Perfecto Degrade Analisis (Corregido)
Perfecto Degrade Analisis (Corregido)
Perfecto Degrade Analisis (Corregido)
Analisis I
UNC 2018
Analizaremos la obra “Perfecto degradé”, para clarinete, clarinete bajo, piano y voz. Bajo
la propuesta de Lerdahl y Jackendoff. Elegí trabajar con este tipo de análisis ya que creo
que es el que mejor resultados me vá a dar para responder a la siguiente pregunta.
¿Por qué se escucha por momentos cierta irregularidad que deja al oyente con la sensación
de estar perdido?
Una de las hipótesis que me planteo para responder la anterior pregunta es por el trabajo
rítmico-motívico y formal que podemos observar en la obra
La pieza comienza con un motivo, confiado en el clarinete bajo, el cual se desarrollará a
lo largo de toda la obra. Sin embargo, como todavía no podemos percibir un pulso claro
de esta introducción que se extiende desde el primer compás hasta el 10, no lo tuve en
cuenta a la hora de analizar. El análisis métrico y de agrupación motívica comienza en el
cc.11 porque recién es allí donde gracias a un ostinato en mano izquierda del piano
podemos establecer un pulso regular. Haciéndonos saber que estamos con una métrica en
6/8.
Desde el punto de vista rítmico, puedo decir que mi hipótesis es cierta, la irregularidad en
esta obra está afectada por los acentos que no se suceden todos de manera regular.
Un hombre que despierta muerto. Y, sin embargo, el esperaba ese momento. Cuando dice
que “su alma flotaba a su lado”, podemos escuchar un pasaje descendente cromático.
Después de esta última frase “oscuridad para siempre”, la obra cae en una atmosfera que
genera desde el pedal del piano martillando siempre la misma nota remitiendo un poco a
una sonoridad de marcha fúnebre. Además, la palabra siempre es caracterizada por los
ostinatos en los distintos instrumentos hasta que por última vez irrumpe la voz para
finalizar la pieza.
No es casual que la coda dure casi más que la obra en sí, es una significación de que la
vida es mucho más corta que la muerte. Y la irregularidad de la obra también se condice
con el temor que la gente tiene a la muerte. Un último detalle a resaltar, es la utilización
de la técnica Al niente (a la nada) para graficar de alguna manera el título de la obra. Los
clarinetes se prestan de una excelente manera para llevar a cabo dicha técnica y la voz
también puede ejecutarla. Se vé a lo largo de toda la pieza, pero el más sobresaliente es
el último acorde de la obra que se desvanece en un “perfecto degradé”.
Sin duda la forma al servicio de las palabras desorienta a la expectativa de forma que
pueda llegar a tener un oído “clásico” de llamarlo de alguna forma.