El Procedimiento Registral
El Procedimiento Registral
El Procedimiento Registral
EN EL NUEVO REGLAMENTO
PÚBLICOS
I. INTRODUCCIÓN
El día primero de octubre del corriente según prescribe su Primera Disposición Final
entra en vigencia el nuevo Reglamento Central de los Registros públicos, en sustitución
del que fuera aprobado en el años sesenta y ocho del siglo pasado. Razones obvias
sobre todo de índole temporal indican que éste es un Reglamento más pensado para
nuestros días, sea en el orden tecnológico, sea en el orden jurídico.
Con las líneas buscamos hacer reflexión sobre algunas de las principales innovaciones
que hoy nos propone el nuevo Reglamento y discernir sobre cuál pudiera ser el
tratamiento a dispensarles, sobre todo en lo atinente al desenvolvimiento del
procedimiento registral, su inicio mediante la aportación del título al Registro y la
correlativa respuesta de este último que extiende, a su vez, un asiento de presentación,
asiento que ostenta un contenido, y que por lo demás siempre dentro del procedimiento
está sujeto a vicisitudes distintas cual la prórroga de su vigencia, cual la suspensión de
la misma1. Lo que en buena cuenta perseguimos mediante el presente opúsculo, es
contrastar las posibilidades que poseen los principales involucrados en el procedimiento
registral tanto el registrador público, como el interesado en la registración para aplicar
los artículos de este nuevo cuerpo legal que se somete a la crítica.
Aun cuando pueda sonar a mera perogrullada, el consignar en el artículo primero del
Reglamento que la finalidad del procedimiento es la consecución de la inscripción
registral, no lo es. Resulta más bien importante ahora sí decirlo, pues la mirada del
1
Estos que son los principales temas a comentar han sido regulados principales en el Titulo II y III del
nuevo Reglamento
2
En adelante, cuando se refiera tan sólo al “Reglamento” se debe entender que se trata del nuevo
Reglamento General de los Registros Públicos y cuando se aluda a un artículo sin indicar la norma legal a
que corresponde se debe entender igualmente que se
registrador público al momento de despegar su función calificadora sobre un título, pues
éste aunque sea consecuencia de la calificación no es el fin del procedimiento
instaurado. Cuando el registrador califique el título, deberá hacerlo como se lo mandan
sus Reglamentos, y dentro de la calificación deberá interpretar las normas vinculadas al
título materia de estudio con el objetivo predeterminado que es inscribir ese título,
cuidando claro está de no vulnerar normas imperativas o de observancia obligatoria3.
Como punto de partida cabe preguntarse quién esta facultado, según el nuevo
Reglamento, para solicitar la inscripción. Destaca el mismo artículo 12 que los
facultados para solicitar la inscripción son los señalados en el artículo III del Titulo
Preliminar, esto es, los otorgantes del acto o derecho materia de registración, los
terceros interesados(lo cual queda sujeto al estricto criterio del registrador, sobre todo en
los casos en que la persona que aluda interés no haya otorgado el título) entro los cuales
se incluye al notario como persona con interés propio en la inscripción de los títulos que
él o sus dependientes tramiten.
Para amenguar costos de transacción se presume jure el de jure que el presentante del
título actúa en representación de los legitimados para solicitar la registración (artículo
III Titulo Preliminar); sin embargo en virtud al artículo 23 inc. b deberá necesariamente
dejarse constancia en el asiento de presentación en representación de quien o quienes se
solicita la inscripción cuando así fuere el caso, lo que redunda a su vez en la posibilidad
de recurrir en apelación o en desistirse del recurso, conforme a lo señalado por el
artículo 143 del Reglamento.
Entre los datos que debe contener la solicitud de inscripción imperiosamente con
excepción del caso en que la registración deba practicarse de oficio, obviamente, se han
propuesto algunos puntos que forman parte a su vez del contenido del asiento de
presentación, entre los cuales cabe destacar como uno de los más trascendentes la
necesaria indicación de la partida registral, lo que sólo “podrá omitirse por razones
3
La interpretación de normas registrales es un supuesto que se suscita en todos los títulos que ingresan
para su calificación y que merece más atención de la que la doctrina le dispensa en la actualidad.
Manifiesta PRIETO SANCHIS que “el momento central de la interpretación o al menos, el que se
muestra mas relevante en el análisis jurídico, consiste en la atributación de un significado al enunciado
normativo que ha sido previamente seleccionado. El significado de un enunciado, escribe con rotundidad
GUASTINI, no es una mera cuestión de hecho, pues las leyes están formuladas en un lenguaje natural y
es absolutamente claro que todo enunciado de una lengua natural se halla, en cierta medida, viciado de
ínterdeterminación semántica” y por regla jurídica, añaridíamos nosotros. Vid Prieto Sanchos, Luis
Lácología e Interpretación Jurídica. Cap III “Circunstancias y Supuestos de la Creación Judicial del
Derecho”, Madrid 1987 p 92
justificadas, con autorización del funcionamiento encargado de Diario” 4(véase artículo
12,3.er parrafo ). Esto permite publicar mediante el asiento de presentación qué partidas
cuentan con título pendiente lo que desencadena finalmente en un tema de prioridad
registral pues ante la celebración de dos o más títulos se debe establecer
indubitablemente qué partidas son bloqueadas por unos y cuáles por otros. Por lo
demás, este requerimiento obedece a la exactitud y vera.
Sin embargo, es menester señaar que este apartado del artículo 12 que hemos
comentado que exige válida y saludablemente la indicación de la partida registral en la
solicitud de inscripción (por temas de prioridad, publicidad y oponibilidad) , puede
verse burlado el usuario que no consigue injustificadamente la partida registral en su
solicitud se niegue , además a pedir autorización al funcionario del diario y exija que se
admita su solicitud pues la inobservancia del precepto no permite rechazar del plano la
solicitud.(véase articulo 17)
Ya dentro del procedimiento registral, teniendo en cuenta que en atención al articulo III
del titulo Preliminar la rogatoria alcanza a todos los actos inscribibles contenidos en los
títulos salvo reserva expresa, si se hubiese omitido la indicación de una de las partidas
sobre las cuales se busca la inscripción se deberá observar el título para que se señale el
numero de partida sobre el cual va a recaer la registración.
El articulo 12 señala que la solicitud debe contener los datos a que se hace referencia el
artículo 23 en sus incisos b, c, d, e y f así como la indicación del Registro ante el cual se
solicita la inscripción, la firma y el domicilio del solicitante. Estos datos se deben
consignar en la solicitud inexorablemente, pues según el artículo 19 del Reglamento, el
asiento de presentación se extiende en mérito de la información contenida en la solicitud
de inscripción, y de manera complementaria en base a la información contenida en el
título.
4
Así por ejemplo, cuando no se conozca el número de partida en que corre un inmueble materia de
embargo, pero se sabe que está inmatriculado, el usuario deberá manifestar ese hecho ante el funcionario
del diario para obtener la correspondiente autorización de omitir en la solicitud el número de la partida.
5
La calificación del asiento de presentación tiene sustento en el artículo 75 segundo párrafo.
Esta solicitud para ser valida de lo contrario será pasible de nulidad, como rezaba
taxativamente el artículo 134 del anterior Reglamento General debe presentarse dentro
del horario establecido por el jefe de la oficina registral.
Llama la atención por lo novedoso, el que para efectos de la presentación de títulos, esta
pueda efectuarse a través de medios informáticos que garanticen la inalterabilidad e
integridad de los títulos y su incorporación a archivos magnéticos. Hay que decir sin
embargo, que el artículo 16 es una norma que requiere una correlativa premisa y de
desarrollo, pues como señala el mismo “la SUNARP podrá autorizar a las Oficinas
Registrales(...) la presentación de títulos(...)”, vale decir que mediante Resolución, la
Superintendencia regulará las bases de lo que puede ser la presentación de títulos por
medios magnéticos.
Lo cierto es que el artículo 22 requiere también de una norma de desarrollo por parte de
la SUNARP, y esto con carácter de urgencia y a la par de la entrada en vigencia del
Reglamento, pues hay temas que ameritan ser regulados, como por ejemplo, el referido
en el párrafo anterior, o pronunciarse sobre el plazo perentorio para que la oficina
receptora envíe los documentos a la oficina de destino, o el tema de los plazos en caso
de sucesivas subsanaciones, el tema de la apelación en último día y la comunicación a
la oficina destinataria para efectos de la publicación y anotación en la partida, así como
las responsabilidades de los funcionarios involucrados.
7
El Reglamento de Inscripciones del Registro Vehicular sí preveía este mecanismo, el cual también opera
en cierta forma en el Registro de Minería.
8
El artículo 22 no habla en este punto de plazo la remisión a la oficina de destino
preparatorio o transitorio que permite la extensión de otros en los libros de inscripciones
y que está sujeto a caducidad (…). Es la prueba formal del hecho de la presentación y
petición de inscripción; la fecha determina a todos los efectos los que se produzcan;
provoca el cierre registral a los títulos contradictorios y da prioridad a los que fueran
compatibles (…)”9.
Para los títulos ingresados a partir del 1 de octubre de 2001 fecha de entrada en vigencia
del Reglamento en commento el asiento de presentación tendrá una vigencia de 35 días
hábiles10, prorrogable, a su vez, hasta un máximo de 35 días más ante la ocurrencia de
determinados supuestos.
Dentro del lapso de vigencia del asiento se han establecido determinadas fechas límites,
sea para actuación de los funcionarios del Registro, sea para el usuario que ostenta
interés en la registración del título. Así, el plazo de los 5 días con que contaba el
registrador según el artículo 152 del Reglamento anterior para observar o tachar los
títulos, ha sido reemplazado por el plazo de 7 días con que ahora cuenta el registrador
para tachar u observar el título, pero incluso para liquidarlo o inscribirlo11.
Para los usuarios más bien, se ha previsto un plazo máximo para subsanar o pagar el
mayor derecho de hasta “sexto” día anterior al vencimiento de la vigencia del asiento.
Notase que el legislador ha cuidado de no decir que se puede que se puede subsanar o
pagar el mayor derecho hasta el trigésimo día, pues como bien sabemos el título puede
ser materia de prórroga o de suspensión, y entonces es más propio hablar de un número
de días anteriores a la pérdida de la vigencia, permitiendo con ellos que el registrador
9
Chico y Ortiz, José María citado por CABRERA YDMF, Edilberto. El Procedimiento Registral en el
Perú, Palestra Editores, Lima, 2000, p 179
10
Véase arts. 25, conc. Art 4.
11
Ante la mención 40 que prevé la obligación para el registrador de simultáneamente a la formulación de
la observación, indicar el monto del mayor derecho.
goce de un tiempo suficiente para realizar una calificación o inscripción eficiente, que
de ahora en adelante se fija expresamente en 5 días12.
Dice el artículo que comentamos y que se deberá concordar son el segundo in fine del
artículo 37 que se “admitirá” la subsanación o el pago del mayor derecho hasta el sexto
día anterior al vencimiento de la vigencia del asiento, lo que puede leerse hasta de tres
maneras, cuando caemos en el supuesto en que el usuario pretenda presenta su título
faltando menos de seis días para que se venza el asiento anterior:
Nosotros nos inclinamos por la opción b), pues tanto en el caso de la subsanación como
en el caso del título liquidado, el usuario puede formular apelación sea a la observación,
sea a la liquidación toda vez que el asiento de presentación sigue vigente, y entonces
buscará introducir el título al Registro para su elevación 13; recordemos que el artículo
152 prescribe que al momento en que el registrador remita el recurso de apelación al
Tribunal, deberá acompañar el título.
Lo cierto es que luego de transcurrido el plazo del sexto día anterior al vencimiento del
asiento, si admitimos como aquí planteamos la posibilidad de que el título llegue
nuevamente a manos del registrador, éste no podrá calificar el reingreso ni aun
pronunciarse sobre los nuevos documentos adjuntos, sino que únicamente le restará
tachar el título, sea para el caso de subsanación como de pago por mayor derecho.
Llegados a este punto vale delatar que el plazo de los seis días anteriores a la caducidad
del asiento puede presentarse un supuesto injusto, si acaso no preocupante, y ello
consideramos debido a una omisión en su regulación. Y es que cuando el usuario
reingrese su título a tiempo, vale decir, antes del sexto día, puede suceder que el
registrador liquide el título, y por ejemplo falten aún tres o cuatro días para la caducidad
del asiento, pero estaría impedido de pagar, con lo cual se perjudica el usuario,
perjudicamos el tráfico.
12
De alguna manera el artículo 152 del anterior Reglamento General permitía inferir que el registrador
gozaba de esos 5 días para realizar una nueva calificación o liquidación
13
Léase artículos 143 - 144
Como se sabe, la prórroga de la vigencia del asiento de presentación importa alargar
en el tiempo la duración y los efectos de un procedimiento en este caso registral, lo
que obedece finalmente a diversas motivaciones y ocurrencias.
El nuevo Reglamento resulta más claro y ordenado, porque trata de manera separada los
tipos de prórroga: una que par estos efectos llamaremos la convencional (o a ruego), y la
otra, la automática, con distintos plazos; en el segundo caso predeterminados, en la
convencional no. La convencional deberá justificarse ante la autoridad administrativa
superior al registrador, la automática no requiere justificación; correlato de ellos es
dable decir que en la prórroga convencional es facultad de la autoridad administrativa
superior determinar si otorga o no la prórroga; en la prórroga automática se otorga la
prórroga sin más, porque la norma lo manda y no se requiere pedir autorización.
Finalmente, empero, los dos tipos de prórroga extienden el procedimiento; en buena
cuenta y como dice algún sutil ensayista: son lo mismo, nomás que diferente14.
Con relación a la prórroga que hemos venido en llamar convencional, pues aunque con
distintos ya estaba regulada en el Reglamento General anterior, la otorga según el
artículo 27 la autoridad administrativa inmediata superior al registrador, a solicitud de
éste en los casos en que no hubiera podido inscribir, liquidar, tachar u observar el título
dentro del término ordinario de los 7 días. La autoridad administrativa superior al
registrador en el caso de Lima es el Gerente; en otras será el Gerente Técnico – Legal.
Lo claro es que el registrador debe siempre solicitar se admita su solicitud de prórroga,
debiendo ahora sí regulado expresamente en virtud a lo señalado en el artículo 37
primer párrafo, sustentar debidamente las circunstancias especiales que le impidieron
calificar el título en el plazo; no admitirá por tanto la autoridad encargada de otorgar la
prórroga, solicitudes que no cuenten con un respaldo que a su vez las justifique.
También el usuario está facultado para solicitar la prórroga cuando sobre su título
hubiere recaído alguna observación y requiriese de un plazo adicional para subsanarla;
no le está dado en cambio solicitar la prórroga cuando requiera de un plazo mayor para
pagar el mayor derecho. La prórroga de un plazo mayor para pagar el mayor derecho.
La prórroga aunque no lo dice el Reglamento podrá solicitarse mediante la Oficina de
Trámite Documentario, dirigiéndose a la autoridad administrativa superior al
registrador, o podrá solicitarse mediante el reingreso del título, caso en el cual el
registrador simplemente deberá solicitar la prórroga a la autoridad administrativa
superior aduciendo el pedido del usuario, no pudiendo denegar de plano la solicitud del
usuario; quien sí puede denegar la prórroga es la autoridad administrativa encargada,
pues para ella es siempre facultativo el tema de su otorgamiento.
Tanto en el caso de la prórroga solicitada por el usuario, como en aquella solicitada por
el registrador por su propio interés, el plazo máximo para solicitarse y concederse es al
día vigésimo sétimo de la vigencia del asiento de presentación.
14
Recordemos que el Reglamento General anterior también regulaba la prórroga automática aunque no la
denominada como tal en el artículo 145 del mismo, atendiendo a distintos supuestos, no todos recogidos
en el nuevo Reglamento
a)Cuando se formule denegatoria de inscripción de mandatos judiciales, caso en el cual
la prórroga se produce inexorablemente por el plazo de 35 días, que es el máximo
previsto en el Reglamento15;y,
Por otro lado y como señaláramos líneas atrás, en el caso de la prórroga automática los
plazos de la misma están ya predeterminados. Así cuando se formula recurso de
apelación, la vigencia del asiento de presentación se prorroga de la siguiente forma:
15
En el caso de calificación de resoluciones judiciales se deberá estar a lo prescrito en el artículo 32
último párrafo
16
El plazo de 45 días se nos aparece como un discreto, pero suficiente. Recordamos que el artículo 541
del Código procesal civil otorga al legitimado un plazo de 30 días como máximo desde la notificación de
la resolución impugnada de acuerdo a ley.
17
Así señala el artículo 164 en su segundo párrafo.
El articulo 29 del Reglamento regula lo atinente a la suspensión de la vigencia del
asiento de presentación, y prevé la misma en tres supuestos:
La respuesta, en efecto, no puede ser unívoca si definimos a la figura a cada uno de los
supuestos glosados líneas atrás; más bien y buscando un efecto genérico puede decidirse
que la suspensión comporta un desconocer temporalmente el transcurso del plazo de
vigencia del asiento de presentación de un título. De tal forma que durante el plazo de
suspensión y para efectos procedimentales no corren los días que conllevan a la
caducidad del asiento de presentación. Habrá de tenerse en cuanta empero, que la
suspensión de la vigencia del asiento conlleva en realidad la relativización del accionar
de los sujetos involucrados en el procedimiento registral, esto es, el registrador y el
usuario: el registrador porque puede dejar sin efecto la suspensión decretada para un
título18 y el usuario porque puede apelar de la decisión del registrador al considerar que
su título no merece suspenderse por no estar imbricado en alguno de los supuestos
previstos por el artículo 2919.
Interés por lo recurrente de la situación y por la importancia del tema, comentar las
dudas que propone el supuesto en que se suspenderá la vigencia del asiento de
presentación cuando exista un título incompatible presentado con anterioridad, es decir,
cuando exista título pendiente de calificación20.
18
Aun cuando el Reglamento sólo prevé dos supuestos en los que concluye la suspensión inscripción o
vencimiento de plazo, resulta claro que la suspensión también concluye por decisión propia del
registrador, por ej. Al concluir éste en el supuesto del literal que hemos reseñado que en título que goza de
prioridad, al haberse formulado desistmiento parcial, el título suspendido no es más incompatible y por
considerar que su título no es incompatible y por tanto, procedente la conclusión de la suspensión.
19
Por ejemplo, cuando bajo el mismo supuesto del literal c) el usuario apele por considerar su título no es
incompatible con el anterior.
20
Véase a manera de comparación el art. 26 del nuevo Reglamento y el art. 149 del Reglamento anterior.
La primera duda que surge invita a considerar desde cuándo se tendrá por suspendido el
título posteriormente ingresado al Registro. Tentando una respuesta aproximativa,
podríamos decir que se suspenden los efectos del asiento de presentación del título
posterior, desde el preciso momento en que este ingresó al Registro, vale decir desde
que se presenta en la oficina del diario.
21
Véase art. 142 primer párrafo.
22
Para las oficinas del sistema Registral que cuentan con un sistema de inscripción automatizado ya
implementado, deberá preverse la posibilidad de que el registrador pueda dejar constancia en el sistema
de la suspensión, así como la prórroga de la vigencia del asiento de presentación. En el caso de la
suspensión el registrador deberá estar en aptitud de suspender, así como dejar sin efecto la suspensión de
un asiento.
Lo primero que hay que mencionar y así lo habrá advertido el lector avisado pues se
infiere del tenor de la pregunta esbozada en el párrafo anterior, sólo en el caso de existir
defectos subsanables en el título se procederá a la generación de la esquela, sin perjuicio
de la suspensión que corresponda. Pero si no delata el registrador ningún defecto a
subsanarse, sino que tan sólo existe un título pendiente anterior, no procede emitir
esquela de observación alguna y únicamente se extenderá la correspondiente anotación
de suspensión en la partida respectiva y se dejará constancia de ello en el diario. Así las
cosas, es claro que a la luz de lo previsto en el literal a)del artículo 29 bajo comentario,
no se observarán más los títulos por existir título pendiente como se hacía bajo amparo
del artículo 149 del Reglamento anterior, salvo que la jefatura en cada oficina registral
establezca lo contrario.
Ahora bien, podemos optar por suspender y observar a una misma vez, o podemos optar
por suspender y luego de producida la caducidad o inscripción del título anterior
observar el título al reinicio del conteo del plazo del asiento de presentación.
Si coincidimos en que primero debe suspenderse el título y luego al reinicio del conteo
del plazo expedir la correspondiente esquela de observación, podemos generar un
tratamiento desigual de títulos, pues aquellos que cuentan con suspensión permiten que
su titular se entere de las observaciones a subsanar sin que corra para ellos éste el plazo
en que van gestionando la subsanación. Esta razón que para nosotros no es de fuste
desconoce el hecho de que todos los títulos por principio están destinados a inscribirse y
que, en todo caso, aun cuando hubiere una diferencia en el tratamiento de los títulos,
hay un tema de prioridad registral que viene cubierto por la presentación de cada título
en el diario, los cuales finalmente deben respetar un orden en su atención, sea esta
última más tarde o mas temprano.
Lo que sí debe quedar claro es que si observamos el título luego de trascurrido el plazo
de suspensión, en realidad no estamos perjudicando al usuario, pues teniendo en cuenta
que luego del plazo de suspensión se retoma el conteo, lo hacemos desde el inmediato
día siguiente con respecto al cual se produjo la interrupción. Así por ejemplo, si se
suspendió la vigencia del asiento el cuarto día de su plazo, luego de transcurrido el
plazo de suspensión que pueden ser 10, 15 o más días en realidad al proceder recién a
observar lo estaríamos haciendo al quinto día, con lo que el usuario en realidad no se ve
perjudicado.
Ahora bien, si optamos más bien por observar el título siempre por razones distintas al
hecho de la suspensión como ya se ha mencionado de manera simultánea a la
suspensión, esto es al mismo momento en que se determina incompatibilidad, evitamos
el riesgo de la doble calificación, que se producirá si aceptamos inicialmente suspender
lo cual implica una primera calificación del registrador a fin de determinar la posible
incompatibilidad y luego observar lo cual supone llevar a cabo una nueva calificación
en tanto la partida podría haber variado.
Siendo así las cosas, y teniendo en cuenta que según el mismo artículo 142 procede
interponer recurso de apelación contra las observaciones, tachas, liquidaciones y otras
decisiones de los registradores emitidos en el procedimiento registral, no resulta
admisible que primero se suspenda pues en tanto decisión del registrador es pasible de
apelación y luego al reinicio del conteo se proceda a observar pues según el primer
párrafo del artículo citado también sería pasible de apelación en tanto se trata de una
observación pero en tanto ya se habría apelado de la suspensión, no procederá ningún
otra apelación, toda vez que sería dentro del mismo procedimiento registral23.
El artículo 2 resume de manera clara los tres únicos supuestos es que concluye el
procedimiento registral y que no revisten mayor dificultad en su interpretación, pero que
ameritan algún comentario adicional.