El Constructivismo Sudamericano

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EL CONSTRUCTIVISMO

El constructivismo se origina como respuesta al caos que se vivía en eso años e


conflicto. Se origina en Rusia, desde donde empieza a involucrarse a otros lugares de
Europa, hasta llegar algunos años después a Latinoamérica, de donde nos vemos muy
influenciados.

Dicho movimiento se caracteriza por ser muy abstracto, por lo que se recurre
generalmente a figuras geométricas y muy bien definidas.

A continuación se muestra más detalladamente el origen, entornos, y manifestaciones


que se provocaron con el advenimiento de dicho movimiento.

CONSTRUCTIVISMO

En estos últimos tiempos, los movimientos artísticos que se han ido desarrollando están
siendo caracterizados por tener muy poca duración, ya que continuamente, gracias al
desarrollo de la tecnología y algunos otros aspectos externos que en cierta forma va
contribuyendo a una evolución mas rápida.

Entre estos tipos de movimiento ha surgido el constructivismo, tema a tratar a


continuación, que viene luego de la aparición del futurismo y del cubismo, por lo que se
ve un poco influenciada con dichos movimientos.

HISTORIA

Surge en el siglo XX, específicamente en 1920. Rusia es el lugar de donde se desprende


dicho movimiento, y su fundador es el escultor y pintor ruso Vladimir Tatlin; quien se
dedico a la elaboración de piezas escultóricas abstractas, por medio de la utilización de
diferentes tipos de materiales industriales, y es de ahí de donde surge el nombre.

Se sitúa a los artistas de ésta época, con un nuevo rol, por el hecho de retomar las
formas de las que solemos rodearnos, y crear nuevas obras.

Las obras que dan por inaugurado este movimiento son las construcciones en relieve de
Tatlin, elaboradas entre 1913 y 1917, para cuando en 1920 ya se comenzaban a integrar
otros artistas Alexánder Rodchenko, El Lissitzky, Naum Gabo y Antón Pevsner, entre
otros. En 1920 Gabo y Pevsner se dedicaron a la publicación en Moscú el Manifiesto
realista, donde se exponen los principios teóricos del nuevo estilo.
Vladimir Tatlin.
Relief
1914
Metal and leather on wood. 25" x 21".

En 1915 hace esculturas de metal completamente abstractas, destinadas para ser


suspendidas de cualquier medio.

Tatlin pasa de los bajorrelieves a unos metales más profundos, hasta llegar a sus
llamados "Contrarrelieves", que son formas de metal para ser colgadas. Es también una
de las figuras clave en la reorganización de las instituciones artísticas en el Estado
Soviético. Pronto se da cuenta de que el arte no cubre las necesidades del momento, y
decide acercarse más a los problemas cotidianos y de nivel social. Dicha idea se ve
bloqueada por la escasez de medios y materiales. Esto les hace diferentes al diseño
moderno europeo.

Como todo movimiento, este tubo diferentes etapas en las que se dividió, pero
esencialmente se trata de defender los ideales del utilitarismo, la funcionalidad y
abstracción; aunque su momento más brillante se remonta a las tres primeras décadas de
este siglo. La emergencia revolucionaria se vio ciertamente plasmada en las artes y tuvo
en el constructivismo su expresión más sobresaliente.

CARACTERÍSTICAS DEL CONSTRUCTIVISMO

Para introducirnos mas a el entorno en el que se vivía en ese tiempo, y por lo tanto para
comprender mejor el movimiento es importante destacar los siguientes puntos:

 Movimiento que nace en Rusia, en medio de fuertes conflictos.


 Su estilo se basa en líneas puras y formas geométricas.

 En su elaboración se basan con materiales simples.

 Los representantes no ven sus obras como arte.

 Le dan relevancia a la técnica con la que se va elaborar el producto y el proceso


que éste lleva.

 Deja de ser una corriente de movimientos europeos.

La funcionalidad debía de ser aplicada porque se ,creía importante que el arte debía e
ser algo para que la gente lo entendiera, y con diferentes tipos de utilidades para la
sociedad; por lo que Tatlin hizo una fusión de diseños y sus construcciones, llegando a
ser un diseñador poderoso, en donde sus productos llegaron a formar un nuevo orden
estético.

El constructivismo, por tratarse de un movimiento en el que predominaba lo


tridimensional, se destaca mucho lo que es la escultura, la arquitectura y el diseño
industrial en si, en donde se recurría a la elaboración de los productos con materiales
modernos, de donde utilizaron líneas puras para reforzar la naciente estética del
funcionalismo

El grupo se dedicó al diseño de muebles e indumentaria, decorados teatrales y


exposiciones.
CONSTRUCTIVISMO LATINOAMERICANO

Los nuevos movimientos también atacaron a los presentes en Latinoamérica, ya que tal
y como se sabe, la mayoría de movimientos surgen del viejo mundo, y esto debido a la
antigüedad de tal.

Los años en que se desarrolla dicho movimiento en Latinoamérica, son tiempo de


cambios y de revoluciones que se ven impulsadas por cierto espíritu renovador.

Luego de pocos años que este movimiento surgiera en Rusia, este fue trasladado al
nuevo mundo, en los años de 1920.

Se fue evolucionando con las ideas a través del tiempo, pero a quien se le considera el
propulsor de este tipo de arte moderno en Latinoamérica es Joaquin Torres García, de
origen uruguayo. Fue personaje de gran importancia, por ser clave del desarrollo
movimiento desarrollado en Argentina: Arte Concreto- Invención y Arte Madí en los
años cuarenta.

Así como fue impuesta por Jaqueen en Argentina, asi Edgar Negret y Eduardo Ramírez
Villamizar la introdujeron en Venezuela.

Este arte abstracto geométrico tambien se introdujo en Ecuador, por Manuel Rendón,
quien sirvio de inspiración para Anibal Villacis y Enrique Tábara.

El constructivismo también dejó su legado en el movimiento brasileño Neo- concreto


que reunió a Lygia Clark y Hélio Oiticia, y en los artistas vinculados al Op-Art en la
década del sesenta como el argentino Julio Le Parc y los venezolanos Alejandro Otero y
Jesús Rafael Soto.

De esta manera, nos damos cuenta que el constructivismo colaboró para buscar nuevos
caminos, por medio de las mezclas de diferentes vanguardias como lo mencioné
anteriormente, lo que puede llegar a significar un avance para los artistas para
redescubrirse.

La ideología constructivista tomo fuerza y en el año 1922 surgio el folleto


Konstruktivizm escrito por Aleksei Gan (1893-1942),

En uno de los escritos mas importantes, se encuentra el de Gan , en donde se muestra en


desacuerdo con los pintores abstractos, por el hecho de haber abandonado lo tradicional,
por lo que estableció tres principios fundamentales que son:

- La construcción que representa el proceso creativo y la búsqueda de leyes para la


organización visual.

- La textura: en representación de los materiales contemporáneos y la forma de ser


aplicados en la producción a nivel de industria.
- La arquitectura: que representa cierto tipo de ideología comunista de manera visual

Torres García y la escuela constructivista:


La teoría de Torres García plasma símbolos arquetípicos que actúan sobre el
inconsciente del observador intentando modificar su destino, que será recibido con
mayor intensidad, a medida que el espectador se despoje de sus inhibiciones.

Considera que el artista posee atributos espirituales, e intenta involucrar al observador


en el universo de serenidad. Se trata de un poder místico de convocatoria, el cual sirve
como mensaje subliminal del inconsciente colectivo

Torres García cobra importancia en América y en el desarrollo de las artes plásticas.


Crea una plástica nueva, pero con raíces americanistas de carácter universal.

La concreción de la propuesta universalista de Torres, requiere un nuevo arte que


incorpore ideas filosóficas y estéticas del constructivismo, pero dando lugar a los
arquetipos de las culturas prehispánicas, hacer una síntesis de lo moderno con lo
prehistórico. Se busca retomar los aspectos esenciales del arte constructivo y las artes
americanas precolombinas, como el sentido de universalidad, la geometrización de las
formas, los ritmos sostenidos de los paramentos de piedras, la integración armónica que
existe entre monumentos y medio circundante.

Torres García parte en sus planteamientos teóricos de la identificación entre arte y


construcción. Define el arte como "construir de acuerdo con una regla, a fin de llevar la
obra a una unidad perfecta"9. Critica la pintura naturalista10 que copia la realidad y
plantea la necesidad de un arte geométrico y abstracto, donde radica la universalidad del
espíritu. A pesar de esta aseveración. Torres García también rehusa la pura abstracción y
propone extraer la esencia de los elementos esquematizados, geometrizarlos, e incluirlos
en casilleros ortogonales estructurados en armonía mediante la aplicación de
rectángulos y cuadrados. Estos elementos pueden conservar la idea de la realidad, pero
no copiarla, por ello no se debe partir de la naturaleza, sino de la geometría para evitar
caer en lo decorativo.

Intenta definir el arte constructivo, refiriéndose a él como "una síntesis, y no de las


peores que se hayan hecho. Dentro de la geometría y la proporción, engarza los más
altos valores humanos por su universalidad" 11. Y añade: "No puede existir para mí,
convicción mayor que ésta: primero la estructura, después la geometría, luego el signo,
finalmente el espíritu, y siempre la geometría"

Su arte constructivo, creado con un carácter universal, le hace intuir la existencia de un


mundo más allá del real, de un mundo espiritual intangible. Intenta conjugar lo antiguo
y lo moderno, lo clásico y lo actual. Busca a través del mundo moderno la tradición
verdadera y para ello combina lo indígena con lo europeo. Su "Universalismo
Constructivo" parte de los movimientos de vanguardia europeos y de los motivos de las
culturas precolombinas.

La influencia de Rudolf Steiner sobre los miembros de la Bauhaus (Kandinsky, Gropius,


Klee, Itten), también se dejó sentir sobre Torres García. En su obra encontramos
símbolos de la alquimia (sol, luna, cruz, serpiente, oro, plata, cobre, mercurio, hierro,
estaño, triángulo, rueda celeste, pájaro, mujer-hombre), símbolos de la masonería
(escuadra con péndulo, compás, manos, pentagramas), símbolos del cristianismo
primitivo (cruz, serpiente, pez, corazón, árbol, flor), símbolos del pitagorismo
(pentagrama, triángulo, cuadrado, templo, pentágono), símbolos de la cultura egipcia
(espiral, serpiente, manos, sol, corazón), símbolos de la tradición hebraica (sello de
Salomón, columna, corona, templo) y símbolos de las culturas indoamericanas (greca
escalonada, serpiente, llama). También aparece el mándala tántrico y el yin y el yan.

El constructivismo arraigó, no sólo en Uruguay con la figura de Torres García, sino


también en Argentina durante los años cuarenta, y en Brasil y Venezuela en los
cincuenta, siendo una de las piedras angulares, junto al arte del suizo Max Bill, del
llamado Arte Concreto en el continente americano. En Argentina son deudores del
Constructivismo la Asociación Arte Concreto-Invención y Madí , surgidos ambos en
1946, aunque es la publicación de la revista Arturo 14 en 1944 la que introduce las ideas
de Torres-García.

Las maderas funcionaban para Torres-García como formas a través de las cuales
sintetizaba un número de ideas que abarcaban tendencias geométricas y constructivas y
que lo guiaron hacia el desarrollo de su propia forma distintiva de abstracción. “Las
innovaciones únicas de Torres-García en un medio como la madera se anticiparon a
posteriores desarrollos artísticos en Europa y las Américas del siglo XX.

Constructing Abstraction with Wood


Estructura Animista

CONSTRUCTIVISMO SACRIFICIAL

(CA. 1987-1992)

En el origen del trabajo de Jezik estuvo presidido por una pregunta por el origen. Como
integrante del llamado grupo de la X que, a instancias del veterano escultor Enio Lommi
–acompañado por el pintor y teórico Jorge López Anaya- aglutino en un ciclo de
exhibiciones entre 1986 y 1987 a un grupo de artistas jóvenes –Jezik se dio a crear
instalaciones escultóricas que combinaban la operación directa de materiales bastos
como los desechos de madera quemada, piedras, cuerdas, y la intención de evocar
altares y espacios sagrados con un cierto corte primitivista. Ese ciclo de obras respondía
a un clima de búsquedas culturales que tenían, tras el quiebre social y cultural de la
dictadura Argentina, la intención de una cierta recuperación de memoria y un dialogo
intergeneracional. Como Jezik mismo ha señalado, varios de sus contemporáneos
ambicionaban “conectar con las raíces”, lo que en ese momento implicaba la pretensión
de replantear el referente indígena Andino, por parte “de quienes veían hacia Torres
Garcia, Paternosto o los Incas”, Aunque Jezik no se sumó de lleno al regreso a las bases
del arte moderno sudamericano como un “arte telúrico constructivo” que apuntaría a las
“raíces amerindias” de fórmulas personales de abstracción, sí se lanzaría de lleno en una
búsqueda de un lenguaje escultórico que sugería una ritualidad no occidental.

Las obras e instalaciones que realizaba Enrique Jezik produjo a fines de los años
ochenta y principios de los noventa desbordaban, de entrada, todo referente a la
escultura como objeto, para evocar una territorialidad simbólica: desde el espacio de
una ritualidad oscura. Desde 1987, cuando exhibía con el grupo de la X, Jezik producía
instalaciones que en arreglos geométricos, y sin prácticamente otro elemento de
ensamble que cuerdas, disponía huesos, piedras, maderos y otros objetos residuales, a
fin de producir un espacio cargado de arcaísmo. Estas instalaciones efímeras (que no
sólo no eran preservados, sino que, frecuentemente, veían sus elementos reciclados en
nuevos proyectos) friccionaban con la geometría heredada de la tradición modernista, a
la vez que con la geometría de las sociedades antiguas: círculos, líneas espaciales,
triángulos y rectángulos rotos por los materiales y la precariedad de la construcción. Sin
embargo, su comportamiento no era sólo arquitectónico. Lo más característico de esas
obras es el modo en que Jezik empezó a involucrar una serie de procesos de destrucción
que pronto adquirieron un corte performático: el registro de la huella de suciedad que
dejaba una rueda de madera al ser expuesta a la intemperie (Sombra de lluvia, 1989) y
la quema de residuos de madera a fin de obtener material carbonizado (Señal, 1988).
Las instalaciones indicaban una o varios centros focales, a veces indicados con puntos
en las paredes o en el suelo, que localizaban una huella, la marca de un acto o de un
gesto de fuerza. Aunado al hecho de que Jezik incluyó en su factura huesos animales
que, colocados en arreglos en el suelo, o dentro de anillos de madera, sugieren ofrendas
y entierros de restos humanos, esas marcas sugerían claramente la lectura de esos
espacios como recintos sacrifícales.

"Vemos un constructivismo artificial, obras que tienen que ver con las instalaciones
escultóricas que Enrique empezó a hacer en 1986 en Argentina, bajo el grupo de la
llamada X, y luego trae con su llegada a México", detalla Medina. .

Grupo de la X. Integrado en su origen por Pablo Siquier, Ernesto Ballesteros, Macchi,


Carolina Antoniadis, Enrique Jezik, Ana Gallardo, Andrea Racciatti, Gladys Nistor,
María Causa, Martín Pels, Juan Paparella y Gustavo Figueroa, el Grupo trabajó
intensamente y logró acceder a un espacio que determinaría un antes y un después en la
carrera de varios de ellos.

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