Disponer Nos
Disponer Nos
Disponer Nos
Leticia B. Lpez
La funcin maternante de la
ternura agudiza la lucidez de
pensamiento Rosa Jaitn(1)
1
Cunto, en palabras de Laura Duschatzky (2), hemos perdido el
murmullo del encanto de ensear, los puentes que posibiliten
encuentros? Ese entramado a construir juntos, con los nios, cada
daNo lo que simplemente sale de la boca Ese murmullo que
recorre el cuerpo, lo que murmura y cobra vida en el juego entre la
docente y los otros
2
ltimo trmino, los contenidos especficos de cada rea en el mbito
escolar. En palabras de Philippe Meirieu (3):
Entonamiento<-> Desentonamiento
B) Experienciar<->no-experienciar
Regulacin de afectos<->desregulacin
3
C) Ternura<->Crueldad.
5
encuentro grupal (7). La beba la mira, enfocando sus ojos en el rostro
de la madre. Parece sostenerse tambin en ese rostro, en esa mirada.
La madre la mira a los ojos repetida y clidamente, sonrindole. La
beba le responde con pequeos gestitos con su boca. Se establece un
dilogo de encuentros de gestos tiernos, de profundo contacto
afectivo amoroso, seguro y confiable. Se observa placidez y placer
en ambas.
6
soltaba intentaba sentarse a modo de rendicin. Pero yo con toda la
alegra insista en probar seguir y ah, la sujetaba ms fuerte de
nuevo para que sintiera seguridad. Al constatar varias veces que yo
estaba, logramos que diera tres pasos sola!!
a)
7
En un proceso de organizacin que va complejizndose en
saltos cunticos sita las primeras RIG hacia el 3 mes de vida,
(del s-mismo emergente al nuclear, segn los sentidos del
s-mismo que enuncia). Propone que los bebes tienen una vida
subjetiva desde los primeros momentos de vida.
b)
9
Daniel Stern investiga y describe empricamente, con films y
observaciones minuciosas demostrando estos relacionamientos
intersubjetivos. Desarrolla, en este sentido, el concepto de
entonamiento afectivo para explicar las vivencias mutuas que se
producen en este crucial momento del desarrollo.
10
hacia arriba y hacia abajo, con un ritmo que se ajusta al movimiento
del brazo del bebe
11
brazo cruzando la espalda del niito. Este parece colgar del pecho,
apenas apoyadas sus nalgas en su mam, quien sacude esa pierna en
forma enrgica y nerviosa, como si fuera una batidora. La madre
parece descargar sus impulsos de este modo. Su gesto es
desconectado del momento de la alimentacin que, por esa razn,
podra resultar indigesta.
Esta escena en la que se observa fuerte desregulacin y hostilidad,
nos permite conjeturar que, de instalarse estos modos con intensidad
y frecuencia, pueden generar perturbaciones de diverso orden en el
desarrollo del beb Es esta una escena de desencuentro en la que no
se registran miradas ni vocalizaciones. El bebe no percibe una base
segura, ni un dilogo tnico armnico, amoroso. Se acumula tensin
y displacer, desequilibrio en el SNC. Vivencias de rechazo, no
aceptacin, ni reconocimiento del niito como sujeto de deseos y
necesidades afectivas-nutricionales. Una escena disintnica,
desentonada, con desencuentro.
12
Andrs (de 5 aos), desde que lleg al Jardn mostr rasgos
violentos muy marcados con sus pares y muy respetuosos con su
docente. Por lo general permaneca solo o molestando a sus
compaeros, tratando de combatir algn juego armado por ellos.
13
estall en uno de sus momentos ms violentos con el grupo, con
agresiones fsicas y verbales continuadas que la maestra no poda
calmar a pesar de sus intentos. Ella le ofrece otro rompecabezas ms
difcil, l se niega violentamente, no quiero hacer nada, deca
llorando, en crisis.
14
reflexiona la maestra, siempre estuvo fuera de la responsabilidad y
culpa por el terrible hecho que presenci, pero necesitaba saberlo
de algn modo y agrega algo que ley hace poco: Todo lo que no
se expresa, se imprime porque el inconsciente recibe la emocin sin
juicio, dado que esa instancia no tiene dicha capacidad . (Enric
Corbera, parafraseando a Freud)
c)
El tercer concepto relevante que tomaremos de Daniel Stern es
aquello que describe como una estructura de tipo narrativo. El nio
dispone, desde muy temprano (4 o 5 meses de vida) de la capacidad
para esquematizar sucesos interactivos en una forma primitiva de
pensamiento y percepcin narrativa que denomina sobre
protonarrativo.
16
Coincidiendo con Rene Kas, Rosa Jaitn hablndonos de los
grupitos de nios en el Jardn, dice: la funcin maternante de la
ternura agudiza la lucidez de pensamiento. Y esto es posible
grupalmente, con los pares, no slo de a dos en el contexto
familiar y escolar Enfatizamos esta afirmacin de Jaitn, ya que
rompe con la habitual disociacin emocin-intelecto, cuerpo-mente
y en cierto modo, individuo-grupo (y ser retomada en el tercer
binomio propuesto).
17
organismo y su fin es suprimir ese estado tensional. Es una nocin
intermedia entre lo biolgico y lo psicolgico.
18
los primeros aos de vida. Se trata de los estudios de H Massie y J
Rosenthal (19) quienes basndose en films hogareos de familias en
las que los nios manifestaron psicosis, documentando el tipo de
interaccin padres-hijo desde los primeros meses de vida hasta los 3
o 4 aos, desarrollaron hiptesis sobre el tipo de perturbaciones en el
vnculo temprano que pueden dar lugar a problemticas graves.
Construyeron adems una Escala de apego en condiciones de
estrs (Massie-Campbell, 1986 en obra citada) de gran utilidad y
sencillez para ser aplicada en consultorios peditricos e instituciones
educativas, con el adecuado entrenamiento, permitiendo como
decamos, descubrir signos atpicos de vnculo que podran perturbar
el desarrollo saludable e intervenir preventivamente .Toman como
indicadores: mirada, sostn, vocalizacin, tacto, afecto, proximidad.
21
Profundizando estos aspectos, es F. Dolt quien puntualiza la
diferencia entre esquema corporal e Imagen inconsciente del
cuerpo. Mientras que el primero representa aquellas caractersticas
que nos son dadas biolgicamente por pertenecer a nuestra especie y
bsicamente es el mismo para todos los individuos, el concepto de
imagen inconsciente se estructura en lo intersubjetivo, est
relacionado con el sujeto y su historia relacional. Por ello el cuerpo
se construye y es, reiteramos, fundamentalmente inconsciente. All
se van inscribiendo las experiencias relacionales de la necesidad y el
deseo valorizantes o desvalorizantes. De este modo, el contacto y los
dichos de otros significativos son esenciales.
________________________
22
medida su intelecto y de este modo compensatorio, mejor su auto
estima, aun cuando otras experiencias posteriores, tiempos de
terapia analtica y asociaciones libres, le permitieron ir
transformando la imagen inconsciente de su cuerpo, hacia una de
mayor autoaceptacin, autoreconocimiento, valorndose en su
integridad psicofsica paulatinamente.
24
Este aceleramiento modifica las formas de la atencin pues, al ser
el estmulo cambiante y constante, requiere que la atencin sea
capturada en continuidad, sin pausas, sin reposo. La prctica y el
acostumbramiento a esta forma de atencin lleva a que el nio, frente
a un estmulo discontinuo, pierda capacidad de atender.
Mara Emilia Lpez, por su parte nos dice que los docentes de Jardn
son trabajadores de la caricia
La Mirada
Mirar y ver son dos trminos que designan fenmenos diferentes Ver
se relaciona con los sentidos; mirar se refiere a las ideas, a la
imaginacin, a los sentimientos. La vista representa una funcin
corporal, la mirada es ms bien un encuentro.
La mirada es la accin de dirigir los ojos hacia algo o alguien, la
expresin de los ojos, la manera de mirar .No es nicamente percibir,
sino prestar atencin, considerar al otro.
En la visin predominara lo objetivo, en la mirada lo subjetivo.
28
esta autora, el comienzo del contacto madre-beb y la integracin se
lleva a cabo mediante la mirada ojo a ojo ms la experiencia de la
lactancia, con el pezn o tetina en la boca. Durante los primeros
meses se liga de esta manera el soporte nuca-espalda y la experiencia
oral-visual, proporcionando vivencias de integracin corporal.
Veremos ms adelante las implicancias neurobiolgicas de estas
cuestiones (en el Captulo Freud, neurociencias y prcticas
docentes)
29
fragmentado o ignorado, rigidizado o ausente.
Esto provoca efectos poco deseables y cobra cada vez mayor
importancia ir modificndolos hoy.
30
*narrativas
*al juego.
31
si sabemos que todos los chicos en esta etapa necesitan ser
mirados y admirados en sus logros personales, si protestan porque
"los copian", si quieren ser siempre los primeros de la fila, si
requieren ser el centro de la ronda o se enojan porque "no tienen
lugar" en ella, habr que preguntarse qu tipo de aprendizaje de la
danza (por ejemplo) responder mejor a sus intereses y
caractersticas, qu estilo permitir desarrollar sus necesidades de
exploracin en movimiento, qu acompaamiento, qu estmulos,
qu tiempo es el que estn dispuestos a brindar para ahondar en
sus descubrimientos y cules de las prcticas de movimiento
facilitarn la realizacin de sus sueos y fantasascuerpo al que
sin embargo la pedagoga ha borrado en una prctica de
domesticacin y negacin.
33
seguridad de lo que haca, pausada, observando a la vez todo lo que
pasaba en paralelo a su juego, cuando un nio le ofreca algo a la
seo, si la seo hablaba, etc., le daba sentido al juego, a esa
representacin de como si fuera madre.
35
Se rescata y subraya la disponibilidad ldica del docente que, si
integramos a la funcin corporizante y captadora de atencin,
conceptualizada por D. Calmels, ilumina an ms los sentidos de las
prcticas que proponemos subrayar: el cuerpo, el juego y lo
imaginario en movimiento, la sensibilidad y el pensamiento
autnomo, creativo. Lo afectivo-cognitivo en una integracin que no
se disocia, aunque esta afirmacin suene tautolgica.
Y enfatizamos:
36
el maestro est muy atento a las caractersticas singulares de cada
sujeto; implica tambin no apurar, no obligar a ningn chico a
mostrarse o a mostrar un gesto o movimiento cuando no quiere
hacerlo. Y al mismo tiempo significa no dejar pasar una intencin,
un gesto o el ms pequeo movimiento que expresen el deseo o la
posibilidad de poder mostrarse y perder las vergenzas que inhiben
el placer de disfrutar de la potencia de hacer y
enfatiza:creemos en las huellas placenteras que quedan en los
cuerpos como resultantes de un aprendizaje pleno de humor y amor,
un aprendizaje que logre impulsar sin vergenzas el pensar, sentir y
hacer.
38
Nos habla de los objetos y fenmenos transicionales. Una mantita, un
osito de peluche, otro objeto que aferra el nio y que es una defensa
contra la ansiedad de separacin. As es como ese objeto representa
el espacio potencial intermedio entre la madre y el nio, slo si lo
creo y creo en l, puedo encontrarme seguro (si el beb pudiera
poner palabras) Es sustituto del objeto interno madre, pero a la vez
objeto real.
Nos dice Winnicott: Creo que se puede usar una expresin que
designe la raz del simbolismo en el tiempo, que describa el viaje
del nio de lo subjetivo puro hasta la objetividadyel objeto
transicional es lo que vemos de ese viaje de progreso hacia la
experiencia Y la experiencia cultural comienza con el vivir
creador, cuya primera manifestacin es el juego .
40
El adulto reconoce adecuadamente el estado emocional que
est experimentando el infante.
Entona afectivamente con el estado emocional del infante, lo
que quiere decir que no solo sabe que el nio esta
angustiado, sino que adems adopta una actitud y encara
emocionalmente la transformacin del estado displacentero,
en este caso por medio de medidas de apaciguamiento.
Tiene una respuesta comportamental apropiada: se acerca,
lo arrulla, le habla suavemente.
Pone palabras al estado emocional, lo nombra y lo comenta:
Mi pequeo, no te sientes bien, mami te calma, hay mucho
ruido y te aturdes.
No hace un enunciado identificatorio descalificante, no le
dice: Que insoportable sos o, Con vos no se puede,
sino que enlaza el estado emocional con algn estimulo que
le molesta y no con la identidad del nio.
Reconoce y legitima los afectos del infante, evitando
enunciados negativos del
tipo: Mira, el barullo que armas por nada, o No hay que
tener miedo.
El infante vive la experiencia del afecto y su entonamiento
por parte del adulto.
Recibe la definicin que hace el adulto de su estado.
Reconoce subjetivamente su estado interno por el enunciado
del adulto.
Si el afecto es displacentero, vivencia y experimenta que
procedimientos utiliza el adulto para disminuirlo o
eliminarlo.
Pone en accin los mismos procedimientos incorporados
como memoria procedimental y reforzados en la
intersubjetividad por deseos de ser igual al adulto, o sea,
por identificacin primaria al otro mejor dotado para la
adaptacin.
Gradualmente, el infante experimenta que una accin va
seguida de un estado afectivo: alegra al completar una
41
tarea, malestar al perder contacto con un juguete deseado,
miedo si se aleja mucho de un adulto conocido, bienestar de
haber hecho algo bien, bienestar al compartir la
experiencia. El experimentar estas secuencias afectivas hace
presuponer la emergencia de un sentido del self (si mismo)
como agente, como sujeto de la accin vigorosa
42
Cierta indiferencia, negligencia y descuido implican
desregulacin afectiva. Contrariamente a la regulacin afectiva,
la desregulacin implica disintona vincular, no empata.
43
luego soltarlos, como puede ser necesitar apoyarse en la silla para
subir y luego en cada vuelta sentirse ms seguro para hacerlo sin
ayuda.
C) Ternura<->Crueldad
46
Lo tierno es aquello blando, delicado, flexible que en el vnculo
paradojalmente sostiene, contiene, brinda seguridad, confianza,
base firme.
48
Ahora que hemos visitado y odo entre otros, a Freud, a Ulloa, a
Aulagnier, a Anzieu, a Winnicott, a Dolt, a Stern, volvamos a
convocar y a unir a este coro de voces, que nos cantan y
encantan con lenguajes sintnicos, a J Piaget, a L Vigotsky, a
Boris Cyrulnik, a Rene Kas, a nuestros cercanos: S. Schlemenson,
Alicia Fernndez, Maria Emilia Lpez y Linda Hendler, a Rosa
Jaitin, a E. Pichon Riviere, Hector Rougier
49
y se impone, no en un cara a cara del nio con la cosa designada,
sino gracias a una doble referencia afectiva a la cosa y a la figura
de apego. De este modo la cosa puede convertirse en objeto de
designacin, tema de una vocalizacin que acompaa regularmente
el sealamiento con el dedo Esto nos lleva a los comienzos del
simbolismo, a los orgenes de la capacidad de evocar los objetos
ausentes.
50
En este juego potico, en este encuentro de sentidos con otro,
aprende los primeros significantes. Jean Piaget los llamar imitacin,
imitacin diferida, juego, lenguaje. Para nosotros constituirn los
inicios de logros representativos, luces que se encienden para
inaugurar el camino potencial de futuros saberes y sabores,
parafraseando a Alicia Fernndez.
52
Recordando el pensamiento de Winnicott cuando nos habla de sostn
confiable e integracin, de miradas que miran y ven cuando madre y
nio se ilusionan, creen y crean: aprender creando, promueve
pensamiento autnomo, juego y lenguaje.
54
Amos ajenos, otro que violenta y somete, pretende anular al sujeto
pensante y deseante, imponer sentidos nicos, totales, que anulen las
posibles significaciones subjetivas. El nio rotulado menor o chico
expulsado muchas veces de una familia, con necesidades bsicas
insatisfechas, es violentado de todas las formas posibles. Muchas
veces pone fin a su sufrimiento psquico con el suicidio.
55
Cuando un nio, por estos motivos, es expulsado o no se integra al
circuito escolar, no slo es privado de su derecho a escolarizarse
sino que, adems, es despojado de los elementos y condiciones
imprescindibles para constituirse en sujeto social.
El fracaso escolar, o mejor dicho: de la escuela, produce efectos
de desubjetivacin que profundizan la devastacin subjetiva que
suelen padecer los nios socialmente marginados o de comunidades
diversas que no responden al modelo educativo vigente y sus pautas
y trasmisin de saberes.
58
En el aula siempre hay imprevistos, pero cmo se seleccionan y
priorizan para trabajar, esos imprevistos? .En este caso la
respuesta al interrogante estaba referida al diagnstico inicial del
grupo que se haba realizado.
59
hiciera una propuesta pedaggica interesante a travs del arte y las
ciencias.
62
Utilizado de modo inteligente por el maestro, el deseo promociona
en el nio la bsqueda de placer y, cuando lo obtiene, inicia una
mayor autonoma.
64
Alice Miller (55) denuncia en sus textos, especialmente en Por tu
propio bien, las aberrantes prcticas de la llamada Pedagoga
negra en las dcadas anteriores al surgimiento del nazismo en
Europa. Y vincula estas prcticas familiares y educativas con la
obediencia ciega de tantos miles de fanticos seguidores de Hitler
y su furia genocida. Hechos que tambin podemos vincular en
nuestro pas con la tortura y desaparicin de personas durante la
dictadura militar (1976-1983) y tantos otros procesos de exterminio
en otros sitios del planeta (Argelia, Vietnam, Irak, Palestina, por
mencionar slo algunos)
Circulaba en la Europa de fines del siglo XIX una frase muy comn:
Quiere a tus hijos, pero no se los demuestres nunca, confundiendo
demostraciones de amor con debilidad de carcter e impedimento
65
entonces de la obediencia debida y del respeto ciego. Adems
existe un efecto devastador-psicotizante del doble mensaje implcito
(te quiero-no te quiero en simultneo), condicionante a su vez de
obediencia ciega, por el temor de perder el amor de los padres.
66
La primera paliza fue en Corrientes. Era una nia desobediente,
rebelde y audaz. En una intensa siesta de verano, inmersa en el
juego y el placer de una casita bajo chapas, las amenazas de mi
padre eran lejanas para ese momento pleno, que slo el juego de
una nena de 5 aos poda vivenciar.
2
Hay quienes imaginan el olvido/ como un depsito desierto/ una cosecha de la nada y sin embargo/ el olvido est
lleno de memoriaen el olvido encallan buenas y malas sombras/huesos de compasin/ sangre de ungentos/
resentimientos inmisericordes/ ojos de exilio que besaron pechos (Fragmentos de Cosecha de la nada)
68
identificarse con el victimario haciendo sufrir a otros, o continuar en
el lugar de vctima, sufriendo una y otra vez; o con alternancias,
muchas veces sutiles.
69
En otra escena:
70
Desde la clnica, traemos al presente un relato del consultorio. Unos
padres, mayores ellos, consultan por su hija de 9 aos, enviados por
la escuela al psiclogo porque la nia no logra aprender, se niega a
saber y a conocer.
73
hace ms difcil creer en el otro. Es en este sentido tambin que la
funcin de la escuela como constructora de legalidades, donde
el respeto por el otro y la confianza y seguridad bsicas se
establezcan e instalen, permitira acompaar el desarrollo de sujetos
ticos, futuros ciudadanos de sociedades ms justas. Y no se puede
instaurar una ley si quien la instaura no es respetado y amado.
76
imaginario en sus expresiones individuales y sociales.
____________________
*El concepto transdisciplinario es concebido por E. Morin. En una de sus obras:
Introduccin al pensamiento complejo, postula la necesidad de unidad de la
ciencia, el afrontar lo entramado, la solidaridad de los fenmenos entre s, la
incertidumbre y la contradiccin. Aspira a un pensamiento multidimensional, a una
perspectiva transdisciplinaria de los fenmenos, ya que afirma: toda pretensin de
frontera o monopolio no es cientfica y propone una integracin de las realidades,
expulsadas por la ciencia clsica. Adems encuentra fecunda la nocin de auto-
organizacin para la articulacin de lo fsico, lo biolgico y lo cultural.
Saborear los saberes que vamos tejiendo entre todos? Esa alegra
nutriente de sentirnos autoreslos nios con nosotros un
encuentro esa posibilidad cercana
77
afectivamente, aprehender el lenguaje, integrarse a la cultura,
definir su individualidad,
Por otra parte, nos comenta Linda Hendler (62), psicloga asesora del
Equipo del Jardn Maternal: Es importante el reconocimiento de los
maestros de sus propias emociones, dado que para el trabajo con
los nios tan pequeos, que no pueden poner palabras a sus
sentimientos, es un modo de acceder a lo que les ocurre. Reconocer
sus emociones, verbalizarlas y trabajarlas
78
La tica est presente siempre en nuestra funcin docente,
recordmoslo y actuemos coherentemente, cuidando que nuestras
actitudes y gestos espontneos vayan siendo adecuados y
coincidentes con nuestros mensajes verbales a los nios y nuestras
expectativas respecto de ellos.
Desde el beb
79
Mira y enfoca con atencin el rostro de la madre y muestra
expresividad en el contacto ojo a ojo. Se comunica con
distintas seales preverbales: sonre, emite sonidos, gestos e
iniciativas de contacto.
Tono corporal ni hipo ni hipertnico.
Responde a los cuidados con anticipacin, por ejemplo
tiende los brazos al alzarlo o muestra animacin antes de
ser alimentado.
Tiene los ciclos de sueo y alimentacin regulados.
Presenta temperamento tranquilo y activo. Desarrolla
iniciativa, inters y conexin con el ambiente. Demuestra
expresiones de placer: goce de ser llevado, deleite, sosiego.
Expresa una atencin mayor hacia las personas que hacia
los objetos.
80
Sentimientos de ineficiencia o depresin marcados. Seales
de rechazo y desagrado
Desde el beb
81
premisas de trabajo, la referencia a lo grupal y su incidencia en las
prcticas de cuidado- crianza, educativas. Es trascendente en el tema
que nos ocupa: la constitucin de subjetividad desde el docente y la
escuela, que el Director pueda sostener sus encuadres y claridad de
criterios en el seguimiento-asesoramiento de la Institucin de la que
forma parte.
82
muchas veces funcionan ms al modo de fronteras que de escenarios
para el pensamiento, y encontrarse con uno mismo y con el otro.
Para ello se necesita de una espontaneidad que el marco del rol no
siempre permite, escuchar al otro y escucharse son en ese caso
tambin desafos a la apertura de pensamiento de cada uno.
Evidentemente, desde esta perspectiva supervisar la tarea significa
no slo mirar la planificacin y revisar las propuestas pedaggicas,
sino tambin pensar las dificultades subjetivas de las que
hablbamos, los vnculos, las problemticas de los chicos, las
estrategias de intervencin.
//
Una buena posibilidad es intentar construir una constelacin en la
que nos alojemos todos los que hacemos la tarea del jardn, por
ejemplo docentes y coordinadores o directoras.
Referencias
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Jaitn, Rosa Apoyos grupales en la crianza infantil Ediciones
Cinco
85
2)
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Experiencia y alteridad en educacin C. Skliar y J Larrosa
compiladores. Flacso-Homo Sapiens, 2011
3)
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5)
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6)
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pictograma al enunciado Amorrortu , Buenos Aires1988
7)
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de Elizalde por Leticia B. Lpez y Jessica Waisman, Buenos
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8)
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Maternal, en el marco de la Ctedra Prctica docente y Trabajo
de Campo II del IFDC El Bolsn, por Victoria Alfonso y otras
observadoras.
9)
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perspectiva desde el Psicoanlisis y la Psicologa Evolutiva
Paids, Buenos Aires, 1991
10)
Anzieu, Didier El yo piel Biblioteca Nueva, Madrid 1987
11)
Kas, Rene El aparato psquico grupal Gedisa, Mxico 1976
12)
Pichn Rivire, Enrique El proceso grupal Nueva Visin,
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13)
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14)
Bowlby John El vnculo afectivo Paids, 1997
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Obras Completas op.cit
16)
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Patrones de apego y la situacin extraa
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17)
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1999
18)
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(1913-17) en Obras Completas I, op.cit
19)
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cuatro aos de vida Paids, 1986
20)
Larrosa, Jorge Pedagoga profana. Estudios sobre lenguaje,
subjetividad, formacin Novedades Educativas, 2000
21)
Lpez, Mara Emilia Didctica de la ternura Revista Punto de
Partida,-Premio Pregonero- otorgado por La Fundacin El libro-
2005. Mara Emilia Lpez acu este concepto acerca de la
didctica. Es fundadora y Directora del Jardn Maternal de la
Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Buenos
Aires (1997). Escritora de varias publicaciones sobre pedagoga,
arte e infancia. Entre ellas Artepalabra. Voces en la potica de
la infancia Lugar Editorial, 2007.
22)
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El cuerpo en la escritura Noveduc, 2001.Buenos Aires.
23)
Penchansky, Mnica Sinvergenzas. La expresin corporal y la
infancia Lugar Editorial, 2009
24)
Dolt, Francoise La imagen inconsciente del cuerpo Paids,
1986
25)
Pain, Sara Una psicoterapia por el arte Nueva visin, 1995
La psicopedagoga en la actualidad. Aportes para una clnica
del aprender Homo Sapiens, 2005
26)
Cyrulnik, Boris Del gesto a la palabra Gedisa, 2004. Los
alimentos afectivos Nueva Visin, 1994 El amor que nos
cura Gedisa, 2004. Como mdico neurlogo, psiquiatra,
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psicoanalista y etlogo, se ha dedicado a la investigacin sobre
el fenmeno de la Resiliencia.
27)
Todorov, Tzvetan La conquista de Amrica. El problema del
otro Siglo XXI, 2008
28)
Freud, Sigmund Introduccin al narcisismo (1914) En obras
completas, op.cit
29)
Winnicott, Donald Papel del espejo de la madre y la familia en
el desarrollo del nio En Realidad y juego
30)
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piloto para profesores de Observacin de Bebs en la Escuela de
Observacin de lactantes de Fundaih, 1998 publicado en
Observacin de bebs Aproximndonos al tema de la
mirada Landrobe, L Lopez; l Gaitan L Rubinstein I. Primer
coloquio americano de Observacin de bebs Compiladora N R
Polanco. Plaza y Valds, Mxico, 2000
31)
Haag, Genevieve La psychanalyse des enfants psychotiques
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32)
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Schroh en una sala de Jardn Maternal. IFDC, El Bolsn Ctedra
Prctica Docente II 2012.
33)
Ulla, Jorge La enseanza en el Jardn Maternal como espacio
de multitarea Puerto creativo, ed. Buenos Aires, 2009
34)
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experiencias en torno a una relacin productiva, Mimeo, 2002
y Senna Carolina en Jardin maternal o Educacin maternal?
Noveduc coleccin de 0 a 5, N 77
35)
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88
36)
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de la relacin paterno-filial La integracin del ego en el
desarrollo del nio Escritos de Pediatra y Psicoanlisis:
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primaria Ed. Laia Barcelona, 1975-1979
37)
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Escritor, entre otras obras, de su investigacin acerca del
fenmeno psquico de la creacin: El Psiquismo Creador
Paids, Buenos Aires, 1995.
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41)
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de numerosas obras. Citamos especialmente aqu Manual de
psicoterapia de la relacin padres e hijos Paids, 2005
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Teora Sexual, de S. Freud. En Revista Topia ,octubre 2005
43)
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