El Profesionalismo y La Etica en La Consultoria (Resumen)

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EL PROFESIONALISMO Y LA ETICA EN LA CONSULTORIA

6.1 Definicin de una profesin

- Conocimientos tericos y prcticos

Existe un cuerpo definido de conocimientos propios de la profesin que se


pueden adquirir mediante un sistema de enseanza y capacitacin
profesional. El nivel necesario de conocimientos profesionales no se
alcanza sin cierto nmero de aos de experiencia prctica.

- El concepto de servicio e inters social

El profesional pone sus conocimientos tericos y su experiencia a


disposicin de los clientes a los que presta servicios a cambio de una
remuneracin apropiada. Los verdaderos profesionales se caracterizan por
el espritu de servicio, atiendan a los intereses y necesidades de su cliente,
a los que subordinan su propio inters. Sin embargo, consideran el inters
del cliente desde una perspectiva social ms amplia y tienen presentes las
necesidades y los intereses sociales mientras prestan servicio a los clientes
individuales.

- Normas ticas

Existe un conjunto de normas ticas reconocidas, compartidas y aplicadas


constantemente por los miembros de la profesin. Esas normas definen que
es un comportamiento apropiado y cual no lo es en la presentacin de
servicios profesionales.

- Sancin de la comunidad y aplicacin

Este puede incluir definiciones de los niveles de instruccin y otros


requeridos, y los exmenes especiales que se han de aprobar, as como de
las conductas consideradas como no profesionales e ilegibles y las
sanciones correspondientes.

- Autodisciplina y autocontrol

Un miembro de la profesin aplica la autodisciplina y el autocontrol al


observar las normas de conducta profesionales.

Instituciones a las que los miembros se adhieren voluntariamente


(asociaciones, institutos, cmaras, etc.), ejerciendo de esa manera la
autorregulacin y el autocontrol colectivos.
Defender los intereses colectivos de la profesin, al tratar con
representantes de los clientes y de la comunidad.

6.2 El enfoque profesional

El consultor ocupa una posicin de confianza; el cliente cree muy


probablemente que ciertas normas de comportamiento sern respetadas
sin que tengan ni siquiera que ser mencionadas.

Cualquier consultor que aspire a convertirse en un autntico profesional


debe aclarar su propia concepcin de la tica y las normas que ha de
respetar en su colaboracin con los clientes. Esto se aplica por igual a los
consultores externos o internos, as como a toda persona que intervenga a
ttulo de consultor, aunque no sea un consultor a tiempo completo.

- Competencia tcnica

La competencia tcnica del consultor es la base del enfoque profesional. El


tipo de conocimientos tericos y prcticos necesarios para un cliente
particular.

Un consultor profesional nunca presentara una falsa imagen de si mismo,


pretendiendo que puede realizar una tarea que queda fuera de su
competencia, incluso aunque este escaso de trabajo y ansioso de obtener
alguna misin.

Las asociaciones de consultores han intentado establecer un cuerpo comn


de conocimientos de consultores profesionales y el tipo y la duracin
mnima de experiencia que se exige como condicin para ser miembro de
una asociacin o instituto, o para obtener un certificado. Sin embargo no
pueden demostrar la competencia de un consultor para una tarea
determinada. Los documentos que se pueden obtener asociaciones de
consultores son tiles, pero no pueden considerarse como textos en los que
se establezca de manera autorizada la base de conocimientos de la
profesin.

- Los intereses del cliente

El consultor pone plenamente su competencia a disposicin del cliente y su


objetivo consiste en hallar la mejor solucin posible en inters de este. Es
una regla de oro de la consultora. Existe un conflicto entre los intereses a
corto plazo y los intereses a largo plazo del cliente, o entre los intereses de
diversos grupos dentro de una organizacin cliente, pero el cliente puede
no darse cuenta de ello hasta que el consultor se lo seale a su atencin. El
consultor debe estar seguro de que sus propios intereses y los del cliente
no estn en conflicto.

La evitacin de un conflicto de inters es una de las cuestiones ms


delicadas y fundamentales del profesionalismo y de la tica en la
consultora actual.

Se exige a los consultores que revelen, antes de iniciar su cometido, todos


los intereses personales, financieros y de otro tipo pertinentes que no se
pueden deducir de la descripcin de los servicios que ofrece. En particular,
esto se refiere a:

Cualquier puesto de direccin o de control en cualquier empresa


competidora del cliente.
Cualquier inters financiero en los bienes o servicios recomendados
o suministrados al cliente.

Cualquier relacin personal con cualquier persona que est al


servicio del cliente.

Cualquier inversin personal en la organizacin cliente o en su


empresa matriz o en cualquiera de sus filiales.

Ayudar a los clientes a que aprendan a ayudarse a si mismos, es un


objetivo fundamental al que los consultores deben adherirse de todo
corazn. Sin embargo, no basta con hacer una declaracin general de un
noble principio. El consultor debe estar seguro de que el cometido est
concebido de tal manera, y el cliente participa en el de un modo que el
consultor no retendr sus propios conocimientos tericos y prcticos, que
debe transmitir al cliente.

Los clientes tendrn nuevos tipos de problemas y el cliente podr volver a


recurrir a un consultor de quien ha aprendido tcnicas tiles.

- Imparcialidad y objetividad

Los clientes que recurren a asesores profesionales creen que recibirn un


asesoramiento imparcial y objetivo. El verdadero profesional intenta ser lo
ms imparcial y objetivo posible. Tiene que aprender a controlar sus
emociones y no permitir que los perjuicios erosionen el valor de su
asesoramiento. Con todo, la experiencia ha demostrado que la
imparcialidad y objetividad absolutas son un ideal difcil, por no decir
imposible, de alcanzar.

Todos los consultores estn influidos por sus propios antecedentes


culturales y sistema de valores personales. Poseer enfoques
personalizados para la solucin de los problemas y tratar de ayudar a los
clientes que afronta problemas. Algunos consultores creen firmemente en el
poder de las ciencias del comportamiento y en la consultora de impulsin
del proceso, mientras que otros son partidarios de un enfoque riguroso y
sistemtico.

En muchos casos, la objetividad aumenta si se examina el enfoque y las


soluciones previstas con otros miembros de la empresa de consultora que
han afirmado problemas anlogos con otros clientes.

- Obligacin de reserva

Empresas se comprometen a no revelar ninguna informacin confidencial


acerca de los clientes y a no utilizar en modo alguno esta informacin para
obtener beneficios o ventajas personales de sus empresas o de otros
clientes.

En la consultora interna, la situacin con respecto a la obligacin de


guardar el secreto puede ser complicada. En algunos casos, los consultores
han tenido la obligacin de revelar informacin sobre el cliente a un superior
comn. En esas circunstancias, los directores consideran a los consultores
internos como espas de la administracin central y son reacios a utilizarlos.

El carcter confidencial de una informacin puede violarse tambin sin


tener intencin de hacerlo, mediante el descuido en la manipulacin de la
documentacin.

- Comisiones

El pago de una comisin no equivale siempre a un soborno. Algunas


comisiones son soborno o pueden percibirse como tales, si no se revelan al
cliente.

Es imposible dar pautas universales sobre la aceptabilidad de comisiones


desde el punto de vista de la tica profesional. Las prcticas y culturas
empresariales locales son difciles de ignorar. Por regla general, debe
informarse al cliente acerca de las comisiones o favores similares recibidos,
pagados o prometidos por el consultor en relacin con su cometido.
En los crculos de los consultores, la posicin imperante con respecto a las
comisiones es la siguiente:

Una comisin pagada por el consultor al cliente o a alguno de sus


empleados para obtener un contrato, o para que se acepten sus
propuestas.
Una comisin aceptada por el consultor para hacer ciertas
recomendaciones, que pueden estar relacionadas con una cuestin
de la organizacin cliente, la eleccin propuesta por el consultor
afecte a la decisin del cliente.

Una comisin pagada por el consultor a una persona u organizacin


que representa al cliente, o que acta como intermediario de una
manera anloga, es aceptable en la mayora de los casos.

- Valor por el dinero

A los profesionales les preocupa la relacin entre los beneficios obtenidos


por el cliente y el costo de la misin. Si consideran que el resultado no
justifica el precio, o que el beneficio ser nulo o muy reducido, se lo
advierten al cliente antes de iniciar el trabajo. En general, la tica
profesional impone a los consultores la obligacin de cobrar honorarios
normales y razonables, segn las normas y la prctica imperante de la
profesin.

6.3 Asociaciones profesionales y cdigos de conducta

- Asociaciones profesionales

En varios pases los consultores de empresas han establecido asociaciones


profesionales voluntarias para que representen sus intereses comunes.
Esas asociaciones han desempeado un papel destacado en la promocin
de las normas profesionales de la consultora y han ayudado a esa nueva
profesin a ganarse la confianza de los crculos empresariales y una buena
reputacin en la sociedad.

Las asociaciones de consultores de empresas contribuyen al fortalecimiento


de la profesin mediante:

La constitucin de un cuerpo comn de conocimientos.


La determinacin de los criterios mnimos de calificacin con respecto a
las personas que se incorporan en la profesin.
La concesin de un certificado a los consultores de empresas.
La definicin y adopcin de un cdigo de conducta y prctica
profesionales para sus miembros.
El examen de los diversos aspectos de la consultora de empresas, la
organizacin de un intercambio de experiencias y la formulacin de
recomendaciones a los miembros sobre la forma de mejorar los
mtodos de consulta.
Capacitacin para los consultores.
El asesoramiento para identificar a los consultores adecuados a peticin
de clientes potenciales.
La defensa de los intereses comunes de sus miembros al tratar con los
gobiernos, las asociaciones que representan a los clientes y otras
personas.

No todos los consultores son miembros. Existen casos de empresas de


consultora importantes que no renen todas las condiciones para ser
miembros, o cuya direccin ha adoptado una postura elitista, considerando
que una empresa profesional slida y bien asentada puede definir sus
propias normas y no necesita ninguna orientacin o supervisin de una
asociacin profesional.

Las asociaciones de empresas tienden a concentrarse en la promocin de


las empresas y en cuestiones en las que est interesada toda la
consultora, mientras que los institutos estn principalmente interesados en
las calificaciones y la promocin de los consultores individuales.

Cerca del 50 por ciento de los consultores, que ejercen individualmente o


que estn al servicio de empresas de consultora, se organiza en
asociaciones profesionales de carcter voluntario de consultores de
empresas en diversos pases.

- El escenario internacional

En el plano internacional, la profesin de consultor de empresas carece de


una federacin mundial que organice la colaboracin entre las asociaciones
nacionales y armonice los esfuerzos nacionales y regionales para promover
la profesin. Las organizaciones ms importantes:

ACME (Asociacin de Empresas de Consultora) con sede en los


Estados Unidos son miembros destacados de la ACME, aunque
empresas no estadounidenses pueden pasar tambin a ser miembros.
FEACO (Federacin Europea de Asociaciones de Consultora de
Empresas) es una federacin regional de asociaciones nacionales de
empresas de consultora, tienen filiales o sucursales en varios pases
europeos y participan en la labor de la FEACO por conducto de las
asociaciones nacionales. FEACO colabora tambin directamente con
grandes empresas consultivas multinacionales por intermedio de un
comit especial.
ZEN-NOH-REN es una asociacin nacional con una base de miembros
ms amplia, que incluye a otras organizaciones profesionales en la
gestin y la productividad, adems de las organizaciones de consultora.

La colaboracin entre los institutos de consultora de empresas nacionales


(con miembros individuales) ha sido organizada por el Consejo
Internacional de Institutos de Consultora de Empresas, establecido en
1987.

- Cdigos de conducta

Las asociaciones profesionales de los consultores de empresas atribuyen


suma importancia a los cdigos de conducta profesional. Consideran los
cdigos como declaraciones que suponen, por parte de los miembros, una
asuncin voluntario de la obligacin de autodisciplina, que puede llegar ms
lejos que los requisitos de la ley.

Naturalmente, no es el cdigo de conducta en s, sino su aplicacin rigurosa


e inteligente por todos los miembros de la asociacin lo que determina el
valor profesional real y la integridad de los servicios de consultora. Como
sealo Gordon Lippitt, el proceso de evaluacin constante del propio cdigo
deontolgico y la aplicacin de esas normas ticas debe proseguir a lo
largo de toda la vida profesional, recurrindose a colegas de confianza
como puntos de referencia y aclaradores. La adquisicin de una
competencia tica reduce la ansiedad y aumenta la eficacia en la adopcin
de decisiones en situaciones concretas, por lo que ha pasado a ser un
elemento constante en el proceso de consultora.

- Contribucin al mejoramiento profesional

Las asociaciones de consultores pueden ayudar a sus miembros a elevar


los niveles del servicio profesional de muchas maneras. Entre estas, cabe
mencionar los cursos de capacitacin para nuevos consultores, los cursos y
seminarios de repaso y de perfeccionamiento para consultores
experimentados, las conferencias destinadas a aportar una amplia
informacin y un intercambio de experiencias, las investigaciones de
nuevos sistemas y mtodos de consultora, la informacin sobre la
bibliografa til, la informacin sobre lo que se est haciendo en otras
profesiones, el examen de las nuevas tendencias en las empresas y el
mundo de los negocios y sus repercusiones en la consultora, etc.

Todas estas actividades deben tener una fuerte dimensin educativa, lo que
significa que adems de reforzar los conocimientos tcnicos, deben insistir
en la tica.

6.4 Certificacin y concesin de licencias

En algunos crculos se considera que la certificacin constituira un paso


hacia un reconocimiento amplio de la consultora de empresas como una
autentica profesin. Las empresas, las administraciones pblicas y el
pblico en general desean tener una garanta de que los consultores de
empresas que participan en decisiones importantes en los sectores privado
y pblico son profesionales probados.

Se plantean varias objeciones: que la certificacin no puede garantizar sino


la aplicacin de criterios generales y bastante elementales de admisin a la
profesin; que no puede probar que el consultor sea idneo para un trabajo
determinado.

- Avance hacia la certificacin

En varios pases los institutos nacionales de consultora de empresas han


introducido un procedimiento de certificacin voluntario, los candidatos que
satisfacen los criterios pasan a ser consultores de empresas autorizadas.

Para promover y uniformar la certificacin en todo el mundo, el consejo


internacional de los institutos de Consultores de Empresas ha establecido
un modelo internacional como un conjunto de requisitos mnimos para
pasar los procedimientos de certificacin nacionales. Por objeto alcanzar
una reciprocidad internacional entre los institutos miembros, gracias a la
cual la certificacin otorgada por un instituto miembro sea reconocida por
otros institutos que participan en el sistema.

El avance hacia la certificacin ha sido lento y an subsisten cuestiones


polmicas. Pocos clientes estn al tanto de la existencia de la certificacin,
que se utiliza, en consecuencia, raras veces como un requisito de
recalificacin para la seleccin de los consultores.

- Concesin de licencias

La concesin de licencias o el registro oficial puede ser obligatorio. Esto


significa que, para ejercer la profesin, un profesional (empresa o persona
individual) debe solicitar y obtener una licencia oficial, que se concede si el
profesional rene ciertos criterios. La concesin de licencias puede
corresponder directamente a una autoridad estatal, o delegarse en una
asociacin de miembros, que acta con la orientacin y vigilancia de la
administracin pblica.

Algunos consultores se oponen enrgicamente a la idea de la concesin de


licencias, que consideran como una violencia innecesaria de su libertad.
Otros tienden a reconocer que el avance hacia el profesionalismo puede
requerir cierta forma de concesin de licencias flexible y no burocrtica,
desempeando a este respecto un papel esencial una organizacin
profesional que disfrute de una excelente reputacin y de la plena confianza
no solo de los consultores, sino tambin de los clientes, las autoridades
estatales y el pblico en general.

6.5 Responsabilidad jurdica y responsabilidad profesional de los consultores


El propsito de esta seccin es examinar brevemente las normas utilizadas
en diversos sistemas jurdicos para determinar la responsabilidad jurdica y
para evaluar la cuanta de las indemnizaciones concedidas por daos, as
como la cuestin del seguro de que disponen los consultores para cubrir
esa eventual responsabilidad y otros medios para que los consultores
puedan protegerse al respecto.

Un efecto negativo ha consistido algunas veces en inducir a los consultores


a mostrar cierta reticencia para recomendar soluciones atrevidas,
innovadoras e imaginativas para solucionar los problemas de sus clientes.
El temor a una posible demanda judicial puede ocasionar un exceso de
cautela y la evitacin de riesgos por parte de los consultores al asesorar a
sus clientes.

- Casos y situaciones en que existe responsabilidad

La responsabilidad jurdica se deriva, en principio y normalmente, solo de


una manifiesta practica errnea en la forma de falta de profesionalismo que
bordea o que se coloca de lleno en el terreno de la negligencia flagrante o
del fraude.

Cuando se sabe que el consultor demandado est amparado por un seguro


y se considera que la empresa de seguros dispone de grandes reservas. En
ambos casos el descubridor de los hechos, jurado o juez, puede prestar
menos atencin a una investigacin profunda de las faltas reales del
demandado.

Se debe advertir que normalmente el consultor no se puede defender


afirmando que se limit a dar consejos o formular recomendaciones. El
cliente tiene el derecho a contar con los conocimientos tcnicos que se
supone posee el consultor. Por supuesto, para que un demandante gane un
caso, en principio, en principio es preciso demostrar que los daos o las
prdidas se derivan directamente de seguir el asesoramiento y las
recomendaciones del consultor. En otras palabras, la prdida o dao debe
estar en relacin directa con la negligencia.

- Reduccin al mnimo de la responsabilidad

Una forma de reducir al mnimo la posible responsabilidad jurdica consiste


en que los consultores se aseguren de que el mandato y las
especificaciones de la consultora estn establecidos con claridad y sin
ambigedades en el contrato de consultora.

Otro medio de atenuar consiste en que este negocie una clausula en el


contrato de consultora en el que esa responsabilidad se limite a una suma
indicada. Obviamente, esa clusula debe negociarse y convenirse de
comn acuerdo, y su contenido depender del poder de negociacin
relativo del consultor y del cliente.

En algunos de estos existe la prctica de que los consultores incluyan una


clusula de arbitraje en el contrato de consultora. En esta modalidad de
solucin de las controversias, la idea consiste en que el arbitraje con
respecto a las reclamaciones de los clientes ante un rbitro o junta arbitral
competente e imparcial garantizara que el consultor no sea una vctima
inocente de la tendencia de ciertas partes a ir a juicio por naderas y a que
las decisiones judiciales se ajusten a la realidad.

- Plizas de seguro sobre la responsabilidad profesional

Los consultores de empresas han comenzado a considerar con seriedad la


concertacin de seguros de cobertura de las faltas y la responsabilidad
profesionales para protegerse contra posibles desastres econmicos
resultantes de la prctica de su profesin. Los consultores pueden
asegurarse sea en general para un periodo dado o con respecto a un nico
proyecto. En realidad, el contrato de seguros es prctica corriente para
muchas de las grandes empresas de consultora, y en particular para
aquellas cuya prctica puede crear la posibilidad de reclamaciones
costosas por parte de los clientes.

En cobertura de seguro no est muy uniformada, ni siquiera en los Estados


Unidos y el Reino Unido, donde es ms comn que en otros pases. En
algunos pases parece existir cierta tendencia a que las asociaciones
profesionales acuerden o patrocinen seguros de responsabilidad individual
o de grupo por cuenta de sus miembros.

- Responsabilidad profesional

La responsabilidad jurdica de los profesionales es un concepto jurdico. Es


la ley la que se lo impone a los profesionales y es aplicable, si existen
normas legales adecuadas y un marco institucional para aplicarlas. En
cambio, la responsabilidad profesional se pude definir como un conjunto de
valores, normas y restricciones voluntariamente adoptadas y
autoimpuestos, que reflejan la concepcin de los profesionales de su
funcin en la economa y en la sociedad, y en su responsabilidad con los
clientes.

La responsabilidad profesional abarca un amplio campo de cuestiones en


las que un consultor puede y debe optar entre diferentes modos de
comportamiento. La calidad y el servicio de consultora es el mejor ejemplo.
La responsabilidad jurdica ser aplicable solo a un nmero muy reducido
de casos extremos, donde la calidad del servicio ha descendido a un nivel
de prctica incorrecta que ha causado daos y perjuicios al cliente.
La mayor parte de los casos en donde se plantea la responsabilidad jurdica
de los consultores o de otros asesores profesionales no se deben a mala
intencin, sino a violaciones evidentes de la responsabilidad profesional
tales como bsqueda de hechos e investigaciones insuficientes,
nombramiento de un personal incompetente, juicio precipitado y superficial.
A final de cuentas es la empresa consultora la que debe definir
directamente su percepcin de la responsabilidad y la integridad
profesional. Esto incluye la inculcacin de un elevado sentido de la
responsabilidad profesional en todo consultor empleado por la empresa.

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