Estructuras Truncadas
Estructuras Truncadas
Estructuras Truncadas
0. PROPSITO
*
Este trabajo se inscribe dentro de las actividades del Proyecto de investigacin Estudio Sociolingstico del
habla de Granada (Proyecto ESEGRA) y ha contado con la subvencin del MCyT y los Fondos FEDER (Proyecto
ESEGRA: HUM2004-06052-CO6-05-FILO).
1
Entre las actividades del Proyecto panhispnico PRESEEA, Proyecto para el Estudio Sociolingstico del
Espaol de Espaa y Amrica, destaca principalmente la creacin de un corpus sociolingstico del espaol. Se
pretende reunir un material extenso y variado para el estudio del cambio lingstico del espaol, un material que
pueda servir de base a presentes y futuros anlisis de la lengua espaola, por lo que habr que adjudicarle ya un
incuestionable valor.
2
El calificativo truncadas lo emplea Bedmar (2005, 127) en sus estudios sobre el anacoluto.
3
Atendiendo a estos intereses, lleva a cabo el Trabajo de Investigacin Tutelada (TIT) F. Pose Furest, quien
tambin realiza la transliteracin de materiales del corpus PRESEEA-Granada. De los ejes tericos en que se mueve
dicho trabajo para el que cuenta con la direccin de M. J. Bedmar trata fundamentalmente el contenido de este
artculo. A la espera del anlisis de datos del Proyecto ESEGRA, se toman como muestra de referencia algunos
ejemplos extrados del corpus de investigacin de Bedmar (1987, 2005). Cfr. notas n 35, n 36 y n 37.
137
MARA JESS BEDMAR GMEZ, FRANCISCA POSE FUREST
4
Los resultados con los que contamos son estos:
Segn J. Lindenfeld, los hablantes de clases socioeconmicas altas son capaces de desarrollar un mayor grado de
complejidad sintctica, menos construcciones incompletas que los de la clase socioeconmica baja en un contexto
situacional formal. Cuando los contextos situacionales son informales, la complejidad sintctica apenas difiere en
funcin del estatuto socioeconmico o sociocultural del hablante.
En el estudio que Bedmar hace del anacoluto encontramos reflejados una serie de datos extrados de las
diferenciaciones de edad, cultura, registro diafsico y tipo o estilo de discurso (monlogo/dilogo) con las que haba
trabajado la autora. Son las siguientes:
138
SOBRE ANLISIS DEL DISCURSO Y SINTAXIS
139
MARA JESS BEDMAR GMEZ, FRANCISCA POSE FUREST
140
SOBRE ANLISIS DEL DISCURSO Y SINTAXIS
Para comprobar que estamos ante una nica configuracin meldica, habr que
ajustar el sentido a la base prosdica para nosotros unitaria a pesar de su
discontinuidad que le sirve de soporte8. Esto lo haremos contando con las grabaciones
digitalizadas del material del Proyecto ESEGRA.
Por ltimo, para comprobar la autosuficiencia semntica se habr de confirmar que
no existen relaciones semnticas con otros enunciados, que una construccin
anacoltica es slo un enunciado.
7
Los procedimientos a y b responden a denominaciones arbitrarias con las que simplemente pretendemos
diferenciar, dentro de la aplicacin de los criterios terico-operativos, los dos tipos de anlisis que efectuamos en el
mbito del enunciado: el morfofuncional y el informativo.
8
M.A.K Halliday (1994) considera la unidad entonativa como la base o unidad de la informacin (Fuentes: 2000,
55). Aplicacin y desarrollo de este criterio encontramos en A. Hidalgo (1997 y 2006). Para su seguimiento desde
nuestra propia tradicin de estudios hasta la concepcin pragmtico discursiva, vid. Bedmar (2007).
141
MARA JESS BEDMAR GMEZ, FRANCISCA POSE FUREST
Se refiere la autora a esos prejuicios sintcticos del lingista que muchas veces le
impiden acercarse a la verdadera naturaleza y raz de los hechos coloquiales y que, en
consecuencia le ofrecen una visin distorsionada e irreal del discurso oral, hasta el
punto de que el propio lingista puede llegar a interpretar como dislocados o no
ajustados a los cnones muchos esquemas sintcticos usuales en el coloquio.
Y contina diciendo:
Sin embargo, hay que sealar que esta primera tendencia, frecuente en un primer
acercamiento al estudio del coloquio, acaba por abandonarse posteriormente: la
orientacin hacia una investigacin que integre nociones de tipo pragmtico se produce
de una forma natural y paulatina, puesto que la propia naturaleza del objeto de estudio y
la insuficiencia manifiesta de la sintaxis para explicar de forma convincente muchos
fenmenos coloquiales acaban por imponer esta perspectiva pragmtica (Herrero:
1996, 110).
142
SOBRE ANLISIS DEL DISCURSO Y SINTAXIS
otro, Sociolingstica, Pragmtica, Lingstica del texto, Anlisis del discurso, Anlisis
conversacional,
En el momento actual de su investigacin, Fuentes sigue sosteniendo que el anlisis
lingstico puede hacerse desde la perspectiva pragmtica9, pues la pragmtica supone
un modo de enfocar la morfosintaxis, la lxico-semntica y la fontica-fonologa de una
lengua, teniendo en cuenta todo aquello que desde el entorno comunicativo, en sentido
amplio, influye en la seleccin (paradigmtica) y funcionamiento (sintagmtico) del
material lingstico10. En definitiva, se decanta la autora por una Lingstica
Pragmtica, una Lingstica de la comunicacin, global, abarcadora (Fuentes: 2005a,
17).
9
La autora cita en esta misma lnea a Reyes (1990).
10
Su postura entra en paralelo con la de Verschueren (1987, 1995, 1999), quien como recoge Portols (2004,
26) considera que la pragmtica no sera un componente de la teora lingstica, como puedan ser la fontica, la
morfologa, la sintaxis o la semntica, ni pertenecera a las disciplinas que relacionan la realidad extralingstica con
el lenguaje, como la psicolingstica, la sociolingstica, la neurolingstica; sino que la pragmtica constituye una
perspectiva de estudio que puede ocuparse de cualquiera de estas disciplinas. Es tambin la posicin que defiende
Portols (2004, 16 y 26).
143
MARA JESS BEDMAR GMEZ, FRANCISCA POSE FUREST
entiende que la pragmtica ha de ser ante todo una perspectiva de estudio de la lengua
y no un componente del sistema de la lengua comparable a la sintaxis o a la
morfologa, razn esencial por la que se decide a no poner en el ttulo el calificativo
indicado (2004, 16). Contando con ello, la conclusin definitiva a que llega el autor es
que hay que defender una pragmtica que, aunque coopere con otras teoras en el
anlisis de la comunicacin humana, se integre en la lingstica descriptiva.
En cuanto a la relacin entre gramtica y pragmtica, viene a decirnos que, dejando
aparte precedentes como el de la Estilstica de Bally11, el estructuralismo, teora
lingstica que domina la segunda mitad del siglo XX, se haba encargado de borrar
cualquier principio cuyo objeto no fuera sistemticamente lingstico. Si se retomaron
otro tipo de cuestiones fue, sin duda, porque la conciencia de su necesidad as lo exiga:
la pragmtica vino a resolver asuntos que la Gramtica por s misma no consegua
solventar (recordemos lo dicho ms arriba por Herrero).
Portols defiende la necesidad que tienen los pragmatistas de acercarse a la
gramtica y cree que es tarea de los investigadores recuperar el terreno que se cedi a
otras disciplinas. As, muchas de las cuestiones que se estudian en manuales de
gramtica que ya estamos acostumbrados a ver ah responden a explicaciones
pragmticas (artculos, tiempos verbales, perfrasis de relativo, por ejemplo). Por este
motivo, opina que todo pragmatista debe saber gramtica y no hacerlo es edificar
sobre cimientos de alfeique (Portols: 2004, 299).
11
Sobre las diferencias entre la Estilstica de Bally (1905, 1909, 1932) y lo que l denomina al hilo del texto
nuestra pragmtica, destaca Portols (2004, 301) que ahora sabemos bastante ms sobre el funcionamiento de la
mente que hace un siglo.
144
SOBRE ANLISIS DEL DISCURSO Y SINTAXIS
de los conceptos. Se reconoce que en este otro campo de lo oral, segn ltimas
tendencias, lideradas por Briz y el grupo de estudios Val.Es.Co., el enfoque que
adquiere la perspectiva de estudio es conversacional, pragmtico, interactivo
(Fuentes: 2005a, 21).
La sintaxis comunicativa tiene que abrirse paso definitivo entre todos estos
presupuestos.Veamos a continuacin cmo lo abordan estos dos especialistas en la
materia.
2.1. La propuesta de Briz (2001)12. El anlisis de los hechos de habla: del registro a
la conversacin. La enunciacin como realizacin de actos de habla. El punto
de vista conversacional: la negociacin, la interaccin. La pragmagramtica
Con Briz nos situamos decididamente en el anlisis de los hechos de habla
correspondientes al registro oral-coloquial. Este anlisis debe atender a textos orales que
tienen que ver con el uso de la lengua en el registro oral-coloquial, y, ms
concretamente, debe hacerse a partir de materiales que recojan la manifestacin
prototpica de este registro, es decir, la variedad o tipo de texto constituida por la
conversacin espontnea.
As pues, el anlisis debe partir de textos que respondan al modelo de la
conversacin (espontnea); pero, adems, debe atender a la configuracin de la
conversacin entendida como unidad estructural abstracta. En este sentido, hay que
partir tambin del mbito conversacional, del reconocimiento de los niveles monolgico
y dialgico. Seguidamente ha de tenerse en cuenta lo que Briz llama nivel inmediato de
incidencia: a) el nivel de la enunciacin, para l, acciones e informaciones, b) el nivel
de la argumentacin, intenciones y valoraciones, y c) el nivel de la interaccin, la
relacin con el otro (2001, 65).
Explica el autor estos niveles de incidencia a travs de un ejemplo cuyo comentario
sintetizamos a continuacin:
12
A la referencia Briz (2001) podramos sumar como precedente la de Briz (1996), esto es, la correspondiente a
su obra El espaol coloquial situacin y uso, en la que se presta especial atencin a todo lo que concierne al registro
coloquial.
145
MARA JESS BEDMAR GMEZ, FRANCISCA POSE FUREST
Ms extensamente:
13
En realidad, el grupo Val.Es.Co. ha desarrollado un modelo de anlisis que intenta conjugar tres modelos de
anlisis de la conversacin (Gallardo: 1993, 13):
- El analisis del discurso de la escuela de Birmingham (acto <movimiento <intercambio <transaccin <leccin).
- La pragmtica dialgica de la Escuela de Ginebra y de Lyon: historia conversacional <episodio <intercambio
intervencin <acto.
- Anlisis de la conversacin de los etnometodlogos H. Saks y E. Schegloff, que privilegian el anlisis de turno
y la secuencia.
Se reconoce especialmente su conexin con la escuela de Ginebra: las aportaciones de la escuela ginebrina han
tenido frutos en distintas lenguas, y particularmente, en el caso del espaol, a travs de las aportaciones del grupo
Val.Es.Co, dirigido por Briz (Fuentes, 2000, 14 y 76).
14
Precisamente a los dos ltimos pilares tericos, Anlisis de la conversacin y teoras que parten de Grice, hace
referencia Portols como fundamentos que l mismo sigue en su Pragmtica para hispanistas (2004, 15).
15
El trmino lo utiliza Briz (2001) en el ttulo de su obra El espaol coloquial en la conversacin. Esbozo de
pragmagramtica.
146
SOBRE ANLISIS DEL DISCURSO Y SINTAXIS
16
A. Pomeranz fue discpula de Sacks. La autora, junto con otros discpulos de Saks como Jefferson y Schenkein,
contribuy al desarrollo del proyecto de su maestro: llevar a cabo un estudio descriptivo, naturalista y emprico de la
conducta humana (Pomeranz: 2000, 106).
147
MARA JESS BEDMAR GMEZ, FRANCISCA POSE FUREST
17
Creemos preferible tratar los principios y mximas reguladores de la conversacin juntamente con los
contenidos del tema III, Constantes y estrategias del registro coloquial en la conversacin, a propsito de la
dimensin explicativa interaccin (en la que tambin concurren los contenidos del tema IV. Estrategias
conversacionales. Planes y metas). Como Briz mismo dice (2001, 43) Algunas aproximaciones discursivas han
pretendido fijar los principios que controlan y explican el desarrollo de la conversacin como conducta social, como
negociacin o argumentacin o como estructura. Vindolo as, los contenidos sobre principios y reglas
conversacionales no entraran en el nivel conversacional puramente estructural.
18
Aparte de la ratificacin de sus ideas, el artculo en cuestin pretende demostrar la existencia de lo que la
autora denomina huecos funcionales del enunciado. Para ello, metodolgicamente, entiende primero el trmino
funcin en el sentido constitutivo que dicho trmino posee, es decir, relacin establecida entre una expresin
148
SOBRE ANLISIS DEL DISCURSO Y SINTAXIS
- el yo enunciador
- el acto de decir (yo digo)
- la relacin decir con dictum
- la adecuacin del dictum a la intencin del yo
- la adecuacin del dictum al contexto (Fuentes, 2005b, 41)19
lingstica y el conjunto en el que se integra; y, a continuacin, extiende su valor al mbito del enunciado,
utilizndolo como se hace habitualmente en sintaxis funcional cuando se aplica a la oracin. El resultado es que da
entrada a otras funciones no consideradas hasta ahora (Fuentes: 2005, 36). A su modo de ver, las funciones que
desempea una oracin o sintagma dentro de un mismo enunciado pueden ser:
Slo a las funciones nucleares, esto es, aquellas que funcionan en el entorno oracional, se les aplican relaciones
de interdependencia, subordinacin, coordinacin.
Los complementos marginales no estn sometidos a dichas reglas; es preferible verlos estructurados siguiendo la
dicotoma integracin/no integracin (entindase el trmino integrado en correspondencia con un nico enunciado/no
integrado: existencia de dos enunciaciones). La integracin conlleva una conexin muy estrecha: un mismo contorno
enunciativo, la cadencia aparece al final, las pausas son ms breves y todos los elementos forman parte de una misma
estructura sintctica.
Presentar un elemento como integrado o no dentro de un enunciado es un rasgo de eleccin en la enunciacin. En
contra de la opinin de otros autores, como Jimnez Juli, que considera a los complementos externos como
modificadores de la oracin (que sigue existiendo sin ellos), Fuentes entiende que es el momento de superar criterios
sintcticos de este tipo y de emprender otras explicaciones: sin modalidad no habra enunciado y sin marcar la
estructura informativa, tampoco. De ah que a) se decante por incluir las funciones perifricas como no integradas
(pero dentro del enunciado), ocupando distintos huecos funcionales del enunciado (sometidas a la oposicin
integracin/no integracin); y b) las funciones nucleares (coordinacin, subordinacin, interdependencia) como
integradas dentro del enunciado.
19
Sobre la especificidad de los trminos, cfr. 2.2.3.
149
MARA JESS BEDMAR GMEZ, FRANCISCA POSE FUREST
manifestada como un solo acto de enunciacin, con una intencin de cierre y completa
en cuanto a su contenido, lo cual, a su vez, se manifiesta mediante la entonacin
(2005b, 35).
La propuesta metodolgica de Fuentes avanza, pues, en la direccin de integracin
del enunciado y, en definitiva, hacia una organizacin jerrquica, modular, del texto.
Aunque ms adelante entraremos en la cuestin, digamos ya que el texto o discurso
es para Fuentes la unidad mayor del encuentro comunicativo, la unidad en cuyo inters
confluyen los nuevos caminos abiertos por la Lingstica. El texto es un todo
organizado jerrquicamente: el mdulo jerrquico es una organizacin estructural, base
de todos los componentes que se acoplan a ella (Fuentes: 2000, 21 y 50). En l se
distinguen:
20
Cfr. la parte final del Propsito.
150
SOBRE ANLISIS DEL DISCURSO Y SINTAXIS
siguiente: a) ya F. Dane en 1974 haba indicado que hay una progresin temtica en el
texto; b) en 1994 M.A. K. Halliday considera la unidad entonativa como la base o
unidad de la informacin; y c) hay una unidad informativa que es la que define la
oracin como mensaje, frente a la que presenta la oracin como intercambio o como
acto (lo destacamos en cursiva)21. Son stas tres dimensiones de un todo que se
interrelacionan para constituir el significado. Por tanto, segn Fuentes, la dimensin
informativa forma parte del significado de la oracin.
Pero la organizacin informativa no slo pertenece a la oracin, como acaba de
decirnos, o al enunciado, como se desprende de lo dicho ms arriba (niveles de
estructuracin del enunciado: el dictum presenta dos macroestructuras, la informativa y
la argumentativa), sino que va ms all. Comprobemos:
[] el hablante expone su intencin en una organizacin lingstica que lleva tambin una
organizacin informativa, a la que se adecua, y en virtud de la cual se organizan las
estructuras fonolgica, sintctica y semntica del texto. Esta organizacin informativa
depende tambin de lo que el hablante cree que el oyente sabe. Y se manifiesta en el plano
ms global, el macroestructural (organizacin de enunciados y prrafos) y en el
microestructural [organizacin y estructuracin de la oracin, estructura fonolgica, sintctica
y semntica]. Lo mismo que el orden y las secuencias tonales y entonativas (por tanto, la
distribucin de las pausas) de los elementos de la oracin se adecuan a la estructucturacin
informativa que hace el hablante (Fuentes, 2000, 55).
21
De manera tambin sencilla nos dice Herrero (1996, nota 4): el acto de habla es la unidad de la pragmtica (y
tambin: es la unidad bsica de la pragmtica enunciativa), la oracin es la unidad sintctica y el enunciado, la
unidad discursiva.
151
MARA JESS BEDMAR GMEZ, FRANCISCA POSE FUREST
2.2.4. La organizacin jerrquica del texto. Las partes del texto y la tipologa de
los textos
Con el fin de cumplir con el objetivo de mayor alcance, la construccin del texto en
prrafos, propone Fuentes contemplar la propia organizacin lingstica del discurso, su
organizacin jerrquica: las partes del texto y la tipologa de los textos.
Para llevar a cabo la organizacin jerrquica del texto, toma la autora como
referencia las ideas de Roulet (las comenta, las selecciona y da su parecer al respecto,
Fuentes: 2000)22. Roulet establece la estructura jerrquica del discurso como propuesta
para analizar conversaciones orales y, posteriormente, describe su organizacin
jerrquica, modular (1991, 1997, 1998)23.
En 1991 distingue este autor cinco rangos en la estructura del discurso. De manera
que el mdulo jerrquico que plantea se organiza como sigue: incursin (delimitada por
la interaccin entre los interlocutores, que se analiza en una o varias transacciones
secundarias de apertura o cierre y una o varias principales); transaccin (delimitada por
el tratamiento de un tema dado, que se analiza en uno o varios intercambios
coordinados); intercambio (que se analiza generalmente en tres intervenciones, ligadas
por funciones ilocutorias iniciativa y/o reactiva, pero que puede ser prolongada por la
produccin de reacciones negativas); intervencin y acto de discurso. En el acto de
discurso incluye, aunque no de manera claramente delimitada, los semi-actos, las
clusulas y las unidades discursivas secundarias de funcin interactiva <<a propsito>>.
Haremos un inciso aqu para indicar que nos interesan especialmente estas sub-
unidades por la posible utilizacin que de ellas podamos hacer en el anlisis de las
construcciones truncadas (Bedmar: 2007). De alguna manera estas sub-unidades
(Bedmar: 1987, cfr. supra, nota n 6) pueden relacionarse con los segmentos discursivos
anacolticos e incluso tambin con los que Portols denomina miembros discursivos
(2004, 55). Ms exactamente, creemos que su entidad entra en correspondencia con los
que Briz y el grupo Val.Es.Co. (2003) denominan subactatos24.
Hemos enumerado los rangos propuestos por Roulet porque nos interesa, sobre todo,
ver sus equivalencias con los rangos de Fuentes (2000, 21). Las correspondencias son:
22
Queremos recordar aqu cmo Briz incluye la organizacin del texto de Roulet entre los principios y mximas
reguladores del discurso (con esta anotacin tendremos ms elementos de juicio para llevar a cabo nuestra valoracin
en el punto siguiente).
23
Respectivamente, Vers une approche modulaire de lanalyse du discours, Cahiers de Linguistique Franaise,
12, pgs. 53-81; A modular approach to discourse structures, Pragmatics, 7:2, pgs. 125-146; y Un modelo y un
instrumento de anlisis de la complejidad de la organizacin del discurso, I Simposio Internacional de Anlisis del
discurso, Madrid, pgs. 20-22, IV.
24
El grupo Val. Es.Co (2003, 7-61) ha realizado un exhaustivo trabajo titulado Un sistema de unidades para el
estudio del lenguaje coloquial, que recoge, ampla y desarrolla ideas que ya le venan dando un perfil propio como
grupo. De gran inters para nosotros es la parte destinada a la exposicin terico-prctica relativa a la nocin de acto
y subacto. A su modo de ver, el acto es la Unidad estructural monolgica, jerrquicamente inferior a la intervencin,
de la que es su constituyente inmediato, que posee las propiedades de aislabilidad e identificabilidad en un contexto
dado (2003, 31). Por su parte, el subacto es considerado como constituyente inmediato del acto, de manera que un
acto puede llenarse con un solo segmento informativo o estar integrado por dos o ms segmentos (2003, 45). El
subacto se define como Unidad monolgica estructural, constituyente inmediato del acto, caracterizada por
constituir un segmento informativo e identificable en una conversacin (2003, 47). Sobre los criterios de
reconocimiento de los subactos, se pone de manifiesto que los criterios de carcter prosdicos son marcas esenciales
a las que tiene que recurrir el analista. Acerca de esta ltima cuestin, vid. el tratamiento particularizado que le dedica
Hidalgo (2006, 129-151) en su artculo Estructura e interpretacin en la conversacin coloquial: el papel del
componente prosdico.
La conexin entre segmentos discursivos (anacolticos) o sub-unidades, miembros discursivos, semi-actos y
subactos se establece en Bedmar (2007), en el artculo titulado Fonologa oracional y fonologa del enunciado (De
T. Navarro Toms y A. Quilis a A. Hidalgo). En prensa.
152
SOBRE ANLISIS DEL DISCURSO Y SINTAXIS
Las secuencias se combinan para formar los textos bien sea en coordinacin, bien en
incrustacin o insercin, mecanismos estos relacionados generalmente con la
argumentacin (Fuentes: 2000, 309). De modo que la argumentacin tiene, en
definitiva, un papel de suma importancia, sobre todo, teniendo en cuenta que la
argumentacin, al igual que la informacin, es una dimensin connatural al texto, est
marcado o no al respecto. Esto permite que la narracin, por ejemplo, se subordine a la
descripcin (y tambin puede ocurrir lo contrario); igualmente, los dilogos pueden
usarse argumentativamente. Por esta razn habla Fuentes de dimensin argumentativa
en los textos y no en las secuencias25.
25
La autora (Fuentes: 2000, 310) presenta un cuadro bastante pedaggico en el que pone en relacin el tipo de
texto, segn su clasificacin externa, y el tipo de secuencias que en cada tipo de texto predominaran.
153
MARA JESS BEDMAR GMEZ, FRANCISCA POSE FUREST
154
SOBRE ANLISIS DEL DISCURSO Y SINTAXIS
a) Lo que tiene que ver con el registro coloquial oral y con su manifestacin
prototpica, la conversacin.
b) Su inters por la conversacin espontnea, tipo de discurso representativo del
registro coloquial oral.
c) Lo referente a los niveles monolgico y dialgico, con sus correspondientes
unidades (visin estructural y jerrquica de de la conversacin, dimensin
interactiva).
26
Sobre antecedentes de la cuestin, vid. A. Narbona Sintaxis coloquial problemas y mtodos, especialmente
nota n 56. El art. fue publicado en LEA, X, 1988, pgs. 81-106 y ms tarde recogido en su ya clsica obra de 1989,
Sintaxis espaola, nuevos y viejos enfoques, Barcelona, Ariel, pgs.149-169. Frente a lo que por entonces Narbona
abordaba desde lo terico, vid. el estudio prctico de Bedmar (1987). De este trabajo se hace eco A. M. Vigara (1992)
en su Morfosintaxis del espaol coloquial, Madrid, Gredos, publicada luego, en 2005, como Morfosintaxis del
espaol coloquial. Esbozo estilstico, Madrid, Gredos (2 edicin). Para Bedmar (1988) estos procesos, en apariencia
descuidados, siempre responden a tcnicas elaboradas y asentadas desde mucho antes que apareciera la escritura,
tcnicas que ajustan el decir en un momento dado al resto de las instancias del propio discurso.
27
El declogo de Ll. Payrat para la que podramos denominar <<gramtica de la conversacin coloquial>>
(1992, 146-47) incluye: complementacin del canal verbal con cdigos paralingsticos; aplicacin de mltiples
recursos entonativos; abundante presencia de regularizaciones, simplificaciones y analogas gramaticales; grado muy
elevado de redundancia; alta frecuencia de marcadores discursivos interactivos; alto grado de referencia exofrica;
vocabulario especfico; estructuracin gramatical especfica; alta frecuencia de recursos expresivos.
155
MARA JESS BEDMAR GMEZ, FRANCISCA POSE FUREST
- Secuencia de apertura
- Cuerpo de la conversacin, que puede contener un nmero indeterminado de
secuencias
- Secuencia de cierre
28
Esas secuencias pueden variar de una cultura a otra, pero en todas se dan rituales particulares para la apertura y
el cierre de las conversaciones (Hidalgo: 1997, 35-36, nota n 25). Sobre estas secuencias, vid. as mismo Briz: 2001,
56.
29
Cfr. la parte final del apartado correspondiente al Propsito.
30
Ibdem.
31
En esta la lnea de pensamiento se desenvuelve el autor (Hidalgo: 2006, 131):
No hay mensaje completo sin presencia de recursos prosdicos (o suprasegmentales), o lo que es lo mismo, de
entonacin [] los mecanismos prosdicos permiten el avance discursivo en toda circunstancia, ya que adems de
derivar del emisor, tales recursos miran hacia el receptor, esto es, adquieren relevancia en la medida en que este ve
en la actuacin lingstica del emisor sus expectativas comunicativas.
156
SOBRE ANLISIS DEL DISCURSO Y SINTAXIS
32
En paralelo, en relacin con el concepto de acto, vid Hidalgo (2006, 139) y tambin Bedmar (2007).
33
Preferimos hacerlo en este apartado, segn explicamos a propsito de los contenidos de la pragmagramtica.
34
Un ejemplo al respeto:
A: quieres un bombn?
B: s, gracias
C: sabes que te sientan mal
Vid. Briz: 2001, pgs. 148 ss.
35
A falta del anlisis de casos del Corpus PRESEEA-Granada, vemoslo directamente en el texto oral a travs de
un ejemplo tomado del corpus analizado por Bedmar (1987 y 2005) a propsito de sus trabajos sobre el anacoluto:
Ej. (2): / pues ya hemos / recuperado el alijo / lo que vala y lo que importaba el alijo / y lo que nos echaron de multa
ya lo hemos recuperado eran unos estraperlistas / en gordo // as que* // luego all [...] (H.EM.I.).
157
MARA JESS BEDMAR GMEZ, FRANCISCA POSE FUREST
2.4.1.2.3. Finalmente, tambin en ese mismo campo, nos interesan las estrategias de
conexin (coherencia interna, cohesin explcita entre enunciados) y argumentacin,
pero no tanto, como cabe esperar, entre enunciados, sino en el interior de la secuencia
segmentada que nosotros consideramos como un nico enunciado, la secuencia
anacoltica. Habr que estar atentos a la conexin entre la parte primera fracturada
(segmento inicial) con el resto de la secuencia, especialmente a la conexin del
metasegmento con el segmento inicial. Nos referimos especialmente a la conexin a
travs de marcadores de carcter argumentativo, conclusivo, como es el caso del
conector pragmtico entonces o el de contraste, pero37.
Vistos los anteriores segmentos (segmento inicial, metasegmento) operativamente
en su valor pragmtico estricto ( 2.2.4., nota n 24), de lo que se trata es (Bedmar:
2007) de conectar semi-actos (Roulet: 1991) o subactos (Briz y Grupo Val.Es.Co.:
(Mantenemos la numeracin de la autora tanto en este como en los ejemplos que se reproducen en las notas n 36
y n 37).
36
Tomamos los ejemplos nuevamente del corpus de Bedmar:
-Casos de despersonalizacin de quien est en posesin del acto de decir:
Ej.(20): // entonces yo dije cuando yo / os diga*/ <<os digan que a levantarse vosotros lo que hacis [...]>>/
(H.V.I).
Ej. (27):// l tambin lo cuenta porque claro l estaba pero* / <<y dicen no ser tanto como dicen>> // (M.V.I.).
- Caso contrario, el relieve o intensificacin del Yo:
Ej. (34): Sobre el ftbol y eso, pues la gente* , <<o sea, yo personalmente s voy desde pequeo a Sevilla>>.
(H.J.C).
-Inclusin del t (del interlocutor: de usted en este caso):
Ej: (25): han pasado por m* / <<pues ver en treinta y tres aos lo que habr pasado por mis manos>> /
(M.V.C.).
37
Comprobemos (los ejemplos estn tomados del mismo corpus):
Ej. (8): / esto tambin tiene mucho que ver porque estos nios* / que por supuesto tienen un fracaso escolar /
pero tienen un fracaso escolar porque se ha sustituido el tener demasiadas normas / por el no tener ninguna no /
<<entonces / eh /en los centros yo creo que pasa lo mismo no>> / (H.EM.C.).
Ej. (13): pero el que va all* [a la feria del Rocio] precisamente porque son tpicos elementos populares, no?,
<<entonces pues se oye verdadero cante flamenco>> (H.J.C).
El conector articula y orienta argumentativamente dos o ms [enunciados] partes fracturadas de un mismo
enunciado en una estrategia nica. Por ejemplo entonces, en espaol, puede sealar una conclusin respecto del [acto]
subacto precedente. Del mismo modo, pero, colocado entre dos [actos] subactos indica que el primero lleva una
intencin comunicativa opuesta al segundo, englobndose en una estrategia nica de oposicin o restriccin sobre lo
dicho (en un anterior o anteriores subactos).
Nota adicional: donde Briz (2001,181) pone dos o ms enunciados, nosotros hemos puesto partes fracturadas;
y, donde pone acto, nosotros hemos introducido de acuerdo con nuestra propia concepcin de los segmentos
(discursivos) anacolticos la consideracin de subacto, asumiendo, desde el punto de vista pragmtico, la
concepcin y la terminologa de Briz y Grupo Val.Es.Co (2003) y, previamente, habiendo asumido la concepcin de
semi-acto de Roulet (1991); lo que viene a coincidir, desde el punto de vista de la pragmtica discursiva, con nuestro
segmento discursivo (cfr. la nota n 6 y n 24).
Igualmente, a propsito de pero:
Ej. (5): / y como cae mal la pesca y no vivimos ms que / de eso*/ <<pero claro nos tenemos que apaar>>/
(M.EM.I.).
Ej. (6): / pero ahora ya / tengo otros dos bares aqu / que me han puesto al lado / mucho mayores / claro con
ms / lujo / ms modernos / y claro pues* / <<pero claro / yo tengo la gente mayor>>/ H.V.I).
El rasgo comn de ambos conectores consiste en ser marcas a favor del constituyente que introducen, en cuanto a
la fuerza conclusiva o argumentativa, respectivamente: <<este es el argumento vlido en el que me apoyo>> (idem).
158
SOBRE ANLISIS DEL DISCURSO Y SINTAXIS
2003, e Hidalgo: 2006)38; o bien de enlazar segmentos discursivos, entendidos ahora los
citados segmentos (y por extensin tambin el inciso) desde el punto de vista de la
pragmtica enunciativa.
La denominacin segmentos discursivos, la emplea y propone ya Bedmar
anticipando, respecto de las estructuras anacolticas, su perspectiva pragmtica y
tambin la discursiva en 198739 y luego la ratifica en 2005.
Portols (2004, 55) utiliza la denominacin miembro discursivo, con funciones an
por precisar, si bien, por ejemplo, avanza sobre el terreno y dice que los miembros
discursivos vendran a representar segmentos discursivos all, por ejemplo, donde no
quepa hablar de oposicin entre enunciados (lo que, sin duda, viene a coincidir con
nuestro criterio).
Sobre semi-actos y subactos nos remitimos a lo dicho en el 2.2.4., nota n 24.
38
Este enfoque nos ha llevado a darle un nuevo giro a la definicin del anacoluto (Bedmar: 2007).
39
As queda expresamente recogido en Bedmar (1987, 78). A modo de muestra, con referencia a la propia
definicin del anacoluto: El anacoluto es un fenmeno propio de la lengua hablada, el cual puede explicarse como
fenmeno textual que resulta de la adaptacin de las necesidades expresivas del hablante a los factores pragmticos
del discurso en el momento de su enunciacin.
40
Queremos apuntar que, bsicamente, preferimos enmarcar la funcin informativa como macroestructura del
dictum, al modo de Fuentes, integrndola, pues, en una organizacin jerrquica segn la visin modular del anlisis
del discurso; si bien, este encuadre de lo informativo en el panorama de la organizacin jerrquica nos aleja un tanto
de la postura de Briz, quien incluye la organizacin del texto (articulacin del discurso segn Roulet) entre los
principios y mximas reguladores del discurso (lo mismo que, de manera desglosada, hace con la funcin
argumentativa, a la que la incluye igualmente con los principios y mximas).
159
MARA JESS BEDMAR GMEZ, FRANCISCA POSE FUREST
a) un miembro reformulado
b) un marcador discursivo de reformulacin (opcional)
c) un miembro reformulador.
Por encima del nivel de anlisis del enunciado, entre las unidades generales
propuestas por Fuentes, aparece el prrafo. Nosotros no hablaremos de prrafo, unidad
en unas ocasiones equivalente a secuencia como conjunto de intercambios o grupo
amplio de intervenciones que responden a una unidad temtica; y, en otras ocasiones,
unidad vlida para recubrir directamente segmentaciones temticas homogneas que no
son dialogales. Lo que s haremos es situar por encima del nivel del enunciado,
especficamente en el del intercambio, el marco tpico de intercambio y el tpico
160
SOBRE ANLISIS DEL DISCURSO Y SINTAXIS
41
No entraremos aqu en todo lo que conlleva precisar las elecciones hechas respecto del no uso del prrafo y
respecto de las denominaciones preferidas por nuestra parte, marco tpico de secuencia y tpico de secuencia, pero s
anotaremos lo siguiente:
1) No emplearemos la denominacin prrafo. Como hemos visto, la autora considera el prrafo como unidad de
segmentacin del texto inferior a la secuencia (unidades generales, cfr. Fuentes: 2000, 308). La entidad prrafo la
emplea tanto para la segmentacin del texto escrito como para la del texto oral coloquial. En esta doble vertiente el
prrafo es susceptible a) de acomodarse a segmentaciones puramente temticas (en lo escrito, por ej., divisiones de
un texto periodstico), b) de recubrir una secuencia o conjunto de intervenciones, o sea, un intercambio (por ej., en
un texto conversacional coloquial,). Cfr. (Fuentes: 2000) los casos prcticos propuestos y analizados en las pgs. 58 y
67. A nosotros nos basta la diferenciacin estructural de las unidades conversacionales para marcar los niveles de
anlisis en el texto conversacional, entrevista semidirigida; razn por la que podemos prescindir de su nocin de
prrafo, que posee un carcter multidimensional que no nos es necesario.
2) No usaremos la denominacin tpico de hablante dicho en singular de manera general como lo hace
Hidalgo, que aplica el trmino tanto al intercambio (mnimo) como al conjunto de intercambios (secuencia). Para l,
el tpico de hablante es el tpico discursivo. Nos decantamos por las denominaciones unvocas, creemos marco
tpico de intercambio y tpico discursivo de intercambio. El autor se refiere al hecho de que el tpico discursivo
puede, en ocasiones, coincidir con el nivel de la intervencin, aunque no nos ofrece ejemplos al respecto (en este caso
s que la nocin de tpico habra que ponerla en relacin con un solo hablante). Nosotros trataremos de hallarlo en
nuestro material y de presentarlo de acuerdo con nuestros criterios.
3) Tampoco se usar la denominacin paratono (paratono, tpico discursivo o tpico de hablante, segn la triple
equivalencia establecida por Hidalgo), ya que no nos movemos en el mbito prosdico.
4) De Hidalgo adoptaremos la nocin de marco tpico para ponerle etiqueta a la entidad abstracta aquello de lo
que se habla. Nosotros la utilizaremos en doble medida: marco tpico de intercambio y marco tpico de secuencia.
Llegado el caso, habramos de utilizarla tambin respecto de la intervencin.
42
Anotaciones:
1) No elegiremos, como alternativa, la denominacin tpico de prrafo segn hace J. Gonzlez
(prrafo=secuencia). Este autor es consciente de que se est utilizando un trmino propio de la lengua escrita para
identificar una unidad propia de la lengua oral:
Puede parecer una contradiccin afirmar que los prrafos orales tambin existen, son secuencias, dado que el
vocablo prrafo, etimolgicamente, significa escrito al lado, y por consiguiente remite al lenguaje escrito. As
opina, por ejemplo, Olivares (1982), quien alude a la inconveniencia de utilizar este trmino para referirse a la
oralidad. Sin embargo, lo cierto es que, en nuestros das, los prrafos se marcan formalmente mediante un espacio en
blanco que denota, precisamente, la ausencia de escritura, y no por ello han dejado de llamarse as, a pesar de que la
etimologa no responde a la realidad de los datos lingsticos actuales. De hecho, la propia Olivares admite que
palabras como parrafada, parrafear o parrafeo se han incrustado en la lengua hablada. Hay quien ha buscado otras
formas de referirse a los prrafos orales (Olivares explica que algunos lingistas britnicos utilizan el vocablo
paratono), para distinguirlos as de los escritos, pero nosotros los vamos a llamar prrafos orales por las
transparencia de estos trminos (Gonzlez: 2002, 66).
2) De Gonzlez (2002) tomamos la visin que da de tpico de prrafo. Nosotros la haremos equivaler a tpico
de secuencia. Gonzlez justifica la existencia del tpico de prrafo desde el punto de vista psicolgico y lingstico,
al igual que hace con el propio prrafo. Mutatis mutandi, lo que l denomina tpico de prrafo viene a coincidir con
el que denominamos tpico de secuencia. An as, como ya hemos sealado en el caso de Fuentes, no vemos la
necesidad de acudir a la etiqueta prrafo, dada la procedencia oral-coloquial de nuestros textos. Igualmente, en su
caso, la nocin habra de aplicarse a la intervencin.
161
MARA JESS BEDMAR GMEZ, FRANCISCA POSE FUREST
E: Es que yo estudi en ese colegio y<(:)> <simultneo> JA=<ftico> claro < /simultneo> con un profesor
llamado <simultneo> <risas=> JA: <volumen bajo> como yo < /volumen bajo> < /simultneo> <nombre
propio> Juan Antonio Moya < /nombre propio> <risas=> J <nombre propio> Juan Antonio Moya Corral <
/nombre propio> JA = s<(:)> < /simultneo> por eso deca antes <suspensin voluntaria> bueno y <(:)> despus
162
SOBRE ANLISIS DEL DISCURSO Y SINTAXIS
E: <(ts:)> Bien/ y<(:)>/ bueno pasando un poco del terreno<(:)> profesional que
no<(:)> todo va a ser trabajo// <(e:)> un <vacilacin> vamos a tocar ahora<(:)>/
algn que otro tema/ <(e:)> ms<(:)> relajado/ qu te gusta// hacer en tu tiempo
libre?45
Etc.
a. Cuestiones que tienen que ver con el registro oral coloquial y con tipos de texto,
conversacin espontnea y entrevista
b. Cuestiones que se implican en la misma segmentacin estructural de la
conversacin: niveles monolgico y dialgico.
c. Cuestiones que tienen que ver con la interaccin: el propio objeto de estudio
(sintaxis fragmentada) y la aplicacin de principios y mximas conversacionales
para la construccin del sentido del enunciado (criterios de interpretacin).
ya tu etapa en <nombre propio> Granada<(:)> < /nombre propio> <(e:)> tu tesis doctoral y<(:)> despus
<suspensin voluntaria>.
I: Pues nada ya<(:)> vinieron las oposicione<(:)>s estuve<(:)> haciendo las malditas oposiciones en<(:)>
<nombre propio> Madrid < /nombre propio> y<(:)> bueno pue<(:)>s al final pues son la flauta y<(:)> saqu
las primeras oposiciones y<(:)> despus ya al cabo de los aos mil pue<(:)>s fueron las segundas.
E: Y<(:)> <risas=> bueno y en <nombre propio> Granada < /nombre propio> yo creo que<(:)> es
donde<(:)> ahora t te ests realizando totalmente porque<(:)> tu profesin y tu cargo ahora exigen mucho cuntanos
de esas cosas.
45
Comprese con el tpico de prrafo de G. Gonzlez (2002, 155):
Et assi murio ell emperador Gayo Calligula desque ouo regnado quatro annos. E agora dexa aqu la estoria de
fablar del, et cuenta de Claudio que regno en su logar (118: 39-43).
Fueron en el su tiempo martiriados estos martires: Sant Timoteo, Sant Eutices, Sant Victorino, Sant Maro, otro
Sant Victorino obispo. Mas agora dexa aqu la estoria de contar de Nerua et cuenta dell emperador Traiano
(142a: 24-29).
163
MARA JESS BEDMAR GMEZ, FRANCISCA POSE FUREST
46
Tomamos la denominacin de Hidalgo (1997, 99 ss.), cfr. su anlisis de paratonos,
164
SOBRE ANLISIS DEL DISCURSO Y SINTAXIS
FINAL
REFERENCIAS BIBLIOGRFICAS
47
Desde luego, la pieza clave en esta tarea es la unidad enunciado. En su artculo Hacia una sintaxis del
enunciado, Fuentes (2005b) nos dice que la enunciacin es el acto de producir enunciados, en tanto que la oracin
es la mxima unidad construida en el cdigo. La enunciacin es el acto de producir enunciados, luego el enunciado
invirtiendo el presupuesto es el producto del acto de la enunciacin. El enunciado es, como decamos, una unidad
que posee una estructura interna que debemos describir y conectar con otros enunciados, para construir las unidades
superiores (sobre la consitucin en rasgos estructurales del enunciado, cfr. Bedmar: 2007).
165
MARA JESS BEDMAR GMEZ, FRANCISCA POSE FUREST
Briz, y Grupo Val.Es.Co. (2003): Un sistema de unidades para el estudio del lenguaje
coloquial, Oralia, vol. 6, 2003, pgs. 7-61.
Dane, F. (1974): Functional Sentence Perspective and the organization of the text, en
F. Dane: Papers on Functional Sentence Perspective, The Hague, Mouton, pgs.
106-128.
Fuentes, C. (2000): Lingstica pragmtica y Anlisis del discurso, Madrid, Arco
Libros.
Fuentes, C. (2005a): La lingstica de la comunicacin y la sintaxis, en Pragmtica y
Enseanza de la Lengua Espaola. Actas de las X Jornadas sobre la Enseanza de
la Lengua Espaola. Universidad de Granada. Granada, pgs. 15-36.
Fuentes, C. (2005b): Hacia una sintaxis del enunciado, LEA XXVII/1, pgs. 33-59.
Fuentes, C. y E. Alcaide (2002): Mecanismos lingsticos de la persuasin, Madrid,
Arco libros.
Gallardo, B. (1993): Lingstica perceptiva y conversacin: secuencias, Universidad de
Valencia.
Gonzlez, J. (2002): Prrafo y tpico en la Estoria de Espaa de Alfonso X, Madrid,
UAM.
Glich, E. y T. Kotschi (1987): Les actes de reformulation dans la consultation La
dame de Caluire, en P. Bange, ed., Lanalyse des interactions verbales. La dame de
Caluire: une consultation, Berna, Peter Lang, pgs. 15-81.
Halliday, M.A.K. (1994): An Introduction to Functional Grammar, 2 ed., Londres, E.
Arnold.
Halliday, M.A.K. y R. Hasan (1976): Cohesin in English, Londres, Long-man.
Halliday, M.A.K. (1989): Language, context, and text: aspects of language in a social-
semiotic perspective, Oxford, Oxford University Press.
Herrero, G. (1996): La importancia del concepto de enunciado en la investigacin del
espaol coloquial: a propsito de enunciados suspendidos en BRIZ et alii (eds.),
Pragmtica y gramtica del espaol hablado, Zaragoza, Prtico. Este artculo es
producto de la revisin y ampliacin de otro anterior: Herrero, G. (1991): Anlisis
de una constante sintctica del espaol coloquial: la construccin suspendida, en
Hispania Journal, 12, 2, pgs. 325-340.
Hidalgo, A. (1997): La entonacin coloquial. Funcin demarcativa y unidades de
habla, Anejo n XXI de Cuadernos de Filologa, Departamento de Lengua espaola,
Facultat de Filologa, Universitad de Valncia.
Hidalgo, A. (2006): Estructura e interpretacin en la conversacin coloquial: el papel
del componente prosdico, RFULL, pgs. 129-151.
Lindenfeld, J. (1772): The social conditioning of syntatic variation in french en
Fishman, J.A. (ed.), Advances in the sociology of language, The Hague, Mouton,
pgs. 77-90.
Narbona, A. (1988): Sintaxis coloquial problemas y mtodos, LEA, X, pgs. 81-106.
Olivares, C. (1982): El prrafo: estructura y funcin, Cuadernos de Investigacin
Filolgica, vol. VIII, n 1 y 2, pgs. 17-37.
Payrat, Ll. (1992): Pragmtica y leguaje cotidiano. Apuntes sobre el cataln
coloquial, Revista de Filologa Romnica, 9, pgs. 143-53.
Pomerantz A. y B. J. Fehr (2000): Anlisis de la conversacin: enfoque del estudio de
la accin social como prcticas de produccin de sentido en VAN DIJK, T, El
discurso como interaccin social. Barcelona, Gedisa.
166
SOBRE ANLISIS DEL DISCURSO Y SINTAXIS
167