Nicanor Parra

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Nicanor Parra Sandoval nació en San Fabián de Alico, Provincia de Ñuble, el 5 de septiembre de 1914.

Fue un
poeta, matemático y físico chileno. Hermano de la cantautora y folklorista chilena Violeta Parra (1917-1967),
proviene de una familia de clase media de provincias. Realizó estudios primarios y secundarios en las ciudades de
Lautaro y Chillán.
En 1937 se gradúa en Santiago como profesor de Matemáticas y Física por el Instituto Pedagógico de la
Universidad de Chile donde más tarde trabajaría como docente. De esta época es su primer libro de
poemas Cancionero sin nombre (1937).
Entre 1943 y 1947 se especializa en Mecánica Avanzada en la Universidad de Brown con una beca del Institute of
International Education, y entre 1949 y 1951 estudia cursos en Cosmología en Oxford.
En 1951 se incorpora como docente de universidad hasta que la Fundación Guggenheim le ofrece la oportunidad
de continuar con sus estudios de física en Estados Unidos. De 1954 en su obra Poemas y Antipoemas constituida por
tres partes, Cantos a lo humano, Poemas y Antipoemas.
Los años 60 son especialmente prolíficos, algunos de sus títulos más destacados son Versos de
Salón (1962), Manifiesto (1963), Deux Poemes (1963), Canciones Rusas (1967) y Obra gruesa (1969). Su producción
continúa con obras como Artefactos (1972), Sermones y prédicas del Cristo de Elqui (1977), Nuevos sermones y
prédicas del Cristo de Elqui (1979), Chistes para desorientar a la policía (1983), Coplas de Navidad (1983), Poesía
política (1983), Hojas de Parra (1985). En 1971 dirige un taller de escritores en la Universidad de Columbia en Nueva
York.
Su obra ha sido traducida al inglés, alemán, portugués, francés, italiano, sueco, noruego, esloveno, croata, checo,
holandés, ruso, árabe y catalán.
El escritor Nicanor Parra, premio Cervantes 2011, depositó en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes un
legado que permanecerá guardado hasta el 5 de septiembre del 2064. Es una de las personalidades que deja un
objeto personal en la antigua cámara acorazada de la sede central del Instituto.
Fallece en Santiago de Chile el 23 de enero de 2018, a la edad de 103 años.
Fecha de actualización: enero de 2018
2012.- Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda
2011.- Premio Miguel de Cervantes
2001.- Premio Bicentenario, Corporación Cultural de Chile y Universidad de Chile
2001.- Premio “Reina Sofía” de Poesía Iberoamericana.
2000.- Honory Fellow, College Saint Catherine, Universidad de Oxford, Inglaterra
2000.- Doctor Honoris Hausa, Universidad del Bío-Bío, Chile
1999.- Medalla Rectoral, Universidad de Chile
1998.- Medalla Abate Molina, Universidad de Talca, Chile
1997.- Premio Luis Oyarzún, Universidad Austral de Chile
1997.- Medalla Gabriela Mistral, Gobierno de Chile
1996.- Doctor Honoris Causa de la Universidad de Concepción, Chile
1991.- Premio Prometeo de Poesía, Asociación Prometeo de Poesía, España
1991.- Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe “Juan Rulfo”
1991.- Doctor Honoris Causa, Universidad de Brown, Estados Unidos
1985.- Premio Richard Wilbur. Asociación Americana de Traductores [ALTA]
1969.- Premio Nacional de Literatura de Chile por Obra Gruesa
1967.- Hijo Ilustre de Chillán. Municipalidad de Chillán
1954.- Premio del Concurso Nacional de Poesía por el Sindicato de Escritores de Chile
1953.- Primer Premio de Poesía «Juan Said» por la Sociedad de Escritores de Chile
1938.- Premio Municipal de Santiago por Cancionero sin nombre

Fecha de actualización: agosto de 2015


http://www.cervantes.es/bibliotecas_documentacion_espanol/creadores/parra_nicanor.htm
La estrategia que consiste en provocar al lector de una manera directa, aguda y casi
incisiva ha sido una constante en el discurso antipoético. La publicación en 1954 de
Poemas y antipoemas revolucionó la poesía, haciendo uso del lenguaje que operaba en
la vida real: en la calle, en los almacenes, en los barrios. Sin embargo, la antipoesía
termino, quizá como todas las apuestas rupturistas, siendo absorbida por las instituciones
tradicionales e incorporada en el canon poético.
Así, a finales de los años sesenta, en momentos de una polarización ideológica jamás
conocida en Chile, Parra tuvo la necesidad apremiante de comunicarse con el lector para
desmantelar todo lo que generaba la velocidad de la ciudad, el lenguaje publicitario, el
caos y las comunicaciones. Por eso propone sus Artefactos Visuales y comienza a trabajar
con objetos de desecho, basuras que deja la sociedad de consumo y que el recicla
dándoles un carácter poético. Su planteamiento se basa en la superposición de
elementos cotidianos ya existentes, como huevos, mamaderas y ataúdes; Slogans
lingüísticos y visuales que constituyen símbolos de la cultura occidental, materia sobre la
cual Parra reflexiona crítica y sarcásticamente.

bombmagazine.org theclinic.cl Historia abreviada de la Antipoesía

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EL ANTIPOEMA: MODELO INVERTIDO DEL POEMA TRADICIONAL

INTRODUCCIÓN por María Eugenia Urrutia

El antipoema es un medio para establecer una nueva forma de poesía.


Se quiere cuestionar y demoler los elementos y valores tradicionales
La estructura del texto antipoético es diferente: rompe con la esencia y la autosuficiencia del texto; establece algunas
referencias a elementos extratextuales que pueden ser literarios o de la realidad cultural, social, histórica

II. ANÁLISIS DE "EPITAFIO"

A partir del título podemos guiarnos hacia el modelo que intenta desmitificar al antipoeta. El epitafio es una inscripción que
se hace en los sepulcros para destacar las características positivas, generalmente morales, de los difuntos. Es un tipo de
escritura que se encuentra en la tradición cultural, pero no constituye un texto literario.
En el texto, el hablante comienza con una descripción de los rasgos externos del sujeto y hace referencia a la situación social
de éste como un sujeto perteneciente a la pequeña burguesía. Parece existir una intención de mostrar y subrayar, no la
individualidad y especificidad del hablante, sino su pertenencia a un grupo social determinado, es decir, su caracterización como
"tipo" social”. Esta es una forma de separarse del modelo de una sociedad que atribuye valor a la genealogía prestigiosa, o a los
antepasados de abolengo.
La primera estrofa está constituida por cuatro versos: el primero, heptasílabo, endecasílabos los tres siguientes; en esta
estrofa polirrítmica, riman, asonantados el 2º y 4º verso. La perfección y equilibrio de esta estrofa, se rompe en los versos
siguientes en dos parejas de versos, en los que se conserva la medida: un heptasílabo y un endecasílabo. Esta fisura métrica se
corresponde con la intensificación de la ambigüedad, a nivel semántico.
Se describen allí otros rasgos del hablante, que resultan desconcertantes y poco pertinentes respecto de las características
de seriedad y solemnidad del epitafio. La estrofa siguiente intensifica más la caricatura de este hombre: tiene mejillas
escuálidas, carencia que se contrapesa dentro del rostro, con el tamaño crecido de las orejas. El marco del rostro es cuadrado,
apuntando el aspecto tosco, sin refinamiento, de su contorno.
Con este procedimiento de continuo contraste entre los rasgos del sujeto descrito va acentuando la caricatura, exagerando
cada elemento en el proceso de ensanchamiento de la ruptura con el modelo canónico y ponen la nota picaresca e irónica en
este autorretrato.
En los versos siguientes se describen la nariz y boca del hablante llevándose al extremo la sátira y la agresión a las
expectativas y valores estéticos del lector: se esquiva la mención directa de los rasgos, pero se dice "nariz de boxeador mulato",
insinuando una nariz ancha, tosca, deformada por los golpes continuos que recibe en el rostro un hombre dedicado a la brutal
actividad del boxeo. La mención del boxeador agrede abiertamente el contexto sobrio y sereno del lenguaje del epitafio.
Por otro lado, incluye dentro del antipoema un referente que alude a una situación real sociocultural; los individuos que
ejercen este oficio, pertenecen, generalmente, a los sectores más precarios de la sociedad. Es quizás, ese encuentro brutal con
los golpes, la única posibilidad que la sociedad les ofrece para lograr alguna posición de relevancia o de desahogo en su
existencia. La descripción culmina con la referencia a otro elemento extratextual, la identidad de la boca del hablante con la de
un ídolo azteca. Es ésta una referencia a los pueblos de más elevada cultura de la América precolombina con los que el hablante
se identifica porque son excluidos por el modelo europeo.
Subraya la violenta ruptura de la expectativa a través de los aspectos cada vez más excéntricos e inquietantes del sujeto
descrito; la ironía y la actitud extremadamente satírica del hablante: en los versos trece y catorce se produce la ruptura
definitiva y el rechazo del modelo tradicional antipoetizado.
El verso : "ni muy listo ni tonto de remate", brinda una última característica sociológica, mientras la última estrofa, remata
con una actitud abrupta de soberbia y autoafirmación, de escepticismo frente a Dios, de desprecio ante la muerte, y lo que otros
pudieran esperar de él:
"Fui lo que fui: una mezcla / De vinagre y aceite de comer / ¡Un embutido de ángel y bestia!".
El hablante señala que en la constitución de su ser hay una mezcla de elementos dispares en antinomia permanente .
ANTÍTESIS
Elementos del ámbito común y cotidiano elemento grotesco
De la vida diaria degradante (parodia del humano)
MEZCLA EMBUTIDO (pasta de carne)
VINAGRE / ACEITE ANGEL / BESTIA
elemento ácido sustancia que suaviza aspira a la degradación
corrosivo nutre o sana la elevación la caída.
desestabilizador alcanzar el Bien

He aquí el autorretrato del antipoeta, constituido a través del lenguaje del habla común, en cuya estructura interior vibra la
contradicción, el movimiento dialéctico, la lucha continua del hombre por la conquista cotidiana de su ser, "embutido" en una
"camisa de fuerza", suspendido entre dos extremos: el abismo, la degradación, la bestia, y el ascenso, la elevación, la conquista
y la asunción de los bienes morales, patrimonio terreno del hombre.
El antipoeta, en un lúcido y dramático juego de ironía, sarcasmo y violenta rebeldía, rechaza enérgicamente una estructura
tradicional, el epitafio, en la que subyacen falsos valores.
Se cumple aquí la estructura característica del antipoema, pues se dan en él los tres momentos de su desarrollo:
1. Homologación aparente con el modelo convencional de epitafio y el género del autorretrato.
2. Ambigüedad e inestabilidad respecto de la estructura y valores sustentados en el modelo; es un momento de
transición en el que el antipoema parece participar de los elementos que constituyen el modelo, pero, al mismo
tiempo apunta hacia una ruptura y solución diferentes.
3. Por último, un tercer momento en el que se invierten los elementos y valores que componen el modelo y se
rechazan. Se utilizan como procedimientos: la ironía, la sátira, el ridículo, la exageración caricaturesca, la ruptura
interna del sistema de valores establecidos por el texto modelo.
En los mecanismos utilizados por el antipoeta podemos destacar, en primer término, la distorsión e inversión, a la vez que la
reescritura del "Autorretrato" del Arcipreste de Hita. En la actitud del hablante del epitafio de Bocaccio, podemos observar la
distancia que establece el sujeto de la enunciación ante la realidad enunciada: habla en tercera persona singular, para expresar
el respeto por ese ser que yace allí en su tumba, morada de sus despojos terrenales. Señala, en lenguaje sobrio y solemne, los
méritos espirituales del extinto para que los juzgue Dios, de acuerdo con la justicia divina. Se refiere a lo más esencial del
hablante, en actitud de humildad. Menciona sólo los tres aspectos más relevantes de su existencia: su progenitor, la patria a la
que perteneció, y su quehacer, la poesía revestida de la máxima dignidad y elevación, lo que le da carácter sagrado.
El hablante de "Epitafio", en cambio, comienza, aparentando la distancia y la objetividad de la tercera persona singular pero,
hacia el final del poema, rompe esa impersonalidad con la irrupción de la primera persona de singular "Fui lo que fui". Se da el
hecho paradójico de que el hablante, supuestamente, el muerto, habla de sí mismo. En segundo lugar, se refiere no a los
aspectos espirituales más esenciales de sí mismo, sino a hechos accidentales, externos, irrelevantes. En cuanto a méritos
trasgrede la espiritualidad, hablando de su afición a comer bien, y de un rasgo ridículo, las orejas crecidas, y de su rostro, cuya
descripción es agresiva y se deforma con rasgos de vulgaridad. El tono del hablante es irónico, intensificándose en la intención
pérfida, malévola, para finalizar en una máxima falta de respeto, transgrediendo el tono solemne y sagrado utilizado en el
epitafio, con una actitud de desfachatez y desafío. A Dios no lo nombra en ningún instante. Es un sujeto descreído y cínico. El
Texto no produce recogimiento ni admiración para el extinto. Al contrario, produce en el lector desconcierto, desazón y rechazo.
Se destaca la inclinación al comer, tanto en lo expresado por el hablante, como en la alusión al aceite y vinagre, y el embutido.
Parece que es ésta una preocupación preferente del hablante antes que la preocupación espiritual.
Se trata, pues, de un epitafio invertido, y del antimodelo del autorretrato, deformados a través de la caricatura, la ironía y la
sátira. El antipoeta una profunda intención didáctica: tiene un mensaje para el lector. Este consiste en demoler los falsos
valores, vanas aspiraciones a abolengos sociales, adscripción a modelos ajenos. En verdad, la figura allí mostrada es la del
hombre medio americano, con todos los elementos que intervienen en su ser social, racial, sicológico y cultural, y la incitación a
asumir con sinceridad esa realidad mixta y compleja, en una búsqueda real de la identidad individual y colectiva.
Para mostrar mejor la diferencia entre el epitafio tradicional y "Epitafio" de Nicanor Parra, examinaremos este cuadro
sintético:

EPITAFIO TRADICIONAL EPITAFIO de NICANOR PARRA

Sujeto - hombre excepcional, dedicado a tarea - común y corriente, de gustos vulgares


excepcional. - no menciona a Dios.
- ofrece a Dios lo mejor de sus obras terrenas. - no tiene obras egregias que ofrecer.
- actitud digna, seria. - actitud irónica, satírica, desfachatada.
- le concede valor a situaciones esenciales de la - se autodegrada.
vida humana y a la dimensión espiritual. - le concede relevancia a los hechos triviales y gustos
- se autodignifica y dignifica sus obras. materiales.
- lenguaje sobrio, solemne. - lenguaje común y corriente.
- habla en tercera persona del singular, para - Habla en primera persona del singular, rompiendo la
mantener la objetividad y la distancia. objetividad y la distancia.

Destinatario el hombre de su época y el observador o visitante el lector común y corriente de su época o momento
de la posteridad histórico.

Ámbito: realidades elevadas (padre, patria, poesía, Dios). cotidiano, corriente, progenitores de nivel social modesto.
Auto alusión a su identidad degradada, a tipos sociales
marginados, a comestibles corrientes.
Texto sujeto al modelo tradicional del epitafio Dependiente de los modelos textual y referencial elegidos
para invertirlos y reescribirlos
Género epitafio tradicional. anti epitafio y antiautorretrato (antipoema).

En: revista Cifra nueva, Nº1, Trujillo, enero de 1992.

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