La Armada Española Historia
La Armada Española Historia
La Armada Española Historia
aos del siglo XV y primeros del siglo XVI, cuando los reinos hispnicos de (Castilla y
Aragn) se unieron de hecho, aunque an no de derecho. En aquel tiempo no exista una
Armada centralizada, y esta no se consigui hasta la llegada de los Borbones. Lo que s
existan eran flotas militares ms o menos permanentes que, cuando era necesario, se
reunan para cumplir una determinada misin.
ndice
[ocultar]
1 Hitos histricos
2 Los orgenes
3 El nacimiento de la proto-Armada
o 3.1 Lepanto
11 La Armada en democracia
12 Proezas histricas
13 Batallas destacadas
14 Principales unidades de la Armada a lo largo de su historia
15 Referencias
Hitos histricos[editar]
La Armada Espaola, heredera de las Marinas de Castilla y Aragn, es una de las ms
antiguas del mundo.
Los orgenes[editar]
La Armada espaola nace de la unin de las marinas de Marina de Castilla y de la
Corona de Aragn
Esta unin se produce en tiempos de los Reyes Catlicos, siendo la primera campaa de
Italia del Gran Capitn, en la que participan las galeras de Sicilia junto a naves
cantbricas su primera operacin de guerra.
En estos primeros tiempos, la marina de guerra espaola, al igual que en los dems
pases europeos (salvo Venecia), no exista en el sentido que la entendemos hoy, esto es,
formada por barcos pertenecientes al Estado y especialmente hechos para la guerra.
Debido a los corsarios y a las inseguridades de la navegacin, todos los barcos llevaban
caones y armas. Cuando eran requeridos por el rey para la guerra, cambiaban las
cargas comerciales por cargas militares, y sus armadores y tripulantes pasaban a ser
pagados por la corona.
Adems de los buques mercantes militarizados, tambin haba particulares que armaban
flotillas de combate, dedicndose al corso hasta que el rey solicitaba sus servicios.
El rey nombraba los mandos de las escuadras as formadas, en las que embarcaban sus
tropas. El combate naval de la poca difera poco del terrestre, ya que se buscaba el
abordaje y el combate cuerpo a cuerpo, haciendo relativamente poco uso de la artillera.
Se pierde inters en las galeras (que luego se recuperar) en beneficio de naos, carracas
y carabelas. A finales del reinado de los Reyes catlicos, slo quedaban 4 galeras en la
guarda de la costa de Granada para apoyar a las dems naves en verano.
El nacimiento de la proto-Armada[editar]
La historia de la Armada Espaola puede datarse en los ltimos aos del siglo XV y
primeros del siglo XVI cuando los dos reinos (Castilla y Aragn) se unieron de hecho
aunque an no de derecho. En aquel tiempo no exista una Armada centralizada y esta
no se consigui hasta la llegada de los Borbones. Lo que s existan eran flotas militares
ms o menos permanente que, cuando era necesario, se reunan para cumplir
determinada misin.
Los preliminares de esta incipiente Armada conjunta pueden estar en primera y segunda
expediciones a Italia y las acciones de Gonzalo Fernndez de Crdoba, el Gran Capitn
en 1494; pero quiz la primera gran accin conjunta de las dos armadas en una fuera la
batalla de Mazalquivir en 1505.
En esa batalla, que comenz la campaa espaola por el norte de frica, la organizacin
y planificacin fue obra de Fernando el Catlico rey de Aragn; pero el principal
impulsor e incluso financiador fue el Cardenal Cisneros, autntico garante de las ltimas
voluntades de Isabel la Catlica. Por distintos motivos tanto Castilla como Aragn
necesitaban controlar la margen sur de Mediterrneo haciendo nuevamente cierta la
frase eran una voluntad en dos cuerpos.
Andaban los corsarios de Berbera atrevidamente robando la costa de Granada, porque los
corran muy buenos intereses de los asaltos que hacan, y valanse de los mesmos moros
naturales del pas. Mand el rey que saliese contra ellos el conde donde Pedro Navarro, que
fue uno de los grandes capitanes que nacieran en Espaa.1
A las rdenes de Navarro el embrin de lo que sera la Armada continu las conquistas:
Por una serie de acontecimientos las costa de Italia y el norte de frica quedaron
desguarnecidas y Jeredn Barbarroja asol las costas italianas y norteafricanas,
expulsando a los espaoles de Tnez en 1504. Este corsario era considerado un hroe
por sus contemporneos musulmanes y tambin cristianos que alababan su carrera.3 Por
ejemplo, el Abate de Brantone, en su libro sobre la Orden de Malta, escribi de l:
Ni siquiera tuvo igual entre los conquistadores del griego y romano. Cualquier pas estara
orgulloso de poder contarlo entre sus hijos.3
En 1535 Carlos V dirige una carta para reunir una flota que, adems de las 45 naos y 17
galeras del marqus del Basto, sumara las 23 carabelas que Andrea Doria traera desde
Gnova. A este contingente el Papa aadi 9 galeras, la Orden de San Juan otras 6 y
Portugal un galen. A estas cien naves Carlos V trae toda la flota espaola desde
Npoles, Sicilia, Vizcaya y Mlaga.2
Lepanto[editar]
El 7 de octubre de 1571 tiene lugar la batalla de Lepanto en el golfo del mismo nombre,
con 260 galeras turcas; tras horas de batalla en la que los veteranos espaoles e italianos
asaltan las naves turcas y se lucha sobre ellas cuerpo a cuerpo, tan slo 45 naves
otomanas logran escapar.
Esta victoria fren el podero naval turco, principalmente en el Mediterrneo occidental,
y servira para recuperar Tnez, Bizerta y la Goleta. A partir de este momento la
atencin espaola se centr en el Atlntico, dejando a un lado la poltica mediterrnea,
donde el Imperio Otomano continu con las ltimas etapas de su expansin. Por estos
motivos la batalla de Lepanto no tuvo grandes repercusiones estratgicas; pero s
morales, pues era la primera vez que las armas otomanas cosechaban una derrota
contundente frente a las cristianas.
La Corona de Portugal[editar]
En esta ocasin los barcos espaoles lucharon coordinados con las tropas del Duque de
Alba en Lisboa para lograr la huida del pretendiente, perseguido por las tres compaas
de Pedro Dvila, que lo encontraron y capturaron. La invasin de Portugal pudo
terminar ah si no hubiera sido por la codicia, que tantas veces perdera a los espaoles
en Amrica, y los hombres que lo encontraron no se hubiesen dejado sobornar para
permitirle la huida a las islas Azores (fieles al Prior de Crato).4
De la galera al galen[editar]
En aquel tiempo el poder de las flotas hispanas descansaba en las galeras de remos,
herederas de los navos de la Antigedad, y lo seguira siendo durante casi todo ese
siglo. Sin embargo en la toma de Tnez ya aparecen signos de los nuevos tiempos. Las
nuevas naos, ms grandes que las utilizadas por Cristbal Coln cuarenta aos antes, ya
iban equipadas con caones y con dos castillos (el de proa y el alczar a popa) y podan
transportar 150 marineros y 500 soldados a cortas distancias; pero sin duda la novedad
fue el galen, an ms grande y mucho ms armado que la nao, que despus sera la
punta de lanza de la Armada.5
Tanto la nao como el galen eran barcos con el casco ms redondeado y de tres palos
(mesana, trinquete y mayor). La primera era una derivacin de la carraca con mayor
artillera y menor tonelaja, y el segundo una respuesta a las olas del Atlntico que las
naos no podan superar con facilidad. Aunque la resistencia de las naos y su potencia
artillera quedaron demostradas en la Jornada de Mazalquivir y en el combate de la nao
de Machn de Rentera contra 17 galeotas berberiscas, su poca maniobrabilidad y la
irregularidad de los vientos hicieron que en el Mediterrneo sus ventajas artilleras y de
navegacin no resultaran muy grandes, pero s en el nuevo escenario que pronto se
vislumbrara como el ms importante.
La importancia de estos dos tipos de navos comenz a verse cuando los primeros
piratas franceses, apoyados y asesorados por piratas espaoles renegados, descubrieron
algunos de los importantes cargamentos de metales y especies llegados desde Amrica,3
como se ver ms adelante.
La capacidad de carga de una nao poda cubrir el coste de una expedicin entera. Como
hizo la Victoria (en la foto, una rplica realizada en Isla Cristina en visita a Japn) a su
vuelta de la Expedicin Magallanes.
Las naos resultaron buenos buques de transporte como prueba el hecho de que slo la
carga de especias que trajo la nao Victoria a los mandos de Juan Sebastin Elcano
cubri con creces los gastos de toda la Expedicin Magallanes (cinco naves en total).6
Por su parte los galeones demostraron sus posibilidades de navegacin en travesas
como la realizada por Miguel Lpez de Legazpi en la conquista de Filipinas y el regreso
del galen San Pedro a Mxico que rompi el dicho del Pacfico (Irs pero no
volvers).7