comprobadas
experimentalmente
con referencia
explcita a causas
y sucesos
naturales
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el escptico
(Invierno 2000)
extradas a partir de campos de investigacin naturales, biolgicos, sociales y conductuales. Todo ello no niega la necesidad
de apreciar las diversas expresiones morales, estticas y culturales de la experiencia
humana.
Tercero. El naturalismo sostiene que
la evidencia cientfica para las interpretaciones espirituales de la realidad y para la
postulacin de causas ocultas resulta insuficiente. Las clsicas doctrinas trascendentalistas no dudan en hacerse eco de los apasionados anhelos existenciales de los seres
humanos que desean sobrevivir a la muerte.
Sin embargo, la teora cientfica de la evolucin proporciona un informe mucho ms
parsimonioso acerca de los orgenes humanos y se basa en evidencia extrada a partir
de un amplio nmero de ciencias. Denunciamos los esfuerzos de unos pocos cientficos, frecuentemente jaleados por los medios
de comunicacin de masas, por imponer interpretaciones trascendentales sobre fenmenos naturales. Ni la cosmologa moderna ordinaria ni el proceso de evolucin
proporcionan evidencia suficiente acerca
de designios inteligentes, lo que es un salto
de fe ms all de la evidencia emprica.
Pensamos que ya es hora de que la Humanidad asuma su propia mayora de edad y
deje atrs el pensamiento mgico y la construccin de mitos, que deben ser sustituidos
por un conocimiento de la naturaleza bien
comprobado.
IV.- LOS BENEFICIOS POSITIVOS DE LA
TECNOLOGA
Los humanistas hemos defendido consistentemente el valor beneficioso de la tecnologa cientfica para el bienestar humano. Algunos filsofos, desde Francis Bacon a John Dewey, han subrayado el creciente poder sobre la naturaleza que proporciona el conocimiento cientfico y
cmo puede seguir contribuyendo inmensamente al progreso y a la felicidad humanas.
Con la introduccin de las nuevas tecnologas, han aparecido con frecuencia
efectos colaterales imprevistos. Desde los
ludditas del siglo XIX hasta los posmodernos del siglo XX, los crticos han deplorado
las aplicaciones de la tecnologa. Los humanistas hemos reconocido desde siempre
que algunas innovaciones tecnolgicas
pueden engendrar problemas. Desgraciadamente, las aplicaciones tecnolgicas, con
ms frecuencia de lo deseable, han estado
determinadas por consideraciones econmicas, bien para conseguir productos rentables bien para usos militares y polticos.
Hay graves peligros asociados al uso incontrolado de la tecnologa. Las armas de destruccin masiva -termonucleares, biolgicas y qumicas- todava no han sido reguladas de manera efectiva por la comunidad
mundial. De manera similar, invenciones
innovadoras en gentica, biologa e investigacin mdica -tales como la ingeniera
biogentica, la clonacin, el transplante de
rganos y otras- entraan posibles peligros,
pese a que ofrecen inmensas posibilidades
para la salud y el bienestar humanos.
Primero. Los humanistas objetamos
enrgicamente los esfuerzos para limitar la
investigacin tecnolgica, para censurar o
restringir a priori la investigacin. Es difcil
predecir por anticipado cundo y cmo se
producir investigacin cientfica beneficiosa o pronosticar sus posibles beneficios.
Debemos, por tanto, tener mucho cuidado
a la hora de censurar tales investigaciones.
Segundo. Sostenemos que el mejor
modo de encarar los asuntos relacionados
con las aplicaciones tecnolgicas son los
debates bien informados, y no la apelacin a dogmas absolutistas o consignas
emocionales. Cada innovacin tecnolgica necesita ser evaluada en trminos de
potenciales riesgos y beneficios que puede
acarrear a la sociedad y al medio ambiente. Ello supone un cierto nivel de instruccin cientfica.
Tercero. No podemos abandonar las
soluciones tecnolgicas. La estructura econmica y social del mundo contemporneo
est llegando a depender de manera progresiva de las innovaciones tecnolgicas. Si
deseamos resolver nuestros problemas, ya
no podemos regresar a un idlico estado de
naturaleza, sino que debemos desarrollar
nuevas tecnologas que satisfagan las necesidades y objetivos humanos, y hacerlo con
sabidura y humanismo.
Cuarto. Deben favorecerse las innovaciones tecnolgicas que reduzcan al mximo el impacto humano sobre el medio
ambiente.
Quinto. Debe favorecerse la propagacin de tecnologas intermedias que sean
suministrables a los pobres, de modo que los
capaciten para beneficiarse de la revolucin tecnolgica.
V. TICA
Y RAZN
(Invierno 2000)
el escptico
El mejor modo
de encarar
los asuntos
relacionados con
las aplicaciones
tecnolgicas son
los debates bien
informados,
y no la apelacin
a dogmas
absolutistas
21
No negamos
que los
religiosos hayan
hecho mucho
bien;
lo que negamos
es que la piedad
religiosa sea la
nica garanta
de virtud moral
22
La realizacin de los valores ticos ms altos es esencial en la cosmovisin humanista. Creemos que el crecimiento del conocimiento cientfico nos capacitar a los
hombres para hacer elecciones ms prudentes. En este sentido, no existe un muro
infranqueable entre hechos y valores, o entre es y debe. Mediante el uso de la razn y
del conocimiento, nos capacitaremos mejor para la realizacin de nuestros valores a
la luz de la evidencia y mediante la precognicin de sus consecuencias.
Los humanistas hemos sido injustamente acusados de ser incapaces de proporcionar fundamentos viables para las responsabilidades ticas. En realidad, los humanistas somos frecuentemente acusados
de atentar contra los fundamentos morales
de la sociedad. Este argumento est profundamente equivocado. Durante cientos
de aos, los filsofos han proporcionado
slidos fundamentos seculares para la accin moral humanista. Y, todava ms, millones de humanistas annimos han vivido
vidas ejemplares, han sido ciudadanos responsables, han cuidado a sus hijos con
amoroso celo y han contribuido de manera
significativa a mejorar la sociedad.
Las doctrinas morales de ndole teolgica reflejan con frecuencia concepciones heredadas sobre la naturaleza y la naturaleza humana que son precientficas.
Recomendaciones morales contradictorias
pueden deducirse de su legado, y religiones
diferentes con mucha frecuencia proponen puntos de vista ampliamente divergentes sobre las cuestiones morales. Los
testas y trascedentalistas han estado ambos a favor y en contra de la esclavitud,
del sistema de castas, de la guerra, de la
pena capital, de los derechos de la mujer y
de la monogamia. Los religiosos de una
secta, con mucha frecuencia, han asesinado a los partidarios de otra secta con total impunidad. Muchas de las guerras ms
crueles del pasado y del presente estn inspiradas por dogmas religiosos intransigentes. No negamos que los religiosos hayan
hecho mucho bien; lo que negamos es que
la piedad religiosa sea la nica garanta de
virtud moral.
Los humanistas hemos defendido
siempre la separacin entre religin y Estado. Creemos que el Estado debera ser
secular; ni a favor ni en contra de la religin. Por eso rechazamos las teocracias
el escptico
(Invierno 2000)
ser bien pensados, justos y tolerantes; negociar las diferencias razonablemente e intentar ser cooperativos; no debemos herir
o injuriar, ni tampoco hacer dao o atemorizar a otras personas. Pese a que los humanistas hemos hecho llamamientos contra los cdigos puritanos represivos, con el
mismo nfasis, hemos defendido la responsabilidad moral.
Sexto. En lo ms alto de la agenda
humanista, figura la necesidad de proporcionar educacin moral a los nios y a los
jvenes, al objeto de desarrollar el carcter
y fomentar el aprecio por las decencias
morales universales, as como para garantizar el progreso moral y la capacidad de
razonamiento moral.
Sptimo. Los humanistas recomendamos el uso de la razn para fundamentar
nuestros juicios ticos. El punto decisivo
es que el conocimiento es esencial para
formular elecciones ticas. En particular,
necesitamos comprometernos en un proceso de deliberacin, si estamos por la tarea de solucionar los dilemas morales. Los
principios y valores humanos pueden justificarse mejor a la luz de la investigacin
reflexiva. Cuando existan diferencias, es
preciso negociarlas siempre que podamos
mediante un dilogo racional.
Octavo. Los humanistas mantenemos
que deberamos estar preparados para modificar los principios y los valores ticos a
la luz de las realidades que vayan producindose y de las expectativas futuras. Necesitamos ciertamente apropiarnos de la
mejor sabidura moral del pasado, pero
tambin desarrollar nuevas soluciones
para los dilemas morales, sean viejos o
nuevos.
Por ejemplo, el debate sobre la eutanasia voluntaria se ha intensificado de manera especial en las sociedades opulentas,
porque la tecnologa mdica nos capacita
ahora para prolongar la vida de pacientes
terminales que anteriormente habran
muerto. Los humanistas hemos argumentado a favor del morir con dignidad y del
derecho de los adultos competentes para
rechazar el tratamiento mdico, reduciendo as el sufrimiento innecesario, e incluso para acelerar la muerte. Tambin hemos reconocido la importancia de la geriatra para facilitar el proceso ms deseable.
De la misma manera, deberamos estar
preparados para elegir racionalmente entre los nuevos mecanismos reproductivos
(Invierno 2000)
el escptico
Dada la multitud
actual de credos,
todos somos
extranjeros
-aunque podamos
ser amigosen una
comunidad
ms amplia
23
Ahora, ms que
nunca, estamos
vinculados fsica
y moralmente a
cada persona
del planeta, y la
campana dobla
por todos
cuando dobla
por uno
24
el escptico
(Invierno 2000)
las reservas naturales, por las plantas de tratamiento de aguas residuales, por la construccin de los alcantarillados, las carreteras y los puentes de los que disfrutamos hoy.
Podemos identificarnos con el mundo
futuro y hacer prolepsis imaginativas en las
que los que vivan entonces sean semejantes
a nosotros y, en consecuencia, podemos inferir ahora obligaciones con ese maana.
Nuestras obligaciones con el futuro proceden en parte de nuestra gratitud, o quiz
condena, a las generaciones anteriores y a
los sacrificios que hicieron y de los que nos
beneficiamos. Las generaciones futuras necesitan hoy portavoces que les sirvan de
apoderados a la hora de defender sus derechos futuros. Vistas as las cosas, se puede
entender que sta no es una obligacin imposible, puesto que una buena parte de la
especie humana ya est implicada moralmente en el futuro, incluyendo la preocupacin por el medio ambiente. Se puede argir, adems, que el idealismo heroico consagrado a una causa altruista que va ms
all de nosotros mismos y a favor del mayor
bien de la Humanidad ha inspirado siempre
a los seres humanos.
Sptimo. Deberamos tomar todas la
precauciones precisas para no hacer nada
que pueda poner en peligro la supervivencia misma de las generaciones futuras. Hemos de procurar para ello que nuestra sociedad planetaria no degrade la atmsfera,
el agua y el suelo de modo que la vida en el
futuro resulte drsticamente amenazada.
Tendramos tambin que ver la manera de
que nuestra sociedad planetaria no desencadene su armamento de destruccin masiva. Por primera vez en la historia, la Humanidad tiene a su disposicin medios para
autodestruirse. El actual apaciguamiento de
la guerra fra no garantiza que la ltima espada de Damocles no se deje caer por parte
de fanticos discpulos de la venganza o por
alguna suerte de extremistas dispuestos a
permitir que el mundo sea destruido al objeto de salvarlo.
Por consiguiente, nuestra obligacin
ms destacada debera ser hacer viable un
nuevo humanismo planetario centrado en
un mundo a salvo, seguro y mejor, y tendramos que hacer todo lo que pudiramos
para engendrar ese compromiso tico. Este
compromiso debera alcanzar a toda las personas del planeta, sean religiosas o naturalistas, testas o humanistas, ricas o pobres,
de cualquier raza, etnia o nacionalidad.
(Invierno 2000)
el escptico
en una sociedad
global abierta,
donde la
interaccin y el
interemparejamiento
entre diferentes
etnicidades no
slo es posible,
sino que debe ser
fomentado
25
CARTA PLANETARIA DE
DERECHOS Y RESPONSABILIDADES
Las
generaciones
futuras
necesitan hoy
portavoces que
les sirvan de
apoderados a la
hora de
defender sus
derechos
futuros
26
el escptico
(Invierno 2000)
el escptico
Necesitamos
desarrollar una
nueva forma de
identidad
humana: la de ser
miembros de una
comunidad
planetaria
27
Todos los
individuos son
miembros de la
misma especie
humana y como
tales deberan
tener el derecho
de gozar de
todos los
privilegios y
oportunidades
alcanzables
28
el escptico
(Invierno 2000)
cientes para satisfacer sus intereses y aspiraciones, y para poder expresar sus talentos singulares.
Octavo. Es un derecho de toda persona estar en condiciones de vivir una
vida buena, aspirar a la felicidad, lograr
una satisfaccin y un ocio creativos en sus
propios trminos, en la medida en que l
o ella no cause dao a terceras personas.
El principio esencial es que cada persona
debera gozar de la oportunidad de realizar
su personal perfeccionamiento en consonancia con sus recursos sociales; pero de
tal modo que esta realizacin dependa del
individuo y no de la sociedad. La felicidad, sin embargo, depende de los ingresos,
recursos y actitudes personales de cada
cual, y los individuos no tendran que esperar que la sociedad les proporcionase los
medios de satisfaccin para un amplio espectro de propsitos y gustos idiosincrsicos.
Noveno. Los individuos deberan tener la oportunidad de apreciar y tomar
parte en actividades artsticas, incluyendo
la literatura, la poesa, el drama, la escultura, la danza, la msica y el canto. La
imaginacin esttica y las actividades creativas pueden contribuir inmensamente
al enriquecimiento de la vida, a la autorrealizacin y a la felicidad humana. La
sociedad tendra que fomentar y sostener
las artes y una amplia difusin cultural de
las mismas entre todos los sectores de la
comunidad.
Dcimo. Los individuos no deberan
ser indebidamente reprimidos, restringidos o coartados a la hora de ejercer un
amplio espectro de elecciones personales.
Esto incluye la libertad de pensamiento y
conciencia: el inestimable derecho a creer
o a no creer, la libertad de expresin y la
libertad de seguir cada uno su propio estilo de vida, en la medida en que ello no
prive a otros de ejercer sus propios derechos.
Incluido en lo anterior se encuentra el
derecho a la privacidad:
Debera respetarse la confidencialidad
de los individuos.
Todos los individuos tendran que ser
libres de imposiciones polticas y coerciones sociales.
Las mujeres habran de tener el derecho a controlar sus propios cuerpos. Esto
incluye la libertad reproductiva, la contracepcin voluntaria y el aborto.
Las parejas deberan disponer de la informacin apropiada para planificar la familia y la capacidad de hacer uso por s
mismos de la inseminacin artificial y de
consultora biogentica.
Los adultos deberan poder casarse con
quien quieran, incluso si su pareja es de
diferente raza, etnia, clase, religin, casta
o extraccin nacional. La mezcla generacional no tendra que estar prohibida. Las
parejas del mismo sexo deberan tener los
mismos derechos que las parejas heterosexuales.
El principio gua para el cuidado de la
salud habra de ser un consentimiento
bien informado. Los individuos maduros
deberan tener el derecho a seleccionar o
rechazar el tratamiento mdico que se les
aplique.
Los individuos habran de tener el derecho de constituir voluntariamente organizaciones para la consecucin de intereses y la ejecucin de actividades comunes.
El derecho de libre asociacin tendra que
ser respetado siempre que se lleve a cabo
de forma pacfica y no violenta.
VIII. UNA NUEVA AGENDA GLOBAL
Muchos de los altos ideales sociales surgidos
al socaire de la Segunda Guerra Mundial, y
que han hallado expresin en instrumentos
tales como la Declaracin universal de los
Derechos Humanos, han menguado hoy a lo
largo y ancho del mundo. Si vamos a influir
en el futuro de la Humanidad, ser necesario
de forma progresiva, con y a travs de nuevos centros de poder e influencia dedicados
a favorecer la equidad y la estabilidad, aliviar
la pobreza, reducir los conflictos y salvaguardar el entorno. A la luz de las cambiantes
circunstancias actuales, se han puesto de
manifiesto un cierto nmero de objetivos
prioritarios:
Primero. Seguridad. El problema de
los conflictos y guerras regionales no se ha
resuelto, ni ha desaparecido tampoco el indefinible peligro asociado a las armas de
destruccin masiva. En los ltimos cincuenta aos, la violencia intercomunitaria
y las guerras civiles han superado con creces a los conflictos entre naciones en trminos de coste en vidas humanas. Tales
conflictos surgen invariablemente cuando
una comunidad tnica dentro de un Estado
se siente oprimida por el gobierno o por
otra comunidad y se siente adems incapaz
de hacer or sus agravios por procedimien-
el escptico
Existe la
perentoria
necesidad de
apoyar medidas
que incidan
directamente
sobre la salud y el
bien estar social
de los ms
pobres, y
especialmente de
las mujeres y de
los jvenes
29
Necesitamos
transformar un
mundo alegal
en otro que
tenga leyes que
todos y cada
uno puedan
entender y
atenerse a ellas
30
Urgimos a todas las naciones industrializadas a aceptar como primer paso las lneas maestras trazadas por la ONU para la
ayuda al desarrollo en ultramar, en particular la de contribuir con -o aceptar el impuesto- de un 0,7 % del Producto Interior
Bruto cada ao para programas de ayuda al
desarrollo, de cuya cantidad el 20% sera
para desarrollo social, y, a su vez, el 20%
del presupuesto de desarrollo social tendra
que distribuirse entre la poblacin asistida.
Esta ayuda debera incrementarse en el futuro.
Ha de realizarse el mayor esfuerzo en la
tarea de suturar la brecha del conocimiento con las naciones ms pobres, entrenando y reciclando a los desempleados,
proporcionando mejores condiciones de
trabajo -especialmente a las mujeres y a los
desfavorecidos- e invirtiendo ms recursos
en el cuidado de la salud, la educacin y el
enriquecimiento cultural. Recomendamos
a todas las naciones apoyar el Programa de
accin de El Cairo de 1994 para proporcionar salud reproductiva y derechos reproductivos universales, ayudar a mejorar la
calidad de vida de los ms pobres y estabilizar el crecimiento de la poblacin mundial. El ndice de desarrollo humano publicado anualmente por la ONU debera ser
erigido en el metro-patrn que sirviese de
gua para todos los pases en vas de desarrollo.
Est creciendo el papel de las organizaciones no gubernamentales en los pases en
vas de desarrollo en la medida en que se
estn convirtiendo en las receptoras de las
ayudas y en que logran cortar por lo sano
la corrupcin y los endmicos retrasos burocrticos que caracterizan a dichos pases.
Las organizaciones no gubernamentales
occidentales tienen un significativo papel
que jugar en tanto que contrapartes y canales de transmisin para tales ayudas al
desarrollo. (La cantidad de recursos canalizados por este medio, sin embargo, sigue
siendo dolorosamente insuficiente.)
Tercero. Justicia social. La Carta planetaria de derechos y responsabilidades es
esencial para el asunto de la justicia social.
Deben rechazarse los intentos de mediatizar el impacto de la justicia social y de restringir su mbito geogrfico o cultural.
Hay que subrayar la aplicabilidad de la Declaracin universal de los Derechos Humanos a la esfera privada del hogar, la familia y la comunidad. Urgimos, en parti-
el escptico
(Invierno 2000)
el escptico
Necesitamos,
ahora ms que
antes, una
organizacin
mundial que
represente a
la gente y
a los pueblos
del mundo
ms que a las
nacionesestado
31
Slo nosotros
somos
responsables de
nuestro destino
y lo mejor que
podemos hacer
es pasar revista
a nuestra
inteligencia,
nuestro coraje y
nuestra
compasin para
alcanzar nuestras
ms altas
aspiraciones
32
el escptico
(Invierno 2000)
En medio de
nuestra
diversidad y de la
pluralidad de
nuestras
tradiciones,
necesitamos
reconocer que
todos formamos
parte de una
extensa familia
humana
el escptico
33
Para resolver
nuestros
problemas,
necesitaremos
de la
cooperacin y la
sabidura de
todos los
miembros de la
comunidad
mundial
34
el escptico
(Invierno 2000)
FIRMANTES
(Invierno 2000)
el escptico
35
36
el escptico
(Invierno 2000)
circo paranormal
Ovnipage o el lamento de
las carreras de letras
JOS LUIS CALVO BUEY
L page
os colaboradores de Ovni-http://www.geocities
.com/Area51/Dimension/3532/ovnipage.html-,
web que contiene una serie de
artculos dedicados a la ufologa, parecen haberse puesto de
acuerdo en otra cosa, en repartir zurriagazos a todo lo que
huela a disciplinas de letras.
As -sin duda, bajo la inspiracin del adagio que aconseja
desconfiar de los buenos principios-, Juan Guillermo Prado
comienza su artculo titulado
Abducidos? con la siguiente afirmacin: En trminos ufolgicos, la expresin abducido es un anglicismo que significa secuestrado. Aunque comprendo
que los uflogos no tienen
por qu conocer el latn, no
hubiera estado de ms que
Prado consultara la exactitud
de su afirmacin mediante el
uso de un diccionario etimolgico. Si se hubiera tomado
esa molestia, habra comprobado que abduccin es un
prstamo del latn -del verbo
abducere , que significa llevarse, separar- y que no tiene,
por tanto, nada que ver con
el idioma de Keats. Por
cierto, esta palabra y sus derivados se documentan en castellano ya en el siglo XVIII,
mucho antes del nacimiento
de la ufologa.
Repuestos de esta primera
demostracin de etimologa
creativa , proseguimos la lectura. Prado realiza la narracin del supuesto encuentro
de un abducido con un hom-
el escptico
37
circo paranormal
que los crdulos tiraron el dinero de su apuesta. Dicho sea
claramente, no dio ni una, lo
que, supongo, no le impidi
cobrar por su participacin
en el programa televisivo ni
mermar la fe de sus seguidores.
Sin embargo, no es Prado
el nico que arremete contra
las letras. En el artculo titulado Hiptesis de contacto,
Jos Manuel Prieto afirma lo
siguiente: ...y Giordano
Bruno, ya en el medievo, fue
llevado a la hoguera en Roma
un 17 de febrero de 1660,
porque l daba por sentado la
existencia de innumerables
soles, innumerables tierras
donde habitaban seres vivos. Prieto est errado.
Giordano Bruno no fue llevado a la hoguera en 1660,
sino en 1600, y ese ao no se
considera como integrante
del medievo por parte de
ningn historiador. Por otra
parte, segn la sentencia
contra Bruno leda en el palacio del Cardenal Madruzzi
el 8 de febrero de 1600, las
causas para su condena son
muy numerosas e incluyen la
negacin por parte del acusado de que durante la comunin se produjera la transubstanciacin o de que Mara
fuera virgen. As pues, afirmar que Bruno fue quemado
por afirmar que existieran infinitos mundos habitados no
pasa de ser una simplificacin histrica excesiva.
Tiquismiquis? Creo que
no. En los ltimos tiempos se
detecta que, junto a los ya
habituales errores cientficos,
los escritos paranormales estn plagados de fallos relacionados con las disciplinas
humansticas. Parece que,
adems de rechazar la ciencia
oficial, algunos comienzan a
propugnar una cruzada contra la lingstica oficial o la
historia oficial. Qu pena!
38
el escptico
(Invierno 2000)
Cirujanos
plsticos tras
los rayos en
bola?
circo paranormal
no creo que se sea el caso de
nuestro protagonista. Sospecho
que Cardeosa ha querido sacar
sutilmente a la luz el procedimiento secreto usado por los cirujanos plsticos para deshacerse de
los -explosivos- implantes de silicona de Pamela Anderson y compaa. O no?
L.A.G.
Los cazafantasmas
se moderizan
(Invierno 2000)
el escptico
39
circo paranormal
Alguien puede vacilar despus de esto? Por si acaso, el Tovar
realiza un experimento que, por su
adecuacin al mtodo cientfico
ms estricto, no dudamos satisfar
a los incrdulos. Entonces el
hombre dijo, si es un detector de
espritus lo vamos a ver, voy a llamar al espritu que me ayuda, y
empez a clamar llamando a dicho espritu, el biomasa qued sobre una mesa a cero, y el hombre
sentado cmodamente clamaba a
dicho espritu al cual llamaba por
su nombre... para m, daba por
sentado que no iba a pasar absolutamente nada, tal era mi incredulidad pero... cuando l dijo, ya se
acerca, ya esta aqu, la aguja empez a subir, hasta que lleg al mximo, l estaba con los ojos cerrados y la mujer le dijo, s detecta.
ERNESTO J. CARMENA
40
el escptico
(Invierno 2000)
esas direcciones o elegan como emplazamiento de sus lugares sagrados aqullos que se
encontraban en un sitio singular, de forma
que alguno de los fenmenos descritos con
anterioridad se produjese sobre una montaa
sagrada o en algn otro referente topogrfico
importante. La relacin entre paisaje celeste
y paisaje terrestre, arqueoastronoma1 y arqueotopografa, ha sido siempre mucho ms
ntima de lo que hoy en da podra parecer.
1
(Invierno 2000)
el escptico
41
el escptico
(Invierno 2000)
DE ESTRUCTURAS
Y PRECESIN DE EQUINOCCIOS
el escptico
43
el escptico
(Invierno 2000)
cin aparente sobre el suelo mapas de constelaciones, especialmente Casiopea y, nuevamente, Auriga.
Antes de echar las campanas al vuelo, y
con mi colega Csar Esteban aconsejndome
cautela, decid hacer algunas averiguaciones
adicionales, enterndome de que los mojones
guanches no eran ms que amontonamientos
de piedra realizados por los canteros y peones
camineros -muchos de ellos, prisioneros polticos- que tras la guerra civil haban construido la carretera dorsal de Tenerife que
lleva a las cumbres de Izaa. Por supuesto, archiv este asunto en el bal de los recuerdos
y, desde entonces, soy un poco ms escptico
e infinitamente ms cauteloso.
ANGKOR
Y EL SUPUESTO MISTERIO
DE LAS ORIENTACIONES
el escptico
45
ARQUEOASTRONOMA CIENTFICA,
ANTDOTO DE LA ESPECULACIN
el escptico
(Invierno 2000)
PARA
SABER MS :
El efecto Jpiter
y cosas semejantes
Un alineamiento planetario vuelve a resucitar en algunos
colecticvos milenaristas el temor al Apocalipsis
MARK KIDGER
Fotografas: NASA
ada 180 aos, aproximadamente, los planetas se alinean en el cielo. Eso no representa ninguna sorpresa, pero es un
ejemplo curioso de cmo funciona la aritmtica. Como el perodo de revolucin de Neptuno es de 176 aos, el doble del ao de
Urano, es lgico que despus de cada revolucin del primero, y tras cada dos del segundo,
ambos planetas se encuentren en el mismo sitio: el uno frente al otro. Casualmente, ahora
ambos estn casi juntos en el cielo. Bien, pero
resulta tambin que una rbita entera de Saturno tarda en producirse 29,5 aos. Es decir,
en 177 aos este planeta realiza exactamente
seis revoluciones en torno al Sol y regresa al
mismo punto. Finalmente, Jpiter tiene un perodo de revolucin de 11,79 aos y, sorpresa!, en 177 aos, realiza exactamente
quince revoluciones en torno al astro rey.
O sea, cada 177 aos, Jpiter, Saturno,
Urano y Neptuno regresan al mismo punto en
el cielo en relacin a los dems. Por supuesto,
eso no quiere decir que se alineen siempre.
Puede ser que estn espaciados a intervalos de
90 grados, pero, en el caso actual, Jpiter y Saturno casi se alinean. No se producir una
conjuncin entre ambos hasta mayo de este
ao, a pesar de que estarn poco separados en
el cielo. Del mismo modo, Urano y Neptuno
estn muy prximos, aunque unos 60 grados
por detrs de Jpiter y Saturno.
Marte, Venus y Mercurio, dando vueltas velozmente alrededor del Sol, se encuentran con
los planetas exteriores casi todos los aos y, en
la conjuncin superior, suelen amontonarse
cerca de nuestra estrella. Entonces, cuando Jpiter y Saturno estn cercanos a una conjuncin y, adems, prximos a la conjuncin superior -es decir, pasando detrs del Sol-, pueden encontrarse con varios planetas ms. sa
es la situacin que se producir este ao,
cuando, al margen de Plutn por encima de
el escptico
47
AMASAMIENTOS PLANETARIOS
EN EL LTIMO AO DEL MILENIO
En abril y mayo, van a producirse una serie de
amasamientos de planetas en el cielo. He aqu algunos de los momentos estelares:
El 11 de abril, Marte, Jpiter y Saturno formarn un grupo muy compacto en Aries.
El 6 de mayo, Jpiter, Saturno, Venus y
Mercurio estarn muy juntos tambin en Aries,
con Marte situado a slo unos grados hacia el
Este, en Tauro, formando un grupo de cinco planetas.
El 19 de mayo, se formarn dos grupos compactos: Venus, Jpiter y Saturno, a un lado del
Sol, y Mercurio y Marte, al otro.
Durante este intervalo, Urano y Neptuno
estarn bastante juntos en la constelacin de Capricornio.
As pues, en torno al 6 de mayo, todos los planetas menos Plutn estarn en una zona relativamente limitada del cielo. ste ser uno de los
amasamientos de planetas ms extenso y compacto que se ha dado en varios siglos. Por desgracia, visualmente no ser muy espectacular, puesto
que todos los agrupamientos, menos el de Urano
y Neptuno, tendrn lugar muy cerca del Sol.
EL EFECTO 1999
Recuerdo que, en los aos 70, alguien descubri
el alineamiento de finales del milenio y se desat un pequeo furor con la noticia. El anuncio
48
el escptico
(Invierno 2000)
vino marcado con dos toques diferentes, el astrolgico y el pseudocientfico. Uno de mis colegas de instituto, en COU, un tanto mstico,
me anunci con toda seriedad que el da del
prximo eclipse -el 11 de agosto de 1999- todos los planetas formaran una gran cruz en el
cielo. No recuerdo si predicaba el fin del
mundo o simplemente una cada de las bolsas
como consecuencia de este suceso. De lo que s
me acuerdo es que se lo tom muy en serio.
La otra cara de la moneda eran las predicciones serias y las catastrofistas. Un divulgador
de ciencia britnico escribi un libro sobre lo
que l bautiz como el efecto 1999, lo cual no
era empezar muy bien, ya que, tal como he descrito antes, la configuracin ms compacta tendr lugar en mayo de este ao. Bsicamente, el
libro se centraba en el suceso, segn l, casi sin
precedentes, de tener todos los planetas en el
mismo lado del Sol a la vez. A partir de ah, los
hechos que contaba eran ms discutibles, ya
que comentaba que esta alineacin provocara
una marea sin precedentes en el Sol por la
fuerza de gravedad conjunta de los siete planetas, todos tirando en el mismo sentido. Como
consecuencia, dicha marea podra causar un incremento en la cantidad de manchas solares, las
cuales, a su vez, modificaran la rotacin de la
Tierra, lo que, dado su carcter repentino, provocara un incremento en el nmero y magnitud de terremotos, por lo que la falla de San
Andrs, en California se movera finalmente
produciendo el Grande, un gigantesco movimiento de tierras que se espera desde hace tanto
tiempo, y..., bingo!, la ciudad de Los ngeles
sera tragada por el mar!
Por desgracia, el libro El efecto Jpiter -creo
recordar que se era su ttulo- tuvo unas ventas
excelentes y millones de personas se convencieron de que Los ngeles era una ciudad con los
das contados, por no mencionar todos los otros
traumas provocados por la fuerza de gravedad
del planeta Jpiter. Incluso el Planetario de
Londres, en una de sus decisiones ms inexplicables, opt por proyectar un programa especial
basado en el efecto del planeta ms grande del
sistema solar. Esto caus protestas masivas por
parte de los cientficos y de los divulgadores
ms serios y, finalmente, si no recuerdo mal, el
programa se retir del cartel de actos previstos.
Uno puede ser caritativo y mencionar que,
en dicho libro, nunca se dijo exactamente que
el efecto Jpiter causara un terremoto gigantesco en Los ngeles. Sin embargo, todo un
culto milenario naci de esa mala interpretacin.
ALGUNAS
RESPUESTAS RAZONABLES
A DUDAS POR EL FENMENO
(Invierno 2000)
el escptico
49
gua digital
edicina alternativa es
ahora el trmino polticamente correcto para
denominar prcticas cuestionables previamente catalogadas
como falsas y fraudulentas.
Quien esto dice es el doctor Stephen Barrett, responsable de una
enorme Gua para el Fraude en
la Salud, la Charlatanera y las
Decisiones Inteligentes. Se
llama Quackwatch, est en
www.quackwatch.com, y contiene casi quinientas pginas de
valiosa informacin y consejo
acerca de temas que desgraciadamente, cada vez nos preocupan
ms.
Tratamientos acientficos,
extraas teoras sobre el origen
de las enfermedades, falsas afirmaciones sobre la terrible peligrosidad de las vacunas, los tampones o los edulcorantes; creencias errneas sobre la efectividad
de alimentos, frmacos o vitaminas; leyendas urbanas relacionadas con la salud y la nutricin,
productos milagro; estrategias
para la defensa del consumidor y
del paciente... De todo esto se
ocupan Barrett y sus colaboradores, con la ayuda de ms de 140
consejeros cientficos.
La web es inmensa y, sin embargo, de muy fcil navegacin y
con buenas opciones de bsqueda por palabras clave. Visualmente es muy simple, casi libre
de grficos, lo que permite una
rpida carga. Se compone de artculos concisos y bien organizados, muchos de ellos rematados
con referencias y enlaces. Veamos algunos ejemplos.
Cmo se venden y por qu
son tan bien aceptados los tratamientos de dudosa efectividad?
Tenemos una serie de respuestas
en
www.quackwatch.com\
50
el escptico
(Invierno 2000)
01QuackeryRelatedTopics\quac
ksell.html: apelando a la vanidad
y a la individualidad del consumidor -No haga caso de los
cientficos, piense por s mismo
a usted le funciona!-, convirtiendo a ste en un vendedor -los
consabidos testimonios-, manejando a la oposicin -Ellos persiguieron a Galileo; la ciencia
no lo sabe todo!- o aprovechndose de sta cuando el paciente
combina tratamientos cientficos
y alternativos -si no hay mejora,
es por culpa del mdico; si la hay,
es gracias al paramdico-.
Los defensores de la medicina
alternativa a menudo argumentan que sta es inofensiva y, por
lo tanto, no tiene sentido combatirla. En www.quackwatch.
com\01QuackeryRelatedTopics\harmquack.html, William
T. Jarvis analiza los daos directos, indirectos, psicolgicos y sociales producidos por estas prcticas, haciendo especial mencin
a los casos de cncer. Varias paramedicinas estn basadas en teoras sobre la detoxificacin del
organismo como solucin a todas
las
enfermedades.
En
www.quackwatch.com\01QuackeryRelatedTopics\detox.html,
Frances M. Berg discute brevemente este tipo de ideas ampliamente extendidas y las leyendas
asociadas: intestinos y sangre
obstruidos que necesitan ser limpiados con hierbas, tejidos envenenados por aditivos artificiales,
etctera.
Seguimos? Pocos rganos corporales se libran de los charlatanes, y el ojo no es uno de ellos. En
w w w . q u a c k w a t c h .
com\01QuackeryRelatedTo-
gua digital
pics\eyequack.html , R. Worrall
y J Nevyas nos advierten sobre
quienes nos incitan a tirar las gafas y seguir sus revolucionarios
tratamientos oculares o sobre
quienes, por el contrario, pretenden endosarnos gafas alternativas
que aumentarn nuestro rendimiento deportivo y hasta nuesto
cociente intelectual. Pero tambin hay charlatanera relacionada con la dentadura, como la
odontologa
holstica
w w w . q u a c k w a t c h
.com\01QuackeryRelatedTopics\holisticdent.html-, y, ya que
hablamos de dientes, quin no recuerda esa alarma que se extendi
no hace mucho sobre el mercurio
de los empastes -www.quackwatch.com\01QuackeryRelatedTopics\mercury.html-.
Quackwatch incluye un valioso diccionario sobre medicina metafsica y alternativa,
curacin paranormal y mtodos
relacionados, a cargo de Jack
Raso. Se encuentra en
www.quackwatch.com\01Quac
keryRelatedTopics\dictionary\md00.html. Ms de mil
mtodos se ordenan entre abhyanga, cura rejuvenecedora
ayurvdica, y terapia zonal, una
especie de reflexologa que
puede incluir la colocacin de
muelles de alambre en los dedos
de los pies.
El sistema inmune recibe un
tratamiento bastante amplio en
el escptico
51
el escptico
(Invierno 2000)
Silas M. Newton.
el escptico
53
escritura no consiguieron descifrar. La causa del cidi averiguar qu haba de verdad en un libro
siniestro era una incgnita, pero el origen de los que haba provocado una conmocin nacional
aliengenas estaba claro: procedan de Venus. [Sheaffer, 1980].
Eso s, ni Silas M. Newton ni Gee explicaron a
Cahn comenz por reunirse con Scully y
Scully cmo haban llegado los cientficos del Newton, y propuso a este ltimo contar toda la
Gobierno a tal conclusin.
historia del doctor Gee y los platillos volantes
Los tcnicos haban encontrado, adems, en con nombres, apellidos y fotografas. Newton
el interior de la nave instrumentos para medir dijo que tena que consultar el asunto con el mislas lneas de fuerza magntica, lo que les haba terioso cientfico y los hombres no volvieron a
llevado a deducir que los extraterrestres emple- encontrarse hasta una semana despus, cuando
aban lneas de fuerza
el supuesto millonario le
magntica como fuentes
mostr unos discos mede energa y como sende- Nuestros vecinos csmicos
tlicos de origen extraros a seguir a travs del
terrestre y varias fotoslo se diferenciaban del ser
espacio [Menzel, 1953].
grafas de los lugares
humano en la dentadura
El platillo volante era
donde presuntamente
capaz de maniobrar en
haban aterrizado las nacualquier direccin
ves. El reportero pidi a
[Scully, 1950] y de alcanzar una velocidad pr- Newton uno de los objetos metlicos, con la inxima a la de la luz. El ingenio estaba preparado tencin de mandarlo a analizar al Instituto de
para hacer el viaje de ida y vuelta entre Venus y Investigacin de Stanford. El petrolero estall
la Tierra en menos de una hora! La nave no en ira y le dijo que era un hombre ocupado, que
portaba armamento alguno, pero s alimentos y haba contado toda la historia a Scully como un
agua extraterrestres. Parte de la tripulacin fue favor y, a cambio, haba sido objeto de insultos y
sometida a necropsias y examinada por mdicos acoso [Peebles, 1994]. El periodista decidi ende la Fuerza Area. El informe de los forenses es- tonces apropiarse de uno de los discos por las
tableca que, dejando a un lado su menor ta- buenas y, mientras planeaba cmo hacerlo, inmao, nuestros vecinos csmicos slo se diferen- dag en el pasado de Newton.
ciaban del ser humano en la dentadura. Gee aseRoland Gelatt, de The Saturday Review of
gur a Scully que no haba ni caries ni empastes Literature, haba comprobado que Silas M. Newen ninguna boca. Sus dientes eran perfectos. ton no era la figura clave en la industria del pePosteriores hallazgos de otros dos platillos volan- trleo que Scully nos ha querido hacer creer,
tes siniestrados en Colorado y Arizona confirma- ni era miembro de la Sociedad Geolgica de
ron todos estos descubrimientos.
Amrica ni de la Asociacin Americana de Gelogos de Petrleo. Cahn fue ms lejos y averiEL FRAUDE DE SCULLY
gu que el individuo que Scully haba presentado
Scully ser recordado en los anales de la plati- como millonario digno de toda confianza haba
llologa como el introductor de temas que, con el sido arrestado dos veces durante los aos 30 por
paso de los decenios, se convertiran en clsicos un robo de gran cuanta y falsas declaraciones de
de la mitologa ovni: los platillos estrellados, los valores. En ambas ocasiones, los cargos fueron
cadveres aliengenas y las elaboradas maniobras desestimados [Peebles, 1994]. Pero quin se
de encubrimiento de la verdad que esperan ser ocultaba tras el doctor Gee? Scully y Newton hadesveladas por intrpidos investigadores, indica ban dicho al periodista que el cientfico resida
Keith Thompson en Angels and aliens [Thomp- en Phoenix. Cahn observ en la agenda de Newson, 1991]. El columnista de Variety es tambin ton que ste haca multitud de llamadas a un tal
recordado en la actualidad por su falta de escr- Leo A. GeBauer, vecino de Phoenix que regenpulos y de rigor. En su da, la revista Time se re- taba la Western Radio & Engineering Company,
firi a l como a un especulador y aadi que, un empresa dedicada al suministro de compodesde el punto de vista de la credibilidad cien- nentes de radio y televisin.
tfica, la ciencia de Scully es inferior a la de los
Cuando el periodista se dispona a viajar
cmics [Peebles, 1994]. As, a principios de los hasta Phoenix para comprobar si GeBauer era el
aos 80, la referencia al asunto de los platillos doctor Gee, Newton le telefone para concertar
estrellados figuraba en The encyclopedia of ufos una cita. El falso petrolero se present a la reubajo la entrada de fraude de Scully. Y es que la nin con los discos metlicos de origen alienfalsedad de toda la historia haba quedado clara a gena. Cahn, que llevaba en sus bolsillos unos discomienzos de los aos 50, cuando J.P. Cahn, un cos similares que haba encargado tras haber
periodista de The San Francisco Chronicle, de- visto por primera vez las piezas, dio el cambiazo
54
el escptico
(Invierno 2000)
El disco supuestamente
extraterrestre era de aluminio,
del tipo usado en ollas
y sartenes
Cahn denunci el fraude en el nmero de septiembre de 1952 de la revista True, la misma que
dos aos antes haba publicado el artculo de
Keyhoe. El reportaje iba acompaado de un editorial, en el que los responsables de la publicacin aseguraban que todava estaban convencidos de que los platillos volantes eran de procedencia extraterrestre, pero reconocan que no haba ninguna prueba que confirmase tal sospecha.
Tras advertir que esperaban disponer pronto de la
evidencia necesaria, mostraban su frontal oposicin a los intentos de convencer al pblico de
que ya existan las pruebas [Klass, 1983]. En el artculo de Cahn, quedaba claro que GeBauer no
era la autoridad cientfica que Scully deca, que
Newton tampoco era un magnate del petrleo y
tena un oscuro pasado, y que el autor de Behind
the flying saucers era amigo de ambos individuos.
CONSUMADOS ESTAFADORES
La publicacin del artculo de Cahn anim a
numerosas vctimas de Newton y GeBauer a escribir cartas a True para denunciar a quienes les
haban estafado en el pasado. Juntos o por separado, dos de los inventores del cuento de los platillos estrellados haban perpetrado durante un
cuarto de siglo delitos en el mercado de valores
y vendido todo tipo de mquinas intiles. Los
delitos haban prescrito en la mayora de los casos, pero uno acab en los tribunales. El FBI
arrest a los dos hombres el 10 de octubre de
1952 y un mes despus fueron declarados culpables de un delito de estafa por vender un inservible cachivache con el que decan que se poda
el escptico
55
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el escptico
(Invierno 2000)
Magia y tecnologa
MIQUEL BARCEL
esde que Isaac Newton formulara sus famosas leyes de la mecnica celeste, parece que
el nmero tres resulta especialmente adecuado para establecer un grupo de leyes relacionadas entre s. Otro Isaac, el divulgador cientfico y
escritor de ciencia ficcin Isaac Asimov, tambin
dej en tres su primera formulacin de las leyes de
la robtica. Arthur C. Clarke, de nuevo divulgador
cientfico y escritor de ciencia ficcin, dispone a su
vez de tres curiosas leyes, formuladas esta vez en
torno a la ciencia y la tecnologa.
La primera de esas tres leyes de Clarke, expresada a principios de los aos sesenta en el libro de
ensayos Perfiles del Futuro (1962), nos dice:
Cuando un cientfico famoso, pero ya de edad,
dice de algo que es posible, es casi seguro que est
en lo cierto. Cuando dice que es imposible, probablemente se equivoca. Ms agresiva, la segunda ley
de Clarke reza: La nica manera de encontrar los
lmites de lo posible es yendo ms all de esos lmites y adentrarse en lo imposible.
Mucho podra decirse sobre tales proposiciones
y la ciencia que en cierta forma describen, aunque
no es ahora el momento de hacerlo. Quisiera centrarme hoy en la ms famosa de esas formulaciones,
la conocida como tercera ley de Clarke. Fue establecida bastante ms tarde que las otras dos y ha sido
muchas veces citada y repetida. Con aplastante seguridad, nos dice Clarke que: Cualquier tecnologa suficientemente avanzada es indistinguible de
la magia.
Es de suponer que, al formular esta tercera ley,
Clarke tena en mente cualquier civilizacin avanzada extraterrestre o incluso una civilizacin humana del futuro. Se trata de civilizaciones que han
podido disponer de mucho tiempo para desarrollar
una nueva tecnologa, cuyos principios y bases tericas han de quedar por fuerza muy lejanos de lo
que hoy sabemos. Es fcil, entonces, que dicha tecnologa pueda ser vista por un observador como
nosotros de forma que se confunda con la magia y
lo sobrenatural.
Desde el famoso Un yanqui de Connecticut en la
corte del rey Arturo (1889), de Mark Twain, la capacidad especulativa tpica de la mejor ciencia ficcin ha imaginado a menudo este tipo de situaciones. Como era de esperar, el yanqui de Twain aprovecha sus conocimientos tecnolgicos del siglo
XIX que los contemporneos del rey Arturo han de
ver inevitablemente como magia.
Es algo parecido a lo que le sucedera a un hombre inteligente de, pongamos, la poca del Imperio
Romano si pudiera ver lo que la tecnologa nos permite hacer hoy: volar a grandes velocidades o alcanzar la Luna, comunicarnos con el otro extremo
del planeta de forma instantnea, curar enfermedades que para l seran mortales de necesidad, disponer de armas de altsimo poder destructivo, y un
largo y casi interminable etctera. Aunque despus
pudiera abordar un largo proceso de estudio para
saber el porqu de tales portentos, lo cierto es que,
en un primer momento, el pobre romano traspasado a nuestro tiempo creera encontrarse ante la
ms poderosa de las magias. Falto de la explicacin
cientfica y natural que el saber acumulado de los
ltimos dos mil aos nos ha proporcionado, seguramente achacara esos portentos hoy cotidianos a
fuerzas sobrenaturales y del todo incomprensibles.
El problema es que esa perplejidad del romano
trado hasta hoy resulta seguramente compartida
con muchos de nuestros contemporneos. En rea(Invierno 2000)
el escptico
57
lidad, poca gente de hoy en da conoce los fundamentos cientficos y tecnolgicos de nuestro presente. Vivimos en un mundo sumamente tecnificado, elaborado producto de la ciencia moderna,
aunque muchos no deseen ser conscientes de ello.
Stanley Schmidt -en el editorial de la edicin de
septiembre de 1993 de la revista Analog: science fiction science fact- poda decir parafraseando a
Clarke: Para muchas de las personas que la utilizan, nuestra propia tecnologa ha venido a resultar
indistinguible de la magia.
Y es cierto. Para mucha gente, el uso de la ms
variada tecnologa se reduce a apretar un botn y
ver cmo, casi por arte de magia, lo ms imposible
se hace realidad. Ya no se trata de complejos sortilegios o conjuros, el abracadabra o el brete ssamo
se reducen a apretar un botn, girar un dial o mover una palanca. Por desgracia, la ciencia y la tecnologa, tan omnipresentes en nuestros das, resultan para la gran mayora, en sus razones y conceptos ltimos, tan ignotas e inexplicables como la
magia. Se confunden.
Tras cinco mil aos de historia, slo en los ltimos siglos la humanidad parece haber encontrado explicaciones y certezas -aunque sean slo
provisionales, como deben ser siempre las cientficas- en la prctica del racionalismo. Pero, a la vista
de este agitado final de milenio, el irracionalismo
que denunciara Lukcs en El asalto a la razn
(1954) no ha sido todava vencido. Parece que mirar al mundo con los ojos de la razn, en lugar de
ser nuestro mayor xito como especie, no genera
en todos la confianza que algunos esperamos.
Suscrbase a
Escriba a:
58
el escptico
(Invierno 2000)
a historia de las revistas de divulgacin como una de las publicaciones mensuales ms secientfica en Espaa revela claros sntomas rias, sobre todo en su ltima poca, con colabode extincin en cuanto a calidad y varie- raciones de Javier Armentia, Carl Sagan o Paul
dad. Actualmente, no rebasa la media docena el Davies, y frecuentes artculos escpticos sobre
nmero de las revistas que puedan asignarse a una amplia gama de temas. Presumibles probleeste gnero y puedan adquirirse con regularidad mas econmicos hicieron desaparecer la revista
en cualquier rincn del pas.
sbitamente: en el ltimo nmero, aparecen
El caso de la veterana Investigacin y Ciencia - anunciados los artculos del siguiente ejemplar,
versin espaola de la Scientific American esta- que nunca lleg a los quioscos. El momento
dounidense- es el paradigma de la constancia, coincidi con el lanzamiento de otra publicacin
aunque todos sabemos que las traducciones ofre- del mismo Grupo Z, Xanad, un engendro pseucen siempre ms garantas editoriales que el g- docientfico que creo que afortunadamente conero autctono: de hecho, la mayora de las re- rri la misma suerte que Conocer. Se confirmara
vistas cientficas de divulgacin se adscribe al as la extendida tendencia por parte de las editotipo de versin traducida de revista en ingls o riales de sustituir, cuando las cuentas aprietan,
francs. Desde su aparicin durante la transi- una publicacin cientfica seria por una patocin, Investigacin y Ciencia ha mantenido un ni- chada de la Nueva Era, que seguramente atraiga
vel constante de calidad, a medio camino entre a ms compradores. Algo parecido debi suceder
la divulgacin y la prensa especializada, que, si con Algo 2000, del llorado Mario Bohoslavsky,
probablemente la mejor
bien aleja de sus pginas
revista de divulgacin
a lectores profanos, re Todos sabemos que las
cientfica que conoci
sulta muy popular en
traducciones
ofrecen
Espaa.
mbitos universitarios.
Pero el caso ms cruel
Respecto a Mundo
siempre ms garantas
Cientfico -La Recherche
es,
sin duda, el de Ciencia
que el gnero autctono
francesa-, poco hay que
y Vida -la Science et Vie
francesa-, que apenas
aadir a lo que los lectores EL ESCPTICO saben. Frecuentemente dur un ao en los quioscos espaoles -recuerequiparada con la anterior y a menudo referencia dan el anuncio de televisin, con la quema de
ineludible en cuanto a rigor cientfico en la Giordano Bruno?-, siendo casi centenaria en
prensa espaola y francesa, su supuesto prestigio Francia. Desde el primer nmero, se identific
se ensombrece seriamente, sin embargo, por su claramente con las posturas crticas y racionales,
conocida ambigedad al tratar el tema de la ho- con un atractivo estilo humanista, postura que
meopata, como hemos podido corroborar re- pudo acelerar su sentencia ante aqullos que
cientemente [Peregrn, 1998; Varios autores, piensan que ilustrar al populacho con ideas cien1998]. El estilo de esta revista es ameno y vers- tficas serias es, sencillamente, poco rentable, y
til, tpicamente francs, y los editores no debe- adems peligroso y subversivo. Por ltimo, tamran dejar envilecer esta publicacin con artcu- bin acabaron sucumbiendo Explora, apadrinada
los de dudosa verosimilitud, algo acrticos y casi por Muy Interesante, y Discover en Espaol, otra
veterana revista americana que, si bien se mansensacionalistas.
Cuando me refera a la extincin del gnero tiene con notable aceptacin en Latinoamrica,
de divulgacin, lo haca a propsito de la des- en su tmida incursin en el mercado espaol paaparicin de algunas buenas revistas, una de ellas rece no haber cosechado el xito deseado. Es de
Conocer, lanzada, como Muy interesante, de la esperar que las incorporaciones de Newton y Namano, entre otros, de Manuel Toharia. Tras al- tional Geographic en espaol se consoliden como
gunos tropezones iniciales, consigui afianzarse posible substitutos de estas revistas.
(Invierno 2000)
el escptico
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el escptico
(Invierno 2000)
anlogos, por lo que habitualmente se consideran aqullos como de una categora cientfica
inferior. Esto provoca que los taxnomos se hayan puesto como locos a citarse unos a otros en
sus artculos, y que la mayora opte por publicar
sus trabajos en revistas extranjeras, con un soporte institucional ms serio.
Volviendo al asunto de las revistas light -es
decir, ms accesibles; no necesariamente no
menos serias-, he querido intencionadamente
dejar para el final el caso de Muy Interesante , a
la que he estado suscrito durante casi una dcada. Bsicamente, su caso se podra resumir en
palabras de Flix Ares en una conferencia en
Len, cuando deca que da una de cal y otra de
arena. Las de cal seran la serie de artculos
aparecidos hace aos desmitificando los ovnis,
la astrologa y las pseudociencias en general
[Alcalde, 1995], as como el reciente monogrfico dedicado a las creencias pseudocientficas.
Las de arena seran toda una serie de artculos
pseudocientficos intercalados entre los de divulgacin seria, muchos de ellos firmados por
Enrique de Vicente, actual director de Ao
Cero , y caractersticos en general de la poca
anterior a la del actual director, Jos Pardina.
Aparte de estos obcuros albores, recuerdo sendas apologas de la cromatoterapia y el agua
imantada -de sta que se retractaron posteriormente- entre otros datos sospechosos no muy
lejanos en el tiempo. La evolucin actual de la
revista es ms bien incierta, prefiriendo artculos ms propios de Quo que de los que eran tpicos en Muy hace diez aos, su mejor poca.
An cuando les he felicitado abiertamente por
algunos trabajos [Castao, 1993], otros me han
parecido escandalosamente acrticos.
El paradigma de la prolongada ambigedad
de Muy lo representa el artculo Buenas dosis
de calma, firmado por Beatriz Pea [Pea,
1997], en el que se leen cosas como que el
shiatsu acta desbloqueando o reequilibrando
la energa de los meridianos o canales energticos del cuerpo, que influyen sobre los rganos y
su funcin. Cuando estudi fisiologa, me hablaron de reacciones qumicas, de termodinmica, de causas y consecuencias, pero no recuerdo estos misteriosos canales de energa que
ningn cientfico conoce. En una carta al director -que nunca publicaron-, les tiraba de las
orejas por esta situacin, pero cul fue mi sorpresa al ver, en el siguiente nmero de Muy Interesante , que el artculo de portada -En busca
de la energa vital [Alcalde, 1997]- se refera a
la acupuntura en estos trminos: Cuando los
cientficos introducen un istopo radiactivo en
un punto de acupuntura, ste fluye con facili-
dad. En cualquier otra parte del cuerpo se estanca o El experto en bioelectricidad Robert
Beker demostr que cualquier punto del cuerpo
humano incluido en uno de los meridianos de
la medicina tradicional china es mejor conductor de la electricidad que uno perifrico. Afortunadamente, Ciencia y Vida [Rossion y GarcaToscas, 1998] aclar las cosas, desmitificando
muchos de las creencias en las que se basa la
acupuntura: No era ms que una engaifa. En
1988, reanudando los trabajos del equipo de
Necker, el profesor Yves Lazorthes [...] demostraba que la migracin del radiotrazador era la
misma, tanto si la inyeccin se realizaba en un
punto de acupuntura como en otro punto de
cualquier lugar del pie. Simultneamente, demostraba que el radiotrazador no visualizaba los
meridianos, sino los trayectos venosos. [...] Los
tratados aseguran, adems, que la resistencia
elctrica de la piel disminuye en los puntos de
acupuntura. Lo cierto es que en la superficie del
cuerpo hay miles de lugares de menor resistencia elctrica.
Hechos como stos hacen reflexionar sobre
la calidad deseable en los artculos que aparecen en una de las revistas ms ledas en nuestro
pas. En general, es esperable que las revistas de
divulgacin cientfica en Espaa no se dejen
arrastrar por prioridades econmicas y comerciales que sistemticamente parecen operar en
detrimento del rigor y la veracidad
REFERENCIAS
Alcalde, J. (1995): La Invasin de las Falsas Ciencias. Muy Interesante (Madrid), N 167 (abril), 63-73
Alcalde, J. [1997]: En busca de la Energa Vital. Muy Interesante (Madrid), N 192 (mayo), 47-54.
Castao, L. [1993]: Empieza el da con energa. Muy Interesante
(Madrid), N 146 (julio), 86-90.
Gardner, Martin [1981]: La ciencia. Lo bueno, lo malo y lo falso
[Science. Good, bad and bogus]. Trad. de Natividad Snchez
Sinz de Trapaga. Alianza Editorial (Col. El Libro de Bolsillo, N 1.365). Madrid 1988. 636 pginas.
Pea, B. [1997]: Buenas dosis de calma. Muy Especial (Madrid),
N 29, 86-90.
Peregrn, F. [1998]: El debate sobre la homeopata. El Escptico
(Zaragoza), N 2 (Otoo), 59-63.
Rossion, P.; y Garca-Toscas, N. [1998]: Acupuntura: eficacia limitada. Ciencia y Vida (Barcelona) N5 (julio).
Simon, B. [1998]: Los cdigos de la Tora: una visin escptica.
Trad. de Javier E. Armentia. El Escptico, (Zaragoza), N 1
(Verano), 26-34.
Toharia, Manuel [1992]: Astrologa. Ciencia o creencia?. Editorial
McGraw-Hill (Serie Divulgacin Cientfica). Madrid. xii
+ 204 pginas.
Varios autores (1998): La homeopata a debate. Mundo Cientfico (Barcelona), N 193 (marzo).
(Invierno 2000)
el escptico
61
desde el silln
62
el escptico
(Invierno 2000)
mticas para apoyar sus propias teoras. En este sentido, Sokal utiliz
el mismo recurso en su libro Imposturas intelectuales, citando prrafos de famosos autores posmodernistas y explicando a continuacin
detalladamente por qu carecen de
sentido. Gross y Levitt hacen lo
mismo, aunque en trminos algo
ms farragosos. Eso no quita, sin
embargo, que sus explicaciones
sean claras y contundentes: los prrafos que citan, desde luego, no
tienen sentido alguno -aqu ya aparecen nombres que luego el libro de
Sokal hara ms populares, como
Derrida y Lacan-.
En una segunda parte, se analizan las posiciones de muchas feministas atradas hacia el discurso
posmoderno, y los sinsentidos que
esta mezcla provoca cuando sus defensoras intentan usarla como
arma contra la ciencia. Es aqu
donde los autores se dejan llevar
ms por la irona, y queda bastante
claro que es esta seccin del libro
una de las que les provoca ms incomodidad. Sin embargo, juegan
sobre seguro, acudiendo a las posiciones ms extremistas que acusan
a la ciencia de machista. Aunque a
estas alturas ya se empiezan a repetir, diseccionan despiadadamente
los no-conceptos de las feministas
que claman contra los Principia
mathematica de Newton.
Los posmodernos-ecologistas y
el rechazo a la ciencia en favor de
extraas ideas de ecotopas mgicas protagonizan la tercera parte, y
la cuarta aborda el enfoque posmoderno de asuntos polmicos como
el sida y el afrocentrismo. A pesar
de que los temas tratados son muy
distintos, los autores los despachan
con la misma eficiencia -y tambin
con similares argumentos- que las
secciones anteriores. Gross y Levitt Mantienen un escrupuloso
respeto y un cuidado exquisito en
desde el silln
que es muy respetuoso. Por ejemplo, los autores afirman, con notable autocomplaciencia, que cualquier cientfico podra con poco
esfuerzo adquirir el mismo nivel de
conocimiento y capacidades que
un profesor universitario de cualquier disciplina de humanidades,
mientras que a la viceversa sera
poco menos que imposible.
Uno de los puntos en contra de
este libro es el lenguaje, excesivamente acadmico y elitista, y en
muchos casos pedante. Uno no
sabe si dejarse llevar por una leve
antipata hacia los autores, que a
veces parecen excesivamente paternalistas y despreciativos en exceso de las materias humansticas.
Por otra parte, es innegable que
est escrito con gran elegancia y
precisin, y que muchas veces se
puede confundir con paternalismo
lo que es una carga enorme de irona -muy sutil, eso s-. Ms de una
vez me he encontrado sonriendo
ante algunos de los retrucanos,
especialmente abundantes en la
seccin dedicada al feminismo.
Por otra parte, ninguna de las pullas desciende en ningn momento
al ataque ad hominem; se mantiene en todo momento la ms estricta cortesa.
Tiene xito el libro al denunciar las posiciones absurdas e irracionales de un sector muy amplio
de la izquierda acadmica? En mi
opinin, s Es sta una obra de cabecera para todo aqul interesado
en las guerras de la ciencia? Quiz
no. Su inters resulta indudable,
pero hay varios puntos en su contra. El ms importante es, probablemente, que no tiene traduccin
al espaol, al menos por el momento. Por otro lado, el estilo es
demasiado rido y enrevesado para
mantener el inters de aqullos cuyos intereses no estn muy centrados en los temas que se abordan.
Lo que Sokal consigui centrndose en el absurdo de las proposiciones posmodernistas, Gross y Levitt lo han diluido en demasa,
mezclndolo con un exceso de ensayo ideolgico que a cualquier no
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Atrapados
en Magonia
desde el silln
de herejes que hayan luchado a
brazo partido por nada; ni este libro puede ser considerado una
fuente inagotable de inspiracin.
Cartas de tres herejes es, siendo generosos, una obra para completistas, para aqullos que, aunque ello
conlleve perder tiempo y dinero,
llevamos lustros observando lo que
ocurre en ese submundo de los seguidores de los platillos volantes
intrigados por las causas que llevan
a personas en apariencia inteligentes a dejarse seducir por la irracionalidad.
El libro es una recopilacin de
parte de la correspondencia que
mantuvo desde principios de los
aos 60 el uflogo espaol Antonio Ribera con los franceses Aim
Michel y Jacques Valle. Un intercambio epistolar, intenso entre los
dos primeros y ocasional entre Ribera y Valle, que si algo revela es
la enorme credulidad de los protagonistas, sus ansias de grandeza y su
escasa evolucin intelectual en
ms de tres dcadas. Que estos autores sean, todava hoy en da, considerados como primeras espadas
de la ufologa mundial slo demuestra que consiguieron lo que
perseguan: hacerse con el equivalente intelectual al minuto de gloria de Andy Warhol, convertirse
en autoridades, aunque fuera de un
campo marginal.
Cartas de tres herejes aporta
muy poco a la historia de la ufologa espaola, aunque s saca a relucir algunas ruindades y aspectos de
la personalidad de los protagonistas
como el afn de Ribera por abrirse
las puertas de publicaciones extranjeras o lograr que sus libros se
editen en otros pases, la credulidad desmedida de Michel -que
abarca desde el espiritismo y la telepata hasta el convencimiento de
que Ellos, los extraterrestres, dirigen los destinos del ser humano- y
la diplomacia y frialdad de Valle.
Una carta que Ribera dirige a Michel el 4 de julio de 1966 resulta esclarecedora, por ejemplo, respecto
a la altsima opinin que tienen de
s mismos ambos uflogos, y los que
despus han seguido sus pasos. Estoy en vas de traducir un libro sobre Galileo y Newton y me he sentido conmovido por la similitud
que existe entre los investigadores
de punta de aquella poca y los investigadores de punta actuales, escribe el espaol. Obviamente, entre los investigadores de punta actuales, estn Michel y l mismo.
Esta vieja cantinela de caracterizarse como adelantados a su tiempo
ha sido esgrimida por casi todos los
practicantes de pseudociencias
para justificar el desdn hacia la
ciencia oficial, para no dar pruebas
de nada y presentarse como mrtires incomprendidos.
Adems de la obsesin de Ribera por defender a capa y espada
que los platillos volantes vienen de
Marte y por deducir un plan de exploracin aliengena del alineamiento de avistamientos sobre el
mapa, el episodio que coloca al autor barcelons ms all de cualquier viso de racionalidad es el que
se refiere al conocido como misterio de Ummo. En los aos 60, contactados y uflogos espaoles empezaron a recibir unas cartas cuyos
autores se presentaban como extraterrestres del planeta Ummo y de-
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desde el silln
en simples creyentes capaces de
tragarse cualquier fiasco con tal de
seguir publicando libros y artculos.
Entraron en Magonia persiguiendo
a las hadas del siglo XX y quedaron
atrapados en un mundo imaginario
sin querer darse cuenta siquiera de
ello hasta que fue demasiado tarde.
Y no son los nicos.
LUIS ALFONSO GMEZ
Filipinos
en su sitio
an on the Moon (1999) es el
ttulo de la pelcula dirigida
por Milos Forman en la que se narra
la biografa del provocador showman estadounidense Andy Kaufman -conocido en Espaa por su papel de Latka Gravas en la serie televisiva Taxi-, quien muri en 1984
de cncer de pulmn. Desde un
punto de vista escptico, hay que felicitar a quienes han hecho esta pelcula por una contundente secuencia que aparece al final.
Kaufman era devoto de la Meditacin Trascendental -aunque, segn dice uno de los personajes, con
l no pareca funcionar-, as que no
es de extraar que, adems de a la
radioterapia convencional, tambin
recurriera a la medicina alternativa
para curar su cncer y en la pantalla
le veamos recubierto de gemas de
colores para eliminar su energa negativa. Aquello no funcion y, despus de ver un documental televisivo sobre los cirujanos psquicos,
viaj a Filipinas, donde fue tratado
exitosamente por Ramon Jun Labo.
Falleca de ese cncer dos meses despus.
La ciruga psquica es una de las
actividades ms repugnantes de lo
paranormal. Aqu en Espaa, es inevitable recordar la actuacin en
1993 de Stephen Turoff -alias doctor Kahn- en el programa Otra Dimensin, presentado por Flix Gracia. La revista Ms All apoy expresamente el montaje y, adems de
promocionar a Turoff con entrevis-
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Divulgacin
pseudocientfica
Cada vez abundan ms las informaciones y prcticas pseudocientficas de segundo grado, es decir, aqullas que van
ms all de las frivolidades de los astrlogos famosos de turno. Nos referimos a
las que no siempre son fciles de distinguir, consiguiendo alto grado de credibilidad en extensas masas de personas,
bien por provenir de alguien en principio respetable -una Administracin.
pblica, un cientfico- bien de quien ha
adquirido respetabilidad por su propia
destreza para el engao.
En el primer caso, como se seala
en el n 5 de EL ESCPTICO en relacin con colegios oficiales de mdicos y
la homeopata, se trata de situaciones si
cabe ms graves porque la mayor confusin y sutileza aumentan la peligrosidad. Aadimos nosotros el ejemplo de
un curso de futurologa organizado recientemente por el Ayuntamiento de
Logroo.
En el segundo caso, el de los particulares, hallamos a personas con una
respetable capacidad oratoria y estratgica, con infraestructura meditica y
tcnicas de mercadotecnia complejas y
eficaces -Juan Jos Bentez, Fernando
Jimnez del Oso, etctera-, cuyas lecturas tristemente abundan entre franjas
de poblacin con cierta formacin cultural. No utilizan meros argumentos
unidireccionales ni difunden sucesos y
prcticas paranormales literalmente,
sino que, conocedores de la resistencia
del pensamiento racional que podra
descalificarles, conocedores de los argumentos que invalidan sus tesis, los incluyen transformados en su discurso
(contraargumentos).
Una curiosa tcnica que utilizan estos ltimos sujetos -por ejemplo, en el
programa La Rosa de los Vientos de
Onda Cero- es la conocida en psicologa social como mindnessless, que consiste en generar un estado de procesamiento de la informacin en el que se
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y a otras que pusieron su pequeo peldao, la humanidad avanza. Puede alguien decirme qu han aportado esta
serie de chalados al gnero humano?
Hay alguna aplicacin prctica de las
pseudociencias, las religiones y el pensamiento mgico? Tal vez llevaba razn
Albert Boadella al decir: Cada da que
amanece, el nmero de tontos crece.
Como la lectura de la revista me
sabe a poco, les propongo que se incluya en la publicacin una gua de ttulos para que quien lo desee pueda hacerse su propia biblioteca escptica. La
revista podra hacer de intermediaria
entre las editoriales y el lector, o que las
editoriales insertaran publicidad para
que el lector pudiera realizar sus pedidos directamente. Esto para m sera interesante, ya que no resido en una ciudad y, por lo tanto, no tengo acceso a
los ttulos que a veces se citan en algunos artculos.
Responde L. A. Gmez:
Nos satisface que la lectura de esta
revista le sepa a poco a Adrin Castillo
Reche. Respecto a su propuesta de editar una especie de gua bibliogrfica escptica, es algo que ya hacemos en los
artculos, que intentamos que incluyan
una bibliografa pormenorizada. De todos modos, tomamos buena nota de sus
ideas, aunque lo que respecta a la insercin de publicidad de editoriales sea
algo que no est en nuestra mano.
Si le es difcil saber de libros de divulgacin cientfica o crticos sobre lo
paranormal, puede recurrir a la direccin de ARP (Apartado de Correos
310, 08860 Castelldefels), donde le facilitarn informacin, aunque no sea
socio de la entidad. Asimismo, si lo desea, tambin puede pedir que le pongan
en contacto con otros escpticos de su
provincia, algo que en algunas regiones
ha fructificado ya en encuentros peridicos entre socios de ARP, suscriptores
de esta revista y simpatizantes.
Biblioteca
escptica
Vivimos en la era de la comodidad. El
conocimiento cientfico no se adquiere
por revelacin de extraos seres verdes,
sino con trabajo y estudio. Pero es mentalmente menos trabajoso creer en la
explicacin del santn de turno que
impone las manos y cura toda clase de
miasmas que entender cmo funciona
un antibitico, para lo cual, por lo menos, se tiene que saber leer.
Gracias por el soplo de aire fresco
que supone la lectura de la revista. Resulta reconfortante ver que lo que hace
tiempo ya daba por sentado es compartido por alguien ms que se salva de
esta marejada de locos. En la historia
del mundo, slo de cuando en cuando
nace algn genio que cambia la vida de
sus congneres, gracias a estas personas
Contacto: Page Stephens. 4534 Grayton Road. Cleveland. Ohio 44135. Tel.: 216-676-4859. Correo electrnico: hpst@ earthlink.net. Association for Rational
Thought (Cincinnati Area). Roy Auerbach Correo electrnico: raa@one.net. Oregonians for Rationality. Secretario: John Reese. 7555 Spring Valley Road NW. Salem. OR 97304 Tel.: 503-364-6676. Correo electrnico:
joshr@ ncn.com. Paranormal Investigating Committee
of Pittsburgh (PICP). Presidente: Richard Busch. 8209
Thompson Run Road. Pittsburgh. PA 15237. Tel.: 412366-4663. Philadelphia Association for Critical Thinking (PhACT). Presidente Bob Glickman. PO Box
21970. Philadelphia. PA 19124. Tel.: 215-533-4677. Reality Fellowship. Contacto: Carl Ledendecker. 2123
Stonybrook Road. Louisville. TN 37777. Houston Association for Scientific Thinking (HAST). Contacto:
Darrell Kachilla. PO Box 541314. Houston. TX 77254.
North Texas Skeptics. Presidente: Joe Voelkering. PO
Box 111794. Carrollton. TX 75011-1794. The Society
for Sensible Explanations. Secretario: Tad Cook. PO
Box 7121. Seattle. WA 98133-2121. Correo electrnico:
tad@ssc.com.
INDIA: Indian Skeptics. Presidente: B. Premanand. 10
Chettipalayam Road. Podanur 641-023 Coimbatore Tamil
Nadu. Indian Rationalist Association. Contacto: Sanal
Edamaruku. 779, Pocket 5, Mayur Vihar 1. New Delhi
110 091. Maharashtra Superstition Irradication Committee. Contacto: Naredra Dabholkar, 155 Sadashiv Peth,
Satara-415 001. Dravidar Kazhagam. Secretario: K. Veeramnani. Periyar Thidal, 50. EVK Sampath Road, Madras
- 600 007. Tamil Nadu.
ISRAEL: Israel Skeptics Society. Presidente: Philip Marmaros. PO Box 8481. Jerusaln. Fax: 972-2-611652. Correo electrnico: humefect@elronet.co.il.
JAPN: Japan Skeptics. Presidente: Jun Jugaku. Business
Center for Academic Societies Japan. 16-9 Honkomagome 5-chome. Bunkyo-Ku. Tokyo 113.
KAZAJASTN: Kazakhastan Commission for Investigation of Anomalous Phenomena (KCIAP). Contacto:
Sergey Efimov. Astrophysical Institute. Kamenskoye
Plato. Alma-Ata 480068.
MXICO: Sociedad Mexicana para la Investigacin Escptica (SOMIE). Presidente: Mario Mndez-Acosta. Apartado Postal 19-546. Mxico 03900, DF.
NUEVA ZELANDA: New Zealand Skeptics. Presidente:
Vicki Hyde. South Pacific Information Services, Ltd. Box
19-760. Christchurch 5. Tel.: 64-3-384-5137. Fax: 64-3384-5138. Correo electrnico: nzsm@spis.southern.co.nz.
SUDFRICA: Association for the Rational Investigation
of the Paranormal (ARIP). Secretario: Marian Laserson.
4 Wales St. Sandringham 2192. SOCRATES. Contacto:
Leon Retief. 3 Hoheizen Crescent, Hoheizen, Bellville
7530. Correo electrnico: leon@iafrica.com.
TAIWN: Contacto: Tim Holmes. PO Box 195, Tanzu.
ARP - Sociedad para el Avance del Pensamiento Crtico trata de fomentar la investigacin crtica de las supuestas manifestaciones de lo paranormal y los hechos presuntamente situados ms all de los lmites de la ciencia, siempre desde un punto de vista
racionalista, crtico y responsable, y dar a conocer los resultados de tales investigaciones
a la comunidad cientfica y al pblico en general.
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