2 E22
2 E22
2 E22
Ao 2 Volumen 22
Penal
rea Especial delmes
Especial del mes Criminal compliance
Contenido
COMENTARIO 1 IMME ROXIN: Problemas y estrategias de la asesora de compliance en la empresa 44
CARMEN RUIZ BALTAZAR / WALTER PALOMINO RAMREZ: Incorporacin de la responsabilidad penal
COMENTARIO 2 autnoma de las personas jurdicas en el dictamen sobre el nuevo Cdigo Penal: Ahora s necesito 62
un criminal compliance?
COMENTARIO 3 JAVIER SNCHEZ-VERA GMEZ-TRELLES: Las empresas tambin pueden cometer delitos: El Supremo 88
comienza a hablar
DOCUMENTOS Texto de la sentencia de Tribunal Supremo Espaol 93
COMENTARIO
Comentario
1. Introduccin
2. El objetivo de una asesora de compliance
3. El procedimiento para una asesora de compliance
4. Los problemas en una asesora de compliance
5. Los motivos para una asesora de compliance en las empresas
6. Cooperacin con la Fiscala incluso sin una sospecha inicial de las auto-
ridades judiciales?
7. Posibilidades de solucin
7.1. Deber jurdico-laboral de brindar informacin?
7.2. Qu sucede con el deber de instruir al interrogado sobre sus derechos
en aquellos casos en los que los abogados que realizan el compliance
interrogan a los trabajadores?
7.3. Prohibicin de valoracin probatoria respecto a la declaracin de
SUMARIO
un trabajador realizada sin que este haya sido informado sobre sus
derechos
7.4. Puede equiparar la tesis 3 del Bundesrechtsanwaltskammer los distintos
intereses de empleador y trabajador?
7.5. Propuesta de solucin propia
* Traduccin a cargo del Prof. Dr. Ral Pariona Arana y Gustavo Urquizo Videla.
** Abogada. Especialista en Derecho Penal Econmico.
COMENTARIO
Comentario
1. Introduccin
2. Qu es el criminal compliance?
3. Sanciones aplicables a las personas jurdicas y criminal compliance
3.1. La regulacin de la imposicin de consecuencias accesorias en el
Cdigo Penal
SUMARIO
COMENTARIO
Comentario
DOCUMENTO
TRIBUNAL SUPREMO
SALA DE LO PENAL
SENTENCIA
Sentencia N: 154/2016
Fecha Sentencia: 29/02/2016
Ponente Excmo. Sr. D.: Jos Manuel Maza Martn
SEGUNDA SENTENCIA
Voto Particular
RECURSO CASACION (P) N.:10011/2015 P
Fallo/Acuerdo: Sentencia Estimatoria Parcial
Sealamiento: 01/10/2015
Procedencia: Audiencia Nacional, Sala de lo Penal, Seccin 1 Secretara de Sala: Ilma.
Sra. Da. Sonsoles de la Cuesta y de Quero Escrito por: IAG
N: 10011/2015P
Ponente Excmo. Sr. D.: Jos Manuel Maza Martn
Fallo: 01/10/2015
Secretara de Sala: Ilma. Sra. Da. Sonsoles de la Cuesta y de Quero
TRIBUNAL SUPREMO
SALA DE LO PENAL
Excmos. Sres.:
D. Manuel Marchena Gmez
D. Cndido Conde-Pumpido Tourn
D. Andrs Martnez Arrieta
D. Julin Snchez Melgar
D. Jos Ramn Soriano Soriano
D. Jos Manuel Maza Martn
D. Miguel Colmenero Menndez de Luarca
D. Francisco Monterde Ferrer
D. Luciano Varela Castro
D. Alberto Jorge Barreiro
D. Antonio del Moral Garca
D. Andrs Palomo Del Arco
D. Perfecto Andrs Ibez
D. Juan Saavedra Ruiz
D. Joaqun Gimnez Garca
En nombre del Rey
La Sala Segunda de lo Penal, del Tribunal Supremo, constituda por los Excmos. Sres.
mencionados al margen, en el ejercicio de la potestad jurisdiccional que la Constitucin
y el pueblo espaol le otorgan, ha dictado la siguiente
SENTENCIA
En la Villa de Madrid, a veintinueve de febrero de dos mil diecisis.
Esta sala ha visto el recurso de casacin n 10011/2015-P, interpuesto por LUIS MO-
RENO JIMENA, CRISTOFER LPEZ MORENO, JOS LUIS GARCA RO-
DRGUEZ, JOS MANUEL BLASCO LZARO, TRANSPINELO SL, INVES-
TISSMENT TRANS SPAIN AFRICA y GEORMADRID MACHINERY SL,
recurrentes representados por los Procuradores Sr. Checa Delgado, Sr. Gonzlez Snchez,
Sr. Sanz Arroyo, Sra. Blanco Martinez y Sr. Sanz Arroyo, respectivamente, contra la sen-
tencia dictada por la Audiencia Nacional, Sala de lo Penal (Seccin 1), de fecha 17 de no-
viembre del 2014, que les conden por delitos contra la salud pblica, quebrantamiento
de medida cautelar y falsificacin en documento oficial.
Ha sido ponente el Excmo. Sr. D. Jos Manuel Maza Martn.
I. ANTECEDENTES
PRIMERO.- El Juzgado Central de Instruccin nmero 6 instruy Sumario con el n-
mero 19/2011 y, una vez concluso, fue elevado a la Audiencia Nacional, Sala de lo Penal,
Seccin 1 que, con fecha 17 de noviembre de 2014 dict sentencia que contiene los
siguientes HECHOS PROBADOS:
1.- Durante los aos 2.007 a 2.010, el procesado LUIS MORENO JIMENA haba sido objeto
de diversas investigaciones judicializadas relativas a la comisin de un delito contra la salud
pblica por trfico de estupefacientes de sustancia que causaba grave perjuicio para la salud
(cocana).
En dicho contexto se tramitaban ante el Juzgado de Instruccin num. 6 de Coslada, Diligencias
Previas 1902/2010 por presunto delito de blanqueo de capitales provenientes de actividad
ilcita relacionada con el trfico de sustancias estupefacientes.
El Ministerio Fiscal, al no aceptar dicho Juzgado el trmite de diligencias por delito de trfico
de estupefacientes, judicializ en el ao 2011 la investigacin inherente al mismo ante los
Juzgados Centrales de Instruccin de la Audiencia Nacional.
La actividad aqu denunciada, estaba dirigida por el procesado LUIS MORENO JIMENA,
persona que a travs de terceros, personas fsicas y personas jurdicas llevaba a cabo la misma
bajo su supervisin y toma de decisiones.
El procesado CRISTOPHER LOPEZ MORENO, alias CRIS, estaba relacionado con el
anterior por razones de parentesco (sobrino) y de dependencia, realizando labores en las
empresas TRANSPINELO S.L. e ITSA utilizadas por Luis Moreno Jimena para su ilcito
trfico, supliendo como persona de confianza a su to cuando este se ausentaba de Espaa,
disponiendo de efectivo y dando las rdenes oportunas para el trabajo.
Una de las personas jurdicas que ha sido objeto de enjuiciamiento, la entidad TRANSPINELO
era dirigida por Luis Moreno, si bien al frente de la misma formalmente apareca Cristofer
Lpez Moreno.
Otra empresa denominada ITSA asimismo era dirigida y financiada por Luis Moreno Jimena,
si bien apareca bajo la administracin nica de Iker Valencia Blasco, sobrino del procesado
Jose Manuel Blasco Lzaro y representada por Marcelino Barrios Montesa.
Ambas entidades participan en la forma que se dir en el envo de mquinas de obras pblicas
a Venezuela.
Por ltimo la entidad GEORMADRID MACHINERY que aparece como destinataria de las
mismas al ser devueltas a Espaa en la forma que se dir estaba administrada por Jos Manuel
Blasco Lzaro desde al menos 2.009.
El procesado JOSE LUIS GARCIA RODRGUEZ, tambin estaba relacionado con la
actividad ilcita de trfico de estupefacientes desarrollada por Luis Moreno Jimena, a quien
acompaaba en sus viajes al extranjero, auxilindole en la logstica de los viajes, desplazamientos
y preparacin de los envos.
Por su parte el procesado JOSE MANUEL BLASCO LAZARO, alias PIN, participaba en
la actividad ilcita de Luis Moreno Jimena, adems de la relacin antes citada, a travs de su
intervencin en la entidad INVESTISSEMENT TRANS SPAIN AFRICA S.A. (ITSA).
Esta entidad estaba administrada formalmente por una persona no procesada Marcelino Barrios
Montesa, persona del entorno de amistad y relacin del procesado Blasco Lazaro. Fue constituida
en Mali, con la finalidad de propiciar formalmente la actividad de venta de maquinaria de obras
pblicas. No obstante lo anterior, dicha empresa estaba dirigido de hecho por Luis Moreno Jimena,
persona que era quien tomaba las decisiones y aportaba el capital preciso para ello.
Estas entidades, en cuanto a las dos primeras realizaban actividades comerciales diversas,
no as la tercera citada a la que no se le conoce actividad, y eran utilizadas por Luis Moreno
Jimena para articular actividades de importacin y exportacin de mquinas en cuyo interior
se encontr sustancia estupefaciente como en el presente caso, actividades por las que se han
seguido procesos penales aparte en 2.006 y 2007.
Los procesados LUIS MORENO JIMNEZ Y VASLICA IRIMIA componan el ncleo
familiar directo del procesado Luis Moreno Jimena, siendo su hijo y su actual compaera
sentimental, sin que tuvieran participacin directa en las actividades de Luis Moreno Jimena.
En los primeros meses del ao 2.011, Luis Moreno Jimena y las personas que formaban su
organizacin, Cristofer Lpez, Jos Luis Garca y Jos Manuel Blasco, comenzaron los trmites
para el envo de mquinas a Venezuela, las que seran posteriormente reimportadas a Espaa
conteniendo droga en su interior.
Las mquinas, que figuraron a nombre de la entidad TRANSPINELO eran las siguientes:
Una excavadora cadena volvo, EC 390, color amarillo, serial de carrocera EC390V01068,
serial de motor TD103KAE82296760
Una excavadora de cadena, marca volvo, modelo EC90, color amarillo, serial de carrocera
EC390V01061, serial de motor TD103KAE282295558
Una volteo, tipo Roco, marca Moxi, modelo MT40, color amarillo, serial de carrocera 512052
y serial de motor 5556191
Una volteo, tipo Roco, marca Bell, modelo B40D6X6, color amarillo, serial de carrocera
AEB4118401ROOOI03, serial de motor 941.990.00.205440.
Con la finalidad de llevar a cabo tal operacin, Luis Moreno Jimena viaj a Venezuela los
das 7 y 8 de febrero de 2.011 via Frankfurt- Caracas, pas al que posteriormente acude Jos
Luis Garca Rodrguez, en 21.03.2011 para reunirse con l y proceder a la formalizacin
de la llegada de la maquinaria y preparar la introduccin de la droga en su interior para ser
reimportada a Espaa.
Ambos permanecieron en Venezuela hasta su vuelta a Espaa, realizada, por Jos Luis Garca
Rodrguez los das 8 y 9 de mayo de 2.011, y Luis Moreno Jimena el da 3 de junio de 2011 a
las 15.30 llegando al Aeropuerto del Prat (Barcelona) en vuelo Caracas-Frankfurt-Barcelona.
Jos Luis Garca Rodrguez adelant su viaje por haber sufrido Baslica Irimia un intento de
robo, posponiendo su vuelta Luis Moreno Jimena en varias ocasiones hasta efectuarla el da
citado.
Tanto Jos Luis Garca Rodrguez como Luis Moreno Jimena tenan prohibida la salida del
territorio nacional, sin otra autorizacin en el caso de Garca Rodrguez, que la de realizar
viajes concretos a Blgica, pero nunca a Venezuela.
El procesado Jos Luis Garca Rodrguez tena prohibida la salida del territorio nacional, ni-
camente se le otorg permisos de salida en marzo y mayo de 2011, para que pudiera acudir
por motivos laborales a Holanda y Alemania y sin embargo se desplaz a Venezuela. .
La organizacin citada que haba proyectado el envo de las maquinas citadas a Venezuela,
para all cargarlas de cocana en su interior y reenviar a Espaa con la sustancia estupefaciente
en las mismas, durante el mes de febrero de 2.011, los procesados Cristofer Lpez Moreno
y Jos Manuel Blasco Lzaro concertaron con la empresa CRISMAR, dedicada al trnsito
martimo, el transporte de las citadas cuatro mquinas de Espaa a Venezuela.
A tal fin con fecha 17 de Febrero de 2.011 se emiten las facturas A/1, A/2, A-3 y A-4 en las que
figura como exportadora la entidad ITSA, apoderada por Jos Manuel Blasco Lzaro, simulando
la venta de las mquinas citadas a la entidad MULTISERVICIOS Y MAQUINARA OP, con
direccin Avda. Guayana Galpn nm. 49 de Guaiparo en San Flix 8051, Venezuela, y cuya
presidenta era Yamily Marian Ahmad Maita. Ahora bien, las mquinas apareceran despus
como propiedad de la empresa EQUIPOS Y MAQUINARIAS PESADAS CA (EQUIPE
CA) al emitir dicha empresa una factura de venta ficticia a la mercantil JOYMACA.
Como quiera que la entidad ITSA, tena la sede en la Repblica de Mal, no era factible que
pudiera aparecer como exportadora desde Espaa, siendo necesaria la intervencin como tal
de una entidad con CIF y sede en Espaa.
Para poder llevar a cabo la operacin el procesado Cristofer Lpez Moreno aport los datos
correspondientes a la entidad TRANSPINELO, y procedi al cambio de las facturas antes
citadas en las que figuraba como exportadora la entidad ITSA por otras cuatro facturas A/962,
A/963, A/964 y A/965, en las que apareca como exportadora TRANSPINELO. No obstante
los documentos bill of lading siguen apareciendo extendidos a nombre de ITSA.
Otro problema que surge con la exportacin, consisti en que la exportacin temporal que
se pretenda de las mquinas no pudo llevarse a cabo, por lo que se modific la forma de
destino, por el de exportacin normal o definitiva, lo que finalmente llevo a la conclusin de
la operacin exportadora ante Aduanas de Espaa en 3 de Marzo de 2.011.
Dichas mquinas haban sido transportadas hasta el Puerto de salida en la ciudad de Santander
por encargo de TRANSPINELO desde Mejorada del Campo al referido puerto los das 21 y
22 de febrero de 2011 para su posterior embarque.
El da 5 de marzo las mquinas embarcaron en el Puerto de Santander en el buque Moming
Celine, con origen en Santander y destino Puerto Cabello (Manzanillo), Venezuela (Bill of
Landing ES 1084566 de esa fecha, aportado por la agencia martima EGVE).
Una vez llegadas las mquinas a Venezuela, recogidas por su destinataria MULTISERVI-
CIOS Y MAQUINARIA.OP, de la que era responsable la sbdita venezolana Yamila Marian
Ahmad Maita fueron bajadas del barco citado y salieron de la zona primaria del puerto el
da 27.04.2011, una vez en tierra, se transportaron a una nave-almacn denominado galpn
sealado con el num. 49 sito en la Avenida Guayana Urbanizacin Gualparo de San Flix
estado de Bolivar, en el que haba una vivienda en la que habitaba la citada Yamila, y del que
eran arrendatarios la citada Yamila y de Manuel Antonio Illarraza Sotillo tambin de nacio-
nalidad venezolana, procediendo a su manipulacin consistente en abrir huecos en el interior
de los brazos y otras partes de las maquinas realizando las oportunas aperturas y orificios y
creando dobles fondos y caletas que despus soldaron y volvieron a pintar tras llevar a cabo
la introduccin de la sustancia estupefaciente en los huecos resultantes.
Finalmente las maquinas son embarcadas en el barco Beautriumph, el da 4 de Junio de 2.011,
siendo desembarcadas por orden de la Autoridad competente venezolana en el muelle de Pala,
ubicado en San Flix, Venezuela, en donde se encontraban en custodia policial desde el da 5
de Junio de 2.011 por encontrarse dudosamente documentadas.
La mercantil que exportaba las mquinas era J y M C.A JOYMACA (RIF J-31565140-8) de
la que era administrador Manuel Antonio Illarraza Sotillo y en cuya plantilla figuraba Yamily
Muestra 7.- 7,75.- polvo verde.- 2- CB.- no tiene pureza, lista 2 del convenio del 71.
Muestra 8.- 3,60.- polvo verde.- 2- CB.- no tiene pureza, lista 2 del convenio del 71.
Muestra 9.-4,40.-polvo blanco.-2- CB.- no tiene pureza, lista 2 del convenio del 71.
Muestra 10.- 6,20.- polvo marfil cristalino. MDMA.- 68,1%. Muestra II.- 4,68.- polvo marfil
cristalino. MDMA.- 80,5%. Muestra 12.- 18,20.- polvo marrn verdoso, MDMA.- 67,7%.
Muestra 13.- 3,07.- polvo blanco cristalino. MDMA.- 78,9%.
Practicada entrada v registro el da 28/6/2011 (folios 2349 v ss) en la sede de TRANSPINELO,
en la Fundidores 6 de Velilla de San Antonio, se ocuparon los siguientes efectos;
Sobre una mesa las pertenencias del detenido Cristopher Lpez Moreno (mvil y llaves) y
las pertenencias del detenido Jos Luis Garca Rodrguez (3 telfonos mviles, unas llaves y
35,41 ).
Dentro de una vitrina de madera se encuentra una bolsa de MEDIA MARK conteniendo en
su interior multitud de paquetes de monedas de distintos valores:
- 9 paquetes con 25 monedas de 2 , 450 .
- 5 paquetes con 25 monedas de un euro, 125 .
- 5 paquetes con 25 monedas cada uno de 50 cntimos, 62,50 .
- 7 paquetes con 25 monedas cada uno de 20 cm, 35 .
- 4 paquetes con 50 monedas cada uno de 10 cntimos, 20 .
En un aparador de madera se encuentra documentacin relativa a la empresa KOBET De-
sarrollo y Cooperacin con Mercados Exteriores as como soporte informtico de la misma
empresa.
Tarjeta de Lufthansa a nombre de Luis Moreno Jimena.
Documentacin correspondiente a rea de Proyectos de Galera del Mueble. Aparecen 2
nombres: David Jimnez Garca y Sergio Snchez, con sus respectivos nmeros de mvil.
Carta dirigida a Luis Moreno y firmada por Marian junto con un plano de una vivienda
familiar en el municipio de autnomo Caron del estado de Bolvar.
3 telfonos mviles Nokia y 2 tarjetas MOVISTAR. Un sobre conteniendo un total de 440
drhams.
Un sobre conteniendo un total de 60 $ USA.
Tarjeta de visita de Jos Manuel Salinero, otra de ngel Bouzas de la empresa Airland Logistics
y otra de Antn Schroeder de la empresa Ritchie Bros. Nota manuscrita con el texto de Mara
Pilar Abad Arroyo magistrado de la audiencia Provincial de Madrid y un nmero de telfono
con el nombre de Nacho. Pendrive.
Documentacin varia.
Documentacin en una carpeta rotulada como FACTURA ITSA. Documentacin consistente
en correos electrnicos, tras etc.
Caja de Blackberry con 2 tarjetas y anotaciones manuscritas y un folleto en el que consta
anotado el telfono 666599039 TRANSPINELO Antonio sevillano. Ipad.
Mquina contadora de billetes con nmero de serie Q/C 101750 con su caja. Mquina en-
vasadora al vaco. CPU, monitor, teclado y ratn as como un Pendrive. 2 telfonos Nokia y
uno Samsung as como 2 Pendrive.
Factura de cafetera.
Tarjeta de visita de una empresa de Venezuela, ilegible.
Recibo de ingreso del banco de Santander de fecha 11 marzo 2010, por importe de 2900 .
Otro recibo del banco de Santander de 29 diciembre 2009, por importe de 2500 .
Un documento de base de datos de la Guardia Civil con los antecedentes del detenido.
Postit blanco en el que figura la leyenda LARQUEY CRISTOPHER CASABLANCA 300 .
Una tarjeta andina de inmigracin a nombre de Luis Moreno de fecha 4 agosto 2009.
Ordenador IMAC.
Fotocopia de DNI de Luis Moreno Jimena y de carne de conducir a nombre del mismo de
Bulgaria y otras fotocopia exactamente igual.
Fotocopia del DNI de Luis Moreno Jimnez y de un carnet de conducir blgaro a nombre
del mismo.
Certificado mdico de Luis Moreno Jimnez. Certificado mdico de Luis Moreno Jimena.
Postit blanco con la siguiente leyenda: JUANPA - 35.000; CRIS COCHE 2.600; TALLER
400; CUETA 3.000; MARIANO 500; la fecha 29 enero 2009, jueves total 50.000
sobre 3500 .
Una tarjeta de memoria. Extracto de datos de cuenta.
Documento de asistencia en carretera del Race de 22 junio 2010 del vehculo Land Rover
1386FZX.
Envo de dinero de correos por cuanta de 2000 a nombre de YOUSSEF ABBASS MONZER.
Copias de recibo de canje de permiso de conducir a nombre de Luis Moreno Jimena y Luis
Moreno Jimnez.
Un disco con el ttulo Luis Torres. Ordenador porttil Toshiba.
El secretario da cuenta de que se personaron miembros del ejrcito con la nica misin de
utilizar un aparato tcnico para detectar dobles fondos y que no hicieron nada ms que eso.
Las catas realizadas dieron resultado negativo.
Practicada entrada y registro el 28/6/2011 en la calle Alfonso X el Sabio 17. piso 3, letra A. de
Parla, domicilio de Jos Luis Garca Rodrguez (folios 919 y ss), se encontraron los siguientes
efectos:
Ordenador marca Acer. Maletn.
2 Blackberry con cargador.
2 tarjetas de 2011 frmula uno Grand Prix of Europe Valencia 24-25-26 June Sunday.
Practicada entrada y registro el da 29/6/2011 en la nave industrial de la calle Canteras sin
nmero del Polgono Industrial de la Raya Vclilla (folios 2386 y ss), a presencia de Cristofer
Lpez Moreno, se encontraron diversos vehculos y documentacin.
Practicada entrada y registro el da 29/6/2011 (folios 2389 y ss) en la calle Raya de Velilla n
25. Polgono industrial la Raya Velilla, a presencia de Cristofer Lpez Moreno, se encontraron
varios caballos, vehculos y utillaje.
Practicada entrada v registro el 8/7/2011 en el local de CIENYCERO. en la carretera de
Campo Real, km 1.3 Zoco La Pobeda. planta 2, despacho 1. Arganda del Rey (folios 2332 y
ss), se encontraron los siguientes efectos;
Se requiere a las 2 personas para que faciliten la documentacin que pueda estar relacionada
con el presente procedimiento y entregan:
- Archivador con la inscripcin GEORMADR1D, del que. se extrae documentacin
consistente en autorizacin a Ramn Montull por parte de Jos Manuel Blasco, sin
firmar y de fecha uno de abril de 2009 y copia de escritura de constitucin con nmero
de protocolo 295 de 2009 de fecha 18 de febrero de2009.
- Archivador con la inscripcin Eusebio Moreno laboral donde se recoge autorizacin
dirigida a la agencia tributaria de Eusebio Moreno a favor de Jos Ramn Montull de
fecha 4 de mayo de 2011.
- Del mismo archivador anterior folio con fotocopia del DNI de Luis Moreno Jimena.
- Del mismo archivador, folio con fotocopia del DNI de Luis Moreno Jimnez y Mara
del Pilar Jimnez Gmez.
De uno de los ordenadores se graban los archivos que se consideran relacionados con la in-
vestigacin, y de otro ordenador se extraen archivos que se gravan tambin en otros discos.
La documentacin queda en poder de la fuerza actuante.
Practicada entrada y registro el da 5/7/2011 en Costada, en la sede social de TRANSPINELO
(folios 1049 y ss), se encontr diversa maquinaria y vehculos.
Practicada entrada y registro el 4/7/2011 en la sede social de TRANSPfNELO en la calle Raya
de Vejilla. sin nmero, Coslada (folios 1054 y ss), se interviene maquinaria, utillaje industrial
y diversa documentacin.
Practicada entrada y registro en las dependencias de la empresa TRANSPINELO en la calle
Raya de Velilla sin nmero, el da 6/7/2Q11 (folios 931 y ss), se intervinieron diversos veh-
culos, maquinaria y efectos industriales.
Practicada entrada y registro el da 7/7/2011 en la calle Raya de Velilla nmero 2, con entrada
de coches por calle San Valentn (folios 950 y ss), alquilada por TRANSPINELO, fue ocupada
diversa maquinaria.
Practicada entrada y registro el da 14/7/2011 (folios 2402 y ss) en el terreno vallado anexo al
bar restaurante Valentn en el Polgono industrial de la Raya de Velilla, con entrada por calle
Valentn y calle Canteras, en Velilla de San Antonio, se intervinieron maquinaria, vehculos
y utillaje industrial.
Practicada entrada y registro el da 29/6/2011 en el domicilio de la Avenida de Pablo Iglesias
13, de Mejorada del Campo (folios 2341 y ss), domicilio de Cristofer. Fueron intervenidos
diversos efectos, alianzas de matrimonio, documentacin y vehculos, as como 1.400 euros
en billetes de 50 dentro de uno de los coches [sic].
Tercero.- Al amparo del art. 5. 4 de la L.O.P.J., por vulneracin del derecho a la presuncin
de inocencia del art. 24 de la Constitucin espaola.
Cuarto.- Al amparo del art. 849.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por indebida
aplicacin del subtipo agravado de organizacin delictiva, del art. 369 bis del Cdigo Penal.
Quinto.- Al amparo del art. 849. 1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por infraccin de
ley, por falta de aplicacin del art. 16 del Cdigo Penal, participacin en grado de tentativa.
SEXTO.- El recurso interpuesto por JOS LUIS GARCA RODRGUEZ se bas en los
siguientes MOTIVOS DE CASACION:
Primero.- Al amparo del art. 5. 4 de la L.O.P.J., por vulneracin del art. 18. 3 de la
Constitucin espaola, derecho al secreto de las comunicaciones telefnicas.
Segundo.- Al amparo del art. 5. 4 de la L.O.P.J., por vulneracin del derecho a la presuncin
de inocencia el art. 24. 2 de la Constitucin espaola.
Tercero.- Al amparo del art. 5. 4 de la L.O.P.J. por vulneracin del derecho a un proceso
con todas las garantas del art. 24. 2 de la Constitucin espaola.
Cuarto.- Al amparo del art. 5. 4 de la L.O.P.J., por vulneracin del derecho a la tutela
judicial efectiva, del art. 24. 1 de la Constitucin espaola.
Quinto.- Al amparo del art. 849. 1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, por aplicacin
indebida de los arts. 368, 369. 5, 369 bis y 370 del Cdigo Penal.
As, las primeras diligencias en orden cronolgico, ante el Juzgado nmero 1 de Coslada,
(DP 1902/2010) y que dieron origen a una denegacin de la solicitud de intervenciones
telefnicas por dicho Juzgado por no considerarlas propias de la investigacin del delito
investigado, consistente en un supuesto delito de blanqueo de capitales del que podran ser
autores el recurrente y otras personas prximas a l, y resultar suficientes a tal efecto, a juicio
del Instructor, los requerimientos a varias entidades financieras, a la Agencia Estatal de la
Administracin Tributaria y a la Tesorera General de la Seguridad Social, para que facilitara
la informacin a la Unidad Policial correspondiente, acerca de las actividades empresariales
de los investigados que pudieran, o no, justificar los cambios de titularidad y adquisiciones
de vehculos y maquinaria a los que haca alusin el oficio remitido al Juzgado.
A su vez, en segundo lugar, las solicitudes de apertura de diligencias previas y, en su seno,
de intervenciones telefnicas, dirigidas al Juzgado Central de Instruccin nmero 2, se
correspondan con la comisin de un supuesto delito de trfico de drogas, con introduc-
cin en nuestro pas de grandes cantidades de cocana procedente de Argentina, que se
atribua a Luis Moreno.
El Juzgado deneg dicha autorizacin, en cuya solicitud se mencionaba la anterior actua-
cin ante el Juzgado de Coslada y se facilitaban nuevos datos sobre vigilancias mantenidas
y comprobaciones llevadas a cabo por los funcionarios policiales, a la vez que se justificaba
la necesidad de las intervenciones de comunicaciones con base en el hecho de que los
investigados pudieran tener conocimiento de que ya eran objeto de seguimiento por el
anterior Juzgado de Instruccin.
El rgano destinatario de esas solicitudes resolvi (DP 347/2010), denegar lo interesado
por su falta de competencia objetiva al no existir, a su juicio, razones fundadas para
afirmar que se estaba ante una verdadera organizacin criminal adems de que, a mayor
abundamiento, tampoco se consideraban suficientes para la prctica de las diligencias las
razones expuestas en los oficios recibidos.
Por su parte, el Juzgado Central de Instruccin nmero 6, a instancia de la Fiscala
Especial Antidroga, abrira nuevas Diligencias (DP 68/2011, de las que procede el pre-
sente Procedimiento), en las que se remiti al Juzgado nueva solicitud de intervenciones
telefnicas, pero en este caso en referencia a la investigacin seguida por la desaparicin
de un helicptero decomisado que haba sido sustrado, se supona que para dedicarle
a actividades de trfico de drogas, en la que se haba detectado que podra participar el
llamado Miguel ngel Romn porque ste haba adquirido ciertas piezas necesarias para
la reparacin de dicho helicptero.
Se vincul con tales hechos a Antonio Prez, del que ya se tenan informaciones previas
que le relacionaban con una organizacin dedicada al narcotrfico y radicada en la pro-
vincia de Madrid quien, adems, haba sido detectado, en varias ocasiones, en compaa
del aqu recurrente, concretamente en controles efectuados en Marsella, en el aeropuerto
de Mlaga procedentes de un vuelo con origen en Venezuela as como en la aduana de la
localidad francesa de San Martin de Creu portando gran cantidad de dinero en efectivo.
Concluyendo los investigadores en que Luis Moreno, que haba sido previamente no slo
con el ya citado Jos Antonio Prez sino tambin con otra persona llamada Ral Lzaro,
formaba parte, con Miguel ngel Romn, de una organizacin que introduca en Espa-
a, utilizando el helicptero mencionado y varias avionetas, cantidades de hachs y que
de nada menos que varias toneladas de cocana lo que limita extraordinariamente las po-
sibilidades de un error en la identificacin y seguimiento de la misma), sino que tampoco
hay constancia en orden a ninguna clase de irregularidades o defectos en el proceso de
pesaje y anlisis de dicha droga, teniendo en cuenta por otro lado que comparecieron
al acto del Juicio oral funcionarios policiales venezolanos que, a preguntas de las partes,
explicaron cumplidamente el procedimiento llevado a cabo en este sentido, aclarando
todas las posibles dudas que pudieran caber en este punto, sin que de ello se desprendiera
tampoco apoyo alguno a las tesis de quien recurre.
En definitiva, la Sala dispuso, en este caso, de pruebas plenamente conformes, practica-
das con todos los requisitos legales. Pruebas, por consiguiente y en definitiva, todas ellas
vlidas en su produccin, razonablemente valoradas y plenamente capaces para sustentar
el Fallo condenatorio respecto del recurrente, que frente a todo ello se extiende, en su
Recurso, en alegaciones que pretenden combatir esa valoracin de prueba llevada a cabo
en la Sentencia recurrida, con lo que, en definitiva, se aleja del contenido que le es propio
a un Recurso de Casacin como ste en el que, como ya dijimos, la razonabilidad de la
valoracin realizada por la Audiencia nos veda la posibilidad de alterar las conclusiones
alcanzadas por el Tribunal a quo.
Razones, todas ellas, por las que estos tres motivos iniciales han de desestimarse.
SEGUNDO.- Por su parte, en el motivo Cuarto se alega la presencia de una infraccin de
ley (art. 849.1 LECr) por incorrecta aplicacin del artculo 390.1 1 del Cdigo Penal,
toda vez que el documento que se dice falsificado no era propiamente un documento
oficial de identidad, la alteracin de las fecha de expedicin y caducidad no es sustancial
y que su origen era venezolano por lo que para el enjuiciamiento del posible delito no
seran competentes los Tribunales espaoles.
Pero, a este respecto, conviene recordar que el cauce casacional ahora utilizado, de acuerdo
con numerossimos pronunciamientos de esta Sala, supone tan slo la comprobacin por
este Tribunal de Casacin de la correcta subsuncin de los Hechos declarados probados
en los preceptos de orden sustantivo que integran el ordenamiento penal, sin que sea
posible, por esta va, volver a cuestionar el fundamento y prueba de tales Hechos.
Labor que, por lo tanto, ha de partir en todo caso de un principio esencial, cual es el de la
intangibilidad de la narracin de Hechos llevada a cabo por el Tribunal de instancia, sobre la
conviccin que por el mismo se alcanza acerca de la realidad de lo acontecido, como conse-
cuencia de la valoracin del material probatorio disponible, que inicialmente le es propia.
Y en este sentido, es clara la improcedencia tambin del motivo, puesto que la descrip-
cin narrativa del relato sobre el que se asienta el pronunciamiento de la Audiencia es de
sobra bastante e idnea para alcanzar su conclusin condenatoria, toda vez que integra
los elementos propios de la infraccin objeto de condena, tanto en lo que atae al evi-
dente carcter de documento oficial de un permiso internacional para la conduccin de
vehculos a motor (SSTS de 6 y 11 de Julio de 1990, 13 de Mayo de 1992 o 29 de Marzo
y 30 de Abril de 1993, por citar slo algunas), expedido por la Autoridad competente
venezolana, como acerca del carcter esencial de su fecha de caducidad puesto que con
ella se marca, ni ms ni menos, que la dimensin temporal de la efectividad en cuanto
a la autorizacin que el documento representa (SSTS de 27 de Abril de 1992 o 22 de
Enero de 1996, entre otras).
como los que dieron primeramente origen a las Diligencias Previas seguidas ante el
Juzgado nmero 1 de Coslada y, con posterioridad, en las de los Juzgados Centrales
nmeros 2 y 6, entre los que se hallaban la constancia de preparativos para la ejecucin
de operaciones internacionales de trfico de drogas, la ocupacin de trescientos kilos
de hachs en poder de uno de los sospechosos, la disposicin por los investigados
de grandes cantidades de efectivo, cuyo origen se desconoca, o la desaparicin de
un helicptero que previamente haba sido objeto de decomiso y la adquisicin de
piezas necesarias para su reparacin, todo ello contando con la participacin de los
diferentes sospechosos, de los que tambin constaban sus estrechas vinculaciones,
cuyas comunicaciones se pretenda intervenir para el completo esclarecimiento de
los hechos.
Datos los mencionados, junto con otros de menor trascendencia pero no por ello
irrelevantes, que por su carcter objetivo y constatable, daban plena cobertura a la
procedencia y necesidad de la prctica de dichas diligencias.
2) La del derecho a la presuncin de inocencia (art. 24.2 CE), en vinculacin con el
motivo anterior, pues la nulidad de las intervenciones supondra la carencia de pruebas
bastantes para sustentar el pronunciamiento condenatorio (motivo Segundo).
Por ello, la desestimacin de aquel motivo conduce inexorablemente a la de ste.
3) La del derecho a un proceso con garantas (art. 24.2 CE), dadas las irregularidades del
anlisis qumico de la substancia ocupada realizado en Venezuela (motivo Tercero).
Una vez ms el contenido del motivo coincide con alegaciones planteadas anterior-
mente en los Recursos ya examinados (Terceros de Luis y de Cristofer), por lo que
ste habr de seguir el mismo destino desestimatorio de aquellos.
4) La del derecho a la tutela judicial efectiva (art. 24.1 CE), por ser la motivacin de
la recurrida para sostener el pronunciamiento condenatorio insuficiente, ilgica e
irracional (motivo Cuarto).
Lejos de tales afirmaciones, con la sola lectura de la motivacin que es objeto de
crtica se comprueba la solidez de la misma que acerca de Jos Luis basa su condena
por ser el acompaante del mximo responsable de la organizacin, Luis Moreno,
en sus viajes al extranjero, el apoyo que le prestaba en la logstica de los mismos,
en la preparacin y desplazamiento de los envos de la maquinaria exportada, de su
prolongada estancia en Venezuela con el nico objetivo plausible de la intervencin
en la operacin de trfico ilcito y, en concreto, por haber recibido una llamada
telefnica de Cristofer, tras ser incautada la cocana en Venezuela, indicndole que
retirase la batera de su telfono para evitar la localizacin.
De esta forma los motivos se desestiman.
QUINTO.- A su vez, el Quinto y ltimo motivo de este Recurso alude a la infraccin de
Ley (art. 849.1 LECr) consistente en la indebida aplicacin de los artculos 368, 369.
5 y 370 del Cdigo Penal, que describen el tipo delictivo objeto de condena.
Parte para ello el recurrente de la afirmacin de que su participacin en los hechos fue
tan insignificante que, aunque no se cuestione la existencia de organizacin ni el carcter
de la extrema gravedad del ilcito (art. 370 CP), por la utilizacin de un buque y la
Con respeto estricto al contenido del factum de la recurrida, obligado en este momento
como se sabe, hay que afirmar la procedencia de la desestimacin de los motivos Tercero
y Cuarto, porque vienen a reiterar pretensiones y razonamientos ya abordados a la hora
de dar respuesta a motivos formulados en Recursos anteriores, con argumentos que aqu
han de tenerse por reproducidos.
Mientras que, en cuanto al motivo Quinto, tambin hemos de aplicar un criterio des-
estimatorio pues, lejos de poder calificar la intervencin del recurrente en los hechos
enjuiciados como un supuesto de complicidad, lo cierto es que la condicin de autor
que le asigna el Tribunal de instancia se presenta como plenamente acertada, a la vista de
los actos que le atribuye el factum de la recurrida y que acaban de describirse, siendo la
persona que gestionaba tanto la empresa que pretenda inicialmente ser la exportadora de
las mquinas de referencia como la que, sin actividad lcita alguna, iba a recibir aquellas
a su regreso a nuestro pas con su cargamento prohibido.
En consecuencia, los motivos y el Recurso, al igual que los anteriores, deben de ser tambin
desestimados.
RECURSOS DE LAS PERSONAS JURDICAS
E) RECURSO DE TRANSPINELO S. L.:
OCTAVO.- La recurrente, persona jurdica declarada responsable por haber sido consi-
derada instrumento para la comisin de un delito contra la salud pblica y condenada
por ello a las penas de disolucin y multa de 775.633.440 euros, formula en su Recurso
ocho diferentes motivos de los que los cuatro primeros y el Octavo hacen referencia a
otras tantas vulneraciones de derechos fundamentales (art. 5.4 LOPJ), en concreto a:
1) La presuncin de inocencia (art. 4.2 CE), dado que los registros domiciliarios llevados
a cabo en su da en las viviendas de las personas fsicas tambin condenadas en estas
actuaciones como autoras del delito contra la salud pblica originario son nulos por
falta de asistencia letrada y no estar acreditado que Luis Moreno fuera administrador
de hecho de la recurrente ni que Cristofer Lpez haya suministrado datos de la entidad
para la exportacin de las mquinas en las que se ocult la cocana al regreso a nuestro
pas (motivo Primero).
2) A un proceso con todas las garantas (art. 24.2 CE), porque la prueba practicada en
Venezuela no respet los requisitos necesarios y exigibles de acuerdo con la normativa
existente en aquel pas ni los principios procesales propios de nuestro ordenamiento patrio
(motivo Segundo).
3) A la tutela judicial efectiva y al Juez legalmente predeterminado (art. 24.1 y 2 CE), ya
que la polica solicit la autorizacin de las intervenciones telefnicas al rgano que no
le corresponda conocer de su concesin, dando con ello lugar a unas nuevas actuacio-
nes, ante la denegacin de aquellas por los Instructores a los que inicialmente se haban
dirigido unas solicitudes anteriores (motivo Tercero).
4) A los derechos a la intimidad domiciliaria (art. 18.2 CE), al secreto de las comunicaciones
(art. 18.3 CE) y a la presuncin de inocencia (art. 24.2 CE), reiterando los argumentos
ya expuestos en anteriores motivos de este Recurso y los formulados por las personas
fsicas condenadas (motivo Cuarto).
Motivos que merecen ser desestimados toda vez que, en primer lugar, en ellos se incluyen
diversas cuestiones ya resueltas al dar respuesta a diferentes motivos de los Recursos de
las personas fsicas, tales como las relativas al valor de las pruebas practicadas tanto en
Venezuela (ocupacin y anlisis de la droga) como en nuestro pas (intervenciones tele-
fnicas y registros domiciliarios), al debido respeto al Juez legalmente predeterminado o
a la presuncin de inocencia.
Mientras que, por lo que se refiere a la condicin de administrador de hecho de la recu-
rrente y de representante como administrador de derecho de la misma de las personas
fsicas autoras del delito contra la salud pblica objeto de condena, la prueba ha de ser
tenida como bastante, a la vista de las diligencias practicadas en el propio Juicio oral (de-
claraciones de los acusados, testificales, documental, etc.), debidamente valoradas por la
Audiencia, pues en todas ellas se constata que la gestin de la aqu recurrente era llevada
en la prctica por los autores del ilcito que da lugar posteriormente a la responsabilidad
de TRANSPINELO S.L., cumplindose as los dos primeros requisitos previstos en el
artculo 31 bis del Cdigo Penal, tanto en su redaccin originaria de la LO 5/2010 como
en la actualmente vigente tras la reforma operada por la LO 1/2015, a saber:
- La comisin de uno de los delitos integrantes del catlogo de aquellas infracciones
susceptibles de generar responsabilidad penal para la persona jurdica en cuyo seno
se comete, en este caso el delito contra la salud pblica inventariado a tal efecto en
el artculo 369 bis del Cdigo Penal.
- Que las personas fsicas autoras de dicho delito son integrantes de la persona jurdica,
en esta ocasin como administradores de derecho y de hecho, respectivamente, de la
misma.
Llegados a este punto y no slo para completar el anlisis de la necesaria acreditacin de
los diferentes requisitos exigidos para sustentar debidamente una conclusin condenatoria
para la persona jurdica, respetuosa con el derecho de sta a la presuncin de inocencia,
sino tambin a fin de cumplir con las funciones nomofilctica y de unificacin doctrinal
que esta Sala tiene encomendadas como Tribunal casacional, tratndose de materia tan
novedosa como compleja, y por tanto precisada en el momento presente de una dota-
cin, dirigida a los rganos de instruccin y de enjuiciamiento, de criterios vlidos en la
interpretacin del rgimen de responsabilidad penal de las personas jurdicas acordes con
el sentido, naturaleza y finalidad del mismo, se considera de inters dejar aqu constancia
de las siguientes precisiones:
a) Como ya se dijera en la STS nm. 514/15, de 2 de septiembre de 2015, ha de
reiterarse que Esta Sala todava no ha tenido ocasin de pronunciarse acerca del
fundamento de la responsabilidad de los entes colectivos, declarable al amparo del
art. 31 bis del CP. Sin embargo, ya se opte por un modelo de responsabilidad por
el hecho propio, ya por una frmula de heterorresponsabilidad parece evidente que
cualquier pronunciamiento condenatorio de las personas jurdicas habr de estar
basado en los principios irrenunciables que informan el derecho penal.
De manera que derechos y garantas constitucionales a los que se refieren los motivos
examinados en el presente Recurso, como la tutela judicial efectiva, la presuncin de
inocencia, al Juez legalmente predeterminado, a un proceso con garantas, etc., sin
Y ello al margen de las dificultades que, en la prctica del enjuiciamiento de esta clase
de responsabilidades, se derivaran, caso de optar por un sistema de responsabilidad
por transferencia, en aquellos supuestos, contemplados en la propia norma con
una clara vocacin de atribuir a la entidad la responsabilidad por el hecho propio,
en los que puede declararse su responsabilidad con independencia de que ...la
concreta persona fsica responsable no haya sido individualizada o no haya sido posible
dirigir el procedimiento contra ella (art. 31 ter 1 CP) y, por supuesto, considerando
semejante responsabilidad con absoluta incomunicacin respecto de la existencia de
circunstancias que afecten a la culpabilidad o agraven la responsabilidad de la persona
fsica, que no excluirn ni modificarn en ningn caso la responsabilidad penal de la
organizacin (art. 31 ter 2 CP).
El hecho de que la mera acreditacin de la existencia de un hecho descrito como
delito, sin poder constatar su autora o, en el caso de la concurrencia de una eximente
psquica, sin que tan siquiera pudiera calificarse propiamente como delito, por falta
de culpabilidad, pudiera conducir directamente a la declaracin de responsabilidad
de la persona jurdica, nos abocara a un rgimen penal de responsabilidad objetiva
que, en nuestro sistema, no tiene cabida.
De lo que se colige que el anlisis de la responsabilidad propia de la persona jurdica,
manifestada en la existencia de instrumentos adecuados y eficaces de prevencin
del delito, es esencial para concluir en su condena y, por ende, si la acusacin se ha
de ver lgicamente obligada, para sentar los requisitos fcticos necesarios en orden
a calificar a la persona jurdica como responsable, a afirmar la inexistencia de tales
controles, no tendra sentido dispensarla de la acreditacin de semejante extremo
esencial para la prosperidad de su pretensin.
Pues bien, como ya se dijo y centrndonos en el caso presente, la acreditada ausencia
absoluta de instrumentos para la prevencin de delitos en TRANSPINELO hace
que, como consecuencia de la infraccin contra la salud pblica cometida por sus
representantes, surja la responsabilidad penal para esta persona jurdica.
5) Al derecho de defensa (art. 24.2 CE), por no haberse respetado el derecho de la recurrente
a la ltima palabra, previsto en el art. 739 LECr, ya que tan slo se dio audiencia en el
correspondiente momento procesal a la persona fsica representante legal de la recurrente,
tambin acusada, que hizo uso de ese trmite en su exclusivo inters y no en el de su
representada (motivo Octavo).
En este caso, a diferencia de los anteriores, podra pensarse, al menos inicialmente, que
le asiste la razn a la recurrente pues, en efecto, se le habra privado del derecho a hacer
uso, en su propia defensa, del referido trmite y, yendo an ms lejos, de poder ejercer
plenamente ese derecho suyo a defender los intereses que le eran propios y exclusivos,
distintos y hasta contradictorios con los de la persona fsica que en su nombre intervino
a lo largo de todo el procedimiento.
Nos enfrentamos con ello ante un importante problema que la LO 37/2011, de 10 de
Octubre, sobre medidas de agilizacin procesal, que introdujo las reformas en la Ley de
Enjuiciamiento Criminal consideradas pertinentes para adaptar la regulacin adjetiva a
la presencia de la persona jurdica como eventual autora de delitos, no resolvi en su da.
Cdigo Procesal Penal de 2013 (art. 51.1) mediante la atribucin de esas funciones de
defensa, con carcter prioritario, al director del sistema de control interno de la entidad
(el denominado tambin comooficial de cumplimiento), evidentemente no puede ser
resuelta, con carcter general, por esta Sala.
Sin embargo nada impedira, sino todo lo contrario, el que, en un caso en el cual efecti-
vamente se apreciase en concreto la posible conculcacin efectiva del derecho de defensa
de la persona jurdica al haber sido representada en juicio, y a lo largo de todo el proce-
dimiento, por una persona fsica objeto ella misma de acusacin y con intereses distintos
y contrapuestos a los de aquella, se pudiera proceder a la estimacin de un motivo en la
lnea del presente, disponiendo la repeticin, cuando menos, del Juicio oral, en lo que al
enjuiciamiento de la persona jurdica se refiere, a fin de que la misma fuera representada,
con las amplias funciones ya descritas, por alguien ajeno a cualquier posible conflicto
de intereses procesales con los de la entidad, que debera en este caso ser designado, si
ello fuera posible, por los rganos de representacin, sin intervencin en tal decisin de
quienes fueran a ser juzgados en las mismas actuaciones.
Y todo ello incluso siempre que, a esas alturas, resultase ya ineficaz la decisin ptima
de retrotraer las actuaciones no al acto del Juicio oral sino a su momento inicial, a fin de
que la presencia plena del derecho de defensa de la persona jurdica a lo largo de todo el
procedimiento se cumpliera, en aras a seguir la estrategia ms favorable para ella en todas
sus posibilidades, incluida la de la importante colaboracin con las autoridades desde su
inicio, para el completo esclarecimiento de los hechos o la reparacin de los perjuicios
ocasionados por el delito (vid. atenuantes del art. 31 quter, antes 31 bis.4, CP), finalidad
determinante, dentro de criterios de poltica criminal, para la existencia del rgimen de
responsabilidad penal de la persona jurdica.
No obstante, tras dejar constancia para ulteriores ocasiones de tales exigencias, a las
que tanto Jueces Instructores como Juzgadores habrn de prestar en futuros casos la
oportuna atencin, en el presente supuesto un pronunciamiento de nulidad semejante
no procede, toda vez que no se concreta el perjuicio para la recurrente, constitutivo de
verdadera indefensin, que hubiera podido sufrir, resultando adems excesivamente
complejo, inadecuado y, sobre todo, de escasa utilidad prctica, incluso por las razones
que acaban de exponerse en el prrafo anterior, de modo que lo que ha de concluirse, a
la postre, es en la desestimacin del motivo, a causa de esa inutilidad prctica y ausencia
de lesin efectiva de su derecho, sin perjuicio de que, como queda dicho y para futuras
ocasiones, se haya de prestar atencin a las anteriores consideraciones dirigidas a Jueces
y Tribunales para que, en la medida de sus posibilidades, intenten evitar, en el supuesto
concreto que se aborde, que los referidos riesgos para el derecho de defensa de la persona
jurdica sometida a un procedimiento penal lleguen a producirse, tratando de impedir
el que su representante en las actuaciones seguidas contra ella sea, a su vez, una de las
personas fsicas tambin acusadas como posibles responsables del delito generador de la
responsabilidad penal de la persona jurdica.
Por otro lado, unas admoniciones semejantes as mismo deberan de servir de adverten-
cia al Legislador para que remedie normativamente la posibilidad de que se produzcan
situaciones indeseables de esta clase, con una regulacin adecuada de la materia.
En definitiva y por las razones expuestas todos los motivos aqu examinados finalmente
se deben desestimar.
NOVENO.- Por su parte, en el motivo Sptimo del Recurso se plantea la existencia de
un error de hecho (art. 849.2 LECr) en el que habra incurrido la Audiencia a la hora de
valorar la prueba documental obrante en las actuaciones.
Pero, a la vista de que no se cita por quien recurre documento alguno cuyo contenido
pudiera servir de base a la afirmacin de la existencia del error valorativo evidente que se
atribuye a la Sentencia recurrida, el motivo no merece otro destino que el desestimatorio.
DCIMO.- Finalmente, los restantes motivos, Quinto y Sexto, del Recurso aluden a
sendas infracciones de Ley (art. 849.1 LECr), consistentes en:
1) La indebida aplicacin de los arts. 369 bis, 370, 570 bis, 570 ter y 570 quter CP, que
describen los delitos objeto de condena pues la recurrente es una persona jurdica, al
tiempo de acaecimiento de los hechos enjuiciados con ms de cien trabajadores, dedicada
a actividades lcitas y en la que su administrador, y aqu condenado como autor del delito
contra la salud pblica, se limit a gestionar la exportacin de las mquinas a Venezuela,
sin intervencin en el posterior intento de su importacin a nuestro pas conteniendo la
droga (motivo Quinto).
2) La indebida inaplicacin del art. 16 CP, referente a la tentativa, pues no consta que la
recurrente tuviera conocimiento del uso ilcito que fuera a darse a las mquinas en Ve-
nezuela (motivo Sexto), por lo que menos an pudo llegar a tener disponibilidad alguna
sobre la sustancia que las mismas portaban.
En ambos motivos el Recurso incurre en una clara confusin acerca de la tipicidad de la
intervencin de la persona jurdica recurrente, que no estriba exclusivamente en la co-
misin del delito contra la salud pblica atribuida a sus administradores, de hecho y de
derecho, infraccin que opera como requisito precedente necesario para el ulterior pro-
nunciamiento acerca de la responsabilidad penal propia de la entidad medida en trminos
de incumplimiento de su obligacin de poner los medios para la evitacin de delitos en
su seno, sino en esa existencia de la infraccin cometida por la persona fsica unida a la
ausencia del debido control que le es propia a la jurdica, en los trminos que describe el
art. 31 bis (en su redaccin coetnea a los hechos enjuiciados), como se corresponde con
los criterios antes expuestos.
En tal sentido, desestimados los Recursos de esas personas fsicas y, en definitiva, declara-
das aquellas autoras de la infraccin y, por otro lado, ausentes por completo cualesquiera
medidas de control preventivo respecto de la comisin de tal ilcito, la responsabilidad de
la recurrente es en este caso obvia, toda vez que si, como ya se dijo, el ncleo del enjui-
ciamiento acerca de la responsabilidad propia de la entidad, vinculada a la comisin del
delito por la persona fsica, no es otro que el de la determinacin acerca de la existencia de
las medidas preventivas oportunas tendentes a la evitacin de la comisin de ilcitos por
parte de quienes la integran, en supuestos como ste en el que la inexistencia de cualquier
clase de tales herramientas de control, vigente ya el rgimen de responsabilidad penal de
la persona jurdica, es total, la aplicacin a la entidad recurrente del artculo 31 bis como
autora de infraccin, en relacin con el artculo 368 y siguientes del Cdigo Penal, resulta
del todo acertada.
Junto a las sociedades que operan con normalidad en el trfico jurdico mercantil y en
cuyo seno se pueden producir comportamientos delictivos, existen otras estructuras
societarias cuya finalidad exclusiva o principal es precisamente la comisin de delitos.
El rgimen de responsabilidad de las personas jurdicas no est realmente diseado para
ellas (supervisin de los subordinados, programas de cumplimiento normativo, rgimen
de atenuantes) de tal modo que la exclusiva sancin de los individuos que las dirigen
frecuentemente colmar todo el reproche punitivo de la conducta, que podr en su caso
completarse con otros instrumentos como el decomiso o las medidas cautelares reales.
Se entiende as que las sociedades instrumentales aunque formalmente sean personas
jurdicas, materialmente carecen del suficiente desarrollo organizativo para que les sea
de aplicacin el art. 31 bis, especialmente tras la completa regulacin de los programas
de cumplimiento normativo.
Con anterioridad a la introduccin de estos programas, ya adverta la Circular 1/2011
que no se precisaba imputar necesariamente a la persona jurdica en aquellos casos en los
que se detectara la existencia de sociedades pantalla o de fachada, caracterizadas por la
ausencia de verdadera actividad, organizacin, infraestructura propia, patrimonio etc.,
utilizadas como herramientas del delito o para dificultar su investigacin. Nada impide
-se dice en esta Circular- el recurso a la figura de la simulacin contractual o a la doctrina
del levantamiento del velo.
El rechazo a la imputacin de la persona jurdica en los referidos supuestos tiene una
indiscutible trascendencia procesal pues esta resulta privada de los derechos y garantas
que, a semejanza de la imputada persona fsica, fueron introducidos en la LECrim por
la Ley 37/2011, de 10 de octubre, de medidas de agilizacin procesal.
Ello ha generado alguna controversia procesal, de la que es buena muestra el auto de 19
de mayo de 2014, dictado por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que confirma
la denegacin de la personacin como parte imputada de una mercantil cuyo adminis-
trador nico era el imputado y a la que se haban embargado unos bienes, acordada por
existencia en la prctica perdi ya sentido, junto con la de multa que, obviamente, ser
de, cuando menos, muy difcil ejecucin.
2) El derecho a la presuncin de inocencia (art. 24.2 CE) por la falta de prueba de que su
representante tuviera conocimiento de la comisin del delito ni de que actuara en nombre
de la recurrente.
Una vez ms el motivo debe de desestimarse puesto que incide de nuevo en los errores
de planteamiento ya reseados en fundamento de la desestimacin de los ordinales
Quinto y Sexto del anterior Recurso, confundiendo la base de la responsabilidad penal
de la persona fsica autora del delito de referencia con las exigencias propias de la de la
persona jurdica y aadindose adems en este caso que no existe duda alguna, ante la
contundente prueba al respecto, de que aquella persona fsica autora del delito contra
la salud pblica que origina la responsabilidad de la recurrente actuaba tambin, en su
participacin en la comisin del ilcito, en representacin de la misma.
Por lo que motivos, y Recurso en su integridad, han de desestimarse.
jurdicas, al que alude la ya citada Circular de la Fiscala General del Estado 1/2016, con
la consecuencia por supuesto de su disolucin.
No obstante, se plantea en el motivo una cuestin que, si bien no puede impedir el
anterior pronunciamiento, ni incluso aceptando la tesis de la recurrente dado el referido
carcter instrumental de la misma, s que merece un comentario.
Se nos dice que est ausente, en esta ocasin uno de los elementos o requisitos que con-
figuran la base para la declaracin de responsabilidad penal de la persona jurdica que no
es otro que el de que el delito cometido por la persona fsica, aqu la infraccin contra la
salud pblica, reporte alguna clase de provecho (el art. 31 bis en su redaccin actual se
refiere en este punto a beneficio directo o indirecto) para la entidad.
Se trata de un extremo que, sin duda, habr de resolverse de forma casustica en el futuro
y que, junto con otros que incorpora el precepto, ser, con toda seguridad objeto de
importantes debates.
Por ello convendra dejar claro desde ahora que ese trmino de provecho (o be-
neficio) hace alusin a cualquier clase de ventaja, incluso de simple expectativa
o referida a aspectos tales como la mejora de posicin respecto de otros compe-
tidores, etc., provechosa para el lucro o para la mera subsistencia de la persona
jurdica en cuyo seno el delito de su representante, administrador o subordinado
jerrquico, se comete.
Dice a propsito de ello la reiterada Circular de la Fiscala que La sustitucin de la ex-
presin en su provecho por la de en su beneficio directo o indirecto, conserva la naturaleza
objetiva de la accin, tendente a conseguir un beneficio sin exigencia de que este se produzca,
resultando suficiente que la actuacin de la persona fsica se dirija de manera directa o indi-
recta a beneficiar a la entidad (Conclusin 3).
De modo que cuando, como en el caso que nos ocupa, las ganancias cuantiosas
que obtienen los autores del ilcito contra la salud pblica no es que favorezcan la sub-
sistencia de la entidad sino que justificaran su propia existencia si, como se dice, se trata
de una mera empresa pantalla constituida con el designio de servir de instrumento para
la comisin del delito como su nica finalidad, hay que concluir en que se cumple el
referido requisito sin posible rplica.
A mayor abundamiento, incluso en el caso de la igualmente condenada TRANSPINELO
S.L., cuya existencia iba ms all de la exclusiva utilizacin para cometer el delito contra
la salud pblica de la persona fsica, advertimos tambin cmo el hecho del transporte
ilcito de la sustancia oculta en las mquinas redundaba en la reimportacin de las mis-
mas, que volveran a integrarse en el patrimonio de la Sociedad y, en consecuencia, a estar
a su disposicin, lo que, independientemente de que eso finalmente hubiera llegado a
producirse, o no, tras su incautacin en Venezuela, constitua, sin duda, una expectativa
provechosa a favor de la entidad, por lo que puede afirmarse que el ilcito, al margen de
otros objetivos, propiciaba un indudable beneficio para dicha persona jurdica.
Pues reiterndonos, una vez ms, en el contenido de la Circular 1/2016 (pag. 17):
El art. 31 bis original exiga que la conducta de la persona fsica, en los dos ttulos de imputa-
cin, se hubiera realizado en nombre o por cuenta de la persona jurdica y en su provecho.
Esta ltima expresin suscitaba la duda de si tal provecho constitua propiamente un elemento
subjetivo del injusto o un elemento objetivo.
La Circular 1/2011 estudiaba esta cuestin y optaba por interpretar la expresin legal conforme
a parmetros objetivos, sin exigir la efectiva constatacin del beneficio, como una objetiva
tendencia de la accin a conseguir el provecho, valorando esta como provechosa desde una
perspectiva objetiva e hipotticamente razonable, con independencia de factores externos que
pudieran determinar que finalmente la utilidad no llegara a producirse.
Y ms adelante:
La nueva expresin legal en beneficio directo o indirecto mantiene la naturaleza objetiva
que ya tena la suprimida en provecho, como accin tendente a conseguir un beneficio, sin
necesidad de que este se produzca, resultando suficiente que la actuacin de la persona fsica
se dirija de manera directa o indirecta a beneficiar a la entidad. Incluso cuando la persona
fsica haya actuado en su propio beneficio o inters o en el de terceros ajenos a la persona
jurdica tambin se cumplir la exigencia tpica, siempre que el beneficio pueda alcanzar a sta,
debiendo valorarse la idoneidad de la conducta para que la persona jurdica obtenga alguna
clase de ventaja asociada a aquella.
H) COSTAS:
DCIMO CUARTO.- Dada la conclusin parcialmente estimatoria de uno de los Re-
cursos interpuestos por los condenados en la instancia, procede, a tenor de lo dispuesto
en el artculo 901 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, la declaracin de oficio de las
costas procesales causadas por el mismo y la condena por las correspondientes al resto de
Recursos que se desestiman.
En su consecuencia, vistos los preceptos mencionados y dems de general aplicacin al
caso,
I. FALLO
Que debemos declarar y declaramos haber lugar a la estimacin parcial del Recurso de
Casacin interpuesto por la Representacin de TRANSPINELO S.L. contra la Sentencia
dictada por la Seccin Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, el 17 de
Noviembre de 2014, por delito contra la Salud pblica, que en este sentido casamos y
anulamos en parte, debindose dictar a continuacin la correspondiente Segunda Senten-
cia, a la vez que desestimamos el resto de Recursos interpuestos contra dicha Resolucin
por las Representaciones de los otros condenados, Luis Moreno Jimena, Cristofer Lpez
Moreno, Jos Luis Garca Rodrguez, Jos Manuel Blasco Lzaro, INVESTISSMENT
TRANS SPAIN AFRICA (ITSA) y GEORMADRID MACHINERY S.L.
Se declaran de oficio las costas procesales ocasionadas por el Recurso que parcialmente
se estima, imponiendo al resto de recurrentes las correspondientes a los suyos objeto de
desestimacin.
Pngase en conocimiento del Tribunal de origen, a los efectos legales oportunos, la pre-
sente Resolucin y la que seguidamente se dictar, con devolucin de la Causa que, en
su da, nos fue remitida.
As por esta nuestra sentencia que se publicar en la Coleccin Legislativa, lo pronuncia-
mos, mandamos y firmamos
Manuel Marchena Gmez
Cndido Conde-Pumpido Tourn
Andrs Martnez Arrieta
Julin Snchez Melgar
Jos Ramn Soriano Soriano
Jos Manuel Maza Martn
Miguel Colmenero Menndez de Luarca
Francisco Monterde Ferrer
Luciano Varela Castro
Alberto Jorge Barreiro
Antonio del Moral Garca
Andrs Palomo Del Arco
Perfecto Andrs Ibez
Juan Saavedra Ruiz
Joaqun Gimnez Garca
10011/2015P
TRIBUNAL SUPREMO
SALA DE LO PENAL
Excmos. Sres.:
D. Manuel Marchena Gmez
D. Cndido Conde-Pumpido Tourn
D. Andrs Martnez Arrieta
D. Julin Snchez Melgar
D. Jos Ramn Soriano Soriano
D. Jos Manuel Maza Martn
D. Miguel Colmenero Menndez de Luarca
D. Francisco Monterde Ferrer
D. Luciano Varela Castro
D. Alberto Jorge Barreiro
D. Antonio del Moral Garca
D. Andrs Palomo Del Arco
D. Perfecto Andrs Ibez
D. Juan Saavedra Ruiz
D. Joaqun Gimnez Garca
SENTENCIA
En la Villa de Madrid, a veintinueve de Febrero de dos mil diecisis.
En la causa incoada por el Juzgado Central de Instruccin nmero 6 con el nmero
19/2011 y seguida ante la Audiencia Nacional, Sala de lo Penal, Seccin 1, por delitos
contra la salud pblica, contra LUIS MORENO JIMENA con DNI nmero 750980-B,
nacido el 28 de febrero de 1966, CRISTOPHER LPEZ MORENO con DNI nmero
51994717, nacido el 17 de junio de 1983, JOS LUIS GARCA RODRGUEZ, alias
Pin con DNI nmero 28629990-G, nacido el 15 de diciembre de 1977, JOS MA-
NUEL BLASCO LZARO con DNI nmero 33442111-L, nacido el 11 de abril de
1973, LUIS MORENO JIMNEZ con DNI nmero 47228491-S, nacido el 1 de agos-
to de 1985, VASILICA IRIMIA, conocida tambin como Vicky con NIE nmero X-
4569833-D, nacida el 3 de septiembre de 1983, TRANSPINELO, SL con CIF nmero
B45479276, GEORMADRID MACHINERY con CIF nmero B85619781, y, ITSA
(INVESTISSIMENT TRANS SPAIN AFIRCA) SA con CIF nmero 083319509-W,
en cuya causa se dict sentencia por la mencionada Audiencia con fecha 17 de noviembre
de 2014, que ha sido casada y anulada parcialmente por la pronunciada en el da de hoy
por esta Sala Segunda del Tribunal Supremo, integrada por los Excmos. Sres. expresados
al margen y bajo la Ponencia del Excmo. Sr. D. Jos Manuel Maza Martn, hace constar
lo siguiente:
I. ANTECEDENTES
NICO.- Se aceptan y reproducen los antecedentes de Hecho y los fundamentos fcticos
de la sentencia dictada por la Audiencia Nacional, Sala de lo Penal, Seccin 1, en el Rollo
de Sala nm. 81/2011.
III.FALLO
Que debemos excluir del pronunciamiento condenatorio dictado por la Audiencia en
las presentes actuaciones contra la empresa TRANSPINELO S.L. la pena de disolucin
que se le impona, manteniendo la multa cuyo importe, a su vez, podr ser fraccionado,
en fase de ejecucin de condena, con la finalidad de preservar los puestos de trabajo de
TRIBUNAL SUPREMO
SALA DE LO PENAL
VOTO PARTICULAR
Voto concurrente que formula el Excmo. Sr. D. Cndido Conde- Pumpido Tourn, y al
que se adhieren los Excmos. Sres. D. Miguel Colmenero Menndez de Luarca, D. Lu-
ciano Varela Castro, D. Alberto Jorge Barreiro, D. Antonio del Moral Garca, D. Andrs
Palomo del Arco y D. Joaqun Gimnez Garca en la Sentencia del Pleno de esta Sala
sobre responsabilidad penal de las personas jurdicas, recada en el Recurso de Casacin
Nm. 10.011/2015, interpuesto contra la sentencia de instancia dictada por la Sala de lo
Penal de la Audiencia Nacional, con fecha 17 de noviembre de 2014.
Desde el respeto que nos merece la sentencia mayoritaria, y desde nuestra valoracin del
esfuerzo de clarificacin realizado por el ponente, pero atendiendo tambin a la finalidad
nomofilctica y de unificacin doctrinal que se atribuye expresamente a esta resolucin,
formulamos este voto concurrente para poder expresar en l nuestra respetuosa discrepan-
cia con alguna de las doctrinas que se sostienen en la sentencia, sin afectar al fallo de la
resolucin, que compartimos. Confiamos, con ello, poder complementar y matizar algu-
na de las ideas que se expresan en la resolucin mayoritaria, y contribuir modestamente
al debate que necesariamente va a suscitar.
FUNDAMENTOS JURDICOS.-
1.- VULNERACIN DEL PRINCIPIO DE CONTRADICCIN.
Reconocemos la conveniencia de que en una materia tan compleja y novedosa como la
responsabilidad penal de las personas jurdicas esta Sala vaya expresando criterios de in-
terpretacin orientados a los rganos de instruccin y de enjuiciamiento, como se seala
en el fundamento jurdico octavo de la sentencia mayoritaria. Pero no creemos necesario
resolver todos los problemas a la vez, considerando preferible que nos pronunciemos
expresamente en cada caso sobre aquellas cuestiones que de manera efectiva se han plan-
teado y debatido de forma contradictoria en los motivos del recurso interpuesto, para
garantizar la debida audiencia de las partes (audiatur et altera pars).
En este sentido consideramos que el recurso planteado nos ha permitido resolver relevan-
tes cuestiones de ndole procesal que se han planteado de forma efectiva en los motivos
de casacin formulados; motivos que han podido ser razonadamente impugnados por el
Ministerio Pblico. Pero la especfica naturaleza del caso (un supuesto en el que las perso-
nas jurdicas condenadas han sido utilizadas como instrumento del trfico internacional
de drogas), ha excluido del debate casacional alguna cuestin problemtica, como por
ejemplo la consideracin de la ausencia de una cultura de control en la empresa como
elemento del tipo objetivo que debe ser probado en cada caso por la acusacin. Una
cuestin muy relevante desde el punto de vista jurisdiccional, sobre la cual el Ministerio
Pblico no ha podido argumentar expresamente su posicin porque, como se reconoce
expresamente en la sentencia (fundamento jurdico octavo, apartado b), no ha sido mate-
ria de debate en este procedimiento, y sobre la que, sin embargo, la sentencia se pronuncia
de forma expresa y cuestionable.
Es cierto que este pronunciamiento tiene la naturaleza de obiter dicta pues, como
analizaremos ms adelante, no constituye la ratio decidendi del fallo, e incluso puede
apreciarse que el propio fallo resulta, a nuestro entender, incongruente con el criterio
doctrinal previamente expresado en la fundamentacin de la sentencia sobre esta cuestin
especfica. Pero esta ausencia de contradiccin en la tramitacin y ausencia de unanimi-
dad en la respuesta, dota lamentablemente a la resolucin en esta materia de un tinte de
provisionalidad, que habr que ir matizando, o confirmando, en funcin de los supuestos
especficos que en adelante vayan siendo sometidos a nuestra consideracin.
No hay que olvidar que el Ministerio Pblico se ha pronunciado de forma expresa sobre
esta cuestin en la Circular 1/2011, referida a la LO 5/2010, de 22 de junio, y en la re-
ciente Circular 1/2016, publicada tras la aprobacin de la reforma operada en el rgimen
de responsabilidad penal de las personas jurdicas por la LO 1/2015, de 30 de marzo.
En estas Circulares de la Fiscala General del Estado se mantiene, entre otras materias,
una posicin diferente de la sostenida en la sentencia sobre la calificacin de la ausencia
de una cultura de control en la empresa como elemento del tipo objetivo que deba ser
probado necesariamente caso a caso por la acusacin, en relacin con la eventual concu-
rrencia de la eximente prevenida en los prrafos 2 y 4 del art 31 bis CP 2015. Criterio
autorizado y razonado que, a nuestro entender, hubiese sido procedente escuchar, en su
aplicacin al caso concreto y en relacin con las consecuencias prcticas de asumir uno u
otro modelo probatorio, con anterioridad a adoptar una decisin sobre el tema. Para lo
cual habra sido preferible, en nuestra opinin, esperar a un recurso en el que esta cues-
tin hubiese sido expresamente planteada y debatida.
bilidad la infiere el Legislador, en el apartado a) del art 31 bis CP que es el aqu aplicado,
del hecho de permitir que sus representantes cometan un acto delictivo, en nombre y por
cuenta de la sociedad y en su beneficio. Y se fundamenta en los principios generales de la
culpa in eligendo y la culpa in vigilando, o incluso, si se quiere profundizar ms, de la
culpa in constituendo y la culpa in instruendo. Sin constituir un elemento adicional
del tipo objetivo que exija a la acusacin acreditar en cada supuesto enjuiciado un pre-
supuesto de tipicidad tan evanescente y negativo como es demostrar que el delito ha sido
facilitado por la ausencia de una cultura de respeto al Derecho en el seno de la persona
jurdica afectada, como fuente de inspiracin de la actuacin de su estructura organizativa
e independiente de la de cada una de las personas fsicas que la integran, que es lo que, con
cierta confusin, constituye el elemento tpico que exige acreditar en cada caso la senten-
cia mayoritaria (fundamento jurdico octavo).
5.- CONCLUSIN.
A. Los elementos que configuran la responsabilidad penal de las personas jurdicas y que
deben ser acreditados por la acusacin son los que de manera expresa se relacionan por
el Legislador en el art 31 bis 1 CP, apartados a) y b).
B. La conveniencia de que las personas jurdicas dispongan de una cultura de control y de
instrumentos eficaces para prevenir la comisin de delitos en el seno de su actividad social
constituye indudablemente uno de los motivos relevantes que justifican la decisin
del Legislador de establecer en nuestro ordenamiento su responsabilidad penal. Pero la
acreditacin de la ausencia de esta cultura de control no se ha incorporado expresamente
en nuestro derecho positivo como un presupuesto especfico de la responsabilidad penal
de las personas jurdicas o como elemento del tipo objetivo, desempeando una funcin
relevante como causa de exencin o atenuacin de la responsabilidad penal a travs de lo
prevenido en los prrafos 2 y 4 del art 31 bis.
C. La aplicacin de estas causas de exencin o atenuacin de la responsabilidad penal de las
personas jurdicas debe realizarse conforme a las reglas probatorias ordinarias consoli-
dadas en nuestra doctrina jurisprudencial para la apreciacin con carcter general de las
circunstancias eximentes o atenuantes.
Manteniendo nuestra conformidad en el resto de los pronunciamientos de la sentencia
mayoritaria, y tambin con el contenido del fallo, expresamos y suscribimos este voto
concurrente.
Cndido Conde-Pumpido Tourn
Miguel Colmenero Menndez de Luarca
Luciano Varela Castro
Alberto Jorge Barreiro
Antonio del Moral Garca
Andrs Palomo del Arco
Joaqun Gimnez Garca
PUBLICACIN.- Leidas y publicadas han sido las anteriores sentencias por el Magis-
trado Ponente Excmo. Sr. D. Jos Manuel Maza Martn, mientras se celebraba audiencia
pblica en el da de su fecha la Sala Segunda del Tribunal Supremo, de lo que como
Letrado/a de la Administracin de Justicia, certifico.